La orden de los Caballeros Mortales

Por Javier Delgado R.

Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa"

Capitulo VII rev2
Ejecución

En Hell, la dimensión del mundo de los demonios, sonó una la alarma y el corazón de sus habitantes se estremeció de terror. Era la alarma que anunciaba que se había violado el sistema de doblete. Un dios había sido asesinado y pronto un demonio compartiría su destino. Sonaba como el lamento de una bestia herida. En la gran central donde se alojaba Nidhogg, el centro de nervioso de este mundo, se comenzaron a formar varias esferas de luz. Eran del tamaño de un hombre y tenían un odioso tono verdoso. Se comenzaron a mover furiosamente y salieron a recorrer los pasillos y edificios de este mundo. ¡Buscaban alguien!. Simultáneamente un anuncio resonó en todas partes, una voz poderosa e impersonal anunció:

- Subprograma Doblete activado. Se reporta la muerte por violencia de la Diosa de primera clase Giörel. Se busca a su doblete para su ejecución..

El Shaik Aman-reng vio las luces y maldijo. ¿Como habían podido convenir en algo así?. Entonces vio que las luces de dirigían hacia el y volvió a maldecir? ¿Podría ser que le tocara a el? .

Pero las luces lo pasaron de largo, entonces escucho un anuncio.

- Se ha localizado al doblete de la diosa Giörel: Anang-Reh. Sera colocado bajo supervisión. El código de ejecución en su cuerpo ha sido activado.

El Shaik Aman-reng vio como las luces se dirigieron a donde había dejado a su hijo. Fue testigo de como lo rodearon anunciando sus intenciones, para luego envolverlo y llevárselo prisionero.

El sistema de doblete tenia por propósito evitar que los dioses y demonios se matarán entre si. Por ello estaba diseñado para ser lo más dramático posible. Tenia que causar tal terror para que nadie deseara activarlo y ser su victima. El despliegue de luces, la búsqueda, la exhibición de la victima seguida por un terrible intervalo de espera y finalmente, una ejecución pública. Todo eso había sido fríamente diseñado.

El joven había quedado petrificado por la sorpresa, sabia lo que significaba. El código del sistema doblete había sido insertado en el desde hace años y ahora había sido activado. Su muerte ya estaba programada, no había nada que se pudiera hacer. Tenia media hora para dejar sus asuntos en orden.

Entonces Aman-Reng pudo ver impotente, como las esferas llevaban a al , cayo de rodillas y comenzó a llorar sin importarle en nada su dignidad.


En nueva Delhi Somasindhu aun estaba llorando, cuando sintió que algo volvió a aparecer. Una luz atravesó el techo de su habitación y el destartalado edificio se estremeció. Sentía que había una gran energía que anunciaba al alguien poderoso. Por un momento se lleno de terror, pero esta vez no eran Rakshasas. Eran dos hermosas mujeres, y a diferencia de la dulzura de Giörel, estas tenían un porte orgulloso y vestían algo parecido a uniformes.

Una de ellas se le acerco le dijo con una gran porte y autoridad. Lo miro directamente a los ojos, y esa mirada de alguna manera lo tranquilizó pues le inspiraba confianza.

-No tengas miedo. Soy Lind, Valquiria en misión especial. Fui asignada para investigar lo que paso. Tu debes ser Somasindhu. ¿Me puedes entender?. Necesitamos de tu cooperación.

Somasindhu miro a la cara esa hermosa y orgullosa mujer. Intento hablar, pero su corazón aun estaba lleno de ira y terror. Su cuerpo comenzó a temblar.

Lind vió su estremecimiento, y apoyo sus manos en los hombros del joven. Este se sintió confortado ante el contacto y poco poco comenzó a tranquilizarse, mientras trataba de entender lo que pasaba. ¿ Quienes serian estas nuevas devis?

- ¿Quienes son ustedes? ¿Que son ustedes?

La otra joven, con actitud exasperada exclamo:

- Lind, ¿Que esperas?, solo extrae sus recuerdos...

Lind la miro con dureza, soltó al joven y la confronto.

- Eira, ¿debo recordarte quien esta a cargo?. El solo es una victima y un testigo. No es culpable, ademas, debemos esperar a alguien mas antes de proceder con la investigación.

Su compañera la miro con sorpresa, Lind había sido una de las valquirias más estrictas y duras. Pero después de su estancia en la tierra tenia una extraña gentileza que la desconcertaba. Lind regreso con Somasindhu para tranquilizarlo.

