El duro trabajo de todos ha sido notorio, cada quien ha estado esforzándose en sus propias labores y consiguiendo más reconocimiento, debido a ellos Moriyama les recompensó con algo que simplemente les gustaría y eso era… una ida a la playa para todos ellos.

- ¡Es la playa! – Miku no pudo evitar emocionarse al ver el mar. La primavera estaba en todo su esplendor y con el sol en su punto, era un día perfecto para estar en el mar. Ya todos estaban ahí con sus trajes de baño, cabe decir de las chicas que llevaban bikinis que acentuaban muy bien sus figuras.

- ¡Esto es asombroso! – Len era el más emocionado al respecto, no solo por poder ir a la playa y jugar, sino por el otro factor y es que sus ojos se posaban sobre las chicas, el rubio estaba agradeciendo por dentro tal oportunidad.

- Kei, amigo, sé que eres ciego pero tienes que ver esto… todas estas chicas en traje de baño, creo que viví para ver esto aunque sea una vez en mi vida… ¡Es el paraíso! – Exclamó por todo lo alto.

- Al menos te estás divirtiendo. – Respondió el pelinegro.

- … Esto ¿por qué no tienes traje de baño? – Preguntó él, siendo que Kei estaba con ropa normal ahí.

- Bueno, ya sabes que no puedo ver, por esa razón cosas como ir a la playa nunca fueron posibles y no sé nadar, así que prefiero quedarme en la orilla.

- Se entiende. – Comentó Kaito. – Tus circunstancias son especiales, es una lástima que no puedas jugar con el resto.

- Igual puedo quedarme a cuidar sus cosas, de igual manera traje algo para entretenerme. – Tenía una guitarra en sus manos. – Puedo componer y el sonido del mar podría ayudarme.

- Ni siquiera en nuestro tiempo de descanso dejas de trabajar. – Len soltó un suspiro. – Bien, puedes cuidar nuestras cosas, el resto tenemos mucho qué hacer. – Y sin perder más el tiempo, el rubio se fue, Kaito se quedó.

- Supongo que deseas algo de compañía.

- No es necesario que te quedes por mí, ve a divertirte con el resto. – Expresó Kei, Kaito no estaba muy seguro pero tomó las palabras del pelinegro y fue. Mientras tanto las chicas veían el mar y estando en sus trajes de baño. Miku llevaba un bikini de dos piezas color azul claro.

- Realmente me gusta el mar. – Expresó ella con una gran sonrisa, fue a sentir la fría agua con sus pies. – Que bien se siente~

- Fue un buen gesto de Moriyama-san el pagarnos este viaje a la playa. – Luka se acercó, su bikini era de un color blanco con una pequeña falda transparente y un sombrero de paja. – Es un buen día para nadar.

- Es cierto. – Miku volteó a verla. – Onee-sama, te ves muy linda, debo decir sexy~

- ¿Eh? – Eso avergonzó un poco a la pelirrosa. – Esto… yo realmente no pensé en llevar este traje de baño con eso en mente.

- No estoy mintiendo, la verdad es que tienes un cuerpo muy envidiable, además de pechos grandes. – Miku estaba actuando como una pervertida agitando sus dedos, Luka tuvo que cubrirse el pecho.

- Miku, deja de actuar como una enferma. – Expresó Neru, ella llevaba un bikini de dos piezas color amarillo. – La estás incomodando.

- Es que no puedo evitarlo, todas tienen bonitas figuras.

- Ya tenemos suficiente con un Len que no deja de observar. – Rin señaló a su gemelo, ella llevaba un bikini blanco con trazos rosados y azules.

- ¡Vamos a jugar! – Teto fue para adelantarse, llevaba un traje de baño de una sola pieza, color rojo claro. – Vamos Haku-chan.

- E-Espera. – La peligris llevaba un bikini de dos piezas color azul oscuro. – No me jales fuerte.

- Estas mocosas… no aprecian que lo mejor de la playa es lucirse. – Meiko llevaba un bikini color rojo fuerte y lentes de sol, dejando ver su gran figura. – Que los niños se diviertan como quieran, nosotros los adultos nos relajamos de otro modo. – Ella se recostó en la silla para tomar el sol.

