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VALLE SIERRA

Tras haber abandonado ese desierto traicionero, Lomis siguió dirigiendo a las tropas, les estaba llevando al pueblo de Valle Sierra sin que nadie lo supiese, se sentía culpable por eso ya que él era un general que dirigia a su propio equipo y no quería mentirles ya que deseaba que confiasen en él. Pero ahora se encontraba en una situación peliaguda en el que necesitaba que su cabeza estuviese libre de pensamientos y solamente pensase en lo importante que era esta nueva misión.

Tenía miedo, miedo de no saber en donde se estaba metiendo.

Pretendía ir a ese poblado formado por gremlins de los que evidentemente le matarían por el hecho de ser un troll, este no era lugar para ser de su propia especie. Y para empeorar las cosas, el general Tumbor, el troll con quien menos se sentía a gusto le iba a acompañar en esta negociación.

Desde que hizo este recorrido se le pasaba por la cabeza todas las cosas que le sucederian en cuanto se encontrasen con ellos, habían muchas posibilidades, pero la que mas se temía era si Tumbor cometería algúna tontería de las suyas y toda la negociación se arruinaria por completo, ambos acabarían muertos y de ahí esto llevaría a que toda la tropa troll atacase el valle con todo su armamento.

No podía permtirse eso, no quería comenzar una guerra con tanta violencia para que siguiesen muriendo tantos jovenes cuando había formas menos radicales de zanjar este asunto, por eso mismo esto se tenía que hacer bien sin cometer ningún error, ya que si conseguian obtener un trato con los gremlins, quizas no solo podían atravesar su valle sin razón de herirlos, sino que también obtendrían algo de su tecnologia que les podría ayudar a avanzar en este viaje tan arduo.

Asomo la mirada al frente observando que se estaban acercando a lo que parecía ser unas colinas de tierra, ya había visto en el mapa que se encontrarían con eso durante el trayecto, verlo significaba que se estaban aproximando al valle. Hizo señas al conductor del tanque para que lo moviese hacía la izquierda bajando por una pendiente arenosa que se encontraba en el sentido contrario del camino, obedeció y bajo con cuidado por la pendiente, se notaba que la tierra era blanda ya que al pasar por ahí el tanque temblaba, tuvo que agarrarse para no perder el equilibrio.

Toda la tropa bajo de la misma manera.

Solto un resoplido de alivio por ver que todo este trayecto se estaba produciendo sin incidentes, desde que abandonaron el desierto no ocurrió ningúno problema mas, aunque todavía le carcomia la cabeza el accidente aquel producido con el joven cadete que toco una granada, sabía perfectamente que no se iba a recuperar nunca de eso, lo mismo que todos los que sufrieron el ataque de los sabuesos. Había muchos trolls que empezaban a tener sus dudas con este viaje, cosa que era normal, nunca habían experimentado una emboscada como esa, pero debían acostumbrarse, ya que pronto se encontrarían con cosas mucho peores, por eso mismo debían mantener esta normalidad, ya que si se evitaría el menor riesgo posible de incidentes y no tendría que mostrarse reacio ante sus cadetes por las decisiones que tomaba.

Volteo la mirada al otro lado fijandose en los cadetes, todos esbozaban las mismas expresiones serias que habían estado mostrando durante el trayecto, eso indicaba que se esforzaban por superar este camino, pero había algúnos que no lo estaban pasando tan bien. Veía a una docena de los cadetes pasandose la mano por encima de su cara para quitarse el sudor de encima, se estaban muriendo de calor, un calor que ningúno podía soportar, y él también, pero había un motivo por el que sucedía este problema.

Todos ellos venían de un poblado que solía ser invernal, los climas en Trollia solían ser mas templados y primaverales y eso hacía que todos los habitantes siempre viviesen estando siempre abrigados, pero ahora que se encontraban metidos en este terreno arenoso donde el sol era mas fuerte y llevaban puesto consigo ese pesado uniforme, les agotaba como si fuesen peces en el agua, no era algo agradable de sentir.

Aprovecho para tomar un trago de agua, cogió su respectiva cantimplora y dio un pequeño trago como para no llenarse del todo, no la iba a desperdiciar tan torpemente, no iba a ser uno de esos generales que se aprovechan de su suerte y se ponen a devorar todo cuanto tienen dejando a los demas para que se le peleasen por el agua y la comida. Pero a estas alturas debía de tener mucho cuidado con eso, el agua se estaba agotando demasíado pronto, entre el viaje, la que perdieron durante el ataque de los sabuesos y la que usaron para curar a los heridos, habían agotado todas las provisiones que tenían como mucho para medio mes, era indignante esto pero tenía que aceptarlo, aunque evidentemente los cadetes no lo iban a aceptar como él.

Pero debían de poner un poco de esfuerzo por su parte, eran soldados, luchaban por su tierra, eso debía de motivarles para que aguantasen hasta la siguiente zona donde pudiesen hospedarse y descansar de todo este calvario.

Continuo así bien tranquilo recorriendo el camino montado en su respectivo tanque de combate, cuando de pronto escucho algo que le llamo su atención.

Escucho un ajetereo que venía de algúna parte.

Volteo la mirada observando que todos los cadetes dirigian la mirada hacía una pelea que se estaba produciendo en medio de la formación, y parecía ser que algúnos les estaban animando a que siguiesen peleando como lo hacían.

Asintió mosqueado al ver que justo ya se estaba produciendo un incidente, uno del que no tenía ganas que sucediera en este momento.

-¡Maldita sea! -se quejo, bajo rapídamente del tanque.

Paso por delante de todos los cadetes hasta alcanzar a aquellos que se estaban peleando, el que era mas alto tenía agarrado por el cuello al mas pequeño mientras este parecía intentar de alejarle una cantimplora plateada que sostenía con la mano.

Se acerco y los empujo con ambas manos, los dos cayeron por separado, pero rapídamente el cadete alto se levanto de golpe y se dispuso a abalanzarse sobre el cadete chico pero Lomis se puso delante de él impidiendole el paso.

-¡Basta cadete! -le ordenó exigentemente.

El cadete se calmo pero seguia con ganas de mas pelea, luego el cadete chico se levanto pero tocandose la cabeza, se notaba que le golpeo en algúna parte del craneo.

-¿Se puede saber que estaba pasando aqui?

-Me ha agredido -dijo el cadete chico.

-Mentira -le replicó el troll alto, marcho a encaramarse de vuelta hacía él.

Lomis lo empujo apartandole de él, hizo lo mismo con el otro por si acaso.

-¿Porque te has peleado con él? -le pregunto mirandole fijamente.

-Porque tiene una cantimplora con agua -declaró severamente.

-¿Una cantimplora de agua? -volteó la mirada hacía el troll chico fijandose que llevaba esa cantimplora con forma ovalada por la que parecía querer alejarla de él.

-El agua se esta acabando, y él justo tiene poco del agua que nos queda.

-Es mia, es mi agua, yo me la quede desde que llegamos aqui -rechistó el otro cadete abrazando la cantimplora como si fuese un bebe.

Refunfuño entre dientes.

Estaba tan agobiado por tener que pasar por esta situación, que no tenía ganas de tratar con él de forma razonable, esta vez decidió mostrarse de forma imparcial.

-A que lo adivino, ¿como te estas muriendo de sed pretendias robarsela? -le preguntó indirectamente, ya empezaba a comprender cual era el autentico problema.

-Le pedi que me la compartiera.

-¡Mentira!

Se harto de nuevo y marcho a pelearse con él, pero Lomis le freno antes de tiempo.

Se dirigió al cadete de la cantimplora y le dijo:

-¿Es cierto lo que dice? -le preguntó queriendo corroborar su testimonio.

Se tomo su tiempo para contestarle.

-No -contesto con tono solemne.

Por el tono de su voz no se creyo mucho lo que decía.

-¿Estas seguro de que no te pidio que la compartieses? -le volvió a preguntar esperando que al ser menos paciente le diese la respuesta que quería oír.

Dirigió su mirada al otro cadete, sabía bien que si negaba la confesión entonces este se cabrearía mucho mas de lo que ya estaba ahora con él.

-No le mires a él, mirame a mi -replicó queriendo que fijase su atención en él.

Le miro fijamente observando su cara de resentimiento, se notaba que se estaba disgustando demasíado, quería seguir negandose a confesarse, pero como aquella mirada le empezaba a dar mucho mas miedo, no le quedo otra que admitirlo.

