The Magical Files

Disclaimer:

Nada del mundo de Harry Potter me pertenece, todos los derechos son de J.K. Rowling; Mulder y Scully tampoco son míos, estos personajes así como todo lo relacionado con "Los Expedientes Secretos X" es obra de Chris Carter. La historia y uno que otro personaje despistado que aparece en ella, definitivamente son míos.

Capítulo XIX. Fantasmas del Pasado.

Scully se encontraba sentada en la habitación de Remus; mientras que éste se hallaba de pie junto a la ventana, con las manos en la espalda. Ella esperó pacientemente hasta que finalmente, Remus habló:

-¿Qué es lo que ustedes saben sobre Sirius Black? ¿Qué es lo que han investigado?- Preguntó Remus, sin voltear a ver a Scully.

-Pues... todo lo que sabemos es que es un criminal que se fugó de la cárcel hace unos 3 años. Según Mulder, no logró encontrar nada que le indicara en donde estuvo encerrado, ni tampoco nada que indicara cual había sido el crimen que había cometido; aunque él tiene una teoría. -Respondió Scully, haciendo una breve pausa, pero como Remus no dijo nada, ella prosiguió: -Si, él me mostró un reportaje de una supuesta explosión de gas que sucedió hace casi 15 años. Dentro del reportaje había una fotografía que mostraba a ese hombre Sirius Black, o al menos eso es lo que Mulder piensa, aunque la foto no es muy clara... bueno, lo que importa es que, la teoría que Mulder se ha formado es que esas personas no murieron por una explosión de gas y que fue Sirius Black quien ocasionó esas muertes y que esa es la razón por la que estuvo preso. -Se hizo una nueva pausa y entonces Remus respondió lentamente:

-Ya veo... Y respecto a esos sueños que el agente Mulder ha tenido, ¿qué puede usted decirme?

-Mulder dijo haber soñado con este hombre, pero en el sueño, Mulder se veía a si mismo, como si él fuera el otro hombre y... hmmm... no sé si me explico.

-Trata de decirme que, en el sueño, Mulder no era él mismo, sino que él era Sirius Black. ¿Eso es correcto? -Preguntó Remus, muy despacio y esta vez viéndola directamente a los ojos. Ella notó que Remus tenía un extraño brillo en la mirada.

-Emmm... pues sí... esa es mas o menos la idea.

Durante varios minutos Remus no dijo nada más. Se sentó en una silla frente a Scully, recargó los codos en las rodillas y la frente en las manos. Finalmente dijo.

-Agente Scully, no sé que opine de esto pero, por lo que me ha dicho, el agente Mulder podría haber establecido una especie de conexión psíquica con Sirius Black. Esto en sí no es imposible. En términos generales, la mayoría de los magos podemos hacerlo, aunque hay ciertas circunstancias que deben combinarse para lograrlo. Lo que me parece completamente extraordinario es el hecho de que... -. En este momento Remus hizo una nueva pausa y se puso de pie. Se acercó de nuevo a la ventana y las palabras que pronunció parecieron requerir de él un gran esfuerzo -... Sirius Black... está muerto...

Scully no estaba segura de haber entendido lo que Remus acababa de decirle. Hizo un esfuerzo por poner en orden sus pensamientos y entonces dijo:

-Déjeme ver si entendí. Según me dice, ¿Sirius Black era un mago?

-Precisamente.

-Y este mago estableció algún tipo de conexión psíquica con Mulder.

-Eso parece.

-Pero si está muerto, ¿cómo es posible?

-Me gustaría tener una respuesta para eso... en verdad me gustaría-. Respondió Remus más bien para él mismo, mientras se tapaba el rostro con ambas manos.

Scully sintió que era un buen momento para retirarse y sin decir nada más se puso de pie y salió de la habitación.

