La muchacha de cortos cabellos castaños, a pesar de tener medianamente la visión obstruida, al mantener el rostro oculto tras la capucha de su capa negra, pudo reconocer automáticamente el lugar en el que ahora se encontraba, todo era tal y como la ultima vez que estuvo ahí, y si bien era fácil perderse por el sinnúmero de pasillos y escaleras de ese enorme laberinto, se limito a seguir a su guía, quien le mostraba el camino a través de los oscuros corredores, que a penas y si eran tenuemente iluminados por las incontables antorchas que se extendían infinitamente, con esa luz dorada que jamás se extinguía.
Tal vez aquel sitio era el lugar mas seguro y protegido de todo el reino, incluso más que el propio palacio de la familia real de Clow, y con bastante razón lo era, pues ahí se resguardaban los cinco pilares que sostenían el equilibrio y balance de todo el mundo mágico.
Sakura siguió calladamente a la profesora Mizuki por varios minutos, antes de detenerse frente a una enorme puerta de madera, la cual tenía gravados numerosos símbolos mágicos en su portada, todos ellos tallados en alto relieve. La mujer de cabellos castaños rojizos recito una especie de conjuro, al terminar con su ultima letanía los símbolos brillaron en un verde intenso y la puerta se abrió ante ellas.
Por unos segundos, una cegadora luz que provenía del interior dificulto la visión de la castaña, mas cuando la luz se disipo, esta pudo ver como su guía le hacia una pequeña indicación con la cabeza para que le siguiera, inmediatamente le alcanzó, entrando así en el interior de una majestuosa y enorme sala blanca, cuyo piso estaba tan reluciente, que la castaña pudo ver su silueta reflejada, pero a pesar de la firmeza del piso, este se tornaba liquido, pues a cada paso que daban se desencadenaba un reacción ondulante acuosa en el.
Las paredes eran estalactitas de cristal, con hermosos reflejos multicolores, que se asemejaban a los del arco iris, con cascadas de agua limpia y pura corriendo por ellas, dicha agua parecía ser la que producía ese extraño efecto en el piso. En el centro de aquel salón circular, estaban situados en un semicírculo once ancianos con túnicas tan blancas como el salón mismo, estos se encontraban sentados alrededor de una pilastra de cristal que retenía una sustancia plateada en su interior.
- Maestro, aquí esta la señorita Kinomoto – la mujer hizo una reverencia frente al anciano que se encontraba justo al centro del semicírculo, este sostenía una especie de báculo en la mano derecha, lo que indicaba que se trataba de la cabeza del consejo. El viejo levanto levemente la cabeza para ver a la aludida por encima de la capucha de su túnica blanca.
- Acércate por favor Sakura... – dijo con voz apacible el anciano, la joven obedeció al instante, dirigiéndose al centro del salón lentamente, con pasos bastante cautelosos, hasta que quedo de frente a él – como ya se te ha explicado en el mensaje, es momento de que tomes tu lugar como guardián supremo de los pilares, a esto yo te pregunto ¿estas absolutamente conciente de cual será tu responsabilidad para con el mundo mágico de ahora en adelante?
- Lo sé y estoy de acuerdo en cumplir con mi destino – respondió con firmeza, después de todo ya no tenia nada que perder.
- Entonces, aceptas plenamente las pruebas que se te presentaran por mas difíciles que sean.
- Lo hago y por lo tanto asumo las consecuencias que esto acarree – sus palabras eran tan firmes y decididas, que ella misma estaba sorprendida de la seguridad con que se expresaba
- Si comprendes todo ello como dices, es tiempo de dar inicio a tu prueba de iniciación, que se encargara de purificar tu alma y espíritu – el anciano hizo hincapié en estos dos puntos, pues era de suma importancia que la joven los entendiera perfectamente – esta será la primera y la mas importante prueba que tengas que afrontar en tu camino, pues inmediatamente después de completar la misión que se te asigne, asumirás tu lugar correspondiente como guardián supremo – hizo una pequeña pausa antes de continuar, ya que lo que seguía era bastante delicado – sin embargo eh de advertirte, que de cumplir exitosamente esta prueba, todos tus recuerdos serán automáticamente borrados de tu memoria, no recordaras tu pasado y tu única meta de ahora en adelante será la de proteger al mundo mágico de todo mal, por ultima vez te pregunto ¿estas dispuesta a dejarlo todo atrás?
