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La orden de los Caballeros Mortales
Por Javier Delgado R.
Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa" de Kōsuke Fujishima.
Capitulo XXIV
Traición
El salón del trono de Hild ofrecía el mismo aspecto que tenido durante milenios. Ya no se veían los cuerpos de los demonios que habían ofrecido su poder a Hild. Sus poderes habían sido restaurados por Marller usando el cristal de Hild y ahora habían sido nombrados miembros del consejo pero aun se necesitaba confirmar sus nombramientos. También Hild se encontraba en su trono tal como había estado ahí, durante esos milenios, pero algo en ella había cambiado. Esta vez no estaba rodeada de las pantallas de información con las que vigilaba a sus súbditos y su sonrisa zalamera estaba ausente, en su lugar había una expresión de preocupación. El mundo que ella había construido con tanto esfuerzo a lo largo de eones, se estaba desplomado ante una amenaza desconocida, pero al mismo tiempo y por primera vez en su vida, sabia que no estaba sola, había descubierto nuevos aliados entre los demonios, tenia a la fiel Marller, pero mas importante para ella, después de milenios, Urd estaba de vuelta con ella.
No importaba que Urd se hubiera convertido en algo que ya no era un demonio o dios, o que había jurado que su estancia en Hell, seria solo algo temporal. Finalmente su hija estaba con ella y con ello sentía que el universo podría estar en su contra y no le importaba. Tal vez el futuro que había planeado aun fuera posible. Si lograba jugar sus cartas de manera adecuada, estaba segura de lograrlo.
Una poderosa presencia la distrajo de su meditación, ¡Urd se acercaba!. Hild aun no estaba segura de los alcances de los nuevos poderes de Urd, pero podía sentir su poder a lo lejos, tendría que aprender a controlarlo o seria un inconveniente. Se irguió sobre su trono y asumió su pose habitual, de nuevo volvía a ser la hermosa, temible y enigmática Daimakaicho.
Unos segundos después Urd entro acompañada de Marller. Su atuendo había cambiado, su largo y ahora su sedoso pelo blanco caía en cascadas contrastando con un ajustado vestido rojo sangre, similar al de Hild donde se veían los colores y símbolos de su ascendencia. Al igual que el de Hild, también tenia con una gran cantidad de amarres que la ayudaban a contener su poder, pero que también lo anunciaban. Pero Urd había añadido elementos extras, signos y colores que no era parte del diseño original. Su vestido tenia elementos ajenos al mundo de Hell, elementos que la autentificaban al mismo tiempo como diosa de primera clase y como valquiria. Urd no podía haber escogido símbolos mas odiados en este mundo. Hild no pudo evitar una sonrisa divertida, a pesar de todo tenia que reconocer que ella habría hecho lo mismo: desafiar a toda autoridad que intentara contrariarla. Urd era una digna de ser su hija, mientras lograra sobrevivir. Esta vez, Urd aceptaba su herencia mixta y no intentaría ocultarla. Urd-sama: Diosa y demonio.
Urd percibió también la presencia de Hild, pero sus sentimientos eran encontrados. De niña la había admirado, pero también la había temido para después odiarla. Hild le sonreía, pero Urd sabia que esa seductora y amable sonrisa, generalmente era solo una mascara. Hild era una maestra de la manipulación y bien conocía que el contraste entre sus palabras amables y zalameras, y su ira, era una de las razones que le habían permitido sobrevivir tanto tiempo con sus poderes incompletos. Hild fue la primera en hablar.
- Urd Chan, - Le dijo con una voz condescendiente - Espero que hayas encontrado todo tal como lo recuerdas, tome especial cuidado en sellar tu cuarto con un hechizo preservador para cuando regresaras... Nunca espere que tomara tanto tiempo - Hild hizo una pequeña pausa antes de pronunciar la ultima frase en un tono extrañamente distinto y lejano, ese leve titubeo que le permitió a Urd adivinar algo. Su madre la había extrañado.
Urd miro a su madre con extrañeza. ¿Abría imaginado esa duda?, pero Hild la miro, parpadeo rápidamente y miro hacia la puerta del consejo y luego asintió la cabeza con un movimiento casi imperceptible... ¡Eso era!, mas intrigas, era muy posible que fueran espiadas, Hild nunca expresaría sus sentimientos de manera abierta. Urd asintió ligeramente la cabeza, miro a Marller que se encontraba con ella, y su mirada cómplice se lo confirmo.
Urd suspiro, tendría que ser muy cuidadosa, podría ser muy poderosa, pero no era invulnerable.
Hild se encaminó a la puerta, y Urd la siguió. Marller sin pensarlo, se colocó detrás de Hild, pero esta dejo ver un destello de furia en sus ojos y la too del hombro y le susurro muy suavemente:
- Nadie confiara en mi nueva Druhting si actuá como un sirviente. Siempre deberás estar a mi lado y como mi brazo derecho, deberán respetarte y temerte como a mi.
Marller inclino de manera humilde la cabeza, cerro los ojos y se concentró. Le costaba trabajo abandonar siglos de simulación. Murmuro un pequeño hechizo e inmediatamente su actitud y su porte cambiaron, sus ojos se llenaron de fuego, sus facciones se endurecieron y se volvieron orgullosas. Hild sonrió satisfecha. Entonces Hild se planto frente a la puerta, llamo a Marller a su derecha, Urd a su izquierda. Con un imperceptible gesto, lanzo un hechizo no verbal con lo que el aura de las tres mujeres se mezcló en una sola y las envolvió. Marller ahora como Druhting se encontraba ahora por encima de un demonio de primera clase, Hild la mas poderosa de este universo, y Urd diosa-demonio. La mezcla de las tres auras proyectaba una estremecedora sensación de poder, a pesar de que el aspecto de las tres no había cambiado, su presencia era ahora imponente y majestuosa. Hild levanto la mano y la gigantesca puerta se abrió.
Detrás de ella se encontraba la suntuosa sala del gran consejo de Hell. Un gigantesco salón subterráneo, que anunciaba con su fastuosidad recargada que era el centro del poder de este mundo, o al menos pretendía serlo. Conforme las puertas se abrían lenta y majestuosamente, les comenzó a llegar el sonido de un centenar de voces que discutían airadamente. Ante sus ojos apareció una multicolor muchedumbre conformada por los demonios de mas alto rango de este mundo junto con sus sirvientes y seguidores.
