213
LA CONDENA
Thorne lo estaba pasando fatal, desde que lo habían acusado de haber iniciado ese ataque en el que se cobraron cientos de vidas troll, incluyendo la de su amigo Duane, no había dejado de pensar en lo acabado que se sentía.
Lo encerraron en un carro jaula que habían instalado como prision temporal a la espera de que se celebrase un juicio por sus delictivos actos, si es que acaso se producían. Ya que ahora a estas alturas todos empezaban a actuar más de una forma deliberada que de una forma racional en la que se pudiese confiar en un sistema judicial justo.
Desde siempre le habían dicho que no se metiese en problemas y ni en ningún lio ya que acabaría mal, y justo ahora estaba recibiendo su merecido por algo que no hizo. Tenía ganas de levantarse y recriminarles que él era inocente, pero aunque lo hiciera nadie le iba a creer, su castigo estaba sentenciado por el general Tumbor, el peor de todos los generales, aquel con quien menos tenía ganas de juntarse. Por su culpa ahora estaba metido en un calabozo tan chico que apenas podía levantarse de pie, lo único mejor que podía hacer ahora era autocompadecerse y pensar que alguien le ayudaría a demostrar su inocencia de algún modo.
Desde que paso esto no vio más a Marvus, a Oggus y a Bork, no los vio por ningúna parte, habían desaparecido por completo. Seguramente estaban buscando una manera hablarle sin que nadie les viera. Desde que se decreto que era sospechoso del ataque, ahora todos se encapricharon por odiarle por motivos irracionales, y si alguien le contestaba algo de forma amistosa, pensarían que sería un complice y le encerrarían con él también. Peor castigo no pudo recibir ahora que estaban en guerra.
De pronto unos golpes le asustaron.
Volteo la mirada observando que había un grupo de tres cadetes trolls mirandoles con unas caras descaradas y lascivas.
-Por tu culpa hemos perdido a varios de nuestros amigos, traidor -le reprocho el troll del centro del grupo, se puso a golpear la reja con su lanza.
Thorne ni se inmuto.
Sabía que si les contradecía o les decía algo irracional, estallarían y acabarían dandole una fuerte paliza a pesar de que estaba encerrado en el calabozo.
-Dejalo, nos estan mirando -le dijo el troll de la izquierda.
Obedeció y se marcharon, no sin antes echarle una mirada rencorosa.
Se alivio de que no le hiciesen daño, pero se alivio aún más al saber que no le cogieron su medallon, no se habían percatado para nada de que lo seguia llevando colgado en el cuello. Y era una suerte, porque si los hombres de Tumbor se lo descubrian, no lo recuperaría nunca, Tumbor se aprovecharía de él para su propio beneficio.
Sentía frio, era de noche, penso que le tendrían que haber dado una manta para cubrirse o por lo menos unas antorchas colgadas de los bordes de la jaula para emanar algo de calor. Pero se intuyo que no se lo harían. Le odiaban tanto que todos preferirian que muriera de frio a esperar a un juicio en el que seguramente todos se pondrían a gritarle como si hubiese cometido el crimen del siglo.
Y pensaba que Kaos se estaba pasando con sus normas.
De pronto escucho otro sonido que lo asusto.
Volteo la mirada asumiendo que fuesen los mismos trolls abusones, pero no, en vez de eso se trataba de Sturgess, se poso delante mirandole con una expresión asceptica.
-Sturgess -dijo.
-Hola Thorne -le saludo con tono cordial.
-¿Has venido ha echarme la culpa?
-Para nada, se que no has sido tu -confirmo honestamente.
-Pues si es así entonces te arriesgas a verme -se insinuo indirectamente.
-Lo se, no tengo mucho tiempo, por eso mismo he venido a decirte esto.
-¿El qué? -le miro intrigado.
-Pienso coger el tirador -le comento.
-¿Vas a coger al tirador? -se cuestiono esa mención.
-Así es, pienso coger al troll que se puso a disparar contra la avioneta para demostrar tu inocencia -aclaro seriamente.
Se intrigo al oír eso, era lo único que había oído hasta ahora.
-¿Como sabes que yo no dispare contra la avioneta? -se cuestiono.
-Porque por lo que puedo ver tu no eres del tipo de sér que cometería una imprudencia así, pero yo se de alguien que si lo haría.
-¿Quien?
-Alguien a quien conoces, el único troll que esta tan dispuesto a buscar pelea con tan solo satisfacer sus necesidades violentas -señalo concretamente.
Esa objección le hizo pensar en todos los trolls que conocía, todos eran gruñones y arrogantes, pero ningúno sería capaz de actuar tan imprudentemente sin obedecer las ordenes de su superior, a menos que fuese uno que hubiese disparo pensando que estaba haciendo lo correcto cuando no era así.
Y sabía muy bien quien podía ser.
-Fargus -soltó.
Afirmo meneando la cabeza.
-No ha podido ser él, de ser así habría venido a ayudarme -discrepo rotundamente, no creía para nada esa elección.
-A menos que haya dejado de ser tu amigo -recalcó frunciendole el ceño.
En eso tenía razón, había dictaminado que ya no sería su amigo después del lio que montó el otro dia, y con eso implicaba que ya no le ayudaría en nada.
-Imposible -se rechistó.
-Escucha. Se que le quieres y que es tu amigo, pero ahora mismo es una amenaza, debe de ser detenido antes de que cometa una estupidez como esta de nuevo -le exigió clementemente mientras daba un paso adelante.
-¿Detenido por quien? ¿Por ti? -le critico indirectamente.
Sturgess resoplo amargamente.
