224

EL CARGAMENTO

Después de que Kaos escogiese la tecnologia arkeyan que le habían recomendado los Banqueros que podría llevarse. Vergo mando a un equipo de mantenimiento formado por unos siete u ocho trolls para que los empaquetasen. Cada uno de ellos metió el artilugio con su conjunto correspondiente y lo metió con sumo cuidado en unas cajas metalizadas y blindadas especializadas en mantener protegido todo tipo de cargamento que resultase valioso o propenso a romperse.

Una vez hecho eso, los cargaron poniendolos encima sobre unas carretillas rectangulares que podían soportar el peso de un caballo o un bebe leviatan. Se juntaron en cada extremo y se lo llevaron como si estuviesen cometiendo una procesión o transportando el cuerpo de un fallecido a un funeral.

Salieron de la Boveda y se volvió a cerrar, Kaos quedo de nuevo insatisfecho por no poder haber sacado más de lo que contenía aquella sala. Pero al menos se alegraba de que hubiese obtenido algo de tecnologia arkeyan que le pudiese hacer falta.

Se prometió a si mismo que regresaría para obtener más artilugios.

Bajaron por aquel ascensor que seguía moviendose como si estuviese estropeado o no soportase el peso de ambos. Ningúno de ellos se iba a acostumbrar a esos retumbes que les provocaban una vez llegaban abajo de todo.

Salieron y volvieron a hacer el mismo tramite de antes con aquel recepcionista llamado Sigs, tachaba el formulario mientras se estaba bebiendo una taza de cafe. Kaos le pareció que aquello era un acto egocentrico y poco respetuoso porque no podía ser que un hombre que estuviese trabajando con los trolls más poderosos de Skylands, hiciese su trabajo sin apartar la mirada de su apetito.

Pego el sello sobre la hoja y se lo entregaron formulado. Kaos decidió marcharse antes de seguir escuchando una tontería más que no pudiese tolerar.

Salieron al exterior y se encontraron con un precioso amanecer en el cielo. Se estaba empezando a hacer de noche muy pronto.

De pronto apareció un vehículo parecido a carro de carga solo que este lo conducía otro troll. Detrás tenía una carretilla lo suficientemente ancha como para ocupar más de una docena de cajas. Tres equipos cogieron una caja y las fueron metiendo en la carretilla apoyandolas una por una en fila. Terminaron y uno de los trolls le hizo un gesto con las manos al conductor para que se llevase el cargamento.

El conductor obedeció y se marcho dando la vuelta con el carro.

Kaos no le gusto separarse de su carga.

-¿Adonde es que se la llevan ahora? -le pregunto Kaos a Vergo.

-Se lo llevan a la sala de inspección. Ahí se ocuparan de analizarla y si está todo en orden, entonces podrán llevartela personalmente a tu barco -notificó Vergo.

-¿Analizarla? -cuestiono Fraymus.

-El cargamento ha salido de la Boveda, una vez que se saca algo de estos almacenes, es mejor analizarla para determinar todos los aspectos de la carga, incluyendo el peso, la sostenibilidad de las cajas e incluso de determinar si el contenido es fragil.

-¿Quiere decir que la carga podría romperse? -excuso Kaos, sintiendo que le estaban engañando con lo que había obtenido.

-Ese tipo de contenidos funcionan con una tecnologia que no comprendemos, por eso mismo es mejor analizarla para determinar si cualquier posible movimiento o muestra de exposición a sustancias desconocidas, podría provocar un problema descontrolado que pueda afectar a toda una población -argumentó con tono insistente-. Imaginese que esas armas arkeyans contenían un tipo de enfermedad contagiosa que hace tiempo que dejo de existir, pero como estuvo metido en una celda blindada, la enfermedad si-gue presente en el objeto y puede haber evolucionado con el paso del tiempo hasta volverse más letal que antes. Y ahora que está libre, podría expandirse en un espacio exterior donde puede propagarse mucho más rapído que en un entorno cerrado.

-Podríamos estar llevando esa enfermedad a toda Trollia -señalo Fraymus.

-Exacto -confirmo estando de acuerdo con él.

Aquello hizo que Kaos se pusiese a pensarlo con mayor preocupación.

-Pero nosotros hemos tocado el objeto -indico mirandose las manos al imaginarse que podría tener las bacterias del virus en ellas.

-No digo que sea posible. Pero si existe, nuestros analizadores se encargaran de determinar si el cargamento contiene algúna sustancia que no pueda ser identificada. Si no la tiene, entonces podreís volver a casa -concretó levantando la mano en señal de que se tomasen el asunto con calma.

-¿Y si la tenemos? -objetó Fraymus.

Vergo rezongó pensativo.

-Entonces todos nosotros estaremos en cuarentena y esperaremos a que nuestros mejores analistas se encarguen de buscar una cura que nos ayude a todos.

Ambos se miraron convencidos ante esa opción.