Urd pudo sentir como el aura de las tres se esparció por el salón, tocando levemente a cada demonio que quedo congelado de la sorpresa.
Uno a uno los demonios voltearon a ver a las tres mujeres y el murmullo de voces se transformó en un silencio sepulcral, donde el temor se podía oler y casi tocar. ¡Hild había regresado! ahora con su hija y con una nueva y poderosa Druhting, pocos reconocieron en esa altanera mujer a la despreciada Marller. Poco a poco el temor comenzó a llenar los corazones de los presentes, pero en algunos ese temor estaba teñido con otro sentimiento: "odio". Un pequeño grupo de demonios de muy alto rango, se encontraban en el centro de la sala. Había temor en sus miradas, pero también había en ellos una mirada de desafió.
Las tres mujeres avanzaron majestuosamente a su puesto en el consejo, Urd no logro evitar notar que tras su paso se escuchaban cuchicheos. Las palabras Valquiria y diosa eran mencionadas con odio. Urd sonrió satisfecha.
Hild llego a su trono en el consejo, mostró una leve expresión de desaprobación y hastió perfectamente calculada, con un gesto materializo dos suntuosos tronos junto a suyo. Un aire frió pareció recorrer a la asamblea. Hild estaba dando por oficial sus designaciones, sin consultarlos.
Finalmente tomaron asiento y Hild sonrió satisfecha y declaro: "Debido a que la mayoría de ustedes se encontraba escondidos como ratas cuando comenzó la crisis, tomé algunas decisiones que ustedes ya conocen y no que discutiré con ustedes. Ahora debemos enfrentarnos juntos ante esta amenaza, por lo que escuchare sus propuestas, iniciaremos con una asamblea libre"- ante esas palabras, el infierno se desencadenó.
Cientos de demonios intentaron gritar y habla a la vez, los mas poderosos se imponían a los de rangos inferiores para obtener la palabra. Durante una de las raras "asambleas libres" había un acuerdo tácito de que lo dicho ante la Daimakaicho no traería represalias de parte de ella y eso era un oportunidad que se pudiera despreciar o desperdiciar, pero solo los mas fuertes lograrían hacerse escuchar, eso al final representaba un considerable ahorro de tiempo..
Urd miro y escucho con profundo disgusto la confusión, Ella debía estar trabajando. El escuchar entre la confusión acusaciones hacia ella como diosa y traidora a Hell no la enfurecía tanto como las criticas a su madre, pronto un peligroso brillo comenzó a brotar entre sus dedos y volteo a mirar a su madre. Hild no observaba a la confusión sino que la observaba a ella con aire divertido. Parecía disfrutar de su ira y se inclinó hacia ella y le murmuro suavemente para que solo ella pudiera escuchar: - Yo he prometido no intervenir durante esta discusión, pero tu no, tu eres parte del consejo y puedes intervenir. Tú disfrutabas mucho de esto cuando eras pequeña, recuerda que este no es el cielo donde uno tiene que pretender ser amable con los demás.
Urd la miro atónita, sin entender porque sentía que sus palabras le quitaba un peso de encima, miro a su madre y no pudo evitar una sonrisa de satisfacción a llegarle antiguos recuerdos. Nadie presto atención cuando se levantó de su trono, ni de su lento y deliberado avance hacia el grupo que discutían con mas fuerza, ni tampoco al peligroso brillo que había en sus dedos. Pronto se darían cuenta de su terrible error.
Lind observo preocupada la transformación que se había operado en el rostro de Belldandy. No solo había una expresión de desafió en el rostro, sino que sus lineas se había endurecido. No pareciera que ese hubiera sido el rostro de la mas gentil de todas las diosas. Belldandy se elevó lentamente y extendió sus brazos. Comenzó una entonación mágica de gran poder, entonces el gran salón del trono se transformó cuando la filigrana de piedra se lleno de lineas de luz. Eran lineas de energía. Sin Yggdrasil había estado dependiendo de los brazaletes de Keiichi para evitar la perdida de su poder, hasta entonces eso había evitado que se tuviera que absorber mas energía del cielo, pero ahora el edificio comenzaba a proporcionársela en una cantidad y en un nivel inimaginable. Kamisama había dispuesto grandes depósitos de energía como una medida de energía que estaría solo a su disposición y el canto de Belldandy los había liberado. Poco a poco las delgadas lineas de energía comenzaron a adquirir un tono incandescente conforme la energía crecía y crecía.
Lind miro con sospecha esta acción, esa era información que solo el antiguo Kamisama y ella conocían. Ella había estado reservando esa energía para un caso de emergencia cuando Belldandy estuviera lista para recibirla, y no entendía como es que Belldandy había logrado liberarla. No se atrevió a interrumpirla, habría sido extremadamente peligroso.
Belldandy ahora flotaba en medio de una furiosa danza de lineas de luz que se lanzaba contra ella y la envolvían, mientras cada linea la conectaba con algún deposito oculto de energía y le cedía su preciado tesoro de magia y poder.
El rostro de Belldandy se contorsionó en una especie de mueca de placer al ser invadida por tal poder. Y sin darse cuenta, mucho mas que poder fue entrado en ella. Cerro los ojos y sintió placer cuando sus dudas eran sumergidas por nuevos códigos. El cuerpo de Belldandy fue envuelto en un capullo de luz.
Súbitamente y con un gesto brusco, Belldandy interrumpió el flujo y este estallo descontrolado ante la brusquedad de la orden. El cuerpo de Belldandy se estremeció con una sensación de dolor, que provoco una sonrisa de placer. Tenia suficiente energía, y no deseaba perder mas tiempo. Era hora de que aprendieran a respetarla.
