La orden de los Caballeros Mortales
Por Javier Delgado R.
Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa."
Capitulo VIII rev 1
Primates
La elegante aula magna de la Universidad de Chiba rebosaba de actividad. En su interior se encontraba la mas variada colección de especímenes humanos que uno se pudiera imaginar. Gente de todas las razas y nacionalidades,que discutía animadamente en una docena de idiomas mientras se dirigían a su asientos. Ya se había anunciado que pronto comenzaría el discurso inaugural. Sin embargo entre las primeras filas había un tumulto. La gente se rehusaba alejarse de ahí, todo mundo había escuchado rumores y quería cerciorarse de ellos.
No era de sorprender que la razón de ese tumulto era Urd. Su atuendo no era tan revelador como de costumbre, pero era practicante imposible para ella pasar desapercibida. Traía un elegante vestido largo, que con su usual sentido de la moda, realzaba su figura y su belleza. El doctor Shugahara estaba incomodo por ser el también el centro de atención. Todos quieran conocer a la mujer que había logrado llegar al corazón del doctor.
La belleza de Urd no era la única razón. Su gafete de presentación, idea del docto Shugahara, también causaba curiosidad :
— Urd: Hechicera. Especialista en magia, hechizos y remedios nórdicos.
Ademas de ser el centro de atención, había otra razón para el nerviosismo del doctor. El no podía evitar pensar que esa técnicamente esa era su primera cita.
Claro para muchos el invitar a una hermosa mujer a algo llamado "Quinto congreso internacional de etnobotanica, etnofarmacologia y fitoquimica" difícilmente se podría llamar una cita. Pero ante el entusiasmo desplegado por Urd, el doctor supo que había sido buena idea. Aun así no había esperado causar semejante tumulto.
El doctor conocía ya esos congresos, y había esperado pasar desapercibido entre algunos de sus mas llamativos colegas puesto que estos no eran científicos comunes. La etnobotanica es una ciencia relativamente nueva, una mezcla de antropología, etnografia, botanica y farmacología y ha reunido a una extraña mezcla de individuos a su alrededor. Efectivamente, algunos de ellos parecía que acababan de salir de un set de la filmación de Indiana Jones, uno de ellos, el Dr David Winston, incluso tenia puesto un fedora. Si no fuera porque la autoridades japonesas son extremadamente quisquillosas y estrictas con las armas, no hubiera dudado en traer su revolver.
Pero realmente era inevitable que el llamara la atención. El salón estaba lleno de colegas a los que conocía desde hace mucho tiempo, y a pesar de que algunos venían de lugares al otro lado del mundo, en esta época del e-mail y twitter, los rumores corrían a velocidad luz. Que el sobrio y correcto doctor Shugahara finalmente hubiera encontrado a alguien especial, era para ellos un acontecimiento.
Urd por su parte, estaba fascinada con esta variada fauna humana. Por un lado la oportunidad de conocer a especialistas en remedios, plantas mágicas y medicinales de los cinco continentes le había parecido fascinante, pero ademas tenía interés en conocer a los primates. Después de la explicación del Dr sobre el propósito de los primates, Urd estaba segura que los podría reconocer por sus auras y miraba a todos con interés.
Una es pasado el tumulto, el doctor pudo habla con Urd, y le señalaba a algunos de los mas importantes especialistas, pero la lista parecía no tener fin. Efectivamente ahí estaba: vistiendo una floreada camisa, el Dr Tamini, especialista en plantas de Hawaii. El Dr David Winston, que a pesar del nombre era un autentico sanador cherokee con doctorado en fitoquimica, y traía un llamativo collar de huesos y plumas. También con una llamativa ropa y amplio turbante estaba el señor Shubashini Sripathi, especialista en tradiciones de la india.
Entre la multitud, Urd vio a un pequeño hombre que se notaba que no estaba acostumbrado a usar ropa. La que traía estaba vieja y ajada. le pregunto al Doctor sobre su identidad. El la hizo reír al simular una araña con las manos y luego señalarse la boca... era Amasina, el shaman de la receta de tarántulas e invitado especial del Doctor.
En este lugar los titulo de doctor, químico, bioquímico, farmacólogo y antropólogo, se mezclaban junto con los de shaman, sanador, brujo y. ahora, el de hechicera.
Se hizo un ultimo anuncio de que estaba por iniciar el discurso inaugural del congreso, a cargo del mismísimo Sir Richard Evans Schultes, al que algunos participantes llamaba "El padre", por ser el fundador de esta área de investigación.
El viejo investigador era doctor en medicina y shaman amazónico. Le había costado varios años de vivir en la selva el obtener este ultimo titulo y ademas lo ostentaba con mas orgullo. El Dr Evans tenia una gran personalidad, y no le disgustaba el apodo.
El discurso fue corto, pero substancioso. Ellos eran aun una comunidad relativamente pequeña, y prácticamente todos se conocían, de manera que muchas formalidades eran innecesarias.
Justamente ese era algo de lo que a Urd le había parecido mas interesante, entre esa heterogénea mezcla de humanidad, había una gran camaradería y se notaba en sus auras. Rara vez había podido observar una colección de auras humanas tan hermosas. Pero tenia que reconocerlo, ninguna era tan hermosa como la de doctor.
