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LA DETENCIÓN
Spyro y su hermano fueron liberados de aquella oscura celda en la que habían estado metidos durante un buen tiempo, no tenían ni idea de cuanto había pasado, si horas o siquiera un día. Pero ahora lo único que importaba era que estaban libres y podían volver con la Madre Superiora para solucionar el asunto, o lo que sea que hubiese para concluir, ya que después de haber tenido esa severa conversación con Rocamauro, ahora no sabían que hacer a continuación.
Salieron por la puerta y un enorme desprendor lo cego, pasaron tanto tiempo en la oscuridad que ahora cualquier luz les parecía una explosión que impactaba en sus globos oculares. La vista se les aclaro y vieron que no se encontraban en un lugar cercano al pueblo, era una especie de sala ovalada dividida por secciones. Asomaron la cabeza por una barandilla mirando un enorme fondo de seis metros de altura, luego levantaron la cabeza viendo que habían muchos más pisos que llegaban hasta tocar un techo hecho de piedra caliza. Con razón ahora pudieron entender porque estaban encerrados, literalmente los habían metido en una carcel de verdad, seguramente una especializada para encerrar a delincuentes que vivían en el pueblo, y posiblemente ningúno de ellos sería un magmagolem. Se pusieron a andar por todo un camino repleto de celdas contiguas formadas por paredes metalicas de color marron claro, se veían oxidadas, como si nadie hubiese limpiado ningúna parte de las superficies en años. Fueron bajando por aquel camino que iba disminuyendo en forma de espiral hasta que más abajo hallaron a un par de golems que tenían una puerta abierta, salió un tercer golem y este hecho a Ermit y Vickam del interior.
-¡Agh! -grito Vickam mosqueado.
Ambos hermanos se miraron sorprendidos y marcharon levitando a verles.
-Chicos, ¿estaís bien? -les pregunto Spyro.
Vickam ayudo a Ermit a levantarse.
-Spyro, Sparx, estaís vivos -exclamó incredulamente Vickam.
-¿Que te pensabas? ¿Que estaban muertos? -le reprocho Ermit.
No pudieron evitar reirse de sus condescendientes comentarios.
-¿Que ha pasado? Estabamos en el mercado ayudando a los heridos y de pronto los golems nos cogieron y nos metieron aquí sin ningún motivo -contó Vickam mirando para ambos lados con tal de asimilar el asunto.
Eso fue otra cosa que le molesto a Spyro, ni siquiera fueron capaces de pedirles que les acompañasen, simplemente les cogieron como si fuesen piratas.
-¿Donde estamos? -continuo Vickam con un tono más paciente.
-Aparentemente estamos en una carcel hecha por los molekins -opino pensativo Spyro deduciendolo en base a la forma en como estaba construida la estructura del lugar.
-¿Nos han encerrado en una carcel? ¿Como delincuentes? -protesto Vickam.
-Más bien como prisioneros -terció indirectamente Sparx.
-¿Por que? -se cuestiono con tono calmado, le era tan rara esta situación que le resultaba imposible quejarse como solía hacer normalmente.
Ambos hermanos se miraron sabiendo que se lo tendrían que contar.
-Tenemos algo que contaros, pero es mejor que salgamos de aquí antes -recomendó Spyro sabiendo que lo que les iban a contar no les gustaría.
Los dos se miraron confiando en su palabra.
Los tres golems que tenían delante les hicieron un gesto con la mano para que les siguiesen, se giraron y se pusieron a andar sin esperarles. No sabían adonde les llevaban, pero Spyro asumió que les iban a sacar de ahí ya que no había nada más que hacer. Les siguieron mientras iban bajando por aquel camino de secciones en espiral.
Bajaron a lo que parecía ser un patio circular ocupado por la estatua de un molekin vestido con traje y llevaba puesto encima un casco de obrero, la figura era hecha de piedra caliza que ocupaba el centro. No había un indicativo de quien era, pero asumieron que debía de tratarse del molekin ingeniero que construyo la prision. Lo tenían ahí bien centrado venerandolo como si fuese un heroe, lo cual resultaba ironico viendo lo poco que parecían preocuparse de los molekins en realidad.
Continuaron adelante hasta que de pronto observaron que uno de los golems agarro la palanca de una puerta enrejada que ocupaba todo un extremo de la sala, la movió con fuerza hacía la izquierda revelando que del otro lado se encontraba un fondo negro que llevaba hasta una salida con luz anaranjada.
Asumieron que esa debía de ser la salida, marcharon con paso firme hacía la salida y en cuanto cruzaron aquel pasillo oscuro, los golems del otro lado cerraron la puerta sin siquiera esperar a que ellos se marchasen, la cerraron como impidiendo que volviesen a entrar ya que no los querían ver más.