Si hacer ningún comentario, comenzó a flotar en dirección al gran nodo central de Yggdrasil. Pero Lind no la siguió, había observado el cambio en el rostro de la diosa y sentía que algo estaba muy mal. Algo tenia que haber pasado. Una de las valquirias se le acerco con una mirada de duda. Esperaban sus ordenes para seguir a Belldandy. Lind dudo un momento, toda su vida había aceptado ordenes sin cuestionarlas, pero en el fondo sentía un desasosiego y no sabia la razón. Oprimió sus puños con furia ante esa incertidumbre, finalmente con un gesto indico a su escuadrón que siguiera a Belldandy, indicándole a Othala que tomara el mando. La guerreras rápidamente se elevaron y la alcanzaron para colocarse a su alrededor de ella en formación de combate.
Lind sin embargo, no partió, necesitaba informarse de la situación antes. Yggdrasil estaba siendo restaurado y parte de sus funciones comenzaban a operar, usando los códigos de Belldandy comenzó a buscar abrir pantallas de información, y no pudo evitar sentir un escalofrió ante lo que comenzaba a desplegarse y una duda se formo en su mente. Entonces envió una orden a su escuadrón por los canales de seguridad. No deberían absorber más energía de Yggdrasil, solo deberían usar la de sus brazaletes.
Afuera, Belldandy volaba sobre la sobre la magnifica ciudad, esta era ahora incluso mas hermosa que antes gracias a la participación de todos los dioses. Pero había algo que no existía antes. Rompiendo con el orden perfecto en muchas partes se veían pequeños arboles llenos de flores. Belldandy los miro y los ignoro,pero las diosas del escuadrón notaron que de ellos colgaban cintas con inscripciones. Habían sido plantados en honor a los caídos durante la gran hecatombe que había provocado Hannus. Ante esto, las valquirias hicieron señales de respeto a su paso, pero Belldandy permaneció impávida. Sus ojos parecían no verlos. Se había cerrado a los sentimientos externos y no percibía sus implicaciones.
Finalmente llegaron a un área amplia diseñada para hacer resaltar un edificio bajo pero hermosamente diseñado. Este no era la delicada y esbelta filigrana de la mayor parte de los edificios, sino una pequeña y compacta pirámide escalonada, semejaba a un antiguo zigurat. En el se encontraba el nodo central de la computadora mas poderosa de los multiversos, ni siquiera Nidhogg tenia esa capacidad, puesto que existía una unión entre ambos sistemas e Yggdrasil era la parte responsable de mantener la estabilidad de los multiversos.
Tal ves por eso, el lugar no tenia tantas defensas, no se esperaba que los demonios de Hell quisieran atacarlo pues incluso su propio universo dependía de su funcionamiento.
Pero ahora ese lugar estaba siendo atacado por los dioses mismos. Medio millar de dioses, de todo sexo rango y edad se lanzaban furiosos y con la mirara perdida, intentando destrozar ese lugar. El edifico mostraba ya grandes estragos, pero ahora un centenar de valquirias lo custodiaban y evitaban mas daños. Muchas de ellas eran extremadamente jóvenes, eran apenas reclutas que no habían completado su entrenamiento.
Pero no era momento para dudas sino para mostrar sus capacidades. Pero jóvenes o no, eran Diosas guerreras a las que ningún dios o demonio común debería poder vencer. Pero ahora estas diosas tenían una orden que disminuía su eficiencia. NO deberían dañar a los atacantes.
Belldandy se poso lentamente en el suelo, donde comenzaba un sendero que conducía a la entrada del edificio, y frente a ella pudo ver como un dios mayor, con los ojos llenos de ira y locura, preparaba una terrible magia contra una joven valquiria que aun no tenia sus grados. Era un hechizo largo y complejo que normalmente no se usaría en un combate, pero al no poder usar todo su poder contra los atacantes, las valquirias le daban tiempo de usar magia compleja.
El dios lanzo su ataque contra la joven que pronto grito de dolor, conforme la poderosa magia y antigua de un dios mayor destrozaba su defensa. Belldandy observaba imperturbable el espectáculo como si no le concerniera. Las valquirias que la rodeaban miraron con horror como la magia comenzaba a provocar quemaduras en el cuerpo de la joven, pero no podían intervenir sin una orden directa de Belldandy o Lind.
Entonces la mayor de ellas, rompió la formación y se colocó en frente de Belldandy, arrodillándose frente a ella y le dijo.
- Por favor mi señora, danos la orden de intervenir. Si no lo hacemos, ¡ella morirá!
Belldandy parpadeo, como si despertara de un sueño, observo con curiosidad la escena, e hizo un gesto de disgusto, elevo su mano y simplemente grito - "Basta"...
Esta vez su poder era inconmensurable mayor que el de una diosa de primera clase. Los elementos estallaron con furia y repentinamente un poderoso huracán se formó en torno al dios mayor, el viento rugía furioso como el sonido de un millar de bestias furiosas. El aire condensado en él parecía una pared solida y se impacto violentamente contra el dios arrancándolo violentamente del lugar donde flotaba e interrumpiendo su magia, solo alcanzaron a escuchar sus gritos de terror y dolor cuando la poderosa magia de Belldandy lo envolvió y lo agito de un lugar a otro de manera inmisericorde para finalmente estrellarlo contra el suelo.
La joven valquiria que había estado sometida al ataque grito con una mezcla de terror y alivio ante la espantosa visión de esa poderosa magia para luego a precipitarse al suelo sin sentido incapaz de soportar mas dolor. Su cuerpo presentaba extensas quemaduras a través de las cuales comenzaba a verse su energía divina.
Belldandy sin cambiar de expresión, solo añadió señalando al dios caído - "Sellenlo" y luego se dirigió al edificio ignorando el furioso combate a su alrededor. Las valquirias de su guardia se miraron confusas entre si. Othala la sanadora, les dio una orden y estas volaron a proteger a Belldandy con sus barreras, mientras ella se dirigía a atender a la joven recluta. Tal ves aun pudiera salvar su vida.
Mientra tanto, Lind aun seguía en el gran Salón, intentando entender lo que estaba pasando y observo en una pantalla, incrédula el comportamiento inmisericorde de Belldandy. La diosa parecía esta poseída por un espíritu extraño, sin embargo la terrible acción de la diosa, había sido vista por todos los habitantes de este mundo y Lind pudo percibir un nuevo sentimiento que crecía a su alrededor y avasallaba en anterior sentimiento de odio. Ahora una idea que se extendía. Belldandy, la poderosa, Belldandy la conquistadora. Este mundo aprobaba las acciones de la diosa y entonces fue que Lind comenzó a un sentimiento que siempre había sido ajeno a ella: El terror.