Había también un pequeño grupo de gente que no pertenecía a esta comunidad. Eran varios curiosos de la universidad que querían conocer a la mujer que había hechizado al doctor. Pues para estas alturas todos estaban convencidos que solo una mujer especial podría haberlo cambiado tanto , pero la aparición de Urd, había tenido su efecto. A muchos les parecía increíble que el doctor estuviera con una joven tan hermosa.
Urd tenia que reconocer que tampoco estaba segura de sus sentimientos hacia el Doctor , hacia apenas dos semanas que lo había conocido y le parecía toda una vida.
Las largas sesiones de colaboración entre lo dos había dado frutos inesperados. Puntos de vista completamente opuestos, extrañamente habían convergido en un mismo puntos. Keiichi le había comentado a Urd en broma, que finalmente sabría lo que pasaría si una fuerza irresistible se encontraba con un cuerpo inamovible y en varias ocasiones el doctor había estado a punto de hacerla explotar, solo para desarmarla con alguna muestras inesperada de humor. La confrontación que esperaba Keiichi nunca ocurrió. En su lugar comenzaron a intercambiar vulnerabilidades con lo que se habían acercado mucho mas, uno al otro.
Urd había aprendido lo que un trabajo metódico puede lograr, y algunas de sus pociones eran ahora verdaderos instrumentos de precisión mucho mas poderosos que algunos de los hechizos verbales. El doctor había comprendido el valor de la intuición y la espontaneidad.
Pero tal ves lo que le termino por ganar a Urd, fue el asunto de los primates. Hacia un par de días habían comenzado una discusión sobre un compuesto, el Doctor había estado particularmente insistente en simplificar un proceso de síntesis. Urd recordaba vivamente la conversación:
— Kenji, porque insistes en rehacer el todo procedimiento de síntesis. Yo lo puedo hacer si dificultad y tu también lo has podido sintetizar
— La forma en que lo haces, solo tu las puedes rehalizar, y yo solo he podido fabricar unos cuantos miligramos a la vez. Lo que quiero es algo que cualquier laboratorio pueda sintetizar factiblemente.
— ¿Porque deseas hacer eso? No entiendo tu insistencia.
El doctor dudo un momento... la miro a los ojos, como para asegurarse de que lo tomaría en serio.
— Se que este es un compuesto menor en tus pociones, pero para mi es muy importante. Es una pequeña molécula. Eso significa que puede penetrar fácilmente a todas las partes del cuerpo, pero mas importante. Parte de su cadena puede modificarse para que ciertas partes de las células lo atraigan, pero ademas, su cadena cerrada permite colocar otras substancias en su interior y funcionar como portadora.
— ¿Y que piensas lograr con eso?
— Hay un viejo concepto en medicina, se llama "la bala mágica", substancias que solo ataquen a los germenes y no a las células del cuerpo. Asi se desarrollaron los anstisepticos. Quiero ir mas allá. Por ejemplo, puedo programar para que esa parte de la molécula sea atraída por elementos de las células cancerosas, y podemos adherirle otra molecula, un anticancerigeno, que sera llevado y liberado exactamente en la celula cancerosa. Asi no tenemos que inundar al cuerpo de anticancerigenos como haceros ahora y al mismo tiempo llegar a cualquier parte del cuerpo. Es decir, esta sal, esta pequeña molécula, podría ser la cura de muchos tipos de cáncer.
— ¡ Entonces en lugar de una bala mágica, quieres hacer un proyectil tele dirigido!. Solo a ti se te ocurren esas ideas. Kenji, ¿porque no me dijiste que eso es lo que buscabas? Puedo prepararte todo lo que quieras.
— Urd, lo se, pero solo existe una de ti. Si logramos simplificar el proceso, cualquier laboratorio en cualquier parte del mundo lo podría preparar. Es mejor enseñara a fabricarlo y muchos tendrán acceso a el.
— Y eso, ¿lo venderás a los laboratorios farmacéuticos?
El doctor Shugahara rio pero había cierto nerviosismo, era obvio que quería decir algo y no sabia por donde empezar.
— Algunas sales que he obtenido en mis investigaciones, se las he vendido. Pero los grandes laboratorios, ganan mas con remedios que vendan en grandes cantidades. Ganan mucho mas con un remedio contra la indigestión que con uno que cure el cáncer, y que ademas requiere muchos años de pruebas antes de que sea aprobado. Tengo un mejor destino para esto, quiero encauzarlo a través de los primates
— ¿Los que ...? Kenji... creo que tienes que explicarme desde el principio
El doctor respiro profundamente, Urd conocía el síntoma. Esperaba uno de sus relatos.
— Hace años, cuando comencé a conocer la historia de Urd, me fascino el concepto de la hermandad que ella creo, eran mujeres a las que les enseño a curar y con eso pudo hacer mas que lo que ella sola podría haber hecho. Yo soñé con hacer lo mismo. Hable con colegas, con amigos que yo sabia que tenían sueños parecidos a los míos y hemos organizado algo.
— Y supongo que fue tu idea el nombre. Los primates? Solo a ti se te hubiera ocurrido ese nombre
El doctor sonrió, el había sugerido el nombre y a sus colegas les había encantado.