-Mira Thorne, se que tu y yo no hemos empezado mal, pero estas ultimas semanas he comprendido ciertas cosas. Y una de ellas es darme cuenta de que algúnas cosas no estan bien, como que tu estes aqui metido por su culpa -le explicó razonandole para que se diese cuenta de que pretendía ayudarle en serio-. Así que si quieres salir de aqui debes ayudarme a atraparle antes de que suceda algo malo.
-¿Como voy a ayudarte a capturarle si no se donde está? -cuestiono ese hecho.
-Eres su amigo no, ¿debes de saber en que lugar puede estar escondiendose?
-El nunca se esconde, siempre esta metido entre la gente para que tenga un público por el que poder presumir -indico honestamente.
-Aja -carraspeo pensativo. Eso le dio una idea-. Me encargare de atraparle.
Dudo de como sono esa objección.
-¿Porque quieres ayudarme tanto?
-Porque pienso que eres una buena persona, y teniendo ese collar lo demuestra.
Se toco el medallón sin comprender porque le daba tanta importancia.
-¿Por que?
-Hay más cosas de esa historia que no te he contado. Luego lo entenderas.
No sabía si tomarlo como un acto de confianza o capricho de interes.
-Me ocupare de capturar a Fargus y decirselo a quien pueda arrestarle.
-¿Se lo diras al general Lomis?
-¿Al general Lomis? Imposible, desde que Tumbor se ha hecho con el poder del grupo, ya nadie le hace frente con cualquier cosa que le guste. Le dices algo y acabas en esta misma posición -comento señalando como de mal estaba el asunto.
Resoplo angustiado, esperaba que Lomis fuese su salvación.
-¿No puedes pedirselo a otro de los generales?
-Puedo hacerlo, pero nadie me creera. Soy un trabajador que esta desobedeciendo ordenes, si les digo lo que se, pensaran que soy un complice que planeo liberarte dejandote impune de tus actos para que luego cometas otros distintos -argumentó demostrando que toda cosa que hiciese, los dejaba a ambos en malas cirunstancias-. Desde que estamos metidos en este asunto, todos estan atemorizados de cometer cualquier error.
Thorne se agobio llevandose las manos a la cabeza.
-Lo siento mucho Thorne, se que esperas una solución rapída, pero me temo que so-lamente hay una forma de solucionar esto.
-¿Cual? -le miro entristecidamente.
-Deja que yo me encargue de él.
-¿Y eso que quiere decir? -le pregunto, subiendo el tono.
Le rechisto, sono demasíado fuerte.
-Si te lo digo no te va a gustar.
-¿Y porque será?
-Venga ya Thorne, confia en mi, soy tu única baza para sacarte de aquí.
-¿Y que sucede con mis amigos? -añadio.
-Ire a verles si quieres, pero ten en cuenta que seguramente querran lo mismo -señalo demostrandole que no había forma de que nadie se oposusiese a esta acción.
Bajo la cabeza resignado.
-Thorne, dame tu permiso y lo hare.
-¿Porque necesitas mi permiso para capturarle?
-Si fuese por mi ahora mismo estaría haciendo lo que me da la gana, pero por ti me comportare de una forma más justa. Pero eso no puedo hacerlo a menos que aceptes que capture a tu amigo para juzgarlo como a un delincuente -argumento señalandole que todo dependía de él y de nadie más.
Eso fue algo en lo que no cayo.
Fargus era su amigo de toda la vida, le conocía desde siempre, y a pesar de todos sus errores siempre le había perdonado. Pero pedirle de que le capturasen. Era como traicionar su amistad y todo aquello por lo que pasaron juntos.
-Esto tiene que ser ahora, no hay vuelta atrás -le aviso seriamente.
Eso tampoco lo soportaba, que nadie le diese tiempo a replantearselo.
-Dime, ¿como harás que hable? -le pregunto, suponiendo que encontraría la manera de lograr que confesara su delito.
-Si te lo digo no te gustara -le reprimió.
-¿Entonces admites que le darás una paliza?
-Preocupate más por ti que por él -protesto contradiciendole.
Justo en ese momento oyeron unos pasos pesados que venían desde lejos.
-Es el guardia -reconoció Thorne esos pasos.
-¿Lo aceptas o no? Es ahora.
Se le hinchaban las venas al querer pensar esto, no quería aceptarlo, pero viendo lo mal que estaba ahora, sintio que no le quedaba otra.
-Esta bien, ve por él -accedió a regañadientes.
-Bien. Nos vemos -confirmo y se marcho apuradamente.
Lo vio desaparecer entre las sombras. Se acomodo y luego apareció un fornido guardia trayendo consiga una antorcha, iluminaba la zona que le rodeaba, se puso delante de él observando su mirada, tenía la boca fruncida y un diente saliendole por la boca.
-Hola -le saludo, con tono inocente.
-Te he oído hablar -dijo, le puso la antorcha a la cara para verle en la luz.
-Estaba hablando. Estoy aburrido.
-¿Aburrido dices? -dijo burlonamente.
Acerco la antorcha con intención de quemarlo.
-Pues habertelo pensado mejor antes de haber disparado, je -se rio descaradamente.
No le quiso decir nada porque sabía que se enfadaria aún más.
-Espero tu juicio -le aviso intimidamente y se marcho.
Asintio aliviado porque no le hubiese hecho nada, viendo lo patoso y descerebrado que se veía se imaginaba que seguramente le haría algo cruel, aunque no tan cruel como lo que le haría el general Tumbor en cuanto le sentenciase.
Tomo toda su confianza en que Sturgess le ayudase, si es que podía hacerlo.
Sturgess recorrió todo el campamento en busca de su equipo, requería de su ayuda por si se acaba metiendo en problemas y no podía solucionar el problema solo. Bajo por una pendiente hasta dar con una hoguera donde se encontraba reunido su grupo de amigos, todos mostrando unas caras de seriedad como si no supiesen que hacer.
En cuanto se acerco, los tres se inmutaron al instante.