- Si... – se expreso con seriedad, manifestando en sus palabras una firme convicción de lo que estaba a punto de hacer, aunque si bien en su interior empezara a desatarse una tremenda batalla de su cerebro contra sus emociones, que se negaban a olvidar a todos sus seres queridos.
- Entonces que así sea, en este momento se te devolverán tus poderes mágicos, por favor no te muevas – la joven se quedo quieta, cerrando sus ojos al sentir como un poder conocido empezaba a recorrerla de pies a cabeza, a medida que el maestro anciano recitaba un conjuro en una lengua desconocida para ella, cuando abrió sus ojos, pudo sentir a plenitud como todo su poder corría de nuevo por sus venas – extiende tu mano – la joven hizo lo que este le pidió y en instantes una llave con la punta en forma de estrella, apareció en su palma y alrededor de ella, cincuenta y dos luces resplandecientes que adoptaban la forma de cartas, la joven extendió su otra mano y al instante la cartas se dirigieron a ella, apilándose en un solo mazo – ahora puedes empezar la prueba – el anciano golpeo una vez el piso con su báculo, produciendo un golpe seco, que hizo que una de las paredes de cristal se abriera en dos, fue entonces que la joven comprendió que debía entrar ahí, lo cual hizo sin cuestionar nada; al momento que desapareció por la entrada, esta se cerro automáticamente tras ella, sin dejar evidencia alguna de la abertura antes hecha.
- Maestro¿cree en verdad que ella pueda lograrlo? – hablo finalmente la mujer castaña que hasta ahora había guardado silencio al mantenerse al margen de la situación.
- No tengo la menor duda de ello... – respondió tranquilamente su viejo maestro.
- ¿Aun cuando ella no sea la indicada para tomar ese lugar? – le miro inquisitiva, se sentía ciertamente impotente por lo que el consejo le estaba haciendo a esa niña, la cual en cierta medida se había ganado su cariño y respeto.
- No nos queda otra opción, la prisión de la bestia esta por desaparecer y esa niña es la única que posee un poder similar al del pilar perdido – dijo con cierta pesadumbre el anciano – el oráculo jamás pudo mostrarnos la verdadera identidad de aquel o aquella guardián, que verdaderamente poseía el poder del pilar central, ahora solo es cuestión de días, e incluso horas para que la bestia escape, ya no tenemos tiempo para buscar la pieza faltante, solo nos queda esperar que no haya ningún problema y que ella pueda con la enorme responsabilidad que ha recaído sobre sus hombros, después de todo, en su destino estaba escrito que se convertiría en guardián, aunque si bien no fuera el principal...
Capitulo 17
El nacimiento de un mago
- Mamá estas bromeando ¿verdad? – dijo mas que incrédulo el joven de ojos ámbar.
- Por supuesto que no Syaoran... – le respondió con total seriedad su madre – lo que te he contado es la verdad de nuestro origen...
- Todo suena tan descabellado que me es imposible siquiera encontrarle una lógica – el joven hizo su cabeza para atrás, recargándose con pesadez en el respaldo del sillón, pasando una mano por frente, para posteriormente alborotar desesperadamente su ya de por si rebelde cabellera – lo que me estas diciendo es que Sakura es una hechicera de una dimensión alterna, y que tú, el ser humano mas normal que eh conocido, también lo eres... no, simplemente no puedo creerlo...
- Es la verdad Syaoran, y no solo somos Sakura y yo, nunca te has preguntado¿por qué es que te pasan todas esas cosas extrañas solo a ti...? – la mujer tomo cuidadosamente la mano derecha de su hijo entre las suyas, obligándolo a que se girara un poco para verle directamente a los ojos – como cuando eras mas pequeño, y las visiones de tus sueños se volvían realidad, o cuando decías ver todas esas siluetas sin rostro que tanto miedo te causaban, e incluso tu capacidad para sentir ciertas presencias que creías solo estaban en tu imaginación... dime ¿qué explicación le encuentras a eso?