- Venimos del cielo. Se decidió que tu tenias derecho a que se te cumpliera un deseo, y la diosa Giörel, fue asignada para concedértelo. Pero algo paso y solo sabemos que ha muerto de manera violenta. Tenemos su telemetría, que nos dice como, pero no quien. Nosotras somos las encargadas de averiguarlo con el fin de buscar y castigar al culpable.

El joven hindú no entendía completamente, pero le quedaba claro que era personas de autoridad. Si querían castigar a los asesinos de la infortunada Devi, debería ayudarlas. Aun temblaba por la experiencia y le costaba mantenerse de pie. La mirada serena y firme de Lind lo tranquilizó, así que realizo un gran esfuerzo para poder hablar. Había una gran rabia contenida en su voz.

- Fui testigo de la muerte de una Devi. La vi sufrir. ¡Ella dio su vida por mi!. Deben encontrar al culpable. Haré todo lo que me digan. ¡Quiero ver castigado al culpable!.

Somasindhu cerro los puños con fuerza. Su rostro normalmente gentil, estaba lleno de lagrimas y tenia una expresión intensa. Lind lo miro, le gustaba la resolución del joven, por un momento recordó a otro joven mortal que estaba dispuesto a todo para proteger a su diosa. De nuevo le puso las manos en sus hombros y le dijo:

- Se que harás todo lo que puedas para ayudarnos. El culpable sera castigado. Solo espera un poco falta alguien por llegar.

Entonces el edifico se estremeció al aparecer un nuevo rayo de luz, este parecía venir de afuera y había atravesado la pared. Se sentía gran poder en el, pero era distinto del de las Valquirias. Todo el cuarto se estremeció durante un momento, y la luz comenzó a desvanecerse. Al desaparecer distinguió que había otra joven y atractiva mujer, pero era muy distinta. Su piel era un poco obscura y con un tinte rojizo como si fuera de cobre, sus ojos parecían rendijas y parecía haber una gran ira en ella, y tenia unas marcas rojizas en la cara. Pero al ver su boca, Somasindhu sintió terror. De su boca alcanzaba a sobresalir dos pequeños colmillos. ¡Era una demonio!

El joven estuvo a punto de gritar, pero pronto vio que las otras dos mujeres la miraron con actitud retadora, sin embargo se veía que la esperaban.

- ¡Marler!, ¿Tenias que ser tu?

- ¿Porque te sorprende? Soy la única demonio de primera clase que radica actualmente en la tierra.

- ¿Ustedes dos se conocen?

- Te presento a Marler. Tenemos el honor de tener prácticamente a la principal asistente y cómplice de Hild. Ya hemos algunos encuentros no muy amistosos.

Lind miro a Marler con dureza, toda su vida había entrenado para luchar contra los demonios. No deseaba trabajar con uno.

Marler le correspondió la mirada pues sentía lo mismo. Sabia que la Valquiria era más poderosa que ella, pero en este momento ella representaba la autoridad de Hild, podía ser todo lo retadora que quisiera. Volteo a ver a la otra valquiria y decidió establecer su autoridad.

- Soy Marler. Demonio de primera clase, ilimitada. Vengo en representación de la Daimacho Hild. Se nos ha indicado que hubo una violación del sistema de doblete. Pero no fue por la autoridad de Hild. Si un demonio cometió el deicidio, nosotros debemos castigarle. - Miro con odio a las valquirias y concluyo - Pronto uno de nosotros moriría. Y quiero saber porque y quien es el culpable.

Lind hizo una simple inclinación de cabeza indicando que aceptaba su autoridad y sus razones.

- Están en su derecho, si un demonio hubiera muerto, también nosotros tendríamos que cumplir el tratado.

Lind decidió que ya era suficiente de confrontaciones, ambas tenían un deber que cumplir.

- Esto es lo que sabemos. La diosa Giörel fue asignada para establecer un contrato con el ser humano Somasindhu Parthasarathi. Vino a la tierra a cumplir con su deber. Poco después, el sistema reporto que había dejado de existir. No sabemos los detalles, pero según la causa de su muerte, su corazón fué destruido, pues no hay restos de el. Nunca pensé que un demonio fuera capaz de realiza un acto así. Giörel era un diosa de primera clase, asignada a la más pacifica de las tareas. ¿Porque la asesinaron?