Se sintieron extrañados de sus reacciones y continuaron adelante.
Se pusieron a andar por un camino elevado que daba a otra carretera comarcal. En cuanto cruzaron la calle alzaron la mirada para detenerse a ver cual era el sitio en el que estaban metidos. Era un enorme edificio con forma ovalada dividido por unas lineas que separaban las secciones de cada piso, era tan alto que llegaba hasta atravesar el tejado de piedras que cubría toda la zona. Ambos se miraron indecisos al darse cuenta de que aquella carcel estaba introducida en medio de una zona comarcal como si fuese algo normal, era la primera vez que veían algo así.
Se pusieron a andar por un barrio comarcal y mientras lo hacían, aprovecharon para contarles a Ermit y Vickam la razón por la que estaban encerrados. Les resumieron cada detalle con tal de que entendiesen los motivos por los cuales se produjo esta guerra y como ahora estaban más divididos que antes.
-¿Que? -exclamó alarmado Vickam-. ¿Lo dices en serio?
-Así es -confirmo serenamente Spyro-. Rocamauro fue el que inicio todo esto, y no piensa dar explicaciones de lo sucedido.
-Entonces hay que contarselo a la Madre Superiora -propuso Ermit.
Ambos hermanos se miraron sabiendo que tenían que cumplir con lo prometido, aún sabiendo que no les gustaría.
-No podemos decirle nada -le contesto Spyro.
-¿Como que no vamos a contarle nada? -protesto Vickam.
-Rocamauro nos exigió que fingiesemos que no hubiese ocurrido nada -añadio Sparx-. Si se lo decimos a la Madre Superiora, habrá represalias de su parte.
Vickam se lo tomo muy mal.
-Y una porra, no podemos permitir que ese monstruo de rocas crea que puede callar la verdad. Hay que luchar contra él y enseñarle a responsabilizarse de sus actos -protesto Vickam imponiendo la idea de combatirle.
-Para un momento Vickam, quizás Spyro tenga razón. No estamos ahora mismo en situación de entrar en pelea. Si lo hacemos posiblemente acabemos creando otra guerra en la que los molekins queden en medio de ello -argumentó Ermit razonando con él para que reflexionase sobre el tema.
Sonrio Spyro aliviado de ver que por lo menos Ermit tenía algo de sensatez. En cambio Sparx se estaba mostrando reticente, odiaba lo que pasaba con Rocamauro, pero le costaba aceptarlo, sobretodo después de la petición que le hizo.
-Pues al menos digamosle lo sucedido a la Madre Superiora -añadio-. A lo mejor ella encuentra una manera sutil de detener esto sin causar más violencia.
-Tampoco podemos hacer eso -objeto Spyro.
-¿Que? -chilló-. Pero venga ya, ¿estamos todos locos o qué?
-Lo siento mucho Vickam, pero esta me temo que es una situación muy diferente -se sincero Sparx con tono de culpa.
-De diferente nada, es lo mismo de siempre, lo único que cambió es que estamos en un mundo subterraneo rodeados de unas criaturas inmortales. Podemos encargarnos de resolver con esto como hicisteis conmigo.
-Pero esto no es como esa vez, es muy distinto y más dificil -le aclaro Spyro intentando de que lo comprendiese de buena manera.
Vickam se quedo sin saber que decir, se sentía decepcionado al ver que se oponía a luchar para defenderse este mundo de una injusticia.
-¿Que pensará Cynder de esto? -añadio considerablemente.
Cayo terriblemente en la cuenta de eso también, ahora no solo tenía que lidiar con la Madre Superiora y Magmus, sino que encima tenía que mentirle a la única dragona que conocía lo que estaba sucediendo. No sabía si era capaz de ocultarselo, pero sabiendo lo lista que era, le iba a resultar imposible.
-Se lo contare yo -decreto decidido de forma impulsiva.
-¡No! -gritaron ambos deteniendole.
Se miraron cerciorandose de que ahora estaban en una encrucijada.
-Mira Vickam, se que quieres hacer lo correcto, pero ahora me temo que tendremos que ocuparnos de esto de otra manera -razono compasivamente Spyro.
Vickam quedo muy descontento.
-Dejame a mi, dejame a mi pensar en como solucionar este problema, ¿vale? -le pidio otorgandole el beneficio de la duda.
Quedo menos descontento pero se sentía poco confiado de su palabra, se le acerco echandole una mirada amarga de decepción.
-¿Sabes? Me uní a ti porque vi que como intentabas de salvarme de verdad, pense que a lo mejor podría confiar en ti para ayudarme a ser mejor persona, pero ahora veo que eres igual que yo antes de encontrarte -argumentó echandole toda su frustración con una mirada honestamente fria.
Paso de él y se marcho yendo para el otro lado.
