La orden de los Caballeros Mortales
Por Javier Delgado R.
Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa" de Kōsuke Fujishima.
Capitulo XV
Discordia en el infierno
La asfixiante atmósfera estaba llena de gases venenosos. Obscuras nubes ocultaba parcialmente un sol rojizo. El calor era insoportable, y el suelo estaba cubierto de lava recientemente solidificada. En algunas partes aun había material aun semilíquido e incandescente. Un viento abrazador comenzó a soplar generando violentos remolinos que no alcanzaban a despejar el campo de visión. Repentinamente comenzó a llover, pero no era agua lo que caían, sino pequeñas esferas de roca fundida. Los mortales le llamaban lagrimas de Pelee. En este infierno no podía existir ninguna forma de vida.
Una haz de luz brillo en medio de las nubes provenía de una abertura en la trama del espacio. La energía que emanaba despejo un momento las nubes, conforme el portal dimensional tomaba forma. De su interior aparecieron varias figuras en uniforme de combate. Eran Valquirias comandadas por Lind. Al ver este infierno no pudieron evitar lanzar una exclamación de sorpresa. Lind fue la primera en hablar
- ¿Son las coordenadas adecuadas?, esto no puede ser la tierra, parece nuestro cuartel de entrenamiento.
- No existe posibilidad de error. - dijo una de ellas lentamente al darse cuenta de las implicaciones. - Solo hay una explicación, aquí hubo una gran batalla.
Lind se elevó intentado ver a la distancia- Rápido, busquen sobrevivientes. Ustedes, traten de delimitar el área de daño, hay que contener y aislar la zona, sera muy difícil ocultar a los mortales esto. No podemos dejar que el daño se extienda.
Otra de las valquirias, una joven llamada Chrono, exclamo con una voz quebrada por el horror apenas contenido: - Parece que llegamos tarde, la destrucción es total. No parece haber sobrevivientes.
Lind la miro con un brillo de furia en sus ojos, - No pierdan tiempo. Busquen señales de vida, ¡rápido!.
El escuadrón se separó, a lo lejos una de ellas grito:
- Hay demasiada energía mágica libre en el ambiente, no logro distinguir señales de vida.-
Otra de ellas que se había elevado para evaluar el daño, descendió rápidamente para reportar.
- La zona esta contenida por un escudo mágico. Es muy poderoso y complejo. No creo que el daño se haya extendido muy lejos
Lind sintió una alivio temporal, al menos el daño estaba contenido y comento- Debe ser obra de Belldandy, muy pocos dioses serian capaces de algo así. ¡Debemos localizarla.!
Se escuchó otro grito:
- Alcanzo a detectar algo en esta dirección, pero es muy débil. No puedo distinguir que es, solo se que esta muriendo, su energía es débil e intermitente.- Lind voló en esa dirección y dio una orden tajante.
- Todas, formen un escudo en esa área. Extraigan el calor de esa zona. Ghadril, tu eres la sanadora. Haz lo que sea necesario.
Las valquirias habían cercado una zona y formaron un escudo protector para aislarla del calor. Comenzaron a forma un escudo y luego unieron su magia para proteger y sellar la zona. Comenzaron a enfriar el interior y la atmósfera comenzó a despejarse. No pudieron evitar un grito de horror cuando finalmente distinguieron los cuerpos. La forma general del cuerpo apenas era reconocible, la piel parecía pergamino carbonizado, pero entre sus numerosas cuarteaduras salia un brillo extraño que parecía algo vivo. Ghadril exclamo
- Son dos cuerpos extremadamente dañados, El código de regeneración que les confiere forma a su cuerpo esta sobrecargado. El campo contenedor esta roto, su energía vital se escapa lentamente. Su corazón parece aun intacto, pero no logro regenerar la forma externa para que pueda contener su energía, en poco tiempo se disipara y su esencia se disolverá. Si actuó pronto, tal ves logre contener la perdida. Haré lo posible por sellar la perdida.
Lind sintió encogerse su corazón. Podría ser Belldandy y Urd. Parecían ser cuerpos adultos, y tal vez aun podrían salvarlas, pero ningún cuerpo mortal podría existir en esas condiciones. El mortal al que le había jurado amistad, Keiichi, simplemente debía haber sido vaporizado en ese infierno. Los cuerpos estaban irreconocibles. La energía necesaria para dañar un cuerpo celestial a ese nivel era inimaginable. No entendía como podían tener vida aun.
