En el hogar de Lily y Gakupo la situación era bastante mala, la rubia llamó a la puerta de la habitación de Fukase y no recibió respuesta alguna, era lo normal pero había algo extraño que ella presintió y es que al tocar la manija, esta se encontraba sin seguro, ya al abrir la puerta se llevó la sorpresa de que el pelirrojo no estaba dentro.

- ¿Eh? ¿Por qué? – Ella no podía creerlo, entró a la habitación por si acaso se escondía en algún lado pero no encontraba rastro alguno de él. – No está… como pasó esto… - Desesperada, llamó a Gakupo que se encontraba viendo el escenario junto a Roswa. – Por favor responde… Gakupo, soy yo Lily, Fukase desapareció, no está en la casa, por favor, haz algo… entendido, lo dejo en sus manos. – Al colgar, ella simplemente cayó de rodillas en la habitación. – Por favor… que se encuentre bien…

Mientras tanto en el auditorio, Gakupo y Roswa tenían rostros serios en ese momento, no podían dejar pasar la desaparición de su amigo, necesitaban encontrarlo antes de que suceda algo irremediable con él.

- Roswa-dono, me adelantaré a buscarlo, no puedo dejar que esto se quede así. – Anunció el pelimorado, Roswa asintió.

- Llamaré al resto para que ayuden… necesito ayudarlo dentro de todo lo que sea posible.

- Claro, cualquier avance que tenga, lo reportaré. – Dicho eso, Gakupo salió del recinto para buscar a Fukase, tomando la camioneta y conduciendo, tomó su teléfono e intentó llamar al celular del pelirrojo pero no hubo respuesta. – Es obvio… Fukase-dono no llevaría su teléfono si buscara desaparecer, tengo que encontrarlo a oscuras…

Luego de haber enviado el mensaje, todos leyeron sobre lo sucedido y accedieron a buscar a Fukase, con eso salieron del hotel en grupos para buscarlo por toda la ciudad.

- ¿Dónde creen que pudo haber ido? – Preguntó Miku, estando en un grupo de búsqueda con Kei y Luka.

- No tengo idea… Nueva York es grande, así que podría estar en cualquier lado. – Respondió Luka, la peliverde soltó un suspiro.

- Esto es malo… y yo que pensaba animarlo con la canción que estaba escribiendo.

- Así que por eso me llamaste para ver la composición. – Expresó el pelinegro. – Eres realmente amable el componer una canción para alguien.

- Jeje… - Ella sonrió aunque luego esa sonrisa se borró. – Es una persona muy importante para Roswa-san, que ocurra algo así en esta situación es realmente malo y estando a tan solo un día del concierto, ocurre esto.

- Lo encontraremos. – Señaló Luka. – Seguro nuestras voces llegarán a él, y si no es así, lo haremos por medio de nuestra canción.

- … Es verdad Onee-sama, vamos a buscar hasta que no podamos más. – Los dos asintieron y se pusieron en búsqueda de Fukase, fue algo que realmente costó bastante por toda la ciudad, pero no se rendirían hasta conseguirlo.


En cierto lugar abandonado, un joven pelirrojo estaba recostado, era un edificio en el cual nadie había estado durante años, por lo que era un lugar sumamente prolijo para esconderse.

- (Realmente lo hice… me escapé de casa…) – No podía evitar nervioso pero igual no aguantaba la situación, no deseaba ser una carga para Lily y Gakupo. – Supongo que… ahora deberé vivir en la calle o buscando trabajo…

Fukase siempre se sintió como que nunca llegó a aportar realmente algo en la casa, Lily era quien cocinaba para ellos, Gakupo trabaja a medio tiempo para traer algo de dinero e igual la academia los apoya académicamente ¿Qué ha hecho él? Solo ser una lacra que ha ocupado espacio en la casa, peor cuando se encerró y no se dejó ver en ningún momento, y eso que desde un inicio siempre fue él que buscó más perseguir el sueño de crecer como cantante, al final nada valió la pena.

