La orden de los Caballeros Mortales
Por Javier Delgado R.

Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa" de Kōsuke Fujishima.

Capitulo XVI
La Orden

El salón era inmenso, estaba atravesado de esbeltas columnas que formaban geometrías imposibles, el techo parecía perderse en las alturas. Las paredes estaban decoradas con ilustraciones en suaves colores y con delicadas tallas en materiales parecidos al mármol y que le daban un aire etéreo y lleno de gracia. La luz entraba por amplios ventanales de cristales coloridos tiñendo el interior con los suaves colores del arcoiris. Parecía una catedral gótica construida en sueños. El piso estaba decorado con intrincadas figuras y líneas geométricos que convergían en el centro en un diseño que recordaba un mándala.

Por los amplios espacios una suave corriente de aire susurraba y quedaba atrapada en huecos en las paredes, creando una suave sinfonía de tonos apenas audibles pero que inducían a la relajación. Pequeños seres vivos gorjeaban, zumbaban, murmuraban y brillaban, cumpliendo su parte en el intricando diseño. Estos seres habían sido diseñados como parte el conjunto. Era un diseño que llevaba milenios siendo perfeccionado, en un mundo donde la perfección lo era todo. El conjunto era hermoso y sin embargo había una extraña falta de emoción.

El conjunto había sido diseñado para inspirar tranquilidad, los diseños geométricos ayudaban a enfocar la mente y lograr un estado de meditación, pero en este momento estaba lejos de cumplir su función.

En el centro del salón había una figura solitaria, en medio de ese inmenso lugar, la figura debería parecer diminuta, sin embargo tenía una presencia tal que parecía inundar el salón.

En términos humanos habría parecido un hombre de edad madura, de largo cabello castaño atado en nudos. Su rostro era difícil de describir. Tenía un resplandor que impedía distinguirlo. Su ropa era sencilla, pero tenía grabado intrincados detalles, y estaba llena de cintas, nudos y amarres. Eran sellos mágicos que ayudaba a controlar su poder. El gran número de sellos eran un indicio de su gran poder.

El hombre se encontraba mirando el hermoso y complejo diseño del piso. El intricado mándala siempre lo habían ayudado a concentrarse. Ese diseño había llevado milenios en ser perfeccionado para poder sintonizarse perfectamente con una mente compleja. Pero esta vez no le traía paz.

En circunstancias normales, nada habría podido distraer de su meditación, pero ahora pudo escuchar con claridad el susurro de las ropas de los miembros del gran concilio. Sin embargo no volteo a verlos. Aun necesitaba un poco más de tiempo para pensar y los ignoro.

Los recién llegados eran cuatro dioses. Sus ropas y sus sellos denotaban un alto nivel. A diferencia de Hell donde el consejo lo constituían cientos de demonios, la estructura de este mundo era más vertical. En estos cinco seres residía la mayor parte del poder de este universo.

No había forma de saber su edad, pero sus ropajes, ornamentos y sus sellos indicaban un alto rango y poder. Uno de ellos tenía un porte severo que sugería una mayor edad.

Pero a pesar de su alto nivel, no se atrevieron a interrumpir al hombre que se concentraba en él mándala y esperaron pacientemente a que notara su presencia.

Finalmente el hombre cerró los ojos, y luego los abrió como si despertara de un sueño. Los dioses que lo rodeaban pusieron una rodilla en el suelo en señal de respeto y esperaron en silencio a que hablara.

La figura realizo un leve y elegante gesto con las manos y fue rodeado de pantallas de compleja información. Las observo unos momentos y miro a los dioses con voz severa.

- La situación es grave, la tregua entre nuestros mundos parece a punto de romperse. Las Nornas han sido atacadas y al menos dos de ellas podrían no sobrevivir. Pero ese no es el único problema. Tenemos un problema aquí en el consejo. El escuadrón de combate que debería haberlas ayudado cuando las alarmas detectaron un gran imbalance de fuerzas en la tierra, fue retenido e incluso ahora no se han enviado a las sanadoras solicitadas. ¿Quién es el responsable?

Los dioses no pudieron evitar una exclamación de sorpresa. Kamisama había hablado y no estaba complacido. Después de unos segundos de silencio, el dios de rostro severo hablo:

- Yo Hannus, como miembro del alto consejo y segundo en la línea de sucesión, fui quien tomó esa decisión y por ello, asumo toda la responsabilidad.

Sus tres compañeros lo miraron asombrados, sus palabras eran una confirmación de un grave desacato ante la máxima autoridad de este mundo. Kamisama lo miro, apenas mostró un atisbo de emoción, pero era más que suficiente, le hablo con la autoridad del más poderoso ser de este universo:

- Explica tus actos. Has colocado la vida de dioses y mortales en peligro

Pero Hannus no se dejó impresionar, él sabía que su poder estaba muy cercano al del actual Kamisama y era cuestión de tiempo el poder tomar su lugar.

- Tome decisiones que nadie más se atrevería a tomar, pero son lo mejor para nuestro mundo. Desde hace tiempo la situación en Niflheim, se ha vuelto inestable, cada día hay más oposición al gobierno de Hild y sabía que se preparaba una confrontación y hoy se estableció una comunicación entre Nidhogg, e Ydrassil para acordar una suspensión temporal del sistema doblete, invocando el protocolo 235.45 v2. Impuse mi autoridad y lo aprobé sin informar al consejo.

Un grito de sorpresa cercana al horror se escuchó en los otros dioses

- ¡Ese es el protocolo de ejecución! Solo se invoca cuando se va a castigar a un criminal que debe ser ejecutado. Es una de las pocas ocasiones en que el sistema puede ser suspendido temporalmente Para eso se necesita la aprobación de 3 de los 4 miembros del alto consejo. Eso es traición.

Hannus los miro con cierto desprecio. Esperaba que lo entendieran, pero al parecer estaban llenos de miedo.

- Era una oportunidad única. El sistema doblete solo nos ha traído una paz vergonzosa. Se me informó que se presentaron dos nombres para desvincularlos de su doblete: Hild y Anang-Reng.- Hannus hizo una pausa para ver el efecto de sus palabras. Con satisfacción vio incrementarse el temor en sus rostros ante esta información- Eso solo podía significar una cosa. Un juicio de poder estaba a punto de llevarse a cabo, y sé que Hild no lo aceptaría a menos que Anang-Reng retara su autoridad de una manera que no se pudiera retractar. Todos sabemos que hay algo que Hild no podría tolerar. Un ataque directo a su hija.

