La orden de los Caballeros Mortales

Por Javier Delgado aka Elnauhual

Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa" de Kōsuke Fujishima.

Capitulo XXXVII

Teoría de la conspiración

Keiichi miró hacia el cielo estrellado. Alguna vez había leído que tal vez cuando uno miraba a alguna de esas estrellas, posiblemente alguien estaría mirando desde ahí en dirección a él, pero ahora sabia que en toda la vasta extensión del universo no había ese alguien y se estremeció como sintiendo esa inmensa soledad cósmica. En todo el universo sólo existían los seres humanos como una especie pensante, pero esa soledad se disipo rápidamente cuando una tibia mano tomo la suya y ante ese contacto su corazón se lleno de alegría. Sabía que mientras el viviera, su diosa estaría llenando su corazón.

La reunión había durado horas y Keiichi casi sin darse cuenta había tomado el papel de mediador e intérprete entre dioses, demonios y mortales, como si toda su experiencia previa de vivir con tres diosas (y una de ellas medio demonio) lo hubiera estado preparando para esto. Keiichi ahora se daba cuenta de que sin su intervención probablemente todo habría sido un desastre, pues tal era la diferencia de pensamiento entre los habitantes de los tres universos, pero al final todo había resultado mejor de lo que esperaba. Disponía aun de algunos minutos más antes de que Belldandy tuviera que regresara su universo, por ello ambos habían buscado un breve momento de intimidad de los jardines del templo. Ahora Keiichi tenía que digerir lo que había averiguado Belldandy sobre él.

Keiichi se sentía confuso, el saber que su existencia había sido planeada debería haberlo puesto furioso, pero también significaba algo, que su encuentro con Belldandy era parte de ese plan y que de alguna manera su amor estaba predestinado y por ello no podía menos que estar agradecido, sin importar las consecuencias a futuro, el conocer a Belldandy le daba un verdadero significado a su vida.

Keiichi tomo entonces entre sus manos las delicada manos de Belldandy y las oprimió contra su pecho, lo que le había dicho Belldandy le revelaba que él estaba destinado a ocupar un puesto importante en el destino de las tres razas, pero también que aceptar ese destino lo acercaría más a las pesadillas proféticas que atormentaba a su diosa. Percibió el miedo en su corazón pero ese miedo no le haría cambiar de ideas. Si su destino era morir destrozado lo aceptaría puesto que su vida no valía lo que la vida de millones de seres en tres universos. Belldandy no necesitó de palabras ni telepatía para saber lo que pensaba Keiichi.

- Keiichi San. Se que ya lo has decidido- susurró Belldandy con voz temblorosa- Seguirás adelante a pesar de todo.

- Lo que me has dicho confirma lo que ya sospechaba. Todo lo que está pasando es la razón por la que yo existo. Mi vida ha sido manipulada incluso desde antes de que yo existiera. Mis padres, mis abuelos, mis antepasados fueron seleccionados para encontrarse y con el tiempo la unión de sus genes produciría un ser humano especial, un ser humano capaz interactuar y comprender a dioses y demonios además de abrirse a la magia y todo con el fin de proteger al cielo, a tu mundo. Incluso si no estoy de acuerdo en la forma inhumana en que el software ADX manipuló nuestra vida, se que se me dio papel que no puedo rechazar, hay tanto en juego. Después de todo, ¿Que es la vida de un efímero mortal contra la vida de millones de dioses, demonios y mortales?

Alumbrados por la luz de las estrellas, Keiichi solo podía percibir la silueta de Belldandy, pero eso no le impidió saber que el rostro de la diosa estaba lleno de lágrimas. Extendió su mano para tocar el rostro de Belldandy y se estremeció, sintió el aura de magia que poseen las lágrimas de una diosa y que lo llenaron de confort. Con delicadeza tomo una de sus lagrimas entre sus dedos y la vio brillar, entonces sintió a través de ella los sentimientos de la diosa, había una profunda tristeza por lo que podía ocurrir, pero también pudo sentir que sentía orgullosa de él, por la decisión que había tomado. Cerró su mano como queriendo aprisionar a esa lagrima y su magia, era como una forma de comunión entre esos dos seres, y entonces la hermosa diosa le dijo:

- Creo que una de las razones por la que me enamore de ti fue porque siempre has puesto la vida de otros por encima de la tuya. No importa que yo esté dispuesta a dar mi vida o la de mi mundo por salvar la tuya, sé que es un sacrificio que rechazarías inmediatamente sin siquiera pensarlo, mi obsesión por tratar de protegerte me volvió ciega a los peligros que acechan a nuestros mundos. Keiichi, tú le has dado sentido a mi vida y me has enseñado lo que es correcto. - La diosa oprimió suavemente las manos del mortal - Keiichi, tengo miedo, nunca antes lo había sentido. Como todos los dioses siempre pensé que mis poderes y mis habilidades podían resolver todos los problemas y nuestra vida seria eterna, nunca antes dudé de un futuro que parecía claro. Pero ahora veo mis limitaciones y sé que tal vez no te pueda proteger. Keiichi, por favor, has todo lo posible por sobrevivir, mi vida es también tuya pues no podría vivir sin ti.

Keiichi se quedo sin palabras para responder así que acercó su mano al rostro de la diosa y le enjugo las lágrimas, después se acercó más a ella, ambos habían decidido que darían su vida por el otro e igualmente ambos sabían que tenían un deber que cumplir. Sus labios se unieron en un largo beso de despedida y entonces Belldandy se desvaneció. Keiichi sabía que ella había permanecido en la tierra más tiempo de lo que podía ser conveniente. Sintió un breve impacto de magia, y supo que Belldandy estaba ahora en el interior del templo abriendo el portal que la llevaría de regreso a su mundo y no sabía cuánto tiempo pasaría antes de que se pudieran ver o siquiera comunicar de nuevo.

Keiichi respiro profundamente, el aire frio le anunciaba que pronto llegaría el invierno pero sabía que el escalofrió que sentía no tenía que ver nada con el frio, Keiichi no podía saberlo, pero con la decisión que había tomado había dado el paso critico que convertía a un joven en un hombre.

...