— Si fue mi idea. En realidad, apenas estamos comenzando, hemos organizado pequeños laboratorios en las partes mas necesitadas. Estos fabrican medicinas esenciales y se distribuyen por canales no comerciales. Conocemos lo que quieren las grandes farmacéuticas. Se los podemos dar y nosotros dedicarnos a lo que nos interesa. Pero ademas, buscamos a gente como Amasima que usa medicinas tradicionales, les intercambiamos conocimientos. Les enseñamos nuevos usos a lo que saben y a usar la medicina moderna cuando esta disponible. Amasima sabe que los antibióticos son mas poderosos contra las infecciones que cualquier de sus remedios, y ninguna medicina tradicional funciona contra el cáncer, lo invite a Japón, porque se que el tiene cáncer y deseo salvarle la vida.
Los ojos del doctor relucieron con un brillo que expresaba su voluntad, incluso Urd vio crecer su aura de manera significativa
—Se que sera posible, ademas estoy seguro que lo que aprenda, él a su vez lo enseñará a otros . Es como la hermandad, pero esta vez no es un solo hombre o mujer el que esta enfrente. Ese es mi sueño, y estamos trabajando en hacerlo real. Espero que no te parezca un sueño demasiado utópico...
El doctor habia dicho esas palabras en un tono, como el de un alumno que busca la aprobación de su maestro. Era la primera vez que Urd lo notaba realmente inseguro. Entonces comprendio todo lo que significaba para el. Sus ojos se humedecieron, recordó su vida anterior y sus sueños de ayudar a los mortales... ¿seria posible renacer ese sentimiento?
— Kenji, ¿porque no me dijiste eso antes?
— Tal ves porque estoy acostumbrado que son solo unos pocos los comparten mis sueños y además están dispuestos a trabajar en ello.
Urd medito un momento y luego sus ojos se iluminaron con la misma luz que el doctor cuando expreso su voluntad de curar a Amasima. ¡El doctor le estaba dado un objetivo a su vida y un nuevo reto!
— Kenji, vamos a repetir el procedimiento desde el principio. Estoy segura que lo podemos simplificar mucho...
Ahora en el salón de la universidad, Urd casi estaba segura haber identificado a los integrantes de la hermandad de los primates. El aura de los soñadores es inconfundible.
El verlos y saber lo que se proponían le hizo recordar. Cerro los ojos, mientras pensando en las mujeres que había enseñado. Aun podía recordar sus nombres. Todas ellas habían muerto hacer tiempo, pero habían esparcido algunas de sus enseñanzas. Ellas la habían respetado, pero tenia que reconocer que algunas de ellas la habían temido y nunca había logrado convertirlas en sus amigas.
Pero ahora ella había cambiado, y la humanidad también. Tal vez.. ahora las cosas podrían ser distintas. Sentía que con este pequeño grupo de hombres y mujeres que conformaban esta nueva cofradía podría ser distinto, que ellos la vieran como uno mas de su grupo, no como una deidad lejana y distante.
Una poderosa voz la distrajo de sus pensamientos... era "El padre"
— Doctor Shugahara, es un placer volver a verlo.
— Doctor Evans-san, bienvenido a mi universidad. Quisiera presentarle a Urd-san — El doctor no podía dejar se sentirse apabullado por la expansiva personalidad del Dr Evans.
— Siempre tan formal, no importa si estas en la universidad o en medio del amazonas. ¡Urd!. Que hermoso nombre, ¿Es un nombre de diosa no es así?. — El anciano tomo la mano de Urd, y con un elegante ademan, le beso la mano— Es usted extremadamente hermosa, ciertamente parece una diosa, pero estoy seguro que no es la primera vez que lo escucha, pero si lo que he escuchado de usted es la mitad de cierto ademas de belleza posee una gran sabiduría. Es un placer conocerla. Doctor, permítame separarla de su lado durante unos instantes. ¡ Ejerceré mis prerrogativas de viejo!
Urd sonrió ante este viejo zorro, que disfrutaba su papel de patriarca científico y contraataco..
— Sensei Evans, si la mitad de las cosas que he escuchado de usted con ciertas. Usted es una leyenda viviente.
— Escuchaste eso Kenji-sama – El viejo hombre sonrió al ver el embarazo del Dr ante su manera perfectamente calculada de usar mal los honoríficos japoneses – Ahora entiendo como es que esta joven te hechizo. Por favor jovencita, acompáñeme y le presentare a algunos colegas de nuestra banda de primates pues creo que ya sabe lo que son. El doctor es muy egoísta de querer privarnos de su compañía.
El anciano tomo la mano de Urd para llevarla del brazo, Urd sonrió divertida, mientras se despedía del desconcertado Dr Shugahara.
El Dr Evans comenzó una conversación informal, pero a veces comentaba sobre algunas plantas y sus exóticas propiedades, y esperaba los comentarios de Urd. Ella sabia que la estaba poniendo a prueba. Pero no lo tomo a mal, Urd se dio cuenta lo mucho que estimaba al Dr Shugahara, el solo estaba verificando que ella estuviera a la altura del doctor y no fuera solo un rostro bonito. Pronto Urd paso el "examen" del anciano y este la fue presentando a varios de los mas exóticos personajes de esa reunión.
Unos de los últimos fue el Shaman del amazonas. Urd impresiono a todos al hablar un perfecto guaraní.
