The Magical Files
Disclaimer:
Nada del mundo de Harry Potter me pertenece, todos los derechos son de J.K. Rowling; Mulder y Scully tampoco son míos, estos personajes así como todo lo relacionado con "Los Expedientes Secretos X" es obra de Chris Carter. La historia y uno que otro personaje despistado que aparece en ella, definitivamente son míos.
Capítulo VI. Siguiendo Pistas.
Mulder siguió a Watson hasta su habitación. Éste encendió la luz y depositó en una silla una mochila que llevaba consigo. Mulder miraba con tanta discreción como podía, todo lo que había alrededor, mientras se instalaba en un cómodo sillón ante la indicación de Watson. La habitación era exactamente igual a la de él, pero había una gran cantidad de papeles por todas partes y algunos libros amontonados en el escritorio. Watson, tenía una pequeña parrilla eléctrica y sobre esta había colocado una tetera plateada con agua. Tomó un par de tazas que tenía guardadas en un maletín que estaba junto a la cama, de donde también extrajo un par de bolsitas de té.
-¿No se siente usted un poco encerrado en esta habitación?-. Preguntó Mulder, quien había notado que las ventanas estaban cerradas y las cortinas corridas.
-De ninguna manera, este aislamiento me permite recapitular sobre toda la información que he recibido durante el día y es así como inicia mi proceso creativo-. Respondió Watson despreocupadamente, mientras iba de un lado a otro de la habitación, ordenando los papeles que tenía regados por todas partes.
-Ya veo... -Dijo Mulder quien comenzaba a sentirse un poco incómodo ya que mientras el agua se calentaba en la pequeña parrilla, no se le ocurría nada más que decirle a su interlocutor. Volvía a sentirse algo abrumado ante la presencia de Watson y no podía entender que era lo que le inhibía ante aquel hombre. Estos pensamientos lo distrajeron un momento así que difícilmente se percató cuando Watson le acercó la taza de té y le preguntó:
-¿Desea un poco de azúcar?
-¡Oh no! Así está muy bien, gracias. -Respondió Mulder algo sobresaltado, recibiendo la taza.
Watson se sentó frente a él y después de dar un par de sorbos a su té, le preguntó de manera amable pero repentina:
-¿Podría saber por qué está usted tan interesado en mis actividades?
Mulder dio un respingo, tosió fuertemente y derramó la mitad del té.
-¡Oh, disculpe usted! ¡No pretendí asustarlo de esa manera! ¿Está usted bien? -Dijo Watson con una expresión de sincera preocupación en el rostro.
-Si, estoy bien... en realidad soy yo quien le debe a usted una disculpa. -Dijo Mulder poniendo la taza con el té restante sobre la mesa. Se había puesto muy rojo, pero hizo un esfuerzo y continúo: -Es que...
-¡No, no! Créame, no es necesario que se explique, yo lo entiendo perfectamente. Sé que es parte de su naturaleza. Solo estaba tratando de tomarle el pelo.
-¿Cómo?
-¡Sí! Verá usted, estuve platicando con el Señor Romans, el policía retirado al que entrevistaron ustedes; y me dijo que se habían mostrado muy interesados en el caso de la familia Ryddle y también me contó que ustedes eran agentes de la policía de su país.
Mulder pareció un poco más tranquilo, ya que lo que Watson le decía parecía tener sentido.
-Pues si, es verdad. Scully es mi compañera. Somos agentes del FBI; aunque en realidad estamos de vacaciones y...
-Por eso no me extrañó que usted estuviese ahí agazapado detrás de esa planta, tratando de averiguar quien podía andar a estas horas rondando por ahí; especialmente si tomamos en cuenta que la gente de este pueblo tiene costumbres bastante ortodoxas.
-Escuche, de verdad lamento haberlo estado espiando de esa forma. Le juro que no era mi intención, pero cuando me percaté de que simplemente se trataba de usted ya era muy tarde para regresar a mi habitación sin que usted notara que había estado ahí espiándolo y ...
-No tiene nada de qué disculparse Señor Mulder; es natural que me encuentre sospechoso. Después de todo, nadie aquí me conoce; soy todo un forastero al igual que usted y su compañera, y por si eso fuera poco, también me encuentro investigando sobre la familia Ryddle.
-Por eso estuvo usted hablando con...
-Tío Ed fue muy amable en relatarme toda la historia; la verdad es que algunas partes son tan extraordinarias que se sintió algo cohibido ante ustedes dos. Bueno, en realidad sólo ante su compañera cuya mente extremadamente científica parecía haber hecho sentir a Tío Ed como un anciano senil.
-Sí, Scully, tiene ese efecto a veces. -Dijo Mulder quien ahora se sentía mucho más confiado. -¿Y averiguó usted algo interesante?.
-¡Oh, si! Según tío Ed, el joven Tom Ryddle, tuvo un hijo con una mujer que falleció al dar a luz. Haciendo cuentas, para cuando él y sus padres murieron, el hijo de Ryddle debería tener unos 17 o 18 años.
-¡Vaya! -Exclamó Mulder quien ahora comenzaba a ver una perspectiva de solución al misterio, mientras se terminaba el té que había quedado en su taza.
Repentinamente, Mulder recordó algo de lo que le había sucedido desde que habían llegado a Londres; y mientras Watson se hallaba distraído guardando la taza que había desocupado, dándole la espalda a Mulder, éste hizo una pregunta que le ocasionó un sobresalto a su anfitrión.
-¿Watson, alguna vez ha oído algo usted de un sujeto llamado Sirius Black?
Watson se mostró tan sobresaltado como Mulder al principio, pero se rehizo y se dio la vuelta para verlo frente a frente.
-¿Cómo dice? -Dijo éste con una leve sonrisa de disculpa.
-Es que me encontré un letrero sobre un fugitivo llamado Sirius Black y por algún motivo pensé que tal vez usted habría oído hablar algo acerca de él, ya que al parecer entra en el ramo de los casos misteriosos.
Mulder había sacado el poster que se había encontrado en Londres y que desde entonces llevaba en el bolsillo del pantalón. Tendió el poster hacia Watson en el que se mostraba la fotografía del preso escapado, y éste lo observaba con algo de desconcierto.
-Pero... ¿qué hay de misterioso en este sujeto? -Dijo Watson tratando de sonar lo más despreocupado posible, aunque difícilmente podía ocultar el ligero temblor en sus manos al sujetar el papel que Mulder le había dado.
-Bueno, de eso no estoy seguro, pero este no fue el único poster que me encontré de él. Parece haber causado un gran revuelo. ¿Sabe usted si lograron atraparlo?
Watson logró mantener el aplomo, pero estaba seguro de que Mulder había notado su turbación; no tenía más remedio que seguir improvisando, así que entonces dijo:
-Honestamente, no le puse demasiada atención a ese caso. Aunque he sabido que este hombre fue visto fuera del país, así que es probable que no se vuelva a saber nada de...
En ese justo momento, se escuchó un grito de mujer. Mulder se puso de pie y se precipitó hacia la puerta detrás de Watson que ya estaba saliendo de la habitación. Corrieron por el pasillo y se aproximaron hacia la puerta de la habitación de Scully, porque estaban seguros que el grito había provenido de ahí.
