The Magical Files

Disclaimer:

Nada del mundo de Harry Potter me pertenece, todos los derechos son de J.K. Rowling; Mulder y Scully tampoco son míos, estos personajes así como todo lo relacionado con "Los Expedientes Secretos X" es obra de Chris Carter. La historia y uno que otro personaje despistado que aparece en ella, definitivamente son míos.

Sinopsis:

Muchos secretos alberga este mundo y es trabajo de los agentes Mulder y Scully del FBI descubrirlos. ¿Qué pasará cuando una comunidad secreta les reciba? ¿Tendrá algo que ver el pasado de aquél misterioso extraño?

Nota: Esta historia ya ha sido publicada en foros de discusión, bajo el nombre de "Mulder y Scully. Vacaciones, mágicas."; con alguno de mis otros nicks, tales como siriusxsiempre, siriusneverdie y spookylunatico.

Capítulo XIV. Un Gran Descubrimiento

Mientras esto sucedía; en su departamento de la Ciudad de México, Victoria y "Steve" estaban sentados frente a una computadora, revisando páginas de Internet. Victoria estaba plenamente convencida de que podrían encontrar alguna manera de localizar algo sobre "Steve"; tal vez en los archivos de personas extraviadas, o por algún tipo de página personal... la verdad es que no tenía ni idea de lo que estaba buscando exactamente, pero consideraba que algo tendría que encontrar. Claro que no era una tarea fácil, especialmente porque "Steve" no parecía haber visto nunca una computadora y se mostraba tan entusiasmado que era mas estorbo que ayuda.

Victoria había tenido que detenerse en varias páginas que no ofrecían ningún tipo de información útil, pero que "Steve" quería revisar con detenimiento. Victoria comenzaba a hartarse y ya no encontraba palabras en inglés para decirle a "Steve" lo que realmente estaba pensando en esos momentos.

Ya eran las tres de la mañana, cuando Victoria decidió que ya habían tenido suficiente por esa noche y que seguirían buscando después. Sin embargo, no se fueron a dormir de inmediato, porque "Steve" se sentía con ganas de hablar. Se paró cerca de la ventana y se puso a admirar la luna.

-¿Sabes algo, Victoria? Dentro de todo los recuerdos que tengo he notado que existe alguna relación entre la luna llena y yo. Es una sensación de que algo importante sucedía en las noches de luna llena... algo que me hacía sentir contento.

-¡¡¡Tal vez eres un hombre-lobo!

"Steve" siguió pensativo, ya que no parecía haber captado el sarcasmo de Victoria.

-Quién sabe...

-Pues yo no sé que relación podrías tener tú con la luna llena, aunque al principio creí que eras alguna clase de lunático y ...

-...Lunático, colagusano, canuto y cornamenta... -Dijo "Steve" en voz baja y más bien para sí mismo: -... artículos para magos traviesos...

-¡¿Qué! ¿Cómo dices? colagusano, canuto y ... -Preguntó Victoria.

-¡Cornamenta! -Respondió "Steve", quien tenía ahora una expresión soñadora en el rostro; la misma que tenía cada vez que lograba recordar cualquier cosa relacionada con su pasado.

-¡¿Pero qué es eso! -Insistió Victoria.

-Son... son apodos. Más bien, creo que eran nombres clave. Una forma en la que solíamos llamarnos... Pero... a quién le correspondían esos apodos...

-Pues no quisiera conocer a las personas que llevaron apodos como esos. ¿Te imaginas? ¡¿colagusano! -Dijo Victoria entre risas.

-Pues o mucho me equivoco o ya conoces a uno de ellos...

-¿Ah, si? ¿A cual de ellos? -Preguntó Victoria con algo de incredulidad.

-Yo soy... yo soy...

Pero lo que "Steve" era, Victoria ya no pudo saberlo, porque alguien llamó a la puerta en ese preciso instante.

Victoria se acercó a la puerta y preguntó de quien se trataba.

-¡Buenas noches, preciosa! ¿Podrías abrir la puerta? Es que tomé una copas de más y no puedo regresar a mi casa.

Victoria miró a "Steve" alarmada y éste le preguntó entonces -¿Quién es?

-Es mi "inútil"... ¡quiero decir mi ex-novio! ¡¡¡Pero qué rayos hace aquí a estas horas de la noche!

Victoria profirió un par de malas palabras en español y se quedó pensativa unos minutos. No estaba segura de querer que su ex-novio la encontrara a las tres de la mañana en compañía de un hombre.

-¿Quieres que me oculte? -Preguntó "Steve" en voz baja.

-Creo que no hay más remedio. Escóndete en... mmm... ¡¡en mi habitación! ¡¡Sí, eso es!

"Steve" fue a ocultarse mientras Victoria iba a abrir la puerta, tratando al mismo tiempo de pensar en una buena excusa para deshacerse de su ex-novio.