-Pero y si eso no funciona y tarda demasíado -añadio Kaos, esbozando una mirada de dudosa confianza. No le gustaba pensar que se iba a quedar ahí recluido sin posibilidad de regresar a Trollia a terminar el trabajo.

-Entonces mandaremos a un mago para que nos cure con magia.

Fruncieron los ceños sorprendidos ante esa nueva opción.

-¿Un mago? -cuestiono Fraymus.

-Tenemos ciertos contactos que conocen a criaturas magicas que pueden crear pocimas capaces de curar todo tipo de enfermedades.

-¿Y porque no haceís eso primero? -critico incredulamente Kaos.

-¿El qué?

-Utilizar la magia para curarnos de todas las enfermedades.

-Es una buena idea, pero nosotros no somos muy admiradores de la magia. No es algo que encaje con nosotros. Solamente la usamos como ultimo recurso en caso de que todos esfuerzos no sirvan de mucha ayuda y tengamos que recurrir a cometer ciertos actos que no entran en nuestra politica.

-¿Pero si permitís usar una tecnologia que podría fallar nó? -objetó contradiciendo sus acciones de forma insipida.

Ese argumento le hizo sentir incomodo.

-Nuestra tecnologia es fiable, pero algúnas situaciones pueden fallar. No todo es perfecto, por eso mismo es mejor usar cualquier tipo de recurso que se tenga disponible. Incluso si es usando algo que a nosotros no nos parezca bien.

-Vaya -exclamo Kaos impresionado con todos los detalles-. ¿Y quien se ocupa de controlar todo eso?

-Hay un jefe que se encarga de regular todo. Lo controla todo bajo mi mando, si algo sale mal o se produce una imprudencia, se le avisa a y se ocupa de arreglar el problema. Y si es uno grave, se me avisa para que venga a verlo y pueda encontrar una manera razonable de solucionar sin causar más daño o perder más tiempo necesario.

Kaos quedo más impresionado todo eso, sobretodo más por el hecho de como tenía su sistema de envios planeado. Esta era una de las cosas que le hacía darse cuenta de que Vergo era un hombre más inteligente y curtido de lo que creía. No podía dejarle aquí, le necesitaba como a uno de los suyos.

-Banquero Vergo, recuerda lo que le dije antes de proponerle que viniese con nosotros -se mostro amigable ante él.

-Si, lo recuerdo bien.

-Me gustaría proponerselo de nuevo, pero esta vez de forma oficial.

Vergo asimilo esa petición.

-¿Quiere que vaya con usted? -le pregunto con seriedad.

-Pero Kaos -protesto Fraymus-. No puedes hacer eso, él esta...

Kaos le levanto la mano interrumpiendole, esbozaba una mirada fria indicando que no tenía pensado escuchar a nadie que le dijese lo contrario.

-Le propongo una cosa, le invito a mi castillo para que vea lo que tenemos construido, y si le gusta puede quedarse. Le daremos una habitación o le crearemos un despacho que le pueda servir para trabajar tranquilamente sin problemas -propuso dandole opciones. Esbozo una sonrisa de confianza poco convincente.

Vergo se lo asimilo con mayor profundidad.

-Su idea es muy tentadora señor Kaos, pero debo rechazarla. Tengo un deber aquí y si intento de traicionar mis principios como Banquero, puedo acabar siendo arrestado por insubordinación, o expulsado -comento mostrandose cordial ante su propuesta. Se mostraba firme y leal.

Kaos gimio, pensativo ante lo que dijo.

-No se preocupe, se lo propondre a los Banqueros para ver que piensan -añadio dispuesto a cometer una imprudencia pensando que era algo bueno.

-No, alto espere -le agarro del brazo impidiendo que se marchara.

Gurcy se puso delante echandole una mirada desafiante.

Kaos le nego con la mirada, indicando que no pasaba nada.

Vergo le soltó al ver que iba a crear un problema.

-Lo lamento -se disculpo avergonzado.

-No pasa nada -acepto su disculpa, pero se sentía ofendido.

La situación se volvió muy tensa.

-Señor Kaos, si fuese por mi aceptaría su propuesta. Pero tengo el problema de que no soy capaz de volver a Trollia. Lo abandone hace mucho tiempo por un motivo, y si regresase ahí, se me abrirían heridas que creí tener cicatrizadas -explicó expresandose de forma compasiva para que entendiese su problema-. Aún no me siento capaz de volver ahí, no lo haré sin saber lo que pasará después.

Kaos se desalento al oír eso. Jamás hubiese creído que Vergo sufría de tanta tristeza en el interior al ver como se tomaba las cosas tan en calma.

-Lo lamento señor Vergo, no tenía ni idea -se disculpo con remordimientos.

Fraymus le miro impresionado al ver que parecía avergonzado de verdad.