Amasima resulto ser muy agradable y hablo maravillas del doctor. Al terminar, saco un pequeño envoltorio y de el extrajo algunas plantas. Comenzó a hablarle de sus propiedades y luego se las dio a Urd. Ella las tomo y las analizo con sus extraordinarios sentidos y en respuesta comenzó a explicarle propiedades que el no conocía.
Entonces Urd susurro algunas palabra al shaman, y luego coloco su mano sobre su pecho. Entono un pequeño canto y se concentro. Si, ahí estaba el tumor, aun era pequeño, era sorprendente que Shugahara lo hubiera detectado, pero afortunadamente aun no había metástasis y no tendrían problemas en curarlo.
Abrió los ojos y se encontró con los ojos del shaman. Urd puso expresión seria, y asintió. El comprendió y le correspondió el gesto, tocándose el pecho. Era obvio que estaba feliz de tener una segunda opinión. Urd le hablo de la habilidad del Dr Shugahara y el sonrió, el shaman confiaba en el.
Amasima estaba fascinado con esa mujer blanca, con esta hechicera que no solo hablaba de manera hermosa su idioma, sino que sabia tanto de plantas y de magia, así que tomo su envoltorio de plantas y se las ofreció.
Eso fue lo que comenzó la confusión. Pronto todos querían ofrecerle alguna planta exótica a esa bella mujer que parecía saber tanto sobre ellas. Urd estaba divertida, no solo apreciaba esas plantas había muchas que no conocía, sino que se sentía identificada con esta colección de mortales y comento:
— Gracias a todos, me gustaría poder enseñarles mi laboratorio a cambio.
Al escuchar esto, algunos tomaron la propuesta como una oferta y una voz dijo:
— Si, por favor, yo quisiera conocer el lugar de trabajo de una verdadera hechicera.
Pronto hubo un monto de solicitudes, Urd se quedo pensando ¿y porque no?, ya era hora de que también ella se divirtiera. Así que elevo la voz para que el doctor la escuchara.
— Kenji, vamos a invitarlos, creo que no hay problema y sera divertido
¿Kenji?... hubo una exclamación general de asombro y todos los ojos voltearon a ver al Doctor Shugahara, que a pesar de su bronceado, esta ves si se podía observar su cambio de color. El doctor asintió si atreverse a decir nada.
El Dr Evans salvó al Dr Shugahara de sentirse mas incomodo al llamarles la atención. Con un gesto los hizo callar, los miro con desaprobación. Y comento
— No debemos forzar la hospitalidad. ¿Que pueden ustedes ofrecer a cambio...?
y entonces escucho varias voces.
— yo tengo una botella de whisky
— yo tengo tequila
Y comenzó una variada enumeración: Absinte, ron, vodka, Ranco, Palinka, Maotai y otras bebidas de nombre exótico. Ciertamente esta gente tenia gustos muy especiales y el variado menú alcohólico, termino de convencer a Urd.
— De acuerdo, Iremos a mi laboratorio- Hubo un vitoreo general, Urd tuvo que levantar los brazos para callarlos- Los que no conozcan el templo Tarikihongan, pueden seguir el auto del Dr. Shugahara
Una hora después, una ruidosa banda de antropoides invadió la tranquilidad del templo Tarikihongan. Auxiliados por talentos locales de la universidad de Chiba, algunos lograron llegar mucho mas rápido que el diminuto auto del doctor.
Desafortunadamente, el comité de bienvenida estuvo a cargo de Bampei-Kun, quien intento detener la invasión, pero la superioridad numérica y el alto IQ de los invasores, fueron demasiado para el androide, sin embargo hubo bajas. Se tendría que eliminar al vodka del menú.
Pronto Belldandy y Keiichi se sintieron abrumados por la invasión, afortunadamente Urd y el Doctor llegaron a tiempo para poder explicar de que se trataba. Belldandy estaba encantada de los nuevos amigos de su hermana. Finalmente Ella y Keiichi ya tenían experiencia por las visitas inesperadas del Motor Club. Belldandy, como por arte de magia, preparo aperitivos y comida para todos. Los invasores se encontraron fascinados por esta nueva y agraciada joven. Afortunadamente los invasores, a pesar de lo ruidosos que eran, eran en su mayoría adultos y se podían atenderse a si mismos, asi que a pesar de la aparente confusión, ambos jóvenes no tuvieron que esforzarse demasiado.
Keiichi ya tenia un respeto a toda prueba por el sensei Shugahara, así que hizo todo lo posible por ayudar. Urd tuvo que dividir a sus invitados y organizar "tours" donde mostraba algunas de sus pociones e incluso organizo algunas demostraciones. Pero después de un rato, se volvió un poco monótono, y comisiono a Keiichi como director del Tour, incluso le enseño un poco de magia con las pociones para hacer las demostraciones. Keiichi acepto encantado, la idea de hacer magia le fascino.
Mientras cumplía sus funciones de director de entretenimiento, Keiichi se encontró con tres ejemplares que parecían ser de una especie distinta. Camisa de manga corta, una corbata ridículamente delgada, pero ante todo, el protector de bolsillo, símbolo universal del Nerd. Keiichi supo que eran colegas ingenieros, pero de la subespecie de la informática. Era dos jóvenes y el que seguramente era su sensei, el se acerco y con una inclinación de cabeza hablo:
— Disculpe la molestia, soy el Dr Izuka Kawazu, espero no ser impertinente, pero supimos que el Dr Shugahara vendría aquí con sus colegas y decidimos unimos a su grupo. Nos podría indicar donde encontrara a Skuld-san. Para mis estudiantes y para mi seria un honor conocerla.