- Tú misma me lo dijiste una vez, eran solo alucinaciones y nada más... – siguió con aquel escepticismo, le era muy difícil creer lo que a su parecer solo eran disparates.
- Lo dije porque quería que tuvieras una vida normal, como la de cualquier otro niño de tu edad...
- Mamá, es que escúchate, se oye tan absurdo que no puede ser cierto, de ser así yo seria... yo seria un mago o algo así...
- Exacto, eso es lo que eres, un mago con poderes sorprendentes que aun no han descubierto su propio alcance... – el chico solo pudo dar un hondo suspiro para tranquilizarse, tratando de analizar mas objetivamente la situación, ya que después de todo, no creía a su madre capaz de jugarle una broma tan pesada, por mas irracional que se escuchase todo lo que le estaba contando.
- Suponiendo que todo lo que dices es cierto¿por qué jamás eh podido hacer magia?
- Creo que eso ha sido mi culpa... – la mujer bajo un poco la vista para mirar sus manos aun entrelazadas, dando igualmente un hondo suspiro en el transcurso – cuando naciste selle tus poderes, pero a pesar de que tu magia estaba fuera de tu alcance, las sensaciones, como el poder percibir las presencias sobrenaturales, permanecieron intactas, ya que esa es una de las pocas habilidades que los hechiceros retenemos aun a pesar de perder nuestros poderes mágicos, no obstante, lo que me preocupaba un poco eran las premoniciones, ya que estas no son muy comunes, raros hechiceros nacen con ese don.
- Entonces cuando predije el accidente de papá... – se enderezo de golpe, abriendo desmesuradamente los ojos, mientras una gota de sudor frío cruzaba por su frente, pues de un momento a otro algunas cosas comenzaban a tener bastante sentido para él.
- Si... – respondió secamente bajando la mirada con tristeza.
- No puede ser... entonces si yo... si yo lo haya sabido hubiese podido evitarlo, quizás... – su madre le interrumpió abruptamente, al notar como este comenzaba una vez mas a culparse por lo ocurrido, le tomo mucho trabajo convencerlo de lo contrario cuando tuvo ese terrible sueño y días después su padre falleciera.
- No Syaoran, eso no fue tu culpa, aunque puedas ver el futuro eso no significa que puedas modificarlo, si en el destino estaba escrito que las cosas sucedieran así, nada ni nadie podía haberlo cambiarlo, ni siquiera tu, un niño que en ese entonces solo tenia siete años... – dijo de manera severa para inmediatamente ablandar su duro semblante – por favor, ya no debes preocuparte y mucho menos culparte por eso... además, de alguna manera creo que bloqueaste esa habilidad, desde entonces no has tenido otra premonición ¿o me equivoco?
- No te equivocas... – murmuro mostrando aturdimiento por unos segundos, para finalmente preguntar algo que tenia en mente desde que empezó a creer lo que su madre le decía – ¿papá también era un hechicero?
- No, él era un humano... – le sonrió con apacibilidad, pues al parecer su hijo ya comenzaba a aceptar sus palabras, en cierta medida estaba aliviada de que lo estuviese tomando con tanta calma – creo que para que comprendas mejor todo lo que te digo, debo contare como fue que llegue a este mundo...
- De hecho, me gustaría escucharte... – se mostró más sereno.
- Bien... – dijo complacida – entonces como ya te dije antes, yo solía ser una hechicera... – empezó a relatarle con calma su madre, haciendo que el castaño le prestara su completa atención – pero digamos que no era como las demás, sino... hum... ¿cómo decirlo...? – puso pensativamente por unos segundos su mano derecha sobre su barbilla hasta que encontró la palabra adecuada – yo diría mas bien rebelde... – el castaño sonrió un poco ante el comentario, no podía imaginar a su madre, la seriedad personificada, cometiendo algún acto delictivo – sin embargo yo no era la única que se metía en problemas – prosiguió – ya que Nadeshico, la madre de Sakura, era por lo regular mi cómplice en la mayoría de las travesuras que cometía, y por consiguiente también era mi entrañable compañera de castigos... sabes, las dos nos conocimos cuando cursábamos el cuarto año de magia básica, desde ahí nos hicimos muy buenas amigas...
