Les ofresco una disculpa por el tiempo que tarde en terminar este capitulo,
pero tuve demasiado trabajo. Tratare de retomar el paso con la historia.
Aun tenemos un buen camino que recorrer juntos y me gustaría escuchar su opinión
puesto que un autor vive gracias a los comentarios de sus lectores.
Atentamente
Elnauhual
La orden de los Caballeros Mortales
Por Javier Delgado aka Elnauhual
Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa" de Kōsuke Fujishima.
Capitulo XXIX
La luz en el desierto
Lind flotaba en la nada absoluta sus sentidos habían sido separados de su cuerpo físico y ahora solo era una conciencia pura separada de la materia, incapaz de ver, sentir o tocar, un aislamiento tan grande podría llevar a la locura a una mente débil. En vano intentaba mover y sentir unas extremidades que no existían. Sin embargo, sabía que seguía existiendo un lazo con su cuerpo físico y era importante que ese lazo se mantuviera abierto, eso era lo que las valquirias estaban haciendo. La mente de Belldandy había sido blindada al convertirse en Kamisama, y para poder mantener una vía en esa poderosa barrera las valquirias estaban usando todo su poder para mantener abierta una pequeña grieta. Si se rompía, su conciencia seria separada definitivamente de su cuerpo, este viviría pero sería solo una mente sin conciencia, con todos sus recuerdos, pero desprovista de conciencia.
Aun con ese riesgo no dudo en seguir adelante, dejo de intentar sentir por medio de ese cuerpo que no existía y se concentró en sentir directamente con la mente, necesitaba encontrar un punto de contacto con la mente de Belldandy. Como un eco lejano y distorsionado alcanzo a percibir pensamientos lejanos. Estaban demasiado llenos de ruido pero podía sentir en ellos una profunda hostilidad hacia su presencia. Sentía el rechazo que buscaba alejarla como una corriente en contra, pero sabía que tenía que luchar y avanzar justamente en su dirección y así poco a poco se introdujo más profundamente en la mente de Belldandy. Al avanzar a la fuente de esos pensamientos, la obscuridad cedía y la rodeo una leve luz conforme el fantasma de su conciencia comenzaba a tomar forma y sus sentidos regresaban, pero este cuerpo no era su cuerpo real, sino una ilusión creada a partir de los recuerdos de Belldandy, después de todo aquí los recuerdos y pensamientos de Belldandy eran la realidad.
Su cuerpo termino de materializarse y ella finalmente pudo volver ver y a sentir. Se miró a sí misma y no pudo evitar una leve exclamación de sorpresa. Flotaba completamente desnuda en medio de una nada luminosa. Con curiosidad reviso su cuerpo, era ella y a la vez no lo era. Medito unos momentos sobre ese aparente enigma hasta que comprendió lo que pasaba. Este cuerpo era la imagen que Belldandy tenía de ella, y para la diosa ella no era una de las más poderosas valquirias, tampoco era la comandante del escuadrón élite. Para ella las insignias o el rango significaban poco y por eso no las portaba. Para Belldandy era una diosa, una mujer que valía no por sus títulos, sino solo por lo que era. Con curiosidad examino su cuerpo, era ligeramente más joven, más suave, era más... ¿femenino?, Lind se dio el lujo de una risa alegre. Sin embargo no todo estaba bien, en esa forma no tenía ningún poder y no podría luchar contra lo que se encontraba en la mente de la diosa. Tenía que recuperar los recuerdos recientes de Belldandy para recuperar su forma completa.
Finalmente sintió que dejaba de flotar y sus pies tocaron suavemente una superficie dura. Al principio solo vio una planicie infinita, que poco a poco comenzó a llenarse de elementos. Esperaba que también su cuerpo debiera comenzar a transformarse en los recuerdos más recientes de Belldandy sobre ella, y sin embargo, no pasaba nada.
Miro a su alrededor extrañada, se encontraba ya en la mente de Belldandy y debería estar viendo el torrente de recuerdos, sensaciones y sentimientos que hacen una mente, pero a su alrededor todo estaba nebuloso, apenas y se distinguían los elementos que deberían ser sus recuerdos. Una niebla pegajosa los rodeaba y ocultaba.
Lind se acercó a un grupo de objetos, pero a niebla no se echaba para atrás, sino que parecía querer envolverla y devorarla. Lind entonces murmuro un hechizo, no estaba segura si funcionaria, pero tal vez un hechizo verbal podría invocar un poco de magia en este lugar. Una vez completado, uso la magia para petrificar la niebla y esta pareció volverse una roca vieja y desgastada. Con un gran golpe de su puño intento romperla.
Gritó de dolor al impacto, la petrificada niebla no cedió y casi sintió como si los huesos de la mano se hubieran roto, pero aparecieron cuarteaduras, Ignorando el dolor Lind volvió a golpear y fragmentos petrificados de niebla comenzaron a caer y detrás de ellos un luminoso recuerdo emergió iluminando el lugar.
Escucho un gruñido, como si la nueva luz estuviera lastimando a alguien y todo se estremeció. Su cuerpo brillo y en sus manos apareció su hacha de combate. Al parecer había liberado este recuerdo. Entonces comprendió.
Los recuerdos de Belldandy eran su arma más poderosa para luchar contra esa conciencia extraña. Así que esta había bloqueado y ocultado su memoria. Ahora tenía que liberarla para poder lograr que Belldandy recuperar su fuerza.