El lugar era una oficina ricamente amueblada de algún ejecutivo de muy alto nivel. Un ostentoso escritorio de madera fina y ricamente tallado dominaba el lugar casi como si fuera un trono, detrás del escritorio había estante de caoba donde estaban exhibidos varios objetos antiguos, orfebrería y platería de gran valor, aunque de poca belleza y en la pared había cuadros de artistas cotizados. El lugar contaba además con una sala con mullidos sillones y un pequeño bar, pero no había duda que era una oficina, la gran pantalla en el escritorio, varios teléfonos y una caja de seguridad indicaban que era un lugar de trabajo, pero también un lugar para ostentar el poder. En ese momento el lugar estaba vacío y silencioso, pero la quietud fue rota por el leve sonido del picaporte de la puerta abriéndose lentamente. La puerta se entreabrió y por la rendija un ojo vigilante espío el lugar y satisfecho el examen la puerta se abrió bruscamente. Entró una joven que cerró la puerta inmediatamente... vestía con lo que parecía el uniforme de oficina de alguna gran corporación, su pelo dorado y su tez blanca sugerían a alguien de los países nórdicos, en la mano llevaba las ganzúas con las que había abierto la puerta. Su rostro se encontraba aun más pálido por el temor y sus manos temblaban visiblemente.

Miro a su alrededor y luego caminó hacia el escritorio, intentando hacer el menor ruido posible mientras examinaba todo. Los reportes de seguridad que había leído le decían que no había cámaras en ese lugar, puesto que la privacidad de su ocupante era muy importante para la compañía, pero podría haber algún otro tipo de sensor.

Finalmente llego al mullido sillón del escritorio y se sentó aliviada de no haber activado ninguna alarma. La pantalla de la computadora se despertó en cuanto ella toco las teclas, escribió una clave de acceso y el sistema de la compañía se desplegó ofreciendo un gran menú de información. Su rostro recobro un poco el color en cuanto se aseguró de que el password que había robado funcionaba. Había intentado usar otras terminales, pero el firewall de la red estaba programado para permitir acceso total solo desde esa máquina en especial. Sabía que se estaba arriesgando mucho, pero el ego del dueño de esa oficina era el único punto débil que había encontrado. La joven mostró estar en su elemento mientras sus dedos volaban por el teclado y poco a poco recobro su confianza, se notaba que sabía lo que buscaba, y pronto encontró la información que deseaba. Primero un reporte de movimientos extraños de la compañía de seguridad contratada por la empresa, también encontró algunas órdenes de entrada de materiales dirigidos a partes del edificio que se suponía no estaban en uso. En otro lado encontró un memorándum dando accesos de seguridad a varias personas ajenas a la empresa... nada que hubiera llamado la atención si no se sabía de antemano lo que buscaba.

Se petrifico al creer escuchar un ruido, pero fue una falsa alarma sin embargo eso no la tranquilizo. Tomó su bolsa de mano y busco en su interior. En su nerviosismo no lograba encontrar lo que buscaba y comenzó a arrojar el contenido en el escritorio, finalmente localizó una memoria USB que insertó en el puerto de la computadora, entonces comenzó a bajar la información que había localizado, no tenía tiempo de examinarla ahí. Mientras tanto entre contenido de su bolso se había desparramado en el escritorio, había un objeto plano envuelto en tela al que constantemente dirigía una mirada nerviosa. Aprovechando que la información estaba copiándose a la memoria se dispuso a regresar todos los objetos a su bolso, pero la joven quedo petrificada de nuevo al escuchar ruidos, esta vez no era una falsa alarma, realmente se escuchaban algo en la entrada...eran voces, era un hombre y una mujer que discutían.

Su rostro palideció, pero lucho por recuperarse, rápidamente sacó la memoria del puerto de la computadora y la guardó en su bolsa. Apresuradamente recogió los objetos desparramados en el escritorio arrojando todo al interior de la bolsa sin ningún orden, pero se detuvo al tomar el objeto envuelto en tela. Titubeo al verlo, en ese momento la puerta comenzó a abrirse... pero se detuvo, las voces subieron de tono, parecían estar discutiendo algo.

Sin pensarlo más la joven desenvolvió el objeto. Era un viejo medallón de madera con antigua runas talladas en su contorno, era muy antiguo y tenía una gran grieta que lo casi lo partía en dos, la joven tomo el medallón entre sus manos temblorosas y susurró...

- Por favor... funciona... solo por esta, ver funciona...- Luego la joven comenzó a hacer una invocación.

Ok fyr gefþu oss synþer órar, sem vér fyr gefom þeim er viþ oss hafa misgert !, ¡Ok fyr gefþu oss synþer órar, sem vér fyr gefom þeim er viþ oss hafa misgert !, ¡Ok fyr gefþu oss synþer órar, sem vér fyr gefom þeim er viþ oss hafa ...

El Medallón pareció despertar y emitió un brillo de manera irregular, como si le costara trabajo funcionar, la joven pareció entrar en un estado de trance y entonces el medallón lanzó un destello que rodeo a la joven y entonces esta desapareció, sin embargo en el mullido sillón aun estaba hundido, como si alguien estuviera sentado en el, luego la depresión desapareció y en la mullida alfombra se pudo ver la huella de unos pasos que se dirigían a un rincón de la oficina...

En ese momento la puerta se abrió por completo. Era el hombre de elegante traje que había participado en el interrogatorio del Dr Shugahara acompañado de la mujer que había pretendido ser doctora. Ella ya no tenía su bata blanca, sino un elegante traje sastre que resaltaba su atractiva y esbelta figura. La mujer habló con vehemencia.

- Insisto, déjenme hacerme cargo de él, tarde o temprano lo haré hablar.

- Ya tuviste tu oportunidad y te di demasiado tiempo, el hombre resultó mucho más resistente de lo que habíamos planeado, normalmente lo dejaría a tu cargo, pero creo que ahora es innecesario, el se ofreció a decirlo todo...

- ¿Y si solo están mintiendo para evitar más tortura ?... yo me asegurare de que diga la verdad

- Ese hombre parece una persona muy inteligente y sabe que nuestras amenazas no son en vano, estoy seguro que va a cooperar, no tiene apariencia de querer ser un héroe. Una vez que tengamos la información podrás tenerlo y torturarlo todo lo que quieras...

- ¿A pesar de su promesa de no hacerlo? - Sonrió retadora la mujer-

- ¡Ja ja ja ja! El pobre debe ser un soñador que aun confía en la gente. Será divertido ver su decepción al darse cuenta de que su vida ya está decidida. Pero ¿porque tanto interés en interrogarlo?

Como respuesta la mujer saco de su bolsa la pequeña caja metálica de Shugahara y la abrió mostrando su contenido.

- Hice algunos análisis de las substancias que hay aquí, son idénticas a algunas pociones que intenté reproducir basándome en los fragmentos que me dieron del libro de Urth, pero con una importante diferencia. Todas estas funcionan. Yo solo tuve éxito con algunas de ellas, y muchas ya han dejado de funcionar. Este hombre parece que descubrió algún secreto sobre esas pociones. Usted tiene razón en que el libro de Urth debe tener grandes secretos, pero de nada sirven si no los logramos hacerlos funcionar.