-No pasa nada, acepto sus disculpas. No es algo que le diga a mucha gente, pero acepto que me lo haya propuesto, aunque solo sea como prueba -agradeció demostrando que algo de simpatía le tenía-. Además, no creo que hubiese funcionado tampoco, si me voy queda una vacante de Banquero, y no hay muchos para elegir ahora.

-Claro -comprendió Kaos.

Quedaron tan desalentados al escuchar eso que ahora no sabían que pensar, la situación se volvía tan incomoda que no eran ni capaces de seguir con la conversación. Cualquier tipo de interes que hubiese esfumo con esta revelación. Giraron sus miradas y observaron que el teniente Kirton se estaba acercando hacía ellos con paso firme. Se sorprendieron al ver ya que hacía un buen rato que no sabían nada de él.

-Caballeros -saludo con tono firme.

-Teniente Kirton, me alegra de verle de nuevo -le devolvió el saludo.

-Lo mismo digo -dirigió la mirada hacía Vergo-. ¿Todo bien señor?

-Así es, teniente Kirton, ahora mismo Kaos y su grupo estaban apunto de marcharse, pero aprovechamos el tiempo para discutir ciertos temas.

Kaos quedo extrañado al oír eso ya que sonaba como si Vergo estuviese interesado en hablar con ellos, lo cual era raro ya que hasta ahora se había estado comportando como si se aguantase las ganas de no seguir soportandoles más.

-Me alegro mucho -espeto con seriedad.

Por su mirada pudieron hacerse a la idea de que algo andaba mal.

-¿Desea algo teniente Kirton? -le pregunto Kaos.

-La verdad es que si, los Banqueros me han llamado comunicandome de que escolte al emperador Kaos y sus subditos hacía su barco -notifico con tono precavido.

-¿Tan pronto? -se extraño.

-¿No deberíamos esperar a que terminen de analizar las cajas? -objetó Fraymus.

-Lo están haciendo ahora mismo. Mientras, me han pedido que les lleve de momento a vuestra nave. Cuando lleguemos hasta ella, nuestros hombres se encargaran de introducir el contenido en la bodega.

Ambos se miraron sintiendo que había algo raro.

-¿Porque tanto apuro? -pregunto intrigado Kaos.

-Ningúno, simplemente me han dicho que os escolte a vuestro barco -aclaro dando muy pocos detalles del asunto.

Kaos gimio, sospechando que algo pasaba con los Banqueros.

-¿Acaso te han dicho los Banqueros que quieren que me vaya ahora?

-No puedo decirle esa información, señor.

-¿Entonces eso significa que me quieren sacar de aquí cuanto antes? -soltó subiendo su tono a uno nuevo de forma amenazante.

Se acerco y aquello hizo que Kirton agarrase fuertemente su fusil, dispuesto a apretar el gatillo para disparar. Gurcy se preparaba para hacer lo mismo. Detrás de su pantalón tenía escondido un cuchillo con el que pretendía usar para lanzarselo contra él. Fraymus veía su gesto con la mano detrás suyo, le hizo una seña con la cara indicando que no lo hiciera. Obedeció y lo dejo estar.

-Lamento mucho esto señor Kaos, pero son ordenes de los Banqueros, no puedo decirle nada más. Me acompaña o tendre que tomar medidas en el asunto -espeto Kirton consciente de lo mal que se podrían poner las cosas.

Kaos tenía ganas de usar su poder para atacarle y así cerrarle la boca, se negaba a obedecer sus ordenes. Pero viendo la cara de compasión y preocupación que mostraba Fraymus, recordo que debía mantener la compostura. No había venido aquí buscando guerra, por eso mismo tenía dejarlo estar y obedecer esa petición a pesar de que sabía que esa orden se producía por un acto hipoclatico de los Banqueros.

-Banquero Vergo, también me han pedido que regrese a la Sede Central -añadio Kirton cambiando rapídamente de tema.

-De acuerdo -acepto firmemente.

Eso fue algo que también le decepciono, esperaba tener más tiempo con Vergo porque le caía bien. Pero viendo lo problematica que era esta situación, no tuvo más opción que cometer una ultima acción poco importante

-Denos un momento para despedirnos -le pidio Kaos con tono clemente.

Miro a Vergo queriendo saber una respuesta, él mandaba y podía objetar.

-Hagalo teniente -permitió Vergo.

-De acuerdo, pero no tarden -añadío Kirton y se dio la vuelta para alejarse.

Quedaron los tres solos mirandose con angustia.

-Lamento mucho de que esto termine así emperador Kaos -se disculpo Vergo sintiendose avergonzado de que tuviesen que irse de forma tan abrupta.

-No se preocupe, ha estado bien hablar con usted una vez más. Echaba de menos tener estas charlas personales alejadas de la politica -opino Kaos tomandoselo con cortesia-. Es una buena forma de salirse de la rutina.

Vergo se rio, reconociendo que tenía razón.