-Es cierto -confesó demostrando que el otro cadete tenía razón.

Todos los demas trolls esbozaron unas expresiónes de asombro.

-¿Cuantas veces te lo pidio?

-Mas de una vez señor, me exigió que se la diese para dar un trago.

-Pero no pensabas darle nada, ¿verdad?

-Es mi agua, me tomare lo que me de la gana -protesto, se aferro aún mas fuerte a la cantimplora como si para él fuese un ser vivo al que quería demasíado.

Al ver esto Lomis llego a una solución rapída para terminar con el problema.

-Dame la cantimplora -le exigió.

-¿Que?

-Deme la cantimplora cadete.

Quería negarse a darsela ya que era propiedad, pero como se trataba de uno de los generales no podía negarse a esa petición, se la dio bajando la mirada indignado.

Lomis la cogió, la abrió viendo el contenido de ella, contenía bastante agua, miro fijamente al cadete y entonces volteo la cantimplora echando el agua hacía afuera, cayo sobre la tierra convirtiendo una pequeña parte en barro.

-¡No! -grito el cadete echandose al suelo donde cayo el agua.

Se tiro y se puso a tocar el barro que se formo en ella, no quedo nada.

-No ha quedado nada, no ha quedado nada -berreó el cadete gimoteando en el suelo como si fuese un bebe al que le hubiesen quitado su juguete preferido.

Todos los trolls quedaron absortos por su comportamiento, pero aún mas por aquel acto tan severo que cometió el general Lomis.

-¡Escuchadme bien todos! -vociferó alzando la cantimplora ahora vacía-. Entiendo vuestra preocupación porque se este aguantando el agua, pero tenemos una misión importante que debemos lograr, y si este asunto del agua va a ser que perdamos la cabeza, entonces no obligaís a que tire todo el agua que tenemos y nos aguantamos hasta encontrar otra, así que no quiero que volvamos a pasar por una escena así, ¿ha quedado claro o tengo que tirar otra cantimplora para que esto no pase?

Nadie dijo nada, por sus miradas agonicas se notaba que todos lo entendieron a la perfección, aunque obviamente a ningúno le gusto, pero era lo mejor.

Espero a que alguien le contradijese como solía ocurrir siempre, pero no paso, esta vez consiguió cautivar a todos los presentes con esta estrategia. Tiro la cantimplora devolviendosela al cadete que aún seguia tirado llorando por la perdida del agua, lo dejo ahí esperando a que se lo pasara.

Se puso delante del cadete alto que miraba con una expresión solemne y le dijo:

-Que no vuelva a pasar, ¿entendido? -le advirtió seriamente.

-Si señor -afirmó obedeciendo su consejo.

Quedo convencido y marcho de vuelta al tanque, se sento en su lugar y dio la orden de seguir la marcha, espero un rato a que se reagruparan ya que después de este bochorno todos habían perdido sus posiciones de antes. Al cabo de mas de un minuto se volvieron a reagrupar y continuo la marcha siguiendo el camino.

Solto un resoplido de alivio por habersele ocurrido rapído esa estrategia, no estaba muy contento por haberse portado así con aquellos cadetes, pero hizo lo correcto al deshacerse del agua, sin ella aquellos dos hubiesen seguido peleandose todo el dia, lo mismo que con los demas. Les dio una buena lección de responsabildad, que era algo de lo que no podía quejarse, actuó responsablemente al hacerles ver que si no podían comportarse como un equipo, entonces tendría que deshacerse de aquello que tanto ansiaban obtener, como él y su deseo de terminar con esta guerra.

Mientras toda la tropa bajaba por la pendiente y se adentraba en otro sendero llano excento de vida a sus alrededores, Thorne no podía dejar de pensar en esa sensación que tuvo horas que le indicaba que su abuela había fallecido, sabía que se había ido, desde el fondo de su ser lo sabía. Pero lo mas raro de todo es que no la empezo a tener hasta examinar el medallón, de algúna manera estaba conectado a la abuela Thelia pero no sabía porque motivo.

Tenía ganas de volver a verlo, pero ahora estando rodeado de tantos cadetes trolls no era la mejor de las ideas, decidió seguir manteniendolo en secreto guardado debajo de su uniforme a la espera de encontrarse de vuelta con Sturgess.

Desde que le dijo eso no le volvió a ver en todo el dia, ni siquiera sabía en que equipo estaba, o si seguiria siendo un soldado, ya que recordando lo que hizo Fargus en casa, seguramente tendría un trabajo menos favorable que este. Pero hasta ahora había demostrado ser un buen troll, no alguien engreido como Fargus, se equivoco, podía confiar en él, solo si se dejaba explicarse y mostrarse como tal.

Decidió que en cuanto tuviesen un descanso, marcharía a buscarle y hablar en privado para descubrir mas cosas del medallón.

-Thorne, ¿estas bien? -le preguntó una voz conocida.

Asomo la vista viendo que Marvus le dirigia la mirada.

-Estoy bien -le contesto con tono rigido.

-Pues no lo pareces, llevas teniendo esa mirada de tristeza y preocupación desde que nos fuimos -le comentó con tono vacilante.

En eso tenía razón, quería estar triste porque su abuela había muerto, pero estaba tan intrigado por entender este asunto de ella con el medallón, que no sabía como sentirse.

-¿Todavía sigues creyendo que tu abuela ha muerto?

-No lo creo, lo se, es solo que ahora tengo la cabeza en otra parte -fue lo mejor que pudo decirle como para entender que no se encontraba en el mejor momento para entristecerse o mostrar otra expresión que no fuese la de estar preocupado por el viaje.

-Lo se, yo también, ¿pero sabes que puedes decirme como te sientes?

-¿En serio?

-Y si, somos como hermanos aqui.

Nunca había caído en eso, había oído que cuando te unes a un grupo militar, todos tus compañeros se convierten en tus hermanos de armas, como con Fargus, pero como él había demostrado tener una efimera responsabilidad por su salud, Marvus resulto ser lo mas parecido a un hermano mayor de lo que nunca pudo tener.

-¿Quieres hablarlo? -hizo un gesto de intimidación con el ceño.

-De esto no se, pero si hay una cosa que quiero que preguntarte.

-Vale, ¿de que se trata?

Se lo penso detenidamente antes de decirselo.

-Sabes, mejor no te digo nada -vociferó negandose a seguir hablando.

-Ey, venga vamos, puedes decirmelo -le insistió queriendo que le dijera sin ningún problema lo que se le pasaba por la mente-, no tengas miedo, confia en mi.

-Quiero hacerlo, pero lo que quiero decirte no me va a gustar.

-¿Porque? ¿Es algo desagradable?

Se rio entre dientes.

-No tengas miedo, tolerare lo que sea, ¿vale?

Sentía que se iba a arrepentir de esto, pero ahora no podía jactarse.

-Dime, ¿algúna vez has pensado en lo que sucederia si tu hermano muriese?

Esbozo una expresión al oír esa pregunta, era evidente que no se espero eso.

-Lo sabía, no debería habertelo dicho -reaccióno nervioso, estaba tan alterado que se dispuso a alejarse de él de nuevo.

-No Eathol, espera -le cogió del brazo impidiendo que se alejase.

Le miro con una cara de pura vergüenza, se notaba que se arrepentia de haber hecho esa pregunta porque creía que perdería esa confianza que tenía con él.

-Lo siento -se disculpó.

-No pasa nada, vale -retractó su disculpa-. ¿Sabes una cosa?

-¿Uhum?

-La verdad es que pienso mucho en eso.

-¿En serio? -se intrigó al ver que no se equivocó con su pregunta.

-Y si, desde que perdi a mi padre no logro pensar en lo que podría pensar si yo me muriese, o lo que podría ocurrir a toda mi familia -admitió demostrando que estaba mas preocupado de la muerte lo que aparentaba.

-¿Perdiste a tu padre?

-Si, era repartidor, tenía que entregar un paquete a un troll que vivia en las afueras, estuvo largos dias recorriendo los bosques en busca de ese troll, pero al parecer se equivoco de camino y acabo metiendose en un mal lugar, un grupo de asaltantes le intento de robar el paquete, y al parecer en el intento uno de ellos le ataco por la espalda y... -no pudo terminar la frase, le costaba demasíado recordar eso.

Quedo indeciso al oír esa historia, no se la había contado antes.