Al final ¿de que sirvió acompañar al resto a Estados Unidos si acabaría sufriendo así? Era joven y estúpido en ese tiempo, creyó que su sueño podría cumplirse a base de esfuerzo puro pero la realidad acaba golpeando de la forma más dura y de la que uno menos se espera. Solo se estaba dando cuenta de que simplemente no tenía lo necesario, no es tan fuerte como Gakupo o tan amable como Lily para seguir adelante, simplemente era mejor abandonarlo todo…

- Mejor me voy lejos de aquí… lo siento Lily-san, Gakupo-san… pero no puedo seguir, haré una nueva vida ahora…

Abandonar su sueño, era la única opción que tenía en ese momento, quizás encontrar un nuevo hogar, tomar un nuevo trabajo y valerse por su vida, alejarse de la música para siempre, ese era su plan pero por alguna razón, le dolía solo de pensarlo, muy dentro de él pensaba en otra cosa pero no, no podía seguir aferrándose a ello.

- Debo avanzar… hacia un lugar donde realmente pueda salir adelante…

- ¿Lo has visto? – De repente voces lo sorprendieron, el pelirrojo tuvo que esconderse.

- No está por aquí, es complicado encontrarlo.

- Descuida Neru-chan, ya encontraremos a Fukase-kun y lo llevaremos de vuelta. - ¿Acaso lo estaban buscando? Ese fue el pensamiento del pelirrojo en ese momento, ya se había tomado las molestias de escapar y que ahora lo busquen, no podía dejarse ver, de forma sigilosa buscó escapar por la parte trasera del edificio, y lo malo de ser un sitio abandonado es que hay piedras en el suelo, sin querer pateó una, causando un eco. - ¿Escuchaste eso?

- Hay alguien ahí dentro, vamos Teto. – Esa fue la señal para que Fukase saliera corriendo de ahí, buscó la salida por la parte trasera donde vio una entrada vieja, entonces salió por ahí pero una reja intervenía para escapar, debía de escalarla.

- Por aquí escuché algo.

- Vamos más adentro. – Las dos voces se iban acercando, el pelirrojo no podía dejar que lo capturaran tan fácilmente así que empezó a escalarla, al menos no era tan alta cuando pudo llegar al otro lado y saltó.

- Bien, hora de huir. – Y de ese modo se fue corriendo, pero justamente al doblar en una esquina dio la casualidad que se encontró con tres, Rin, Len y Flower estaban ahí y pues la situación se dio que se vieron al rostro.

- ¿Es él? – Preguntó Flower.

- Si lo es, no escaparás. – Len estuvo dispuesto a saltar para atraparlo, justo ahí Fukase se hizo a un lado para esquivarlo, el rubio cayó al suelo.

- ¡Rin, atrápalo!

- ¿Eh? – La rubia no supo como reaccionar cuando tuvo a Fukase al frente, sumando que era más alto que ella, no había forma de que pudiera hacer nada.

- ¡Lo siento!

- ¡Kya! – Apartó ligeramente a Rin mientras siguió corriendo.

- ¡Rin, lo dejaste escapar!

- ¡Y que querías que hiciera, él es más fuerte que yo! – Reclamó la rubia.

- Los dos, no peleen. – Flower buscó calmarlos. – Hay que seguirlos.

- Es verdad, ya voy. – Y Len empezó a correr para seguirlo, usando toda su fuerza.

- Vamos Rin. – Flower igual lo persiguió, la gemela rubia soltó un suspiro.

- Por qué siempre me veo atrapada en estas situaciones. – Y sin otra opción, fue tras ellos.

Fukase continuaba corriendo para huir de ellos, ya ser visto fue lo suficientemente malo para su plan de salir de sus vidas sin ser visto, ahora solo necesitaba perderlos de algún modo.

- ¡Woooooooh, no escaparás! – Escuchó una voz a sus espaldas, viendo a Len que estaba corriendo a toda velocidad para alcanzarlo, eso puso nervioso al pelirrojo.