-Hola chicos -les saludo con tono benevolente.
Ambos se miraron sin saber que responder.
-Sturgess, no sabíamos que aún seguias con vida -menciono Dren.
-Lamento mucho haberme alejado de vosotros chicos, pero ya veís como estan las cosas ahora -espeto con consideración.
-Lo sabemos, deberíamos haberte ayudado cuando tuvimos la oportunidad -opino Hondo lamentandose por haberle ignorando tan cruelmente.
-No, hiciste bien en apartaros de mi, habrías acabado igual que yo -reconsideró disculpandose afectuosamente con ellos,
Todos lo tomaron en consideración.
-¿Hay algo que podamos hacer a cambió? -le pregunto Cheeds.
-Si, necesito que me ayudeís a demostrar la inocencia de Thorne -declaro.
-¿El tirador? -critico Dren.
-Tu estas loco, por su culpa ahora estamos así -le recrimino echandole en cara el motivo por el cual le odiaban tanto.
-Lo se, se que no os gusta esto, pero teneís que entender que tengo mis motivos, no puedo explicaroslo con certeza porque, pero debeís confiar en mi, ¿me seguis una vez más como antes, o no? -les pidio con total franquieza mientras esbozaba una mirada rigida que indicaba que estaba desesperado por requerir de su ayuda.
Ambos se miraron sin tener muy claro que hacer, se intuían que le estaba pidiendo hacer algo que se veía peligroso, y por las circunstancias en las que se encontraban cometer una acción imprudente les costaba la vida. Pero era su compañero, y le debían esto por haber estado unido a él en todo momento.
-Lo haremos -accedió Hondo.
Los otros dos afirmaron con las cabezas.
-Bien -masculló, satisfecho.
Ambos se levantaron y marcharon con él, les acompaño hacía el otro extremo del campamento donde se encontraban las tropas del general Lomis, podían ver que la mayor parte de los soldados estaban malheridos, tenían magulladuras y quemaduras por todo el cuerpo. Ver eso lo hacía parecer ironico, como el general Lomis se paso con el general Tumbor, era ironicablemente razonable que sus tropas fuesen los maltrechos y el resto de las tropas los afortunados.
Se puso a preguntar a todos los cadetes que encontraba por su paso, quería encontrar a los amigos de Thorne pero no tenía ni idea de donde estaban.
Uno le señalo donde se encontraba Oggus.
Siguió todo recto hasta un desplazamiento donde se encontraban aparcadas unas tiendas de campaña, ahí pudo encontrarse al grupo de amigos de Thorne, los veía reunidos en la hoguera y uno de ellos estaba dando vueltas agitadamente, nervioso. Ese debía de ser Marvus, el mejor amigo además de Fargus que tenía ahora. Se intuyo que estaría replanteandose como ayudar a Thorne.
Ambos estaban en las mismas.
Se acerco y al instante los tres se percataron de su presencia.
-Hola muchachos -les saludo con tono taciturno.
-¿Quien eres tu? -le pregunto Borke.
Marvus se acerco fijando su mirada en él, le reconoció.
-Tu eres Sturgess, ¿verdad? -inquirió seriamente.
-Así es -confirmo con modestia-. Veo que Thorne os ha contado sobre mi.
-Nos ha contado muchas cosas. Y por lo que nos dijo tienes un gran interes en él, ¿porque? -Borke se levanto en posición desafiante.
Oggus le puso la mano encima interrumpiendole.
-¿Que es lo que quieres? -le pregunto pasivamente, estaba intrigado.
-Quiero ayudaros a liberar a Thorne -declaro.
Quedaron desconcertados al oír eso.
-¿Liberarle? ¿Sabes que esta...
-Encerrado, lo se, pero no hablo eso -le corrigió.
-¿Entonces? -se cuestiono, intrigado.
-Quiero encontrar al tirador para demostrar la inocencia de Thorne.
-¿Como? ¿No sabemos quien fue? -indico reprochadamente Borke.
-Yo se quien pudo haber sido, y Thorne lo sabe.
-¿Quien?
-La única persona que no se ocuparía de ayudarle.
Marvus se lo intuyo seriamente.
-Fargus -reconoció.
-Debemos encontrarle para que confiese quien fue él.
-¿Sabes que si lo haces todos pensaran que lo estarás acusando en falso nó? -objetó Oggus advirtiendole de que esa acción tendría sus imprevistas consecuencias.
-Lo se, por eso mismo necesito de vuestra ayuda.
-¿Por que?
-Sois amigos de Thorne, eso implica que si os poneís a razonar con él quizas os escuche y acabe cambiando de opinión al respecto -argumento.
-Creeme, es imposible -nego Marvus.
Levanto el ceño extrañado al oír eso.
-He estado con ese tal Fargus, y creeme, es duro de roer.
-Sobretodo ahora que le advertimos de que se alejara de Fargus tras lo que sucedió la anterior noche -comento Oggus.
-Por su culpa casi le mata -añadio Borke.
Pudo asimilar por sus miradas que Fargus era un chico más dificil de lo que creía.
-Sera mejor que intentes de buscar otra opción para salvar a Thorne, porque razonar con ese desquiciado no es una buena maniobra -le aconsejo seriamente Borke avisandole de que era imposible tratar con él.
Asintio decepcionado, esperaba tratar justamente con ellos, pero no podía ser así.
-Lamento mucho haberos molestado, le dire a Thorne que sus propios amigos no han podido ayudarle. Y yo tampoco -se lamento y se dio la vuelta para marcharse.
Marvus se resigno y le dijo:
-Espera -le detuvo.
Todos le miraron con unas expresión taciturnas.
Se le acerco con una expresión interrogante.
-¿Porque quieres ayudar a Thorne exactamente? -le pregunto con total sinceridad.