-¿Y cogieron a los que le asesinaron?

-Si, pero no tenían pruebas que le hubiesen asesinado especificamente a él, mintieron de haberle cogido, así que les soltaron y dejaron que siguiesen atacando a mas gente inocente que pasaba por el mismo lugar por el que paso él -se puso ver una expresión de tristeza en sus ojos, se notaba lo disgustado que estaba porque no hubo ningún tipo de justicia en el crimen contra su padre.

Pudo entender su dolor, era identico al que tenía él.

-Desde entonces he sido el hombre de la casa, me he ocupado de casi todo por mi madre y por mi hermano, pero ahora que no estoy aqui, no se que pasara.

-¿Y tu hermano no puede ocuparse de las tareas de casa? -objetó.

Se rio por esa mención.

-Lo dudo mucho, aún ni sabe atarse los cordones de los zapatos.

Ambos se rieron por lo tonto que sonaba ese hecho.

-Pero le enseñe lo suficiente para cuando un dia como este llegase -añadio cambiando su tono a uno serio de impaciente.

Por ese tono pudo entender que él ya lo había tenido todo preparado.

-Yo también perdi a mi padre -soltó aprovechando que ahora conocía su historia.

-¿De verdad? -se sorprendió al oír eso.

-Bueno, no le perdi, simplemente se fue, abandono a mi madre hace años, y desde entonces, nunca he sabido nada mas de él, he estado viviendo con ella, junto con Fargus fortaleciendonos en esta infernal vida que tenemos.

Pudo comprobar que él se encontraba en peor situación que la suya.

-Tu al menos tienes suerte, tu tuviste un padre que te cuido cuando pudo.

-No digas eso -le reprochó indignado por esa opinion-. Puede que mi padre muriese, pero eso no significa que tenga que alegrarme por haber pasado el tiempo suficiente con él, tu aún tienes un padre, puede que no este contigo, pero sigue vivo en algúna parte, y aunque creas que cometió un error al marcharse y dejar sola a tu madre, aún tienes la oportunidad de encontrarle, y entender porque os dejo.

-¿Y como voy a hacer eso?

-Esa es una mision que tienes lograr, en cuanto todo esto termine, si logras regresar a casa, busca la manera de averiguar donde se encuentra -indico dandole un motivo por el que seguir adelante.

Thorne se quedo dubitativo al oír eso, nunca antes se había a pensar en la idea de buscar a su padre, le odiaba por haberse ido y dejarla sola y a él a su madre, pero ahora que se encontraba en esta situación, sentía que lo mejor que podía hacer, era encontrarle y perdonarle por no haber pasado su vida con él como familia.

-No se si puedo hacerlo, casi ni le conozco -dijo dudando de si mismo.

-¿Tienes miedo de conocerle?

-Mas bien de entender porque no estuvo con nosotros, y tampoco sabría que decirle, ni siquiera se si aún me sigue queriendo después de todos estos años.

-¿Y tu esperas que te quiera cuando eres casi un hombre? -objetó sarcasticamente.

En eso no había caído, estaba tan ensimismado en querer que su padre lo amase de la misma manera que su madre, pero ahora ya había crecido, ya no era un niño pequeño que deseaba que su padre jugase con él como hacían los demas, así que su idea de que su padre le quisiera era relativo a desear estar con él al lado.

-Mira, haz esto -se dispuso a proponerle una alternativa a ese problema-. Si consigues regresar a casa, y te pones a buscar a tu padre, tu primero intento de asimilar el hombre que es ahora, y si resulta que aún sigue queriendo al hijo que nunca pudo conocer, entonces podras explicar lo mucho que le echas de menos, y a lo mejor llegado a un tiempo, te conocera y te querra como a un hijo de verdad.

Penso detenidamente esa opción, le gustaba la idea.

-¿Como consigues hacer para que la gente se sienta mejor?

-Facil, soy mas mayor que tu -indico ironicamente.

Se rio al comprender ese termino en forma de chiste.

-Venga ya -exclamó golpeteandole en el hombro de forma burlona.

Marvus se entusiasmo tanto que decidió hacerle lo mismo, le golpeteó juguetonamente en el hombro haciendo que este se sorprendiera. Ambos se quedaron viendo con una cara de resentimiento que dio lugar a que ambos se pusiesen a jugar mutuamente dando codazos, luego Marvus agarro a Thorne por el cuello y se puso a rascarle su cabeza mientras los dos reían como locos sin parar.

Alzaron la cabeza observando que los demas trolls les miraban extrañados como si no entendiesen lo que pasaba.

Lo dejaron estar y se pusieron firmes como antes, se miraron y no pudieron evitar reirse de lo incomoda que era esta situación.

Mas adelante, Lomis seguia dirigiendo toda la tropa, habían avanzado bastante, ya estaban cerca de llegar al Valle Sierra, y cuando mas se aproximaban, mas miedo le daba no saber con que se iba a encontrar. No tenía ni idea de como eran los gremlins con los que iba a negociar, desconocía si iban a ser benevolentes, eso fue algo que no pudo determinar cuando estuvo leyendo en Trollia, pero tenía la certeza de que obviamente no estarían muy contentos de ver a un troll con ellos. Pero estaba decidido a aprovechar esta oportunidad de negociar con una especie con la que nunca ante se había tratado para justificar que los trolls podían ser pacientes y no actuar de una forma desmedida sin motivo, no iba a dejar que nada lo empeore.

Volvió a tener calor, un calor tan sofocante que le hacía sudar todo el cuerpo, se paso la mano por encima de su frente para limpiarse, suspiro aliviado aunque eso no compensaba el horrible clima por el que estaban pasando. Pero de pronto observo algo que le resulto extraño de ver, asomo la mirada intentando de mirar lo que había al frente, el sol le daba en la cara impidiendo que pudiera ver lo que tenía delante, se rasco los ojos y en cuanto se aclaro la vista, pudo ver de que se trataba.

-¡Alto! -gritó alzando la mano.

Toda la tropa se detuvo obedeciendo su orden.

Bajo del tanque y aterrizo forzosamente de pie contra el suelo, se fue acercando cada vez hasta ver con mas precisión lo que había descubierto.

Había una tuberia gigante que se alargaba hasta mas allá del horizonte.

Quedo tan asombrado al ver eso que no sabía si era real o un simple espejismo producido a causa del sofocante calor que azotaba su cabeza. Volteo la mirada observando que los cadetes que se encontraban detras de él también mostraban sus mismas expresiones de asombro. No era un espejismo, era real, y todos lo veían.

Volvió a mirar aquella tuberia que se encontraba a lo lejos, era de color marron, y parecía estar hecha de cobre, pero de un cobre oxidado ya que se podían vislumbrar varias manchas de diferentes colores alrededor de los costados, era evidente que eso había sido construido varios años atras y permaneció ahí eternamente.

Le costaba entender que hacía ahí, por el aspecto que tenía se notaba que aquella tuberia estaba conectada a la tierra con la función de drenar agua subterranea y llevarla a otros sitios, ¿pero hasta donde se extendía? ¿Que especie habría construido esa tuberia? ¿Habrían sido los gremlins? Había muchas incognitas para este descubrimiento.

Oyo un murmullo que venía detras suyo, se giro observando que entre la multitud estaba saliendo el general Tumbor mostrando una expresión de preocupación desinteresada. Suspiro mosqueado ya que de entre todas las personas con las que podía hablar sobre esto, tenía que ser de nuevo la que fuese a dar la opinion menos placentera.

Se acerco a su lado y le dijo:

-Alucinante -exclamó Tumbor soltando un suspiro de admiración.

-¿Sabe lo que es eso? -le preguntó, asumiá por su tono que comprendería porque esa tuberia existia en un lugar como en el que estaban.

-No, pero una vez hace tiempo lei que por todo Skylands se encontraban cosas como estas en las tierras deserticas. Decían que actuaban como aqüeductos.

-¿Aqüeductos?

-Así es, largos conductos que transportan agua hacía diferentes pueblos cuya acumulación de agua es minima, seguramente esta tuberia fue diseñada para transportar agua potable al pueblo mas cercano.

-¿Pero para transportar esa agua no habría que excavar por debajo de la tierra?

-Así es, ¿ve ese lado curvo que va hacía abajo? -señalo el principio de la tuberia.

-Si.