-Vickam, ¿adonde vas? -le pregunto Sparx notando que se alejaba.
-Me voy a terminar lo que estaba haciendo, a ayudar a los molekins -aviso con desprecio mientras se iba alejando cada vez más.
Sparx rezongo con angustia.
-Ese chico nos lo arruinará todo -murmuró indirectamente.
-Yo no lo creo -dijo Ermit-, no se ha ido porque este enfadado de la decisión, esta enfadado porque se siente traicionado. Este equipo ha funcionado porque confiamos el uno con el otro y siempre hemos encontrado la solución a todos los problemas. Pero me temo que esta vez ya no es lo mismo.
-¿Que quieres decir? -le pregunto Spyro.
-Algo ha cambiado en él -indico perspicazmente.
Spyro sintio que el viejo ermitaño tenía razón, cuando conocieron a Vickam era un joven ingenuo con gran corazon, pero desde que lo metieron en el equipo e hicieron todo este caotico viaje, había empezado a descubrir cosas que iban más allá de lo que conocía, y él ya se había acostumbrado a soportar una cosa que le parecía lo más normal del mundo que eran los piratas. Le habían despreciables tras todas las cosas que hizo con ellos, pero ahora que descubrió a otros grupos mucho peores que ellos, sentía que nada de lo que hacía era suficiente y eso le molestaba.
-¿Que hacemos ahora con él? -se pregunto Sparx con dudas.
-Será mejor que le dejemos estar a solas un buen rato hasta que se calme -recomendó Ermit-, creo que estar encerrado en esa celda no le ha sentado demasíado bien.
-Si -acepto conforme Spyro.
Se dieron la vuelta y marcharon de regreso al salón real.
Decidieron echar el vuelo llevandose consigo a Ermit agarrandolo por los brazos para llegar más rapído. Bajaron y se tomaron un transporte rapído que los llevo al salón real. Una vez que llegaron apareció el operador que les entrego las pastillas para frenar los mareos, ningúna la quiso tomar, se habían acostumbrado y encima estaban que les dolía la cabeza el hecho de haber pasado encerrados en aquellas celdas, para ellos eso no les iba a curar con una pastilla. Entraron al salón real donde fueron custodiados por un nuevo grupo de guardias molekins que les llevaron de nuevo en la Sala de Reuniones, ahí se encontraron con la Madre y Magmus sentados en sus respectivos asientos, tenían aspecto de no haberse levantado durante un buen rato. Al lado se encontraba Cynder, que se mostraba preocupada, se percato de ellos y rapídamente marcho a abrazar a Spyro, se notaba que le había echado de menos.
-Spyro, ¿donde estabas? Habías desaparecido por horas -le pregunto nerviosamente.
Ambos hermanos se miraron incomodos, en ningún momento se habían puesto a deducir que pasaron muchas más horas que las que creían que pasaron encerrados.
-¿Y donde está Vickam? -se percato de que faltaba el mabu pirata.
-Se ha quedado atrás, a ayudar a la gente -confeso honestamente.
Asintio aliviada, aunque le parecía preocuparse de él cuando poco caríño le tenía.
-¿Os ha ocurrido algo? -pregunto la Madre Superiora-. Se os nota muy sucios.
Se miraron reconociendo que estaban cubiertos de la tierra gris de la celda en la que habían estado metidos. Aquello complicaba la cosas ya que ahora necesitaban una excusa que justificase su desaparición.
Le vino a la mente un hecho que podría comentar que no era mentira.
-Hable con el capitan Moletov -comento.
-¿Y que dijo?
Asintio amargamente al recordar la situación que paso con él.
-No quiso saber nada del tema -declaro frustradamente.
-¿Que quieres decir? -se extraño Magmus.
-Está tan encantado con la fraternidad que tiene con Rocamauro que no piensa mover un dedo para solucionar el problema.
-¿Moletov y Rocamauro son amigos? -pregunto Cynder.
-Aparentemente desde hace mucho, por eso no va a mover un pie por nosotros.
La Madre Superiora y Magmus se desalentaron al oír eso.
-Ya me imaginaba que no iba a poder ser posible resolver esto -comento apenado Magmus sintiendose derrotado.
-No se desaliente tan pronto Rey Magmus, todavía podemos resolverlo -le apaciguo la Madre Superiora queriendo que tuviese un poco de esperanza.
Magmus rezongo.
-Mire Madre Superiora, se lo que quiere hacer, pero la realidad es esta -acerco la mirada mientras se ponía en posición de mostrarse honesto-. Rocamauro ha ganado, ha tenido siglos para crearse una figura imponente por la que todos le idolatran, yo soy un magmagolem, un monstruo de la naturaleza que no debería existir, esta en mi naturaleza aceptarlo por mucho que lo niegue.