-No hace falta que venga ahora conmigo si no quiere, pero si algún día decide cambiar las cosas. Le estare esperando para mi llegada -le propuso con tono respetuoso.

Se sorprendió ante esa petición.

-¿De verdad?

-Hay bastante sitio en nuestro castillo. Y necesitamos mucho personal para encargarnos de todo lo que tenemos que hacer -añadio Fraymus.

Vergo estaba tan entusiasmado que casi se ponía a llorar de la emoción.

-Lo agradezco mucho señores. Me lo pensare, aunque quizás sea imposible -agradeció con dudas y nervios de la decisión que pudiese tomar.

-Espero suponer lo contrario -terció indirectamente.

Ambos se rieron de lo ironico que sonaba.

Vergo se acerco y le estrecho la mano a Kaos. Se echaron una cierta mirada seria que indicaba que ahora se respetaban mutuamente.

-Cuidese bien emperador Kaos -le pidio amigablemente.

-Y usted también señor Vergo -repercuto con tono cordial.

Se separaron y luego le estrecho la mano a Fraymus, ambos también se echaron una cierta mirada de mutuo respeto. Luego se dirigió hacía Gurcy, se la estrecho, pero le echo una mirada rigida como si desconfiase de él. Lo cual era un indicativo de que Gurcy era un hombre con muy poca simpatia.

Se separaron y les echo un meneo de cabeza señalando una despedida formal. Camino hacía el otro lado marchandose a paso lento con total tranquilidad.

Kaos sintio lastima por él, era el troll en quien podía confesarle todos sus problemas personales. Y ahora que se había ido, sentía que no estuvo con él lo suficiente.

Luego ambos dirigieron la mirada hacía Kirton, quien esbozaba una expresión insistente como de no poder soportar estar más tiempo ahí esperandoles. Kaos supo ver por esa mirada que ni siquiera podían tomarse su momento para reflexionar sobre lo sucedido. Esto era otra cosa que le molestaba de la gente que le presionaba para cometer ciertas peticiones que él no quería cumplir. Que ni siquiera podía pensar siquiera en si estaba haciendo lo correcto marchandose tan pronto o no.

Ambos tres siguieron a Kirton por toda la carretera que tenían delante. Andaban a paso lento mientras iban contemplano una vez el Banco de Piedra. Cada una de sus estructuras era impresionantes de lo diversas que eran, todas tenían un aspecto distinto con la excepción de los almacenes que lucían exactamente iguales. Era interesante ver eso, pero tampoco tan agradable porque desde donde estaban. Se podía vislumbrar perfectamente que no había ni un solo rastro de naturaleza. Ni un jardín o siquiera un arbol cultivado cerca de las veredas. Todo estaba formado por un suelo de hormigón de compuesto de un color tan grisaceo que hacía que todo se viera apagado. Como sin en este lugar no hubiese ningún tipo de sentimiento agradable de felicidad. Lo cual era razonable teniendo en cuenta que este lugar funcionaba como un banco y debía estar todo compuesto por un sistema de caminos despejados para cada transporte diarío. Pero también era una ciudad donde residían familias con hijos, así que ellos deberían de tener por lo menos un lugar apacible formado por jardines, parques y escuelas que tuviesen mejor aspecto que lo estaban viendo a su alrededor. Seguramente lo había al norte de la isla, pero no de ser así, este lugar resultaba ser más sordido en apariencia.

Siguieron andando hasta cruzar en un tramo donde se encontraba otro de esos carros formados por asientos, este era distinto al que usaron la primera vez. El conductor era otro troll que esbozaba una mirada rigida, como si estuviese concentrado unicamente en su trabajo y detrás habían seis asientos disponibles.

Kaos vio ese carro y empezo a resultarle raro que no hubiese aparecido antes cuando habían salido del almacen, porque lo normal sería que apareciese Kirton saliendo del carro para decirles que se montasen y así llevarles cruzando todo el camino de vuelta. Pero en cambio quedo estacionado unos metros más adelante como si no estuviese permitido estacionar delante de ellos apropositamente. Seguramente hizo así porque Kirton quería asegurarse de escoltarles porque si algo malo pasaba, el conductor no quedaría metido en un fuego cruzado del que no podría escapar.

Cada uno escogió un sitio como antes.

Kirton se sento en el asiento copiloto al lado del conductor, Kaos se sento en el medio acompañado de Fraymus y detrás Gurcy quedando solo. El conductor acelero el carro, lo giro y marcho acelerando para el otro lado.

Kaos respiro tranquilamente por no estar caminando todavía más, pero no podía dejar de quitarse de la cabeza la idea de que estaba ocurriendo algo sospechoso relacionado con los Banqueros, Kirton lo sabía pero no pensaba decirselo. Decidió hacerle una nueva pregunta con tal de obtener algúna pista que le explicase lo que sucedía.

-Puedo preguntarle una cosa teniente Kirton -le llamo.