- ¿Te refieres al ataque a las Nornas? ¿Sabías que ocurriría? Insensato, ¿no eres capaz de entender lo que significa? Esto es una confirmación de tu traición. Has llenado de vergüenza a este consejo.

- No, ustedes son los están traicionando a nuestro pueblo. Una paz basada en el miedo no puede ser paz. Piénsenlo, Si Hild es derrotada, Anang Reng intentara cancelar el tratado y nosotros ya tenemos un argumento para declarar la guerra. Y si Hild gana, estará demasiado débil y podríamos lanzar un ataque preventivo, el número de bajas se podría mantener en un mínimo. En cualquier caso debemos ordenarles al escuadrón de combate que regrese no lo podemos ocupar en cuidar a esas diosas...

Kamisama lo miro intentando penetrar sus pensamientos, pero el poder de este dios era casi cercano al suyo, no podría penetrar sus defensas. Le hablo con una tranquilidad que contrastaba con la agitación de los miembros del consejo.

- Tus argumentos parecen lógicos, pero tus verdaderos motivos los mantienes ocultos. Tú sabes bien que tu aspiración a ser el segundo en la línea de sucesión puede ser retada por la diosa Belldandy. Por nacimiento y por sus capacidades, ella ha sido preparada para poder ocupar mi puesto.

- ¿Belldandy?, si, como olvidar ese plan demente. Pero seamos realistas, Belldandy está lejos de tener el poder necesario y en cuanto al resto del plan, Urd nunca podrá ser la Daimakaichō y esa pequeña diosa Skuld ni siquiera ha podido desarrollar verdadera magia y se refugia en sus juguetes mecánicos. - El dios exclamo en tono burlón-Urð hétu eina, aðra Verðandi, Skuld ina þriðju; þær lög lögðu, þær líf kuru alda börnum, örlög seggja. Esa es una profecía ridícula. No importa que dos de los grandes dioses lo hayan planeado. Nuestros mundos jamás podrán tener la paz así. Todos ustedes saben que tengo la razón.

Los otros tres dioses retrocedieron atemorizados por esas palabras, en el fondo opinaban lo mismo, pero temían las posibles consecuencias.

- Yo sabía que Kamisama no lo aprobara, por eso actué por mi cuenta, ahora tenemos una justificación para actuar y atacar, y debemos actuar pronto antes que el ganador del juicio pueda recuperar sus fuerzas. En este momento Niflheim es vulnerable. Como miembro del alto consejo, exijo una votación para ratificar mis actos. Es el momento de acabar con milenios de años de un sistema vergonzoso que...

Kamisama lo interrumpió bruscamente.

- Basta, ya escuche suficiente. El sistema doblete puede parecerte vergonzoso, pero nos ha permitido vivir en paz. Ahora entiendo muchos incidentes que han estado ocurriendo. Debí haber dejado que Lind investigara las anomalías en Yggdrasill que fueron reportadas por Urd. Pero ahora es innecesario. Debe haber más dioses involucrados. Pero tendrás tu votación, es tu derecho, después de eso yo actuare.

Hannus palideció, había esperado evitar un confrontamiento directo con Kamisama. Miro a los otros miembros del consejo en actitud retadora.

- Debemos recuperar nuestra dignidad de dioses. He hablado con ustedes y sé que opinan igual que yo. Es hora de actuar.

Uno de los dioses camino lentamente y le hizo una reverencia. Era un voto a favor, pero los otros dos dudaban. Cierto que opinaban igual, pero temían la furia de Kamisama. Entonces lentamente le dieron a espalda a Hannus.

Hannus grito- No, no hagan eso- Sabia lo que esto significaba. Había sondeado a los otros dioses y creía haber contado con su aprobación. - No me den la espalda. Yo sé que ustedes piensan igual que yo.- Uno de los dioses le contesto, sin mirar a verlo.

- Hay una diferencia entre lo que deseamos hacer y lo que debemos hacer. Tus actos han causado daño innecesario, dinos ¿quién más conspira contigo?

Kamisama hablo, al tiempo que extendía un brazo hacia Hannus.

- Te he dado tu votación, ahora debes responder al cargo de traición y por romper con el orden que nos ha costado tanto lograr. También deberás revelar el nombre de tus cómplices.

La mano de Kamisama comenzó brillar al tiempo que extendía su mano hacia el dios, con la intención de tocarlo y confinarlo, pero este fue más rápido. De su túnica extrajo un pequeño amuleto. Parecía inocuo pero los demás gritaron al reconocerlo. Era magia antigua, tosca y primitiva, pero mortal.

Hannus sabía que de ser condenado su castigo seria la disolución de su conciencia, y para él era un destino pero que la muerte, así que no dudo. Simplemente sostuvo el amuleto y grito - ¡autodestrucción!- El amuleto brillo y el brillo se extendió en su cuerpo, donde comenzó a disolver los campos de contención que le daban forma física.

Un destello de intensidad nova disolvió el lugar, cuando el cuerpo del dios se disolvió liberando en una orgía de destrucción toda su energía mágica acumulada durante millones de años.


Lind observaba con atención al pequeño mortal que devoraba un plato de cereal. Su aura resplandecía de una manera extraña, pero no entendía lo que significaba. Había visto como Gaia misma le daba sustento a su cuerpo, pero sabía que el niño no podía ser consciente de ello.

Finalmente el niño termino, aun se veía un poco pálido pero pronto estaría bien. Dejo el plato y con nerviosismo miro a la valquiria. Se sentía intimidado por su presencia, pero tenía que preguntar.

- Señora, ya me siento mejor. Por favor, ¿puedo regresar con los demás? Necesito saber cómo están y tratar de hacer algo por ellos.

- Enseguida podrás volver, pero primero necesito saber lo que paso aquí. Por favor déjame tomar tus recuerdos.

El niño trago nervioso, no sabía lo que quería decir ella con eso y no le agradaba como sonaba.