- Vamos a aprovechar este día para divertirnos en todo lo posible. – Expresó Miku. – Así que vamos.

- ¡Sí! – Y de ese modo todas entraron al mar para empezar a jugar, lanzando agua y demás, Neru aprovechó la ocasión para tomar fotos al respecto de cada momento que lograba encontrar, claro que no todas estaban ahí. Gumi se quedó a un lado, ella llevaba un bañador de dos piezas color verde, pero no estaba en el agua con el resto, solamente soltó un suspiro.

- … Quizás deba ir a sentarme a cuidar las cosas con Kei. – Sin hacer mucho ruido, se alejó hasta ir a donde estaba el pelinegro con su guitarra, este escuchaba tranquilamente las olas, dejando que su oído guiara y pudiera reconocer el paisaje aún si no podía verlo. – Kei-san.

- Gumi ¿no fuiste a jugar con el resto?

- Yo… no tengo ganas, espero no moleste si me siento a tu lado.

- Para nada, puedes tomar asiento. – La peliverde tomó la oferta y se sentó a un lado, estando bajo la sombrilla, ella observaba a los demás jugando en el agua, veía como Len estaba nadando por detrás y saltó en sorpresa para asustarlas, llevándose un golpe de Rin, entonces Kaito nadaba de una forma hermosa, Miku empezó a comportarse como una fangirl al verlo y más apreciando el físico del peliazul. Realmente se estaban divirtiendo ¿por qué ella se privaba de tal diversión? Parecía tener sus propias razones o quizás alguna mala experiencia en la playa al respecto.

- Kei-san… - Ella decidió empezar una conversación con el pelinegro. - ¿No piensas preguntarme por qué no estoy jugando con el resto?

- No quiero presionar si tienes tus razones, aunque por el tono de voz que estás haciendo, suena triste. – Eso sorprendió a Gumi.

- Veo que ese tipo de cosas nunca se te escapan…

- Para eso he desarrollado mi sentido del oído, cuando tenga que componer, escucho hasta el más mínimo detalle.

- Por eso salen canciones muy hermosas que haces… yo… - Ella bajó la mirada. – no tengo los mejores recuerdos respecto a la playa… por algo que pasó cuando era niña… no sé si desees escuchar.

- Si eso te hace sentir mejor, escucharé lo necesario. – Gumi asintió, estando un poco más aliviada.

- Pasó durante una salida con mi familia, creo que tenía unos seis o siete años en ese momento, recuerdo estar muy emocionada con ir al mar, claro que eso es cosa de toda niña, quería jugar y divertirme, así que al llegar fui directamente, debo decir que los primeros momentos fueron muy divertidos, mi familia y mi hermano me cuidaban, lo disfruté… ya entonces pasó en cierto momento, estaba sobre un flotador, mi hermano me vigilaba y todo, pero ese mismo día las olas fueron un poco más fuertes y viento iba hacia dentro al mar… solo fue un momento pero empecé a alejarme cuando apartaron la vista durante unos momentos, solo podía ver como iba hacia el mar adentro, grité a mi hermano, a mis padres del terror que estaba sintiendo… por suerte mi padre fue a rescatarme antes de irme totalmente al mar pero esa sensación, creer que me alejaba de ellos fue algo que se quedó en mi mente desde entonces, como una especie de trauma… por ello es que cuando veo el mar, no puedo evitar recordar ese momento… y el miedo me invade. – Se abrazó a sí misma.

- ¿Te da miedo entrar al mar? – Preguntó él.

- Sí… no digo que el agua en sí me da miedo totalmente, estoy perfectamente bien con piscinas y demás, incluso aprendí a nadar en estas, pero el mar… ver que se extiende y no hay un final, creer que, si me adentro a este, volveré a alejarme de todos y desaparecer… eso es lo que más temo.

Kei solo pudo escuchar las inseguridades de la peliverde, él realmente no tenía nada que decir que pueda ser una solución ya que no estaba en las mejores circunstancias a decir verdad, cuando su familia iba a la playa, él nunca tuvo la oportunidad de sentir el mar como tal, por si acaso su padre lo guio a la orilla para sentir el oleaje, así que estaba muy verde al respecto, contaba con una desventaja total y no podría ser alguien que quizás de un consejo a Gumi.