-Si esa pregunta consiste en algo relacionado con esta petición, entonces temo decirle que no es confidencial -indico discrepando firmemente.

-No, es más bien algo personal -aclaro.

Aquello capto su atención.

-¿Cuál es la pregunta?

Sonrió entusiasmado de conseguir su atención.

-¿En algún momento los Banqueros han deseado mi muerte? -le pregunto.

Esa pregunta capto la atención de todos los presentes.

-¿Porque pregunta eso? -le critico mirandole de reojo.

-En los ultimos años me he convertido en un hombre muy poderoso, tanto que resulto ser muy peligroso. Y cuando alguien es peligroso, es muy normal que otras especies teman que quizás ese individuo pueda ser capaz de hacerles algo y no tengan más opción que actuar de la mejor forma que conocen -argumentó señalandose a si mismo como una amenaza de la cual todos se ocuparían de eliminar cuanto antes.

Por ese argumento sintio que había algo raro que no le cuadraba.

-¿Y cree que los Banqueros planean su muerte porque temen lo poderoso que es? -le pregunto Kirton insinuando su teoría.

-No lo se, digamelo usted, que piensa de mi, ¿desea mi muerte? -soltó dirigiendose hacía él con tono cordial, como si estuviese interesado en su respuesta a pesar de que sabía de que lo que oiría no le gustaría.

Trago saliva mientras mantenía su mirada seria de intriga.

-Si desea saber mi opinion, si fuese por mí le mataría ahora mismo -declaro soltandolo con la mayor tranquilidad que podía mostrar-. Posee un poder que hace mil años provoco la extinción de una especie, y podría volver a repetirse el mismo ciclo ahora. Alguien como usted no debería de tenerlo, por eso mismo merece ser erradicado, para que así el mundo siga con la misma calma que ha tenido hasta entonces.

Kaos gimio convencido de su argumento, era lo que esperaba oír.

-Y si le digo que puede matarme ahora, que le doy la opción de hacerlo, ¿sería capaz de intentarlo? -le propuso con tal de motivarlo.

-Lo dudo mucho -contesto friamente.

-¿Por que no?

-Porque se que aunque lo haga, usted hará trampa, utilizará sus poderes o quizás dejara que su amigo el asesino le defienda antes de que yo haga algo -indico concretando todas las acciones que demostraban que le subestimaba.

Gurcy refunfuño, molesto por como hablaba de él.

-Eso también es cierto, ¿pero y si no lo hago? Y si no utilizo mis poderes para defenderme, ¿sería capaz de apuñalarme?

Soltó una leve sonrisa sarcastica.

-Con ese criterio, lo haría, pero con lo facil que es, dudo mucho de que no tenga un as bajo la manga para evitar que le hiera -indico dejando ver lo insubestimable que era-. Seguramente ha planeado algo mientras tenemos esta conversación, ¿verdad?

Aquel comentario le resulto una verdad tan honesto que ahora no sabía si sentirse complacido o intimidado ya que esperaba menos de él.

-Y con respecto a sus hipotesis. Yo diría que si -afirmo con desdén-. Los Banqueros le desean la muerte, temen de que les ataque ya que sienten que están cometiendo un error entregandoles esa tecnologia. Pero ningúno hará nada ya que eso inflingiría su propia politica y acabaríamos empeorando las cosas.

Echo la mirada al frente dejando a Kaos atonito al darse cuenta de que le acabo confesando toda la verdad de una manera tan radical como sorprendente.

-¿Entonces era cierto? -le pregunto Fraymus, queriendo resolver esa duda.

-Así es -confirmo con tono incredulo.

-¿Y porque me lo ha estado ocultando? -protesto Kaos.

-Porque quería saber cuanto aguantaba hasta sonsacarle todos sus pensamientos tan poco moralistas que tiene sobre nosotros. Y con esto he demostrado que usted es tan desconfiado que es capaz de exigirle a un hombre hacer algo que va en contra de sus principios solo por el propio beneficio de tener la razón acerca de los demás -abrevió toda su personalidad-. ¿Acaso me equivoco?

Aquel argumento fue tan conciso que no supo encontrar la manera de defenderse. Le había dado de lleno donde más le dolía.

-Su silencio indica que tengo razón, así que ahora lo sabe Kaos. Usted es uno de los seres más peligrosos de todo Skylands, es tan peligroso que hasta ya tenemos pensado la forma sobre como vencerle.

-¿Y cual es? -acerco la mirada intrigado.

-Hemos oído el rumor de que el ultimo Maestro del Portal vive y ha juntado a un ejercito para derrotar a su ejercito troll. Así que puedo suponer que es cuestión de tiempo de que vengan a Trollia a destronarle.

-¿Destronarme? -cuestiono esa ultima frase.