Cerro sus puños con furia. El culpable tendría que ser castigado y esta ves no esperaría a recibir ordenes. La autorización para venir a la tierra había tardado demasiado y este era el resultado. Por primera vez en su vida, Lind sintió odio hacia la organización que ella había jurado proteger.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un grito de sorpresa de Ghadril.
El amplio salón de consejo estaba lleno, hacia al menos un millón de años terrestres que no ocurría algo parecido. El suntuoso salón estaba completamente iluminado y la luz resaltaba su opulencia. No había dudo de que en este lugar era la sede del poder de este multiverso. Sin embargo, nadie ocupaba sus lugares asignados. Los presentes estaban separados en pequeños grupos, que cambiaban constantemente conforme todos intentaban intercambiar información para entender lo que estaba pasando.
Los ornamentos que portaban los demonios, indicaban que mayoría ostentaban altos rangos y su porte, mas que su apariencia, mostraba su edad. Ademas había otros que no eran miembros del consejo, eran demonios de bajo rango, y sospechosamente estaban agrupados en torno de los aliados a Anang Reng.
Se escuchaba un murmullo bajo como un avispero lleno de insectos enojados. Entre todos estos demonios, sin importar rangos y edades se escuchaban intensos argumentos, pero pocos sabían exactamente lo que había ocurrido, los rumores eran demasiados, pero sospechaban que el resultado de este encuentro podría ser la guerra.
El que el tiempo pareciera pasar sin que ocurriera nada, solo aumentaba la irritación general. No se tenia ningún comunicado de Hild y el Shaikh Anang Reng, quien había solicitado la reunión, tampoco aparecía.
Pero el murmullo de esas voces no lograba pasar las puertas de la antesala donde Hild se encontraba en su trono. Una gran cantidad de pantallas holográficas la rodeaban, algunas mostraban la agitación en a sala del consejo, pero ella les prestaba poca atención. Su atención estaba concentrada en los displays de información que informaban sobre la actividad en el mundo de los mortales. Pero en las que le interesaban solo había interferencia. Esta vez su rostro se veía alterado. A pesar de intentar parecer impasible, había preocupación en su rostro.
Si los rumores eran reales, Anang Reng había roto la tregua y atacado a las Normas. No sabia nada mas. Sintió su corazón encogerse. Urd, ¿que habría pasado de ella? Su única heredera, incluso aunque hubiera escogido ser diosa. Pero no lograba averiguar nada. Había poderosa magia bloqueando, aun así, Nidhogg le reportaba que se había liberado inmensas cantidades de energía en el mundo mortal. Solo un ataque en gran escala justificaba esas medidas. Hild no podía evitar pensar en que las advertencias de el hijo de su enemigo se habían cumplido.
¿Que pasaría ahora? La tregua estaba rota. Evitar la guerra significaría que ella tendría que humillarse ante los dioses y el regreso a la guerra podría significar el fin de su mundo, y nadie más parecía querer entenderlo. De un momento a otro aparecería Anang Reng y quien seguramente exigiría un juicio de poder y esta vez, no habría forma de rechazarlo. No podía dejar pasar su actitud sin castigo.
Pero la realidad es que ella estaba débil, lo había logrado ocultar durante años. Para ello se había dedicado a inspirar temor, y hasta este momento había tenido éxito. Nadie se había atrevido a retarla.
Pero ahora todo era distinto. Estaba segura de que en este momento Anang Reng era mas poderoso que ella. Ni siquiera Marler los sabia, pero ella había alterado las lecturas de energía gracias a su acceso de alto nivel a Nidhogg.
Lentamente sentimiento comenzó a invadir a Hild. Era algo que había conocido al ser derrotara por primera y única vez: El temor. Tardo en reconocerlo, y eso solo aumento su furia y frustración. Ella no podía darse el lujo de tener ese sentimiento. En cambio la furia y el odio eran mas útiles. Lanzo un grito de furia que resonó por el salón y comenzó a tranquilizarse.
Entonces a sus espaldas sintió una presencia, no necesitaba voltear para saber quien era.
- Marler, finalmente llegas. ¿También me vas a abandonar?- En realidad se sentía aliviada por su presencia, pero siglos de pretender ser auto-suficiente le impedía admitirlo. Marler se estremeció al escuchar sus palabras.
- Hild-sama, No diga eso, nunca la abandonare y por eso mismo, me he atrevido a desobedecer sus ordenes.
Los ojos de Hild se incendiaron de furia, lentamente se volteo para encarar a Marler y le sorprendió lo que vio. También había fuego en los ojos de Marler, se necesitaba mucho valor para admitir que había desobedecido ordenes directas de la gran Daimakaichō.
