The Magical Files

Disclaimer:

Nada del mundo de Harry Potter me pertenece, todos los derechos son de J.K. Rowling; Mulder y Scully tampoco son míos, estos personajes así como todo lo relacionado con "Los Expedientes Secretos X" es obra de Chris Carter. La historia y uno que otro personaje despistado que aparece en ella, definitivamente son míos.

Capítulo XXI. Preguntas sin respuesta.

Cuando finalmente bajaron a desayunar, ya eran más de las 10 de la mañana. Remus se pasó más de 3 horas explicándoles tanto como pudo sobre el mundo de la magia, las dificultades que a veces atravesaba el Ministerio de Magia para mantener oculto su mundo ante los muggles y también algunas anécdotas interesantes que habían ocurrido cuando los límites se habían traspasado. También les habló un poco de quidditch, pero tuvo que desistir ya que a Scully le parecía ya bastante absurdo lo de que volaran en escobas, como para que encima le salieran con que también practicaban un deporte de esa forma.

Después del desayuno, Remus se despidió de los dos agentes y salió de la posada. Ahora tendría que ir a recoger el obsequio para Harry, para luego finalmente ir al lugar a donde Dumbledore se lo había llevado. Se sentía un poco más animado que la noche anterior, aunque aún no estaba del todo convencido de querer convivir, no solo con Harry, sino con los demás miembros de la Orden del Fenix; sin embargo, comprendía que ya era tiempo de dejar su aislamiento y seguir adelante.

Mientras tanto, en la Ciudad de México, Victoria había traído una serie de libros que había comprado, tratando de encontrar una manera de ayudar a "Steve" a volver a donde se suponía que tenía que estar.

Como resultado de los hechos que habían estado sucediéndose desde que "Steve" había llegado a vivir con ella, así como de la charla que tuvieron con la mujer que le leyó la mano, habían logrado puntualizar una sola cosa: "Steve" era una especie de mago. Esto estaba más que claro, ya que él podía transformarse en un perro y cuando se encontraba asustado, enojado o sumamente eufórico, afectaba las cosas que estaban a su alrededor; ya sea haciéndolas cambiar su apariencia, haciéndolas flotar o en algunos casos, hasta estallar.

Cuando estaba muy concentrado pensando, los objetos comenzaban a levitar; así fue como el teléfono inalámbrico hizo una viaje a la pecera, dejándolo inservible, lo mismo que los controles remotos del estéreo y de la televisión fueron a visitar el bote de basura y el molesto poddle de la vecina del 30 terminó viajando hacia el sur de la ciudad, sobre el techo de un trailer.

"Steve" estaba cómodamente sentado en un sillón y revisaba algunas hojas que Victoria había impreso desde Internet. En estas aparecían un montón de teorías extrañas acerca de avistamientos de criaturas fantásticas y algunas locas teorías acerca de que Stonehenge era en realidad una pista de aterrizaje para naves alienígenas. Lo último le pareció tan ridículo que soltó una risa estridente que a Victoria le pareció más bien un ladrido.

-¿Qué?¿Qué es tan gracioso?- Quiso saber Victoria, quién estaba revisando uno de los libros de metafísica que había comprado.

-Victoria, no es que quiera desanimarte, pero todo esta información que conseguiste, no es más que un montón de tonterías.

-¿Por qué? ¿Lo dices por lo de Stonehenge? Curiosamente, traje ese reportaje precisamente porque pensé que podría significar algo para tí.

-Tal vez si, pero no puedo decir con certeza que es lo que representa. Tengo la impresión de que he estado en ese sito. - Respondió "Steve" en un tono más serio.

-¿Y nunca viste alienígenas?- Preguntó Victoria con un poco de malicia.

-No, no lo creo, pero... ¿sabes algo? Esto me ha hecho recordar que justo ayer tuve otro de esos sueños raros. Uno de esos en los que soy otra persona.

-¿Y cómo fue? -Preguntó Victoria, sentándose en el suelo, frente a él.

-Pues verás, yo estaba de pie hablando con alguien en una habitación muy pequeña y que no tenía ninguna ventana. Al principio yo no miraba de frente a la persona que estaba ahí conmigo. Él estaba ahí sentado y yo le hacía preguntas que él no me respondía...

-¿Qué tipo de preguntas?

-Pues... cosas sobre... ¿cómo dijiste? ¿"aliogenos"?

-¿Alienígenas? -Dijo Victoria algo incrédula.

-Sí, fue rarísimo. Yo estaba ahí diciéndole cosas de una hermana perdida y sobre esos alienígenas. Pero él insistía en que no sabía nada de eso y que todo lo que quería era volver a casa con Harry. ¡¡En ese preciso instante levantó el rostro y yo lo miré y entonces vi que era yo mismo!! Fue en ese momento que me desperté.

Victoria se le quedó mirando fijamente y entonces dijo:

-¿Harry? ¡Ese nombre de nuevo! ¡Pero qué significa! ¿Quien es Harry?

-No lo sé Victoria. No he logrado recordarlo. Sé que significa algo importante para mí, pero no puedo recordar quién es él. Es como si él me necesitara, pero no puedo recordar su cara, ni cuál es su relación conmigo.- Dijo "Steve" cerrando los ojos.

Victoria vaciló unos instantes, sabía exactamente lo que quería preguntarle en ese momento, pero no estaba segura de querer conocer la respuesta.

-¿Crees que... ese Harry podría ser... hmmm... tal vez, no sé... tu hijo?- "Steve" abrió los ojos y la miró intensamente. Entonces dijo:

-No le sé Victoria, en verdad que no lo sé.