Ginny abrió los ojos, pero a comparación del día anterior, esta vez el líquido no le permitía ver nada.
"Ginny, despierta ¿Puedes oírme?" escuchó una voz familiar, la voz de la Dra. Spencer.
Ginny se levantó bruscamente sintiendo que el oxígeno se hacía un poco pesado y escaso. El impacto de respirar aire nuevamente le costaba un poco, además de sentir frío recorriendo por sus pulmones. Miró a la Dra. Spencer, ella le estaba sonriendo.
"No te preocupes, ya se te pasará ¿Ahora entiendes porqué no se recomienda estar más de 24 horas? Pero tú llevas 24 horas y tres minutos ahí. Es por eso que el aire se te hizo escaso"
Ginny aún seguía atontada, tenía algunos recuerdos fugaces del día anterior y poco a poco todo se enlazaba. Su hermano durmiendo, Hermione sonriéndole y deseándole suerte, los enfermeros, las cámaras… y Harry. Ginny miró a su derecha, y vio que su cámara era la única, ya no estaba la de Harry.
"¿Y Harry¿Dónde esta Harry?" preguntó Ginny olvidándose de toda cortesía y saludar primero.
La Dra. Spencer volvió a sonreír y al contrario de lo que pensó Ginny después de darse cuenta de su descortesía, no estaba molesta en absoluto y le contesto de muy buena manera.
"Hace unos momentos acaban de llevarlo. Preferí que aún no lo veas. Sabía que te exaltarías si lo tuvieras cerca, y no era conveniente por el momento" Ginny se sonrojó ligeramente "Y no te culpo… yo también alguna vez he estado enamorada. Pero debes estar tranquila, ligera, descansada… relájate Ginny, en una horas iniciaremos con la última parte de esta misión" La Dra. Spencer le guiñó un ojo "Ahora ponte tu bata, toma un baño, desayuna si deseas (aunque no es necesario) pero no puedes ir con tus amigos. Tu mente se debe mantener lo más descargada posible. Te veré en mi oficina en dos horas."
Ginny asintió, se incorporó de la cámara y se dirigió a ponerse su bata. Mientras se abotonaba le entró algo de curiosidad.
"¿Dra. Usted es casada¿De quién se enamoró?"
El rostro de la Dra. Spencer se ensombreció un poco, y sus manos se paralizaron dejando la poción que tenía suspendida en el aire.
Ginny se sintió algo tonta por haber entrado en tanta confianza, pero al menos tenía de excusa que sólo estaban ellas dos en la habitación. Ginny ya estaba pensando en disculparse por su impertinencia y salir del cuarto.Pero para su sorpresa y alivio, la Dra. Spencer se volvió hacia ella con una media sonrisa, con el rostro algo nostálgico y conmovido.
"Sabes… nunca alguno de mis pacientes me había hecho una pregunta como esa. Sí, como te dije hace unos momentos, alguna vez estuve enamorada. Me casé con ese hombre, simplemente para mí era perfecto, significaba mucho para mí y fue una gran decisión compartir mi vida con él. Su nombre era Marcus Bridgestone. Un gran médico, siempre inquieto por el descubrimiento de pociones y sustancias curativas. Murió hace dos años" Ginny sintió un frío recorrer su columna vertebral al escucharla, se sintió mal pues lo último que habría querido era despertar tristes recuerdos en la Dra. Spencer.
"Lo siento mucho, no quise…"
"No, está bien, ya lo superé. No te preocupes Ginny. Ahora verte y tenerte bajo mi responsabilidad es como retribuirle todo lo que logró antes de morir. ¿Ves estos líquidos y pociones curativas en este cuarto? Todo esto es gracias a él, a él y al Dr. Finger. Hace dos años hubo un accidente. Marcus, yo y unos colegas más trabajábamos bajo la supervisión de Ulises Finger. Pero algo salió mal… Marcus murió en esa explosión, de pronto los nombres de nosotros, los investigadores, cayó por los suelos. Fue el Dr. Finger quien afrontó todo, así que los demás no perdimos nuestro trabajo, pero a la vez él tuvo que renunciar su cargo de Ministro de Medicina Mágica"
Ginny estaba sorprendida por las noticias, jamás se habría imaginado que las personas que la rodeaban tendrían tal historia.
"Es por eso que Ulises se opuso a que fueras tú quien se encargara de Harry Potter. Mi expediente ya está manchado y no debería arriesgarme, pero tengo confianza en ti, Ginny, sé que puedes hacerlo, sé que no me defraudarás."
La Dra. Spencer sonrió cálidamente.