Keiichi abrió la boca sin atreverse a decir nada. Esta era otra personalidad de la que había oído hablar. Finalmente reacciono:
— Por supuesto Sensei, por favor por aquí.- Los llevo al cuarto de Skuld y toco...
— Skuld tienes visitas.
La cara de asombro y felicidad de Skuld al encontrarse con el Dr Kawazu hizo sonreír a Keiichi, a pesar de las apariencias, le gustaba que ella fuera feliz. Skuld era muy posesiva hacia Belldandy pues prácticamente era su madre substituta. Eso ponía a Keiichi en el incomodo lugar de aspirante a padre substituto, pero su bondadoso corazón estaba dispuesto a intentarlo.
En esos momentos, Urd se encontraba con el grupo principal en la sala, no había esperado que fueran tantos, así que el grupo se tuvo que dividir por los jardines. Urd encontró muy divertido el ser la anfitriona, recorría los grupos que se habian formado, charlaba, intercambiaba comentarios, E-mails , tarjetas y sobre todo bebidas.
Esas tarjetas, por supuesto no eran sus tarjetas de diosa, sino de hechicera. Pero eso no era problema, Urd sentía que era mas apropiado para sus habilidades y estaba orgullosa de ellas.
Repentinamente, escucho una voz familiar que le provoco una intensa emoción. Pero era imposible.. ¿Esa voz?. Volteo y vio a un hombre de espaldas hablando con otros. Su apariencia era mas formal pues a diferencia de la mayoría tenia un elegante traje, pero este no lograba ocultar un cuerpo bien formado y algo musculoso. Ademas tenia un largo cabello rubio.
Urd lentamente se acerco al grupo donde estaba el hombre. Sus compañeros se callaron al verla llegar y el hombre se dio vuelta. Al verla exclamo sorprendido:
- ¿Urð hétu eina, Darraðarljoð?.
Esas palabras, ese rostro aristocrático, esa nariz ligeramente aquilina. ¿Podría ser Fafnir?. Urd se sintió débil y a punto de desfallecer por los sentimientos que se despertaban en ella. Pero repentinamente se sintió apoyada por unos brazos que le trajeron confort. El doctor Shugahara la sostenía y le dijo preocupado.
— Urd te sientes bien?... ¿Hay algo que te este alterando.?
Urd toma la mano del doctor. Su calidez le traía paz.
— Gracias, ya me siento mejor, solo quería conocer a...
Y miro a ver ese hombre. ¡Era imposible que fuera Fafnir!, ¿ Pero quien era? El doctor vio su mirada interrogativa y se apresuro a comentar.
— Te presento al Profesor Jan Krogh Danielsen de la universidad de Oslo, especialista en lenguas antiguas europeas. El esta a cargo de la reconstrucción digital del palimpsesto de Urth.
Si Urd estaba impresionada, era evidente que le hombre también lo estaba. Pero finalmente este pudo hablar.
— Es usted incluso mas hermosa de lo que me comento el Dr Shugahara: "Nótt varð í bæ, nornir kvómo þær er öðlingi aldr um skópo..."
Urd suspiro al escuchar esas palabras. Había escuchado a Fafnir cantar ese poema. Pero este hombre no era Fafnir.
Ttal ves podía hablar nórdico antiguo, pero podía notar que no era su idioma nativo. Lentamente el impacto de su presencia comenzó a disolverse, pues poco a poco comenzaba a ver las sutiles, pero importantes diferencias entre este hombre y Fafnir. Después de una pequeña pausa, contesto:
— "Bann báðo fylki, frægstan verða , ok buðlunga , bestan þikkia". Si, es uno de mis poemas favoritos. Profesor Danielsen, ¿ Se siente realmente usted un guerrero que invoca la protección de las normas?
— Que hermoso acento tiene usted. Yo llevo años estudiándolo y sin embargo nunca lo podría decir así, tal como debió sonar. Perdón la descortesía, pero creo que la he visto antes...
El doctor interrupio el dialogo para aclarar.
- La familia del profesor Danielsen tiene un largo linaje que pueden llevarnos hasta los descendientes de la dinastía de Widukind. Si conoces algo del arte antiguo nórdico y sajón, encontraras un gran parecido con esas viejas imágenes.
Urd cerro los ojos y medito un momento, podría ser que este hombre fuera descendiente de la familia de Fafnir y que por un azar del destino hubiera resultado tan semejante. Pero no podía regresar al pasado. El no era Fafnir, por mucho que se pareciera a el.
— Si eso debe ser, de haberlo conocido en persona, nunca podría olvidarlo. — súbitamente, Urd exclamo— Vamos Kenji, hay algunos invitados que quiero que me presentes.
El profesor Danielsen, se quedo inmóvil mientras la pareja se alejaba... No dijo una sola palabra, pero era evidente que estaba muy alterado, e hizo caso omiso de sus compañeros que intentaban distraerlo.