- ¡Como es tan veloz! – gritó mientras buscó acelerar para evitar ser alcanzado por el rubio pero poco a poco la distancia entre ambos se iba acortando. - ¡Por qué!

- ¡Soy muy atlético, no puedes superarme en velocidad! – Exclamó Len con confianza, Fukase no podría superar al rubio en velocidad pero al menos poseía algo que él no y eso era cerebro, fue justo que se detuvo, desacelerando. - ¡Como!

Al ver que pasó de largo a Fukase y este se fue por otra esquina, Len buscó detenerse pero su velocidad fue demasiado que derrapó.

- ¿Crees que fue por aquí Neru-chan?

- Parece ser. – Justo estaban Teto y Neru de pasó.

- ¡Cuidado! – La voz de Len las alertó pero fue demasiado tarde, el rubio acabó chocando con alguien, cayendo al suelo en ese momento. – Oh, eso dolió… - En ese momento apretó algo suave. - ¿Eh? ¿Qué es esto?

- Tú… - Entonces lo vio, estaba encima de Neru y lo peor, una de sus manos tocaba uno de los pechos de la pelinaranja, ella se encontraba sumamente roja.

- ¡Ah, Neru, yo no quise!

- Kagamine Len… ¡ERES HOMBRE MUERTOOOOOOOOOO!

*SLAP*

- Menos mal lo perdí. – Fukase seguía escapando y al menos no se encontraba indicios de que nadie más lo siguiera, ahora finalmente podría seguir en paz.

- No tan pronto. – Frente a él apareció alguien, Yohio le bloqueó el paso, dejando al pelirrojo paralizado. – Has causado muchos problemas por escapar, chico, ahora no podrás irte de aquí.

- Eso… - Fukase buscó moverse por la izquierda pero el rubio hizo lo mismo, ahora fue por la derecha y este le imitó, en ese momento los dos se fueron moviendo de un lado a otro, continuando de esa manera por unos dos minutos.

- ¡Yohio, que diablos haces! – Meiko llegó en ese momento y reclamó al ver a los dos.

- Le bloqueo el paso, pero no parece que se rinde.

- En realidad, se ven como unos idiotas ahora mismo. – comentó la castaña. – Deja de perder el tiempo y captúralo.

- Ok, no seas tan mandona. – Yohio finalmente se detuvo y se acercó a Fukase, este se sentía atrapado al ser este más grande que él pero eso no lo detendría, el pelirrojo fue hacia una pared y corrió en esta. - ¡Que!

- No pensé que serviría, pudo aterrizar a sus espaldas.

- Maldita sea, Meiko, atrápalo. – Ordenó Yohio.

- ¡¿Ah!? ¿Acaso me ves como una gorila? Soy una dama, no hago fuerza. – Y entonces lo dejó ir, Yohio gruñó por debajo.

- Eres inútil en momentos como estos… no importa, hay que seguir. – Y se fueron tras él.


Pasó un tiempo, Fukase fue evitando a todos los que lo buscaban y de algún modo salía libre de ello, pero su energía tampoco era ilimitada, fue a descansar a un parque en ese momento, revisó si tenía dinero para al menos comprar una bebida en una máquina expendedora, solo vio que poseía unos tres dólares.

- No creo que alcance…

- Toma. – De repente una voz lo alertó, ahí estaba un pelinegro que le ofreció una bebida. - ¿Quieres?

- … Claro. – Aceptó el regalo de este, ya entonces se sentó a su lado, Fukase sentía que era otro de los que lo buscaban pero no parecía hacer algo por retenerlo, a pesar de todo se mantuvo alerta.

- Es un buen día ¿no? – Preguntó el pelinegro, Fukase no sabía que responder.

- Bueno… sí…

- Esta ciudad no ha sido tan mala, hablan bastante de que las grandes metrópolis hay tanto movimiento y agota, pero incluso hay sitios tranquilos como este.