El Dr. Shugahara Kenji reía divertido- ¡Me hubiera gustado ver eso!
Enfrente de el se encontraba Urd, pero la transparencia de la imagen y sus bordes difusos delataban que no era real. Era una proyección que flotaba en medio de la habitación de Keiichi.
La imagen de Urd frunció el ceño en actitud sorprendida y divertida y dijo burlona - ¡Estoy hablando realmente con el Dr. Shugahara Kenji, el respetable catedrático de la Universidad de Chiba!. No pensé que aprobaras mis acciones...
Kenji dejo de reír, pero sus ojos siguieron brillando alegremente. : - Lo siento, tal ves es la tensión de los últimos días, pero imaginarme a un poderoso y elegante demonio siendo electrocutado por el iracundo rayo de una hermosa joven, es algo que me gustaría haber visto.- luego añadió en aire mas serio - Espero que no lo hayas herido de gravedad, se que no debería reírme del sufrimiento de otro ser.
Ante la expresión su expresión preocupada, esta ves Urd fue la que estallo en risas que alegraron el corazón de Kenji. No había nada que él disfrutara mas que el escucharla reír.- No debes preocuparte, esas son nuestras costumbres, los demonios fuimos educados para mostrar así nuestro poder, pero admito que perdí el control. Me costó trabajo curarlo, él pensó que lo atacaría de nuevo e intento resistirse, debiste ver su cara de sorpresa cuando se dio cuenta de que lo estaba curando con mis pociones mágicas, eso es algo que ellos nunca habían visto. Ahora tengo un aliado que me respeta. Necesitaba imponerme sobre el consejo y lo logre. Ahora muchos de ellos me temen y me respetan. Algunos me odian, pero de momento los puedo ignorar, ahora me dejaran trabajar."
Kenji observaba a Urd, y sus ojos le decían que había algo mas..
- ¿Esta todo bien?, en el fondo siento que algo te preocupa...
La imagen de Urd miro fijamente a ese mortal que parecía conocerla mejor que ella misma.. Ese mortal que había dado todo por ella y la amaba. Con ese mortal ahora podía hablar con una sinceridad que incluso se habría sido difícil con Belldandy
- Tienes razón, durante mucho tiempo luche para contener mis frustraciones y mi ira. Son sentimientos poderosos que en el Cielo siempre me causaron problemas, pero aquí, Hild, mi madre me anima a dejar salir...- Urd hizo una pausa antes de confesar - "y lo disfrute, no tienes idea cuanto, y ahora que lo pienso, me da miedo, de no haberme detenido Hild, podría haberlo matado. Este poder que tengo ahora me da miedo pues se que puedo perder el control."
Kenji extendió la mano intentado tocar la imagen de Urd, y ella hizo lo mismo, pero su mano atravesó la mano extendida de Kenji y la miro con ternura. Después de una pausa este contesto.
- Si tienes ira dentro de ti, no la debes negar. Si niegas tus sentimientos esos terminaran por dominarte en el instante en que tu voluntad se debilite...
- Me dices que debo actuar bajo la ira..
- No , solo que no debe denegarla. Hay que encausarla en contra de algo mas útil que fulminar demonios. Tenemos un enemigo a vencer, vamos a encausar tu ira y mi voluntad en contra de el...
Urd lo miro aliviada, sabia que tenia razón:
- Gracias Kenji, gracias. Ojala estuvieras aquí, me haces falta.
- ¿A pesar de ser solo un mortal y tu una diosa?- Urd rió ante esas palabras
- ¿Después de lo que hemos trabajado y vivido juntos, aun me lo preguntas?
Kenji sonrió un tanto tímido, pero si Urd era sincera con el, él debía corresponderle:
- Me hacia falta escucharlo, aun ahora, después de lo que he vivido, me cuesta trabajo aceptar todo lo que ha pasado, incluso a pesar de haberte buscado durante mas de una década, aun tengo dudas de que seas real y que aun podría despertar, para encontrarme solo de nuevo...
- Kenji soy mas real que tu propia realidad.- Urd rió, pero un brillo húmedo en sus ojos delataba su emoción. - Escuchame, para mi eres mas que un mortal, pues has tocado mi corazón de diosa, y vivirás para siempre en él.
El Dr Shugahara Kenji inclino la cabeza, y luego se miró a si mismo. Su vida había sido trastocada por ese encuentro. Su anticuado traje, su corbata habían desaparecido por ropa mas convencional y en su rostro y en su frente había unas marcas, casi imperceptibles, al menos para los mortales que marcaban su nuevo estado, pero mas importante para el, se sentía muchos años mas joven y lleno de energía y pasión. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho a Urd que repentinamente había adoptado un tono formal...
- Escuchame Dr Shugahara Kenji, ahora eres mas que un mortal. Eres uno de los grandes jueces junto con Keiichi y Sentaro. Ante ti, ahora yo "solo" soy una diosa...
Kenji miro a Urd.. Pero había un brillo en sus ojos que contrastaba con su tono formal y no pudo evitar reír y Urd lo acompaño. Eran como dos niños que repentinamente se dieran cuenta de que habían logrado algo que nunca habían esperado...
Finalmente dejaron de reír y se miraron a los ojos y la expresión de ambos cambio, los dos sabían que tenían trabajo por delante y era hora de dedicarse a ellos.
- Kenji, necesito tu ayuda, he estado examinado a los que sufren de esta locura y no logro averiguar la causa. He probado la magia que me pareció mas adecuada, pero solo actuá de manera temporal, pues no toca la raíz del problema. Necesito ideas.
- Urd,¿ recuerdas los protocolos de investigación epidemiológica de que hablamos?, se que no te agradan, pero es la única forma de obtener información. Al menos eso evitara que estés a ciegas . Una aproximación metódica es lenta, pero estoy seguro de que encontraremos algo. Keiichi me ayudara a obtener la información del cielo que nos envié Skuld. Parece que la idea tampoco le agrado a ella, pero creo que nos ayudara. También necesito que me envíes toda la información que puedas. Consultare con los expertos en epidemiológica para que me ayuden a desarrollar un plan...
