Seguimos adelante con la historia a pesar de algunos problemas que me retazaron publicar esto
(me las arregle para borrar por accidente este capitulo casi terminado)

Pero creo que la espera valió la pena.

Atentamente

Elnauhual


La orden de los Caballeros Mortales

Por Javier Delgado aka Elnauhual

Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa" de Kōsuke Fujishima.

Capitulo XXXI

Terroristas

Giorgio gritaba a pesar de que sabia que no seria escuchado, había visto demasiadas veces el efecto de las minas y temía presenciarlo de nuevo. Dejo de gritar al ver que el vehículo se detenía exactamente en el punto donde los anteriores vehículos se habían detenido, como si supieran que ese era el lugar correcto.

Vio como el hombre y el niño bajaron del vehículo y comenzaron a caminar lentamente en dirección al pueblo, pero se detuvieron a un par de metros de dónde sabia que había una mina. El niño traía algo en la mano, parecía una pequeña laptop y le indico algo al hombre, señalando al terreno que tenían enfrente, asintiendo el hombre saco algo de entre sus bolsillos. Giorgio rápidamente tomo su cámara, olvidando ya todo intento de ocultarse, se acercó lo mas posible al borde y se apoyo en una roca. Usando el máximo del poderoso zoom de su cámara examino la escena. Pudo ver las facciones del hombre, parecía un japones de mediana edad con un traje que hacia que pareciera mas apropiado para un aula universitaria que en un poblado tomado por terroristas.

Debido a la distancia le costaba trabajo mantener inmóvil la cámara, el tripié estaba en su escondite y no se quería perder ningún detalle. Logro observar que traía una especie de medallón colgado al cuello. Con mucho esfuerzo logro capturar una imagen fija. Parecía un antiguo medallón tallado en madera con marcas extrañas y estaba seguro de que no estaban en japones.

Para cuando Giorgio logro terminar su examen, el hombre y el niño también habían terminado de discutir el terreno que los rodeaban, entonces el hombre saco algo de su bolsillo. Parecía un pequeño cilindro que el hombre empuño y apunto a donde Giorgio sabia que había una mina. El cilindro pareció extenderse, como esos anticuados señaladores que usaban los maestros. La explosión tomo por sorpresa a Giorgio. Pudo ver como lanzaba fragmentos de metralla por todos lados. Era extraño ver el destello silencioso de la explosión. Giorgio lanzo un inútil grito de advertencia, él había visto muchas veces cuerpos ensangrentados lanzados al aire y acribillados por la metralla de las minas, para después ver el horror de ver a esos cuerpos mutilados moverse y retorcerse de dolor. Esas minas no estaban diseñadas para matar sino mutilar y herir. Se había levantado una nube de polvo que obscureció al escena. Unos segundos después, debido a la distancia le llego el sonido del estallido. Sonaba ridículamente agudo, como un cohete de los que se usaban en las festividades, pero el sabia que ese sonido era engañoso.

Y entonces se quedo petrificado, una ráfaga de viendo disipó rápidamente el polvo, el hombre y el niño seguían ahí, sin daño alguno. Alcanzo a ver como los envolvía una esfera matizada por el polvo. ¡Algo extraordinario acababa de pasar!. De nuevo enfocó su cámara al hombre, le costo mucho trabajo, pues el pulso le comenzaba a temblar. Vio la cara del hombre y para su sorpresa este giro como si supiera de su presencia. Vio a través del lente de su cámara como este lo miraba fijamente. ¡El sabia que lo estaba observando!. El japones sonrió y luego le hizo una respetuosa reverencia de agradecimiento.

Giorgio casi deja caer la cámara al verlo, no entendía que estaba pasando, en ese momento escuchó pasos detrás de el, pensó que era su compañero y excitado giro para hablare sobre lo que acababa de ver. Pero no alcanzo a decir nada, el miedo y la sorpresa lo paralizaron, no era su compañero sino un hombre fornido con una especie de uniforme militar pero sin ninguna identificación sobre su procedencia. Entonces el hombre sonrió y le hablo con un profundo acento francés.

- Monsiur Giorgio Vaglia supongo...


Keiichi intento sentir una manos que sabia no existían, sabia que no había movimiento físico y por ello le sorprendió poder sentir algo. Galileo le había explicado que traduciría todo a sensaciones de sus sentidos, pero no esperaba un asalto a sus sentidos de tal intensidad. Tacto, vista, olfato, gusto, todo estaba ahí como parte de un mundo cuya existencia no era real.

Miro a su alrededor, a pesar de no haber cuerpo físico, podía cambiar su foco de atención como si su cuerpo fuera real. Pudo ver un paisaje geométrico, pero cuyas leyes desafiaban lo que sabia de geometría. Podía ver sentir, tocar e incluso oler y saborear el flujo de información. Podía distinguir el insípido sabor de la información de mantenimiento hasta la aromática sensación que producía la información rica en significados y el picante sabor de la información encriptada.

Sintió en su mente la proximidad de Galileo, para poder entrar en el sistema la conciencia de Keiichi había sido absorbida por Galileo, y convertidos ambos en un programa nuevo. Su mente y la de Galileo eran una sola y ni siquiera requería un dialogo interno para compartir sus pensamientos.

Habían entrado por la conexión que Yggdrasil mantenía con el mundo mortal y rápidamente se habían ocultado en ese mar de información. El uso de la credenciales de seguridad de Belldandy les habían abierto muchas puertas, pero trataban de reducir su uso a un mínimo para no ser rastreados.

Keiichi sintió un pensamiento que no era suyo y asintió, no podían perder tiempo, en ese momento estaban funcionando como parte del sistema operativo y eran detectables. Necesitan ocultarse.