-Piense bien esto, usted se hizo con el control de toda Trollia convirtiendose en Emperador, quitandole el puesto al senador que le tocaba. Y una vez que sea derrocado, ¿quien quedará para ocuparse de su puesto una vez usted lo pierda? -indico soltandole el argumento con descaro.

Se estiro sobre el asiento al caer en la cuenta de ese hecho. Él se había proclamado emperador de los trolls, pero como no era un troll, quien quedaba para quedarse con ese puesto si resultaba que todo saliese mal.

-No se preocupe, me he encargado de que el senador que lo obtenga no lo pueda usar con cabeza -le comento, sabiendo bien que se había organizado en ese tema.

-¿Quien dice que tenga un senador? -objetó.

-¿Que quiere decir?

-Los senadores no son los únicos que se quedan con el puesto. También se lo quedan aquellos quienes les han dedicado una gran lealtad a sus lideres o han demostrado ser capaces de liderar a todo un grupo en situaciones de maximo riesgo -comento soltandole una información que desconocía por completo-. Y yo diria que tiene al lado a un troll capaz de comportarse con suma paciencia.

Kaos Se sintio tan extrañado al oír eso que no pudo evitar girar la cabeza para mirar a Fraymus, estaba tan indeciso como él, pero mostraba una expresión de vergüenza y remordimientos que indicaba que sabía de lo que hablaba, eso hizo que se decepcionase con él al ver que no le comento ningún tema relacionado con ese asunto, lo desconocía por completo y ahora temía de lo que pudiese significar.

Kirton solto una pequeña risilla, jactandose al ver de que no Kaos no sabía nada de esa información, lo cual eso le divertía ya que era otra forma de seguir lanzandole pullas para que se sintiese mucho peor que ahora.

Kaos ignoro a Fraymus, no quería hablar de ese tema, le interesaba más irse y resolver ese asunto pendiente en casa ya que así tendría las cosas en orden.

Giraron en una curva y acabaron regresando al puerto, adelante a lo lejos se encontraba el barco con el que vinieron. Había un grupo de operarios dirigiendo a un operario grua que estaba cargando lo que parecían ser las cajas metalicas que contenían los artilugios de tecnologia arkeyan que obtuvieron en el camarote de la nave. Introdujo lentamente la ultima caja en el fondo, se escucho un fuerte golpe y acto seguido uno de los operarios que estaba encima de la proa del barco arranco con un gancho la cuerda que sostenía las cajas por ambos lados. El operario de grua levanto las cuerdas y luego se alejo conduciendo la grua marcha atrás.

Kaos salió del asiento junto con todos los demás, se fue acercando y al ver el trabajo que hacían con la carga, Kaos asimilo de que habían hecho la inspección y no encontraron ningún resto de algún virus mortal que pudiese iniciar una cuarentena general. Lo cual esto constantaba con las teorias de Vergo de que fuese a ocurrir cosa semejante como la que describía, pero a pesar de ello parecía estar todo en orden.

Kaos decidió acercarse a uno de los operarios para resolver una duda antes de marcharse. La mayoría de ellos llevaban puestos unos cascos de seguridad metalicos con una etiqueta de color verde, pero en cambio el que tenía delante era rojo, lo cual indicaba que podría ser el jefe que dirigía al grupo de operarios.

-Disculpe señor -le llamo con tono cortes.

-¿Si? -pregunto con tono apurado, se le notaba cansado de trabajar.

-¿Han asegurado todo el cargamento? -pregunto manteniendo una mirada firme.

-Así es señor, hemos cargado las tres cajas que formaban el cargamento. Las hemos dejado metidas en el camarote formando un nudo enredadero -comento señalando todas las acciones que cometieron durante el transporte.

Kaos se extraño.

-¿Un nudo enredadero?

-Es un nudo que usamos para atar las cargas, enganchas varias cuerdas alrededor de las cajas, las unes a los costados y luego la estiras hacía cada extremo creando una enredadera parecida a la tela de una araña.

-¿Y eso os funciona?

-Es la mejor forma que conocemos para atar el cargamento sin que se suelte y se vaya golpeando durante el trayecto del viaje de vuelta. En cuanto regrese vera que no se han movido de su sitio en ningún momento.

Kaos se lo penso. Le parecía raro que usasen esa tecnica, pero si así lo hacían en todos sus traslados, entonces debía de funcionar.

-Muy bien -contesto conforme.

-¿Desea algo más señor? -pregunto, asumiendo que le sugiriria otra cosa.

Se le vino a la mente otra duda que le parecía mucho más importante que la otra.

-Si, ¿han revisado la nave?

-La nave la revisamos cuando llego.

-No, quiero decir ahora, ¿la han vuelto a revisar?

-Si señor, la hemos revisado para asegurarnos de que no haya habido ningún percance durante el traslado.

-¿Habeís revisado en todos los sitios?

-Si señor, en todas las secciones.

-¿La han revisado sus hombres?