Veo el extenso paisaje que la rodeaba, ella parecía una minúscula en medio de ella pero no dejaría que eso la intimidara, sonrió y empuño su hacha en contra de la neblina. Pronto el lugar comenzó a llenarse de luz y poco a poco, su uniforme, sus marcas de diosa, y sus poderes de valquiria comenzaron a regresar.
Protegido dentro de su refugio en la cima de la colina el hombre tomo un sorbo de agua y continuo observando, a pesar de estaba bajo el sol de medio día en un sitio semidesértico, su refugio le permitía suficiente protección para no sufrir demasiado, solo necesitaba paciencia y eso era algo que le sobraba. Su nombre era Giorgio Vaglia, y había comenzado su carrera como fotógrafo de documentales de vida salvaje, pero ahora estaba usando esa experiencia para ocultarse para poder observar a los animales más extraños de todos: los seres humanos. Su paciencia y experiencia en pasar desapareció le habían rendido frutos en ocasiones anteriores y esta no sería la excepción.
Hacia unas horas, un viejo jeep había traído a una prisionera. Una joven menuda y delgada, a la que trataban de una manera brutal, como intentando intimidarla. Giorgio se había sentido impotente ante lo que veía, pero sabía que no podía hacer nada, excepto registrar y dar a conocer lo que pasaba. Faltaba muy poco para la noche y el sol comenzaba a rozar el horizonte, cuando alcanzo a ver movimiento inusual en el pequeño poblado.
Del edificio donde se alojaba la vieja escuela salió un grupo de hombres. Estos arrastraban a dos mujeres, una era la joven que habían traído. Rápidamente enfoco su tele-foto y comenzó a grabar los detalles. Trago saliva al ver que era la joven que había traído prisionera. Su rostro mostraba evidencia de golpes, su ropa estaba rasgada y dejaba ver moretones en su cuerpo. Aun así, caminaba erguida y orgullosa. La otra mujer parecía ser de la propia aldea y parecía incapaz de moverse por el terror, por lo que era prácticamente arrastrada de un lugar a otro. El grupo de hombres las obligo a avanzar a donde estaban los vehículos. El hombre que parecía ser el líder dio órdenes y subieron en ellos a las mujeres a la fuerza, inmediatamente arrancaron. Las llevaron a un sitio abierto cerca de donde había un promontorio rocoso, a un kilómetro de la aldea. Ahí descendieron. Giorgio rechino los dientes al ver que el lider derribaba a la joven fuera del vehículo de un brutal golpe. Al parecer ella se rehusaba a hacer algo. Luego tomo una pistola y la coloco en la sien de la otra mujer. La prisionera se levantó lentamente, miro al hombre con impotencia y finalmente asintió. Pero sus siguientes acciones no parecieran tener sentido.
Dos hombres la subieron a un jeep y este se alejó casi medio kilómetro de ahí atravesando la seca llanura, mientras el resto del los vehículos se colocaban detrás del promontorio de rocas, quedando ocultos por él. El vehículo con la joven se detuvo en un lugar despejado y bajo la vigilancia de los hombres, la joven descendió, y de una caja, saco algo muy pequeño. A esa distancia era imposible a Giorgio ver que era, pero no debió ser mayor que una caja de fósforos. Cuidadosamente lo coloco encima de una piedra y el grupo regreso con ella hasta colocarse detrás del promontorio. Después de una breve discusión, la joven se asomo por el promontorio para poder ver el objeto que había dejado atrás, extendió su brazo, parecía tener algo luminoso en su mano y que además deseaba ocultarlo de la vista de los hombres, pero era casi imposible ver que era, la obscuridad comenzaba a invadir el lugar, entonces algo parecido a un rayo de luz salió de su mano en dirección al pequeño objeto que había dejado.
Repentinamente la noche se hizo día. Giorgio gritó al ser deslumbrado por este súbito amanecer, afortunadamente había visto la escena a través del visor LCD de su cámara de lo contrario habría quedado cegado. La luz continúo unos segundos y comenzó a desvanecerse. Poco después le llego la onda de choque de una poderosa explosión que casi arranca el techo de su escondrijo. Giorgio maldijo, la luz había dañado los CCDs de su cámara y no podía ver. En cuanto paso la onda de choque buscó rápidamente otra cámara entre sus pertenencias, y se irguió para ver mejor. Entonces Giorgio miro al cielo y lanzo un grito de terror. El paisaje estaba dominado por algo que nunca había esperado llegar a ver de cerca. La ominosa nube en forma de hongo que había sido parte de las pesadillas de la humanidad desde hacia medio siglo.
Keiichi escucho la alarma de la cafetera eléctrica y se dirigió a la cocina donde fue asaltado por el fuerte aroma del café recién hecho. Ese aroma parecía estar completamente fuera de lugar, pues estaba acostumbrado a las delicadas mezclas de té de Belldandy, así que lo sentía como una invasión pero no podía dejar de reconocer que tenía algo de estimulante, luego procedió a preparar un almuerzo estilo occidental. Afortunadamente Shugahara le había dado algunas lecciones básicas de cocina, a un nivel que él pudiera comprender y el era bueno para seguir instrucciones exactas, aunque no estaba seguro de que Belldandy aprobara ver como abordaba la cocina como un problema de ingeniería.