Keiichi observo y tuvo una idea, - ¿troyano?-. A pesar de su complejidad el sistema tenia cierta lógica. Se ocultaría como parte de uno de los procesos del sistema. Solo tendría que modificar su firma para que un análisis no detectara que lo había infectado. Con la mente de Galileo comenzó a familiarizarse con el sistema y pronto pudieron identificar un proceso adecuado. Era uno de los sistemas que recuperaban el espacio dejado por los procesos, una especie de recolector de basura. Había miles de copias recorriendo el sistema. En cuanto detectaron un proceso procedieron a insertarse dentro de él.

Durante unos segundos Keiichi/Galileo había aparecido en el sistema con su original identificación de un Proceso ADX, pero ahora había desaparecido y al parecer no había activado ninguna alarma.

Keiichi no pudo evitar sentir placer. El proceso que había invadido era sencillo, carente de inteligencia, pero era rico en información. Keiichi comenzó a saborear la información contenida, pero no era lo que buscaba. Entonces percibió una idea de Galileo y asintió.

Súbitamente para Keiichi el mundo parecía explotar, por un momento sintió pánico y grito, y grito y grito... Sus gritos se multiplicaron y el mundo se lleno de ecos de su propio pensamiento... Entonces sonrió y pensó - ¿multitasking? - Simplemente su proceso se había multiplicado y ahora había miles de copias de su conciencia recorriendo los bancos de memoria de Yggdrasil, Todos ellos con su propio pensamiento y conciencia. Keiichi pudo sentir que estaba en miles de lugares a la vez y en miles de conciencias, cada una tomando decisiones distintas, explorando, examinado y analizando. Keiichi se sintió como un dios omnipotente y luego comenzó a reírse. ¿Qué otra cosa podía esperar si se encontraba en el cielo, el mundo de los dioses.?


Peorth se desplomo en su asiento, y todos los dioses alrededor de ella hicieron una pausa completamente desconcertados ante los resultados. El sistema no reportaba ningún error, por lo tanto todos los procesos normales deberían esta funcionado, pero no encontraba ningún proceso ejecutándose de la serie ADX, tampoco de la serie Esparta que eran los proceso de seguridad, ni la serie Fénix, que eran el equivalente de un firewall y debían proteger de intrusos el sistema. Revisaron uno a uno la lista de procesos de defensa y no aparecían. Eso significaba que Yggdrasil se encontraba inerme ante cualquier ataque.

Una voz que intentaba sonar desapasionada, pero no podía ocultar la tensión dijo:

- Estoy intentado reiniciar los procesos de la serie Esparta sin éxito. El sistema no reporta ninguna falla, pero aun así el proceso nunca llega a ejecutarse. En el caso de la serie ADX, me reporta que el programa es invalido, al parecer esta dañado. Ya intente restaurarlo desde uno de los respaldos, pero el resultado es el mismo. Ninguno de los subsistemas de defensa está operando.

Todos los dioses se quedaron inmóviles y Peorth por un momento se sintió derrotada, cuando una voz autoritaria la hizo reaccionar.

- Diosa de primera clase Peorth, has realizado un excelente trabajo, me asegurar de reportarlo así al consejo, es muy importante que sigas adelante.

Peorth miro al dios que había hablado. Dioses de todo nivel, rango y ocupación habían estado cooperando para reparar a Yggdrasil, uno de ellos era un miembro del consejo. Al principio Peorth se había sentido cohibida con su presencia, pero él trabajaba con el mismo empeño y dedicación que los demás, ademas parecía conocer el sistema casi como ella. Peorth incluso había sonreído ante la idea de que era una lastima que no trabajara para ella en lugar del consejo. Pero en ese momento el dios no hablaba como un técnico más sino en toda su autoridad de miembro del consejo, Peorth titubeo y se sintió avergonzada, se dio cuenta que detrás de esas palabras estaba el mensaje de no darse por vencida.

- Agradezco sus palabras concejal Myr, pero siento qué estoy al limite de mi capacidad, no se que más hacer.

Ignorando las palabras de Peorth el dios hablo como si solo continuara su linea de razonamiento:

- Veamos, evidentemente tenemos una infección de algún tipo que ha logrado entrar en las funciones de mas bajo nivel,y ha logrado interceptar los mensajes del sistema impidiéndonosver el nivel en donde ocurren los errores, presentándonos una imagen falsa. - El dios se detuvo a pensar – Esa fue una contingencia que pensamos que era demasiado remota al diseñar el sistema actual...

En ese momento el dios toco a Peorth de manera casual, y esta sintió una corriente de empatía que le hizo recordar y se estremeció se sorpresa y admiración. Myr había sido uno de los programadores que habían intervenido en el diseño de Yggdrasil, no era de los creadores, pero la actual arquitectura del sistema le debía mucho a él. ¿Cómo podía haberlo olvidado?. Entonces en su pantalla recibió una serie de imágenes e información que Myr le envió. Peorth lo miro sorprendida y este le ofreció una sonrisa cómplice. Myr le estaba dando un plan alterno para que ella lo ejecutara. Ella recibiría el merito de todo o la culpa. Le dirigió una mirada interrogante. El dios se inclino hacia ella y susurro.

- Haremos algunas cosas no muy ortodoxas y que un concejal no debería hacer. Si algo sale mal, no te sorprendas si cargas con la culpa, pero haz hecho mucho y esta gente confía en ti, haz mostrado de lo que eres capaz, solo necesitas un poco de ayuda- y añadió en voz alta – Excelente idea, solo necesitas mis credenciales para acceder esas funciones.