"Debes irte Ginny. ¡A relajar esa mente! Nada de emociones fuertes, toma un baño y relájate. Te veré en dos horas."
Ginny devolvió la sonrisa y se dispuso a salir del cuarto. "Nos veremos luego. Gracias… Emm, Dra. Spencer ¿No me acompañarán los enfermeros, no? La verdad, prefiero ir sola"
La Dra. Spencer se rió de la ocurrencia "No te preocupes, también sabía que preferirías ir sin compañía. Ve tranquila."
Ginny se despidió y salió de la habitación. Se sintió conmovida por la historia de la Dra. Spencer, a quien había empezado a admirar, a la vez estaba contenta, pues sabía que dentro de muy poco llevaría a cabo lo que tanto anhelaba: ayudar a Harry.
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Llamaron a la puerta, la Dra. Spencer cogió el fólder con el expediente de Ginny y abrió la puerta.
"Lo siento, creo que me retrasé un poco"
"Sólo algunos minutos, pero tienes suerte que recién estoy saliendo" La Dra. Spencer cerró la puerta tras ella y empezó a caminar con Ginny.
"¿Hiciste lo que te pedi?"
"Si, tanto así que me quedé observando la pileta del jardín durante un buen tiempo, y por eso llegué tarde"
La Dra. Spencer sonrió "Al menos, disfrutaste un poco más de este mundo. Porque lo que ahora viene quizás no sea muy agradable"
Ginny se extrañó al escuchar esto. Pronto se dio cuenta que estaban en el mismo nivel donde estaba la sección de daños mágico-mental incurables. Su corazón empezó a palpitar agresivamente.
"Ginny, sé que ha sido muy poco el tiempo, quizás no te he enseñado lo suficiente, pero he tratado de instruirte lo más que me ha sido posible para puedas realizar esta tarea. Cada segundo que pasa es crucial, pues la mente de Harry se va haciendo menos vulnerable, más difícil de compenetrar… y también más escasa de posibilidades de salvarlo."
Ginny se sintió extraña al saber esto, no pensó que fuera justo que se lo hayan ocultado, era una información muy valiosa.
"¿Porque no me lo dijo antes Dra.?" Preguntó algo molesta, pero no abandonando los buenos modales y no subiendo el tono de voz.
"Sé sincera contigo misma… ¿Habrías tenido cabeza para algo más que para pensar en salvarlo inmediatamente? Prefiero hacerlo con calma, pero hacerlo bien. No puedo gastar más tiempo, todo lo que te he enseñado es lo básico y lo fundamental, además de lo estrictamente necesario para poder afrontar esto. Bien¿Estamos listas?"
"Sí" Ginny pensó en la lógica de la respuesta de la Dra. Spencer, si lo habría sabido antes, quizás estaría angustiada.
Ambas entraron a la gran habitación con cámaras de aislamiento en forma de burbujas. Ginny tenía puesta otras batas de paciente. Se preguntó si sería necesario cambiarse o quizás, se sonrojó, desnudarse.
"Dra…" dijo algo tímida al ver que dentro estaba el Dr. Finger y sus asistentes. "¿Es necesario que me desnude o algo por el estilo?"
La Dra. Spencer se extrañó al escuchar la pregunta y sonrió algo divertida.
"Claro que no, con lo que tienes puesta es suficiente. No tienes porqué apenarte Ginny"
Ginny siguió caminando más aliviada, hasta que estuvo frente a la cámara de aislamiento de Harry, y éste estaba sentado en una esquina, con los brazos cruzados sobre sus rodillas, mirándola fijamente. La Dra. Spencer hablaba con los otros doctores. Entre ellos había un extraño aparato y un escritorio donde estaban algunas pociones.
"Ginny" la llamó una voz adulta, ella volteó al escuchar al Dr. Finger.
"¿Estás segura que quieres hacerlo? No nos molestaremos si en estos momentos decides no seguir"
"Estoy lista, no me daré atrás después de haber llegado tan lejos."
El Dr. Finger asintió, y los asistentes empezaron a manipular el extraño aparato, de éste salió algo parecido a un láser que se inyectó directamente en el centro de la pared cóncava. Ésta empezó a hacerse menos sólida y un orificio apareció en el lugar donde caía la luz, luego este orificio empezó a expandirse, hasta hacerce del tamaño de una persona.
"Tómate esta poción, Ginny" le dijo la Dra. Spencer "Recuerda todo lo que aprendiste, no te des a torcer"
"Si, gracias Dra." Ginny bebió la poción y se dispuso a entrar en la cámara.