- Hild Sama. Estaba segura de que llegaría este momento, así que he estado en contacto con la gente de Anang-Reh. Y ahora les he pedido que vengan.
Marler cerro los ojos, esperaba sentir la ira de Hild, pero extrañamente nunca llego. Abrió sus ojos lentamente, la ira, había sido reemplazada por una expresión extraña que nunca había visto. Parecía de tristeza y cansancio. Hild hablo lentamente con un tono de voz que no podía descifrar:
- ¡Marler! ¿Como te atreviste? Me quieres ver rodeada de enemigos. De este juicio depende de la supervivencia de nuestro mundo.
Marler se acercó y se arrodillo ante su ama, fijo su mirada al piso, pero no había rastro de temor en su voz.
- También yo puedo preocuparme por nuestro mundo. Por eso los he llamado. Conozco el secreto de Hild-sama y sé que no hay otra opción. Llegaran en poco tiempo.
Como esperando su llamado, varias luces comenzaron a aparecer y varios demonios comenzaron a materializarse, eran de todos los sexos y edades, pero la mayoría era joven. Conforme llegaban, se colocaban frente a Hild y colocaban una rodilla al piso para expresar respeto, pero en su mirada solo pocos de ellos mostraba temor. La miraban directamente. Pronto hubo medio centenar de ellos.
Hild no pudo menos que sorprenderse por su numero, pero aun así le parecía que su presencia es inútil y con furia apenas contenida les dijo: - No pensé que fueran tantos, aun así, no pueden ayudarme. La próxima batalla la tendré que librar sola, ustedes no me son útiles.-
Uno de ellos hablo. Era joven, pero sus marcas ya indicaban alto rango.
- Hild-sama. Hemos venido a ayudarte. Te pedimos que nos dejes ser tus aliados.
Hild no pudo evitar reír ante esa insolencia. Ninguno de ellos tenia el poder de un Shaikh y tampoco se ofrecerían ayudarla sin poner un precio.
- Y cual sera el precio que tendría que pagar por su ayuda.
- En comparación con lo que nosotros te ofrecemos, es un precio que parece pequeño e insignificante. Te pedimos que nos escuches, que escuches nuestra opinión. Deseamos lo mismo que tu, pero no estamos de acuerdo con tus métodos.
Hild les contesto con un tono irónico que era aun mas terrible que su furia.
-¿Y como piensan ayudarme? Ustedes no pueden acompañarme a la cámara. Seria una declaración de guerra al consejo. Esto sera un duelo entre dos. Incluso si llegara a aceptar sus términos, su ofrecimiento es inútil
El joven demonio callo, no parecía tener una respuesta adecuada a esta pregunta. Inesperadamente, desde las penumbras de un extremo de la cámara, surgió una voz tímida y temerosa.
- Hild sama. Si existe una manera.
Un silencio sepulcral se hizo en la cámara. Todos intentaron ver al dueño de esa voz. Sentado entre las tinieblas había un demonio de bajo rango. Hild estiro la mano y sin decir una sola palabra, lo atrajo así con una violencia que habría dado muerte a un mortal.
El aterrado demonio cayo a sus pies, donde no hizo ningún intento por moverse para no aumentar la furia de la Daimakaichō.
-¿Quien eres tú?
- Soy Walharen, demonio de tercera clase y administrador adjunto de Nidhogg. Solicité un a audiencia con mi señora Hild, pero se me ordeno esperar aquí.
- Hild entrecerró los ojos para ver con mas detalles a ese demonio insignificante. Sonrió al percibir su temor, este era alguien que no se atrevería a mentir, pero debía verificarlo
- ¿Desde cuando has estado espiando?
El demonio se estremeció ante la acusación. Después de todo había visto entrar a Hild, pero por temor no se había atrevido a llamar la atención sobre su presencia. Ahora estaba atrapado.
- Mi... Mi, mi señora. Llevo aquí 6 ciclos esperando su atención, mi superior me envió, pero deduje que no deseaba ser molestada por mi reporte
- ¿Reporte? Ah, ya recuerdo. Tu superior dijo que tenias la extraña creencia de que Nidhogg esta bajo un ataque. Nunca he escuchado algo mas ridículo.
Walharen se estremeció, al parecer su jefe había presentado un reporte negativo sobre sus sospechas.
- Mi señora, eso no importa ahora. Creo que existe forma de resolver su problema.
Hild, pregunto furiosa.
- ¡Mi problema! ¿Que es lo que sabes? - Walharen tembló, pero supo que tenia una oportunidad de salir bien librado, si lograba utilizar bien sus conocimientos. Se atrevió a levantar el rostro y vio la mirada de curiosidad de medio centenar de demonios. Controlando su miedo logro seguir hablando.