Pero en el recorrido, nuevamente, Urd fue secuestrada por el Dr Evans. Ella se dejo llevar mientras que el Doctor Shugahara intentaba analizar lo que había pasado. Sabia que había algo entre el Profesor Danielsen y Urd, pero no lo podía entender. Urd ya no escuchaba al Dr Evans, intentaba analizar sus sentimientos. La impresionaba este hombre idéntico a Fafnir y reconocía que unas semanas antes, tal ves hubiera corrido a sus brazos impulsada por el dolor de su perdida. Pero ahora sabia que no era en los brazos de ese hombre donde sentiría confort.
Miro al Dr Shugahara, que se encontraba en el otro extremo de la habitación. Sonrió al ver que aun traía una copa de Sake que le había servido hacia mas de una hora. No era su bebida favorita, pero la tomaría al estar con ella. Era un simple gesto que le decía mucho. Finalmente tomo una decisión. Se despidió del doctor Evans y se dirigió al Dr Shugahara.
El doctor la vio, y supo que era el momento de hablar. Miro la copa de sake y se la tomo de un sorbo. El sabor del alcohol lo estimulo, lo necesitaría ahora. Entonces escucho la voz de Urd que hablaba de manera que todos la pudieran escucha:
— Dr Shugahara Kenji, te tengo que decir algo... ¡Odio tu corbata!
Hubo un aplauso general. La mayor parte estaban de acuerdo, aunque solo fuera porque muchos de ellos no habían usado una en décadas y no por poseer un elevado sentido estético.
Urd se detuvo frente a un asombrado doctor y con una estudiada coquetería, comenzó a deshacer el nudo de la corbata.
Se hizo un silencio general, los lentos y deliberados movimientos de Urd tenían una gran carga de sensualidad que impresiono a todos. Tomo los dos extremos de la corbata los enrollo en sus manos y comenzó a atraerlo sin posibilidades de escape, y exclamo:
— ¡Pero creo que me gustas!
Un suspiro general, y murmullos de aprobación. El doctor se recupero y contraataco:
— Urd, yo te amo con todo mi ser.
Se escucho un "Ahhh" general, y luego un breve aplauso cuando el doctor venciendo sus instintos, coloco sus manos en las caderas de Urd.
— Kenji, se que te voy a hacer sufrir — mientras ella lo atraía mas a su rostro.
— Urd, yo daré mi vida por ti — Y el doctor se acerco un poco mas esos labios que se estremecían de anticipación.
Hubo un aplauso, pero el ruido provoco que el doctor perdiera su confianza al recordar que estaba en público. Para un japones tradicional un beso en publico es tan malo como salir desnudo a la calle.
Afortunadamente el humor del doctor lo salvo. —"Kenji"— pensó para si — "Estos son tus colegas y muchos de ellos ya te han visto desnudo..." — Sonrió maliciosamente ante la idea y entonces cubrió los últimos centímetros de distancia.
Su labios se unieron lentamente, mientras le daban tiempo a sus sentidos de intoxicarse de la presencia del otro. En la habitación se hizo el silencio absoluto. Simplemente no podían hablar, sentían que seria como un sacrilegio interrumpir. El doctor perdió la noción del tiempo, pronto no supo si el beso había durado segundos o siglos. Pero no tenia duda que deseaba repetir la experiencia. Mientras tanto, ninguno de los espectadores se había movido, era como interrumpir un ritual sagrado.
Finalmente doctor Evans reacciono y comenzó a hacer señas. Parecía un militar dirigiendo un grupo de comandos, y muchos de ellos tenia experiencia en al selva. En absoluto silencio fueron recogiendo todo y abandonaron la habitación. Los dos amantes nunca supieron en que momento se quedaron solos. Cuando todo el grupo estuvo afuera, en el absoluto silencio alcanzaron escuchar la voz de Urd.
— Kenji. También odio tu traje.
— Sensei, Sensei, buenos días.
El doctor escucho una lejana y dulce voz. Pero no entendía lo que decía.
— Sensei, Sensei. Su baño esta listo.
La voz se escucho mas cerca, ¿estaría soñando?... Era como un deja vu, que eso ya había pasado antes. Abrió los ojos y vio una penumbra, como la que precede al amanecer. Un brillo rojizo se percibía en ambiente como si los primeros rayos del sol quisieran anunciar ya su próxima llegada.
Y entonces comenzó a recordar. No, esta vez no tenia dolor de cabeza, al contrario, se sentía con mas energías que nunca, y esa suave opresión que sentía sobre su pecho, sabia muy bien lo que era. Podía sentir el cuerpo desnudo de Urd contra su propio cuerpo.
Volteo hacia la voz y dijo en voz alegre:
— Ohio Belldandy-san.
— Sensei , veo que se siente muy bien.
— Mejor que nunca.
El doctor se enderezo lentamente y la acomodo con mucha delicadeza en futon. Al hacer a un lado la manta, se estremeció de admiración al ver el cuerpo desnudo y perfecto de Urd.
— Sensei, puede acompañarme...
El doctor se estaba levantando, cuando volteo a ver a Urd y vio esos labios que lo habían embriagado. En lugar de escuchar a Belldandy, se acerco y le dio un delicado beso en la boca. El doctor aprendía muy rápidamente. Urd despertó coloco y sus brazos alrededor del Doctor, le dio un largo beso y luego volteo a ver a Belldandy.