-Pues esa tuberia sigue bajando hasta llegar a lo que seguramente es una mina donde se ocupan de controlar el transito del agua.

-¿Pero quien la controla?

-Esto esta cerca de Valle Sierra, así que seguramente habran sido los gremlins. Esos bichos pueden ser muy pequeños, pero son listisimos al armar cosas así

-Si -reafirmó intrigado en lo que suponía esa invención.

-Sera mejor que pasemos de eso, no tiene nada de interesante -exigió Tumbor, se dio la vuelta dispuesto a volver con la tropa.

-No -dijo Lomis.

-¿No?

-Quiero verlo mas de cerca -dijo esbozando una expresión que indicaba que saltaria hacía esa tuberia con tal de examinarla como si se tratara de un animal de la fauna.

Cambió su expresión a una de seria intriga.

-¿No pensara verdaderamente acercarse a eso nó?

-Quiero examinarlo.

-Pierde el tiempo, no tiene nada, es solo una tuberia oxidada.

-Lo se, pero si esa cosa ha sido construido por los propios gremlins, quiero entender cual es su funcionamiento, como resiste estar ahí en pleno sol.

-No tiene ningún funcionamiento, funciona tal cual como cualquier sistema de tuberias, esto es algo que hasta nosotros podríamos haber hecho en Trollia -le recriminó insistiendole de lo contrario.

-Pero lo hicieron con ellos, lo instalaron aqui en medio de ningúna parte donde el sol es abrasador, ¿porque? -se cuestionó metodicamente la razón de su existencia.

Tumbor se llevo las manos a la cara de la vergüenza que sentía por tener que ver como el general que comandaba a toda la tropa se interesaba torpemente por una simple tuberia que no resultaba para nada especial.

-Yo voy, digale a los demas que se queden, solamente será un momento -le pidió dis-puesto a examinarlo a pesar de lo insistente que fue al denegarle esa petición.

-De ningúna manera -protestó mirandole con resentimiento.

-Es una orden general.

-Una orden que no pienso atacar.

Aquello provoco que los dos se dirigiesen unas miradas arrogantes que dejaban bien claro que iban a estar en desacuerdo con esta objeción.

Oyeron murmullos, giraron sus cabezas observando que los cadetes que estaban ahí plantados en el frente miraban indecisos el conflicto que se estaban formando mutuamente. Se volvieron a mirar reconociendo que este no era el comportamiento mas idoneo, suspiraron profundamente y dejaron a un lado el rencor que se tenían por ahora.

-Mire, tengo una idea.

-¿Cual?

-Iremos los dos.

-Usted antes dijo que trabajaríamos juntos en todo lo relacionado con Valle Sierra, y eso seguramente ha sido construido por los habitantes de Valle Sierra, así que esto hace que los dos nos ocupemos de resolver el problema -indicó señalando honestamente que ahora iba tener que depender de él en todo momento.

En su mente quería reprocharle esa cuestión, pero ya estaba bastante agotado de la caminata como para seguir quejandose de otra tonteria mas.

-De acuerdo -aceptó conforme sin rechistar.

-Iremos ahí, pero no lo tocaremos.

-¿Y eso porque?

Inmediatamente se puso a mirar de un lado como si estuviese buscando algo, Lomis le siguio la corriente aunque no entendía a que venían esos gestos con su cabeza.

-Puede que nos esten observando -dijo.

-¿Observando?

-Es solo una suposición, pero un lugar como este puede estar vigilado por ya sabes quien, y por mi experiencia he podido deducir que seres como esos son muy territoriales y no les gusta que estemos donde les gustar estar.

-¿Y crees que no les gustara que toquemos la tuberia?

-No, lo veran como una amenaza, por eso mismo no quiero estar ahí como una hora examinando cada maldito trozo de esa cosa, ¿ha quedado claro?

-Eso lo tengo que decir yo.

-Esta en su derecho decirlo, pero temo decirle que ya no esta en sus cabales.

-¿Que quiere decir eso?

-Ambos sabemos perfectamente de lo que estoy hablando.

Cruzaron sus miradas como si estuviesen dispuestos a ejecutar una maniobra agresiva, esta vez ambos no estaban mas en desacuerdo de lo que estuvieron nunca, querían confrontarse por sonsacarse de encima todo el rencor que se habían estado guardando desde que se conocieron. Pero se voltearon sus miradas observando que los cadetes les seguian mirando como expectantes ante lo que estaba pasando, se miraron mutuamente de nuevo y reconocieron que se estaban dejando llevar por nada, suspiraron profundamente y pensando detenidamente lo que tenían que hacer.

-Hagame caso, y quizas viva para decirmelo a la cara -acotó seriamente Tumbor.

-Le hare caso Tumbor, por ahora -dijo conforme esbozando una expresión de rencor.

Regresaron con los cadetes y les avisaron de lo que iban a hacer, dejaron al resto de generales al mando para que les cuidasen por el momento. Aunque se notaba que la mayoría de aquellos cadetes parecían estar muy preocupados por lo que pudiera pasar, era normal, hasta ahora no habían visto que dos generales se separasen para observar algo que podría significar una trampa, pero debían obedecer ordenes y respetar las obligaciones de sus superiores a menos que tuviesen algo que decir.

Ningúno dijo nada, todos estaban con miedo por no saber que ocurriria mas tarde.

Thorne estaba tan atras que no pudo escuchar lo que estaba sucediendo, se acerco junto con Marvus y se acabaron encontrado con el resto de sus compañeros, Oggus, Duane y Borke parecían haber captado el nuevo aviso.

-Chicos, ¿que es lo que sucede? -preguntó nerviosamente Thorne.

-Me parece que el general Lomis y el general Tumbor van a examinar algo que se encuentra ahí a lo lejos -declaró Oggus.

-¿Y que es?

-No lo se, pero tiene pinta de ser una tuberia -añadio Duane.

-¿Una tuberia? -criticó Marvus.

-Una tuberia muy grande -recalcó Borke poniendo un tono de impresión.

-¿Y se van ellos solos?

-Parece ser que si.

-¿Y que sucede si es una trampa? -protestó empezando a ponerse mas nervioso.

-Por dios Thorne, controlate un poco, ¿que es lo que te ocurre?

-Esto no me gusta -dijó, no le entusiasmaba mucho la idea de que el general Lomis se marchase con Tumbor, sabía perfectamente que ese general no era trigo limpio ya que obviamente era el responsable del ataque de los sabuesos, y ahora que se iba con el único general en quien podía confiar, sentía que esto iba a acabar peor que anoche.

Lomis y Tumbor bajaron por una larga pendiente de arena en la que sentían que la tierra se movía, resultaba divertido bajar por ahí. Se dirigieron a la tuberia del cual a medida que se acercaban se podía contemplar que era tan grande como una nave area, pero también emanaba un horrible olor que parecía proceder del propio metal oxidado, tenía algo mas que restos de oxidación, estaba lleno de restos organicos pegados en diferentes partes del tubo, sobretodo especialmente arriba.

-Este olor es inaguantable -protestó asqueado-. ¿Que es?

-Ve esos restos de ahí, me parece que son trozos de carne muerta que se han ido acumulando en el tubo -dedujo Tumbor señalando las manchas pegadas al metal.

-¿Carne muerta de qué?

-No lo se, seguramente de animales muertos que fueron cayendo encima y con el paso del tiempo se quedaron ahí pegados. A mi me parece que a esta tuberia no la han limpiado en siglos, con razón huele como una fosa común.

-¿Como ha podido caer trozos de carne muerta encima?

-Por ellos seguramente -alzo la mirada hacía arriba fijandose de que en el cielo se encontraban sobrevolando un par de buitres tan grandes como la cabeza de un troll. Se le escuchaba graznar desde lejos.

-¿Esos son buitres?

-Buitres del desierto, son depredadores, se dedican a cazar todo animal que se encuentren vagando por amparos desiertos como en el que estamos situados.

-¿Intentaran de atacarnos a nosotros? -preguntó dudosamente.

Soltó una pequeña risilla falsa.

-Lo dudo mucho mi amigo general, solamente se comen a los animales mas pequeños o a los mas debiles, para ellos nosotros somos como sus ancestros, nunca nos haran daño debido a lo grandes que somos -comentó esbozando una media sonrisa de entusiasmo, le gustaba pensar que esos buitres se aterrarían de su presencia.

Lomis lo dejo estar y siguio mirando la tuberia, a pesar del olor que emanaba decidio seguir examinandolo profundamente.