- ¿Extraer mis recuerdos? ¿Va a usar magia? ¿No es mejor que le relate todo?

- No te lastimare, si eso es lo que temes, pero si extraigo tus recuerdos directamente podré observar eventos que para ti no tienen significado. Si quieres ayudar a las diosas, es el mejor camino.

El niño se levantó, se notaba su temor a lo desconocido, pero aun así se acercó a Lind y le dijo:

- Entonces hágalo, haré lo que sea necesario por ayudar

Lind sonrió imperceptiblemente ante la resolución del niño. Tomo sus sienes en sus manos e invoco la magia necesaria para extraer sus recuerdos. Lindo pudo ver todo lo que había presenciado el niño. Los demonios, la lucha y a desesperación de las diosas y la entrega Keiichi y el doctor para salvarlas. Estrategia, valor y sacrificio, eran los mayores ideales para ella.

Termino de almacenar los recuerdos del niño, lo miro con seriedad y ante la sorpresa del niño, puso una rodilla en tierra, realizo una reverencia ante el niño y le hablo con un profundo respeto que haría que sus palabras quedaran grabadas para siempre en su corazón.

- Sentarō Kawanishi-san es un honor conocerte. Tres diosas y tres mortales han enfrentado aun a fuerza superior y salieron victoriosos. Sin importar lo que suceda, tu nombre quedara registrado entre los anales de la historia de los inmortales. La batalla del templo Tarikihongan será parte de nuestras leyendas.

Sentarō no pudo reaccionar, intuía que Lind era una diosa poderosa, y sin embargo le hablaba con respeto. Se llenó de sentimientos encontrados, esas palabras lo hacían sentirse lleno de orgullo, pero también sentía que era muy poco lo que había hecho para merecerlo. Lind pudo ver su lucha interior y lo aprobó. La marca del verdadero héroe es aquel no se acepta como tal. Se levantó y antes de que reaccionara lo guió al cuarto de Urd donde se encontraban los demás. El cuarto se encontraba en penumbras, poca luz llegaba del exterior debido a las nubes que rodeaban el templo, pero un suave brillo alumbraba todo el lugar.

Sentarō entro nervioso y se sobresaltó ante lo que vio: Skuld, Keiichi y el Doctor Shugahara se encontraban inconscientes atendidos por una diosa de rostro severo. En el otro extremo estaban Urd y Belldandy. Dos valquirias cuidaban a cada diosa. Tenían los brazos extendidos y cantaban palabras incomprensibles en un tono monótono. De sus manos emanaba un brillo que se extendía a las diosas envolviéndolas como un manto luminoso, ese era el brillo que iluminaba el cuarto. Sentarō grito al ver los cuerpos lastimados y quemados.

-¡Belldandy, Urd! ¿Qué les paso? ¿Qué les están haciendo?

Intento correr hacia ellas, pero Lind lo detuvo.

- Sus cuerpos recibieron grandes daños por el combate. Mi escuadrón está tratando de estabilizarlas o de lo contrario su forma física se dispersara y su conciencia se disolverá. Pronto llegaran sanadoras para tratarlas, no podemos mantenerlas indefinidamente pues somos guerreas y nosotras no tenemos la capacidad de curarlas. No debes intentar tocarlas, pues podrías interferir con el campo contenedor y este podría volverse inestable.

Sentarō volteo a ver a Skuld y a los dos hombres. No parecía estar tan heridos, pero estaban extrañamente inmóviles. Sentía el deseo de correr al lado de Skuld pero la presencia de la diosa de aspecto severo le parecía decir que no era buena idea, miro a Lind con aire interrogatorio y esta le explico:

- Skuld está muy débil. Utilizo mucha de su energía para generar ese campo que los protegió y es una diosa muy joven. No está en peligro inmediato, pero no despertara hasta que su cuerpo logre recuperar un mínimo de energía. Keiichi y este hombre también están muy débiles, pero esperamos que al igual que tu pronto estén bien. Gaia parece que los está alimentando.

- ¿Quién es Gaia?

- Gaia es el espíritu y la fuerza vital de la tierra, le da energía a los seres vivos de este planeta, pero no te puedo decir más. Hay mucho que no comprendo

Lind llevo al niño mortal junto a Skuld y con un gesto le indico que estaba bien tocarla. Sentarō se sentó junto a Skuld y el tomo su mano. Ella no reaccionó, intento hablarle, pero sin ningún resultado, miro a la diosa que la atendía con ojos implorantes, que comenzaba a llenarse de lágrimas.

-Señora, ¿Se pondrá bien?, no reacciona en lo absoluto.

- Puedes llamarme Ghadril - contesto, con una suavidad que contrastaba con su rostro severo. - Se pondrá bien, pero llevara tiempo. No la podemos tratar aquí.

Lind puso su mano el hombre de Sentarō y le pregunto a la sanadora.

-Ghadril. ¿Cuál es el estatus?

- Los mortales lentamente están recuperando su energía vital. Parece ser el mismo mecanismo que con el niño mortal, pero no lo entendemos pero sabemos que funciona. Pronto recuperarán el sentido, después solo necesitaran abastecerse de energía química. Hasta entonces atenderemos sus heridas. Estas superficiales por lo que no corren ningún peligro.

Al escuchar estas palabras, Sentarō soltó una exclamación de sorpresa, acababa de recordar las instrucciones de Urd. Se levantó y corrió a donde estaba Keiichi inconsciente, busco entre sus ropas y saco un estuche metálico, luego regresó apresuradamente a entregárselo a Lind.

- Señora… Ghadril. Urd nos dio esto. Son pociones mágicas por si resultábamos heridos, están marcadas, blancas para los mortales, azules para las diosas. Pronto hay que aplicárselos a todos.

Lind tomo el estuche y se lo entrego a Ghadril., quien se había acercado intrigada y exclamo:

- ¿Pociones mágicas para curar? No estoy seguro de que sea lo más adecuado, especialmente si son de Urd, siempre me pareció algo infantil su afición por estas substancias.

Lind la interrumpió.

- Yo ya he visto lo que pueden hacer. Urd ha logrado convertir el uso de las pociones en una poderosa ciencia.