Ambos quedaron desalentados al ver con que capacidad Magmus aceptaba las cosas, llevaba tanto tiempo dolido que ni siquiera era capaz de luchar por la verdad. Esta era la demostración de como un sér al que todos desprecían es capaz de mostrar un apice de humanidad cuando se siente más derrotado.
Cynder se acerco mostrandose benevolente.
-No diga eso Rey Magmus, usted merece existir tanto como todos nosotros. Mirenos a mi y a Spyro -señalo al joven dragón purpura-. Somos dragones, una especie extinta, no deberíamos existir, pero existimos, y luchamos para defender la vida de los inocentes aunque eso nos suponga un montón de problemas.
Quedaron indecisos al ver que Cynder había cambiado totalmente de parecer, antes no le importaba nada y ahora se preocupaba por los demás. Evidentemente toda esta experiencia en el volcan le había cambiado radicalmente.
-Tiene que luchar por su vida, y por la de su gente -le dijo compasivamente.
Magmus se puso a reflexionar sobre el asunto.
-Quiero hacerlo, ¿pero como? Rocamauro aparentemente tiene controlado a todo el mundo en este lugar -señalo con pesimismo.
-Encontraremos otra manera, le contaremos a algúnos molekins lo que sucede y quizás se pongan de acuerdo -propuso buscando opciones.
Ambos hermanos se miraron reconociendo que Cynder se estaba precipitando a hacer lo que justamente no quería que pasase.
-Posiblemente se unan para derrocar a los golems y...
-No -protesto Spyro interrumpiendola.
Todos fijaron sus miradas en el joven dragón purpura.
-No podemos hacer nada de eso -contesto desalentado.
-¿Que? -exclamó Cynder sorprendida-. ¿Estás hablando en serio?
-Lo dice muy en serio -confirmo Sparx.
-Spyro, ¿de verás quieres discrepar de ayudar a su especie?
-Discrepar no, simplemente digo que es una buena -señalo con pasividad-. Piensalo bien, si actuamos y le decimos a todo el mundo lo que sucede, habrá una guerra, una en la que morirán más molekins, y ya no podemos permitirnos más heridos después de la batalla que se produjo antes.
Cynder quedo tan molesta por ese argumento que no sabía que pensar, se puso a indagar en otra opción que sirviese de mejor ayuda.
-Pues entonces se lo decimos en secreto a los molekins y nos encargamos de evacuarles antes de que las cosas se pongan feas -propuso nerviosamente.
-¿Evacuarles adonde? -interrumpió Ermit-. Este volcan ha sido su hogar durante siglos, lo levantaron sus antepasados y cientos de generaciones más. Evacuarles sería como quitarles aquello que más aprecian. Si le decimos eso nos tomarán a nosotros como los monstruos y Rocamauro tendrá una excusa para liquidarnos.
Ambos reconocieron estar de acuerdo con ese argumento.
-Pues entonces obliguemos a Rocamauro a que lo diga en público, delante de todo el mundo para que los molekins sepan que viven con una gran mentira.
-Yo no te lo recomiendo -interrumpió seriamente Magmus.
Fijaron sus miradas en el monstruo de lava.
-Si haces eso, no solamente los molekins quedarán aterrados al descubrir la verdad, sino que encima perderán la confianza con la Madre Superiora y eso iniciara un posible motin que quizás lleve al volcan a su destrucción. Muchos moriran, tanto los molekins como los golems -indico argumentando un fatal deselance inesperado.
Ambos se quedaron agobiados al ver lo dificil que era esta situación, querían solucionarlo de una forma razonable, pero cada vez que daban con una propuesta, no dejaban de verle los contras y las omiosas consecuencias a las que darían lugar.
Cynder se puso a pensar en otra propuesta.
-A lo mejor, acabamos con todos los golems y resolvemos el problema -propuso soltando una idea perservamente radical.
-No -le freno Spyro, notando por donde iba-. Lo siento mucho Cynder, pero no podemos hacer eso. Aceptalo.
-¿Que lo acepte? ¿El que?, ¿el que no podemos ganar esta batalla? -protesto alardeando con un cierto tono condescendiente.
-Si -respondió Magmus por ella.
Se levanto y todos fijaron su mirada en él.
-Desde que nací, siempre he reconocido que no existe nada bueno para mi, nada que me de una razón para seguir viviendo. Fui creado a partir de la magia de Malefor, no debería de seguir existiendo, pero existo, y a pesar de ello lo único que he conseguido junto con mi especie es empeorar las cosas. Si el hijo de Rocamauro no me hubiese cogido la mano, nada de esto pasaría, nada de lo que ocurrió siglos atrás nos habría llevado a esta situación -argumentó soltandolo con una completa honestidad-. Yo soy la ca-usa de todos los desastres que se han producido en este lugar. No merezco perdón, no merezco comprensión, ni compasión, no merezco nada excepto el castigo que se me debería imponer por todos mis crimenes.