Peorth se sorprendió momentáneamente y sonrió, ¿ese era el juego? Bien por ella. El dios se acercó a la consola de Peorth y esta vez susurro un hechizo encriptado. En la consola de Peorth aparecieron nuevas funciones que ella nunca había visto o siquiera soñado que existieran.

- Nunca pensé volver a necesitarlas, son funciones de debug que deje escondidas en el sistema, acabo de usar una puerta trasera para activarlas. Oficialmente no existen pues se saltan todos los niveles de seguridad...

Peorth no necesitó mas, Myr le había transmitido ya las instrucciones, inmediatamente comenzó a escanear el sistema, mientras activaba las funciones en las demás consolas. Dio instrucciones y todos los dioses volvieron a una actividad frenética, todos ya eran conscientes de la seriedad de la situación.

Entonces Peorth vio en su consola algo muy extraño. ¡Una alarma la alerto de la presencia de un proceso identificado como ADX/k1! Se apresuró a identificarlo.

La huella básica parecía ser de la serie ADX, pero el sufijo k1 no correspondía a ninguna de las versiones conocidas. Envió la información a los demás técnicos, era importante saber de donde procedía. Parecía que se había activado recientemente, y que no provenía del archivo principal, sino que parecía haber llegado por un nodo secundario.

El software cambiaba constantemente de posición en la memoria y súbitamente desapareció. No se había desactivado, con sus nuevas herramientas Peorth encontró que no había liberado su memoria, ... Algo muy extraño había pasado, sus funciones parecían haber pasado a otros programas, con sus nuevas herramientas logro entender lo que había pasado. Había infectado software de sistema adoptando su identidad. Finalmente logro localizarlo de nuevo usando la identificación de otro proceso y pudo ver como comenzaba a generar nuevas ejecuciones, pro un momento pensó que era una infección del sistema, pero el software simplemente escaneaba la memoria, como buscando algo. Su comportamiento era peculiar, recordaba a un ser vivo.

Peorth se levantó de su asiento para hablar con el concejal Myr, tal ves tendría alguna idea, cuando escucho una exclamación colectiva y miro a la pantalla.

El proceso se había escindido en dos uno de ellos ostentaba la identificación adx-654 v3.00, justo la serie que estaban buscando, pero el otro era lo que había causado la exclamación. El sistema reportaba "Morisato Keiichi". Nivel de acceso: juez nivel 3.

Los dioses comenzaron a murmurar, era cierto, todos conocían el nombre de Keiichi el mortal, y eso confirmaba que había sido nombrado juez de dioses y demonios. Algo que aun encontraba increíble.

Peorth sintió que la cabeza le daba vueltas. No entendía lo que pasaba. Pudo ver que el proceso Keiichi entraba en una antigua parte del sistema, tan antigua que no sabia su existencia. Le costó trabajo seguirlo, los protocolos eran sumamente antiguos. Súbitamente lo perdió, Al parece había entrado en un área de alta seguridad.

Pero aun faltaban nuevas sorpresas, dos procesos nuevos fueron reportados y aparecieron en pantalla, estos procesos que poco a poco aumentaba el consumo de recursos. Uno de ellos era desconocido y funcionaba con credenciales del sistema, otro mostraba que estaba funcionando con una cuenta de alto nivel.

Peorth gritó: - ¡Necesitamos la identificación de esa cuenta.! Localicen al usuario de esa cuenta, parece haber entrado en una consola del edificio de consejo...

Una voz entre los técnicos exclamó con sorpresa...

- esa cuenta... Es... ¡Es del padre de Belldandy!


Skuld entró a una de las elegantes y ostentosas salas privadas del edificio del consejo en donde se contaban con terminales de acceso de alto nivel a Yggdrasil para uso exclusivo del consejo. Pero había algo distinto en la joven diosa, su paso era altanero y su expresión parecía ser de alguien de mucha mas edad. Una joven valquiria que patrullaba el edificio la miro sorprendida y entro a la sala para detenerla.

- No está permitido el acceso a esta zona, solo los miembros del concejo pueden entrar.- Le dijo con voz severa

Por toda repuesta Skuld extendió la mano y susurró algo. De su mano salio un suave destello apenas visible, la valquiria se llevó las manos a la cabeza, lanzo un leve quejido mientras su cuerpo se convulsionaba y cayo al piso completamente inmóvil. Skuld dijo fríamente:

- Yo soy un miembro del consejo...

Skuld la ignoro y localizó una de las consolas de control, levanto la mano sobre la consola y esta acepto su identidad, entonces cerró el acceso a la sala usando un sello de privacidad máxima que se usaba cuando se discutían asuntos secretos. Nadie podría saber que ocurría adentro. Finalmente se sentó frente a la consola, su expresión cambio bruscamente, era como si despertara de un sueño y miro hacia la figura en el piso con una mirada de preocupación:

- ¡Padre!, ¿era necesario eso?, por favor dejame examinarla para asegurarme si no esta herida.- Skuld hizo el intento de levantarse, pero su cuerpo no le obedecía. Entonces la figura de un dios joven y altanero, con los elegantes ropajes de un miembro del consejo, apareció frente a ella, Skuld ahora ya sabia no existía fuera de su mente. Era una ilusión.

- No vale la pena preocuparse por tan poca cosa, hay asuntos mas importantes. Desgraciadamente no posees suficiente magia para serme de ayuda- Skuld intento protestar pero su padre la interrumpió -Eso es culpa mía. Cuando naciste hice un bloqueo de algunos elementos de tu magia.

Skuld miro a su padre sorprendida. Siempre había sufrido por no poder desarrollar completamente su magia, saber que su padre lo había hecho la desconcertaba...