- Como administrador suplente de Nidhogg, tengo acceso a información que no posee nadie mas en este mundo.- dudó, no estaba seguro si todos los presentes debían escuchar lo que seguía.- Hace tiempo supe que alguien había accesado al sistema para alterar los mecanismos de supervisión del uso de energía de Hild-sama. Fue un acceso de alto nivel, solo una persona puede acceder a ese nivel. A esa persona le hubiera sido mejor usar una cuenta de nivel mas bajo y utilizar subterfugios para no dejar huell...- Escucho un murmullo de sorpresa, y sin necesidad de verlo, supo que se estaba ganando la ira de Hild. Llevado por su entusiasmo se estaba atreviendo a criticar a Hild...- Pensé que ... Era asunto de alto nivel, así que borre las bitácoras y elimine todo rastro de la alteración-
Hild Entrecerró los ojos, este demonio sabia demasiado, se le acerco y le obligo a mirarla y le susurro de manera inaudible a los demás demonio-¿ Entonces, viste los valores de energía reales?
Walharen tembló, pero sabia que mentir hubiera sido suicida, solo emitió un casi inaudible.- Si mi señora.- Luego levanto un poco mas la voz- Poco después, algunos miembros del consejo solicitaron esa información. Se sorprendieron por los resultados. Se me ordeno que olvidara todo, pero no lo pude hacer. Se que ellos desean volver a los tiempos de la guerra. Estuve realizando algunas simulaciones para buscar una posible solución.
- ¿Entonces tú fuiste quien borro las bitácoras accesos?, debí suponerlo, fue un trabajo rápido e intente regresa a borrar las huellas, pero ya no estaban. Solo alguien con conocimiento profundos de Nidhogg lo pudo hacer. También debo suponer que las simulaciones no estaban autorizadas.
- No mi señora. Mi superior no sabe nada.
Hild apenas pudo reprimir una exclamación de sorpresa. Este demonio de tercera clase podría ser un aliado inesperado.
- Hiciste bien y seras recompensado. - Walharen pudo volver a respirar, pero aun debía no era todo, no sabia como seria recibida su propuesta.
- Mi señora Hild, hay algo mas importante. Conozco el poder real de Anang-Reng y se que usted no posee el poder para enfrentarlo. Hay una solución. Es extremadamente peligrosa, y todos los involucrados estarán en peligro, pero creo que es la única forma.
Se escuchó un nuevo murmullo. Lentamente los demonios se levantaron y comenzaron a rodeara a Walharen, querían entender que es lo que estaba pasando. Ademas las palabras del joven demonio habían entrado alteraron profundamente a Hild. El temor que la abrumaba fue reemplazado por un sentimiento completamente ajeno a ella. Ni siquiera sabia su nombre, después de Eones de fríos planes, implacables acciones y subterfugios, había olvidado esa sensación llamada "esperanza". Su turbación era tal, que no se dio cuenta de que estaba rodeada de demonios que no mostraban miedo ante ella, y que por alguna extraña razón, estaban de su lado. En cualquier otro momento esta insolencia les hubiera costado caro, pero Hild-sama tenia prioridades mas importantes: asegurarse de sobrevivir. Floto y se elevó de nuevo a su trono, luego le dijo al joven, con una tan voz dulce que le provoco un escalofrió:
- Te escucho.
El demonio comenzó explicar su idea. Era sencilla, pero técnicamente compleja. Este demonio era brillante. Era extraño que solo fuera un despreciable demonio de tercera clase.
Hild miro al insignificante ser que temblaba ante ella, y comenzó a reír, le parecía tan risible que el destino del universo pudiera depender de un insignificante demonio de tercera clase. Entonces volteo a su alrededor, había olvidado a los demás demonios. La miraban expectantes. Todos ellos ya estaban en el secreto, sabían que ella los necesitaba.
Pero en este momento, pudo ver que su risa había provocado temor en muchos. Eso la hizo reír con mas intensidad. El que su risa inspirara temor, no dejaba de reconfortarla. No todo estaba perdido.
Lind reacciono al grito de Ghadriel, voló rápidamente a su lado. Ella observaba los cuerpos con sorpresa.
- ¿Que es lo que pasa?
- Estos no son dioses, son demonios. Demonios de alto nivel, pero no logro identificarlos. ¿Que clase de poder pudo causarles esto?- Miro a la valquiria sanadora que estaba con ella y le preguntó:
- Othala ¿Los puedes salvar? Por el sistema doblete, la vida de dos dioses esta en juego.