- Eso es verdad… - Nuevamente hubo silencio entre ambos, Fukase deseaba decir algo, sí ese chico también lo buscaba ¿por qué no llamaba al resto? – Esto… ¿por qué no dices nada?

- No considero que sea lo correcto. – Respondió este. – Tienes tus razones ¿no?

- Bueno… - bajó la mirada. – Yo… siempre me sentí como una carga para ellos, soy en realidad muy débil, patético, a la más mínima muestra de dolor me encierro a mí mismo… no soy como los demás creen, soy una basura.

- No pienses eso. – Respondió el pelinegro. – Nadie es realmente patético o débil, es solo que posees una fuerza que no sabes que tienes, cuentas con un potencial pero tu mentalidad ha encerrado esa posibilidad.

- ¿Cómo lo sabes? – preguntó él, este sonrió.

- La verdad… puedo ver ese potencial en ti. – Se fijó y es que un aura roja lo rodeaba. – La verdad… yo antes era ciego. – Eso sorprendió a Fukase.

- ¿Ciego? Entonces como…

- Me sometí a una cirugía, una la cual tenía una taza de éxito muy baja, así como podría ver, quizás hubiera deteriorado mi vista para siempre y nunca poder observar a otros, pero decidí ser valiente y tomar esa decisión aunque lo tuve todo en contra.

- … Eres fuerte, todo lo contrario a mí.

- Eso no es verdad. – Miró a Fukase. – haces esto porque te preocupas por los demás ¿no? Piensas que solo eres una carga pero en realidad ellos te ven como su amigo, no desean alejarse de ti, además fuiste quien dio el primer paso para venir aquí ¿no?

- Eso… - Recordó, fue el más emocionado, si hubiera seguido así, quizás las cosas hubieran sido diferentes. - ¡No! Soy débil, busqué huir de mis problemas, no merezco que me perdonen.

- Ellos lo entenderán. – En ese momento abrazaron a Fukase, este acabó asombrado por ese gesto. – Si lo que viviste es doloroso, solo necesitas apoyarte en alguien más, yo lo hice en mis momentos más oscuros y por eso estoy aquí, puedes hacerlo igual.

- Yo… no quiero dejarlos… quiero seguir mi sueño… - Fukase empezó a sollozar en ese momento, este solo continuó abrazándolo y acariciando su espalda, era todo lo que el pelirrojo necesitaba en ese momento.

Pasó un rato, al final Fukase cayó dormido luego de haber llorado, este lo mantuvo recostado en su regazo.

- ¡Kei-san! – Miku y Luka llegaron en ese momento. - ¿Qué pasó?

- Sshhh. – Les hizo seña de que hicieran silencio, ambas chicas vieron a Fukase durmiendo plácidamente en el regazo del pelinegro. – Está dormido, dejémoslo así.

- Jeje… bien… - Miku soltó una risa al ver esa escena, por su parte Luka sentía un conflicto interno.

- No es justo… - Ella hizo un puchero en ese momento. Al menos Fukase había dejado de huir y se veía más tranquilo que antes, como nunca antes en su vida, ya que dejó salir todo lo que sentía, ahora estaba en paz.

- Hmmm… - En ese momento sonrió por debajo, dentro de su mente ya se encontraba calmado y era lo importante. Al final ese día acabó con este de vuelta, ya al final luego se trataría el asunto importante por el cual huyó pero por ahora… necesitaba descansar.


Ninja Britten 11: Ya hay cosas que necesitan resolverse la verdad por ese lado, seguro IA tendrá el tiempo para hablar con Yukari y pues fue feo como es que Fukase haya escapado de casa, si que los puso angustiados a sus amigos.

Ya aquí en este cap pudimos ver que al menos pudieron hablar con él, cuando buscó huir de ellos, Kei fue quien logró calmarlo con sus palabras al final y pues está un poco más liberado, ya hablará con sus amigos en el próximo cap e igual será el concierto, conoceremos la canción que hizo Miku para alegrarlo, nos vemos en el próximo cap. Saludos.