A pesar de ser la opinión de su superiora, Ghadril no pareció convencida, sus prejuicios contra las pociones estaba muy arraigados.

- Creo que debemos esperar a las sanadoras. Ya deberían estar aquí. ¿No tienen noticias aun?

Fueron interrumpidas por Chrono. La joven diosa se acercó a Lind, su nerviosismo y preocupación era evidente.

- Señora. Intente comunicarme para averiguar sobre las sanadoras, pero como única contestación me enviar un código carmesí. Viene con en la encriptación de alta seguridad. No hay duda de que es auténtico.

Lind recibió la noticia con incredulidad y tuvo que esforzarse por aparentar calma. Esta misión se estaba convirtiendo en una pesadilla.

Código Carmesí: Silencio absoluto de comunicaciones, interrupción del flujo de energía Yggdrasill, suspender toda actividad para entrar en modo encubierto y poder pasar desapercibidas hasta recibir la contraorden.

Eso solo indicaba una cosa. Problemas graves en el cielo, el sistema de defensa o Yggdrasill mismo debería estar inoperantes y por lo tanto vulnerables. Toda comunicación debería cesar para evitar cualquier posibilidad de que Hell supiera de su estado. Lind cerró los puños con una sensación de impotencia. Su presencia era necesaria en el cielo, pero no podía regresar. Nunca antes se había usado ese código. Por primera vez desde que se habían establecidos los puentes inter-dimensionales, el cielo había cortado voluntariamente todo contacto con los demás universos hasta poder reparar el daño que pudiera haber sufrido. Sin información de lo ocurrido, no había forma de averiguar cuanto tiempo podría pasar antes de que fueran restaurados. Un problema grave podría equivales a años o siglos en términos humanos.

- ¿Algún otro mensaje?

Chrono dudo un momento antes de contestar.

- No es exactamente un mensaje. Solo el código, y luego... - la joven hizo una pausa- … Y luego una plegaria.

Por toda respuesta, Lind asintió con la cabeza y luego se sentó en el piso cruzo las piernas y entro en un trance de meditación. La situación era grave y necesitaba evaluar fríamente todas las posibles acciones. Su escuadrón se quedó respetuosamente en espera de cualquier decisión que pudiera tomar su superior. Confiaban plenamente en ella.

Lind evaluó los hechos: Sin energía de Yggdrasill no podrían reponer el gasto que implicaba usar poderes. Las órdenes implicaban no usar magia e intentar pasar como humanos hasta nuevo aviso, pero eso también significaría condenar a morir a las diosas pues tendría que suspender el campo estabilizador. Eso era inaceptable, pero no podría exigirle a su escuadrón mantener ese gasto de energía o pronto se quedarían inermes. Necesitaba fuentes alternas de energía, también era su responsabilidad la vida de las integrantes de su escuadrón. No podía contar con tener ayuda del cielo, los acontecimientos ahí deberían de ser de tal magnitud que la vida de un escuadrón de valquirias no debería ser prioritaria. Su única alternativa era buscarla ayuda en la tierra. Súbitamente abrió los ojos y dio una orden:

- Ghadril, aplica la poción a los mortales, necesito que despierten, Keiichi conoce este mundo y conoce sobre los dioses, tal vez pueda ayudarnos a obtener otras fuentes de energía. Observa el efecto de la poción en ellos y después la probaremos en Urd y Belldandy

Ghadril quiso protestar, pero se dio cuenta que no tenía alternativa. Tomo la caja metálica y examino el contenido con desconfianza. En ella solo había lo que parecían trozos de papel.

- ¿Cómo se utiliza esto? No se parece a ninguna poción que conozca.

Sentarō contesto:

- Urd me explico que la poción pasa directamente por la piel, es un sistema que ella perfecciono con la ayuda del doctor. Solo coloque uno de los parches blancos en la piel de cada uno. Ella me dijo que así no sería necesario beberla.

Ghadril solo levanto una ceja intrigada por la idea. Parecía una forma muy conveniente de aplicarla. Se acercó a los hombres, y les aplico el parche de papel en un brazo.

Hubo una reacción lenta, pero que poco a poco se fue acelerando, un suave brillo comenzó a recorrer sus cuerpos, estos se estremecieron y luego se relajaron, Ghadril noto inmediatamente la diferencia. Estaban pasando de un coma a un estado natural de sueño. Luego vio como la herida de Keiichi comenzaba a sanar, lo mismo con los raspones y cortadas que tenía el doctor en la piel. Entonces sonrió y miro al niño.

- Impresionante. Urd tendrá que explicarme cómo funciona. Ahora joven Sentarō, también usted requiere de esto.

- Primero debe dársela a ellas, es más importante.- Ghadril. Negó con la cabeza.

- Esta magia es desconocida para mí, Belldandy y Urd están en estado crítico- Ghadril tomo uno de los parches y se lo aplico en la piel. Cerró los ojos y se concentró para poder aplicar el efecto de la poción. No tenía ninguna herida, pero sintió como un cierto vigor se extendía por su cuerpo. Pero su rostro se ensombreció. Volteo a mirar a Lind.- No funcionara. Es una poción muy poderosa, pero no lo suficiente para ayudarlas. Tendríamos que sacarlas del campo estabilizador y no creo que sobrevivan lo suficiente para que la poción haga efecto y...

Fue interrumpida por un quejido. Keiichi era el primero en reaccionar, abrió los ojos lentamente, Lind se acercó y se arrodillo junto a él. Keiichi la miro confuso, parecía tener problemas en reconocerla, repentinamente exclamo:

- ¡Lind! ¿Qué haces aquí? ¿Qué ha pasado?

Lind suspiro aliviada, tomo una mano de Keiichi y la sostuvo.

-Keiichi, mi amigo, pronto estarás bien. He venido a ayudarlos.

Keiichi intento incorporarse pero estaba muy débil. Lind puso su mano en su pecho para evitar que se levantara.

- No trates de levantarte, aun estas débil. Consumiste casi toda tu energía vital en la batalla, es extraordinario que aun estés vivo.

- ¡La batalla!- Exclamo Keiichi comenzando a recordar. - ¡Belldandy! ¿Qué paso con ella?

- De momento no puedes hacer nada por ella. Su estado es delicado pero estable.

