Acaso era cierto? Un frío la invadió y recorrió por su interior… No fue ella quien rescató a Harry… sino Harry quien la rescató a ella.
No podía creerlo.
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"Amor, estas bien?" preguntaba Harry preocupado al ver a Ginny totalmente conmocionada, con la mirada fija en los pies de Ron.
"Bien?... Bien?... Qué diablos le pasa? Claro que NO estoy bien!" pensaba la pelirroja mientras subía lentamente su mirada hacia Harry. "No Harry. Algo está pasando, es muy malo. No estoy loca!"
Harry seguía mirando a Ginny, aunque su porte era de asombro y preocupación, sus ojos no lo reflejaban.
"Lucila… ayúdame… qué hago?... acaso esto no es real? Acaso de verdad era yo la loca?... Dónde estás, Lucila Spencer?... No me dejes ahora, se supone que juntas íbamos a rescatar a Harry... Acaso no existes?" los pensamientos de Ginny aturdían su cabeza a una velocidad increíble. Estaba cansada de ver los ojos de Harry, estaba cansada de los rumores a cerca de su locura, no podía soportar la mirada exagerada de su hermano, sobre todo la seriedad de Hermione… y sus padres…
"Mamá… Papá"
Ginny miró a sus padres y hermanos mayores, quienes hasta ahora no habían dicho nada. Sus padres también tenían la misma postura preocupada y asombrada de todos, al igual que sus miradas no lo expresaban. Se sorprendió mucho que su madre no haya corrido hasta ella, conociéndola, ya la habría ahogado en un abrazo.
Pero algo raro pasaba, y por primera vez empezó a darse cuenta de las circunstancias.
"Ron" le dijo ella, con el mismo tono de voz agresivo "Tu cicatriz? Esa que te conseguiste en esta última batalla"
"Cuál cicatriz? De qué hablas?" le contestó su hermano
"Hermione, tu cabello, tenías raspaduras en el rostro"
"Yo… no sé de qué hablas Ginny"
"Ginny por favor! Ya déjalo! Estás mal!... Estás mal!" le dijo su hermano con voz enérgica, Ginny notó su mirada inexpresiva y sólo le quedaba algo por hacer.
Ginny se tocó el cabello y notó una pequeña diferencia, estaba largo, como antes de la explosión… como la última vez que Harry la vio.
Entonces, todo en su mente se tornó claro, sus piernas ya no le temblaban y su voz interna le gritaba enérgicamente "No te dejes llevar!"
"Son ustedes quienes están mal! Es más, ustedes no existen!" Ginny tenía un brillo especial en sus ojos mientras miraba a la multitud que volvían a rumorear. "Harry! No sé qué pretendes, pero ya no puedes engañarme… sé que tú no eres real."
Las voces de los rumores se fueron haciendo más fuertes, Ron y Hermione se escandalizaron, pero Harry ni se inmutó, lo único que hizo fue sonreír mientras sus ojos se perdían entre las sombras de sus cabellos.
"Quiero a Harry, quiero estar con él" le dijo Ginny
"Pero si estás conmigo, aquí, conmigo…" Harry volvió a enseñar sus ojos aunque la sonrisa no había desaparecido del todo.
"Pero tú no eres Harry, eres algo que hace que sus recuerdos se proyecten, es por eso que mi cabello sigue largo"
Sin borrar su sonrisa, Harry se dio media vuelta y se dirigió a una puerta, la abrió y Ginny pudo ver que detrás de ella se encontraba un elemento acuoso.
"Sigue por ahí y lo encontrarás… suerte"
Ginny lo miró desconcertada, mientras todas las personas ahí seguían en sus rumoreos y miradas exageradas.
"Quién eres?" le preguntó la pelirroja antes de salir por la puerta.
"No lo sé, dime tú… ve antes que me arrepienta y te ponga otra trampa"
Ginny sonrió y se dispuso a atravesar la puerta, el elemento acuoso era tibio y muy ligero, poco a poco todo fue desapareciendo a excepción de la puerta y esa inmensa pared líquida de color celeste.
Ginny vio que el líquido empezaba a rodearla, tenía miedo de no poder respirar, pero luego de atreverse a aspirar un poco, notó que el oxígeno entraba a sus pulmones sin ningún problema.