Kenji siguió hablando, esbozando un plan de investigación y Urd escucho con atención sus instrucciones y sugerencias. Ella conocía su carácter metódico tan ajeno a ella, pero había visto lo que se podía lograr con él. Cuando Kenji termino, ella meditó unos instantes y añadió señalando a su alrededor.
- Gracias a esto podremos trabajar juntos... - y no pudo evitar un guiño lleno de coquetería que transmitía toda su sensualidad - pero no nos podremos tocar..- Kenji trago saliva nervioso y Urd disfruto de su incomodidad, luego de una pausa, continuo en tono preocupado- Pero también me intriga. Según Keiichi en su computadora tiene alojada una copia de adx-654, uno de los Programas de Defensa Predictiva , pero debería ser imposible que pudiera ejecutarse en su maquina ya que son programas extremadamente complejos y ni siquiera sabemos como llego ahí.
- Según Skuld es solo una pequeña parte de ese software se esta ejecutado, solo son sus rutinas mas básicas, al parece el software completo se encuentra en un paquete comprimido, pero Skuld no pudo averiguar mas. El software se rehusó a comunicarse con ella.
- ¿se rehusó? ¿estas seguro? Skuld debió haber podido examinarlo sin problemas.
- Tal ves de tener tiempo lo hubiera logrado, pero en cuando Lind se aseguró que era seguro ir al cielo, Skuld tuvo que partir. Por lo que pudo averiguar Skuld, el software parece esta dañado y sus rutinas I/O no funcionan bien. Es como esos genios idiotas, que puede ser sumamente brillantes en algún área, pero incapaces de comunicarse y parece que pare remplazarlas adopto las funciones de la computadora de Keiichi.
- ¿Un genio idiota?, Eso explica que haya logrado establecer un canal de comunicación directa a mis habitaciones, uno de los lugares mas seguros de Hell pasando por encima de todas nuestras medidas de seguridad. Walharen casi sufre un ataque de pánico cuando lo supo, pero le he pedido que no intente bloquear este canal.
- Eso es algo que no entiendo. A pesar que le proporcionamos nuestros protocolos de acceso tanto a Nidhogg como a Yggdrasil, adx-654 se rehusá a usarlos y entra de manera oculta, es como si tuviera miedo..
- ¿Miedo?- exclamo Urd con sorpresa- ¡Es solo una pieza de software!
- No estoy seguro, creo que si pudiera hablar podría pasar la prueba de Turing, sospecho que es software con conciencia
- ¡Una inteligencia artificial con conciencia! - Exclamo Urd con sorpresa- Conozco ese programa, no debería ser capaz de eso, tenia bloqueos especiales para evitar que desarrollara conciencia. Hay algo muy extraño en el, tal ves los daños que sufrió sea la explicación. Tengan cuidado con él.
- Por eso intentaremos repararlo. Skuld nos dijo que capacidad de computo mínima que necesitamos para que funcione completamente...- Urd arqueo una ceja de incredulidad.
- Ninguna maquina en la tierra tiene capacidad de algo así. Esa es mi área y se de lo que hablo..
- Creo que los mortales aun te podemos sorprender. Hay una supercomputadora con esa capacidad que está en construcción y tal ves pueda usarla. Creo que me he vuelto famoso aquí en la tierra y puedo aprovechar esa fama para tener acceso a ella.
- ¿Entonces es cierto? ¿Haz revelado nuestra existencia a los mortales? En otras circunstancias tendrías un escuadrón de Valquirias intentado borrar tu memoria y todas las huellas...
Kenji sonrió y comento divertido...
- Te refieres a las Valquirias a las que les he dado clases de cocina..
Urd estallo en carcajadas... - ¿Realmente lo hiciste? Como es que Lind lo acepto.
-Creo que estaba buscando algo en que tenerlas ocupadas.
Urd suspiro y miro a ese curioso y extraño mortal al que amaba
- Si, esas valquirias aun así estarían dispuesta a cumplir sus ordenes y borrar tu memoria, pero como gran juez, ahora ni Belldandy ni Hild pueden actuar contra ti, en el remoto caso de que desearan hacerlo. Aun así no me gusta. No se si tu mundo pueda soportar ese conocimiento.
- Urd, creo que el único conocimiento dañino es el que no se tiene. Se que habrá grandes conflictos por esto, pero no es algo que se deba ocultar mas tiempo. Mucha gente puso en peligro su vida por ayudarnos, y se que no puedo ocultares nada.
- Tal ves tengas razón, no importa lo que pase, confío en ti, has mostrado gran sabiduría. Pero creo que vendrán tiempos difíciles para nuestros tres universos. Ahora debo comenzar a trabajar. El tiempo se nos acaba.
Urd y Kenji se miraron a los ojos. Urd se tocó los labios y le envió un beso al mortal que amaba, luego su imagen se desvaneció.
Urd en sus habitaciones vio como la imagen se desvanecía, suspiro y decidió comenzar a trabajar. Su cuarto había sido profundamente transformado, había preferido convertir ese lugar familiar en su lugar de trabajo, al menos ella conocía todos sus escondrijos y pasajes secretos. Se sentía segura ahí.
Volteo a una de las paredes donde un extraño contenedor había sido colocado. Parecía hecho de cristal, pero era en realidad energía casi pura, que actuaba como sellos impenetrables, en el casi un millar de discos flotaban. Cada disco era un demonio que había sido sellado. El ser sellado era uno de los grandes castigos, la conciencia no se perdía, pero no se podía escapar y sabia que una mente loca podía empeorar en esas circunstancias, pero en ese momento no parecía haber otra solución.
Trazo un símbolo mágico con una encriptación que solo ella, su madre y Marller conocían, y extrajo un disco. Lo coloco en el centro de la habitación donde había trazado un circulo mágico para contener al demonio que se encontraba sellado. No sabia que tan peligroso pudiera ser. Incluso un demonio de bajo nivel como el que había escogido para examinar, podía ser extremadamente peligroso si se descuidaba.