Se acerco a la Madre Superiora esbozando una mirada firme.
-Madre Superiora, zanjemos esta negociación ahora mismo. Admito mi culpa de haber liderado a un grupo de magmagolems a atacar los poblados y de intento de genocidio. Me ofrezco a ser detenido y ser juzgado por mis actos.
Ambos quedaron indecisos al ver que había tomando voluntariamente esa decisión sin importarle las consecuencias a las que se enfrentase. Miraron a la Madre Superiora quien parecía estar reflexionando su petición, bajaba la mirada indicando que poco le gustaba esta decisión, pero se notaba que la entendía razonablemente.
-¿En serio quiere aceptar esto? -le pregunto, dandole el beneficio de la duda de replantearse su decisión.
Asintio profundamente, pensandolo con delicadeza. Dirigió la mirada a Spyro sabiendo que traicionaría a su promesa de ayudarle, le decepcionaba el hecho de que aquel joven dragon le puso un verdadero empeño en demostrar su inocencia. Pero ahora ya no podía seguir así, lo cual eso también le decepcionaba.
-Si -confirmo, decidido a ser detenido.
Spyro largo un fuerte suspiro de lamentación.
Sparx le vio y pudo compartir su dolor.
-Pues entonces Rey Magmus, esta negociación queda zanjada. Por ordenes del pueblo molekin y la sociedad golem, queda arrestado por crimenes contra ambas especies. Será encarcelado a la espera de un juicio justo -decreto dictaminando su sentencia.
Asintio conforme con la cabeza.
-¡Guardias! -ordeno volteando la mirada hacía la entrada.
Los dos guardias que custodiaban la entrada aparecieron sorpresivamente saliendo de la oscuridad, se postraron con unas expresiones firmes.
-Detengan al rey Magmus, por favor -les exigió con cortesia.
El guardia de la derecha saco unos grilletes que tenía metidos detrás de su uniforme, se acerco hacía el rey Magmus y este levanto sus manos dispuesto a dejarselas poner, se las ato con unos grilletes hechos de piedra caliza, un tipo de roca que le bloquearía cualquier tipo de acto relacionado con lava o fuego. Los dos guardias se pusieron en cada extremo y marcharon a sacarlo de la sala de reuniones.
Paso por delante de Spyro, deteniendose al instante.
-Lamento mucho esto joven dragon, pero debo decirte de que al menos agradezco el intento, es lo mejor que alguien haya hecho por mi -le comento dandole su gratitud.
Spyro asintio conforme de sus palabras, Magmus sonrio satisfecho y entonces los guardias se lo llevaron sacandolo de la sala, desapareció en la oscuridad del fondo.
Todos asintieron sintiendose disconformes y disgustados con el asunto.
Cynder estaba frustrada, con ganas de sacarse de encima todo su enojo.
-Esto es injusto -protesto-. Nos hemos pasado horas intentando de solucionar este conflicto, ¿y todo para qué? Para que al final gane quien no debería ganar.
-Te entiendo Cynder, pero me temo que algúnas cosas nunca funcionan como queremos -espeto considerablemente Ermit-. Si nos ponemos a pensar, era evidente que esta negociación no iba a funcionar.
-¿A que te refieres? -le pregunto intrigado Sparx.
-Pensadlo bien, el Rey Magmus a pesar de ser una victima de un conflicto ocurrido hace siglos, también es culpable de muchas cosas. Él podría haberse defendido de una forma pacifica ante las falsas acusaciones de Rocamauro, pero en vez de eso no lo hizo, le pareció mejor atacar a todos los golems con la esperanza de apodarse del volcan. Y eso solamente llevo a un conflicto mayor que nunca se ha solucionado -argumentó señalando todos los inconvenientes que habían relacionados sobre el caso-. Aunque hubiesemos ganado algo con esta negociación, no quitaría el hecho de que al final en realidad, ambos son culpables de haberse creado esta guerra. Rocamauro es culpable de haber mancillado el nombre de Magmus cuando encima su hijo le había salvado, le pudo perdonar, pero en vez de eso tuvo la osadía de acusarle injustamente como asesino, ahí el enfado de Magmus es razonable, pero después Magmus también tuvo la osadía de atacar al resto de los golems para vengarse de Rocamauro atacando a su especie solo para hacerse con el volcan. Y lo mismo ha hecho ahora, ha intentado de destruirnos a todos solo para satisfacer sus ganas de vengarse.
Ambos quedaron atonitos e incomodos con ese argumento, pero al mismo tiempo pudieron asimilar que esos hechos eran certeros.