Una vez completamente dentro de ella, su peso se fue aligerando y su cuerpo empezó a flotar. Se encontraba dentro de una masa acuosa celestina, sin un rumbo fijo y totalmente perdida en el espacio. En ese momento empezó a dudar si fue lo correcto haber hecho caso al supuesto Harry, otra vez el miedo se fue apoderando de ella, por donde quiera que veía, sólo había más y más de ese elemento.
No segura de saber qué hacer o a dónde ir, Ginny trató de hacer movimientos de natación, pero notó que no necesitaba esforzarse mucho, pues su cuerpo seguía el camino que su mente le indicaba. Era como estar volando… pero en agua.
Lentamente, empezó a deslizarse hacia una determinada dirección, sin saber si era el camino correcto, si se acercaba o se alejaba de Harry.
La preocupación y miedo invadía la mente de Ginny, quien ya estaba viendo lejana la posibilidad de encontrar a Harry en ese gran espacio.
Ginny empezaba a desesperarse, parecía interminable y no había un camino seguro. Ya empezaba a dudar que su misión tuviera éxito, no sabía cuánto tiempo estaba ahí, su cuerpo empezaba a darle señales de cansancio, y el ver todo tan monótono y repetitivo, hasta le sugería cerrar los ojos y descansar.
Ginny se detuvo, dejó de seguir caminos interminables y la desesperación la embargaba aún más. Su cuerpo le pedía descansar, su mente empezaba a bloquearse por momentos y aunque ella se repetía que eso no era real poco a poco fue sucumbiendo y fue cayendo… y cayendo…
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"Dra. Spencer!" gritó un enfermero a su jefa "La situación se volvió inestable!"
Lucila Spencer se acercó a la burbuja apresurada, la neblina estaba tomando movimientos bruscos y se color parecía tornarse rojizo.
"Oh Merlín!" dijo para ella misma mientras se llevaba una mano a la boca y miraba entre asombrada, preocupada, decepcionada y temerosa. "Oh Ginny, qué pasó? … qué pasó?"
"Qué hacemos Dra.?" Le preguntó el enfermero, mientras se acercaba Ulises Finger a la habitación.
"Te lo dije Lucila! Esa niña no sería capaz de tal cosa! Sácala de ahí inmediatamente!" El Dr. Finger casi escupía saliva al hablar, se le notaba muy histérico.
El Dr. Finger no recibió una respuesta rápida de su colega, entonces se acercó por su cuenta a la burbuja junto a otros dos enfermeros y les ordenó que sacaran sus varitas.
"Alto!" por fin la Dra. Spencer reaccionó "No se atrevan a romper la cámara de aislamiento"
"Pero Lucila, esa niña y el chico están en peligro!" le refutó el Dr. Finger.
"Lo sé, maldición, LO SÉ!" ella parecía haber perdido el juicio, o al menos eso demostraban las miradas que se dirigían hacia ella.
"Debes romper la…!"
"No! Ulises" dijo ella tranquilizándose "Lo haré yo misma, pero cuando sea irremediablemente necesario"
"Esos chicos están en peligro!"
"Estoy consciente de ello! Pero sólo puede ser algo momentáneo, aún no estamos en un nivel de peligro, pero sí de alerta"
"Acaso has perdido el juicio? Acaso quieres que la niña quede como nuestros colegas? Ah?... Excelente expediente el que quieres Lucila! También excelente titular el que buscas: Doctora de intachable prestigio cometió negligencias contra una menor… y claro sin olvidar las fotos de los padres llorando… y toda tu carrera al tacho… Parece que el sacrificio de Marcus no hubiese sido suficiente"
"No te atrevas! No te atrevas a mencionar el sacrificio de Marcus como trivial. Eso no te lo permito! Esta operación está a mi cargo, soy yo quien dirige aquí. Esa cámara no será rota hasta que supere el límite de alerta y vaya a peligro."
Ulises miró entre sorprendido y furioso a Lucila, guardó su varita en su túnica de médico y sin volver a dirigirle la palabra, salió del recinto.
Lucila respiró hondo, cayó rendida sobre una silla y tapó su rostro con sus manos. Luego miró fijamente las nieblas rojizas dentro de la enorme burbuja, suplicando internamente que no se vuelva roja.