- Hild no tiene que ver con esto. También deseamos saber que paso.

- Tenemos un testigo. Este mortal vio todo lo que paso.

Se acerco al joven y lo llevo frente a Marler.

- Somasindhu por favor, permitenos tomar tus recuerdos.

Somasindhu solo asintió con la cabeza. Esta Devi valquiria le inspiraba confianza, pero dudo mucho en querer acercarse a esta demonio: Marler!, ese nombre le recordaba a Mara, la demonio que habia intentado seducir al Buda. Ademas, estas Valquirias creían que había sido un demonio el que había asesinado a la Devi. Pero la cercanía de Lind lo tranquilizo.

Lind toco la frente del joven y entono un hechizo, ella era de la división de combate, y una de sus habilidades era el interrogatorio.

Los pensamientos y recuerdos del joven comenzaron a tomar forma externa y se proyectaron en los presentes. Los recuerdos eran confusos, el cerebro no es una grabadora, los recuerdos se almacenan en función solo de lo que puede comprender y había mucho que el no compendia. Lind le hizo algunas preguntas para ayudarlo a enfocarse. Poco a poco los recuerdos fueron tomando forma y se fueron haciendo más claros. Las imágenes que vieron fueron estremecedoras.

Al final las tres mujeres quedaron horrorizadas por la brutalidad del ataque. Lind había estado en combate real y sin embargo jamas había presenciado un ataque tan brutal. Pero algo les quedaba claro, los atacantes no eran demonios. Eran algo mucho peor.

Marler fue la primera en hablar, estaba igualmente impresionada que las valquirias. La voz le tembló y hablo con rapidez, había que actuar con urgencia.

- Esto no fue un ataque de mi gente. La memoria de este humano no es clara, pero por esas marcas y esa raza podemos saber que no son demonios. Debemos reportar inmediatamente o habrá una muerte innecesaria. Tenemos que actuar y detener la ejecución. Lind!, confío en tu honor de que harás lo posible por evitarlo. Yo debo reportarme inmediatamente con Hild.

Desapareció entre un destello de luz. Pero ella no podía viajar directamente al inframundo, necesitaba buscar un portal y tenia poco tiempo. No se atrevió a buscar otro medio de comunicación. Necesitaba reportarse directamente con la líder suprema, con Hild. Algo le decía que no debía hablar con nadie más.

Lind comento a su compañera.

- Su corazón fue arrancado. Toda la esencia de una diosa esa ahi, su personalidad ha sido destruida. Alguien desea obtener información sobre los dioses y no le importan los medios. Hay un poder despiadado que nos amenaza. Y ademas, el sistema doblete ha sido activado.

Lind sintió desesperación al saber que no podía hacer nada. No tenia ningún amor por los demonio, pero no le gustaba la ejecución de un inocente. Pero ella mejor que nadie, sabia que era inevitable. Ya nada podía detener la ejecución, en el doblete de Giörel el código de ejecución estaba activado y era imposible detenerlo de lo contrario, el sistema hubiera sido inútil.

Tomo el viejo teléfono con cierto fatalismo. No existía ningún medio de comunicación directa entre la tierra y los otros mundos. Pero Yggdrasil y Nidhogg habían logrado conexiones indirectas con los sistemas de comunicación de la tierra. Hablo rápidamente explicando la situación, pero al terminar escucho y palideció, luego recibió más instrucciones. Colgó el teléfono lentamente

- Muy tarde, la ejecución ya fue realizada.

- Solo un demonio menos. Porque te preocupa. - Lind endureció su expresión y miro a Eira

- Fue una muerte innecesaria y errónea. La muerte de Giörel no fue obra de demonios, hay un enemigo desconocido. Ahora debemos reportarnos. Me dieron instrucciones de mantener esto en secreto. No se que va a pasar, pero tenemos reportes de que Hild tiene problemas para mantenerse en el poder. Si ella cae, volverá la guerra. Este incidente puede ser suficiente para eso.

- Guerra. ¿Que no es para lo que nos hemos estado preparando?

- Eres muy joven y no sabes lo que es la guerra. Nos hemos estado preparando, con el fin de que no haya guerra. No para provocarla.

- ¿Y este mortal?