Keiichi volvió a intentar levantarse, pero su cuerpo aun no le respondía. Se encontraba extremadamente débil y apenas lograba moverse, hizo un gesto de desesperación ante esa traición de su propio cuerpo y le imploro a Lind.

- ¡Quiero verla! Necesito verla.

Lind entonces tomó a Keiichi en sus brazos como un niño pequeño y lo llevo a donde se encontraba Belldandy y Urd. Keiichi gimió al ver su cuerpo destrozado y herido.

- ¿Que le paso? ¿Qué están haciendo?

- Belldandy se enfrentó a un enemigo inmensamente más poderoso que ella, pero nunca se dio por vencida. Estaba dispuesta a dar la vida por salvarlos a ustedes y casi muere, pero tú la salvaste. Gracias a este amuleto que tienes, pudiste compartir tu energía vital y crear un poderoso escudo. Ambos estuvieron muy cerca de morir. Belldandy aún no está fuera de peligro. Su cuerpo recibió terribles daños y no solo son en su cuerpo terrestre, que es el que tú ves, sino su cuerpo multidimensional, que es ahora inestable. Si este se disuelve, toda su esencia y el código que contiene se disolverán y su corazón de diosa se desaparecerá. No dejaremos que eso pase. Ellas están manteniendo estable su cuerpo hasta que podamos llevarlas al cielo.

Keiichi lloro, era rabia, tristeza e impotencia por no poder ayudar a su amada. Intento estirarse para tocar el cuerpo inerme de Belldandy, pero Lind lo alejo y con voz severa le dijo.

- Keiichi, el campo es muy frágil, no debe tocarlo. Has hecho mucho más de lo que cualquier mortal o dios habría podido. Ahora utiliza esa rabia para recuperarte.

Entonces Sentarō se acercó a Keiichi y sin poder contener sus sentimientos lo abrazo.

- Los derrotamos. La señorita Urd hizo algo extraordinario. Derroto a los demonios y el jefe huyo. Él estaba intentando acabar con Belldandy y Urd se lo impidió, luego se desvaneció en uno de esos pasajes, es lo último que recuerdo.

Keiichi miro extrañado a Lind.

- Urd me dijo que solo una valquiria podría ser capaz de enfrentarse a un tribuno, y que ni siquiera una valquiria podría enfrentarse a un Shaikh, como fue posible que Urd lo venciera.

Lind pregunto intrigada:

- ¿Desde un principio sabían que se estaban enfrentado a fuerzas inconmensurablemente superiores?

- Lo sabíamos y preferimos luchar

- No sé de dónde sacó Urd el poder para derrotarlos. Pero no fue solo ella, todos ustedes ayudaron. Keiichi, sabía que eras un humano muy especial, me has demostrado una vez más que eres capaz de darlo todo por aquello que amas. Ahora debemos ayudar a este mortal ¿quién es y que hace aquí?

- Él es el Doctor Shugahara Kenji. Es un sabio y - Keiichi dudo un poco y miro al doctor - y está aquí porque ama a Urd profundamente. Fue el que nos advirtió que podría haber peligro por el asesinato de la diosa Giörel, por eso estábamos preparados.

Lind deposito a Keiichi en su futón y se acercó a examinar al Doctor.

- ¿El sabia lo de Giörel? ¿Cómo lo pudo averiguar un mortal?

- Desde hace muchos años estudia la magia. Él ha ayudado a Urd con sus pociones y juntos han realizado muchos descubrimientos, además la ama y he visto que está dispuesto a dar su vida por ella.

- Parece ser un mortal especial, como ustedes dos.- dijo señalando a Keiichi y a Sentarō.

Chrono, la joven valquiria se acercó y Keiichi la reconoció. Ella había estado en la tierra como parte asistente de sistemas de Yggdrasill

¿Eres tu Chrono? Ahora eres una valquiria. Me alegro mucho.

- Keiichi-san ¿aún me recuerda? Fue un honor estar en la tierra con usted y Belldandy. Haré todo lo que se a posible por ayudar. – La joven volteo a ver a Lind y le dijo:

- Señora, el campo estabilizador parece debilitarse.

Lind miró preocupada a las valquirias que estaban a cargo de Urd y Belldandy y pregunto:

- Ghadril, ¿cuánto tiempo podrán sostener el campo estabilizador sin el apoyo de Yggdrasill?

Ghadril se acercó las valquirias y extendió sus manos para sentir su energía, y su rostro se ensombreció y con voz llena de preocupación dijo:

- No creo que soporten más de 4 horas terrestres. El campo consume mucha energía. Tal vez podríamos turnarnos, pero entonces todas quedaríamos inermes, sin contacto con Yggdrasill no podemos recuperar nuestra energía...

Fueron distraídas por un ruido, el doctor Shugahara comenzaba también a recuperar el conocimiento. Lind indicó a Sentarō que lo ayudara. Poco a poco el Doctor comenzó a recuperar el conocimiento. Keiichi y Sentarō procedieron a poner al tanto de la situación mientras el Doctor veía con extrañeza al escuadrón de mujeres. Cuando escucho que Urd se encontraba en más estado, también insistió en verla, y Lind se encargó de ayudarlo a cumplir su deseo. Posteriormente Lind les explico que su debilidad era por falta de energía química en sus cuerpos y que necesitaban comer.

El doctor no quiso saber nada de alejarse de Urd. Instruyo a Ghadril a buscar entre los ingredientes de Urd un frasco de glucosa para disolverlo en agua. Keiichi y el doctor tomaron el dulce líquido y poco a poco fueran recuperando sus energías. Pronto los dos hombres estuvieron de pie mientras Ghadril observaba con aprobación, este hombre parecía saber lo que hacía.

Lind consulto brevemente con Ghadril, quien le indico que se encontraban bien. Era el momento de buscar soluciones.

- Doctor Shugahara Kenji, ¿dónde obtuvo esto? - Enseñándole uno de los medallones- Según Sentarō-san usted se los dio a Keiichi y a él. Esto es magia avanzada, y sin embargo parecen estar diseñados para usarse por mortales, no debería existir algo así.