Esa fue una respuesta que no supo muy bien como contestar.
-Thorne es especial -declaro.
-¿Especial?
-Ese chico tiene un don, uno que desconoce, y a mi me da que tu lo has visto, ¿nó?
Se lo replanteo mentalmente, desde que le conoció, Thorne se mostro como un chico comprensivo capaz de reconocer el equilibrio de las cosas. Había muy pocos trolls que pensasen de esa forma, por eso mismo él era tan uníco.
-Thorne no se merece estar encerrado, ni siquiera estar aqui, y yo quiero liberarle de todo eso. Así que por eso mismo te pido que me ayudes a demostrar su inocencia. Si es que acaso te importa como amigo -impuso señalandole lo importante que era Thorne como para que ambos trabajasen codo con codo.
Pudo justificar que tenía razón en ese aspecto, Thorne era su amigo, el que le ayudo a superar el haberse separado de su hermano pequeño. No podía permitir que le pasara esto, debía ayudarlo como para devolverle el favor.
-Él me importa, hare lo que sea por él -acoto decidido.
-Bien, pues entonces ayudame a buscar a Fargus.
-No se donde esta -contesto.
-Piensa -le toco la cabeza con el dedo-. ¿Donde puede estar alguien arrogante como Fargus para presumir y pasar desapercibido?
Marvus se puso a pensarlo detenidamente, Fargus era un chico obsesionado con jactarse de lo que hacía, pero también era precavido, no iria soltando lo que hizo a los cuatro vientos si no fuese inteligente. Así que por eso mismo debía de estar en algún sitio donde hubiese algún grupo de gente que se lo pudiese contar sin que se chivaran.
Se le vino una idea a la cabeza.
-Se donde puede estar -dijo.
-Bien, llevame con él por favor -le pidio explicitamente.
-Iremos todos -acoto Oggus.
Borke se levanto en posicion de querer ir a buscarle.
Sturgess volteo la mirada hacía sus compañeros, todos afirmaron meneando las cabezas indicando que no les parecía mal que ellos les acompañasen.
-De acuerdo -accedió sin rechistar.
Siguieron a Marvus y al grupo hasta más adentro del campamento, pasaron por las tiendas de campaña hasta llegar a un rincón de la colina que tenían al lado. Ahí pudieron ver a un grupo de cocineros reunidos en una hoguera, riendose a carcajadas de algo, siguieron caminando hasta que pudieron ver que uno de los miembros de ese grupo no era un cocinero, era un cadete, y no un cadete cualquiera, era Fargus.
Estaba reunido con los cocineros presumiendo con una escopeta fusil. Y por lo que se veía se lo estaban pasando estupendamente.
Ambos se miraron intuyendose que podrían estar en lo cierto de que él era el causante del ataque.
Se fueron acercando lentamente hasta que de pronto Fargus seguido de los cocineros se percataron de la presencia del grupo.
-Hola Fargus -le saludo Sturgess.
-Hola... Sturgess -le devolvió el saludo con descaro.
-¿Te acuerdas de mi? -le pregunto reprochadamente Marvus.
-Je, como no voy a acordarme de ti, tu eres ahora el nuevo amigo de Thorne -espeto girando la mirada para no decirselo a la cara.
-¿Y sabes lo que le ha pasado?
-Lo he oído, una lastima.
-¿Una lastima? -bramó estupefacto por esa respuesta-. Es tu amigo de la infancia, deberías estar preocupado por él.
-Lo se, pero que puedo hacer, se nos ha prohibido hablar con él, y a mi eso ya me lo han dejado bien claro desde hace mucho.
-¿Como puedes ser tan egoista? -le critico duramente Oggus.
-No soy egoista, soy un realista. Me advertisteis de que me alejase de Thorne porque le hacía daño y eso hice -argumento justificando que alejarse de él implicaba no saber nada de su existencia de ningún modo-. Ahora si me disculpaís estoy charlando con mis nuevos amigos, ¿a que si? ¿Eh?
Los cocineros se rieron a carcajadas.
Marvus empezo a agobiarse con esta situación, no solo no soportaba a Fargus por lo necio y narcicista que era, sino que encima era incapaz era de mostrar algo de compasión por el chico al que consideraba su amigo.
Su amigo de toda la vida.
-Podrías dejarnos solos por favor -les exigió autoritariamente.
Todos echaron sus miradas hacía él.
-Iros de aqui si no quereís que avise al general Tumbor de que no estaís moviendo vuestros culos para la cocina -añadio amenazadoramente.
Los cocineros se quejaron y uno por uno fueron levantandose, Fargus quedo extrañado ante su repentina marcha, quedo solo y los cocineros se marcharon sin apenas hacerle un gesto de despedida por haber pasado la noche con ellos.
Solamente quedo él con el grupo de cadetes que tenía delante.
-Enhorabuena, me has quitado a mis nuevos amigos, te felicito -se burló con tono pasivo para disimular su incredulidad.
-No son tus nuevos amigos, solamente es un grupo de idiotas al que has encontrado para decirles lo que haz hecho sin posibilidad de recibir las consecuencias -le aclaro concluyentemente Sturgess.
Fargus berreó, discrepando de lo que decía.
-¿Y que es lo que he hecho?
-¿Le disparaste a la avioneta gremlin? -le pregunto Oggus.
Fargus se llevo la mano a la cabeza, se puso a frotarse el dedo contra su calva cabeza mientras se ponía a hacer unos disimulados gemidos, pretendía ocultarles la verdad actuando de una forma infantil.
Marvus se harto de sus descaradas bromas.
-Dejalo estar ya Fargus, sabemos que tu fuiste el que disparo contra la avioneta provocando que nos atacase, por tu culpa nuestro amigo Duane esta muerto y ahora Thor-ne esta encerrado y todo el mundo se cree que el fue el causante de lo ocurrido -le re-procho concretandole todos los hechos que se produjeron tras ese incidente.