- Pero yo creí que la madre de Sakura era tu prima... – el ambarino se mostró algo confundido.
- Sé que eso fue lo que dije, pero mas adelante te aclarare ese punto ¿de acuerdo...? – sonrió con delicadeza al ver como su hijo hacia un pequeño ademán afirmativo con la cabeza, que le indico que podía continuar con el relato – cuando ambas teníamos dieciséis años, justo en el ultimo año de magia intermedia, poco antes de la graduación las dos nos vimos envueltas en un pequeño incidente que provoco que medio colegio desapareciera en una explosión mal calculada... como consecuencia, nuestros padres decidieron que ya habían tenido suficiente de nuestra desastrosa conducta y por consiguiente ya era tiempo de ponernos un alto, pues a pesar de que éramos muy jóvenes, dominábamos perfectamente la magia avanzada, algo muy similar al caso de Sakura... creo que heredo muy bien la capacidad de meterse en problemas de su madre...
- Entonces eras una clase de pequeña terrorista en potencia... – bromeo el castaño, al vislumbrar a su madre camuflajeada como un militar, con tiras de explosivos y armas en los costados, tirando granadas a diestra y siniestra.
- Si, creo que eso mismo pensaron mis padres, ya que como castigo nos enviaron a Nadeshico y a mí al mundo humano durante todo un año, privándonos de nuestros poderes mágicos y sin darnos posibilidad alguna de escape.
- ¿Es por eso que ya no tienes magia?
- No exactamente... – dijo ella, dedicándole una involuntaria sonrisa al rememorar su pasado – la razón por la que me quede aquí fue otra muy distinta – hizo una pequeña pasusa antes de proseguir – luego de permanecer un par de meses como una simple humana, las cosas se tornaron mas y mas difíciles, aunque si bien tenia a Nadeshico a mi lado, cada día me sentía mas sola, atrapada con los humanos, mi mayor pesadilla hasta entonces, en un mundo con costumbres muy diferentes a las mías, sin magia y con la incertidumbre de saber si algún día regresaría a Clow... todo eso me estaba consumiendo lentamente, pues yo no parecía adaptarme tan fácilmente como lo hacia Nadeshico, y cuando creí que había tocado fondo, fue que conocí a esa persona que me hizo cambiar la forma de ver la vida...
- Te refieres a... – su madre asintió positivamente, para indicarle que se trataba de la persona que pensaba.
- Así es, conocí a tu padre – una diminuta sonrisa se dibujo en los labios del castaño, ya que pocas veces su madre tocaba ese tema – sabes, él era muy parecido a ti, y lo digo en todos los aspectos – la mujer le miro con infinita dulzura, pues físicamente el castaño era la viva imagen de su marido – cuando nos conocimos todo fue un desastre, lo que en gran medida fue por mi declarada antipatía por los humanos, mas a él parecía no importarle que lo despreciara, ya que nunca se dio por vencido, y así, sin saber como, se fue ganando mi confianza y cariño, pero no fue hasta que llego el momento de regresar a Clow que me di cuenta que estaba enamorada y que si me iba en esos momentos, perdería para siempre aquella felicidad que seguramente ya estaba predestinada para mi.
- Entonces te quedaste...
- Si, y aunque a mis padres no les hizo mucha gracia mi decisión, pues ellos insistían en decirme que echaría por la borda el brillante futuro que tenía por delante, al ser según ellos "un prodigio de la magia", pero a mi no me importaban esas cosas, ya que después de todo estaba con la persona que yo mas amaba, y por lo tanto tuve que renunciar a mis poderes... en el mundo mágico existe una ley que prohíbe que los humanos vivan ahí bajo ninguna circunstancia, igualmente que un hechicero no puede vivir en este mundo, o al menos no con sus poderes, pues esto desencadenaría un desequilibrio entre dimensiones.
- Así que renunciaste a todo por papá...