Al terminar se detuvo a apreciar su obra culinaria, después vació el café recién hecho en un termo lo que ayudo a contener el aromático aroma que ya amenazaba con invadir todo el templo, por un momento Keiichi se angustió al notar que los sutiles aromas que le recordaban la presencia de Belldandy desaparecían, pero poco a poco estos comenzaron a retornar y se tranquilizó, después de todo era lo menos que podía hacer por su visitante y Belldandy siempre respetaría las reglas de la hospitalidad. Mientras preparaba una charola con el desayuno, comenzó a pensar en el plan de día.
Hasta ahora todo había resultado más fácil de lo que había esperado. Galileo había investigado en los archivos de la "Ceramic Society of Japan" y localizado una pequeña planta industrial de productos cerámicos industriales cerca de Chiba y que llevaba el ostentoso nombre de Nikkato Corp. La competencia con los productos coreanos estaba a punto de hacerla cerrar y prácticamente habían saltado ante la oportunidad de hacer un nuevo producto cerámico para el CERN, sin importarles saber lo que era.
Con la ayuda de Galileo había podido analizar su línea de producción y con un mínimo de alteraciones, habían planeado las modificaciones necesarias. Keiichi no podía negar que había disfrutado el proceso de modificar y optimizar los procesos. Galileo le había permitido hacer simulaciones del proceso antes de encontrar la combinación optima y el gerente de la planta, que lo había visto al principio con escepticismo debido a su juventud, ahora era todo zalamería ante el joven y brillante ingeniero que estaba a punto de salvar su planta.
Keiichi sonrió, se podía mal acostumbrar a eso, el ser alabado por gente de mayor edad que él era toda una experiencia. Gracias a eso, si todo salía bien, esa misma tarde podría hacer las primeras corridas de prueba y tal vez podrían terminar antes del plazo prometido a Lind. Entonces su sonrisa desapareció y se quedo congelado un momento, recordó que no había podido comunicarse con Lind y Galileo la había estado buscando en vano, era como si hubiera desaparecido junto con Belldandy. En voz alta exclamo:
- Galileo, ¿haz logrado algo?
Una voz profunda y agradable le contesto, esta salió del celular que el Dr Shugahara le había regalado para estar en contacto. Galileo había aprendido a usar todos los equipos de comunicaciones de la tierra y parecía moverse sin ninguna restricción entre ellos. A pesar de que Keiichi había descubierto que con poco de esfuerzo extra podía comunicarse mentalmente con la nueva conciencia gracias a él "Software" que esta le había instalado, el se sentía más a gusto con métodos más tradicionales de comunicación.
- Lo siento Keiichi-san. A pesar de que ahora tengo acceso completo a los sistemas de comunicación del cielo, me ha sido imposible localizarlas. Skuld también está preocupada pues tampoco sabe nada de ellas, está intentado localizarlas pero dado que Belldandy es ahora Kamisama, la información sobre su paradero está fuertemente restringida.
Keiichi cerró los puños con impotencia. Había esperado que con el despertar de Galileo la comunicación serie más sencillo, pero los problemas no parecían acabar y comenzó a temer lo peor.
- ¿Haz podido localizar a Urd?
- Se encuentra en el palacio de Hild, los canales de comunicación están abiertos, pero no hay respuesta, excepto por un mensaje personal que Urd dejo para Shugahara -san. Al parecer hubo un nuevo brote de locura y su prioridad es contrarrestarlo. Lo más preocupante es que también perdí comunicación con los sabios que estaban trabajando en conjunto con el Dr Shugahara-san para encontrar la cura, ellos habían estado en comunicación constante con un grupo de la universidad de Chiba. Estoy intentando tener acceso a sus archivos, estaban muy optimistas de lograr algo pronto. Según los datos que me enviaron, es exactamente el mismo tipo ataque que en el cielo. Si ellos logran una cura, para los demonios, es muy posible que también se pueda aplicar a los dioses.
Keiichi se estremeció, Urd y Belldandy estaban fuera de contacto a pesar de que ahora ambas ocupaban posiciones de mucho poder e influencia, eso no auguraba nada bueno, no pudo evitar expresar su preocupación en voz alta.
- ¿Que podemos hacer? Me siento inútil
- Keiichi-san. Mi sugerencia es que siga adelante con la fabricación de los brazaletes, incluso si encuentran una cura, esta no servirá para prevenir la infección en primer lugar. Muchos dependen de usted Keiichi-san.
Keiichi asintió. Él lo sabía, pero era reconfortante escucharlo. Ya había terminado de preparar la charola cuando escucho unas voces. Era el profesor Srivapati y Somasindu. Pronto tendría que partir a la planta de Nikkato Corp. Ante la perspectiva de hacer algo Keiichi se olvido de sus dudas, siempre se había sentido inútil para proteger a Belldandy y aun le costaba trabajo creer que sus conocimientos finalmente podían ser útiles y por eso pondría toda su voluntad en esta tarea, así que recogió la charola de comida para llevársela a su huésped, el día seria largo.
Un fornido guardia de palacio caminaba por un largo y obscuro pasillo. A pesar de estar en las zonas más profundas del palacio, eso no evitaba que este fuera un lugar amplio con las paredes de piedra sobrecargadas de adornos, falsos motivos arquitectónicos y runas antiguas talladas toscamente, sin embargo para un habitante de este mundo, esas decoraciones decían algo mas, eran temas y motivos muy antiguos. Este lugar debía ser una de las más antiguas construcciones de Hell. Pero el guardia no prestaba atención a nada de eso, en cambio concentraba su atención en su prisionero. A empujones conducía a un anciano demonio, este tenía sus ropas parcialmente desgarradas y se podían ver grandes magullones en su piel. El guardia lo golpeaba brutalmente cada vez que se retrasaba.