La forma en como estaba construido le provocaba un cierto interes, quería entender como era posible que este tipo de maquinaria se hubiese construido para ser dejada aqui en medio de ningúna parte. Penso en todas las oportunidades que se les podría dar en Trollia, como transportar agua a todos los habitantes del pais otorgandoles así la ayuda que necesitan los granjeros para cultivar en sus campos, o los medicos cuando estan tratando con pacientes y no tienen lo necesario para ayudarles.

No podía evitarlo, quería que el diseño de esta tuberia fuese suyo, pero necesitaba saber mas para hacerse una idea de como podría ser construido por él mismo. Se acerco aún mas dispuesto a tocarlo con el dedo, cuando entonces Tumbor se lo agarro.

-¿Que esta haciendo? -preguntó esbozando una mirada de panico.

Le quito la mano de un tirón.

-Quiero verlo mas de cerca.

-Mentira, quiere tocarlo, a pesar de haberselo avisado.

Quería negar esa acusación, pero ahora Tumbor lo tenía demasiado calado como para seguir mintiendole a pesar de ser el general al mando.

-Lo siento, pero necesito hacerlo.

-¿Porque? Es asqueroso.

-Ya se que este metal esta en mal estado, pero necesito entender como una civilización de la que nunca hemos prestado atención ha sido capaz de ingeniarse y construir un aparato como este, imaginese lo que podríamos hacer con esto en Trollia -le comentó esbozando un enorme entusiasmo por la tuberia.

Tumbor la miro de reojo, quedo dubitativo al ponerse a pensar en lo mismo que él.

-La verdad es que parece bastante útil.

-Si -suspiro agonizando del entusiasmo que sentía.

-Algo le ronda la cabeza, ¿que es?

-Por esto mismo debemos negociar con ellos, nos podríamos beneficiar mutuamente.

-O mas bien obtener lo que ellos tienen -tergió sus palabras.

Con esa mención ya se hizo a la idea de lo que estaba hablando.

-¿Se refiere a atacarles para robarles?

-Solo como ultimo recurso por si las cosas acaban mal.

-No, esa era su idea desde el principio, ir ahí, fingir que negocia con ellos, y cuando nadie este mirando, ponerse a ejecutar a todas las personas del pueblo -argumentó especificando todo el plan que iba a cometer contra los gremlins.

-No he dicho nada de matar, pero si algo sale mal, debemos tomar medidas arriesgadas, ya este plan ya no me gustaba del principio.

-Pero aún así vino conmigo, ¿y sabe porque?

-¿Porque?

-Porque esto le divierte, le divierte matar a otros seres, disfruta aniquilando pueblos porque lo hace parecer un ancestro, es lo que siempre ha querido, ¿verdad? -concluyó soltandole la autentica verdad sobre quien era en realidad.

Se le quedo mirando con una cara ceñida que señalaba su culpabilidad.

-Y digame usted, ¿que pretendía hacer aqui?

-¿Que quiere decir?

-Usted propuso esta propuesta de negociar con los gremlins de Valle Sierra asumiendo que si le escuchaban, se unirian a nosotros y nos ayudarían a avanzar en esta operación que hemos estado cometiendo durante estos largos dias.

-Así es, ese siempre ha sido el objetivo.

-No, que va, el objetivo siempre ha sido conquistar Skylands, hacernos con todos los pueblos de este planeta y demostrarles que nosotros estamos al mando, y eso incluye a aquellos que estan por encima de nosotros -le aclaró haciendole acordar que el verdadero objetivo de la misión siempre tuvo un cometido cruel y violento-, y ahora expliqueme: ¿Como vamos a lograr eso si dejamos que una especie que es inferior a nosotros, pero superior tecnologicamente, nos va a ayudar a gobernar el mundo? ¿Eh?

Quedo meditabundo al reconocer que esta vez le caló mas hondo que antes.

-Lo siento mucho Lomis, pero tienes que aceptarlo, ahora somos una especie cruel, y nuestro trabajo es provocar miedo en los mas debiles. Así que si quieres tomar esta idea de razonar con esos estupidos gremlins pensando que va a salir bien, hazlo. Intentalo. Pero te aseguro que si algo malo surge, tendras que aceptar las consecuencias.

Paso de largo y Lomis se quedo ahí impavido al no saber que hacer, quería recriminarle que se equivocaba con esos ideales que tenía, pero no podía evitar reconocer que tenía razón, la tuvo siempre. Desde que Kaos se hizo con el poder, lo uníco que habían hecho hasta ahora los trolls era sentirse como ancestros con ansias de gobernar Skylands por motivos irracionales. Nunca nadie dijo nada al respecto sobre ayudar del mundo de forma positiva. No, solamente querían una guerra, una guerra que diese lugar a un montón de muertas violentas.

Estaba harto de eso, estaba harto de que todos le dijeran lo que tenía que hacer, y tenía la forma de demostrar que no iba a seguir rebajandose.

Se acerco y la tuberia y la toco.

Aquel toque provoco que el metal resonase a los alrededores.

Tumbor se quedo tan sobresaltado que quedo duro con las manos abiertas y levantadas como si fuese una maquina.

-¿Pero que ha hecho? -le criticó reprochadamente.

-He hecho lo que tenía que hacer -le contestó friamente.

Se enfado y le cogió estampandole contra la tuberia.

-Insensato, te avise de que no la tocaras, ahora sabran que estamos aqui -le reprochó echandole la bronca por haber cometido ese grave error.

-¿Que quiere decir?

-¿No ha sentido que al tocarlo ha vibrado?

Penso detenidamente, reconoció que sintio una vibración extraña al apoyar el dedo sobre la pringosa superficie oxidada de la tuberia.

-Pues si.

-Ahora seguramente los gremlins pensaran que somos una amenaza.

-¿Por que? -por su mirada pudo asimilar que ocultaba algo importante-. ¿Que no me esta contando? ¿Hay algo malo con la vibración?

Se dispuso a decirselo, pero entonces Tumbor vio algo al otro lado que lo asombro, Lomis quiso mirarlo también pero este lo arrastro por detras de la curva, ambos quedaron ocultos de la vista de todo ser viviente.

-Agachase -le ordeno exigentemente.

-¿Que sucede? -le preguntó queriendo comprender su repentina reacción.

-He visto un destello.

-¿Un destello? -volteó la cabeza para verlo.

-No mire.

Se detuvo antes de hacer nada.

-He visto un reflejo de luz proveniente de una lente.

-¿Una lente? ¿Quiere decir que nos han estado observando?

-Seguramente desde hace rato, pero me parece que antes no nos hicieron caso, hasta ahora -reafirmo reflexionando sobre ese problema.

-¿Que quiere decir con que antes no nos estaban haciendo caso?

-Al principio no lo entendi, pero según lo que lei en Trollia, encontre algo que decía que los gremlins suelen vigilar lugares como estos para determinar si los forasteros que se meten en su territorio son un peligro para su tierra o no. Y como no le gustan que toquemos sus cosas, tienen un sistema que detecta vibraciones que para ellos pueden resultarles extrañas, y como ahora usted ha tocado eso, seguramente el gremlin que este por ahí situado vigilando la tuberia, habra deducido que somos una amenaza -confesó demostrando que ese era el verdadero motivo por el cual no quería que en un principio tocase la tuberia, porque suponía ese riesgo.

Se sorprendió al descubrir eso, pero rapídamente cambió de idea al darse cuenta de que ahora mismo le estaba revelando esa información.

-Usted lo sabía, y no me lo dijo -le reprochó indignado.

Soltó un suspiro de vergüenza.

-Tenía mis dudas, no sabía si era cierto o no.

-Y aún así me permitió que viniera, ¿nó?

-Porque dudaba de que fuera a hacerlo, es usted un general, su prioridad debería ser no entrar en contacto con cualquier objeto desconocido, y usted ha cometido el mayor error que cualquiera podría haber cometido en estas circunstancias.

-Pero aún así era vital que me revelara esa información.

-¿Y eso habría cambiado algo? Mirese bien, tan obsesionado esta con hacer las cosas a su manera que mire en la situación en la que nos hemos metido por su culpa.

-Si hago las cosas a mi manera es porque estoy al mando y pienso cometer las acciones que piense que son correctas.

-¿Y esto ha sido correcto? ¿Ha sido correcto haberse emborrachado?

