"Has visto a Ginny?" preguntó Ron cuando despertó y vio que la cama de su hermana estaba vacía.

"Está en su tratamiento, inicia hoy. Si te hubieras levantado más temprano hubieras podido verla" respondió Hermione mientras comía una rana de chocolate "Deseas, aquí me sobraron unas cuantas" le ofreció Hermione sonrojándose levemente. Ron sonrió mientras la observaba, le encantaba verla algo entorpecida.

"En serio?" le dijo sin saber que más decir, pues sintió que se le azoraba el rostro.

"Claro, vi que has comido todas las que te dejaron"

"Ya que insistes" le dijo y se dispuso a coger una de las cajas, de pronto su rostro se ensombreció "Sabes… he estado pensando… en nosotros…"

Hermione dejó de comer su rana y miró fijamente a Ron, con los ojos abiertos. Ella esperaba que el tema saliera en cualquier momento, pero no tan pronto. Al fin, el día había llegado, pero aún no se sentía preparada.

"Durante la batalla… me di cuenta, que…"

"Ron, por favor" interrumpió Hermione.

"… que nunca antes te…"

"Ron"

"… te había necesitado tanto…"

"Calla, por favor" le dijo con la voz casi quebrada

"… te extrañé… y tuve miedo… miedo de perderte"

Hermione lo miró con los ojos casi vidriosos y su mirada cayó hasta su cicatriz, luego sonrió levemente, y contestó en voz baja, sabiendo que ella no podía seguir callándolo más en su corazón

"Yo también tuve miedo…"

"Hermione, dame otra oportunidad. No sé qué pasó, ni porqué nos separamos, sólo sé que fui un tonto, pero te pido que me des otra oportunidad… no quisiera volver a estar lejos de ti. Daría mi vida por ti, lo sabes¿verdad?"

"Y vaya forma de demostrármelo… esa cicatriz dice mucho por sí misma… gracias" Hermione se acercó a Ron y besó su cicatriz, luego bajó sus labios a la altura de los de Ron y lo besó.

"Tu también dame otra oportunidad, te amo Ronald, siempre te amé, a pesar de lo que haya dicho o demostrado, nunca dejé de amarte" Ron sonrió

"Nunca lo dudé" Hermione también sonrió y volvió a besarlo.

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"Bien Ginny, hoy empezamos con tu entrenamiento. No intentaremos que seas una experta en medicina mágico-mental, pero al menos estarás preparada psicológicamente como para poder enfrentar lo que conlleva entrar a la mente de otra persona."

Lucila Spencer era quien preparaba a Ginny, quien estaba en un salón blanco, con 2 mesas largas y algunos estudiantes de medicina mágica estaban ahí, haciendo apuntes de lo escuchado. No eran más de 7 personas en el salón, pero quien le intrigaba era el hombre que estaba detrás de la Dra. Lucila, apoyado sobre sus codos sobre la mesa principal, con dedos cruzados, cuyos ojos estaban clavados en Ginny, como estudiándola.

"Lo importante es, ante todo, la reacción frente a los hechos, y cómo irlos resolviendo… es como un rompecabezas, él te irá dando pistas acerca de él mismo: recuerdos, lugares, gente, sentimientos… lo importante es encontrar la fuente principal del daño y en lo posible, repararlo."

Ginny asintió mientras procesaba toda la información ahora metida en su cabeza, encontrar el daño y repararlo… sonaba fácil, pero quién sabe cuán complicado sea. Pero algo muy claro estaba en su mente, lo haría por ayudarlo, no importaba el riesgo que ello significaba, ella iba a ayudar a Harry.

"Sin embargo, las sensaciones no son reales, es nuestra mente quien las hace reales. Al fin y al cabo, somos humanos. Pero el punto es, él dará sensaciones falsas, y estudiará cuáles son tus reacciones, pero no querrá hacerte daño, sólo lo utilizará como un escudo, pues no desea que llegues a él. Así que no debes dejarte llevar por lo que te muestre, recuerda, no todo es real."

Un estudiante levantó la mano en alusión a una pregunta.

"¿Harrison?" preguntó la doctora.

"En caso de hacerle caso, y dejarse llevar… a qué conlleva eso?"

"Pues, en ese caso no estarías entrando a su mente, sino siendo absorbido por él. De llegar a pasar eso, las consecuencias serían nefastas." Lucila se volvió hacia Ginny para comprobar que ella prestaba atención "Tu mente será absorbida, no tendrás dominio de ella. Prácticamente la perderás y tu cuerpo será inútil. Un cuerpo sin mente, es como un cuerpo muerto."

Ginny escuchaba atentamente... pensaba en las diferentes consecuencias que podría tener el entrar en Harry. Estaba tan sorprendida con la respuesta que ya se veía siendo atrapada por la mente de Harry y no poder volver a su cuerpo. Luego pensó que quizás no sería tan malo estar atrapada con ahí, con Harry, que al menos en sueños vivirían juntos eternamente. ¿Pero qué si ese sueño se convertía en una pesadilla?