— Sensei Shugahara aun no tiene permiso de retirarse.
El doctor sonrió, recordando la frase de Belldandy "mi hermana no dejara que pase nada que ella no quiera"... y ahora lo entendía perfectamente.
Belldandy sonrió tímidamente ante la pareja y se retiro en silencio. Pero afuera del cuarto, se dejo caer al piso, y comenzó a llorar.
Ya estaba avanzada la tarde, cuando el doctor Shugahara regreso a su departamento. Su aspecto era irreconocible. Su inseparable corbata había desaparecido, su camisa no estaba completamente abotonada, y traía su saco colgando del un hombro. Caminaba lentamente, sumido en sus pensamientos. De alguna manera, incluso parecía mas joven.
Subió las escaleras lentamente, no por cansancio, sino porque quería disfrutar simplemente caminar. Volteaba a ver todo como si fuera la primera vez. Su visión del mundo había tenido un cambio y todo lo que le era familiar adquiría un nuevo significado. Llego al pasillo donde se encontraba su departamento, y ahí la frente a la puerta, vio a un hombre acurrucado en el piso...
— ¿Profesor Danielsen? ¿que hace usted aquí?
El hombre se enderezo con trabajo al escuchar su voz. Se irguió intentando desentumir sus miembros y exclamo:
— Dr Shugahara, gracias a dios que finalmente llego. Creo que su administrador estaba a punto de llamar a la policía, no me pude hacer entender con el.
El doctor Shugahara abrió rápidamente su departamento para dejar pasar al profesor. Se le veía profundamente alterado y parecía que necesitaba descanso.
— Por favor, pase, ¿que le puedo ofrecer?
El Profesor Danielsen entro al departamento del Doctor. Parecía una mezcla de estudio y museo. Objetos de una docena de culturas se encontraban colgados en las paredes, libreros de pared a pared, una mesa con algunos instrumentos de medición, una vitrina con una gran variedad de implementes de química y una computadora con una gran pantalla. Aun así el sitio no era impersonal, estaba cuidadosamente organizado para se un lugar muy cómodo. Después de un breve examen, el profesor miro al doctor Shugahara.
— ¿Tiene algo de tomar?
— ¿Desea té?
— No.. algo.. algo mas fuerte... ya sabe.. alcohol!
— No acostumbro a tomar, déjeme pensar. - El doctor miro a su alrededor buscando que le podía dar - Ya se, por aquí debo tener algo, fue un regalo de un colega hace años...
Localizó una empolvada botella. Era un envase decorativo que no auguraba mucho sobre su contenido, pues era una de esas botellas de Sake que se venden para turistas, pero para el Profesor Danielsen fue mas que suficiente. Se sirvió generosamente en un vaso y lo vació rápidamente. Hizo algunos gestos, hubiera preferido algo más fuerte, pero pareció sentirse aliviado.
El doctor Shugahara no pudo evitar un gesto de impaciencia y el saber que la presencia de este hombre había afectado a Urd aumentaba su irritación.
— Ahora si, dígame ¿que hace usted aquí?
— Le quise hablar a su celular, pero estaba muerto. Hable a su casa y nadie me contesto. La universidad a regañadientes accedió a darme su dirección.
— ¿Pero cual es la razón de todo esto?, anoche me pudo haber contactado.
— Anoche no esperaba sentirme así. Pero no he podido dormir. Doctor Shugahara, dígame la verdad ¿Quien es Urd?
El Dr Shugahara finalmente sonrió, esa misma pregunta se la había estado haciendo desde hace semanas.
— Profesor Danielsen. Si me lo pregunta como científico, debo decirle que no lo se. Hay tantos misterios en Urd.
— Y cual es su opinión como hombre.
— Que Urd es una mujer extraordinaria — El profesor respiro aliviado , pero el Dr Shugahara continuo hablando — pero también estoy convencido de que ella es la diosa Urth.
Ante esta ultima declaración el profesor Danielsen se puso blanco y pareció al punto del colapso.
— Doctor, una suposición suya vale mas que los hechos de otros hombres. Pero no puedo aceptarlo, ¿Que sea una diosa?, ¿ La misma diosa Urth que estuvo en en Jutlandia hace mil doscientos años?
— Eso es lo que creo, pero no tengo pruebas suficientes, y tal ves no me importe.
— ¿La ama?
— Desde hace muchos años...
— Entonces es verdad?.. Se que ella es una mujer real. Ese dibujo se convirtió en algo real y tangible.
— Es una forma de decirlo — Dijo el Doctor, ante esa descripción tan fiel de lo que había pasado.
— No lo quiero aceptar. Anoche conocí a muchos de sus colegas. Parece que están dispuesto a aceptar fantasías como magia, hechizos y dioses paganos.
El doctor se sintió molesto al escuchar hablar así de sus colegas. Miro fijamente al profesor Danielsen lo sujeto del brazo y le dijo:
— Un famoso científico científico escribió "Una tecnología suficientemente avanzada, es indistinguible de la magia"
— ¿Tecnología?
— Si, he estudiado eso que llama "Magia", y es cierto que no todas las afirmaciones son reales, pero se que existe. La he podido presenciar, medir, e incluso, repetir y predecir sus efectos.