Se sobresaltó al oír eso.

-¿Que quiere decir?

-Cree que no lo se, se emborracho en el ultimo pueblo que estuvimos, y al parecer uno de sus cadetes tuvo que ayudarle para evitar que no se matara -confesó demostrando que se había enterado de ese suceso que pensaba que había desapercibido-. ¿Le parece que eso es algo correcto que haría un general?

Quiso golpearle por revelarle eso, pero al mismo tiempo sentía que no iba a servir de nada, le hizo reconocer lo pesimo que era por haber actuado así como lo hizo aquel dia.

-No se muy bien que es lo que le pasa por la cabeza general Lomis, pero esta bastante claro que no tienes ganas de estar aqui -opino teniendo la cabeza gacha.

-¿A que se refiere?

-Uno no bebe por querer sentirse bien, uno bebe por ahogar las penas, y por lo que yo veo, usted no parece tener muchas ganas de conquistar Skylands -indicó haciendole ver que hasta él se daba cuenta de que no tenía ganas de continuar con la operación.

Se avergonzaba por haber llegado a esto, pero en cierto modo tenía razón, tanto tiempo recorriendo la isla le provoco una gran molestia que le hacía replantearse su camino como general. Ya no estaba contento con lo que hacía, no estaba contento con atacar a mas seres inocentes, y ni siquiera también tenía ganas de seguir aguantando todo este odio irracional que no llevaba a ningúna parte.

En definitiva, ya no quería estar al mando.

-Oh no -soltó Tumbor.

-¿Que sucede? -preguntó intrigado.

-No veo el destello.

-¿No lo ve?

-No -acercó aún mas la cabeza y comprobo que no se reflejaba nada.

-¿El que vigila se habrá ido?

-No, sigue ahí, pero habría enviado refuerzos.

-¿Enviado refuerzos? -se sobresaltó.

-¿Escucha eso?

-¿Él que?

-Escuche bien, viene de por ahí -señalo por el otro lado del camino.

Ambos levantaron las miradas observando que había una pequeña mancha blanca que se vislumbraba en el cielo, la mancha se iba aclarando cada vez mas hasta que al cabo de unos cuantos metros, se pudo ver de que se trataba.

Era un vehículo volador.

Una especie de avioneta con forma ovalada de color amarillo con unas aspas mecanicas enganchadas en la parte delantera, el giro de esas aspas producían un estridente sonido parecido a las aspas de sus naves aereas, pero era mas grave como el siseo de una serpiente que se preparaba para atacar a sus presas.

Se acercó y paso de largo por encima de ellos.

Ambos quedaron atonitos al ver eso ya que nunca antes habían visto un vehículo de ese estilo planear así, se veía tan pequeño como insignificante pero aún así tan útil como una tortuga que pudiese tirar de un carro cargando con ladrillos.

No pudieron ver al piloto del vehículo, pero era evidente que se trataba de un gremlin ya que por la dirección en la que vino provenía de Valle Sierra, era el único lugar donde podrían tener una tecnologia lo suficientemente apta como para armar un aparato aereo de esa envergadura.

Pero ahora esto señalaba otra cosa.

¿Que pretendia ese vehículo al adentrarse en la zona?

Se elevo a arriba de todo y luego bajo mientras daba la vuelta, volvió a hacer el mismo trayecto pero ahora estando demasiado cerca de las tropas.

Aquello hizo que Lomis se temiera que si los cadetes se tomaban la presencia de ese vehículo gremlin como una amenaza, entonces no sabría que les haría esa cosa a ellos.

De pronto se escucho un sonido redundante, parecido a un disparo.

-Nos ha atacado -dijo exasperado Tumbor.

-No -le freno antes de que supusiera lo evidente-. Ha venido de nuestras tropas.

Volvieron a escuchar un par de disparos y luego el vehículo volvió a elevarse hacía arriba de todo como para alejarse de las balas, se elevo tanto que apenas se le veía.

Eathol y Tumbor salieron de su escondite aprovechando lo lejos que se encontraba la avioneta gremlin. Estaba tan lejos que no la escuchaban aproximarse, solo oían el silbido de las aspas que resonaban en el ambiente, la avioneta dejo de acelerar y freno, se dio la vuelta y empezo a caer en picado a una velocidad tremendamente acelerada.

-¿Pero que va a hacer? -se cuestionó Lomis.

-Ahora lo vera -le dijo Tumbor.

Se fue acercando hacía las tropas y ahí empezo a disparar, una lluvia de rafagas fue impactando de lleno contra los cadetes que se pusieron a correr despavoridos de un lado para otro intentando de cubrirse, pero algúnos no pudieron y recibieron un impacto directo que los dejo sin vida en cuestión de segundos.

Luego la avioneta se enderezo y ahora empezo a disparar contra los dos generales.

-¡Abajo! -Tumbor tiro a Lomis al suelo.

Recibieron el impacto de las balas pero estas no consiguieron darles, la avioneta solamente disponía de dos gatillos acoplados en la parte trasera, eso permitía que acabasen recibiendo los disparos de artilleria a los costados.

La avioneta paso de largo y dejo de disparar.

-Vamonos -ordeno Tumbor levantandolo.

Regresaron con las tropas andando apuradamente ya que tenían miedo de que no llegasen con ellos antes que la avioneta les volviese a disparar de nuevo. Subieron la pendiente de nuevo y se encontraron con todos los cadetes recogiendo a sus compañeros heridos, algúnos estaban muertos y otros continuaban con vida, sangraban por todos los orificios de bala que recibieron a traves del cuerpo.

Ambos quedaron atonitos al ver esto, era peor que ayer.

-¡Lomis! -escuchó un grito familiar.

Alzo la mirada al frente observando que se encontraba el general Herman, tenía todo un costado de su ropa manchado de sangre, pero no era sangre suya.

-Herman -marcho corriendo hacía él.

-¿Que esta pasando? ¿Quien nos ataca? -preguntó reprochadamente.

Estaba tan alterado que no sabía que responderle.

-Nos atacan los gremlins de Valle Sierra -declaró Tumbor.

-¿Los mismos gremlins con los que pretendíamos negociar?

-No, solamente nos ataca uno. Hemos cometido un grave error al acercarnos a esa tuberia -aclaro argumentando de forma mas razonable el suceso.

Eso hizo que Herman se agobiara.

-Esto es grave Lomis, miralos -volteo la mirada señalandole el daño que había producido el ataque contra ellos.

Lomis contempló de primera mano como los cadetes recogían a sus compañeros e intentaban de ayudarles como podían, algúnos estaban furiosos mientras que otros lloraban angustiados por perder a sus compañeros de los que seguramente se habían encaríñado entre ellos. Esta era una de las cosas que Lomis mas se temía, el de perder a tantos cadetes de una forma que ni siquiera él mismo podía solucionar, quería echar la mirada atras y no verlo, pero se acordo de algo importante que necesitaba saber ahora.

-Herman. Antes he oído disparos, ¿venían de vosotros?

-Si, en un momento vi a un cadete levantar un fusil y disparar a esa avioneta.

-¿Sabes quien fue?

-No, pero venía de más allá -señalo al frente donde apenas habían heridos.

-Necesito verle -dijo con tono autoritario.

-¿Que vas a hacer? -le preguntó Tumbor.

-Averiguar porque ha disparado.

Ambos se miraron sabiendo bien que Lomis ya no estaba de buen humor.

-¡Ahi viene! -avisó un cadete señalando al cielo.

Voltearon sus cabezas observando que se estaba aproximando la avioneta.

-¡Todos abajo! -ordenó euforicamente Lomis.

Los tres generales se tiraron al suelo para cubrirse justo en el momento en que la avioneta estaba volviendo a disparar, las balas pasaron de largo por encima de ellos pero la mayor parte fue impactando entre los demas cadetes y algúnos de los tanques.

Algo de mas atras estalló provocando que se crease una enorme onda expansiva que sacudió por completo a todas las tropas. Se formo una humareda negra que se difumino alrededor de todo el campo en el que ellos se encontraban.

La avioneta se fue volviendo a subir al cielo.

Ambos volvieron a levantarse observando como otra vez los cadetes se fueron desplazando de un lado para otro para recoger a sus compañeros caídos. Ahora peor que antes, aquel estallido quemo las caras de la mayoría de los trolls y algúnos estaban ardiendo a causa del fuego que se formo en el epicentro de la explosión.