-¿Que es lo que quieres decir con esto Ermit? -le pregunto Sparx, queriendo entender cual era el verdadero punto de ese resumen.
-Que al final ambos son iguales -declaro.
-¿Iguales? -cuestiono Cynder.
-Rocamauro y Magmus son tan victimas como culpables por haberse creado esta guerra, si ambos hubiesen encontrado el modo de perdonarse mutuamente por lo sucedido, nada de esto habría pasado.
-Eso es cierto, pero Rocamauro empezo primero acusando a Magmus de haber matado a su hijo, de no ser por eso no se hubiesen atacado entre si -indico Sparx señalando que seguía habiendo un detonante en toda esta historia.
-Eso también es verdad, pero pensad esto por un momento -levanto el dedo dispuesto a contar algo importante-. Si el hijo de Rocamauro no hubiese muerto, ¿Rocamauro habría seguido siendo aliado de Magmus?
-Supongo que si.
-Pero ya en su momento Rocamauro sentía una total desconfianza hacía Magmus, lo veía como un monstruo, y de no haberse producido ese accidente, seguramente nuestro amigo golem habría encontrado un modo de juzgarlo facilmente -indagó seriamente mientras se llevaba el dedo a la barbilla.
-¿Que quieres decir? -se cuestiono Spyro.
-Que Rocamauro siempre tuvo ganas de acabar con Magmus, tanto que haría lo que fuese para tener una excusa por la que todos se rebelasen. Y cuando murió su hijo, lo primero que hizo fue acusar a Magmus, y no llorar por él -declaro con tono firme.
Esa ultima frase hizo que todos se quedasen pensando, sentían que tenían una teoria que se les venía a la cabeza pero no sabían como explicarla.
-¿Que está insinuando? -le pregunto la Madre Superiora.
-¿Como estamos tan seguros de que aquel niño que se murió era su hijo?
Ahora todos se pusieron a teorizar ridiculamente el asunto.
-¿En serio creeís que Magmus mintió sobre su hijo? -objetó Cynder.
-A lo mejor si era su hijo, pero no biologico -opino Spyro.
-Y quizás no le importaba tanto que se muriera -indago intuitivamente Ermit.
Ambos se miraron sintiendo que Rocamauro resultaba ser un individuo mucho más malevolo de lo que creían.
-¿Os daís cuenta de lo que estaís asumiendo verdad? -pregunto Cynder dirigiendose a ambos con una mirada cinica.
-Lo se, pero que pasaría si todo cuanto creemos sigue sin ser cierto, ¿cual es la autentica verdad y cual es la falsa mentira? -parafraseo coloquialmente Ermit señalando las dudas que habían con este problema-. El único que puede saber esto es Rocamauro, y él nunca nos lo dirá, tanto por las malas como por las buenas.
Todos asintieron reconociendo que ya no había forma de resolverlo, cada vez que intentaban de llegar a una conclusión, las cosas empeoraban aún más para ellos. Spyro le echo una mirada de preocupación a su hermano, ambos querían zanjar esta batalla de una vez por todas, pero después de la experiencia que pasaron encarcelados y la charla que mantuvieron, ya no estaban seguros de si iban a poder hacer algo. Cualquier acto o movimiento que produjese un acto acusador hacía Rocamauro, significaria el inicio de una guerra en la que no se libraría nadie.
Spyro se dirigió hacía la Madre Superiora, intuyendo que ella le daría una idea que hasta ahora no se le hubiese ocurrido.
-Madre Superiora, usted conoce a Rocamauro desde que nació, hay algúna forma de poder razonar con él y que consiga rectificar sus errores -le pidio con tono exigente.
La mujer se lo penso.
-Conozco varias formas de hacerle razonar, pero ahora que he descubierto esta nueva faceta suya, siento que no se me ocurre una manera facil de dialogar con él -comento demostrando que hasta ella misma estaba falta de ideas-. Lo lamento mucho joven dragón, pero debo decirte que me temo que él ha ganado.
Spyro se aparto, desalentado al escuchar eso.
Todos se desalentaron de la misma manera, excepto Cynder, que lo vio como una respuesta decepcionante ya que esperaba más de ambos, no soportaba la idea de que todos se rindiesen pensando en las consecuenicas.
-Lo siento mucho Madre Superiora -se disculpo Spyro.
-¿Por que joven dragón? -pregunto la Madre Superiora, preocupada al ver su cara de remordimientos y tristeza.
-Me he pasado los ultimos meses creyendome de que sería la luz que llevaría a este mundo a la paz definitiva, pero esto, me supera. Si no puedo conseguir solucionar este conflicto que lleva siglos produciendose, como voy a hacer para vencer a Kaos -comento soltando dudas sobre su destino.
La Madre Superiora se compadeció de él.