- ¿Entonces crees que toda la magia del libro es real? - pregunto el hombre emocionado- siempre pensamos que había más de fantasía que de realidad en las viejas leyendas, pero si realmente toda esa magia funciona podríamos tomar el control del mundo sin tener que usar métodos tan indirectos.

- Casi estoy segura, los escritos que el Dr Shugahara ha publicado sobre magia nórdica y sobre los medallones estaban muy cerca de la verdad, y tarde o temprano lo habría traído aquí para interrogarlo. Al parecer mis sospechas eran correctas, averigüe que ese hombre les ha vendido a algunos laboratorios medicinas que han resultado extraordinarias. Creo que fueron tomadas de otras partes que desconocemos del libro de Urth y que el logró hacer funcionar. Ese estúpido no sabe el poder que podría tener con lo que les ha dado. Tengo que arrancarle ese secreto, y entonces podremos tener más poder del que hemos soñado.

El rostro de la mujer estaba contorsionado por una mueca de ambición que hizo desvanecer su belleza, el hombre sonrió ante eso y puso en la mesa de su escritorio una laptop.

- El hombre afirma que aquí está el manuscrito completo de Urd con su traducción, estoy convencido de que dice la verdad. Prometió darnos el password, pero no pienso esperar, llamaré a un técnico para copiar el disco duro y extraer la información de una manera segura. Me emociona pensar que el libro de Urth finalmente estará en nuestras manos después de tantos años. Todas esas mujeres que secuestramos solo nos dieron fragmentos a pesar de todas las torturas que les aplicaste, y aun así, a pesar de ser solo fragmentos esas formulas nos dieron mucho poder. Pero tengamos paciencia, hemos trabajado en esto durante décadas, un par de horas no son nada, he convocado al círculo interno de la hermandad y se reunirá esta noche, juntos decidiremos sobre nuestro destino, hay que tener todo preparado...

La mujer hizo un gesto de disgusto:

- No entiendo porque tengo que soportar a esos pomposos y engreídos que tienes como asociados.

El hombre rio y sin decir nada tomó a la mujer por la cintura y le dio un salvaje y voluptuoso beso, pero cuando la mujer comenzó a corresponder el repentinamente se separó de ella y la arrojo contra un sillón con una violencia inusitada, la mujer se encogió de dolor y el hombre le dijo con voz despectiva.

- Mujer, no debes olvidar tu lugar, esos viejos hombres pomposos te dieron todo lo que posees. Te contratamos para reproducir esas pociones, y a cambio has obtenido poder, riqueza y te hemos permitido usar algo de magia para tu propio beneficio, pero no te engañes, lo que hemos hecho juntos no cambia tu posición en lo más mínimo, tu vida y tu cuerpo nos pertenecen.

El hombre se dio la vuelta ignorando por completo a la mujer, se arregló el traje para quedar de nuevo impecable, enderezó su corbata y se reviso las manos cuidadosamente manicuradas, luego miró brevemente y de manera despectiva a la mujer, quien no se había atrevido a moverse de donde había caído y seguía con la cabeza baja en señal de sumisión, el hombre luego hablo como si nada hubiera pasado.

- No llegues tarde a la junta o podrías lamentarlo. - Entonces cruzó la oficina y salió ignorando por completo a la mujer.

En cuanto se cerró la puerta la mujer cambió su la expresión de miedo por una de odio, lentamente se levanto del suelo y fue al pequeño bar, tomó un vaso y se sirvió una porción generosa de licor. Saboreo unos tragos y luego se acerco a un espejo en una pared. Puso el vaso en una mesita y saco de su bolso un estuche de maquillaje, pero al ver su rostro en el espejo lanzo una expresión de disgusto, se tocó el contorno de los ojos en donde se veían arrugas que hacia unas horas no estaban ahí, entonces observó su mano y la extendió lentamente, se notaba un ligero temblor en ella. La mujer lanzo una furiosa maldición y comenzó a buscar en el fondo de su bolso de donde saco un pequeño frasco de plata, lo agito y noto que ya quedaba poco, volvió a maldecir y dijo – Esos mezquinos bien podrían darme un poco mas de poción, pero solo unos pocos días más y podre fabricar toda la que quiera... - entonces tomó un gotero de su bolso, abrió el frasco y saco unas cuantas gotas de ahí que dejo caer en su boca. La mujer entonces respiro profundamente con un placer casi sexual que estremeció su cuerpo, luego miró a sus manos, el temblor había desaparecido, se miro al espejo y observo cómo su rostro parecía varios años más joven, sonrió y entonces procedió a maquillarse cuidadosamente, cuando estuvo satisfecha con su reflejo en el espejo guardó todo en su bolso y salió de la oficina con paso alegre.

Apenas salió, un ruido se escuchó en un rincón, la joven que estaba oculta súbitamente apareció y cayó al piso agotada. Su rostro mostraba el esfuerzo que había estado haciendo para mantener activo el hechizo que le había dado la invisibilidad, con el medallón dañado el esfuerzo era mucho mayor. La joven jadeaba por el cansancio y pasaron varios minutos antes de poder recuperar el aliento, y con gran esfuerzo se levanto, entonces miró hacia la puerta y susurro con odio...

- ¡Así que realmente fuiste tú la que acabaste con mis hermanas!, fuiste tú y has usado los secretos que nos arrancaste para alargar tu vida y eso tan solo para recibir algunas migajas de poder. Ahora tienes una víctima más a la que le quieres arrancar información. Prometo que será la última.

Finalmente pudo erguirse y la joven intentó recuperar la compostura, comenzó a arreglar su pelo y su ropa desarreglada, luego con cautela se acercó a la puerta en donde había un mirilla que permitía ver al exterior, se aseguró que no hubiera nadie afuera pero entonces vio la laptop que había en la mesa y titubeo... tomo una decisión, sacó la memoria USB de su bolso, la introdujo en la laptop y luego arranco a la laptop desde ahí usando sus propios programas. En la memoria tenía varias rutinas para introducirse al sistema y no le costó ningún trabajo entrar a la computadora, Shugahara estaba acostumbrado a compartir todos sus conocimientos, por lo que tenía una seguridad mínima. La joven abrió uno de los archivos y soltó un grito apagado... ante sus ojos apareció una reconstrucción digital de un antiguo manuscrito y al ver su contenido pudo reconocer una antigua poción mágica pero con algunas notas que nunca había leído antes y entonces lo supo... tenía que ser el manuscrito original de Urd... ¿de dónde lo podrían haber obtenido? La tradición registraba que había sido oculto en una biblioteca, pero nunca se había podido recuperar. Habían dicho que su prisionero poseía esa información ¿Quien podría ser?