Extendió sus manos y lanzo un símbolo de corte, que rompería el sello, repentinamente, apareció un poderoso demonio, no era lo que había seleccionado, ¡Este era demonio de las divisiones de combate!. Debía haber cometido un estúpido error al leer los códigos.
El demonio estaba extrañamente inmóvil, solo sus ojos se movían examinando su entorno, no era un estúpido soldado sino alguien con capacidad de evaluar y ordenar. Se comenzó a mover lentamente estirando sus poderosos músculos y Urd lanzo una maldición. Este ser tenia en su piel una poderosa protección contra la magia, le costaría trabajo mantenerlo bajo control. El demonio la miro y su cara se iluminó en una sonrisa malévola. Estiro sus poderosas manos y atravesó el campo contenedor como si este no estuviera ahí. Urd sintió un escalofrió en la espalda. Este demonio parecía determinado a causarle problemas, y se preparó para reforzar el campo contenedor, comenzó a entonar un canto de refuerzo.
Repentinamente el demonio lanzo y gruñido y se lanzó contra ella con toda su furia, Urd no pudo reaccionar y se preparó para recibir el impacto, mientras planeaba un contraataque.
Repentinamente solo escucho un estruendo y una imagen borrosa cruzo su visión, antes de darse cuenta de lo que estaba pasando, el demonio se encontraba postrado en el suelo y Bragg se encontraba encima de el, dispuesto a lanzar otro golpe sobre él.
Urd se quedo sin habla, nunca había visto a Bragg en acción y nunca hubiera esperado que se pudiera mover tan rápido. Recordó las palabras de Marller, podía ser torpe para hablar pero es de la élite. Bragg se aseguró que el demonio estaba inerme. Lo había noqueado de un solo golpe. Luego volteo a ver a Urd y la miro como se ve a un niño que comete una imprudencia.
- ¿Princesita esta bien? Debería tener cuidado. Siguiente ocasión avisar a Bragg. ¿Lo coloco de nuevo en el circulo? Reforzare el campo de contención con un hechizo de combate.
Urd suspiro, este tosco ser conocía su oficio. Lo había subestimado, ahora entendía porque nunca había logrado escaparse de el cuando era pequeña, su velocidad de respuesta era increíble.
Gracias Bragg. Por favor colocalo en el circulo. Y... - Urd no termino la frase, tuvo una idea. Tal ves Bragg podría ser aun mas útil de lo que esperaba. Se dirigió a su gabinete y pronto encontró lo que buscaba. Y regreso con Bragg. - y por favor abre la boca.
Sin ningún cuestionamiento el guardia abrió la boca y Urd arrojo una pastilla a su garganta. Bragg cerro la boca sin decir palabra, y miro tranquilamente a Urd esperando mas ordenes, pero después de unos segundos, había algo distinto en su mirada. Sus ojos recorrían la habitación, y su expresión estúpida desapareció, para ser remplazado por una de curiosidad.
Kenji se quedo inmóvil un momento conforme la imagen de Urd se disolvía, y luego volteo a mirar a Keiichi, quien había sido mudo testigo de todo. Este le pregunto.
- ¿Entonces esta decidido a revelar todo?, La gente de Chiba ya sabe demasiado, pero ahora piensa hablar ante todo el mundo y decirles ... ¡que los dioses existen, pero no son los dioses en los que ellos creen.!
- Así es Keiichi. Estoy decidido. Toda mi vida he trabajado por obtener conocimiento y darlo a conocer. No comenzare ahora a ocultarlo.
- Pero esto es mucho mas que dar a conocer una medicina... Yo... Yo nunca lo había pensado, he sido tan feliz con Belldandy, que he olvidado lo extraño e incomprensible que puede ser para otras gentes. Varias veces amigos y conocidos de la universidad llegaron a ver la magia de las diosas, pero preferían pretender que no habían visto nada. Ahora entiendo que ante sucesos tan extraños, los humanos preferimos pretender que no existen. Y ahora piensa cambiar todo eso.- Keiichi se quedo pensativo y lleno de dudas.
- Keiichi, eres extremadamente maduro para tu edad. Tienes razón. La gente prefiere rechazar lo que no conoce. Pero no podemos mantener la verdad oculta. Es mucho peor descubrir que se ha vivido en la ignorancia.
Keiichi miro a ese hombre. El respeto por sus superiores estaba muy arraigado en el, y le costaba mucho trabajo atreverse a cuestionarlo. No pudo evitar usar un tono formal con él.
- Sensei, soy solo un estudiante de ingeniería, no soy un sabio ni un científico. Pero he vivido con gente común y corriente y tengo miedo por ellos.
Shugahara sonrió ante este joven que hablaba con toda sinceridad: - Keiichi, gracias por decírmelo. Lo sé, yo también tengo miedo, y aun así, se que no me puedo echar atrás. Por eso te pediré a ti y a Sentaro que estén junto a mi. Ustedes serán mi corazón y mis ojos si es que yo me llego a cegar. Confió en ustedes.
Keiichi rió un poco nervioso ante esa petición y se rascó la cabeza ante las palabras de Dr. y luego comento..
Estaremos juntos. Somos la orden de los caballeros mortales, y nada nos separara.
Los dos se pusieron frente a frente y luego se estrecharon las manos. Luego Keiichi comento sonriendo:
- Dr Shugahara,tendremos que apresurarnos, afuera lo están esperando, al parecer un grupo de científicos locos tienen unos cuantos de miles de preguntas que hacerle.
El doctor Shugahara, Keiichi y Sentaro salieron juntos al jardín del templo donde un grupo de gentes los esperaba. Kenji se detuvo y aspiro. Lo ocurrido el día anterior aun parecía un sueño. El sol ya brillaba con toda su intensidad, pero aun quedaba algo de la frescura de la mañana. Sabia que de no ser por las pociones de Urd estaría agotado, pero ese era un lujo que no de podía dar.
Varios colegas de la universidad de Chiba lo saludaron alegremente, y vio como el Dr Yoshida Takashi,
Se le acercaba para hablar con el, repentinamente Kenji se quedo sorprendido..