La sanadora miro a su alrededor y comento- Debió haber sido un batalla magnifica. - sonrió de manera ominosa, al pensar que esos cuerpos eran de sus odiados enemigos y no lo de las diosas- En tiempos antiguos me abrías pedido que les diera una muerte misericordiosa. Lind creo que te has ablandado. Pero tengo el consuelo que el intentar salvar sus vidas les traeré mucho sufrimiento. Eso me reconforta.
Lind ordeno secamente- Salvalos esa es una orden. ¿No seria mas fácil sellarlos y enviarlos al cielo?
- Imposible, están demasiado débiles, no sobrevivirían mucho tiempo. Cumpliré tus ordenes, tampoco deseo ser la responsable de la muerte de algunos de los nuestros, pero creo que aquellos eran tiempos mas sencillos.
Lind observo como la sanadora se concentraba en los cuerpos. A pesar de sus duras palabras, era evidente que estaba haciendo su mejor esfuerzo, sin embargo sus palabras aun resonaban. Si, tal ves se estaba ablandando. Pero había visto demasiada batallas y sus consecuencias. Tener a un compañero moribundo era una experiencia que no deseaba volver a vivir. Entonces pensó en las diosas. Si estos eran los atacantes. ¿Donde estaba las normas? ¿Podría haber sobrevivido Keiichi? Algo tenia que hacer. Vio una la joven valquiria, anteriormente había trabajado con Yggdrasill, eso podríais ser de ayuda.
- Chrono. Tú conoces el sistema de Yggdrasill. Este lugar esta lleno de energía sin control, no podemos distinguir sus trazas de energía. ¿
Podemos hacer algo?
La joven valquiria pensó un momento mirando la desolación que las rodeaba, también había conocido a quienes vivían ahí y le dolía lo que veía. Repentinamente su rostro se iluminó.
- Creo que podemos hacerlo, ellas llevan mucho tiempo viviendo en la tierra y deben haber absorbido energía de aquí. Podemos intentar localizarla, es muy débil, pero su espectro es muy distinto, debe haber manera de poderlo distinguir.
-¡Hazlo!
La joven valquiria extendió sus manos, se concentro y generó una serie de pantallas de información en el aire. Comenzó a crear un sub-programa para filtrar las señales de ruido del lugar y detectar solo fuentes locales. Durante mucho tiempo había asistido a Urd y Peorth, poco a poco los display a su lado fueron eliminado el ruido y comenzaron a aparecer señales precisas. Finalmente hizo señas Lind, había encontrado algo.
- Señora, aquí veo algo extraño. Hay tres fuentes de energía, son mas fuertes de lo que esperaba. Pero no reconozco la firma de energía, no parece ser de dioses o demonios.
Lind se acercó al display y miró con extrañeza la información. Su corazón se aceleró, esa energía le era familiar, y buscó en sus recuerdos pero, y se dio cuenta que no era un recuerdo de ella, sino de uno de sus ángeles, entonces exclamo:
- Esa energía proviene de mortales.
-¿Como? Es imposible ellos no pueden generar esos niveles.
-Algunos mortales si y no me puedo equivocar. Mi ángel alguna ves estuvo sostenido por la energía de un mortal. Puedo reconocerla - Señalo a las demás valquirias para que vieran el display. - Rápido localicen las fuentes. Y ...
Fue interrumpida por Chrono que señalaba a sus espaldas.
-Señora. Mire, ahí entre esas nubes, hay algo, la atmósfera se esta despejando.
Lind volteo y vio una sombra detrás de las emanaciones, la pudo reconocer. Era el templo, el edificio parecía estar intacto, la magia de Belldandy le inspiraba cada vez mas respeto. Aun había esperanzas de encontrar a Keiichi con vida. Sintió que sus ojos se humedecían. Definitivamente se estaba ablandando. Volteo para evitar que vieran su rostro, y apenas escucho que una de las valquirias llamaba.
- Aquí hay una barrera, semeja la barrera física de una diosa, pero su energía es distinta. Esta bloqueando todo el espectro visible. Seguramente se modificó para poder bloquear todo tipo de radiación.
- No toquen el campo, creo que hay un mortal en su interior y el si campo se colapsa morirá en esta atmósfera. Intenten levitarlo y llévenlo al templo, si es lo que creo, el campo protector del edificio nos dejara entrar sin problemas.
Lind hizo aparecer su hacha de combate, y las demás la imitaron. Con la mayor delicadeza posible, con su hacha dirigió su energía a la barrera física, intentando no colapsarla, no sabia que tan estable pudiera ser. La barrera se elevó y pudo ver su forma semiesférica. Pudo imaginarse que era un capullo obscuro que tenia una promesa de vida en su interior. Al principio el campo rechazo su magia, pero luego como si la reconociera, dejo de resistir y la dejo moverlo.