Después de un largo trayecto pasaron frente a un guardia que custodiaba un elaborado portal. El guardia sonrió cruelmente al ver el estado del prisionero, sin decir nada se acercó al prisionero y le dio un golpe que lo estrello contra la pared. El primer guardia gruño con disgusto. - No lo mates, lo necesito para cruzar al siguiente nivel.
Por respuesta obtuvo una risa, pero el guardia se hizo a un lado para dejarlo pasar. Con muchos trabajos el prisionero se levantó y miro con hostilidad a los dos guardias.
- Aun tiene ganas de luchar, pero no durará mucho.- comento el primer guardia- Cuando termine con él te lo puedo dejar.
El guardia de la puerta gruño con satisfacción ante la idea y se hizo a un lado.
Guardia y prisionero avanzaron por otro largo pasillo envuelto en penumbras hasta una imponente puerta excesivamente decorada ante la cual cuatro guardias luchaban entre sí sin hacerse ningún daño. Al parecer querían averiguar quién era el más fuerte y no les importaba causar destrozo a su alrededor. Grandes bloques de piedra desprendidos de las paredes eran testigos de su poder, pero detuvieron su pelea ante el recién llegado.
-¿Que haces con un prisionero? Todos ellos son traidores y deben morir.
- Lo necesito para cruzar esa puerta. Ustedes ni siquiera han logrado debilitarla, en lugar de eso están perdiendo el tiempo peleando entre ustedes.
- ¿Perder el tiempo? - gruño el más grande de los guardias- ¿Quien eres tú para decirlo? Ya te enseñare lo que es perder algo.- sin ninguna advertencia se lanzó contra el recién llegado. Los otros guardas se colocaron detrás de él para ver el resultado del encuentro
Súbitamente el prisionero abandono su actitud sumisa y rápidamente se colocó detrás de dos de los demonios con una rapidez que solo podía provenir del uso de avanzada magia, los toco en la espalda con la palma de la mano, y grito un poderoso hechizo. Los dos demonios se quedaron inmóviles, y lentamente se desmoronaron al suelo complementarte sin sentido.
Mientras tanto, el demonio que lo había traído prisionero, se enfrentó contra su atacante, apenas pareció moverse, pero lo esquivo hábilmente y antes de que este recuperara el equilibrio le lanzo un poderoso golpe en el cuello, su lugar más vulnerable, dejándolo sin sentido, el atacante cayó al piso con una expresión de sorpresa.
El guardia restante gruño ferozmente y se lanzó contra el prisionero, pero este se movió con una vez más con agilidad inusitada y simplemente toco el puño de su atacante repitiendo su hechizo y el feroz demonio se desplomó sin sentido.
El guardia miro con sorpresa al anciano demonio, pero pronto su sorpresa se convirtió en una amplia sonrisa:
-Pensé que solo la Princesita Urd era capaz de derrotar a un guardia élite, no esperaba que un...
- ¿Un viejo demonio como yo los derrotara?- el viejo demonio rió con una risa que tenía un aire de travesura - Es solo un hechizo que a veces tengo que usar con los pacientes difíciles, nada de importancia. Los demonios de alto nivel nunca son buenos pacientes y hay que obligarlos a recibir sus tratamientos.
- No creo que Hild esté muy complacida de esa habilidad que tienes, ella estaría contrariada de ver que sus guardias son derrotados tan fácilmente. - Miro a su alrededor y la sonrisa se desvaneció de su cara, para convertirse en preocupación - Ahora debes curar tus heridas, intenté no causarte demasiado daño, pero era necesario ser convincente. Afortunadamente de aquí en adelante ya no necesitaremos fingir.
El viejo demonio gruño con desdén.
- No es nada que un poco de magia curativa no arregle, un poco de dolor es aceptable en nombre de la Hild- sama, y no te puedo culpar por el trato que me dieron los otros guardias. - El demonio sonrió, extendió las manos y con su avanzada magia curativa comenzó un hechizo para restaurar su cuerpo lastimado. Para el jefe de sanadores de Hild no había ningún problema en eso.
El guardia comento cuando este término:
- Ahora debemos sacar a los demás de sus sellos, tenemos unos momentos libres y debemos aprovechar para curar a los heridos.
Saco una serie de discos de uno de sus bolsillos y los coloco en el sueño. El sanador lanzo un nuevo hechizo y de sobre cada uno de ellos apareció una figura, eran Urd y el resto de su extraño escuadrón de demonios.
Urd lanzo un grito de disgusto
- Como odio el ser sellada, incluso el saber que solo será temporal no ayuda mucho a que sea tolerable.
Por la expresión de sus compañeros, era obvio que opinaban lo mismo, Urd aprovecho ese momento para estudiar a su escuadrón: Un guardia élite, un sanador, un experto en cantos antiguos y un par de demonios burócratas. No pudo evitar reír ante el espectáculo. Uno de los lugares más protegidos del palacio seria asaltado por este irregular grupo. Prometía ser muy interesante, pero su sonrisa se congeló al ver el estado de los dos jóvenes burócratas, eran demonios inexpertos que habían intentado entrar en combate. Se dirigió a ellos en tono airado.