- Lo hice, y lo volvería hacer otra vez, pues sin duda ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, eso lo confirme tres años después, cuando me case con él y posteriormente al año, cuando tu entraste a nuestras vidas... tanto tu padre como yo estábamos muy felices con tu llegada – de repente los ojos negros de la mujer se nublaron – pero como ya te explique, un hechicero no puede vivir en el mundo humano teniendo poderes mágicos, y tu Syaoran, estabas predestinado a poseer magia por mi culpa, así que no me quedo otro remedio que sellar para siempre tus poderes, o de lo contrario tu tendrías que ir a vivir al mundo mágico, se que fue algo egoísta de mi parte, pero yo no podía apartarte de mi, no siendo tan pequeño...
- Mamá, lo entiendo, se que lo hiciste para protegerme, no tienes nada que reprocharte... – expreso afabilidad en sus palabras al ver el rostro afligido de su madre.
- Tal vez, pero era mi deber decírtelo, darte a escoger...
- Y de haber escogido yo seguiría en este mundo... – dijo con firmeza – todo lo que quiero se encuentra en este lugar y por nada lo dejaría.
- ¿Estas seguro? – la mujer clavo inquisitivamente sus negros ojos sobre la figura de su hijo – Sakura no pertenece a este mundo... – al ver como su hijo se quedaba callado, la pelinegra decidió romper el silencio – ella llego aquí por la misma razón que yo, al ser amigas de la infancia, su madre me confió su cuidado con la esperanza de que ella pudiese dominar su carácter, tal y como ella lo había hecho en el pasado, tuvo mucha razón en hacerlo, pues al final Sakura logro aprender de sus errores, dominando su soberbia y su actitud vengativa, todo gracias a ti... pero ahora que ha vuelto a su mundo¿estarías dispuesto a renunciar a todo por estar a su lado? – el joven considero sus palabras por unos segundos antes de dar su respuesta.
- Si, lo haría, estaría a su lado no importando que... – esta vez no dudo en dar su respuesta, por lo que su madre solo pudo sonreír ante el comentario, pues ella valla que lo pensó antes de quedarse a vivir para siempre en ese mundo.
- Muy bien Syaoran, entonces solo queda una cosa por hacer – la mujer se levanto de su asiento en el sillón que compartía con su hijo, el castaño observó atentamente cada uno de sus movimientos.
Esta se dirigió hasta la chimenea, para posteriormente presionar un ladrillo de la parte superior, que dejo al descubierto un compartimiento secreto, la mujer saco una valija negra de ese lugar, antes de presionar otra vez el mismo ladrillo para que el compartimiento desapareciera nuevamente.
- ¿Q-que es esto? – cuestiono algo confundido, cuando su madre le entregaba la valija negra que con anterioridad había sacado del compartimiento.
- Esto Syaoran, es lo que necesitaras para poder canalizar tu magia una vez que sea liberada – el chico tomo con precaución la valija, en ella había tres objetos por demás extraños, un espejo, un fajo de pergaminos y una esfera negra que parecía ser el amuleto de un templo.
- ¿Y como se supone que voy a utilizar esto? – el chico aun miraba dudosamente los extraños objetos que sostenía.
- Primero lo primero... – sonrió la mujer, tomando el espejo circular de sus manos, colocándolo frente a ella, para leer la inscripción con runas que tenia en el borde del marco, cuando recito la ultima frase, el espejo dejo de reflejar su reflejo, poniéndose nebuloso, cuando la niebla del interior se disipo, en su lugar apareció el rostro de una hermosa mujer de cabellos grisáceos – hola Nadeshico, cuanto tiempo sin verte...
- ¡Yelan! – exclamo felizmente la de cabellos grisáceos – esto es una verdadera sorpresa amiga.
- Lo sé, pero necesito pedirte una favor... – dijo sin mayores rodeos, adoptando bastante seriedad en su semblante.
- ¿De que se trata? – cuestiono al instante.
- Es sobre Syaoran, necesito que quites el sello de sus poderes... – y aunque la mujer del otro lado del espejo se vio ligeramente turbada, inmediatamente accedió.
- Enseguida estaré ahí – mostró igual seriedad que la pelinegra, desvaneciéndose en el reflejo del espejo.
- ¿Q-qué... que fue todo eso? – el chico se alarmo un poco, pues si bien ya había aceptado su origen, lo cierto era que este aun le causaba cierto temor, antes de que su madre le diera una respuesta, el castaño pudo sentir una presencia que provenía de otro punto de la habitación.