La joven sintió un ataque de pánico. Se rumoreaba que en el manuscrito estaban asentados grandes conocimientos, algunos de ellos tan poderosos que por ello se había ocultarlo... si caía en las manos de esta gente, podrían tener poderes ilimitados que se decía podían rivalizar con el de los dioses.

Intento controlarse, procedió a copiar los archivos a su memoria, eran demasiado grandes... tal vez no cabria todo... además el tiempo se agotaba. El libro de Urth estaba a su alcance y tal vez no lo podía tomar... esperó hasta que la memoria estaba casi llena, tenía la mayor parte así que con resignación interrumpió la copia, luego localizo entre sus utilerías un programa de borrado disco de alto nivel... dudó, intento pensar en alguna manera de conservar la información que quedaba, pero no la había así que oprimió la tecla de Enter... El pequeño programa comenzó a sobrescribir una y otra vez una larga serie de ceros y unos en el disco duro para borrar completamente la información del disco duro... con resignación vio como la información comenzaba a ser borrada, cerró la laptop y con manos temblorosas tomo la memoria y la oculto en su cuerpo, luego salió apresuradamente de la oficina.

Avanzo por un pasillo y miro a una cámara de seguridad, se dio el lujo de sonreír, tenía aun algunos minutos antes de que se activara de nuevo. Había logrado que un equipo de mantenimiento apagara las cámaras para darle servicio al sistema, al mismo tiempo que había logrado que se enviaran a los guardias a vigilar un cargamento. Nadie había sospechado nada y estaba segura que si alguien descubría algo, preferiría ocultar ese error o podría perder su puesto. Avanzó con seguridad hacia un pasillo y se dirigió a un escritorio con una computadora en donde se sentó y comenzó a escribir apresuradamente. En ese momento una mujer de mediana edad se le acercó y le dijo.

- Perdió demasiado tiempo en el sanitario, debe ir al doctor, solo lleva más de unos días aquí y no podemos tolerar que desperdicie el tiempo solo por un problema estomacal.

La joven inclino la cabeza sumisamente y le dijo

- Le pido mil disculpas, no volverá a pasar, no sabe cuánto necesito este trabajo, para mi es cosa de vida o muerte. No debe preocuparse, ya me siento mucho mejor, pero por favor no me reporte.

La mujer sonrío, disfrutaba mucho del poder que tenia sobre sus empleados y la actitud de suplica de la joven la halagaba...

- Eso espero, y le tengo un trabajo extra que me debe agradecer. Me acaban de avisar que esta noche habrá una junta extraordinaria de directores y no tengo personal extra, por alguna razón mandaron a mucha gente a tomar cursos de capacitación en este día. Si cubre ese turno pasaré esto por alto. Solo tendrá que servir café y bocadillos, tengo prohibido llamar a alguien externo a la compañía por lo que usted tendrá que hacerlo

La joven tuvo que hacer muchos esfuerzos para reprimir una exclamación de sorpresa... y solo dijo humildemente.

- Le agradezco la oportunidad, lo haré con gusto.

La mujer se dio la vuelta... pero se detuvo y dudo, luego volteo a ver a la joven y le preguntó.

- Olvidé su nombre... Nunca le prestó atención a las novatas, usualmente no vale la pena...

- Gyrid – La mujer levanto sus cejas, no era un nombre común y eso le irritaba- mi nombre es Gyrid Admundsen.

- Esta bien."Giri", yo le avisare cuando se la hora...

La joven quiso protestar por la forma de decir su nombre, pero la mujer ya se había marchado así que continuo con a su trabajo, pero no podía dejar de tocar la bolsa de blusa... ya era bastante malo haber usado su nombre real, ahora sentía que debía salir de ahí en cuanto fuera posible... pero una reunión inesperada de la junta directiva era algo inusitado, y la posibilidad de acercarse no era algo para desdeñarse, incluso a costa de arriesgar su vida...

- Una cosa más- añadió la mujer que había regresado apresuradamente- Olvide decirle que en otras ocasiones las jóvenes que han hecho trabajos similares ya no han regresado, me dicen que si a la junta les gusta su trabajo, las transfieren a mejores puestos en otras de nuestras oficinas, así que actué bien y tal vez tenga suerte.

La mujer se alejo rápidamente, nunca pudo ve la palidez mortal que se apodero del rostro de Gyrid

...


Vincenzo D'Angelo se encontraba dormitando sentado frente a su escritorio. Desparramado en su sillón ejecutivo y con los pies en el escritorio no ofrecía un aspecto muy digno, pero esa era una de las ventajas de ser su propio jefe. Su rostro reflejaba agotamiento, pero también mostraba una placidez producto de la satisfacción por un trabajo bien hecho.

Antes que ninguna otra agencia de noticias él había revelado al público detalles desconocidos junto con una intrigante historia que prometía ser una de mayores noticias de la década. La misteriosa desaparición del Dr Shugahara solo había incrementado el interés del público. Afortunadamente había descubierto que en su pequeño círculo académico el sabio era una celebridad y sus colegas parecían dispuestos a compartir con el toda una serie de elogios e interesantes anécdotas, algunas de las cuales parecían material para alguna novela de aventuras: Pociones, lugares exóticos, tribus primitivas, chamanes, curanderos y una pequeña fortuna obtenida por el desarrollo de medicinas extraordinarias. Su interés por el hombre se había renovado al enterarse que una de las medicinas que el doctor había desarrollado había salvado la vida de su hija al curarla de una rara forma de cáncer. Su intención de convertir al etnobotánico en una gran celebridad era ahora mucho más grande.

Su reparador sueño fue súbitamente interrumpido, una voz lejana lo llamaba, pero no entendía nada, su agotamiento le impedía pensar. La voz familiar seguía hablando y finalmente reconoció que era su secretaria... Estaba tan agotado que tardó lo que parecía una eternidad en reaccionar, a pesar de las sacudidas que le daba.

- Sr Vincenzo, Sr Vincenzo, tiene una llamada importante, por favor despierte...

La voz se repetía muchas veces como un eco, finalmente Vincenzo despertó pero al darse cuenta de donde estaba gruñó...

- Di órdenes de que me dejaran dormir a menos que se fuera acabar el mundo...