- Padre, ¿Por qué hiciste eso? He luchado mucho por desarrollar mi poderes, he sufrido tanto por eso ...

De nuevo el dios la interrumpió, no parecía importarle mucho lo que Skuld sintiera.

- Necesitaba que desarrollaras otros talentos que te di, y abrían interferido. Tu estas destinada a controlar la tierra y ahí la magia tiene un uso limitado, por eso te di la capacidad de comprender la tecnología, debes agradecérmelo. Tal ves fue un error pues ahora no me puedes ayudar - hablaba para si mismo, sin preocuparse de la niña- pero ahora es demasiado tarde para corregirlo, aunque levante el bloqueo llevaría demasiado tiempo que logres controlar tus poderes.- Se detuvo y miro a su alrededor pensativo - Algo ha pasado, siento que uno de mis avatares ha sido destruido y el otro esta siendo atacado. Necesito información para decidir que hacer, seguramente tendré que tomar el control de transferir mi conciencia al sistema para no depender de tu limitada magia.

- Pero padre, Yggdrasil está en aun mantenimiento, después de la destrucción del Edificio del consejo sus funciones están siendo supervisadas y no podrás hacer eso sin llamar la atención.

- ¿La destrucción del salón del consejo? - Preguntó sorprendido -Entonces fuimos atacados por los demonios. Debo asumir el control para defendernos. No esperaba que se atrevieran. El sistema de doblete es demasiado eficiente. Es hora el momento justo de contra atacar y dominarlos...

Skuld respondió asustada ante la intensidad de las palabras de su padre.

- ¡Padre! No fueron los demonios, ellos ahora están de nuestra parte y no podemos romper la tregua magna, ademas el sistema doblete ha sido suspendido.

- ¿Qué? ¿qué dices? Una tregua manga, eso es imposible - exclamo el dios incrédulo.

- Hild y Belldandy hicieron una tregua magna, somos aliados.

- ¿Belldandy y Hild lo hicieron? No puede ser,eso solo seria posible solo Belldandy tuviera la autoridad de Kamisama... Y en ese caso... Ella debería estar bajo mi control. No, eso no puede ser cierto. Ademas ya no existen otras razas, la tregua magna requiere una tercera raza como juez.

Skuld comenzó a asustarse ante la violencia de la reacción de su padre.

- Pero tenemos jueces, El Dr Shugahara, Keiichi y Sentaro son jueces. Ellos son mortales

-¿Jueces Mortales? ¡Ningún mortal merece ser juez!.

El dios miraba incrédulo a su hija, levanto un brazo en dirección a su hija y con un gesto enérgico se sumergió en sus recuerdos, ignorando sus gritos de protesta. Ella sentía como sus memorias eran arrancadas y examinadas con violencia. Al final el dios exclamo, mientras Skuld se estremecía por la violencia que había sido infligida en ella:

- Todo esta de cabeza. ¿Belldandy enamorada de un mortal? Ademas ahora es Kamisama y aun así esta fuera de mi control. Si Urd esta en Hell y no la puede percibir es posible que Hild lo haya detectado y destruido. Ademas Hild y Belldandy se atrevieron a declarar a tres miseros mortales elegidos como jueces. El orden natural de las cosas ha sido alterado, debo intervenir.

Skuld ahora veía con temor a padre. Algo no estaba bien. ¿Hablaba de controlar a Belldandy? Este dios no correspondía a sus viejos recuerdos de un padre amoroso.

- Padre, pero todo esta bien, la guerra con los demonios ha terminado, me dijeron que tú soñabas con eso, ahora somos aliados de los demonios y los mortales nos están ayudando.

El dios hablo airado.

- No puede ser, los demonios no deben ser nuestros aliados, sino nuestros súbditos. Solo los dioses debemos tener el control del multiverso. Ni demonios ni mortales lo deben tener. Debo intervenir, pero me siento débil, siento un gran vacío en mi interior. Uno de mis avatares debió haber sido destruido y el otro parece estar muy débil. Mi muerte fue un grave inconveniente, pues ya no poseo cuerpo físico, pero lo podemos superar. Usaras funciones de Yggdrasil que dejamos ocultas para un caso así. Solo tienes que obedecer y luego aprovecharemos que el sistema doblete está desactivado para poder atacar a Hell.

Skuld no reconocía a su padre en este dios, pero no se sentía capaz dé desobedecer

- ¡Si padre.!- alcanzó a decir mientras sus ojos revelaban su miedo.

Belldandy se estremecía de dolor, pero eso no evitaba que siguiera adelante. El dios cautivo se retorcía y aullaba furioso mientras que Belldandy con sus manos extendidas extraía poco a poco su esencia y la purificaba en su interior. El proceso era lento por el dolor, Belldandy no podía soportar acelerarlo, al menos Lind usaba todo su poder para poder mantener prisionero al dios

El cuerpo del dios comenzó a hacerse translucido y en su interior se comenzó a ver una substancia obscura que se movía de un lazo a otro de su cuerpo, como buscando ocultarse mientras intentaba seguir infectando.

Belldandy al percibirlo intentó contrarrestar sus intentos de infección y se acercó poco a poco al cuerpo de su padre. Repentinamente extendió su brazo y su mano penetró en el cuerpo del dios que se estremeció ante el contacto, entonces tomó a la substancia obscura para arrancarla con fuerza.

El dios parecía haber perdido el aliento, luego grito pero dejo de luchar, en su lugar comenzó a respirar hondamente como si temiera perder la conciencia.

Belldandy luchaba contra la materia obscura, que intentaba escapar de sus manos, mientras formaba unos pseudópodos para aferrarse a Belldandy. La diosa gritó...

-Libera a mi padre y ayudame a destruir esto.