El doctor miro indeciso a Lind. Su apariencia coincidía perfectamente con el relato de Somasindhu. Sabía que ella había intentado borrar la memoria del joven hindú y no deseaba arriesgarse a eso. Keiichi noto su indecisión.

- Doctor, podemos confiar en Lind, tengo in vínculo muy especial con ella.

El hombre miro sorprendido a Keiichi.

- ¿Un vínculo con ella? ¿Qué clase de hombre eres? Espero que podamos hablar, hay miles de preguntas que quisiera hacerte.- su mirada recorrió la extraordinaria escena que lo rodeaban, un mundo de dioses- Ya había logrado aceptar a Urd como una diosa, pero todo esto me confunde.

El doctor aun no lograba asimilar la batalla que había presenciado. Todo era tan fantástico que hubiera sido más sencillo aceptarlo como una alucinación. Había participado en una batalla entre dioses y demonios y ahora se encontraba rodeado de las mitológicas Valquirias. Sin duda estas hermosas mujeres eran diosas, y no cabía duda de que su oficio era la guerra. Miro a Lind, era igualmente hermosa y joven, pero tenía un aire de autoridad y una seguridad que no podían provenir de alguien de aspecto tan joven. Keiichi entendió la confusión del hombre, recordó su confusión al conocer a Belldandy, puso su mano en el hombre del doctor. En ese momento ya no era su sempai, una persona mayor y un sabio, sino era solo un hombre confundido.

- Si doctor, todo esto es real. Ellas son realmente diosas, todo paso como usted nos lo advirtió. Usted nos salvó la vida a todos.

El doctor avanzo lentamente hacia Lind, quien había observado pacientemente la escena, la saludo con una reverencia. Había una diferencia entre examinar documentos antiguos y un blog, a enfrentarse con la realidad.

Luego recordó el cristal y el precio a pagar. Si Lind era efectivamente una diosa, y el cristal provenía de sus enemigos, tal vez sería mejor no mencionarlo. Respiro profundamente y mientras su mente se adaptaba a esta nueva situación y comenzó a hablar:

- Lind, comandante del escuadrón de valquirias de la división de combate, he escuchado sobre ti.- Lind lo miro fijamente a los ojos, esa era una declaración extraordinaria- Si, escuché de ti a través de un joven hindú al que intentaste bloquear su memoria.

- ¿Somasindhu? ¿Rompió el bloqueo? ¿Qué es lo que sabes?

- Se todo sobre la muerte de la diosa Giörel, por eso advertí a Belldandy y Urd sobre el peligro. Eso les salvo la vida, pues se prepararon para luchar. No estoy seguro, pero por el relato del joven ustedes olvidaron un objeto de la diosa Giörel, que contenía algo especial y fue lo que rompió el bloque del joven.

- Entonces fue un error nuestro. Pero un error afortunado. Yo no tenía autorización para revelares nada.

El doctor asintió y Lind continuo- ¿Cuál es el origen de los medallones?

- Hace más de mil doscientos años, Urd vivió en la tierra…

- Si, lo recuerdo- hubo un leve atisbo de sonrisa en Lind- tuvimos algunos problemas con ella.

El doctor se quedó congelado un momento. Esta confirmación de la historia de Urd no hacía más que volver todo aún más fantástico.

- Ella formo una hermandad con las mujeres de esa época para darles conocimientos...

- ¿Urd hizo eso? ¿Les dio conocimientos a los mortales? De haberse sabido, su castigo habría sido más severo.

El ahora entendía el proceder y las dudas de Urd, había actuado en contra de las autoridades de su mundo. Se tomó unos momentos en asimilar la información y continuo.

- Ella creó estos medallones para que las mujeres de la hermandad pudieran comunicarse y protegerse. Los medallones se perdieron con el tiempo, pero yo pude recuperar estos tres.

Lind examino uno de los medallones. Efectivamente podía reconocer la mano de Urd en ellos. Eran una hermosa y compleja obra de magia. Urd había roto muchas reglas en su elaboración y gracias a eso tenían un poder extraordinario en manos de los mortales. Volteo a ver el cuerpo inerme de la diosa. Su antigua protegida se había ganado varios puntos de respeto, incluso a pesar de haber roto muchas reglas en eso.

- ¿Entienden cómo funcionan?

Keiichi se apresuró a contestar

- Creo que lo entiendo. Son una especie de catalizadores. Así como una vez pude darles mi energía a tus ángeles, estos medallones pudieron extraer energía de nosotros, y crear un escudo de protección. Pero creo que puede hacer algo más.

- Son algo mucho más que eso. Vi los escudos activos, eran una mezcla de energía mortal y divina. Nunca pensé que eso fuera posible. Pero esto no me ayudara a salvarlas.

Keiichi y el doctor se sobresaltaron ante las palabras de Lind, Keiichi fue el primero en preguntar:

- Salvarlas, ¿qué es lo que pasa? Nos dijiste que ellas están estables, debes las llevarías al cielo y ahí las podrán tratar.

- En este momento es imposible, estamos aisladas aquí, Existe un estado de emergencia. Yggdrasill no nos dejara regresar hasta que termine la alerta, y si seguimos así, pronto mi escuadrón se quedara sin energía para poder mantener el campo estabilizador. Sin ese campo ellas morirán.

Para sorpresa de Lind y el doctor, Keiichi casi dio un salto por la sorpresa.

- ¿Energía? Yggdrasill no las está proveyendo de energía y necesitan una energía alterna. ¡Tengo una solución para eso!

Antes de darles tiempo de preguntar, Keiichi salió corriendo de la habitación, escucharon el ruido de cajones que se abrían y objetos que se arrojaban el piso. Pronto Keiichi estuvo de vuelta con una caja de cartón que contenía algo que parecía brazaletes, pero no eran de metal, sino de algo parecido a una roca obscura. Se los ofreció a Lind, quien tomo uno de ellos y pregunto:

- ¿Qué es esto?

- Son pulseras de piedras lunares. No es la primera vez que ocurre que Yggdrasill no puede proporcionar energía. En una ocasión anterior fabrique estos brazaletes. Cada uno de ellos puede proporcionarles cierta cantidad de energía y puedo fabricar más, pero llevara tiempo.