- ¡Ekur, Shulgi!
Uno de los jóvenes gimió lastimeramente, tenía una extensa quemadura en un brazo y parecía a punto de perder el sentido, pero luchaba para sobreponerse y contestó:
- Urd-sama, por favor, disculpa nuestra torpeza, solo somos asistentes del bibliotecario.- El joven parecía estar asombrado de que Urd pudiera recordar su nombre, para él era normal que sus superiores lo olvidaran.
- Muy bien Ekur, escúchame, sé muy bien lo que eres y por eso no espero que peleen. Ustedes dos tienen un valioso propósito que cumplir y no deben arriesgar sus vidas. - Los ojos de Urd destellaron con fuego y los demonios enmudecieron con temor por la ira que reflejaban - Así que presten atención, y lo mismo para todos ustedes. No quiero héroes, el próximo que intente arriesgar su vida para defenderme, lo matare en persona. ¡Entendido!
- Pero mi-lady Urd, Hild nos dijo que...
- No importa lo que les haya dicho mi madre, está bien que estén dispuestos a morir, pero no lo harán mientras yo esté al mando de este grupo. Nadie debe arriesgar su vida a cambio de la mía. NO lo tolerare. Es una orden.
Todos asintieron sin dar crédito a las palabras de Urd, pero el saber que ella valoraba sus vidas solo reforzó sus intenciones de sacrificarse por ella. Urd cerró un momento los ojos, y pudo recordar un lejano campo de batalla en la tierra, hacia casi mil años. Recordó el hedor de la sangre, los cuerpos mutilados en combate, los ojos vacíos mirando al cielo de gente que había conocido y muerto por su culpa. Se había prometido a si misma que nunca nadie más moriría por su culpa, pero sabía que ni siquiera Bragg podría comprenderla en eso. Este último sonrió ante la intensidad de las palabras de Urd, la diosa estaba demostrando ser un lider capaz. Urd continúo dando órdenes:
-Anciano, asegúrate de sanarlos bien, tendremos poco tiempo para que se recuperen.- Luego miro al elegante demonio que los acompañaba.
- Wotan, es hora de usar tus talentos. Según parece esos- señalando a los demonios caídos- intentaron abrirse paso a la fuerza, y con eso debieron activaron las defensas de la puerta. Eso implica que la puerta no aceptara órdenes directas durante varias horas y no podemos esperar. Esta puerta es muy antigua y su magia también, tú eres el experto, dices que ayudaste a construirla.
Wotan sonrió complacido, la oportunidad de demostrar sus talentos era algo que se presentaba pocas veces. Entonces, para sorpresa de todos, no camino a la puerta sino a un costado de ella. Luego comenzó un canto antiguo, pero estos no parecían contener ninguna magia.
-Gengr Hildr vefa ok Hjörþrimul, Sanngríðr, Svipul, sverðum tognum:
Urd levanto una ceja, esa era una vieja canción dedicada a Hild. Su madre había insistido en que la memorizara: "Hild comenzara a hilar sus planes, y Hjörþrimul, Sanngríðr y Svipul emergerán con espadas desenvainadas". Ella lo había hecho porque consideraba muy ridícula la imagen de su madre tejiendo, solo mas tarde lograrían entender que su madre tejía otro tipo de cosas, ante su sorpresa, Wotan le sonrió indicándole a ella que continuara y Urd cerró los ojos recordando ese canto y entono con su hermosa voz.
-skarpt mun gnesta, skjöldr mun bresta, mun hjalmgagarr í hlíf koma.
Así que Hild había usado esa canción como password para este lugar. Urd misma había usado un fragmento de esa canción para su propia magia: "La lanza se romperá, el escudo se romperá y la espada perforara la armadura". Ahora lo entendía, y comprendió la risa de su madre al enviarla a este lugar sin decirle el password. Urd se quedo quieta un momento al pensar en esto último. ¿Que mas información oculta le había dado Hild?, medito un poco y recordó los nombres de la canción: ¿Hjörþrimul, Sanngríðr, Svipul? Urd sonrió al encontrar la respuesta, esos deberían ser los nombres de los líderes de la reserva. Tenía que comenzar por localizarlos.
Apenas terminaba de formular esos pensamientos cuando de la pared comenzó a formarse una gigantesca puerta, no era elaborada pero si extremadamente grande y pesada, producto de una poderosa magia defensiva. Wotan explico sonriente, señalando la puerta destrozada a un lado.
-Esa era una puerta falsa, detrás de ella, solo hay mas roca. Fue idea mía cuando se diseño este lugar, pero solo alguien de la casa reinante podrá abrirla. - hizo una respetuosa reverencia- Urd-sama, por favor, de la orden.
Urd no pudo evitar reír, ese pomposo demonio le había dado a entender que se necesitaba alguna clase especial de magia para abrir la puerta, y resultaba que solo requería una vieja canción y un gesto mágico.
Urd levanto la mano en un sencillo gesto, el mismo que usaba para abrir cualquier puerta de palacio, no podía ser más simple.
La puerta emitió un breve destello dirigiendo a ella, al parecer estaba verificando su identidad e inmediatamente se abrió. Detrás de ella, se alcanzaban a ver miles de cilindros cristalinos, cada uno de ellos conteniendo un cuerpo. Eran la guardia de reserva.