Lind obedeció y bajó su hacha de combate, el dios se desplomo al piso libre de su prisión. Lind analizó la situación, pues no quería dañar a Belldandy, hizo girar su hacha para cargarla de energía y lanzo un ataque de magia destructiva en contra de la ominosa masa.

El golpe fue preciso, Belldandy fue lanzada hacia atrás por la violencia del impacto, pero estaba ilesa, la masa en cambio comenzó a fulgurar y a hervir violentamente, finalmente se petrificó y se convirtió en arena que cayo al suelo, convertida ahora en algo completamente inofensivo.

Belldandy se levantó lentamente y miro a Lind con una expresión de alivio en sus ojos y con un esfuerzo alcanzo a decir.

- Lo hemos logrado, hemos destruido a la infección.

Ambas miraron al dios que se había desplomado al suelo. Su cuerpo ya era translucido, pero su expresión era distinta, parecía haber despertado y miraba a su alrededor con un aire de sorpresa. Se miró a sus manos y se las froto al darse cuenta de que eran translucidas, luego miro azorado hacia Belldandy y Lind.

- ¿Belldandy? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué me puedes ver? Yo debería estar oculto en tu inconsciente.

Belldandy comenzó a llorar y corrió a abrazar a su padre quien solo dijo.

- Me siento débil, debes ayudarme, tengo una misión que cumplir, yo... Yo debo...

Belldandy miro a su padre y le hablo con dulzura.

- Padre no hables. Se cual es tu misión y cuales eran tu planes y puedo decirte que no es correcto, no puedes imponer tu visión al mundo.

Belldandy soltó a su padre que la miro desconcertado, examinó su cuerpo y dijo con húmedad en los ojos:

- Aun no estas completamente sanado, aun hay dentro de ti ambición y egoísmo que no deberían estar ahí... Yo sé qué no deberían estar ahí, porque así no te recuerdo. Debo curarte. Perdoname por esto pero deseo ver a mi antiguo padre.

Entonces Belldandy volvió a introducir sus manos en el cuerpo de su padre, busco en su y extrajo una substancia rojiza y evanescente, que comenzó a disolverse entre sus dedos. Su padre se estremeció y aspiro con fuerza, luego comenzó a llorar, despues de unos instantes exclamó:

- ¡Hija! ¡Qué te he hecho! - extendió su mano a ella y Lind intento interponerse, pero Belldandy con un gesto la detuvo. El dios miro a la valquiria- ¿Una valquiria? ¿Eres Lind? Te recuerdo, eres una de las grandes guerreras, ¿pero qué haces en la mente de Belldandy?, si ella es Kamisama, eso debería ser imposible.

Belldandy lo miro y le dijo con dolor.

- Ella invocó el protocolo Ragna para poder ayudarme a luchar contra ti.

El dios miro a Lind con tristeza

- ¡Entonces estas condenada a muerte! ¿Por qué lo hiciste?. ¿También el resto de tus compañeras?

Lind inclino la cabeza reconociéndolo de nuevo como un miembro del alto consejo y dijo humildemente.

- La hermandad de las valquirias actuó por su propia voluntad, no tememos a la muerte, sino a no cumplir con nuestro deber y nuestro deber era ayudar a Kamisama y... Y ademas Belldandy me declaró su amiga. Ningún sacrificio es demasiado.

El dios cerro los ojos para ocultar la humedad que los inundaba, y dijo.

- Que he hecho. Lind, eres la mas grande de las guerreras. He sacrificado tu vida junto con tus compañeras. ¡Es mi culpa!

- Padre, tú estabas infectado...

- Si estaba infectado, pero me doy cuenta que ya lo estaba desde hace muchos años, esa entidad obscura no hizo sino hacer lo que en el fondo yo quería hacer.

El dios intentó ponerse en pie, pero estaba demasiado débil y Belldandy comenzó a llorar.

- Padre, tu debes perdonarme, te he destruido, tal ves debí haber buscado otra manera para evitar tu muerte.

- No hija, yo morí mucho antes y esto que ves es solo un fantasma que debió desaparecer hace tiempo, un fantasma que intentó cumplir un plan inhumano. Yo no tengo que perdonarse, sino agradecerte habérme impedido causar mas daño. Desgraciadamente no puedo reparar el daño que te les he causado a ti y a ellas que han sacrificado todo...

Belldandy le dijo con un esperanza.

- Padre, su fuiste un alto miembro del consejo, tal ves sepas una manera de detener su destino, evitar que sean destruidas, al menos yo les debo el intentar salvarlas por lo que han hecho por mi

- No existen forma, es parte de su naturaleza de ser valquirias.

El hombre comenzó a disolverse y dijo...

- Adiós hija, espero que conserves solo lo mejor de mis recuerdos, aun debes salvar a tus hermanas de mi ambición- el dios comenzó a disolverse pero hizo un ultimo esfuerzo y dijo- ¡Si !, creo que existe una forma, pero tal ves sea demasiado cruel, si te atreves a hacerlo entonces debes...

Su voz se perdió en un murmullo y termino por disolverse. Belldandy cerro los ojos y contuvo las lagrimas, se dirigió a Lind y ambas se abrazaron. La pesadilla parecía haber terminado por el momento.


Urd flotó en el aire, su cuerpo brillaba con el poder acumulado de dios y demonio apenas contenido. Su rosto mostraba una expresión de extasis que rayaba en la locura al ser invadida por tanto poder. Comenzó a reírse con una risa que hacia estremecerse a quien la escuchara. Se miró las manos que ardían en un fuego que la quemaba pero no la consumía, pero esta vez el dolor la extasiaba porque la hacia sentirse viva, mas viva de lo que se había sentido en su vida. Miro abajo y vio que los guardias también percibían en cambio en ella y se reacomodaban en un plan de ataque. Sus sentidos eran ademas mas finos, pudo ver como se organizaban en grupos y cada grupo invocaba sus barreras físicas, uniéndolas en capas, como una cebolla, creando una protección que parecía inexpugnable.