Lind tomo una de las pulseras con desconfianza y se la puso. Comenzó a sentir un flujo de energía proveniente de ella, no tenía el mismo poder que el flujo que le proporcionaba Yggdrasill, pero era suficiente. Se la quitó inmediatamente. Esto era algo desconocido para ella, pero serviría. Esto les daría tiempo extra. Llamo a la sanadora:

- Ghadril estos brazaletes nos darán energía de soporte. Repártelos entre las que las necesiten y danos un nuevo estimado de tiempo.

La sanadora que había presenciado el intercambio no hizo preguntas, solo cumplió las ordenes. Se colocó una de ellas para estimar la energía que podría proporcionar posteriormente le coloco dos de ellas a cada una de las diosas que creaban el campo de contención. Las diosas ya habían comenzado a mostrar señales de fatiga pero pronto se recuperaron. Ghadril espero un momento para confirmar el efecto, y fue a reportar.

- Funcionan, no sé cómo, tenías razón, estos mortales tienen conocimientos desconocidos para nosotras. Los brazaletes nos darán 12 horas extras de tiempo.

- ¿Con estos puedes aplicarles la poción de Urd?

- No me quisiera arriesgar. Tendríamos que interrumpir el campo contenedor para aplicarla, pero si no se restaura a tiempo sería fatal.

- ¿Cuál es la solución?

- Necesitamos incrementar el poder del campo en varias órdenes de magnitud para poder darle estabilidad a sus cuerpos de manera definitiva, solo entonces podremos aplicar la poción curativa y cerrar sus heridas. No creo que los brazaletes nos puedan dar tanta energía, pero nos darán tiempo, tal vez se establezca el contacto con Yggdrasill, pero necesitaremos más de estos...

El doctor interrumpió.

- ¿Keiichi que necesitas para fabricar más? ¿Podríamos darles más energía?

El joven se quedó pensativo un momento. Los habría fabricado a escondidas en el laboratorio del Tecnológico de Nekomi. Por prueba y error había logrado aumentar su poder, pero el equipo del tecnológico no le permitirá más.

- Necesito los componentes, y una prensa de alta presión que me permita calentarlos, se debe simular las condiciones de la luna primitiva. Pero el equipo del tecnológico no me permite obtener mayores presiones.

- El equipo del laboratorio de materiales de la universidad de Chiba es más avanzado. Podemos usarlo abiertamente y tal vez mis colegas nos ayuden a mejorar los materiales. Explícame el procedimiento.

El joven ingeniero y el científico comenzaron una discusión. El conocimiento abstracto del doctor y el practico del ingeniero se complementaron con lo que ambos habían aprendido, poco a poco llegaron a un acuerdo.

Lind había observado el intercambio. El vocabulario terrestre no tenía mucho sentido para ella, aunque los conceptos subyacentes eran triviales para ella: Partículas subatómicas, rayos de alta energía, estructura cristalina multidimensional, colisionador de partículas. Sin embargo parecía que había alternativas y su frustración comenzó a desaparecer. Finalmente Keiichi se dirigió a Lind, sus ojos brillaban intensamente, había descubierto que podía usar sus conocimientos y habilidades para ayudar a Belldandy y a Urd.

-Creo que podemos cargar los brazaletes con más energía, pero llevara tiempo. Tendremos que organizar un proceso de fabricación para incrementar gradualmente el poder.

- Este lugar del que hablan, la Universidad de Chiba. Necesitaremos un enlace de comunicación. Chrono ira con ustedes.

- No puede ir vestida así. Tal vez podamos usar algo de la ropa de Skuld.

Al oír esto Sentarō los interrumpió.

- Yo también deseo ayudar. - el joven se sentía contagiado del entusiasmo del doctor y Keiichi. El doctor sonrió y le dijo al niño.

- Tú tienes todo el derecho de estar con nosotros. Los tres estamos dispuestos a todo por ellas. No te separaras de nosotros hasta que logremos que se recuperen. Hablare con tus padres, ellos escucharan a un sensei para que nos puedas acompañar.

El grito de alegría de Sentarō resonó extrañamente por el templo, alejando el ambiente ominoso que lo había invadido todo.


Anang-Reng recuperó la conciencia. Fue una sensación extraña. Los demonios no necesitan dormir mientras tengan fuentes de energía, y Anang-Reng sabía que no había estado durmiendo. Su retorno a la conciencia había sido instantáneo, como si repentinamente se alguien hubiera accionado un apagador.

Intento levantarse, pero no pasó nada. Fue algo muy desconcertante. No era que hubiera estado atado. Su cerebro había dado la orden a su cuerpo, y sentía que se había movido, sin embargo no lo había hecho. Sentía su cuerpo, este no se sentía paralizado, y sin embargo no pasaba nada.

Todo estaba obscuro, no veía ni escuchaba nada. Extendió sus brazos, los sentía, luego intento tocarse y quiso gritar, pero no salió ningún sonido. Al intentar tocarse no había podido encontrar nada, su cuerpo no simplemente no existía.

Necesitaba ver que estaba pasando, lanzo un simple hechizo para provocar luz y despejar la obscuridad, pero tampoco paso nada. Comenzó a intentar otros hechizos, cada uno más poderoso que el anterior, pero tampoco paso nada. Era como su fuera solo una conciencia con un cuerpo fantasma.

Repentinamente un sonido penetro su cerebro. Era un sonido que parecía taladrarlo, era un sonido puro. Tan puro que dolía, y con una intensidad que nunca había imaginado. El sonido comenzó a cambiar de tono e intensidad. Recorrió toda la escala de sus sentidos e incluso más allá. Pronto el sonido dejo de ser doloroso, incluso parecía placentero comparado con el absoluto silencio en que había estado sumergido. Finalmente el sonido se convirtió en ruido blanco y bajo a un volumen apenas audible.

Y entonces apareció una luz blanca cegadora, sintió dolor y la luz comenzó a disminuir su intensidad hasta que dejo de doler. La luz se convirtió en un tono azul puro, tan pudo que tenía que ser artificial y comenzó a cambiar de colores.

Anang-Reng entonces comprendió todo y sintió miedo. Esos sonidos y luces puras, solo podían significar algo, su cerebro estaba siendo conectado a sentidos artificiales y estaba pasando por una rutina de calibración.