-¿Alguien ha visto que nos haya lanzado un misil? -objetó Herman, asumió que la explosión se produjo por un arma de la avioneta.

-No, nos ha lanzado un misil, ha explotado algo de ahí -aclaró Lomis demostrando que él se dio cuenta de lo que sucedió al instante.

-Debe de haberle dado a una de las cajas llenas de granadas, la misión de ambas ha creado una explosión mucho mayor que una granada normal -indico Tumbor.

Eso hizo que ambos se lamentasen aún mas, eso fue algo que ningúno espero que sucediera como para empeorar aún mas las cosas.

-Tenemos que acabar con esa avioneta ya mismo -insistió nerviosamente Herman.

-No, no podemos. Si lo hacemos les demostraremos a los de Valle Sierra que somos una amenaza, y no hemos venido a atacarles -indico honestamente Lomis.

-¿Y entonces que propone ahora? Porque esa avioneta duro mucho que se canse de dispararnos -le criticó contradictoriamente Tumbor asumiendo que tendría algúna idea que les permitiese no seguir perdiendo mas equipamiento y vidas.

Lomis lo pensó detenidamente, sabía bien que no podían atacar la avioneta porque venían en son de paz, así que la uníca manera de poder hacerlo era demostrando al piloto que se rendían y que no pretendían cometer ningún acto malvado contra su pueblo.

Justo entonces diviso una de las lonas blanca que solían usar para cubrir las tiendas de campaña por dentro. Al verla le dio una idea.

-Ayudadme a coger eso de ahí -ordenó señalando la lona.

Marcho corriendo a cogerla siquiera antes de que los otros dos comprendiesen lo que iba a hacer, paso despavorido entre la multitud mientras seguia viendo a un cuantioso numero mayor de heridos, era desolador ver eso, pero ahora no podía atreverse a ayudarles ya que no podía hacer nada mientras siguiesen siendo atacados.

Atraveso el fuego que se formó en el lugar de la explosión pasandole por encima, pudo sentir el calor golpeandole la cara, pero le daba igual, estaba decidido a acabar con esto aunque sufriese de la misma manera que los cadetes.

La lona se le iba volando pero consiguio atajarla a tiempo de impedir que se le escapase, tironeo de ella rompiendo un extremo muy pequeño, colgando. Luego agarro una lanza que había tirado al lado de ella, se puso la lona en ella.

Herman y Tumbor le alcanzaron, observaron lo que hacía.

-Lomis, ¿que estas haciendo? -le preguntó reprochadamente Herman.

-Intentar de mandar un mensaje -dijo.

-¿Que mensaje? -criticó Tumbor.

-Ahora lo veras -termino de atar la lona a la lanza, quedo como una bandera blanca.

Se puso de pie y marcho corriendo para el otro lado, paso entre la multitud de cadetes que pasaban despavoridos como si les persiguiera un gran mal, los ignoro y se subio a uno de los tanques que habían en el rincón. Levanto la bandera y empezo a zarandearla de un lado para otro, mantenía la mirada fija en la avioneta que estaba apunto de bajar de nuevo para atacar otra vez.

-Lomis, ¿acaso te has vuelto loco? -le reprochó Tumbor cada vez mas extrañado al no comprender cual era su plan, porque lo que veía era terriblemente extravagante.

-No, simplemente sigo una antiga tecnica troll.

Siguió zarandeandola cada vez mas rapído mientras veía como la avioneta se aproximaba directamente hacía ellos, se acercó aún mas y cuando parecía que estaba apunto de disparar, paso por encima de ambos sin hacer nada.

Los tres se quedaron meditabundos al ver que no les disparo de nuevo.

La avioneta se marchó volviendo a elevarse hacía el cielo.

Lomis se tiro arrodillado contra el suelo mientras soltaba una risa catatonica.

-¿Porque no nos ha disparado? -se cuestionó Herman.

-Porque ha visto esto -le enseño la bandera-. Lo ha entendido.

-¿Que ha entendido?

-Que nos hemos rendido.

-¿Rendirnos? ¿Le has dado el aviso de rendición? -le reprochó Tumbor acercandose con una expresión de furia, eso era lo ultimo que le gustaba oír.

-Tenía que hacerlo, era la única manera de que no nos matase.

Aquello lo agobio tanto que se llevo las manos a la cabeza, para él oír esa palabra significaba la vergüenza para todo el ejercito troll y la especie en si.

-Tiene razón, miralo bien, es avioneta ha desaparecido -confirmó Herman.

Asomaron la mirada observando que ya no había rastro algúno de la avioneta, no veían nada de ella, ni siquiera un borrón en el cielo, se esfumo por completo.

-¿Adonde habra ido?

-Habra vuelto con los suyos, seguramente el piloto avisara a sus superiores de que nos hemos rendido -argumentó Lomis.

-Y seguramente mandará a mas de los suyos para abatirnos de un solo golpe -objetó Tumbor pensando de una forma pesimista e incordiante.

-No, no lo hará.

-¿Como estas tan seguro?

-Antes en Trollia, investigue que al parecer para los gremlins, enseñarles una bandera blanca es un signo de rendición, de que no hay necesidad de seguir luchando mas. Así que me imagino que ahora vendra todo un ejercito de gremlins liderados por los lideres del pueblo dispuestos a negociar con nosotros sobre nuestro crimen.

-Pero si no hemos cometido ningún crimen -inquirió Herman.

-Si lo que hemos hecho -repusó Tumbor.

-¿Que crimen?

-Tocar la tuberia -declaró Lomis.

Se puso a mirar la tuberia asumiendo que se referían a esa misma, era tan obvia la conclusión que ni siquiera tuvo que preguntarles porque eso era un crimen.

-Toque la tuberia, y eso fue un detonante para que nos atacaran -confesó sintiendose avergonzado por haber provocado tal conflicto con semejantes consecuencias.

-¿En serio? -protestó Herman levantando el tono.

Meneo angustiado la cabeza.

-¿De veras me estas diciendo que todos estos cadetes han sufrido por tu culpa?

-Así es Herman, he cometido un gran error.

-No, el error ha sido mio -recalcó Tumbor-. Debería haberle dicho la verdad a Lomis sobre lo que pasaría, así habríamos evitado tal desastre.

-Pero te insisti en hacerlo, es culpa mia de que hayamos acabado así -estaba tan deprimido por esto que ya no tenía bien claro quien tenía la culpa de quien, no podía aguantar mas esta situación-. Lo siento mucho, pero necesito un momento.

Se levanto alejandose de los dos.

-¿Adonde vas? -preguntó Herman extrañado al ver que se largaba.

-Necesito estar solo -avisó euforicamente.

Herman se dispuso a ir tras él, pero Tumbor le agarro del hombro.

-Dejele, lo necesita -le dijo con sinceridad.

-Pero tenemos que ayudar a estos cadetes.

-Lo haremos nosotros, ahora deje que reflexione sobre lo que ha sucedido, dentro de poco esos gremlins vendran a negociar y necesitaremos a todos los generales unidos para esto, incluido a Lomis -argumentó pidiendole que reflexionara sobre su comportamiento ya que ahora se encontraban en un momento determinante y no podía ponerse a quejarse de todo solo porque las cosas estaban mal.

Lo consideró, se percato de que tenía razón en eso.

-Dejele a solas un momento, necesita tener las ideas claras, luego volvera con la cabeza mas despejada -propuso considerablemente.

Asintio profundamente y acepto.

-De acuerdo.

-Ahora limpiase la cara, esta todo manchado, no deje que sus cadetes piensen que esta herido, eso les alimentado a creer que han perdido -le pidió exigentemente.

Se toco la cara, se acordo de que quedo cubierto de sangre.

-Vaya, busque algo de agua -le animó golpeteandole con la mano.

Afirmo y se marcho lentamente pero estando nervioso.

Tumbor se quedo ahí, observando como Lomis se alejaba mas de las tropas para poder sentarse en el suelo y lamentarse de lo sucedido. Estaba de espaldas, pero podía asumir desde su punto de vista que seguramente estaría poniendose a llorar de la vergüenza que sentía haber fallado a su equipo y a todas las tropas, lo cual era cierto, pero tampoco podía evitar sentirse que un poco de culpa la tenía él también.