Eso lo hizo reír salvajemente. Para ella ahora nada era inexpugnable. Floto sobre un grupo y extendió su mano. No lanzo ningún hechizo simplemente su mano se volvió luz, no hubo ningún sonido, ningún estruendo. Simplemente era luz que envolvió a un pelotón de guardias, y este se disolvió en cenizas. Sus barreras eran como papel para ella.

Miro fascinada sus manos incandescentes. Nada podría detenerla, nada en el universo, ni su madre ni nadie podría controlarla. Podría hacer lo que quisiera y se preparó para deshacerse de los estorbos.

Pero los guardias no estaban vencidos. Un grupo se ellos se separó y sin advertencia, todos unieron su magia y la lanzaron contra ella.

Urd se desconcertó por un momento, había desviado el ataque con increíble facilidad y este apenas y la había tocado, y se preparó para contraatacar cuando todo el gran salón subterráneo comenzó a estremecerse...

Miro hacia arriba y vio que el ataque que había desviado se había impactado contra una pared. Su intensidad era tal que había destrozado la barrera magia que había mantenido sellada la gran batalla en su interior. Esa magia ademas era responsable que el salón no colapsara a pesar de la profundidad...

Por un momento sonrió. Los guardias habían sellado su destino, todos serian sepultados y morirían. Tal ves seria mas misericordioso exterminarlos primero...

Entonces la asalto una voz en su interior, una voz delicada que susurraba algo. Urd intentó ignorarla para lanzar un ataque, pero la voz no la dejaba. ¿qué decía?

- "Has tomado vidas, Urd, has tomado vidas de tu gente..."

¿Qué era esa voz?...

La voz seguía hablando y hablando, Urd se resistía a escucharla, hasta que se dio cuenta que esa voz era ella misma.

Y Urd dijo en voz alta. - ¡"he tomado vidas"!- y despertó, entonces sintió que el poder que ahora poseía no la liberaba sino que la encadenaba, como si su conciencia solo fuera un barniz por encima de instintos mas primitivos que solo causaban destrucción. Entonces recordó, vio su pasado, sus recuerdos en el mundo de los dioses era borrosos pero sus recuerdos de la tierra eran vividos, recordó a Fafnir y su vida entre los hombre, recordó a Keiichi y a los humanos que había conocido, recordó a Kenji y su recuerdo le trajo paz, miró hacia los guardias que la atacaban y recordó que ellos no eran sus verdaderos enemigos.

El fuego en sus manos desapareció convirtiéndose en un brillo que rodeaba su cuerpo, finalmente su conciencia recupera el control y no era su poder el que la controlaba, la distrajo el estruendo que hacia la caverna al comenzar a desgajarse. Sin pensarlo mas Urd concentro su magia y genero una barrera para contener la caverna. No sabia como repararla la magia que había mantenido la caverna, era magia demasiado antigua para que ella la conociera, así que tenia que suplirla con su propia magia.

Cerro los ojos e intento buscar en su interior algo, pero solo se le ocurrió extender su barrera física para contener la caverna, pero es significaba quedar desprotegida y eso era algo que los guardias percibieron. Entonces comenzó a recibir suataque, ellos se daban cuenta de que estaba desprotegida. Aun así la magia la inundaba de tal manera, que sentía que podía resistir, pero no por mucho tiempo.

Maldijo a los estúpidos guardias, que intentaba salvar, y grito extendiendo su barrera para contener a todo al caverna que se cimbraba y las paredes comenzaba a derrumbarse.

Siguió maldiciendo mientras que el ataque de los guardias comenzaba a penetrar en su cuerpo, y este comenzaba a debilitarse. Poco a poco el mundo se obscurecía mientras que seguía maldiciendo y hacia fluir su magia para evitar el colapso total. El mundo era cada vez mas y mas obscuro.

En el interior de la escuela del pueblo, el hombre de la mirada cruel escuchó una explosión y rápidamente tomo un arma semiautomática que tenia en el desvencijado escritorio. Se levantó de la silla y escucho con atención, había sonado como el sonido de una de las minas. ¿habría tropezado uno de sus hombre con ella por descuido?

Después de un par de minutos, que parecieron eternos, escucho otra y luego otra. Algo esta haciendo estallar las minas del campo minado. Solo un vehículo blindado podría causar eso, pero solo le habían avisado de que un jeep de turistas se acercaba. No podía ser eso.

Entonces la puerta se abrió bruscamente y entraron un par de hombres que reflejaban miedo y sorpresa en su rostro. Comenzaron a hablar rápidamente pero le costaba trabajo entender. Algo de que un niño y un hombre estaban caminado por el campo minado haciendo detonar las minas.

- Silencio, dejen de decir tonterías. Si nos atacan tenemos a los rehenes., Vayan por las mujeres, y en especial traigan a la americana. Asegúrense de que las cargas están en su lugar, y llévenlas al borde de pueblo donde todos puedan vernos. Veremos si se atreven a atacarnos.

Los hombres se miraron mutuamente y corrieron a cumplir las ordenes. El hombre los vio partir, y maldijo ante la estupidez de la gente que comandaba. Se fue al escritorio y tomo un cargador para su arma, reviso que estuviera lleno lo puso en su arma, luego saco un detonador de radio de hechura casera. Sonrió al pensar que tal ves no estuviera mal que vieran morir a algunos rehenes. Eso siempre ayudaba en las negociaciones incluso cuando los gobiernos decían que no negociaban con terroristas.