-¿Y que esperas que haga entonces?
-Confesarles la verdad, así podran solventar a Thorne de ese falso crimen.
Se quedo en una expresión rigida al oír eso.
Se puso de pie en una posicion firme y acto seguido dijo:
-¿Sabes lo que les hacen a los asesinos?
-Si, lo sabemos bien -dijo Borke.
-¿Y sabeís que si confieso, acabare mal? ¿Habeís siquiera pensado en eso?
-¿De que estas hablando? -critico Dren sin comprender su molestia.
-Yo vino aqui para convertirme en alguien. Es mi destino ser el que lleve a los trolls a la gloria. No pienso desperdiciar esa oportunidad estando encerrado en una jaula -comento con un tono frio que indicaba que no tenía intención de obedecerles.
-¿A pesar de que Thorne sera tratado como un criminal?
-Thorne es fuerte, estará bien.
-¡No! -protesto Marvus, eso no es verdad. Dio un paso adelante dirigiendole una mirada de honestidad, estaba dispuesto a echarle la clase de troll que era en realidad-. Estás tan obsesionado por creerte que el mundo gira en torno que no te das cuenta de que estas abandonando a toda la gente que por lo menos una vez en tu vida ha apreciado y te ha respetado. Lo siento mucho Fargus, pero estas completamente equivocado en ese pensamiento tuyo..
Aquello hizo que Fargus se enfureciese tanto que lo sintio como un insulto, necesitaba acabar con ellos antes de que le siguiesen diciendo cosas que no quería oír.
-Te vas a venir con nosotros -acoto Oggus.
-¿Y si no quiero? -terció indirectamente.
Puso su mano detrás de su espalda dispuesto a coger un cuchillo que tenía oculto.
Sturgess pudo cerciorarse de lo que pretendía hacer.
-Yo no me pienso ir con vosotros, y tampoco pienso haceros caso.
-Pues entonces te vendras con nosotros por las malas -acoto Marvus.
Se acerco dispuesto a cogerle del brazo.
Fargus sonrio, quería que hiciera eso, saco el cuchillo.
Sturgess lo empujo para salvarlo, eso provoco que Fargus le atacase con el cuchillo rajandole en el brazo, le dejo una herida abierta a traves de su uniforme.
Ambos quedaron sorprendidos al ver lo que paso.
Se miro la herida, sangraba bastante.
-Te lo tienes merecido -bramó con tono salvaje.
Ahí Marvus pudo notar lo desquiciado que estaba Fargus, no solamente había mandado a su amigo a la que le encerraran, sino que ahora encima había atacado y agredido a un cadete delante de unos cuantos testigos.
-Cogemesle entre todos -propuso Oggus.
-Si -accedió Cheeds.
Todos se separaron y formaron un circulo a su alrededor para acorrararle.
Fargus quedo impavido al no saber que hacer, se sentía una presa facil.
-Tienes que detenerte Fargus, esto solo lo hará más dificil -le aviso expresamente Marvus, quería que se rindiese por las buenas, si es que podía hacerlo.
-¡Jamas! -protesto y ladeo su cuchillo contra él.
Borke se abalanzo encima de él estando desprotegido, le cogió del brazo y trato de arrebatarle el cuchillo con fuerza. Se resistia tanto que le resultaba imposible lograr que lo soltase, era como si lo tuviese pegado a la mano.
-¡Ayudadle! -ordeno Hondo, quiso aprovechar la astuta maniobra.
Todos se acercaron y le cogieron del brazo, se lo apretaron clavando sus uñas contra sus venas, esto provoco que pudiese soltar el cuchillo, cayo al suelo.
Sturgess y Marvus le cogieron de ambos brazos y tiraron fuerza de él haciendo que cayese de rodillas contra el suelo incapaz de moverse.
-Termina esto de una vez Fargus, tu no eres un heroe. Por tu culpa disparaste contra esa avioneta y provoco la muerte de varios de nuestros miembros -le reprocho Borke explicandole de nuevo con más fiereza que antes lo que inicio su imprudencia.
-Ahora serán recordados como heroes -espeto incordialmente.
Ambos se miraron estupefactos ante el pensamiento tan pesimista que mostraba.
-¿Quien te crees que eres para decir eso? -le critico Dren.
-Alguien que sabe de lo que esta hecho la guerra -le contesto firmemente.
-¿En serio? ¿Has estado algúna vez en una guerra igual a esta? -le pregunto indirectamente Sturgess intuyendose que se creería cualquier cosa inexorable.
-No, pero naci para estar en una. Es mi destino.
-¿Un destino? ¿El destino no te preparo para matar gente? -terció Oggus.
-Para matar al enemigo -protesto y reaccionó salvajemente de nuevo.
Ambos se apartaron y lo siguieron apretando con tal de impedir que se moviese.
-¿Quien te ha dicho eso? -le pregunto Sturgess.
-¿Eh? -exclamó, confundido ante esa pregunta.
-¿Quien te ha metido esa idea en la cabeza?
-Nadie, es algo que he aprendido desde siempre.
-Mentira, es imposible que un chico de tu edad se le hayan metido esas ideas en la cabezas sin haberlas escuchado en otra parte -recalcó concluyentemente.
-No, no, no -cabezeo con la cabeza negando ese argumento.
-Sturgess, ¿que estas haciendo? -le pregunto Marvus queriendo comprender
-Este chico se ha pasado toda su vida con la cabeza llena de falsas ideologias. Alguien le tiene que enseñarle de una vez que todo es mentira -aclaro dando a entender que pretendía educarle con el proposito de acabar con esa maldad irracional que tenía.
-Nada es mentira, yo creo en lo que es justo.