"Qué te pasa Ginny?" se preguntaba "Qué está pasando? Es que acaso no eres capaz de hacerlo? … Creo que te sobreestimé, niña… Supongo que Ulises tiene razón, creo que debería traerte devuelta…"
Lucila frotaba sus manos nerviosamente mientras en su cabeza se formulaba la difícil decisión. Uno de sus dedos se topó con un anillo, ella lo miró por un momento, y luego su mirada temerosa y angustiada se serenó.
"Marcus… qué me dices tú… yo ya no sé qué hacer, estoy preocupada por ambos, pero por alguna razón, tengo mucha fe en ella. Creí que lo lograría, pero ahora tengo miedo... temo por su vida. Quiero esperar un poco, cada vez se vuelve más inestable, tendré que sacarla de ahí. Tengo que hacerlo, pero entonces… ya nadie más será capaz de salvar a Harry Potter. Perdón Ginny, pero debo hacerlo, no puedo arriesgar tu vida."
Lucila permaneció unos segundos más sentada, mientras miraba la burbuja de cristal con su neblina rojiza cada vez con más movimientos bruscos y cambiante. Finalmente, con una decisión clara en su cabeza, se puso de pié y se dirigió a los enfermeros para hacerles unas última indicaciones.
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Ginny era consciente de que se caía, pero su mente no parecía tener la fuerza suficiente para levantar su cuerpo, simplemente se dejó caer, pero también notó que a más profundidad, la luz se iba haciendo escasa y el espacio parecía reducirse.
Algo que Ginny no pensó ver era una luz en el fondo. Su cuerpo seguía cayendo, y aunque le faltaban fuerzas, le dio curiosidad por saber qué era esa luz, que cada vez se acercaba más y más.
Luego de algunos segundos, esa luz dio forma a una burbuja brillante, y cuando Ginny vio a través de ella, no podía creerlo… era Harry, era él quien estaba dentro, dormido e inconsciente de todo.
Emocionada y con fuerzas renovadas, Ginny se acercó a la burbuja, algunas lágrimas de alegría salían de sus ojos mientras una extraña corriente pasaba por su médula. Tuvo que esforzarse mucho para llegar a él, había olvidado que su cuerpo estaba muy pesado para su mente y a duras cuestas pudo acercarse a la burbuja.
"Harry!" gritaba la pelirroja invadida por la emoción a medida que se acercaba más y más a la burbuja "Harry! Despierta por favor!... Harry!"
Ginny sentía que su voz se debilitaba, al igual que sus fuerzas. Sus manos por fin tocaron la burbuja y su cuerpo pasó a través de ella. Con un último esfuerzo, logró abrazar a Harry y susurrarle al oído: "Harry, despierta"
Ya no podía soportarlo más, estaba muy débil y la oscuridad invadía sus ojos y su mente. Lo último qué escuchó antes de perder el conocimiento fue el ruido de un cristal roto y la voz de la Dra. Spencer gritando enérgicamente "Sáquenlos de ahí".
Y Ginny colapsó, sin saber si había fallado o no, sin saber si Lucila Spencer había roto el cristal a tiempo… o quizás antes que Harry despertara, sin saber si Harry la había escuchado o no, sin saber que había estado ahí casi una semana. Si tan solo no hubiera estado tan débil, lo habría sabido.
La Dra. Spencer dirigió las camillas con ambos cuerpos inmóviles hacia la cámara de fluidos revitalizantes, sus puños se apretaban y se lastimaban con sus propias uñas, producto de la mezcla de emociones y sentimientos que vivía en ese momento.
Notas de la autora:
Jejeje... :p deben estar odiándome... n.n pos ginny estaba cuerda, no era la loka... ya estaba bien advertido... "No se dejen llevar!" jojojojo, bueno, luego de este acto de maldad, debo decirles, queridos lectores, que este fic se aproxima a su fin.. buuuu... yo tmb quería más, y al principio era más, era todo un laberinto (cuando lo concebí) pero por las críticas recibidas por mi hermana y mi prima (que fueron las primeras en escucharlo) decidí cortarla sólo a dos giros importantes... en fin... me gusta como quedó! Y ustedes? estan disfrutando de la historia? Espero que sì!
Dejen sus reviews y comentarios, animense! esa es la leña que seguirá aviviando el fuego!
Gracias por tomarse su tiempoen leer y esperar :p
byeeee
P.D.
Ya me liberé de esa molestosa gripe!... pero se me vinieron los exámenes de medio ciclo T.T