Keiichi se sentía extasiado ante la sensación de estar en miles de lugares a la vez, cada una era un eco en su conciencia, podía sentir como cada parte podía actuar por su cuenta, algunas estaban detrás de los picante fragmentos de información encriptada, otros buscaban otros sabores y olores. Entonces percibió algo familiar, no lograba reconocerlo por esta mezclado con otros elementos. Su conciencia se concentro en ese punto y comenzó a buscar el origen. Llego a un lugar que era distinto de todo lo que había visto antes. Su geometría era mas sobria y sencilla, y a diferencia de todo lo que había visto casi no existía movimiento ahí.

Se acercó cuidadosamente pero encontró una barrera que no podía penetrar a pesar de sus credenciales de sistema. Debería ser un lugar de datos restringidos, pero había algo extraño, con la ayuda de Galileo contacto un mapa del sistema y este lugar no aparecía en el. Debía ser un archivo ocultoy por la arquitectura debía ser muy antiguo, mas antiguo que otras partes del sistema.

Sintió el pensamiento de Galileo, podría haber información valiosa de otros tiempos, pero eso no era lo que lo había atraído ahí, Keiichi intento percibir a su alrededor, que es lo que había percibido...

Intento usar las credenciales de Belldandy para tener permiso de acceso, pero fueron rechazadas. Esto lo intrigo. ¿Información que no estaba al alcance de Kamisama?. Tal ves el archivo era tan antiguo que no reconocía una identidad reciente entonces tuvo una idea.

Galileo asintió ante su pensamiento. Keiichi poseía una antigua identidad de alto nivel con password de acceso. Keiichi era un de los jueces.

Entonces Keiichi y Galileo separaron sus conciencias. Esto era algo que tenia que hacer Keiichi. Este se sintió desconcertado sin la guiá de Galileo, pero sabia pronto se recuperó.

Keiichi se acercó al punto de acceso del sistema, en su mente lo percibía como una gran puerta. No esta seguro que hacer así que la toco. Inmediatamente la puerta se activo y lo escaneo, entonces sintió que la puerta le decía: - Identificación de credenciales de acceso, aprobado. Solicito los password de acceso nivel 3 correspondientes-

Keiichi recordó los password que le habían dado al convertirlo en juez y entonces la compuerta se abrió.

Galileo le dijo.

- yo no puede entrar. No me lo permitirá. Pero acabo de sentir en otra parte del sistema los restos de mi proceso padre. Al parecer aun quedan fragmentos, intentare recuperarlos.

- Entonces esperar tu regreso- Y Keiichi entro al gran archivo.

Su conciencia se esparció por el lugar, era información de la época de los primeros nacidos, tomo fragmentos de aquí y allá para comprender lo que veía. Era de una época llena de maravillas y sueños, pero también había dolor y sufrimiento. Era muchísima información, no tenia tiempo de analizarla, y comenzó a absorber lo que le parecía mas relevante, entonces sintió un pensamiento.

- ¿Quién eres tu? ¿cómo es que tuviste autorización para entrar aquí?

Keiichi busco a su alrededor y percibió una imagen. Era un dios joven pero altivo, sus marcas era de alguien de muy alto nivel, pero eso no era lo que lo impresionaba. Había en el algo familiar, en su aspecto. Keiichi aspiro y entonces se dio cuenta. Le recordaba a Belldandy.

El dios se acercó y repitió su pregunta con impaciencia, No era alguien acostumbrado a esperar.

- responde ¿Quién eres? No eres un dios, tampoco pareces ser un demonio. ¿Qué eres tú?

Keiichi usualmente se hubiera sentido cohibido ante este dios que parecia ser una autoridad en este mundo, pero sus tono altanero lo hirio, por unos instantes Keiichi se habia sentido omniscente y la sensación aun lo embriaga. Ese hombre podría ser un dios, pero eso no justificaba que le hablara así, sin saber como, se encontró respondiendo en el mismo tono.

- Mi nombre es Keiichi Morisato, he su sido designado juez de dioses y demonios, ahora responderme. ¿quién eres y que relación tienes con Belldandy?

El dios no pudo evitar una exclamación de sorpresa.

- ¡Eres un mortal!. Tu eres el que ha seducido a mi hija. Tu te has atrevido a usar el titulo de juez. ¿Que clase de criatura eres?. ¿Cómo has logrado esto?.

Keiichi titubeo sorprendido...

- ¿El padre de Belldandy?. - Keiichi se sintió cohibido e impresionado. Ahora entendía el parecido con Belldandy. Trago saliva e intento cambiar la actitud y dijo con todo el respeto que pudo - Es un honor conocerlo. Yo no he seducido a su hija, ambos nos amamos. Yo daría mi vida por ella y estoy aquí porque temo que pueda sufrir algún daño, por eso necesito saber mas sobre los dioses.

El hombre se enfureció ante las palabras de Keiichi.

- Tu, ¿un mortal ? ¿Deseas robar los secretos de los dioses? Comienzo a recordarte de los recuerdos de Skuld, con razón desconfiaba de ti. No puedo permitir que sigas existiendo. Mucho de lo que ha pasado es consecuencia de tu relación con Belldandy, la haz cambiado y ella ha escapado de mi control. Por eso, voy a destruirte. Preparate.