La secretaria dio un respingo al escuchar eso y dijo

- Tiene una llamada de el Dr. Edoardo Amaldi, el director del CERN e insiste que es vital hablar con usted... dijo algo sobre el destino de la humanidad... y que depende de usted.

- ¿Del CERN? ¿El que está en Suiza? ¿Estas segura?.. ¿No le pediste que hablara más tarde?

- El insistió en que era muy urgente hablar con usted...

Las palabras de su secretaria lo terminaron de despertar... después de todo el no había dicho en serio lo del fin del mundo...

- ¿Dijo algo más?- pregunto intrigado, su curiosidad de periodista era mejor que el café para despertarlo.

La joven dudó antes de hablar, y añadió:

- Me dijo que era muy importante que se vieran y que por ello enviaría a alguien por usted y por lo que debía estar preparado.

-¿Qué? ¿Preparado? Yo no pienso ir a Ginebra en estos momentos...

Vincenzo no terminó de hablar... en ese momento comenzó a dudar de que estuviera despierto.

...


Hild se encontraba sentada en su trono y alrededor estaba desplegada una gran cantidad de información que leía con avidez, era tal su interés que incluso había olvidado mantener su cuidadosa pose de indiferencia que siempre usaba como escudo. Junto con ella estaban Walharen y Marler quienes tampoco podían dar crédito a lo que veían. Hild entonces se recargó contra su trono y con voz admirada pregunto:

- Walharen, ¿crees que esto es realmente posible? ¿Puede existir un proceso capaz de hacer algo así?

El demonio contesto emocionado, ni siquiera recordó añadir el "sama"

- Hace tiempo que sospechaba que ese proceso era especial, pero nunca logre encontrar información sobre el - el joven demonio abrió una consola de control de Nieghood y comenzó a examinar los procesos, después de unos minutos de búsqueda infructuosa dijo - Efectivamente ya no se encuentra en el sistema. No queda ni un rastro de él, no solo el proceso sino que también fue eliminado de los respaldos y de todas las librerías...

Marler pregunto...

- ¿Realmente es posible que ese proceso tenga la capacidad de manipularnos tal como dice Belldandy? ¿Todo este tiempo hemos sido una marioneta del cielo?

Walharen añadió.

- Descubrí ese proceso hace muchos años porque estaba teniendo accesos a sistemas de control muy sofisticados capaces de alterar la estructura del espacio. Nunca pude descubrir que estaba haciendo y mi jefe anterior no me dejo investigarlo, pero recuerdo que estaba usando recursos muy sustanciales. Así que mi respuesta es sí, creo que tenía esa capacidad, sin embargo creo que el cielo no tiene tampoco control sobre ese software.

Marler preguntó:

- No entiendo, si ese software estaba diseñado para proteger al cielo, ¿porque estaba en Nieghood y porque nos destruyó?

- Eso yo lo puedo contestar – Una profunda voz los interrumpió, Hild mostró irritación en su rostro y dijo.

- Wotan, no deberías hacer esperara a la gran Daimakaicho, en otros tiempos te habría hecho disfrutar de la hospitalidad de mis calabozos por tu tardanza, pero necesito a un experto de las épocas antiguas y ya no sobreviven muchos.

El viejo demonio inclino la cabeza en señal de respeto, pero añadió con inusitada familiaridad.

- Hild sama, desearía que me llamaras más seguido y no solo porque me necesitas. Hubo una época en que no necesitábamos ningún pretexto para vernos. - ante la sorpresa de Marler y Walharen, que esperan ver una violenta reacción, Hild suavizo su rostro y contestó.

- Estas hablando de épocas muy antiguas, son solo recuerdos que se deben quedar en eso, en recuerdos, pero sé que puedo confiar en ti, incluso cuando no siempre estés de acuerdo con mis acciones, En este momento necesito de tus conocimientos y de tu lealtad... aunque confieso que siempre me he preguntado algo.

- Mi señora Hild, ¿que desea preguntar? - En los ojos del viejo dios se vio un breve fuego de juventud

- Tú podrías estar en mi lugar, a todos has convencido de que solo eres un viejo estudioso amante de los cantos antiguos pero recuerdo un tiempo que tus poderes superaban a los míos y estoy segura que no han disminuido.

- El viejo demonio se planto frente a Hild, puso una rodilla en tierra e inclino la cabeza y añadió.

- Yo nunca tuve deseos de poder, en cambio tus tenias la capacidad de ser líder y dirigir a nuestro pueblo. No siempre he estado de acuerdo con la forma en que lo haces y en tus objetivos, pero creo que al final has mostrado tener la razón. Por eso preferí no llamar la atención para poder protegerte cuando haga falta, y para ello la imagen de un inofensivo académico amante de las canciones antiguas es lo mejor.

El cuerpo del demonio brillo y por unos instantes su figura cambio, ya no era un viejo barbudo y de amplio abdomen, sino un poderoso demonio de mirada altiva y serena. Hild sonrió y entreabrió sus labios de manera casi imperceptible, los humedeció con la lengua en un revelador gesto.

- Es una verdadera lástima, tal vez un día debamos recuperar esas memorias, pero tengo aun otra pregunta. ¿Nunca resentiste la existencia de Urd?

El demonio que había recobrado su aspecto de viejo suspiro levemente.

- Al contrario, es tu hija y habría deseado que confiaras en mí para protegerla en lugar de enviarla lejos. Eso es lo único que resiento de tus acciones, pero ahora es mi turno de preguntar...

Hild endureció brevemente su rostro, pero luego contesto.

- Solo una pregunta... por los viejos tiempos.

- ¿Dejaras vivir a estos jóvenes? Hubo un tiempo en que no hubieras tolerado que alguien más supiera de nuestro pasado.

Marler y Walharen palidecieron y miraron a Hild sin atreverse a decir algo... recordaron que habían estado hablando con Hild como su fueran iguales. Hild comenzó a reír... lo que solo aumento la palidez de los demonios.

- Si, los dejare vivir. He comenzado a apreciar lo valioso que es tener personas a tu alrededor en las que puedes confiar sin tener que inspirarles terror para hacerlas obedecer. Eso es algo por lo que siempre tuvimos diferencias, pero finalmente lo he comprendido. Estos dos jóvenes son muy valiosos para mi, les debo la vida, también hay otros jóvenes demonios en los que he aprendido a confiar.

Marler y Walharen respiraron aliviados y también confundidos por ese testimonio de Hild. Wotan levanto la mirada, y dijo con satisfacción.