— Yo no puedo aceptarlo, soy científico ya ademas va en contra de mi misma religión. Pero... - Se detuvo, como temeroso de sus propias dudas. - Pero si fuera cierto, entonces debo darle esto.
Saco dos paquetes que traía en un maletín. Los coloco en la mesa y comenzó a desempacarlos mientras explicaba.
— Vengo de una antigua familia que valora muchos sus raíces y sus tradiciones. Cuando cumplí 18 años, mi padre me llevo a una bóveda en el banco donde se guardan algunos objetos familiares de valor, y me dio una llave. Con ella abrí la caja de seguridad de la familia y de entre su contenido, mi padre me enseño esto y me dijo: "Esto pertenece a la diosa Urth. Si llega aparecer de nuevo, debes devolvérselo. Tu eres su nuevo guardián y si tienes hijos debes darles las mismas instrucciones".
— No le creí, pensé que solo era una excentricidad, un viejo ritual de la familia. Pero era la tradición familiar y no dije nada. Me olvide de la caja, pero me dejo alguna huella, me estimulo mi curiosidad y con el tiempo me volvió especialista en historia y antigüedades de mi pueblo.
Uno de los paquetes era un sobria caja de madera, parecía muy antigua y mostraba señales de desgaste por el uso prolongado.
— ¿Que contiene esa caja?
— Estoy seguro que reconocerá esto, leí su descripción en su libro.
Y de la caja saco tres hermosos medallones. Tenían un intrincado laberinto de runas, inscritas a lo largo de su superficie. Lo examino con cuidado. Debieron requerir mucho trabajo, y esas runas parecían encantamientos, efectivamente, el mismo los había descrito así que no tenia duda de su identidad.
— ¡Los medallones de la cofradía de Urth.! Los usaban para identificarse y protegerse. ¿Como es posible que aun existan?
— Creo que la respuesta esta en este manuscrito. En mi familia se cuentan muchas leyendas. Una de ellas habla de que tienen poderes. Pero yo creo que solo es una leyenda. Y ademas hay esto - Del otro paquete saco un viejo manuscrito que tenia runas y ademas letras latinas.
— ¿Que es esto?
— Son notas para descifrar el libro de Urth. No lo sabia, ni siquiera sabia que era tan antiguo... Pensar que soñaba con localizar las runas mas antiguas, y las teníamos en la bóveda familiar. Solo cuando descubrí el manuscrito, recordé esta reliquia familiar. Cuando comenzamos a restaurar la escritura, encontré varios símbolos que me parecían conocidos. Finalmente recordé este manuscrito y lo saque de la bóveda. La letra coincide con algunas notas del Palimpsesto. Ambos estuvieron en manos de la misma persona. Pero hay cosas en el que me impresionaron, no deseo conservarlo.
— ¿No se las debe dar a Urd...?
— No estaba seguro de que era ella, y ahora no me atrevo a volver a verla. Ayer cuando la vi, me estremecí ante esa mirada. Como si la conociera de mucho antes. Desde la primera vez que vi ese dibujo en el palimpsesto me hechizo como si la conociera desde antes, ¡y luego que esa visión se convierta en realidad!. Pero no quiero saberlo. Encontré un dibujo en ese manuscrito que..., yo... No lo comprendo. Pero no me atrevo a verlo de nuevo, ni verla a ella. Se que algo en mi cambiaría y eso me da miedo. Espero que haga buen uso de estos objetos.
— ¿No desea poder traducir el palimpsesto?
— No lo se, tal ves deje el proyecto a manos de mis estudiantes. Cuando vea el manuscrito entenderá. Ahora debo retirarme, considero que cumplí como mi deber familar y no quiero saber más.
El profesor Danielsen se levanto intempestivamente y se marcho, sin siquiera mirar atrás. El Dr Shugahara estaba asombrado. Nunca se había imaginado que un científico pudiera tener miedo del conocimiento y de aprender algo nuevo. No podía imaginarse cual podría ser la causa de su actitud.
Procedió a revisar los medallones. A pesar del tiempo estaban muy bien conservados. Luego ojeo el manuscrito y lanzo una exclamación de sorpresa. El doctor Shugahara se quedo meditando en sus implicaciones y luego recordó todo lo que había pasado. Encontrar el palimpsesto, el conocer a Urd, y ahora el tener estos medallones y este nuevo manuscrito. Se pregunto si realmente existiría el destino.
Se hubiera sorprendido mucho de conocer la verdadera respuesta a su pregunta.
Fin del capitulo VIII
Notas:
Etnobotanica. El fundador de esta área fue efectivamente el Dr David Winston, ya fallecido. Espero que no ofenda a nadie su breve cameo en este Fanfic. Igualmente he mencionado a varias personalidades de esta área de la ciencia, incluyendo a Amasima. A veces la realidad rebasa la fantasía.
Fedora. Para los que no son fans de Indiana Jones, así se llama el modelo de sombrero que usa, y que por extraña coincidencia, es muy popular entre los antropólogos y arqueólogos que aun usan sombrero. Pueden buscar "Indy Spirit Awards, archeology " en google" o busquen a "Junius Bird".
Una tecnología suficientemente avanzada, es indistinguible de la magia: Espero que reconoscan a la tercera ley de Clarke. Cierto que el no era cientifico, sino escritor de ciencia ficcion. pero asi suena más dramatico.