Sentaro se estremeció ante la explosión, vio como la metralla de la bomba salia disparada en todas direcciones y provocando que detonaras otras bombas en sucesión. Estas no eran las bombas de las películas de acción que veía en televisivo que lo único que hacían era que la gente saltara por el aire. Kenji le había explicado su funcionamiento y el efecto de la metralla en un cuerpo humano. Entonces apretó los dientes para sobreponerse a su miedo, y recordó lo que estaban haciendo. Cada mina que hicieran explotar evitaría que esta pudiera dañar a un ser humano. Entonces su rostro dejo de reflejar el miedo y miro con decisión hacia el frente. Levanto la laptop que llevaba y examino las fotos que había en archivos, hasta que localizo otra mina y se la señalo a Shugahara.

El Dr Shugahara miro con orgullo al niño. Se daba cuenta como había controlado su miedo, a pesar de su corta edad. El niño tenia algo especial, con un poco de guiá seria alguien importante. Sentaro lo llamo y le señalo un pequeño promontorio y asintió. Tomo el pequeño cilindro, el arma de los primeros nacidos, apunto al promontorio y solo pensó. El cilindro se estiro rápidamente y al contacto con la tierra esta estallo y con ella se detono una mina mas. La primera vez que lo habían visto funcionar, Sentaro

Había comentado que parecía una espada láser de Star wars, pero pronto se dieron cuenta de que era algo mucho mas poderoso y mortal. Al contacto con la materia todos los enlaces atómicos se detenía, y la materia se desintegraba con violencia, pero no estaba diseñado para eso, su verdadero propósito era interferir con la magia de un dios, bloquearla y si llegaba a tocarlo, podría atravesar lo y romper su campo de contención, con ello tenia el poder de dar muerte a un dios. Pero no tenia pensado usarlo para eso. De momento el se imaginaba que su uso era mas como un escalpelo, removiendo tumores malignos. Sentaro señalo otro lugar y él volvió a activar el arma de nuevo otra mina exploto.

Entonces miro hacia el pueblo y con satisfacción vio que parecía un hormiguero al cual se había alborotado. Había actividad frenética por todas partes. Pero su sonrisa desapareció al notar que varios hombres arrastraban aun grupo de mujeres que lloraban. Cada una de ellas tenia algo amarrado a su cuerpo.

Sentaro le hablo, pero Kenji le hizo una señal para que se detuviera un momento. Examino una a una las mujeres que eran arrastradas, pero no veía lo que estaba buscando. Entonces vio que de un edificio de puertas solidas dos hombres sacaron arrastrando a una joven con ropas occidentales. Era ella.

Su corazón comenzó a acelerarse, de su plan dependían muchas vidas, no se perdonaría nunca si algo salia mal.

Vio que juntaban a las mujeres en el borde del pueblo, incluso a esa distancia escuchaba sus gritos y lamentos. Señalo a Sentaro a las mujeres y este entendió, tomo la laptop y comenzó buscar el mejor camino para llegar a ellas... Es decir el camino donde hubiera mas minas.

Entonces escucharon un zumbido irritado y vieron como un pequeño destello brillaba frente a ellos, luego algo cayo a suelo. Era una bala de alto calibre. Luego empezaron a apareces mas. Les estaban disparando, pero el campo protector del medalla los estaba defendiendo. Instintivamente Shugahara tomo el medallón que colgaba de su cuello y vio como brillaban los símbolos mágicos. Lo sujeto con firmeza y luego susurró. - Urd, gracias por esto.

Hizo una señal a Sentaro y comenzaron a caminar en dirección a las mujeres, detonando las minas mientras que una lluvia de balas caían sobre ellos. Hasta el momento parecía seguro, pero sabia qué Ghadril tenia razón de un solo medallón no habría sido suficiente.

Lentamente se aproximaron al lugar donde se encontraban las mujeres y escucharon una voz de mando. En ese momento cesaron todos los disparos y escucharon una voz.

- Alto ahí, ¿quiénes son ustedes? Si dan un paso mas, mataremos a los rehenes.

Vieron que un hombre barbado, de rostro cruel les hablaba. Escuchaban su voz claramente. Shugahara contesto.

- Han secuestrado a alguien muy importante para mi y han robado algo que ustedes no deben tener. No comprenden su poder.

El hombre se rió.

- El mundo nos ha dado la espalda y por ellos tomamos lo que necesitamos, y sabemos muy bien para que queremos ese poder. Pero ahora veo que ustedes poseen algo que también nos puede ayudar. Entréguense o comenzaremos a matar a las mujeres. Se que ustedes no soportan ver morir a una mujer

El hombre se rio de nuevo, parecía disfrutar de la perspectiva de matar a alguien. Entonces Shugahara dejo mostrar ira en su rostro ante la actitud del hombre y le dio indicaciones a Sentaro de avanzar.

Caminaron un poco mas y detonaron otra mina. El hombre le volvió a gritar.

- No me escucharon, no me creen capaz de matar.- Levantó su arma y el detonador para que los vieran. Cada una de esas mujeres tiene una bomba, una bomba que se activa con una clave distinta. Puedo hacerlas explotar una por una. Así que deténganse.

Shugahara dio un paso más y el hombre levanto el detonador dispuesto a usarlo. Entonces una voz femenina gritó. Era la joven.

- Alto no les hagas nada a ellas. Yo soy tu mas valioso rehén. - La joven se movió bruscamente y se soltó del hombre que la retenía, entonces corrió y se interpuso entre las mujeres y el hombre barbado.

Este dijo.

- ¿Te crees demasiado importante solo porque tú creaste esos cristales? Ninguna mujer vale tanto.

Entonces el hombre apunto su arma en dirección a ella, y sin decir nada mas comenzó a disparar sobre la joven dispuesto a vaciar todo su cargador mientras gritaba enloquecido.

Pronto el lugar se lleno de gritos.


Fin del capítulo XXXI