El Dr Takashi venia tomado de la mano de una atractiva joven que venia vestida con un atuendo prácticamente idéntico, y la actitud corporal de ambos daba a entender que había algo entre ellos mas allá que una simple amistad, pero su sorpresa fue mayor cuando al acercarse logro discernir la identidad de la joven:
- ¿Ghadril?
Conforme la pareja se le acercó, la joven soltó la mano del Takashi, y adquirió una pose formal que no dejaba duda de su identidad, finalmente llego enfrente de Shugahara, coloco una rodilla en tierra, inclino la cabeza y hablo formalmente.
-Sensei Shugahara. Ghadril , Valquiria élite de primera clase, se reporta. Tengo instrucciones de seguir todas sus ordenes. Hasta que Lind o Kamisama regresen, los tres jueces son mis superiores directos. Espero sus instrucciones.
Shugahara no pudo hablar por la sorpresa, y fue la tímida voz de Keiichi la que respondió.
- eh... Ghadril, puede levantarte, no es necesario que hagas eso...- La valquiria levanto la cara extrañada y se irguió lentamente.
El Dr Takashi se apresuró a comentar.
- Todo esta listo para la transmisión WebCast. Cuando esté listos, denos 20 minutos para avisar a todos. Nuestra audiencia cubre todo el mundo y todos los husos horarios, ellos agradecerán que les demos tiempo de reaccionar.
Finalmente recuperado, Shugahara agradeció al Dr Takashi y se dirigió a la valquiria, había un asunto importante que resolver primero:
-Ghadril, se que hasta ahora ha existido al directiva de que excepción de los que tienen un contrato con dioses y demonios, los humanos no deben conocer sobre Yggdrasil y Hell.
- Eso es correcto. Yo misma formé parte del escuadrón de limpieza y tuve que contener varios casos de fugas.
- ¿Cual es tu opinión de que ahora tantos mortales tengan conocimiento acerca de los dioses?.
Si inmutarse Ghadril comento:
- Lind estuvo de acuerdo en que un reducido grupo de mortales lo supiera, ella esperaba poder borrar sus memorias una vez que su participación fuera innecesaria...
Shugahara trago saliva, no esperaba una respuesta tan directa, pensó un poco y continuo.
- Tengo planeado dar a conocer la existencia de dioses y demonios a todo el mundo, ¿Entra eso en conflicto con tus instrucciones?
A pesar de su porte impasible , Ghadril no pudo evitar mostrar algo de sorpresa, miro a los ojos del Dr Shugahara y se convenció de su sinceridad, luego hablo lentamente.
- Afirmativo, eso va en contra de mis actuales ordenes, sin embargo, ahora ustedes, los jueces, son mis superiores y tiene la autoridad de dar una contraorden antes de proceder.
Shugahara respiro aliviado, había temido un conflicto mayor con la Valquiria a pesar de las palabras de Urd.
- Mis ordenes son: Se suspende la directiva anterior de ocultamiento. De hecho necesitaremos tu ayuda. Me alegra que uses ropa actual, llamara menos la atención sobre ti, pero haremos una transmisión de video ante muchos mortales y te pediré que uses de nuevo tu uniforme, tal ves te pida que realices alguna demostración de tus poderes.
Antes de que cualquiera pudiera reaccionar, Ghadril asintió nuevamente, y sin ningún titubeo, disolvió sus ropas para luego reintegrarlas en su uniforme de combate. La diosa lucia magnifica en su uniforme, pero eso no borraba la imagen anterior de la mente de todos. La diosa lentamente miro a su alrededor, incuso ella pudo notar que todo los hombres a su alrededor habían quedado petrificados, pero no entendía la razón, miro al Dr Shugahara en busca de una respuesta y le pregunto en tono formal:
- ¿Existe algún problema?, o prefiere el uniforme de gala, puedo cambiarme- Y se preparó para un nuevo cambio, el Shugahara la interrumpió alarmado:
- No espera...- el Dr. trago saliva nervioso intentando pensar como explicarle la situación a la Valquiria, - Ghadril, ¡eh!. Como siguiente orden, te pediré que no hagas tu cambio de ropa en publico. La ausencia de ropa en nuestra cultura, se considera como un acto privado o parte de la intimidad de una pareja y se considera inapropiado en publico.
Ghadril escucho tranquilamente sus nuevas ordenes.- Sensei Shugahara, entiendo y cumpliré con sus ordenes, intentare conocer mas de su cultura para evitar mas transgresiones a sus costumbres - Luego giro lentamente en dirección a Takashi y con una respetuosa a reverencia le dijo: - Entonces reservare la ausencia de ropa para ti, disculpa si mi comportamiento anterior fue inapropiado.-
El rostro del Dr Yoshida Takashi tardo en recuperar su colorimetría habitual, los comentarios de felicitaciones de sus colegas contribuyeron a ese retraso.
Adlene Hervieux caminaba sin rumbo fijo por los pasillos del edificio principal del CERN. Hacia caso omiso de los saludos de sus colegas. Pero estos no parecían sorprendidos, por todas partes se veían grupos de gente discutir acaloradamente lo que habían presenciado y que sabían que solo era la punta de mayores revelaciones, por los que a nadie le extraño ver a Adlene, recorrer el edificio en un sentido y otro. Todos tenían mucho en que pensar. El era un hombre maduro, unos 52 años, su acento francés tenia una curiosa entonación que para un oído experto indicaba que no venia de la Francia continental sino de "las colonias" como algunos insistían aun en decir. El era uno de los veteranos del CERN, su rostro mostraba que cierta dureza que sugería que había pasado por situaciones difíciles y tal ves un dejo de amargura. Su andar lento sugería una persona meticulosa con poca paciencia para los que no estaban de acuerdo con él.
Veía con aire lejano las discusiones y especulaciones que corrían en todos los niveles del edificio, especialmente que las "corridas" habían sido suspendidas, por los que prácticamente todo el personal estaba libre, solo los que atendían a la gran supercomputadora, seguían trabajando mientras esta devoraba billones de números por segundo producto de experimentos anteriores.