-Y que Thorne sea encarcelado también -le reprocho Marvus señalando ese hecho.
-No -dijo pensativo-. Pero eso hará a Thorne más fuerte.
Le resulto esa respuesta tan absurda que se alejo intentando de tragar todo ese pesimismo sin sentido que soltaba descaradamente.
-Dime una cosa Fargus, ¿cuando empezo todo esto?
-¿A que te refieres?
-¿Cuando empezaste a creer en esas cosas?
-No pienso hablar contigo -le rechazó rotundamente.
-Pues tendras que hacerlo, si quieres que Thorne sea libre para que vuelva a ser tu amigo -indico señalandole que era la mejor opción que podía obtener de esta lección.
Eso le hizo recapacitar de una vez la cuestión del problema.
Todos asintieron aliviados al ver que dejo de buscar pelea.
-¿Como empezo todo? -le pregunto nuevamente, dispuesto a conocer su historia.
-Fue cuando tenía cinco años. Thorne y yo crecimos mutuamente y lo hacíamos todo juntos. Pero teníamos el problema de que nos metíamos en todo tipo de lios. Yo intentaba de protegerlo porque eso es lo que hacen los amigos, siempre que alguien se metiese con alguien, yo le defendía y a causa de eso recibía todas las palizas por él -relato demostrando que desde el principio se preocupaba verdaderamente de Thorne.
-¿Hay empezaste a sentirte mal, verdad?
-No soportaba sentirme tan debil, le dije a Thorne que debíamos solucionar las cosas como hombres. A él no le pareció bien, no le gustaba la violencia, él quería que lo resolviesemos todo pacificamente -alzo la mirada esbozando una expresión de resentimi-ento y decepción-. Pero yo no pude aceptarlo, yo quería que esos matones que me pe-garon sufriesen tanto como yo, y no sabía como hacerlo.
-¿Y hallaste una manera verdad?
-Hubo un dia en que toda la gente se congrago en la Plaza Central, no sabíamos que era pero se veía importante. Apareció el emperador Kaos en persona, era la primera vez que le veíamos -cambió su expresión a una sonrisa de entusiasmo, con eso indicaba que le satisfacía haberle visto en ese momento-. Se presento delante de la gente y anunció que estaba reclutando a jovenes trolls para unirlos a su nuevo equipo militar que pretendía usarlo para cometer misiones alrededor de Skylands.
-Recuerdo eso, fue como si toda Trollia hubiese avanzado hacía algo nuevo -comento Marvus recordando ese momento, eso confirmaba que aquel suceso cambió la vida de todos los presentes que presenciaron ese acto.
-Después de eso Kaos nos solto un majestuoso discurso en el que explicaba que todos los trolls eran fuertes, que ningúno era debil y que la única manera de demostrar nuestra fuerza era sacando provecho de nuestras ansias de pelear -esbozo una sonrisa mucho más satisfactoria que la anterior, eso señalaba el cambió que tuvo en ese momento-. Me satisfajo tanto oír que me dispuse a seguir su ejemplo. Me pase años entrenandome para pelear hasta que al final pude dominar mi odio y dirigirlo hacía las personas que me hicieron tanto daño.
-¿Regresaste para buscar pelea? -objetó Oggus.
-Si -confirmo frunciendo la boca-. Busque a los matones que tanto odiaba y use mis habilidades contra ellos. Me costo pero consegui vencerles duramente, me temieron tanto que al final me dejaron en paz.
Se rio como si le hubiese satisfacido haberles apaleado gratamente.
-Desde que sucedió eso, le puse a dar vueltas al asunto. Me había pasado toda mi vida sintiendome un inutil, un don nadie. Pero tras haber linchado a esos niñatos, me senti como si les hubiese dado su merecido, como un si fuese un heroe para el pais. Ahí entonces lo entendí, necesitaba usar mi fuerza para combatir a esas bestias que no hacen ningún bien al mundo. Necesitaba demostrarles a todos que podría ser el heroe que los llevase a la victoria, y así entonces dejaría de ser nadie a ser alguien -relató demostrando euforicamente la razón de porque estaba tan encaprichado con ese tema.
Todos quedaron indecisos al reconocer porque se convirtio en eso, pero les resultaba razonable. Cualquiera que hubiese escuchado todos esos discursos de propaganda de guerra Kaos habría quedado con la cabeza dada vuelta y se lo hubiese creído de verdad. En cambio para Fargus fue demasíado.
-¿Y te uniste a los militares, nó? -intercaló Marvus.
-Uhum -afirmo meneando la cabeza-. Me pase años entrenando duro, sacando partido de todo lo que aprendi de Kaos, hasta que al final llego el dia en que Kaos decidio mandar a sus tropas para conquistar Skylands. Me senti tan euforico que sentía la nece-sidad de celebrarlo con alguien.
-Y como Thorne era tu amigo le quisiste imponer tus ideas -indico Sturgess.
-Thorne nunca fue como yo, siempre le metí esas ideas mías sobre que podríamos ser heroes de Trollia. Pero nunca quiso, le importaba más el dibujo y cuidar de su abuela enferma que yo le quería.
-Pero pensaste que tarde o temprano cambiaria de parecer.
-Simplemente pense que Thorne se comportaba así porque jamas había vivido la guerra en persona. Así que deduje que si le metía en todos etsos ejercicios militares para convertirse en un recluta lo vería como algo divertido -cambió su expresión al cerciorarse de algo en lo que no cayo en la cuenta-. Pero no fue así, él siguio siendo el que es, hasta ahora. Nunca ha cambiado.
-Ni nunca lo hará -finalizo Marvus.
Le dirigió una mirada de resignación al ver que él parecía entenderlo.
-¿Porque él no es así? -le pregunto, queriendo que le respondiese esa cuestión que ni él mismo podía contestar.