Después de que Scully se retirara, Remus permaneció un buen rato junto a la ventana. Se sintió muy agradecido de que ella no insistiera en el tema y decidiera marcharse sin hacer más preguntas; ahora que estaba solo, podía pensar con tranquilidad en lo que habían hablado, pero... ¿que significaba esto? ¿cómo podía Mulder haber establecido una conexión psíquica con Sirius? Había demasiadas cosas en contra. Empezando por el hecho de que Mulder no era precisamente un mago; aunque había algo misterioso en relación a él. Algo que le capacitaba para poder presenciar cosas que los muggles comunes y corrientes no podían. Claro que este, no era el verdadero problema. La verdadera complicación, era que Sirius estaba... ¿pero, realmente lo estaba? ¿Sería posible que estuviese con vida? Pero no... no podía ser cierto. Sirius había caído a través del velo en la Sala de la Muerte. Se había ido y no iba a volver jamás...

De momento, Remus se sintió más miserable que nunca en toda su vida. Por su mente pasaron tantos recuerdos... Desde aquél día en que Sirius murió, Remus había hecho todo lo posible por enterrar todo recuerdo relacionado con él. De alguna manera, había sido muchísimo peor que cuando James y Lilly fueron asesinados. En aquél tiempo, él no había estado en posibilidades de hacer absolutamente nada. Esa noche precisamente, había habido luna llena, así que estaba limitado por su condición de hombre-lobo.

Recordaba lo terrible que fue para él al enterarse que Lilly y James habían sido asesinados por Voldemort, pero más terrible aún fue el enterarse de que Sirius había sido el responsable al traicionarlos y que, no conforme con eso, había terminado con la vida de Peter Pettigrew, así como con otras 12 personas inocentes.

Al principio no podía creerlo. Se negaba a aceptar que Sirius hubiera podido hacer una cosa así. Pero él no fue capaz de defenderse ni de negar nada y simplemente fue enviado a Azkaban.

Siempre recordaría esa época como la más infeliz de toda su vida. Fue el tiempo en el que por primera vez se sintió completamente solo.

Años más tarde, cuando supo quien había sido el verdadero traidor y que Sirius era en realidad inocente, la esperanza volvió a renacer en él. Volvía a tener a uno de sus amigos y haría todo lo que estuviese en sus manos para estar a su lado y apoyarlo siempre...

Sin embargo, él estaba presente cuando Sirius murió y aún así no fue capaz de hacer nada por él. Simplemente se le había escapado de las manos...

Remus se apartó de la ventana y se recostó en la cama, mirando hacia el techo. Al día siguiente, iría a ver a Harry por su cumpleaños. Dumbledore se lo había pedido. También debería hacerle entrega de un regalo.

Comenzó a repasar su itinerario del día siguiente, mientras contemplaba el libro de "El Extraño Caso del Dr. Jeckyll y el Sr. Hyde" en el que Dumbledore había encantado algunas de las páginas para comunicarse con él sin levantar ninguna sospecha.

Decidió que ya era hora de dormir, pensando que así tal vez podría tener un poco de paz; pero estuvo soñando toda la noche con Sirius y a la mañana siguiente se levantó como sin no hubiese descansado y con un sentimiento de profunda desolación.

Se puso de pie e inmediatamente sacó papel y lápiz y comenzó a escribir. Pensó que tal vez Dumbledore pudiera tener alguna idea con relación a lo que había hablado la noche anterior con la agente Scully. Escribió en breves palabras el mensaje y una vez que quedó satisfecho, tomó el libro de "El Extraño Caso del Dr. Jeckyll y el Sr. Hyde", puso en medio la hoja que acaba de escribir y con un movimiento de su varita mágica la hoja recién escrita pasó a formar parte del texto del libro. Un movimiento más y el mensaje quedó oculto. Una vez hecho esto, se aseó, tomó el libro y se dirigió hacia el lobby de la posada, con la firme intención de enviarle de inmediato el libro a Dumbledore; esperando también poder hablar con él más tarde y desentrañar de una vez por todas este misterio.