Lo que ella vivió, más que nada a una temprana edad, es algo que quizás no tarde en curarse rápidamente, sino que debe trabajarse con el tiempo, si algo ha podido conocer Kei respecto a Gumi, es que es una chica muy trabajadora, a pesar de no tener la misma proyección en popularidad que Miku o Kaito que empezaron a despegar, ella no ha permitido que tales circunstancias la desanimen y ha estado esforzándose por cuenta propia para alegrar al grupo de gente que la ha estado siguiendo, no todos pueden empezar de una forma tan fuerte como ha sido Miku, el talento nato de la peliazul la ha ayudado mucho pero eso es cosa aparte, Gumi ha estado usando la carta del trabajo duro y es algo que está teniendo éxito a largo plazo, es cuestión de tiempo para que ella logre pararse por su cuenta en un escenario con miles de personas que fueron a verla a ella.

¿Cómo esto se relaciona respecto a su trauma? Es algo que va de la mano, ella trabaja duro para hacerse un hueco en una industria tan dura como lo es la idol, si tales circunstancias que la tiene en contra no son suficientes para desanimarla, puede poner el mismo esfuerzo en superar un trauma que la ha estado atemorizando por años, sabe que ella es una chica fuerte y trabajadora, si puede seguir mejorando su canto y baile para complacer a los fans, ella igual puede superar esa barrera. Justo en ese momento Kei llegó a una conclusión, dejando a un lado su guitarra.

- ¿Kei-san? – Vio como el pelinegro se levantó.

- Gumi ¿puedes guiarme a la orilla?

- ¿Eh? – Eso la sorprendió. - ¿Por qué? No creo que debas.

- Gumi. – Empezó a hablar él. – No es bueno que sigas reteniéndote en ese aspecto, no siempre podrás vivir teniendo ese miedo, en algún momento deberás superarlo, pero no siempre es mejor hacerlo solo, así que te acompañaré con ello.

- Espera un momento, no es necesario que te fuerces por mi bien, es algo que puedo hacer sola.

- No. – Negó con la cabeza. – Vamos los dos, ahora sujeta mi mano y llévame. – Gumi no estaba muy segura, Kei no puede ver, por esa misma razón acercarlo al mar donde no tiene un punto de apoyo podría ser peligroso para él, si por alguna razón ocurre algo, ella sería responsable. – No tengas miedo, mientras estemos juntos, todo estará bien.

- … ¿Estás totalmente seguro de esto?

- Claro, confío en ti después de todo. – Con esa respuesta que la asombró, se dio cuenta que Kei no veía debilidad en sí mismo, él era realmente fuerte, incluso como para superar una barrera grande como esa, eso mismo es lo que lo ha impulsado a seguir con un sueño que a primera vista parece imposible, es algo a lo que ella desea aspirar.

- Vamos entonces. – Sujetó la mano del chico y ambos comenzaron a caminar lentamente hacia la orilla. Mientras tanto el resto seguía jugando.

- ¿Por qué estás aquí? – Preguntó Miku, no muy alegre de que Meiko se metiera.

- ¿Qué te importa tabla de planchar? Kaito está aquí y puedo admirarlo cuanto quiera o acaso eso no es algo que pueda hacer. – Reclamó la castaña con el ceño fruncido, ya entonces fue con el peliazul. – Oh Kaito~ debo decir… tienes buenos abdominales y eso me gusta mucho ¿Qué opinas de mi traje de baño? – Lo tenía a tal punto que sus pechos chocaban con su torso, Kaito solo desvió la mirada algo nervioso.

- B-Bueno… yo…

- Miren. – Teto señaló como es que Gumi se iba acercando al mar junto a Kei. - ¿Qué hace con Kei?

- ¿Van a entrar al mar? – Eso trajo cierta alerta en ellas, como ahora es que ahí Gumi estaba frente a la orilla.

- ¿Estás seguro de entrar con tu ropa?

- No pasa nada conque se moje, lo que tenemos que arreglar es tu problema. – Dicho eso, Kie primero pisó en la orilla. – Vamos.

- … Bien… - Con algo de temor también comenzó a adentrarse, ayudó a Kei a adentrarse, mientras más iban entrando al mar.