Marvus se agacho y le miro con total sinceridad, acto seguido dijo:
-Porque Thorne se crio con buena gente que le enseño a comportarse, nunca se lo cuestiono, ni nunca dudo acerca de que era lo correcto y lo que no. Simplemente acepto el hecho de que algúnas cosas estaban mal y otras estaban bien -explicó concretando la gran diferencia que había entre él y Thorne, y era muy ambigua-. Por eso mismo nunca se volvió una persona violenta, porque él le gusta ver la belleza de las cosas, le gusta ver a la gente feliz, unida y amarse como una familia. Y la guerra no puede traer eso, porque la guerra saca lo peor de uno mismo y lo destruye. Como te ha destruido a ti.
-¿Que? -exclamó sorprendido ante ese comentario.
Miro las caras de todos los presentes, todos estaban mostrando unas expresiones honestas como de estar de acuerdo con ese pensamiento.
-Mirate Fargus -prosiguio Sturgess-. Antes empezaste siendo un niño inocente al que le gustaba pasarlo bien con su amigo. Pero tras años de golpizas y de escuchar malas ideologias, haz acabado convirtiendote en algo tan horrible que ni tu mismo te reconoces por culpa de eso.
-Eso no es cierto, se reconocer quien soy -protesto criticando esa acusación,
-¿Así? Entonces mirate al espejo y veras que no se equivoca -le exigió Borke queriendo que comprobara por su propia cuenta de no que se reconocía.
-¿Conque espejo? -recalcó, no tenía ningún espejo a mano.
-Con este -le paso Dren un espejo que tenía guardado debajo de su uniforme.
-¿Porque tienes un espejo? -le pregunto cuestionadamente Sturgess.
-Lo uso para mirarme los trozos de comida que se me quedan entre los dientes -declaro abriendo la boca para señalar ese obvio problema.
-¡Agh! -ambos se quejaron asqueados por esa revelación.
Dren se rio descaradamente pero de forma vacilona.
Fargus les miro indiferente y acto seguido agarro el espejo.
Vio su rostro reflejado en el espejo, estaba todo lleno de magulladuras debido a la cruenta batalla que tuvieron el otro dia y a la explosión producida por el ataque de esta mañana. Se sentía complacido de ver todas esas cicatrices ya que le hacían parecer un heroe de guerra, pero al instante esas heridas le hicieron acordarse de otra cosa más.
Eran el mismo tipo de magulladuras que sufría cuando los matones le pegaban por haber tratado de ser mejor persona. Todo ese dolor había regresado a él cuando lo había dejado tiempo atrás, no pensaba que lo vería de nuevo, pero lo tenía ahí delante, aquel inocente troll que quiso ser un heroe se había convertido en la victima de nuevo.
-¿Lo entiendes ahora? -objetó Marvus, suponiendo que al mirarse en el espejo reconocería todos sus errores.
Soltó el espejo, no quería ver lo que tenía delante.
-No es justo, yo no quería ser esto, yo quería ser otra cosa, yo... -se llevo las manos a la cara sollozando de vergüenza, reconoció que toco fondo.
Todos se miraron angustiados al verle triste de esa manera, tenían ganas de que llorase, pero no de esta forma tan poco alentadora.
-¿Pero que he hecho? ¿Que es lo que he hecho? ¿Que le ha hecho a Thorne? -estalló sollozando de culpabilidad ante lo que hizo.
Marvus se enderezo de nuevo y le dijo frente a frente:
-¿Entiendes ahora lo que debes hacer?
Afirmo con la cabeza.
-¿Y entiendes ahora todo por lo que Thorne ha estado pasando desde que te obsesionaste con esa idea tuya?
-S...i -contesto timidamente-. He sido el culpable de que lo hayan encerrado.
-Lo se, y por eso mismo debes arreglarlo.
-¿Como? -se cuestiono, con dudas.
-Te tienes que entregar y decirles que tu eres el culpable, y no Thorne.
-Pero, si hago eso, ¿que me pasara a mi? -se señalo cuestionando ese hecho.
Ambos se pusieron a mirarse mutuamente con la idea de buscar una respuesta que le pudiese hacer entender de forma modesta lo que le ocurriria.
-Seras juzgado como Thorne, y quizas te expulsen de aqui y te devuelvan a casa, como si no hubieses hecho absolutamente nada en este viaje -declaro Sturgess.
Reaccionó estupefacto al oír eso.
-Pero parecere un cobarde, no puede hacer eso, no puedo irme de aqui, no puedo irme de aqui sin luchar -protesto nervioso ante esa propuesta, le aterraba la idea de abandonar el campo de batalla después de haber avanzado tanto.
-Pues tendras que hacerlo, si quieres que Thorne viva.
-¿Que Thorne viva?
-Thorne no confesara ese crimen de ningún modo porque es inocente, y según el mandato troll, todos aquellos que no confiesen sus crimenes seran sentenciados a muerte -comento seriamente Oggus.
Eso le hizo temerse aún más lo peor.
-Mejor confesar ahora que después cuando las cosas se pongan feas -señalo Hondo.
Se le hizo un nudo en el estomago de solo pensar eso, su sueño era ir a la guerra y luchar por su patria, pero si hacía eso, lo perdía absolutamente todo.
-¡No puedo! -se quejo repentinamente y se levanto alejandose de ellos.
Se llevo las manos a la cabeza intentando de asimilar la situación.
Los otros se le quedaron mirando con expresiones indiferentes. Querían insistirle de que lo hiciese, pero entonces dejaría de confiar en ellos y le entraría el estado de locura de nuevo. Estaban que ya no sabían que hacer con él.
-Fargus, piensalo -le dijo compasivamente Marvus.
-No -discrepo de nuevo.