Aquello pregunta dejo al hombre atonito y confundido.

-Si, la han revisado mis hombres de confianza, ¿pasa algo? -pregunto extrañado.

Con esto hizo que tuviese la certeza de saber que había algo raro.

-No, en absoluto -contesto con total positividad.

El hombre se mostro poco conforme, como ofendido.

-¿Algo más?

-No, ya esta todo lo que quería preguntar -esbozo una sonrisa picarona.

Arqueó la ceja esbozando una mirada amarga y entonces se marcho regresando con los demás operarios que ya se estaban retirando. La grua se fue alejando al igual que otros operarios que estaban conduciendo carretillas eveladoras, no se había fijado en eso hasta ahora. Debían de usarlas para subir las cajas y engancharlas a la grua. Los vio alejarse mientras se ponía a pensar en las posibilidades que había de que algúno de ellos hubiese instalado algo que le provocase la muerte. Dudaba de que lo hubiesen hecho, pero ahora tenía las mismas sospechas que tenía Vergo con respecto a la posibilidad de que hubiese un virus en los artilugios.

Justo en ese momento se le acerco Gurcy, observando la escena. Giro la mirada notando que esbozaba una expresión arcaica que indicaba que vio y escucho toda la conversación que mantuvo con el operario jefe. Solo con ver su mirada le hizo intuirse que conociendole bien sabía lo que pensaba y lo que le propondría.

-Asegurate de mirar bien el barco -le pidio explicitamente.

-Si -confirmo.

-Y asegurate de que el contenido de las cajas es el correcto -añadio.

-Si -confirmo largando un tono más grave.

Desconfiaba de que los Banqueros le dejasen marchar tan facilmente. Sentía que le harían algo de algúna manera, posiblemente le metiesen una bomba para que explotase al salir o quizás los artilugios no estaban en las cajas. De ser así, se ocuparía de darles su merecido y de recuperar lo que le pertenecía.

Lo dejo estar y se dio la vuelta dispuesto a marcharse.

Los tres se juntaron de nuevo y se pusieron a subir por la tabla mientras veían como los marineros estaban retirando las cuerdas atadas a las argollas. Una vez arriba cada uno se puso a hacer una cosa. Fraymus se puso delante del timón, pretendía encargarse de dirigir la nave esta vez, Gurcy se marcho dispuesto a cumplir con su trabajo de asegurar la carga o buscar cualquier indicio que resultase sospechoso. Kaos se queda proa observando con añoranza el Banco de Piedra, a pesar de que odiaba a su gente, apreciaba las edificaciones y las estructuras que conformaban el lugar, era algo insolito que solamente podía verse en ocasiones, y venir aquí fue una de esas ocasiones.

Bajo la mirada y observo que Kirton le estaba mirando con una expresión cinica que indicaba que tenía algo más que decirle. No tenía más ganas de seguir jugando a su juego, pero si iba a irse necesitaba saber una ultima cosa más.

-¿No vienen los Banqueros a despedirse de mi? -le pregunto con ironia.

-Ya sabe que están ocupados con sus asuntos -le contesto indirectamente.

-Lo se -reafirmo decepcionado, esperaba una respuesta incredula como las que había estado soltando hasta ahora para determinar que todo este acto lo hacía por puro capricho, pero era demasíado arrogante hasta para hacer eso a ultimo momento.

-Si quiere les puedo pasar cualquier cosa que quiera que les diga -le recomendó.

Kaos se puso a pensar en eso, al principio tenía ganas de agradecerles por haberles permitido obtener la tecnologia. Pero ahora que se estaban marchando por obligación, y sin saber si era por propia exigencia de los Banqueros, no sabía que decir, cualquier cosa que mencionase podría aparentar ser un insulto a su buena generosidad. Pero a pesar de ello necesitaba decir algo para mostrar que estaba conforme con la visita.

-Diles que agradezco que me hayan perdonado -le comentó.

Kirton acepto conforme.

-Espero volver a verle de nuevo teniente Kirton -se despidió cordialmente de él.

-Lo mismo digo, también espero que peuda resolver sus problemas -le recomendó con un tono condesciente. Se dio la vuelta y se marcho.

Kaos quedo indeciso al ver que hasta cuando se iba, continuaba atacandole para demostrarle cuanto le menospreciaba, le parecía algo inaudito ya que si esto hubiese ocurrido en Trollia, ahora mismo le cogería y le mandaría a morir de hambre en las mazmorras solo para hacerle saber lo que se siente. Pero ahora que se iba a ir le dejo estar, ya tuvo bastante en todo el dia, ahora lo único que necesitaba era regresar a su hogar y comenzar su operación de crear nuevas tropas actualizadas.

Fraymus activo los motores y giro el timón para dar la vuelta al barco, atraveso un canal contiguo al que usaron para entrar y de ahí fueron recorriendo el mismo camino con la misma marcha que al principio.