-Ven aquí -le pidio, haciendo el gesto con los dedos de que se acercara.
Se acerco teniendo una mirada de ojos abiertos al estar intrigado.
-Te entiendo bien Spyro, se que quieres ser un heroe y salvar a toda la gente posible, y a veces no puedes lograr eso como tu querías -le explicó mientras le agarraba caríñosamente la mano con intención de tranquilizarlo-. Pero sentir que tienes un obstaculo en el camino, no implica que no puedas avanzar por delante de ella.
-¿Que quiere decir?
-Imagina que estás volando, y te encuentras con una piedra, una piedra tan enorme que no te deja pasar, tanto por arriba como por debajo, hasta excavando por abajo de la superficie la seguirías teniendo delante, ¿que harías para quitartela de encima?
Spyro se puso a pensar en ese argumento, sabía que no podría pasar por delante porque no tenía fin, era infinita, entonces solamente quedaba una opción.
-Atravesarla, golpearla hasta crear un hoyo -soltó.
-Exacto -confirmo euforica-. No puedes ponerte a buscar un hueco oculto en las paredes porque no lo habrá, pero si puedes romper esa roca que tienes delante hasta crear un hoyo que deje salir al otro lado.
-¿Pero y que pasa si tardo en crear ese hoyo? -indico, complicando el argumento.
-Da igual, mientras la sigas golpeando, demostrarás que no piensas quedarte encerrado en esa parte donde todo se complica. Piensa más en avanzar y llegar a ese otro extremo donde encontrarás la solución a esos problemas que tanto te atosigan, solo así podras sentirte satisfecho con el esfuerzo ganado tras haber superado todo tipo de obstaculos -indico motivandole con orgullo.
Reflexiono sobre ese argumento, cada vez que tenía un problema, siempre sentía que no hacía lo suficiente, siempre caía y constantemente no paraba de recibir todos los golpes. Eso le hizo recordar cuando entrenaba en el refugio, intentaba de atravesar el anillo de fuego, y caía tras chocarse con él, pero gracias a la motivación de Gill Grunt pudo atravesarlo sin problemas porque ahora se sentía confiado al saber que no importase el daño que recibiese, lo que importaba era el esfuerzo logrado tras haber superado una tormentosa y agobiante prueba.
-Noto en ti una gran angustia, y esa angustia es lo que hace que te quedes cohibido sin saber que hacer. Tienes dejarlo ir porque sino no podrás seguir enfrentandote a ese mal que tanto deseas derrotar, no dejes que él te derrote primero -le aconsejo sabiendo que su problema era su preocupación-. Dime, ¿que es lo que te ocurre? ¿Que ha pasado para que ahora te sientas tan derrotado.
Esa pregunta le hizo querer contarle lo sucedido con Rocamauro, pero cuanto más lo pensaba, más se ponía a pensar en lo que sucedería, tenía miedo de que Rocamauro se enterase y se dispusiese a atacar a los molekins con despecho. Y lo peor de todo es que encima no tendría formar de pararlo ya que sin los Skylanders no habría forma de pararlos a todos, estaba con muy poca ventaja en este frente.
-Rocamauro nos capturo -declaro Sparx.
Alzo la mirada sorprendido al ver que lo dijo.
-¿Como dices? -pregunto desconcertada.
-Rocamauro nos capturo y nos encerro -añadio.
Spyro no pudo soportar que lo soltase todo de golpe.
-Sparx, ¿pero que haces? -protesto.
Su hermano le miro con una expresión desafiante.
-Lo siento hermano, acepto tu idea de que lo mantengamos en silencio, pero esto ha ido demasíado lejos -comento con una honestidad severa-. Si Rocamauro no quiere que lo digamos, se lo va a tener en cuenta.
Quedo impresionado al ver que su hermano tenía más agallás que él.
-¿Sabes que si se lo dices...
-Lo se -contesto solemnemente-, y si pasa algo tendremos que aceptar con las consecuencias como hemos hecho siempre.
Eso era algo que no había caído en la cuenta hasta ahora, cada vez que se producía un incidente en el que ellos estuviesen involucrados, pasaba algúna desgracia por el cual luego tendrían que hacerse responsables, y con esta situación también.
Sparx se acerco a la Madre Superiora con expresión firme.
-Los hombres de Rocamauro nos capturaron y nos encerraron en unas celdas en las que nos pusieron unos cascos para no ver nada. Estuvimos ahí por horas hasta que nos soltaron a cambio de que no dijesemos nada -confeso soltandolo todo con detalle, luego bajo la cabeza avergonzado-. Y lo hicimos.