Terminada la rutina todo se volvió negro, y luego escucho una voz, pero esta hablaba en lenguaje desconocido. Normalmente Nidhogg proporcionaba una traducción instantánea para cualquier lenguaje humano. Eso significaba que no estaba en conexión con la gran computadora de Hell, que controlaba todos los aspectos de su universo.

Entonces la voz comenzó a reír, no necesitaba entender el idioma para que se estremeciera ante la crueldad de esa risa. Luego sintió que su cerebro era manipulado, como si nueva información se introdujera en él y pudo entender la voz.

- Shaikh Anang-Reng, te dimos todas las oportunidades que pudiste desear y aun así fracasaste. Ni siquiera debimos habernos tomado la molestia de recuperar tu conciencia.

Anang-Reng intento contestar, pero ningún sonido salía de su inexistente garganta.

- Puedo ver todos sus pensamientos perfectamente, no necesitas hablar. Tal vez aun tengas alguna utilidad para nosotros. Tienes algunos conocimientos útiles.

Entonces escucho otra voz.

- Mi señor, no sería más sencillo simplemente deshacernos de su conciencia e integrar sus conocimientos directamente a la base de datos. El sistema no sufriría tanto stress

Nuevamente sonó la cruel risa

-Sí, sería más sencillo, pero no sería tan divertido. El señor de Jötunheimr también necesitaba algunas diversiones.

Anang-Reng reconoció el nombre y supo entonces lo que era el terror.


Keiichi, el doctor Shugahara y Sentarō se encontraban parados en un paisaje desolado. El suelo aún se sentía caliente, pero la atmósfera ya era respirable. Los flujos de lava estaba solidificados, el jardín de arena era ahora un espejo de vidrio. El sol del ocaso teñía el paisaje de un rojo sangriento dándole un aspecto aún más terrible.

Keiichi sintió un profundo dolor ante la destrucción. Se imaginaba lo que sentiría Belldandy, el templo había estado rodeado de un bosquecillo y Belldandy conocía a todas las formas de vida que lo habitaban. Cada árbol, cada arbusto y pequeño ser, eran para ella amigos, y nada de eso existía. Su motocicleta se debía haber convertido en un charco de metal fundido, lo mismo que Bampei-kun, el androide de Skuld. Sabía que ella también sufriría con su desaparición. El mismo casi lo había llegado a considerar como un ser vivo, y compartía con Skuld ese amor por las maquinas.

Los tres apenas podían creer que habían sobrevivido a tal nivel de destrucción. Tan solo unas hora antes habían estado luchando por sus vidas y por la de las diosas. Gracias a eso se había formado un lazo entre los tres que difícilmente se podría romper.

El doctor comento.

- Keiichi, entiendo que entre tú y Lind hay un lazo de amistad, y sin embargo siento que no le has dicho todo.- El joven sonrió, el doctor parecía haber adivinado algo.

- Es cierto, tal vez por accidente, pero tengo acceso Yggdrasill y a mucho conocimiento que no creo que Lind apruebe. Pero creo que tampoco usted ha dicho todo, creo que usted tiene que ver con la forma en que Urd derroto a ese Shaikh.

- También he obtenido conocimientos sobre el mundo de Hell, que estoy seguro tampoco Lind tampoco aprobaría. Tenemos que unir nuestros conocimientos. Cuando descubrí el blog de ese joven hindú, estaba seguro de que nosotros, los mortales no teníamos capacidad de intervenir entre los asuntos de dioses y demonios. Lo que ocurrió aquí me ha demostrado que si podemos hacer una diferencia.

Sentarō se apresuró a añadir.

- Lind me dijo que La batalla del templo Tarikihongan seria recordada por los dioses, e incluso me dijo que los dioses conocerían mi nombre.

- Lind es una diosa de primera clase, ella no miente.

- Entonces es cierto ¿seremos leyenda?, ¿cómo las leyendas de los caballeros que peleaban por sus damas?

La idea hizo reír al doctor Shugahara.

- Sentarō-san, nosotros no luchamos por simples damas, ellas son diosas. Nuestras diosas y por ellas estamos dispuestos a dar nuestras vidas.

- ¿Entonces si somos como caballeros?

- Si, Sentarō-san, creo que podría decir que lo somos.

- por favor, no me llame así, usted es un maestro.

El doctor miro al niño, y adopto una expresión seria y le dijo:

- En este momento, Sentarō-san, te considero mi igual. Luchaste con valor, igual que Keiichi. En cierta forma si somos como esos antiguos caballeros y estamos unidos por un mismo propósito. No quiero que me vuelvas a decir doctor, para ti soy Kenji y considérame como tu hermano.

El niño miro al doctor asombrado, ya Lind lo había tratado con respeto y ahora él. Pero no se imaginaba tratarlo como a un igual.

En ese momento, el doctor recordó los medallones y saco el que había conservado.

- ¿Tiene los medallones con ustedes?

Ambos sacaron un medallón.

- Estos medallones los creó Urd para una hermandad. Ahora estos medallones nos protegerán y seremos una hermandad dedicada a proteger y cuidar de nuestras diosas.

Keiichi observo el medallón, y dijo.

- ¡Sí!, defenderemos a nuestras diosas con nuestras vidas. Estos medallones sellaran nuestro destino.

Sentarō observo el medallón mientras su imaginación volaba.

- ¿Seremos como una de las ordenes de caballería de las historias?

El doctor miro al niño y dijo:

- Ustedes dos han mostrado más valor y valentía que algunos de los caballeros de la historia, seamos entonces una orden de caballería.

- ¿qué nombre usaremos?

El doctor apoyo su mano sobre el hombre del niño y le dijo.

- Somos tres mortales que juramos defender a tres diosas. Entonces seremos la orden de los caballeros mortales. El niño lo miro emocionado, y pregunto.

- ¿no deberíamos hacer un juramente o algo?

El doctor lo pensó un momento y entonces extendió su mano, y los otros dos colocaron su mano encima.

- Juramos defender a nuestras diosas con todo nuestro conocimiento, con toda nuestra voluntad y con nuestras vidas

Los tres exclamaron:

- Lo juro.

No tenían forma de saber que de ese juramento dependería el destino de tres universos.


fin de capitulo 16