-¡Ekur, Shulgi!-llamo a los dos asistentes – Deben localiza e identificar primero a Hjörþrimul, Sanngríðr y Svipul. Son los tres líderes de la guardia. Lleven al sanador ante ellos para que aplique el antídoto contra el hechizo de lealtad. Rompan la suspensión y en cuanto despierten, denles las ordenes que les pedí que memorizaran. Entonces ellos les ayudaran a despertar al resto usando el mismo procedimiento.
Los dos jóvenes demonios asintieron, y se dispusieron a entrar a el gigantesco reciento, pero Urd los contuvo con un gesto.
- Esperen, olvidan que ustedes no tienen autoridad para dar órdenes a los líderes del escuadrón de reserva.- Con una sonrisa traviesa, avanzo y coloco las palmas de sus manos en los asombrados jóvenes. Urd entonces hizo algo que ella había jurado nunca hacer. Invocar su herencia y autoridad como hija de Hild, con eso modificó el nivel de los jóvenes. Al terminar las marcas en las caras de los jóvenes habían cambiado. - Los he nombrado comandantes supremos del ejército de Hell. Solo Hild, Marler y yo estamos por encima de ustedes, así que tengan cuidado con lo que las ordenes que les den a los guardas.
Los jóvenes se tocaron el rostro, atónitos, mientras Urd reía ante sus caras, pero fue interrumpida por una rápida serie de pequeñas explosiones que se escuchaba a sus espaldas.
Urd volteo y alcanzo a ver como un por uno comenzaba a materializarse cientos de guardias que la miraban con ojos salvajes. Los habían descubierto antes de lo planeado, grito a los jóvenes.
Entren y cumplan con su deber, cuando terminen, busquen una terminal de acceso seguro y repórtense con Hild.
- Pero Urd-sama, usted tendría que estar con...
No hay tiempo- dijo señalando ante los guardas que seguían materializándose. - Si ellos entran ahí todo está perdido, tenemos que quedarnos a detenerlos, todo dependemos de ustedes. ¡Corran!
Después de un momento de duda, los dos jóvenes y el sanador entraron al recinto, luego Urd volteo a mirar a sus compañeros.
- Wotan, Bragg, ustedes también entren yo sellare la puerta.
Wotan la miro altivo y dijo.
- Urd-sama. Temo que ninguno nosotros dos obedecerá esa orden. Si sobrevivimos podrá aplicarnos el castigo que considere conveniente. - Bragg sonrió aprobando sus palabras- Soy un sabio y hay algunos hechizos muy poderosos que siempre he tenido curiosidad de probar.
Urd no intentó protestar, sabía que ella sola no sobrevivirá mucho tiempo, al menos con la ayuda de estos dos rebeldes podría ganar un poco más de tiempo. Con un gesto de resignación cerró la puerta. Entonces se dio la vuelta lentamente para examinar al enemigo, y dijo.
- Soy la más poderosa, así que yo atraeré su atención. Wotan, no dudo de tu conocimiento, pero sé que necesitas tiempo para poder crear un hechizo avanzado. Detendré lo más posible su ataque, mientras que Bragg bloquea lo que yo no pueda detener.
Wotan pregunto con un gesto de escepticismo.
- Urd-sama ¿Como va a lograr atraer sus ataques hacia usted? No creo simplemente acepten su invitación...
Urd rió con una risa maliciosa, no muy distinta de la de su madre, elevo sus brazos y con su magia, cambio su atuendo, ahora tenia un elegante uniforme de combate que hizo estremecer a Wotan en cuanto lo reconoció e instintivamente adopto una posición defensiva, Urd portaba el uniforme de uno los más temibles enemigos de Hell. Urd sonrió satisfecha ante su reacción
- No creo que ninguno de ellos pueda rehusar la oportunidad de atacar a una valquiria.
El Dr Shugahara y Sentaro-kun se encontraban en medio de un atareado aeropuerto. El niño miraba azorado tanta actividad y a gente de tantas nacionalidades distintas. El número de preguntas por minuto que hacia estaban a punto de exceder la capacidad del Shugahara, pero en las contestaba de buen grado. Le gustaba la sana curiosidad del niño. Súbitamente se quedo a mitad de una pregunta y su rostro se ensombreció. Sentaro le pregunto preocupado.
- ¿Pasa algo malo?
- No estoy seguro, sentí una profunda angustia. Es como una premonición, algo acerca de Urd. Nunca he creído en esas cosas, pero con lo que he vivido ahora creo que si es posible.
Sin decir más, tomo su celular y envió un corto mensaje de texto. Apenas habían pasado unos segundos, escucho una voz profunda saliendo de su celular.
- Shugahara san, en que le puedo servir.
- ¿Puedes comunicarme con Urd? Tengo el presentimiento de que algo está mal.
- Lo siento, pero es imposible, el palacio de Hild está bajo ataque. Su guardia personal fue infectada y no hay comunicación.
Shugahara se mordió el labio con preocupación. - ¿No tienes ninguna información sobre ella?
- Le dejo un mensaje, e instrucciones de que solo usted lo escuchara. Si se coloca los audífonos, se lo transmitiré.
Shugahara rápidamente busco los audífonos del celular y ante la intrigada mirada de Sentaro-kun, escucho el mensaje. Poco después un sonrojado Shugahara se los quito lentamente. Sentaron comenzó a preguntarle, pero el doctor tardo un poco en escucharlo.