Kaos se sento y se quedo pensando de nuevo en todas las posibilidades que había de que los Banqueros hubiesen creado un complot para matarle. Dudaba de esa hipotesis ya que ellos nunca actuaban así, era parte de su politica y sus ideales. Pero también asumía que a lo mejor sabían lo peligroso que era debido a su imponente potencial para matar gente, lo cual suponía un problema para ellos, por eso mismo seguramente se habrían arriesgado a idear un plan para matarle y así sacarse de encima a un individuo que podría matarles o dominar el mundo facilmente.

No podía suponer nada de esto ya que hasta ahora no había pasado nada que le indicase lo contrario. La única forma de averiguar era determinar si no le habían colocado algún explosivo en la nave, y Gurcy se estaba ocupando de ello.

Continuaron navegando por el canal hasta que acabaron topandose conla escotilla que les permitía la salida del Banco, se detuvieron delante de la enorme puerta blindada y al instante la escolta de guaridas que vigilaban el acceso desde las esquinas de los muelles se agruparon apuntandoles sus armas en señal de estar precavidos por cualquier cosa. Que en realidad parecía más bien una maniobra creada para detenerles en caso de que quisiesen escapar por las malas.

Kaos giro la mirada y observo que del otro lado del muelle apareció el capitan Tyruss asomando la cabeza, mostraba una expresión incomoda como de no tener muchas ganas de volver a pasar por esta situación a pesar de que sabía bien que era su obligación y debía actuar con cortesia en estas circunstancias. Bajo las escaleras acompañado de una escolta de cinco guardias armados con fusiles, la mayoría de ellos llevaban sujetando una tabla de madera con unos enganches metalicos en los costados. Apoyaron la tabla y la estiraron hacía la nave, la engancharon a los bordes y luego el capitan Tyruss la cruzo seguido de otros tres guardias.

-Capitan Tyruss, ¿ha venido a despedirse de mi? -le pregunto vacilante.

-He venido para hacer una ultima inspección, ya sabe como funciona el procedimiento -le comento expresamente Tyruss.

-Si -reafirmo consciente de su comentario.

Al igual que ocurría cuando entraba, antes de salir se tenía que hacer una ultima inspección para comprobar de que todo estaba en orden y no se llevaba malintencionadamente algún aparato u objeto perteneciente al Banco de Hierro. Si resultaba que había robado algo, se le detenía y se le prohibía la salida.

Los guardias se dispersaron y se pusieron a registrarlo todo. Uno de ellos se dispuso a registrar el camarote de la nave cuando de pronto apareció Gurcy subiendo las escaleras. Se presento esbozando una mirada arcaica y seria.

-¿Que estaba haciendo ahí? -le pregunto Tyruss, sorprendido por su aparición.

-Le pedí que me registrara el camarote, que vigilase la carga -le comento Kaos.

-¿Porque lo ha hecho? -se cuestiono extrañado.

Aprovecho esta situación incomoda para preguntarle.

-¿No sabrá de algo relacionado con los Banqueros contra mí?

-De algo contra usted, no, nada. Solamente me han dicho que le dejase pasar una vez se dispusiese a salir -aclaro tomandoselo con modestia-. ¿Ha ocurrido algo con ellos?

No estaba dispuesto a contestarle ya que él era el que hacía las preguntas y el que sospechaba de que algo malo estaba ocurriendo.

-No, ha ido todo estupendamente -contesto con tono bondadoso.

Tyruss sonrio halagado al ver que le parecía todo conforme.

-Me alegro -dijo, esbozando una simple mirada de satisfacción.

Kaos no quedo convencido de su conformidad, lo decía como si en el fondo sintiese que esperaba una respuesta redundante a que estaba

Estuvieron unos minutos registrando la nave hasta que todos regresaron confirmando que estaba todo en orden. Dicho eso, abandonaron el barco permitiendo que Kaos se marchase, levantaron la puerta y ambos la atravesaron pudiendo salir.

Kaos volvió a sentarse y entonces se le acerco Gurcy.

-¿Y bien? -le pregunto, queriendo saber su opinion sobre lo que descubrió.

-He abierto las cajas, el cargamento no es falso y no hay instalada una bomba -le comento con tono conforme-. Han cumplido con su palabra.

-Bien -asintio satisfecho.

Suspiro aliviado al ver que no le engañaron ya que deber haber querido matarle, estaría ahora mismo planeando una guerra contra ellos. Menos mal que no se dejo engañar por malos pensamientos ya que sino hubiese cometido un error imperdonable al mandar tropas para destruir todo el Banco de Hierro, no era una opción de su agrado, pero la podría haber cometido.

Decidió dejar de pensar en eso y se puso a indagar en que iba a hacer una vez regresase a casa, ya que en cuanto se pusiese a trabajar con la tecnologia, sentía que las cosas iban cambiar de nuevo, y desconocía si a mejor o peor.