-¡Hola, Marcos! -Dijo ella con una risa nerviosa y se mantuvo en la puerta para que el susodicho no entrara.

-¿Cómo estás, preciosa? -Respondió Marcos, quien efectivamente venía bastante tomado: -¿Qué? ¿No me invitas a pasar? -Añadió, tratando de asomarse al interior del departamento.

-Marcos, en buena onda, ¿qué demonios estás haciendo aquí?-Dijo Victoria, quien ya no trataba de disimular su disgusto.

-¡¿Qué! ¿No te da gusto verme? Después de todos los buenos momentos que pasamos... -Dijo Marcos, quien insistía en entrar al departamento. Victoria lo miraba con estupefacción. ¡¿Pero qué le pasaba a este tipo! ¿Qué no se daba cuenta de la hora? Bueno, obviamente no, despuéss de todo estaba ebrio. Victoria comprendió que no podía hacer otra cosa más que echarlo de ahí, así que haciendo acopio de todo su autocontrol le dijo: -Escucha Marcos. Es muy tarde y estoy cansada. Mejor te presto una "lana" para que tomes un taxi y te vas a tu casa. Aquí a un lado hay un sitio de taxis que... ¡¡¡Oye! -Marcos no escuchaba, había empujado a Victoria y se había metido al departamento y comenzó a mirar hacia todas partes como si supiera que había alguien más con ella.

-¡¡Claro! ¡¡Ya se lo que pasa! Es que te he interrumpido en algo ¿no? ¿Dónde está tu amiguito, Eh?

-¡¡Pero de que chingados estás hablando! -Respondió Victoria, furiosa.

-Y si no, por qué no querías dejarme entrar, ¿eh? a ver ¡¡dime!

-¡¡Porque es tarde, porque estás borracho y porque la última vez que nos vimos me dejaste muy claro que ya no querías estar CONMIGO!

Marcos continuaba buscando por todas partes, hasta que finalmente se decidió a entrar a la habitación. Victoria hizo un esfuerzo por detenerlo, pero el la tomó de la cara y la empujó hacia atrás. Victoria profirió un grito y en ese mismo instante la puerta de su habitación se abrió de golpe; al mismo tiempo, las luces parpadearon y se apagaron y un perro negro y enorme salió de la habitación y se abalanzó sobre Marcos, saltándole encima y haciéndole caer al suelo. Mientras tanto Victoria ya había salido y había ido a conseguir ayuda. Marcos estaba completamente aterrado, porque el perro no cesaba de gruñirle y ladrarle. Parecía furioso y Marcos temía que en cualquier momento lo mordiera. Se oyeron los pasos de Victoria y de dos personas más que lo acompañaban. Eran dos de sus vecinos. Al oír el ruido, el perro se alejó de su presa y corrió a ocultarse dentro de la habitación de Victoria. Los vecinos entraron, sujetaron a Marcos cada uno de un brazo y lo sacaron a empellones del departamento de Victoria, advirtiéndole que si se volvía a aparecer por ahí llamarían a la policía.

Después de darles las gracias repetidamente, Victoria volvió a su departamento, cerró la puerta y se dejó caer en un sillón. Las luces ya habían vuelto a la normalidad y mientras Victoria permanecía con la cara oculta entre las manos, "Steve", quien había recuperado su forma humana, salió de la habitación y se acercó a ella lentamente.

De repente, Victoria recordó entonces lo del perro y se puso de pie alejándose de "Steve". Él la miraba con atención y al parecer no sabía que decirle. Él mismo no se explicaba claramente lo que había sucedido. De lo único de lo que estaba conciente era de que se había sentido furioso por la forma en que ese hombre había tratado a Victoria y que acto seguido, sin saber de que manera su cuerpo había sufrido esa asombrosa transformación.

Victoria seguía observándolo atemorizada y sin saber a ciencia cierta que decirle.

"Steve" le dijo entonces. -Yo... lo siento mucho... no sé que fue lo que pasó, ni como ocurrió... simplemente... Escucha, creo que ya no debo seguir aquí contigo. Me iré ahora mismo-. Dijo "Steve" resueltamente y se dirigió a la puerta.

-¡¡No, espera! -Dijo Victoria apresuradamente y se acercó a él tomándolo del brazo.

-Victoria, ya te has metido en muchos problemas por ayudarme. Es necesario que me vaya. -Dijo "Steve" sin voltear a verla.

-¡No, aún no te vayas! Todavía no estás seguro de quien eres... mira, es sólo que lo del perro me tomó por sorpresa, ¡pero ahora comienzo a entender! No te vayas, por favor. -Dijo Victoria poniéndose frente a él y mirándolo directamente a los ojos. Ella añadió: -Además... creo que ya sabemos ahora, quien es Canuto...-. Dijo sonriendo abiertamente.

"Steve" sonrió también y la abrazó con delicadeza.