- Lo siento, es solo que me parece como si hubiera pasado una eternidad desde que estuve con Urd. Está a punto de hacer algo muy peligroso para salvar a su mundo. - suspiro profundamente, metió la mano bajo su saco y toco el medallón de Urd, y sintió confort. Ya fuera su imaginación, o fuera realmente magia, al tocarlo sintió su presencia y se tranquilizó. – No me queda más que confiar en ella, pero no puedo evitar angustiarme, si tan solo pudiera estar con ella. Pero tenemos un plan que seguir.
- Pero que más le dijo...
-¡ Ah!... Son planes para cuando regrese y creo que tendrás que esperar varios años antes de que te lo pueda decir.- El niño lo miro intrigado pero no se atrevió a decir más- Ahora tenemos que tomar otro vuelo, creo que será menos cómodo que el anterior.
Shugahara se encaminó a una sala de abordar, sin poder evitar llevar una sonrisa beatifica.
Lind avanzaba por el extraño paisaje y conforme hacia retroceder la neblina, sentía que regresaba su poder. No sabía cuántas horas habían pasado y comenzaba a sentir preocupación. Sabía que las valquirias deberían estar ya al límite de su resistencia y sentía que no avanzaba con suficiente rapidez.
Lanzo un grito de combate y con su hacha atacó de nuevo la niebla, esta retrocedió liberando otro segmento más de las memorias de Belldandy, pero al hacerlo volvió a escuchar un grito de dolor. Esta vez era mucho más claro.
Se detuvo, esta vez era suficientemente claro paro buscar la fuente, al despejarse un poco más la niebla vio algo que parecía un sendero, justo en la dirección de donde había escuchado el grito, se detuvo y escucho con atención, esta vez alcanzaba a escuchar un ligero gemido, como de alguien que está siendo sujeto a un continuo dolor e intenta soportarlo.
Concentró su ataque para despejar el sendero, y noto que esta vez la niebla ofrecía más resistencia. Tomo esto como un síntoma de que estaba en el camino correcto y redobló su esfuerzo. Una y otra vez ataco la niebla, esta parecía rehusarse a retroceder pero eventualmente lo hacía. Poco a poco el sendero comenzó a liberarse. Ahora lugar del tétrico lugar, este comenzó a convertirse en un hermoso jardín, pero no era como los perfectamente planeados jardines del cielo, era algo más sencillo y elegante. Lind se sorprendió al reconocerlo, era el jardín del templo Tarikihongan. Lind sonrió, eso tenía sentido. Para Belldandy el templo era su hogar, así que su conciencia no debería estar lejos de ahí. Continúo atacando la niebla y al retroceder pudo ver como se materializaba una estructura familiar. Era el salón principal del templo. Lind se detuvo súbitamente ahora podía sentir una poderosa y terrible emanación de dolor proveniente del templo que la lleno de angustia y sin pensarlo más corrió hacia su interior y al entrar se detuvo horrorizada.
En medio del recinto podía ver el cuerpo desnudo de la norma. Estaba atravesado en varios lugares por afilados cristales de un tono verdoso y enfermizo, que la retenían clavándola contra el piso. De ese cuerpo destrozado provenía el gemido de dolor. En ese momento Lind vio como la niebla volvía avanzar como si quisiera recuperar su presa, levanto su hacha y la ataco, pero inmediatamente se detuvo.
Al atacar a la niebla un nuevo cristal se había formado y para clavarse cruelmente en el cuerpo de Belldandy, y ella lanzó un grito de dolor.
Horrorizada Lind también gritó, se había dado cuenta de que ella era la que había estado martirizando a la diosa. Belldandy pareció escuchar su voz y giro lentamente su rostro para verla. Lind se estremeció al ver esos límpidos ojos azules llenos de lágrimas de dolor. Pero entonces Belldandy haciendo un esfuerzo, le sonrió y vio la esperanza reflejada en sus ojos. Entonces Belldandy comenzó a jadear y a retorcerse intentando liberarse de los cristales. Pero estos solo se clavaban más profundamente en su cuerpo, Lind le grito
- No, por favor, no luches, solo te vas a lastimar más. Debo buscar una forma de liberarte sin causar daño.
Pero Belldandy continuo luchando haciendo caso omiso al daño que se provocaba y le dijo con voz entrecortada- Ayúdame a liberarme, has llegado muy lejos, no temas causarme más dolor, el dolor de haber causado daños a otros es mucho peor que lo que estoy sintiendo. Por favor, ¡libérame!
Lind dudó al ver a la diosa a la que había jurado amistad eterna sufrir de manera tan cruel, y dudó. Pero finalmente levanto su hacha y se preparó para concentrar todo su poder en la niebla que amenazaba con volver a rodear el cuerpo de la diosa.
Esta vez no limitó su poder, sino que buscando dentro de sí misma, saco fuerzas de su desesperación y ataco salvajemente a la neblina que parecía retorcerse como un ser vivo y vio como el cuerpo de la diosa se retorcía, conforme más cristales se formaban para clavarse en ella, amenazando con destrozar complementarte su cuerpo inerme. Belldandy hacía esfuerzos por soportar el dolor, pero no pudo evitar lanzar un grito agónico, aun así le grito a Lind- ¡No te detengas!