"Recuerda Ginny, todo lo que veas, no es real" Ginny asintió y se dispuso a entrar a la burbuja que en estos momentos abría un agujero.
Ginny sintió frío mientras se dirigía a ese hoyo, volteó una última vez para ver a la Dra. Spencer quien le sonrió con los ojos llenos de esperanza. Luego siguió su rumbo hasta que sintió algo cálido en sus pies. Miró hacia abajo y vio que estaba descalza. Todo seguía oscuro. Miró sus ropas y éste había cambiado por ese vestido muggle, uno que le había regalado Hermione y que Harry no dejaba de mirar durante las vacaciones pasadas en Escocia. Luego volteó para ver a la Dra. Spencer, pero al dar la vuelta sólo vio aquel enorme lago de Escocia, poco a poco la vista panorámica tomaba color y en pocos segundos Ginny se encontraba otra vez a orillas del lago Ness, e el verano fueron a Escocia. Recordó muy bien esa posición, mirando la caída del sol, sus pies palpando el calor de una pequeña roca y Harry a unos pocos pasos de ella, sentado sobre el grass. Volteó a verlo, ahí estaba él, mirando el horizonte, con los cabellos rebeldes jugueteando al ritmo del aire.
"Debe ser uno de sus recuerdos" pensó ella conmovida, pues ése también era uno de sus recuerdos más preciados.
Él volteó a verla, la miraba de pies a cabeza, viendo cómo el aire agitaba esa melena rojiza a la vez que también su vestido se apegaba a la forma de su cuerpo. Ginny, con los hombros al descubierto y la basta del vestido no más baja de la rodilla, se acercó a él.
"Esto no pasó realmente" pensó mientras se sentó a su lado "pero cómo lo hubiera deseado" le dio un beso en los labios y se apoyó en su hombro
Sin hablar, ambos veían la muerte del sol, pero sin darse cuenta, esto ocasionaba que todo se volviera a oscurecer. Ginny alzó la cabeza y miró a su alrededor, volteó a ver a Harry y éste se había desvanecido. Luego todo seguía oscuro.
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"Bien, ahora sólo tenemos que esperar" dijo la Dra. Spencer al Dr. Finger y a los asistentes que estaban ahí.
Ni bien Ginny había entrado, la burbuja se cerró y se volvió densa, como si una neblina blanca grisácea estuviera por dentro. Nadie podía ver ni oír lo que pasaba ahí adentro.
"Lucila, aún no estoy convencido del todo¿de verdad crees que esta jovencita podrá hacerlo?"
"Eso espero Ulises, sólo espero que no se le olvide que él puede jugar con su mente… no sé porqué, debería preocuparme, pero, tengo una vaga esperanza que si será posible"
"¿Y qué si no tiene éxito?" le preguntó el Dr. Finger, la Dra Spencer tenía los labios temblantes
"Entonces, no tendremos más remedio que romper otra vez la cámara de aislamiento y llevarla inmediatamente a recuperación. Pero hasta que eso no pase, Ulises, la dejaremos hacer su trabajo"
"Tenemos dos de nuestros mejores médicos en recuperación"
"Ella es especial, lo sé, muy dentro de mí sé que podrá hacerlo, y hasta que esa neblina no se vuelva roja, no la sacaré de ahí"
"Así se hará. Sólo espero que sepas lo que haces"
La Dra. Spencer quedó en silencio durante unos segundos, después añadió con voz baja "Yo también"
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Luego de dar vueltas en círculos, vio a unos metros a Harry, él estaba de espaldas, se acercó a él algo molesta.
"Esto será un poco difícil, si sigue así desapareciendo, no tengo idea de cómo compenetrarme con él" pensaba mientras se acercaba a él.
Cuando estuvo a pocos centímetros de él lo cogió por la mano "Harry" le dijo lentamente "no vuelvas a dejarme sola, no te vuelvas a ir así…" en ese momento Harry volteó la cabeza y Ginny lanzó un grito.
Y no era para menos, sus ojos verdes daban paso a unos ojos de serpiente, y su piel parecía tener algunas escamas. Vió la mano que ahora la tenía sujeta a ella, y vió algo parecido a garras.
Cuando volvió a verlo a la cara, ya no era Harry sino Voldemort.
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Sorryyyyy... TT tenia planeado este capitulo para el viernes... pero bueno, se vino el kince de mi hermana y fue todo un lokerio en la casa, apensa toque mi compu... y bueno el lunes y martes no tuve internet ¬¬ pero bueeeno... aqui otro capitulo mas, gracias por su preferencia! n.n