- Muy bien Yelan, ya estoy aquí... – el castaño se quedo prácticamente con la boca abierta al ver a la hermosa y distinguida mujer de largos y ondulados cabellos grisáceos que acababa de aparecer en su sala.
- Gracias por venir Nadeshico, se que estas muy ocupada, pero en verdad necesito tu ayuda...
- Descuida, no tienes nada porque disculparte, una promesa es una promesa... – simplemente Syaoran no podía creer que se encontrara frente a la madre de Sakura, él siempre creyó que seria una mujer fría e insensible, pero en su sonrisa se podía percibir bastante calidez, además de que de ella emanaba una muy agradable presencia – y tu debes de ser Syaoran – se volvió al joven castaño, sonriéndole con gentileza – ha pasado mucho tiempo la ultima vez que te vi...– el castaño dirigió su mirada confundida a su madre, lo que esta pudo interpretar en sus ojos fue algo como "¿ella me conoce?"
- Nadeshico fue en realidad quien sello tus poderes... – se apresuro a contestar su callada pregunta – sin magia yo no podía hacerlo por mi misma.
- Así es... cuando Yelan me lo pidió yo accedí con gusto a hacerlo... – mantuvo esa agradable sonrisa en sus labios, dirigiéndose completamente al castaño – pero puedo preguntar ¿por qué es que quieres tus poderes de vuelta, ya has de saber que no podrás vivir en este mundo mientras poseas magia.
- Lo sé, pero para mi es mas importante estar al lado de esa persona... – respondió con seriedad, ganándose una sonrisa más amplia de la mujer que tenia frente a sí, quien inesperadamente lo abrazo.
- Estoy segura que ella siente lo mismo que tu... – le dijo en voz baja al oído, separándose con calma de él, y antes de que pudiera preguntarle cualquier cosa, la de cabellos grisáceos aclaro sus dudas – sé que piensa que no me preocupo por su bienestar, pero la verdad es que no hay un solo momento del día en que Sakura no este presente en mis pensamientos... – el castaño se percato como su sonrisa se tornaba triste – aun no entiendo como fue que nos distanciamos tanto, de la noche a la mañana ya no era mas esa pequeña niña que siempre acudía a mi cuando algo le preocupaba, pero es que ella estaba experimentando tantos cambios en su vida, que aunque varias veces intente acercarme, siempre terminaba rechazándome, por lo que al final decidí darle su espacio para que pudiera pensar, ese fue el peor error que pude cometer, ya que mi pequeña se distancio mucho mas y jamás regreso a mi...
- Yo sé que en el fondo ella sabe muy bien todo esto... – empezó a decirle con apacibilidad el ambarino – si una cosa eh aprendido los últimos días, es que solo es cuestión de hablar frente a frente para que se aclare los malentendidos...
- Si, creo que tienes razón... – la mujer le dedico una nueva sonrisa, limpiándose disimuladamente algunas lagrimas que había dejado escapar sin querer – pero basta de tristezas, no tenemos tiempo para esto... debemos darnos prisa, Sakura en estos momentos ya debe estar con el consejo de ancianos, así que manos a la obra... – Nadeshico se desprendió de la cadena dorada que colgaba de su cuello, tomando la llave en forma de sol en su mano, extendiéndola al frente para posteriormente recitar un conjunto – llave que guardas el poder del sol, muestra tu verdadera forma ante Nadeshico, tu ama y señora... ¡libérate! – un resplandor dorado apareció en la palma de su mano, mientras la pequeña llave se alargaba hasta adoptar la forma de un báculo dorado con un resplandeciente sol en el extremo superior.
- ¡Wow¿están seguras de que yo podré hacer eso? – dijo el ambarino totalmente maravillado por la demostración.
- Eso y mucho mas mi querido Syaoran... – punteo la de cabellos grisáceos guiñándole un ojo – ahora colócate ahí y por favor no vallas a moverte – señalo un punto vació de la sala, el otro rápidamente obedeció, situándose en el lugar indicado – por el poder del sol que se me ha confiado, rompe el sello que mantienen atados los poderes de este joven... ¡ahora! – exclamo fuertemente, al instante un circulo mágico con el símbolo del Ying y el Yang apareció bajo los pies del castaño, mientras una cegadora luz blanca inundaba completamente la habitación, para después quedar inmersa en la mas negra oscuridad.