- Hild, ¡realmente has cambiado!, me alegro mucho por ti. - luego añadió- Tal vez ese pasado aun pueda volver, pero por lo que alcance a escuchar hay asuntos más urgentes. Algo sospeché por la poca información que me diste, así que comencé buscar los registros más antiguos de nuestro pueblo, pero con Nieghood infectado tuve que usar métodos más lentos para recuperar esa información y que afortunadamente no está registrada en el sistema. Ahora sobre la pregunta que hizo esta joven. Dioses y demonios nos necesitamos mutuamente. Nuestros universos están en equilibrio, y aunque el equilibrio pueda alterarse hacia un lado o el otro, nunca debe romperse o nuestros universos pueden desaparecer. A pesar de nuestro odio mutuo estamos conectados a muchos niveles, tenemos un pasado común que no deberíamos negar ni ocultar...

Hild levantó una mano para callarlo.

- Ya has dicho demasiado, ese es un pasado que también los dioses han borrado de su memoria.

- Sin embargo si lo ignoramos estaremos en un mayor peligro. No lo olvides. Ahora necesitan saber todo lo que está pasando aquí.

Durante las siguientes horas que Hild, Wotan, Marler y Walharen estuvieron discutiendo y pasó algo que nunca había pasado en Hell. Nadie recordó el usar el Sama al dirigirse a Hild

...


Vincenzo se restregó los ojos y agito bruscamente la cabeza, por un momento pensó que seguía dormido, en medio de la oficina estaba materializándose la figura de una hermosa mujer vestida en una especie de uniforme y empuñado una extraña y estilizada hacha. Vincenzo tragó saliva ante la visión, la joven tenía una belleza sobrehumana y un porte señorial. Nunca había sido particularmente religioso, pero no pudo menos que pensar en que había algo de divino en esa aparición. En cuanto esa aparición se volvió completamente solida, la mujer lo volteo a ver y con una voz que no admitía discusión le dijo:

- Usted debe ser D'Angelo Vincenzo dueño y director de Global News Network. Tiene una cita importante que atender, por favor acompáñeme.

La joven se acerco a Vincenzo, este intentó incorporarse de golpe y por la sorpresa perdió el equilibrio cayendo de su asiento. Antes de que pudiera reaccionar, con una fuerza sobrehumana la mujer lo levanto como si fuera un bebe y lo puso sobre sus pies, entonces le dijo con una inusitada amabilidad.

- No se preocupe, no le quitaremos mucho tiempo- luego se dirigió a la secretaria- No necesitara preocuparse de nada, pronto le devolveré a su jefe. - Y añadió con una voz autoritaria que no admitía replica- ¡No debe hablar con nadie sobre esto!

La secretaria vio como un resplandor envolvía a Vincenzo y la mujer, para luego desaparecer... Atónita retrocedió hasta llegar a la puerta, y con mano temblorosa cerró la oficina. Tal vez era momento de tomarse el día libre... al parecer había estado trabajando demasiado.

...


El Dr Shugahara se entretenía mascando lentamente un trozo de pan mientras caminaba lentamente por su prisión. Al menos no se podía quejar de las condiciones, la comida era bastante decente, aunque parecía provenir de una cafetería de comida rápida, el cuarto estaba limpio, y la cama era decente. Había vivido en condiciones peores que esas, pero había muchas más cosas que llenaban su mente. De nuevo caminó otra vuelta por la habitación, la magia había curado sus heridas, pero aun se sentía entumido, posiblemente un efecto residual de las drogas que le habían dado.

Intentaba llegar a una conclusión pero tenía muy poca información. Esta gente conocía la magia que existía en los fragmentos del libro de Urth, pero lo que le desconcertaba que la aceptaran tan fácilmente, a él le había llevado muchos años plantear que todas esas pociones mágicas tenían un origen común y nunca había publicado nada al respecto, en cambio estos extraños parecía que lo daban por sentado e incluso lo reclamaban para ellos. ¿Podrían ser ellos los sobrevivientes de la hermandad creada por Urd? La idea le provoco un escalofrió. ¿Sería esta gente la que había estado alterando la historia de la humanidad? Shugahara se detuvo bruscamente. Urd había creado la hermandad para ayudar a la gente, y muchas de las intervenciones que había detectado en la historia realmente habían sido para bien, en cambio los que lo habían secuestrado parecían gente ambiciosa de poder, sin ningún respeto por la vida humana... Se rehusaba a creer que fueran la misma organización creada por Urd y que hubieran podido interferir de manera tan desinteresada en el pasado.

De detuvo bruscamente ante una idea: ¿Que pasaría si esta gente descubriera todos los secretos del libro de Urd? El se había ofrecido a entregarles el manuscrito, pues estaba consciente de que sin los ingredientes que él había logrado restaurar, la mayor parte les sería inútil, por eso no tenia objeción en que fuera publicado como un texto antiguo, incluso sus colaboradores no conocían todos los detalles ni el objetivo de esos compuestos. Pero... ¿si lograban averiguar lo del siguiente nivel de información y sus correcciones a las formulas de Urd? Esa información se encontraba en la computadora de su apartamento y por lo sensible de la información le había puesto cierta protección, pero sabía que un experto dedicado no tardaría en entrar. La idea le provoco escalofríos. ¿Un grupo de personas sin ningún escrúpulo descubriendo algunos de los secretos de los dioses? Sabía que algunas de las pociones de Urd era capaces de afectar a los mismos dioses... ese era un poder que ningún mortal debería conocer.

Shugahara comenzó a sentir un sudor frio conforme sentía al borde de un ataque de pánico. Había sobrevivido una sesión de tortura, pero no estaba seguro de poder resistir otra sesión con métodos menos benévolos.

Necesitaba pedir ayuda, ¿pero cómo? Sabía que el cuarto estaba vigilado, así que no había intentado escapar, sin saber en dónde estaba o como era el lugar, seria atrapado inmediatamente, además necesitaba tener acceso a su laptop y destruir toda la información en ella... Entonces tuvo una revelación... se acercó a la cama y se sentó lentamente. Tenía que pensar en el peor escenario posible. Ellos desconocían que hubiera un segundo nivel de información en el manuscrito de Urd, y solo el tenia la clave pasa su interpretación, afortunadamente nada de eso estaba en su laptop, pero si en la computadora de su departamento, sin embargo sabia que Galileo la protegería contra cualquier intruso. En cuanto al secreto de las pociones de Urd, ese compuesto isómero que había restaurado, sus colaboradores conocía su trabajo, pero nunca les había hablado de que su propósito eran las pociones mágicas pues estaba seguro que no le creerían. Entonces era imperativo que él no divulgara lo que sabía. Al mismo tiempo, Keiichi, los primates, la gente del CERN y todo lo que había estado planeando, podría continuar sin él, pero su existencia en manos de estas personas podría poner en peligro a la humanidad... ¡Su vida era un peligro! ... La conclusión lógica parecía inevitable y aceptarla le permitió recuperar la tranquilidad...