-Si crees que Thorne debe de ser libre porque es tu amigo, entonces piensa primero en él y acepta tu penitencia como un hombre, como un soldado -le aconsejo animadamente Marvus para que viese el panorama completo de la situación.
Contra aquello no se lo pudo negar, un soldado no solo era aquel que obedecía ordenes, era aquel que aceptaba el castigo por cualquier consecuencia que se produjese. Y si lo aceptaba, entonces se demostraría a si mismo que hizo lo correcto.
Se dio la vuelta y miro a Marvus con una expresión de angustia.
-Si lo hago, ¿crees que Thorne me perdonara? -le pregunto con total honestidad.
Asintio arremetido ante esa pregunta.
-Quizas, es tu amigo, lo entendera -opino intutitivamente.
Sonrio entusiasmado ante esa idea, pero le daban dudas que le aterrorizaban, no se sentía muy preparado para hacer esto, ya que sabía bien que no había vuelta atrás.
Se dio la vuelta de nuevo y cogió el fusil, volteo la mirada enseñandole a Fargus que esa era la arma que uso antes para atacar.
-Antes creía que este tipo de armas me iban a ayudar a acabar con el enemigo, pero ahora me doy cuenta de que yo soy el enemigo que ataca con el arma -señalo reconociendo que ahora él se convirtió en aquello que creía estar combatiendo.
Con eso pudo reconsiderar que hizo mal en dispararle a la avioneta.
-Será mejor que quede donde debe estar.
-¿Quieres que...
-No, necesitan una prueba de lo que he hecho, yo me ocupare de todo. Les confesare lo que he hecho y les mostrare el arma del crimen -concreto señalando que ahora se hacía responsable de todos sus actos.
-¿A quien se lo diras? Porque Tumbor no es una persona de confianza -señalo Borke sabiendo bien que necesitaba decirselo a alguien quien le pudiese creer su confesión.
-No te preocupes, no se lo dire a él, se a quien decirselo.
Dudaba de saber a quien se lo diria, pero viendo la cara de seriedad que mostraba, podía intuirse que tenía a alguien bien pensado.
Dejo que lo decidiera personalmente.
Les echo una ultima mirada de compasión, como una disculpa por haberles intentado atacar, en especial a Sturgess, que le miraba con una expresión desafiante por haberle herido antes, se notaba que le seguia doliendo la herida.
-¿Sin rencores Sturgess? -espeto indirectamente.
-Sin rencores, por ahora -confirmo, en señal de que en cualquier momento iba a cobrar la venganza que tenía pendiente sobre él.
Fargus lo tomo en consideración y se marcho alejandose entre la oscuridad de aquel sordido campamento lleno de trolls heridos.
-¿Creeís que dira la verdad? -critico Dren.
-Yo quiero asumir que si, sino ahora mismo se marcharía a soltar que intentabamos de matarle -opino concienzudamente Oggus.
-¿Tu que piensas Marvus? -le pregunto Marvus.
No le contesto. Se quedo con la idea de que ayudaría a Thorne de verdad, desde que los vio a ambos juntos en las barcazas, se hizo rapídamente a la idea de que eran buenos, a pesar de que luego Fargus empezo a actuar de forma irracional hacía él. Pero si era cierto que todo lo que dijo fue producido por ese lavado de cerebro perpetrado por Kaos y sus sensacionalistas discursos, es que entonces había madurado de verdad.
Se dio la vuelta y se dirigió hacía Sturgess con una expresión de gratitud.
-Gracias, por habernos ayudado -le agradeció personalmente.
-Habría hecho lo que fuese por Thorne, y por él -indico expresamente.
Ese comentario le hizo intuirse algo en lo que no cayo en la cuenta.
-¿Tu haz hecho para librarte de Fargus? -le pregunto con tono obstinado.
-El tio me arruino la vida, creo que esta ha sido la forma menos violenta de conseguir que se arrepienta. Así que ambos ganamos -declaro demostrando que le importo más vengarse pasivamente de Fargus que ayudarles de forma altruista a Thorne.
Quedo indeciso al oír esa conclusión.
-Eres un troll peculiar y extravagante, ¿lo sabías? -repercutó indirectamente.
-Creeme, me lo dicen muchos -exclamó guiñandole el ojo con sarcasmo-. Ahora es-pera a que sepamos lo que ha hecho Fargus.
Se dio la vuelta marchandose con su grupo de amigos, adentrandose en aquella perversa oscuridad que rodeaba a todo el campamento.
Ambos se miraron cuestionandose la confianza de Sturgess.
-¿Hemos hecho bien en confiar en ese tio? -planteó Borke confundido.
-No lo se, pero ahora lo que me preocupa es saber que hará Fagus, ¿dira la verdad o acabará empeorando las cosas? -objetó Oggus teniendo sus severas contra el troll, no sabía si estaba fingiendo toda esa lastima aproposito o no.
-Tiene razón -señalo estando de acuerdo con él.
-Vayamonos de aqui, ya lo averiguaremos más tarde -acoto Marvus dispuesto a dejar a determinar si Fargus cumplió con lo prometido.
Estuvieron de acuerdo y se marcharon regresando por donde vinieron.
Marvus no pudo dejar de ver a Fargus, a pesar de que se había alejado en la densa oscuridad que rodeaba el campamento. No podía dejar de intuirse que estaría a tiempo de marchar corriendo a coger a Fargus e impedir que les dijese nada por medio a creer que no confiaba en él. Pero no podía hacerlo, era la mejor oportunidad que tenía para liberar a Thorne de su condena.
Si al final demostraba que se preocupaba por su amigo, entonces habían hecho bien su trabajo, a menos que todo esto tuviese que ver con un plan malevolo de Sturgess para vengarse de Fargus y obtener algo de Thorne.
-¿Pero el qué?