"El mapa de la mente de otra persona no es difícil de descifrar, sólo se puede avanzar, mientras más lejos se llegue mejor. Una vez encontrado el punto principal del daño todo es fácil, además de haber resuelto el problema en gran parte, pues la mente de la persona seguirá trabajando de modo normal. Digamos que era como un callejón circular, sin salida… sólo se daba vueltas alrededor y nunca se encontraba una salida, pues al restablecer el daño, se hace que aquel callejón desaparezca y que la mente siga su rumbo normal. No hay que preocuparse, de ahí regresar es muy fácil, pues todo se desvanecerá y al despertar estarán en cama, en rehabilitación."

Ginny observaba a la Dra. Spencer, se preguntaba cuántas veces ella habría entrado a las mentes de las personas, a cuántos haría recuperado, cuántas veces se habría rehabilitado, y se preguntaba porqué ella no había entrado a la mente de Harry.

"Bueno, espero que estas 2 horas hayan sido de provecho, nos veremos mañana, a la misma hora para continuar. Ginny, quisiera que te quedes unos momentos."

Mientras los demás desocupaban la sala, Ginny se dirigió a la mesa principal, donde aquel señor misterioso yacía paciente.

"Ginny Weasley, quisiera presentarte al Dr. Ulises Finger, él supervisará el tratamiento y la recuperación. Actualmente es quien se encarga de la recuperación de los otros dos doctores."

"Mucho gusto Ginny" saludó el Dr. Finger "Me sorprende saber que una señorita sea quien se encargue de la recuperación de Harry Potter, entre todos los médicos especializados. Pero como dice mi colega presente, nada es imposible."

Ginny se sintió tímida, pero finalmente pudo responder.

"Sí, sé que es sorprendente que sea yo quien lleve a cabo tan riesgoso tratamiento, pero por el contrario, sino lo hago yo, Harry seguiría ahí, condenado a vivir en la oscuridad, hasta que alguien se haga cargo."

"La veo muy decidida, pero decisión no es lo único que se necesita. En todo caso, la Dra. Spencer decidió asumir toda responsabilidad. Debe saber que no sólo es su mente, señorita Weasley, la que está en juego, sino también la reputación y el prestigio de Lucila, a quien yo supongo usted aprecia mucho."

Ginny miró a la Dra. Spencer y la vio altiva e inmutable, sintió un gran respeto y admiración por ella en aquel momento.

"Sé a lo que me arriesgo y sé que no los defraudaré"

"Bien, en ese caso, creo que no tengo nada más que decir sino, mucha suerte Ginny. Puedes retirarte."

"Buenas tardes" Ginny se puso de pié y salió del salón.

Una vez que Ginny cerró la puerta tras ella, la Dra. Spencer empezó a acomodar algunos papeles, con el rostro serio.

"No era necesario que dijeras eso, Ulises. Es como si la presionaras a no fallar."

"Sólo quería probarla, no es para que te molestes querida Lucila." La Dra. Spencer volteó a mirarlo, aún con el rostro serio

"¿Te convenció¿O aún sigues con tus dudas?"

El Dr. Finger se recostó sobre su silla mientras pensaba lo que iba a contestar.

"Digamos que es exactamente como me lo dijiste. Decidida, sin miedo a fracasar, determinación e ímpetu. Lo reconozco, son valores muy importantes, pero no decisivos, y lo sabes muy bien Lucila" le dijo mirándola fijamente.

"Me alegro que no te opongas, Ulises, de lo contrario, no podría contar contigo" La Dra. Spencer se puso de pie y se disponía a salir.

"No me opongo, pero tampoco estoy totalmente satisfecho con esto. Que quede muy claro. No podré salvarte dos veces, y es tu prestigio del que hablamos."

La Dra. Spencer apretó con fuerza los papeles entre sus dedos.

"Sé muy bien lo que estoy haciendo. No te preocupes, esto no es como el caso anterior…"

"No, Lucila, es mucho más grave" EL Dr. Finger también se puso de pié "Pero, no interferiré esta vez. Eres dueña absoluta de tus decisiones, y por lo tanto, responsable de ello" y la miró significativamente "Tomemos un café, yo invito"

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De regreso a la habitación vio con asombro y alegría que Ron y Hermione estaban tomados de la mano y sonriéndose el uno al otro.

"Ajá, lo sabía… lo sabía!" dijo Ginny alegremente

"Ginny, baja la voz, por favor!" le pidió Hermione algo sonrojada, mirando a su alrededor, pero comprobando que cada persona en la habitación seguía su vida normal.

"¿Pero porqué¡Que todo el mundo lo sepa!" dijo muy animosa "Pero qué bueno que regresaron, Harry est…" Ginny sintió una punzada en su corazón "… estaría contento por ustedes."

Hermione se dio cuenta del dolor que Ginny sentía en esos momentos.

"Sé que sí, Ginny… él trató de arreglarnos, pero creo que estuvimos muy tercos en no hacerle caso. Sé que él estaría tan contento como tú, y como nosotros."

Ginny sonrió, sabía que dentro de unos días Harry lo sabría, y todos compartirían esa felicidad y muchas otras.

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N.A.

Sorry por la espera n.n' pero espero que les guste esta historia… no se despeguen, en unos días actualizaré ;) agradezco sus lecturas y sus reviews!