La valquiria, señalo al joven, que no comprendía nada de lo que estaba pasando. Lind avanzo y se coloco frente al joven le dijo de frente:

- Somasindhu, te prometo solemnemente que castigaremos al culpable. Pero tendré que bloquearte la memoria. Nada de esto debe saberse, por favor confía en mi. Lo que debes hacer es cumplir el ultimo deseo de Giörel, y con eso la honraras.

El joven cerro los puños con ira, pero confiaba en esta Devi. Asintió con la cabeza

- Has lo que tengas que hacer, sin eso sirve de algo. Acepto tu palabra.

Lind lo miro agradecida y comenzó un hechizo para establecer un bloqueo. Al terminar, el joven perdió el sentido. Lind lo sostuvo para que no cayera al piso, luego lo cargo fácilmente entre sus brazos y lo llevo a su camastro. La otra valquiria la miro con sorpresa.

- No borraste su recuerdo, solo lo bloqueaste ¿porque? Podría llegar a recordar.

- El es un testigo y vendrán tiempo difíciles. Los demonios nos acusaran de asesinar a un inocente. Si borramos completamente la memoria, pareceremos culpables. Ahora has tu trabajo. Restaura el área y borra los recuerdos que puedan indicar nuestra presencia. Para eso estas aqui. Pero a el déjalo en paz.

Lind desapareció y Eira miro con disgusto a su alrededor. Ella era "Especialista en control de daños", tendría que localizar memorias, borrarlas o substituirlas, restaurar destrozos y generar distracciones en caso necesario. Miro al joven inconsciente, y lo dejo en paz según las ordenes de Lind. Por primera vez, había cometido un error, un minúsculo error: Olvido revisar sus bolsillos.


Mientras tanto, en Hell, el inframundo...

El Shaik Aman-reng estaba recibiendo los ornamentos que señalaban lo que fué la casta y rango de su hijo. Su cuerpo había sido disuelto y desintegrado limpiamente. Pero había tenido tiempo de prepararse. Una vez marcado para la ejecución, había sido libre de moverse como quisiera. No tenia forma de escapar a su destino.

Su hijo había grabado varios cristales con mensajes. Uno de ellos para Marler, pero ese estaba encriptado y no lo podía ver. Solo se abriría ante ella y no estaba seguro de querer entregarlo. Pero había hecho un contrato con su hijo y debía cumplirlo

Durante sus ultimo instantes, su hijo le había confiado algunos de sus planes a futuro, todo lo que ya nunca podría hacer. Había planeado ganar la confianza de Hild, ser su guardaespaldas, su fiel seguidor, y lograr que escuchara otras opciones. Aman-reng no lo entendía, pero a pesar de que moriría por el sistema de doblete, el joven seguía confiando en Hild y le pedía que no actuara en contra de ella. Pero se rehúso a darle sus razones.

El joven había afrontado con valentía su fin, pues estaba convencido que era su deber aceptar la muerte para preservar la paz. Pero su padre no opinaba lo mismo. Se estremeció de odio. Odio por Hild, odio por el sistema de doblete, y sobre todo, odio por los dioses. Había lagrimas en su rostro, pero no eran de dolor y eso las hacia mucho mas terribles. Por un momento pensó en buscar al demonio que había asesinado a la diosa, pero no estaba seguro si deseaba atormentarlo y darle muerte lentamente, darle las gracias o ambos.


En nueva Dehli.

Somasindhu despertó en su camastro. Sentía como si despertara de una pesadilla, pero no recordaba nada. Se levanto y sintió dolor en el cuerpo, pero no tenia marcas ni heridas. Vio a su habitación que no mostraba indicios de que hubiera ocurrido algo fuera de lo normal. Había sido restaurada con magia. La compañera de Lind lo había hecho antes de partir, pero el no sabia nada de eso.

En eso escucho el teléfono a lejos y alguien que le gritaba que era para el, así que corrió a contestar.

Era el comité de becas, disculpándose de que por un extraño error del sistema el no había sido notificado, pero que súbitamente hacia como una hora, se había resuelto el problema. Ahora acababan de recibir un reporte de sus sistema de computo, que lo tenia ahora marcado como máxima prioridad. Pronto le llegaría el primer cheque de su beca y lo visitarían para poder apresurar el registro, pues las clases ya estaban por comenzar.

Somasindhu no lo podía creer. Finalmente había recibido su beca, pero sentía que algo estaba mal.

Regreso a su cuarto, sintió hambre y busco automáticamente en su bolsillo para buscar dinero y encontró algo que no debería estar ahí. Era una tarjeta. No lo recordaba, pero cuando había aparecido las Valquirias la había guardado ahí, sin pensarlo.