Entones paso algo extraordinario. Al cruzar él limite del templo, el campo comenzó a disolverse, como si reconociera que ya no había amenaza. Entonces pudieron ver dos cuerpos entrelazados.
-¡ Keiichi! ¡Belldandy!.- Se encontraban exánimes y mostraban heridas. Keiichi estaba ensangrentado, Belldandy mostraba grandes quemaduras en su cuerpo por donde su código divino parecía querer escapar. Keiichi aun sostenía fuertemente en sus mano un objeto que parecía ser un amuleto. Lind se acercó para poder tocarlos, esta ves no podía ocultar sus lagrimas. En el pasado ella había aceptado estoica la muerte de sus compañeros de combate, pero estos dos no eran guerreros. Eran personas a las que se sentía unida por otro tipo de lazos. Toco sus rostros con delicadeza, y entonces pudo sentirlos. ¡Aun estaban vivos!
-Rápido, llévenlos al interior, llamen a la sanadora, tiene una nueva prioridad.
La demás valquirias llevaban otros dos capullos. Lind se acerco a uno de ellos y observo como se disolvía. Era Urd y un mortal desconocido que también se aferraba a un amuleto similar al que tenia Keiichi. Urd también tenia profundas quemaduras, el mortal no parecía herido, pero estaba en un coma profundo. Su energía vital parecía a punto de agotarse.
Llego el tercer capullo. En su interior encontraron a Skuld y a un niño humano. No parecían heridos, pero si bajo un profundo coma. Sus energías vitales también estaban en un punto muy bajo.
Los llevaron al interior del templo y en ese momento la sanadora llego a reportarse.
- Logré estabilizar a los demonios. No están completamente fuera de peligro, pero soportaran en lo que llegan refuerzos. Tuve que llamarlos. Yo no soy especialista en demonios.
- Haz hecho bien, pero espero que sepas algo sobre mortales. Los tres no parecen tener heridas graves, y sin embargo su energía vital parece estar a punto de extinguirse.
Era un cielo estrellado pero tenia un aire extraño. La ausencia de aire evitaba el parpadeo de las estrellas, que se veían extrañamente inmóviles. Pero incluso bajo ese negro profundo había muy pocas estrellas. La mayoría de los soles de este universo habían muerto antes de poder estabilizarlo.
Abajo había lo que parecía un valle gigantesco, pero en este mundo sin vida ni aire, la erosión no era la culpable de esa formación. Ríos de roca petrificada eran testigos de las energías que habían dado generado este lugar.
A ambos extremos del valle aparecieron dos portales, de donde salieron dos figuras. Parecían diminutas ante la escala de este lugar. Pero su poder no lo era. Lentamente flotaron hasta el piso.
Una de las figuras era Hild. Antes de que su rival pudiera reaccionar elevo los brazos y su cuerpo se volvió incandescente. Un breve y cegador destello salio de sus manos, para impactarse en Anang-Reng.
Pero este reacciono inmediatamente. Elevo una mano y extendió la palma. El destello se estrello contra su mano y su energía reboto en todas direcciones. La roca cercana se inflamo ante la energía y se volvió incandescente. Esperaba ese ataque. Durante milenios había estudiado a su rival y se había preparado para este día.
Hild saludo a su rival con una sonrisa de aprobación. Ese ataque le había servido contra mas de la mitad de sus rivales. Repentinamente dos gigantescas columnas de roca salieron del suelo y se colapsaron haciendo caer toneladas de roca sobre ella. Pero ella ya no estaba ahí. Había observado como Anang-Reng había ocultado su otra mano para lanzar este hechizo.
Esta vez Anang-Reng la saludo, esto era apenas un calentamiento. Pronto la verdadera batalla comenzaría.
Pronto este mundo, llamado Disnomia, "conflicto" comenzó a llenarse de fuegos que no había visto desde su formación. La ausencia total de sonido, debida a la ausencia de aire daba un aire irreal a la batalla. La simple visión de ese conflicto habría vaporizado a un humano.
El intercambio de energía y de poderosa magia pronto convirtió una gran parte de la superficie en un mar de lava, y poco a poco los gases incandescentes comenzaron formar una atmósfera, que finalmente permitió la existencia del sonido. Un sonido que era un eco de las energías tectónicas que ya comenzaba a estremecer todo el planeta.