Syaoran pudo sentir como un fuego antes desconocido para él, recorría cada centímetro de su cuerpo, lo extraño de ese fuego era que no le quemaba, al contrario, sentía una gran calidez, cuando todo hubo terminado y aquel calor se había ido, su cuerpo se sintió realmente cansado, una cansancio tan pesado como jamás lo había sentido antes, lo ultimo que pudo ver antes de perder completamente el conocimiento, fue la silueta de las dos mujeres que se aproximaban rápidamente a él.
- Yelan... – murmuro con cierto nerviosismo la de grises cabellos a su amiga, mientras le ayudaba a recostar al castaño en uno de los sillones.
- L-lo sé... – respondió tan nerviosa como ella – jamás pensé que pudiera poseer tal cantidad de poder.
- ¿Crees que hicimos lo correcto al privarlo de sus poderes? – le miro titubeante pues nunca había presenciado tal demostración en toda su vida, ni siquiera con su hija.
- Ahora no estoy tan segura Nadeshico, solo espero que pueda controlarse... – miro la figura durmiente su hijo y un terrible presentimiento se apodero de ella.
- Lo mejor será que me quede a tu lado por lo que pueda pasar, hablare con Fujitaka para avisarle – fue como si adivinara sus pensamientos, pues sin mas puso conciliadoramente una mano sobre su hombro – no te preocupes, él estará bien...
- Gracias... – con una diminuta sonrisa le agradeció sinceramente el gesto.
- Ahora ¿que te parece si preparo un poco de té, mientras esperamos a que Syaoran despierte... – cambio rápidamente de tema para alivianar la tensión, tratando de ubicar con la mirada la cocina – hace años que no hago esto a la forma humana... – dijo ligeramente emocionada, perdiéndose en la entrada de la cocina luego de por fin ubicarla.
- - -
La joven de mirada esmeralda se encontraba caminando por un estrecho y oscuro pasaje de lo que parecía ser una caverna que se extendía interminablemente, y aunque estaba siendo auxiliada por la carta de la luz, lo cierto era que esa oscuridad se tragaba su poder, limitando la luminosidad que de ella pudiera emanar.
A cada paso que daba sentía una mayor ligereza en sus pensamientos, los cuales se tornaban mas distantes al igual que sus recuerdos y temores, ahora solo sentía una enorme tristeza en su corazón, sin un sentido aparente.
Todavía no le había sucedido nada extraordinario, pero según se adentraba en las profundidades de la caverna, los sonidos de sus propios pasos desaprecian y la oscuridad absorbía más ferozmente la luminosidad que irradiaba la carta.
Fue unos metros mas adelante que las cosas empezaron a complicarse, al distinguir como una figura que se movía ágilmente entre las sombras. Instintivamente la castaña retrocedió un paso en el instante en que vio como esa supuesta sombra se acercaba mas a ella, sin pensarlo dos veces tomo una carta de su mazo, el cual había guardado en uno de los bolsillos de su capa negra.
Tiro la carta al frente, y mientras esta permanecía aun en el aire girando, extendió su báculo en forma de estrella hasta tocarla con la punta, gritando fuertemente "¡Espada!", al instante la carta desapareció, fusionándose con el báculo, que en medio de una cortina de humo rosado, se convirtió en la espada conjurada.
En ese momento la sombra, que fue adoptando la forma de un terrible ser oscuro, larguirucho, con brazos y piernas extendidos y deformados, se abalanzo sobre ella, en ningún momento la chica se acobardo, protegiéndose con la espada de su ataque, pues las puntas de sus largos dedos negros, eran como afiladas cuchillas.
Por unos segundos resistió la envestida, hasta que un nuevo movimiento de la bestia rompió el contacto, haciéndola caer de espaldas al piso, soltando su espada por la inercia del golpe, estaba a punto de recibir la segunda envestida, cuando se aparto justo a tiempo, rodando en el piso cavernoso hasta llegar a su espada, en fracción de segundos la bestia redirecciono su ataque hasta donde ella se encontraba, pero antes de concluirlo, la castaña empuño su espada, atravesándolo de lado a lado.