Entonces comenzó a examinar el cuarto con detenimiento. El ser humano es una criatura muy frágil y existen muchas de formas de interrumpir su existencia.

...


Hild se encontraba sola, meditando en su trono. La reunión había sido muy productiva y tenía en quien confiar, sin embargo había otro tema que le molestaba. Puso sus dedos sobre su frente y murmuro un hechizo de mnemotecnia. Frente ella se materializo una figura, era Keiichi, solo una proyección holografía que se encontraba inmóvil... un leve gesto y la figura hablo:

"- Hild-sama, No he tenido noticias de Urd, es muy importante que hable con ella, tengo graves noticias que darle."- La figura se volvió a congelar

Hild levanto una ceja y se acerco a la figura y murmuro - "Keiichi, ¿Que es lo que querías decir...?" - Extendió su mano y toco el rostro de la imagen... su magia era poderosa y podía extraer el pensamiento de esa grabación... entonces exclamo - ¡así que eso era!, en otro momento habrías hecho bien en temerme, pero tengo aun un contrato con ese hombre, y no me gusta tener deudas - Hild suspiro resignada - de todas maneras no creo que pueda retener a Urd mucho tiempo más. - Luego rio divertida – Creo que Urd podrá ser útil en la tierra, y además estará agradecida conmigo por enviarla de regreso para rescatar a ese mortal. Urd, eres afortunada de tenerme como madre...

...


El hombre del traje elegante entró a su oficina, tenía una expresión de fastidio, una alarma sonó en su teléfono celular, saco el aparato y con un gesto rápido apago el sonido y murmuro

- ¿Un visitante en mi oficina? Veamos quien es nuestro intruso.

Se sentó en su escritorio y puso su mano sobre una esquina de su escritorio y una luz la recorrió, luego una voz mecánica se escucho.

- Identificación aceptada, buenos días Sr Cromwell.

Un panel se desplazo en su escritorio y aparecieron varias pantallas. Era un sistema de seguridad mostrando varias vistas de la oficina.

Operó el sistema y pronto localiza la secuencia que había activado la alarma, y observo con cuidado las acciones de la joven mientras entraba al sistema de cómputo.

- Interesante, ¿Que es lo que buscas aquí? No pareces estar en busca de secretos industriales. - retrocedió la imagen y la congelo, luego acerco la cámara a una buena toma de la joven, las cámaras ocultas de alta definición habían cumplido muy bien su trabajo.

El hombre acciono la imagen y la transmitió a su computadora, en donde inicio una búsqueda del rostro. El sistema reporto que estaba realizando la búsqueda en las redes de seguridad de una docena de países: Bases de datos públicas, bases de datos de las policías del mundo, bases de datos de los servicios de espionaje de países que eran mutuamente enemigos. Esa simple búsqueda mostró que el hombre tenía en la punta de sus dedos acceso a información secreta de muy alto nivel, pero él no pensaba en ello, es como si fuera algo cotidiano...

No pasó más de un minuto cuando una de las bases de datos localizo algo...

- ¿Gyrid? Comento el hombre ligeramente sorprendido- Experta en sistemas de cómputo, algunas infracciones menores por acceder a redes de manera ilegal, sin domicilio fijo... y está trabajando- ¿aquí?- luego el hombre leyó otros informes que comenzaban a aparecer y entonces comenzó a reír divertido.

- Ni siquiera intentaste usar una identidad falsa. Pensaba que habíamos acabado con todas ustedes. - Toco la el rostro que tenía en la pantalla - Además eres atractiva, creo que podremos divertirnos mucho contigo.

Tomo el teléfono y marco:

- ¿Tiene una empleada nueva llamada Gyrid?... ¿si?... - escucho con atención las voz en el teléfono y añadió divertido-¿ella servirá el café y los bocadillos en la reunión? ¡Excelente! , por cierto, acabo de leer el curriculum de esa joven y me parece muy apropiado para un trabajo muy especial, no se sorprenda si no regresa a trabajar, tengo un mejor uso para ella.

Colgó el teléfono, luego marco otro número y hablo:

- Necesito que modifiques un poco tus preparativos... vas a tener a dos pacientes a los que tratar...

Satisfecho oprimió un botón y cerró el panel de su escritorio. No alcanzó a ver el final de la grabación, sin que él lo supiera, el pequeño programa de borrado en la laptop de Shugahara seguía trabajando.

...


Vincenzo miro a los ojos al Dr. Edoardo Amaldi y parpadeo, luego agito la cabeza bruscamente como intentando despertar. Miró a su alrededor buscando en donde sentarse pero no había espacio, el escritorio y las sillas estaban atascadas de libros y publicaciones científicas... el Dr Amaldi se dio cuenta y con una mirada de disculpa rápidamente tomo los libros que había una silla y los coloco en el suelo para que Vincenzo se pudieran sentar... Vincenzo no dijo nada, simplemente avanzo y se desplomo en la silla, meno la cabeza un buen rato y entonces hablo lentamente.

- Déjeme ver si entendí... ustedes están en contacto con dioses y demonios y planean dar a conocer la noticia a todo el mundo, pero me están pidiendo que deje de publicar una de las mejores noticias que he publicado en años, porque en este momento la humanidad aun no está lista para eso...

El Dr Amaldi sonrió beatíficamente, estaba muy consciente de que sonaba algo ridículo, pero sabía que tenía la evidencia de su parte.

Vincenzo miro detenidamente al Dr Amaldi, y luego a la oficina en donde estaba... no era lo que había esperado de la oficina del director del CERN... pero definitivamente el hombre realmente se parecía al Dr Amaldi, a quien había entrevistado en una ocasión y no tenía cara de lunático.

- Y ella- señalo a la hermosa joven de uniforme- es una diosa, una valquiria quien me tele-transporto desde mi oficina en Milán a - señalo a su alrededor- A Suiza, a la instalación científica más avanzada del mundo...

Amaldi solo una carcajada... su oficina era famosa por su desorden, pero al parecer su fama no había llegado hasta el editor de noticias de Global news...

- Supongo que esperaba que mi oficina estuviera llena de cacharros científicos, pero no se preocupe, le prometo un paseo VIP por nuestras instalaciones para convencerlo que estamos en el CERN, y efectivamente esta joven es una diosa, tengo algunos videos que su corresponsal en ese pueblo secuestrado por terroristas NO le transmitió...