El templo estaba lleno de actividad. Ghadril había daba ordenes al escuadrón de valquirias, que se enfrentaba a viejo enemigo, la muerte, pero esta vez no con armas.
Los cuerpos de Urd Y Belldandy estaban tan débiles que corrían el peligro de disolverse y con ello su código se perdería. Algunas de las valquirias concentraban sus energías para genera un campo contenedor. Skuld no parecía en peligro inminente, pero su estado era delicado. Ghadril intentaba romper el coma en que se encontraban los mortales, pero no sabia como restaurar sus energías vitales.
Lind observaba imponente la actividad de su escuadrón. ¿que mas podría hacer?. Aparentemente las sanadoras expertas que había solicitado tenia problemas para venir a la tierra. Algo estaba pasando en el alto consejo.
Se acerco al niño humano, quien parecía ser el que se encontraba en mejor estado. Era tan joven, pero parecía haber luchado. Había lasceraciones y raspaduras en su piel. Lind pensó, al menos eso si los podría sanar ella. Ella puso su mano en la frente y luego la retiro sorprendida. Había percibido algo extraño. La volvió a colocar y sintió un extraño flujo. Movió la mano alrededor del cuerpo del niño y sintió una sensación extraña. Entonces llamo a Chrono.
- Chrono, ¿Puedes activar los programas de filtrado en toda la habitación?, percibo una energía extraña, pero no localizo su origen.
- si señora. Enseguida. - Chrono volvió a activar las pantallas, pero esta vez utilizo una rutina de realidad aumentada para extender la información directamente a la habitación.
Entonces todas ellas pudieron ver un extraño fenómeno. Delgado hilos de energía parecían rodear el cuerpo del niño. Eran tenues, pero al observar con cuidado, pudieron ver que esos hilos parecía provenir del suelo.
- Chrono. ¿que es esa energía? ¿puede determinar su origen?
La joven valquirias comenzó a manipular de manera frenética las pantallas y finalmente exclamo con asombro.
- Es energía vital proveniente del planeta. Es la fuerza vital de Gaia. Pensé que era solo una simple teoría mezclada con leyendas. Esa energía da soporte a todos los seres vivos de este planeta, pero no debería interactuar de esa manera con los humanos. Para Gaia los humanos son solo una forma de vida mas y sin embargo, parece querer alimentarlo.
- Creo que estos no son seres humanos comunes. Observa sus auras. Son completamente distintas a las de cualquier ser humano. Pensé que Keiichi era único en ese sentido, pero veo aquí a tres humanos similares. No se que pueda significar esto.
Entonces escucho que el niño comenzaba a respirar mas profundamente. Su respiración se comenzó a acelerar y su cuerpo exánime comenzó a recobrar la vida. Sus parpados temblaron un poco y abrió los ojos. Por un momento sus ojos miraron al techo sin ninguna expresión, luego su rostro se contrajo y el niño exclamó:
- ¡Que hambre tengo! - Intento levantarse, pero estaba muy débil, y aun no parecía haber despertado del todo. Lind se apresuro a ayudarlo a levantarse. El niño reacciono ante su contacto, y dijo:
- Mamá, tuve un sueño muy extraño, y...- volteo a ver a Lind y se calló al ver un rostro desconocido.
-¿quien eres tu? ¿en donde estoy?, Recuerdo que estaba con Skuld y luego ella... - el niños e sobresalto, conforme sus recuerdos llegaban - ¡Skuld! ¿En donde esta?- intento levantarse, pero su cuerpo no le obedecía. Entonces Lind con una ternura que sorprendió a sus compañeras tomo al niño en brazos y lo llevo donde se encontraba Skuld aun inconsciente.
- Ella esta delicada, pero no están en peligro. - Estamos cuidando de ella. No intentes moverte aun estas muy débil, estuviste muy cerca de morir. Primero necesitamos ayudarte para que nos expliques que paso aquí.- Lind llamo a la sanadora.
- Othala, ¿que le pasa al niño?, su energía vital parece estar restaurada, pero aun esta muy débil-
La sanadora toco la frente del niño que miraba asombrado a todas esas mujeres extrañas, en sus ojos se leían mil preguntas, pero apenas y podía hablar. Ghadril retiro su mano, y respiro aliviada.
- Su energía vital parece haber regresado, pero su cuerpo aun necesita energía química para funcionar. Necesita comer, en especial carbohidratos.
- ¿Comida?, si aquí hay un lugar para eso. Lo llevare a comer algo.- Lind miro la cara del niño que parecía querer protestar, por un instante se dio el lujo de una sonrisa. - Vamos mi pequeño guerrero. Debes recuperar tus fuerzas para que nos puedas ayudar. - y se llevo al niño en sus brazos.