Era de un material extraño, suave y agradable al tacto, pero estaba manchada, tenia algo que parecía sangre, y también manchas de otro liquido transparente, por alguna razón, le vino a la mente "lagrimas"... Se estremeció al tocarlo. No sabia que había poderosa magia en ella producto de las lagrimas de la diosa. Poco a poco sintió como si una neblina de desvaneciera de su mente.

Leyó la tarjeta ¿Giörel, diosa de primera categoría?. Y entonces ese nombre y el poder de las lagrimas de la diosa hicieron su efecto. El bloque de su mente desapareció súbitamente y la avalancha de recuerdos cayo sobre su conciencia. Debido al interrogatorio, ahora los recuerdos eran muy claros. Dolorosamente claros.

Se dejo caer al piso por el dolor. ¿Que podía hacer?. La Devi, Lind, le había dicho que debería mantenerse en secreto, pero no poda callarlo, era demasiado para que el solo lo soportara. Era demasiado dolor para poderlo callar.

Como un autómata, salio a la calle, sin rumbo, ¿Que hacer? ¿Con quien podría hablar?. En tiempos antiguos habría buscado un sacerdote, y tal ves se habría iniciado alguna leyenda, pero en el siglo XXI, las cosas eran distintas.

Cruzo entre la multitud, no sabia donde estaba, entonces miro un letrero familiar. Era el café internet de un conocido, un joven amable, a quien a veces lo dejaba navegar a cambio de algunos consejos médicos y se acordó de su blog. Su amigo le había ayudado a crear uno para enseñarle lo que eran los blogs, pero nadie lo visitaba. Al parecer poca gente quería conocer los pensamientos de un joven de la casta de los intocables, pero no se le ocurrió otra cosa.

Entro inseguro al café, su amigo lo vio y quiso aprovechar para pedir unos consejos, pero al verlo tan alterado prefirió dejar que hablara.

Somasindhu intento relatarle lo que había pasado, pero su amigo encontró tan increíble la historia, que lo interrumpió. Sin embargo accedió a ayudarlo, tomo la tarjeta para escanearla y se estremeció al contacto con esas manchas de humedad. Sin saber porque, repentinamente acepto todo lo que le había dicho el joven, y puso todo su empeño en ayudarlo

Unas horas después, Somasindhu salio. El escribir su relato lo había ayudado a tranquilizarse. No le importaba si alguien lo leía, pero su testimonio estaba ahí.

Llego a su habitación, en el camino había gastado sus ultimas rupias en algo de comer, puesto que tenia la promesa de que pronto tendría dinero y quería cenar algo.

Entonces se quedo parado, en medio, sin saber que hacer. Entonces, recordó algo. Busco entre las cajas de cartón donde estaban sus pocas pertenecías y encontró un paquete que le había enviado su madre, pero que no lo había querido desempacar.

Era un pequeño altar con las imágenes de algunos de sus dioses, dioses en los que no creía. La limpio, y saco toda su contenido. Lo colgó ceremoniosamente en una pared de su habitación y coloco la tarjeta de la diosa en el. Ella su Devi. Había muerto por el, y a ella le debía la oportunidad de ser doctor. Encendió una varilla de incienso, rezo una plegaria y al final exclamo.

- ¡Haré tu voluntad, mi Devi!.


En Yggdrasil, una desconsolada Othala, estaba sentada en el lugar de Giörel. Aun no lograba entender lo que había pasado. ¡Asesinada!. La muerte de un ser inmortal es algo que hiere profundamente.

Repentinamente vio actividad en la consola. Giörel, estaba muerta. No debería haber actividad. Vio que era un reporte de actividades.

La lectura de esos símbolos impersonales la llevaron al llanto:

- Reporte de la misión de la Giörel, diosa de primera clase, segunda categoría:
Misión: conceder deseo al mortal Somasindhu Parthasarathi .
Status de la misión: completada. Deseo concedido.
Expectativas de las acciones a largo plazo:
La proyección predice un 99.9% de certidumbre en el alcance del objetivo: La Máxima Distribución de Felicidad.
Se registra como éxito total.
Misión completada mas allá de las expectativas, se asentara una recomendación en el expediente.

La joven diosa había cumplido con su ultimo deber.

Fin del Capitulo VII