Los pensamientos de Adlene eran muy distintos de los de sus entusiastas colegas. Él sentía un profundo terror en su corazón ante las revelaciones. Sus creencias religiosas lo conflictuaban y no estaba seguro de que camino tomar. Ademas estaba dividido entre dos lealtades. Sabia que se debía a la comunidad de sus colegas de la ciencia, de este lugar que era casi su hogar. Pero su congregación también exigía lealtades. En su pueblo se habían hecho sacrificios para que él lograra atender a la universidad y llegar a este lugar. Él había intentado corresponderles de la mejor manera posible, pero sabia que su pueblo esperaba mas de él. Y esto podía se justamente esto. De ser cierto, los países poderosos serian mucho mas poderosos con este nuevo conocimiento y su pueblo... Podría desaparecer en un instante.
Estaba consciente de que la gente a su alrededor, sus colegas, nunca buscaría hacerle daño a su gente, pero él no confiaba en los políticos. Ya sus cartas airadas exigiéndole a los gobiernos que cumplieran sus compromisos con su pueblo habían resultado en un arresto y un año de cárcel. Le habían acusado nada menos que de terrorista, y solo por escribir unas cartas.
¡Terrorista! Si él quisiera podría hacer mas daño que uno de esos infantiles terroristas... La ira comenzó a llenarlo al recordar su ignominioso arresto, solo su posición de científico en el prestigiado CERN y el apoyo de las autoridades del centro, lo había sacado de la cárcel, pero eso no evitaba su furia. De haber sido una persona común y corriente no estaría libre.
Siguió recorriendo arriba y abajo los pasillos del centro. Repentinamente vio una figura conocida. Una joven delgada y menuda, con un fornido hombre armado. Si, era la joven que había mencionado el profesor Nambu. Súbitamente tuvo una idea... ¿como se llamaba?
- Eh. Disculpe señorita... olvide su nombre..
Jenny volteo a ver al recién llegado con curiosidad y le contesto amablemente, ella estaba fascinada con la lista de personalidades que estaba conociendo.
- Soy Jenny Rosenthal del Argonne National Laboratory.
- ¡Si eso es!, usted es la joven que presento del profeso Nambu. Es un placer conocerla, soy el Doctor Adlene Hervieux y yo..
Jenny abrió los ojos emocionada
- Si, lo conozco usted esta a cargo del experimento LHCf. He leído todos los articulo de su grupo, me parecen fascinantes, estoy encantada en conocerlo. Espero que tengamos oportunidad de discutir su trabajo, hay muchos aspectos que me gustaría conocer mas a fondo.
Hervieux miro sorprendido a la joven, no esperaba esa pasión por conocer su trabajo. Suspiro un poco pero decidió que no era tiempo de sentirse culpable.
- Espero que nos veamos mas a menudo, me intriga mucho que descubrió, pero supongo que debo esperara a que sea publicado.
Jenny miro nerviosamente a su protector y este asintió.
- Es cierto, se me ha pedido que no mencione nada de esto antes de tiempo.
- Es una lastima, pero quisiera pedirle un favor, podría tomarme una foto con usted.
- Conmigo, pero usted es un científico renombrado..
- En cierta forma solo soy un burócrata de la ciencia que hace trabajo de rutina, usted sera famosa, y sera para mi un honor tener una fotografiá con usted.
El sargento Valois interrumpió.
- Mademoiselle Rosenthal, creo que no es apropiado,- y añadió algunas palabras en francés al hombre.
- Pero estoy seguro de que no puede pasar nada, para mi seria un honor tener una fotografía con el Dr Hervieux.
El sargento Valois dudo un poco pero finalmente asintió.
El Dr Hervieux saco su celular e instruyo al sargento para tomar la fotografiá, finalmente se colocó junto a la joven y le paso si brazo por encima del hombro. La joven se sintió nerviosa,. Para ella, el era la celebridad, y apenas y se dio cuenta de las fotografiás. Finalmente el sargento el entrego el teléfono al D Hervieux y este se retiro. Después de una breve despedida, Jenny se retiro intentado explicar al Sargento Valois el trabajo del Dr Hervieux, mientras el sargento reía alegremente ante su incapacidad de entender una sola palabra de la entusiasta explicación de la joven.
El Dr Hervieux se recargo contra la pared, y no pudo evitar un escalofrió, un sudor frió lo invadía y sentía nauseas, pero finalmente tomo una decisión, lentamente y casi como autómata se dirigió a su cubículo, encendió su computadora personal, busco la información que había recibido, y comenzó a teclear furiosamente. Después de una hora, repaso su trabajo y bajo de su celular la fotografía de Jenny para anexarla al archivo. Una ves concluido, procedió a comprimir y encriptar todos los archivos con un algoritmo de nivel militar. Rápidamente busco entres sus correos y con habilidad extrajo algunos números que venían dispersos en uno de ellos. Eran una dirección IP y un password de acceso a un servidor hackeado en china por su gente y que sabia que seria imposible de rastrear. Se conectó y procedió a subir el archivo, Luego espero unos minutos mas. Finalmente procedió a borrar todos los archivos de su computadora, y después de eso, comenzó a correr una rutina para borrar totalmente el disco duro. Miro impávido conforme la rutina le indicaba como todo el disco duro se llenaba de una continua sucesión de ceros y unos. Casi una hora después, cuando la rutina borro todo, extendió la mano y tomo su teléfono.
Lenta y deliberadamente comenzó a marcar unos números, le contesto una voz femenina.
- Soy la secretaria del director general, le puedo servir en algo.
El hombre sonrió amargamente, y respiro profundo.
- Soy el Doctor Adlene Hervieux, actualmente a cargo del experimento LHCf. Necesito hablar inmediatamente con el director Edoardo Amaldi.
- Creo que sera imposible, usted sabe que estamos en una situación critica y el director general esta muy ocupado. ¿No es posible que pueda posponer esa cita?
- imposible, esta relacionado con la crisis actual Por favor dígale... Que tengo una confesión que hacer...
Fin del capitulo XXIV
Comentarios.
Debo agradecer a Howard Shore por su obra: " The Lord of the Rings - Complete Symphony". Me proporciono inspiración para escribir este capitulo
LHCf. son las iniciales de Large Hadron Collider forward