Los ojos de Lind se llenaron de lágrimas, de las terribles lágrimas de una diosa guerrera y con furia redoblada ante esa manifestación que martirizaba a su amiga redoblo su esfuerzo.
La niebla pareció a solidificarse cobrar vida. Comenzó a contraerse como una serpiente maligna y los cristales que atravesaban a Belldandy finalmente comenzaron a disolverse. Entonces poco a poco la niebla comenzó a tomar forma humana. Era una forma que se convulsionaba y finalmente comenzó a gritar también de dolor. El dolor que sentía Belldandy parecía comenzar a transferirse a ese ser.
Finalmente la figura se materializó completamente, trastabillo y cayó postrada al piso. En ese momento todo estallo en luz. Era como si la mente de Belldandy se hubiera liberado de un solo golpe, y todos sus luminosos recuerdos volvían a ser libres. Lind corrió hacia Belldandy, que parecía haber perdido el sentido ante el dolor. La incorporo para examinarla. Su cuerpo tenia las terribles heridas producidas por los afilados cristales, podía ver su carne destrozara y sentir su respiración agitada e irregular, u cuerpo se convulsionaba de manera incontrolable por el dolor.
Lind el abrazo con fuerza intentando controlarla, pude percibir su dolor e invoco lo poco que sabía de magia restauradora. Poco a poco la respiración de Belldandy comenzó a regularizarse y la diosa abrió los ojos. Aun se estremecía de dolor, pero haciendo un terrible esfuerzo logro decir.
- Gracias Lind, me has liberado. Mi conciencia vuelve a ser libre.- Lind lloro una vez más y le dijo:
- Pero esas heridas, que puedo hacer para curarlas.
Belldandy sonrió dulcemente y le dijo
-Estas heridas tal vez nunca sanen completamente, pero no me mataran, has hecho algo heroico y te lo agradeceré toda la vida.- Y entonces Belldandy comenzó cantar, era una canción triste, pero llena de magia con lo que su dolor pareció disminuir. Se detuvo y miro el rostro dolorido de Lind, entonces hizo un esfuerzo para enderezar destrozado cuerpo. Lind la ayudo y Belldandy su mano para tocar una de sus lagrimas, una de ellas se quedo en su mano y entonces le dijo.
- Hay una poderosa magia que puede curar un alma herida: Las lágrimas, en especial las de alguien tan fuerte como tú, mí querida amiga Lind, te doy gracias por esto.
En el dedo índice de Belldandy estaba adherida una lágrima que comenzó a brillar y su brillo se extendió por el cuerpo de Belldandy. Ella comenzó un nuevo canto mágico, pero esta vez no era triste sino lleno de esperanza y Lind se unió a su canto. Poco a poco el cuerpo de Belldandy comenzó a sanar, pero no completamente, como decía Belldandy, algunas cicatrices nunca desaparecerían.
Lind no pudo saber cuánto tiempo llevo el proceso, solo podía ver como Belldandy se recuperaba y poco a poco se materializaba la vestimenta que la señalaba como la lider de este mundo. ¡Kamisama comenzaba a recuperarse!
Finalmente Belldandy tuvo las fuerzas suficientes para levantarse, parecía recupera su dignidad de diosa, y Lind no pudo evitar hacer una inclinación de respeto ante sus superior pero Belldandy le tendió la mano para evitarlo. Su dulce sonrisa había vuelto.
Lind respiro hondo, finalmente se sentía aliviada, pero faltaba algo muy importante que hacer.
- Debemos averiguar qué es lo que te atacó. No es la misma locura que atacó a otros dioses. - Luego señalo a la figura que yacía tirada en el piso- Al parecer ese ser es el culpable y parece ser un dios.
Belldandy miro asombrada al cuerpo que yacía tirado boca abajo cerca de la entrada del templo como si hubiera intentado huir. Parecía ser un hombre joven, además este portaba el uniforme de los miembros del alto consejo de los dioses. ¿Un miembro del consejo? ¿Como podía haber penetrado en su mente?
Lind se inclinó y sin ningún miramiento giro el cuerpo para verle el rostro. Era un rostro extrañamente familiar. En su inconsciencia se veía sereno y emanaba cierta dignidad que estaba de acuerdo con su vestimenta. Lind lo examino sin entender que significaba todo eso. Este era un dios de alto rango, o al menos la esencia de uno. ¿Con que propósito podía haber provocado todo esto?
Entonces Lindo sintió que Belldandy se alejaba rápidamente y volteo a verla. El rostro de Belldandy estaba lleno de terror y se cubría la boca, como intentando no gritar. Luego realizo un gran esfuerzo por controlarse, pero su cuerpo se estremecía. Lind la miro asombrada, a pesar de su sufrimiento Belldandy había conservado el control, pero ahora parecía como si estuviera a punto de perderle. Miro al desconocido dios y luego al rostro de Belldandy y comenzó a sospechar algo, finalmente que le pregunto:
- ¿Lo reconoces?
Con voz trémula por la impresión dijo:
- ¡No puede ser!, ¡me dijeron que había muerto!- Luego respiro profundamente para recuperar el control, y lentamente se regreso mirando fascinada el rostro del extraño, y venciendo su miedo, toco el rostro inconsciente, cerro los ojos y finalmente miro fijamente a Lind y le dijo - Es mi padre.
Fin del capítulo XXVIX