No le dio la información suficiente como para que entendiera que era una mala idea inspeccionar esa tuberia, se lo aviso precavidamente como si supiera que estaría por tocar una bomba. Pero como iba a convencer a alguien con aires de grandeza de que estaba apunto de cometer un error imperdonable, no podía, ni siquiera aunque fuesen amigos le habría convencido de lo contrario, ni valía la pena reflexionar sobre eso.

Pero ahora con esto tenía una idea muy clara.

Lomis se arrepentiria de lo sucedido este dia, sus acciones le llevaron a unas cuantas muertes injustas, y alguien como él no lo aceptaría facilmente. Así que solamente quedaba una opción para poder salvarse.

Renunciar a su puesto de lider de las tropas.

Mientras tanto, Eathol andaba deambulando por la zona del desastre observando perplejo como varios cadetes quedaron malheridos tras el ataque, todos se encontraban en las ultimas, pero de quien mas preocupado estaba era por sus amigos. Durante el primer bombardeo de la avioneta, ambos se separaron yendo cada uno por lados distintos buscando un lugar donde cubrirse de los disparos. Y ahora no les encontraba por ningúna parte, estaba solo sin hacer que en esta situación.

-Marvus, Oggus, Duane, Borke, ¿donde estaís? -intento de llamarles esperando localizar a algúnos de ellos entre todo el tumulto.

No les veía ni les escuchaba, solamente oía el ruido de los gemidos que producían los heridos al ser tratados con sumo cuidado, no era algo facil teniendo que algúnos habían recibido impactos de balas muy grandes y quemaduras por todo su cuerpo.

-Marvus, Oggus, Duane, Borke, ¿donde estaís? -volvió a llamarles.

Siguio andando esperando por lo menos encontrarse con algún troll que conociera y que le pudiese ayudar a hallar a sus amigos, pero a estas alturas a quien encontraría. A Fargus, no quería encontrarle ahora. Antes oyo unos disparos dirigidos hacía la avioneta, eso fue el detonante para que la cosa esa de metal voladora les disparase en defensa propia, ningún otro troll hubiese hecho eso a menos que se tratase de él, era él uníco lo suficiemente loco como para disparar a diestro y siniestro sin pensar en las consecuencias, tenía que ser él el responsable de este tumultuoso ataque.

-¡Thorne! -se escuchó un grito proveniente de una voz familiar.

Quedo tan sorprendido por eso que se puso a hacer un grito de cabeza de 360 grados de un lado para otro, sentía que todo su mundo se recomponía de nuevo.

-¡Marvus! -gritó de nuevo, ahora que les escuchaba quería hallarles.

-¡Aqui! -vio a Marvus alzando una mano.

Marcho corriendo hacía donde él se encontraba, con sumo cuidado intento de no chocarse con ningúno de los cadetes ya que todos se encontraban tan cabreados con lo que acababa de pasar que no quería mas problemas de los que ya habían.

El enfado que todos mostraban en sus caras lo ennegrecía todo.

Alcanzo a Marvus en un extremo separado del resto de los trolls, lo miro fijamente a la cara observando que se encontraba perfectamente bien, no había recibido ningún disparo o quemadura que le hubiese dado en cualquier parte del cuerpo. Esto estaba bien. Le llevo con los demas que se encontraban sentados en el suelo, delante estaba Duane que él si que parecía no encontrarse bien.

Lo tenían sentado, apoyando la cabeza sobre un carro con las piernas estiradas mientras esbozaba una expresión taciturna como si hubiese presenciado algo horrible.

Miro a los otros dos y todos mostraban una expresión de preocupación y tristeza, era evidente que se sentían por lo que le estaba ocurriendo a Duane.

-¿Que le ha pasado? -preguntó queriendo entender que le ocurría.

Borke levanto la cabeza revelando que Duane recibió un disparo, tenía un agujero en el abdomen, había una salpicada de sangre que le caía desde el uniforme hasta su pantalón, y lo peor de todo es que también expulsaba sangre de la boca.

Sentía unas terribles ganas de vomitar de solo verle en este estado.

-Fue inesperado, no lo vimos venir -dijo Oggus lamentandose.

Borke soltó una lagrima.

Todos estaban tan mal que hasta él mismo se puso igual, no lo soportaba.

Verle en ese estado le asustaba, sentía la necesitad de pedir ayuda.

-¡Medico! -gritó a los cuatro vientos esperando que alguien le oyera.

-Thorne, detente -replíco Marvus. Le cogió de los hombros interrumpiendole-. No podemos hacer nada, mirale bien, ha perdido demasíada sangre.

-Pero por lo menos podríamos tratarle.

-¿Como? Ningúno de nosotros es medico. Ademas, los únicos medicos que hay aqui se han estado ocupando de los heridos ahí atras, aunque le pidamos a uno que le intente de ayudar, no podra hacer nada -argumentó honestamente Oggus.

Se negaba a creer que no le pudiesen ayudar, era un miembro del grupo, un amigo, tenían la responsabilidad de ayudarse mutuamente en las peores condiciones.

-Thorne -le dijo Duane.

-Duane, no hables -le exigió Marvus, sabía bien que si hablaba, largaría el poco aire que tenía aún en sus pulmones.

-Me da igual, ven aqui Thorne, quiero decirte una cosa -pidió exigentemente, escupió baba que le salía junto con sangre.

Thorne se acerco, se arrodillo y se dispuso a escuchar lo que decía.

-Yo ahora no puedo vengar la muerte de Perill, pero tu podras hacerlo por mi -le pidió compasivamente, se notaba que le costaba hablar seguido.

-¿Quieres que averigüe si Tumbor tuvo la culpa de haberle pedido que se largara? -inquirió asumiendo que se lo estaba pidiendo por ese motivo.

-Y si, Tumbor tiene que pagar por eso, no dejes que se salga con la suya.

-No se como hacerlo -dijo titubeando de los nervios que le daba cometer una misión como esa, no se sentía capaz de vengar una muerte.

-Nosotros lo haremos -dijo Marvus.

Apoyo su mano en el hombro de Thorne, sintió su tacto, le miro y observo que esbozaba una expresión de confianza, miro a Borke y él mostraba una expresión de orgullo. Ambos estaban decididos a cometer esta mision por él.

-Y tambien... -se puso a toser, escupía mas sangre que antes.

Borke le consoló pidiendole que se calmara.

-Y si en algún momento... esto termina, quiero que busques... a mi hermano... y le digas... que estuvo bien... no haber estado conmigo.

-¿Que? ¿Que quieres decir con eso?

-Piensa positivo Thorne..., es mejor que no haya acabado... como yo.

-No pienso decirle eso, no voy a dejar que crea que estuvo bien que os separaseís, ¿tu crees que estuvo bien que Marvus se separase de su hermano?

Marvus asintio con la cabeza reconociendo que tenía razón en eso.

-De ningúna manera creas eso, que tu estes aqui muriendote no quiere decir que eso satisfaga que él no te vea, te mereces despedirte de él porque es tu hermano, ambos nacisteis juntos, os criasteís juntos, os teneís el uno para el otro -le reprochó contradiciendo ese pensamiento tan poco moral que tenía ante la idea de que era mejor que su hermano no estuviera con él por pura suerte-. Así que da igual que pienses que porque todo ha sido violento no va a ser mas violento en otro lugar, quizas él haya pasado por lo mismo y este pensando sobre ti, pensando en que quizas nunca mas volverá a ver a su hermano porque era mejor haber estado con él, en todo momento.

Todos se quedaron consternados ante ese argumento, fue tan profundo que se pusieron a reflexionar sobre aquellos que dejaron atrás en su hogar.

-No tenía ni idea -soltó timidamente.

-No le hagas eso Duane, no dejes que corra su suerte pensando de esa manera -le suplicó queriendo que retomara sus ideales.

Se puso a reflexionar con mas seriedad que antes.

-De acuerdo -aceptó, reclíno la cabeza hacía atras, sentía que le dolía mas que antes.

Soltó una pequeña lagrimilla que simbolizaba que esperaba su muerte.

-¿Como se llama tu hermano?

-Se llama... Virgen -declaró.

Suspiró profundamente y dejo de respirar. Falleció.

Thorne quedó tan consternado que no supo que hacer, le daba rabia porque se muriera, pero al mismo le daba algo de alivió, porque por lo menos consiguió entender algo que hacía tiempo en lo que no caía en la cuenta.

Le tenía agradecido por eso.

Le cerro los ojos dejando que descansara por fin.