La demás valquirias miraron asombradas conforme su comandante se alejaba. ¡Esa era Lind, la mas temible, la legendaria Lind cuyo nombre hacia estremecer aun el corazón de los demonios!. Hacia unos instantes había visto lagrimas en sus ojos y ahora esa forma de tratar el niño mortal. Se quedaron petrificadas unos instantes cuando una voz autoritaria lleno la habitación.
- ¡Sigan trabajando!
Si, eso estaba mejor, inmediatamente se volvieron a concentrar en sus pacientes.
Marler y Walharen recorrían la habitación mientras examinaban los cuerpos que yacían en el piso. Eran casi 50 demonios, parecían muertos, pero había débiles signos de respiración.
Marler pregunto:
- Cuanto tiempo puede sobrevivir así. Transferimos casi toda su energía y su magia a Hild. Sus niveles son mas débiles que los de un recién nacido.
- Están tan débiles que ni siquiera pueden aceptar la energía del sistema. Si no se les regresa en unos días comenzara a morir.
Marler miro a los cuerpos y luego a Walharen - Ellos se ofrecieron y arriesgaron sus vidas porque tienen esperanzas de cambiar nuestro mundo, ¿pero tu porque nos ayudas?
- Por la misma razón que ellos. Le temo a Hild, pero he visto registros de las guerras. He realizado simulaciones con escenarios alternos. No teníamos forma de ganar, ni tampoco los dioses. La victoria de cualquiera de los bandos habría provocado la destrucción del universo. No podemos existir separados. Si tan solo...
Marler lo interrumpió. - Mira la pantalla, que esta pasando - en la pantalla se veía la imagen del mundo desierto donde se llevaba a cabo el juicio. El que había sido obscuro planeta tenia una parte intensamente brillante, y donde antes había fría roca ahora había un mar de lava. Todo el planeta parecía a punto de colapsarse. En el punto donde ocurría la batalla vieron como una muro incandescente se comenzó a extender por toda la superficie convirtiendo todo el planeta en una esfera incandescente, y entonces comenzó a aumentar de tamaño, conforme el planeta muerto pasaba de ser de lava incandescente a gas. La esfera comenzó a crecer con mayor rapidez y el crecimiento se convirtió en explosión. Ante de que se dieran cuenta, donde antes había existido un planeta, era ahora espacio vacío. Disnomia ya no existía.
Marler grito con horror ante la destrucción. ¿ Quien podría haber sobrevivido? Corrió a la sala del consejo donde reinaba la confusión. Nadie sabia que había pasado. Ese planeta había sido reforzado para utilizar se en los juicios. La batalla debía haber llegado a niveles inimaginables.
Entonces se hizo un silencio. Un portal comenzó a abrirse en el centro de la Sala. Eso lleno de temor a muchos. Había protecciones magias para evitar eso. Solo alguien con gran poder lo podría hacer.
Entonces hubo de todos los demonios salio un solo grito.
- ¡Hild! Salve Hild, nuestra soberana, la gran Daimakaichō.
Hild descendió al suelo. Su rostro era impasible, con su mirada recorrió lentamente el salón, y se permitió una leve e irónica sonrisa que lleno de terror a todos. Su rostro irradiaba una gran cantidad de energía proveniente de la batalla que lo volvía terriblemente bello.
Hild comenzó a caminar lentamente hacia la antesala, mientras todos los presentes se inclinaban a su paso. Un silencio absoluto reinaba en la sala y nadie se atrevía a moverse. Habían presenciado su poder.
Hild cruzo la puerta, seguida de Marler. Apenas se hubo cerrado la puerta, Hild miro a Marler y con una expresión de suplica le dijo
- ¡Debes buscar a Urd. La necesito!
Y entonces se desplomo al piso...
Fin del capitulo XV
Nota: agradezco a Ralph Vaughan Williams, Kenji Kawai Y Yoko Kano, por su música que me ayudaron a escribir esto.
Disnomia, es satélite del planeta enano Eris. Ekl descubridor de este planeta, que habría sido el décimo planeta del sistema solar de no haber sido reformada la definicion de planeta, o habia propuesto el nombre de "Xena" en honor a la princesa guerrera, pero no le aceptaron el nombre. La tradición dice que los nombres de los planetas deben ser de algun dios grecorromano. Asi que tomando que el nombre de la actriz que interpreta a Xena es "Lucy Lawless" y lawless se puede traducir como "sin ley" decidió llamar a la luna de este planeta "Disnomia" que significa "Sin ley".