El ser oscuro se desvaneció en el aire, en una gran cortina de humo negro, la chica se sintió muy agitada por el esfuerzo y por el sobresalto que aquel inesperado encuentro le había causado, cuando entro en la cueva no sabía con certeza a que se enfrentaría, pero ahora le quedaba claro que tenia que hacer uso de todas sus habilidades como hechicera si quería salir de ahí con vida.
Después de tomarse unos segundos para normalizar su respiración se puso de pie, continuando su camino, mas en esta ocasión poniendo todos sus sentidos alertas, ya que no sabía que nuevos desafíos tendría que afrontar de ahí en adelante.
No se equivoco en lo absoluto al pensar que su situación se tornaría difícil, ya que mas adelante nuevas figuras oscuras y deformes se presentaron en su camino, enfrentando una fiera batalla por su supervivencia, invocando casi todo su mazo de cartas mágicas, desde la carta del viento, hasta la carta del escudo, que era la que mas continuamente utilizaba.
Siguió avanzando, en ese largo y oscuro pasaje sin fin, sin volver la mirada atrás, pues el camino hasta ahora recorrido, se quedaba en el pasado, tal y como lo hacían todos sus recuerdos, que ahora se vislumbraban más lejanos que nunca.
Continuara...
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Lo prometido es deuda, y esta vez si pude actualizar mas rápido (XD), o al menos fue mas rápido de lo acostumbrado (n.nU), ahora si me tomare un pequeño receso pues la verdad es que aun no tengo muy claro lo que valla a suceder en el siguiente capitulo, es que siempre me sucede que tengo la idea general del capitulo, pero a la hora de materializar esa idea se me complica todo y no se ni como empezar a escribir lo que pienso, por lo que no sé cuanto tiempo pase hasta la próxima actualización (espero y no sea mucho (ú.ú).
Mejor ya no hablare de cosas tristes, en esta ocasión solo aprovecho para darles las gracias por todos sus comentarios y también quiero pedirles una enorme disculpa por no habérselos podido contestar hasta ahora (u.u), es que diario ando a las carreras y casi siempre que entro a internet es nada mas para subir el capitulo, pues hasta para escribir el capitulo me hago la loca dizque haciendo la tarea y es ahí cuando aprovecho, porque entre la escuela y el trabajo no me queda mucho tiempo libre que digamos (T.T), pero es que desde hace mucho quería hacer un pequeño paréntesis para agradecerles, sobre todo a: Sakura 14, Ana Isabel, Faithfrv, Lady Nux (gracias por darme siempre ánimos (n.n), Meryl, Marisaki (de veras muchas gracias por seguir desde el principio la historia), sakura princess, Hermy, AJcosmo, riza trisha H3CH1C3R4, sashakili, Carolina, anna15, pantera, Haruko Hinako, carina, liz, Megumivks, Soledad de los Angeles, Usako, cari, sAKU-aNELIZ, Romina Gomez, vivi-chan, tere-chan, Rocio, Basileia Daudojiu, shadow, Ades, f-zelda, VANGel DaNnieLiTa, nena05000, chouri, Asumi Tokugawa, karin, Estrella de oscuridad, sakura-hilary, marpesa fane-li, Lole.SkuAAA, rena, jose maria, Nakuru-Black, lucy, nolee SyS, NiNeTta, shirikosakura y aLexandrhàa… uff, eso fue largo (n.nU) pero a todos ustedes muchísimas, muchísimas, muuuuuuucísimas gracias (espero y no se me haya pasado nadie (¬¬U).
De veras que siempre tomo en cuenta todo lo que me dicen y pues, solo quería dejar claro esto y agradecerles por tomarse su tiempo cuando me escriben un comentario, ya sea bueno o malo, que si bien solo escribo por pasatiempo, igualmente me halaga el que haya alguien que le guste las locuras que escribo.
Ya me fui mucho de largo (n.nU), pero gracias de nuevo por todo, como sea, nos vemos el próximo capitulo...
c(")(") Atte. Usagui-star