- ¿Qué hacen? Es peligroso para Kei-san… - Expresó Miku. – Si algo le sucede a él.

- Parece que lo hacen por alguna razón. – Expresó Rin. – Igual creo que no deberíamos permitir que entren más allá.

- Esperen un momento. – Kaito las detuvo.

- ¿Qué haces Kaito-kun? Hay que detenerla. – Reclamó Miku pero el peliazul negó con la cabeza.

- Es algo que los dos tienen qué hacer, solo observemos. – Kaito parecía tener cierta idea de lo que sucedía, por eso les dijo eso al resto. Ya por ahora los dos fueron entrando al agua a un punto donde ya la parte inferior de sus cuerpos estaba cubierta.

- Mi pantalón se siente pesado. – Respondió Kei.

- Lamento eso… - Gumi vio como iban entrando más, ahí en ese momento ella comenzó a respirar profundamente, miraba al frente y el solo ver la gran extensión, su corazón latía fuertemente.

- No temas… solo avanza… - Habló Kei por debajo, ella apretó la mano del pelinegro con más fuerza mientras más avanzaban, ya ahora llegaron al punto donde estaba hasta los hombros, Kei sintió que flotaba.

- Espera Kei, no puedes nadar. – Respondió ella con algo de temor.

- Tienes que seguir, hasta que superes el miedo. – Respondió él, Gumi cerró los ojos y apretó los dientes.

- Sujétate de mí. – Ella sujetó al pelinegro y lo llevó mientras nadaba, su mente empezó a pensar muchas cosas como que pasaría si ambos acababan alejándose, si llega a soltar a Kei y este acaba ahogado, todos esos pensamientos no lograban que ella pudiera concentrarse y el miedo la consumía cada vez más. – (N-No quiero… irme… no me alejen del resto…)

- Gumi. – La voz de Kei la despertó. – No tengas miedo, eres fuerte así que puedes superar esto.

- … Sí… puedo hacerlo… - Gumi pudo tranquilizarse y seguir adelante, mientras sujetaba al pelinegro, ella nadó cada vez más, dejando de temer poco a poco, empezó a ver que no había nada de qué temer, solo impulsada por el simple pensamiento de ir hacia adelante, antes de darse cuenta, estaban lejos. - ¿Eh?

- Lo Hiciste. – Le dijo Kei, vio como ambos estaban algo alejados de la orilla. - ¿Qué opinas?

- Yo… pude hacerlo… lo hice realmente… - Ella vio cómo es que de repente el miedo desapareció, ahora vio a Kei con una sonrisa. – Kei-san… lo superé…

- Lo hiciste… y debo decir que el agua no se siente nada mal. – Respondió este. Ya entonces un rato después los dos volvieron a la orilla.

- ¡Gumi-chan, eso fue peligroso! – Regañó Miku. – Pudiste haber ahogado a Kei-san.

- No digas más Miku, yo le pedí que lo hiciera. – Respondió el pelinegro.

- ¿Por cual razón? Eso realmente pudo haber terminado en una tragedia. – Expresó Neru.

- Por una razón entre ambos. – Respondió él. – Lo importante… es que terminó ¿no?

- Es cierto. – Respondió Gumi, los demás no entendían que hubo entre ambos pero parecían haber reforzado su relación, Luka no se vio feliz por una razón.

- Aún tenemos otros días más de relajación, así que vamos a disfrutar mientras podamos. – Señaló Teto. Por ahora el problema había sido resuelto y los días de descanso para el resto continuaría, aún quedaba mucho más para todos ellos.


Ninja Britten 11: Miku sacó inspiración de un lugar menos esperado y es que ella no recuerda nada igual jaja, sí que eso es otro éxito en su perfil de ella que sigue creciendo.

Ya se llegó la playa para los chicos, este cap pensaba hacerlo general abarcando varias escenas pero decidí darle algo de protagonismo a Gumi, a la pobre la tuve descuidada un rato y esta fue una oportunidad perfecta, además de que tuvo más interacción con Kei y su amistad ha crecido, ya por ahora habrá un par de caps más relacionados con este viaje, a ver qué sigue para todos ellos, nos vemos en el próximo cap. Saludos.