La Madre Superiora quedo impresionada al escuchar eso. Dirigió la mirada hacía el joven dragón, del cual estaba esbozando una mirada de culpabilidad y vergüenza. Al ver eso empezo a indagar en todos los indicios que verificaban esa respuesta, su desaparición, el hecho de que regresasen cubiertos de tierra, todos esos detalles indicaban que habían pasado por un terrible desvario.
-¿En serio os encerraron en la Prisión Boveda?
-¿La Prision Boveda?
-¿Sabe lo que es? -pregunto Ermit.
-Si, es una prision que se construyo para encerrar a la peor calaña que existe en el volcan, pero jamás imagine que Rocamauro os cogería y os encerraría ahí. Es demigrante y una muestra traición a nuestras alianzas -berreó indignada ante ese hecho.
-Lo hizo porque sabía que diriamos la verdad sobre lo que sucedió con Magmus, está tan obsesionado que hará lo que haga falta con tal de que no se sepa -menciono Spyro señalando el nivel de crudeza que ahora mostraba el golem.
La Madre Superiora rezongo pensativa ante ese tema.
-Spyro, ¿porque no me lo has contado? -le pregunto estando desconcertada.
Spyro asintio con seriedad.
-Porque Rocamauro consiguió convencerme, tenía tanto miedo de seguir perdiendo la vida de inocentes que decidí seguirle el juego, para que así no sucediese nada. Este lugar ha sufrido demasíados ataques en poco tiempo, no es justo que esta gente siga sufriendo cuando se han roto siglos de tranquilidad y paz sin problemas -comento demostrando con total honestidad lo que sentía ante este tema.
La Madre Superiora quedo perpleja ante su compasión.
-Pero Spyro, no debes preocuparte, eres un dragón, y un Skylander también, tu obligación es cuidar de los más debiles, deja de lado la cuestión sobre que podría ocurrir y piensa más en lo que debes hacer para que ocurra -le explicó comprensivamente para que viese que estaba viendo las cosas de forma contradictoria.
-Lo se, pero he pasado por tantas cosas que me da miedo predecir como acabará todo -comento con un cierto nerviosismo que le hace dudar de si mismo.
-Pues no lo hagas, no tengas miedo pensando sobre cuantos moriran y piensa más en los que deben vivir. Es lo mismo que te explique antes, no te esfuerzes en encontrarle un hueco al muro de roca, piensa más bien en hacerle un agujero tras esforzarte por romperlo -protesto queriendo que lo entendiese a su manera-. ¿De veras quieres que Rocamauro se salga con la suya y siga mintiendo?
-No -contesto firmemente.
-Entonces eso significa que hay que hacer algo, Rocamauro tiene que ser detenido antes de que se aproveche de mi buena amabilidad, no tolerare eso en mi reino -impuso decidida a tomar cartas en el asunto.
-¿Que piensa hacer? -pregunto Ermit.
-Reunir a todos los soldados molekins que hayan por aquí y mandarles a detener a Rocamauro y a todo aquel que intente de defenderle.
-¿Sabe que si hace eso habrá represalias por parte de otros golems? -objetó Spyro, haciendose rapídamente una idea.
-Lo se, pero es mejor que no hacer nada -indico honestamente decidida a actuar a pesar de lo que pudiese ocurrir más tarde. Dirigió una firme mirada hacía Spyro-. Joven dragón, estás dispuesto a ayudarme a detener a Rocamauro.
Abandono todo su miedo y se puso firme.
-Si, pero lo haré con la ayuda de mi equipo -se giro dirigiendo la mirada a sus amigos quienes le miraban con confianza.
Pero de pronto se percato de que algo iba mal.
Faltaba alguien.
-Spyro, ¿que pasa? -le pregunto Sparx.
Miro a cada uno y supo reconocer quien faltaba.
-¿Donde está Cynder?
Todos se pusieron a mirar de un lado para otro percatandose de que la dragona oscura no se encontraba en ningúna parte de la sala, se había esfumado.
-¿Cuando se ha ido? -se cuestiono Sparx.
-Creo que se fue cuando comentamos lo del niño -opino Ermit.
-Pero no lo entiendo, ¿porque se ha ido así de repente? ¿Acaso no escucho nada de lo que dijimos? -protesto Sparx sin comprender nada.
Spyro quedo tan extrañado por esto que se puso a pensar como Cynder, sabía bien que estaba mosqueada con que se hubiesen llevado a Magmus, pero no tanto como para largarse, no a menos que hiciese algo por su cuenta.
Se le abrieron los ojos al intuirse porque se fue.
-Se ha ido a buscar a Rocamauro -declaro-. Creo que va a ir a confrontarlo para castigarlo por todo lo que ha hecho.
-Si hace eso tendremos un problema mayor que no podremos controlar -indico alarmada la Madre Superiora.
-Hay que encontrarla -recomendó Ermit.
-Si -acepto Spyro dispuesto a confrontarlos a ambos.