- ¿Han hablado con Giorgio Vaglia?- exclamo sorprendido- Es inaudito que hayan interferido con su trabajo, ese material me pertenece...

- Efectivamente, le pertenece y eventualmente se lo devolveremos... pero no ahora. Déjeme mostrarle porque.

El Dr Amaldi volteo el monitor de su computadora en dirección a Vincenzo, y comenzó a reproducir una secuencia de video. Era la secuencia en donde Ghadril, pretendiendo ser Jenny Rossenthal había provocado una explosión en el desierto. Unos minutos después un asombrado Vincenzo miraba al Dr Amaldi. Este sin decir una palabra, abrió el cajón de su escritorio y saco una botella de licor... una botella nueva. La abrió y se la ofreció a Vincenzo mientras explicaba:

- Esta joven provoco esa explosión usando sus poderes. Sé que suena increíble, yo también dude de toda la historia, pero ante las pruebas que se me ofrecieron tuve que aceptarlo. Dioses y demonios han tenido contacto con nuestro mundo durante más tiempo que la humanidad tiene de existir, en realidad no son los seres de nuestras mitologías, sino seres tan avanzados que solo los podemos llamar "dioses". Como científicos estamos comprometidos a nunca ocultar la verdad, y por ello comenzamos a planear como educar a la humanidad para que lo aceptara. Pero hace unas horas nos acabamos de enterar de algo aun más increíble. Los universos de los dioses y demonios están en peligro y también el nuestro. Tal vez los humanos tengamos un papel que jugar en esto, por eso eventualmente el mundo debe conocer todo eso, ahora es más apremiante que sepan la verdad, pero el problema continua. Si simplemente lo publicamos es muy probable que nuestra sociedad vaya a colapsar. La mayoría de la gente no está preparada para emprenderlo. Conozco su trabajo, sé que es una persona honesta y capaz, tanto que si siguiera investigando por el camino que va , podría haber descubierto más de lo que quisiéramos sobre todo esto y publicarlo sin saber las consecuencias. Por eso lo deseamos tener de nuestra parte...

Vincenzo sintió que las piernas le temblaban... ¿si todo eso fuera cierto?... miro la botella que se le ofrecía y se la arrebato... tomo varios tragos y luego preguntó...

- ¿Y si acepto suspender mi investigación y no publicar todo lo que he descubierto?... ¿Qué obtendré a cambio?

Dr Amaldi sonrió, había logrado picar la curiosidad del hombre.

- Hace unas horas se celebró una alianza entre humanos, demonios y dioses, esto será el suceso más importante de la historia de la humanidad... y nos dimos cuenta que alguien tiene que documentar todo lo que está pasando. Usted es un periodista que siempre ha sido imparcial, creemos que usted es la persona adecuada para ello. Por supuesto tendrá el pequeño beneficio de que su nombre pasara a la historia y no será solo testigo, tal vez ayude a escribirla. Yo aun no estoy completamente convencido, pero algunas mentes mejores que yo piensan que realmente es posible que la humanidad aprenda a ver al universo de otra manera y acepte lo que está pasando.

Vincenzo se quedo petrificado... luego tomo un largo trago de la botella ante de devolvérsela a el Dr Amaldi y añadió lentamente...

- No se ofenda, no hay manera en que pudiera rehusar una oferta así... pero creo que quisiera un poco mas de evidencia que solo sus palabras.

- Por supuesto, lo entiendo, también a mi me costó mucho trabajo aceptarlo, y creo que la mejor manera es conocer al joven con el que comenzó todo. Su nombre es Keiichi Morisato y se encuentra en Japón, debe entrevistarlo y escuchar su historia...

- ¿Japón? Yo no pienso ir a Jap...

Si que se diera cuenta Ghadril se había colocado detrás del, y en el momento en que toco su hombro ambos desaparecieron...

El Dr Amaldi se quedo mirando al asiento vacío, tomo la botella y con ella hizo un saludo al asiento vacío:

- A tu salud amigo, bienvenido al club y que vivas tiempos interesantes.

...


Tomo un largo sorbo de la botella, luego se levanto y salió de su oficina, aun quedaban muchos problemas por resolver, pero al menos este era uno del que no tendría que preocuparse.

Gyrid se encontraba en la cocina del comedor de empleados. En ese momento su trabajo consistía en supervisar que los bocadillos, el café y otros insumos estuvieran listos para la reunión de la noche. La palidez en su rostro debía ser evidente, uno de los empleados se le acerco y le dijo.

- ¿Se siente bien? Tal vez debería solicitar a alguien más que haga este trabajo, debería ir al médico, escuche que estaba enferma.

- Esta bien, solo necesito descansar un poco, he estado enferma, pero esta es una ocasión excelente para obtener un ascenso.

El empleado la miro con preocupación...

- Yo que usted no me alegraría. Se nos ha dicho que algunas de las jóvenes que han hecho esto son ascendidas, pero la realidad es que nunca las hemos vuelto a ver.- Luego se le acerco a Gyrid y susurro – Una de ellas era mi amiga, después de eso nunca supimos de ella. Su familia amenazo con denunciar, pero luego recibieron una gran cantidad de dinero y llego una persona que decía que era del gobierno y les dijo que por su seguridad no deberían insistir. Por favor cuídese.

Gyrid miró al joven empleado, veía el temor en su rostro y le susurró.

-¿No denunció su desaparición?

- ¿a quién? Esta gente está muy conectada con las agencias de gobierno. Siempre han pasado cosas extrañas por aquí, y no quiero involucrarme.

- ¿cosas extrañas? ¿Como que tipo de cosas?

El joven miro a su alrededor, intento alejarse, pero Gyrid lo tomo de la mano y con rostro angustiado le dijo...

- Por favor no se vaya, dígame que cosas están pasando.

El joven se detuvo y vio su rostro angustiado, no quería ponerla en peligro, pero tampoco podía ignorar sus suplicas.

- yo... puede ser peligroso, pero hemos estado enviando comida a el sótano 5, donde se supone que todo está en construcción. Me tocó llevar el carro con comida a un sitio muy vigilado, es una persona que parece estar prisionero. No es la primera vez que sucede, hace un año había una mujer ahí, estuvo casi una semana y la última vez que le lleve comida alcance a escuchar terribles gritos de dolor y luego no la volví a ver. Me amenazaron para que no dijera nada. No quiero volver a escuchar algo así, tengo miedo de volver a bajar.

Gyrid mordió sus labios, ella no era una espía, solo era una joven que había querido aprender a curar y ayudar a la gente. Todo esto la rebasaba... pero... el joven había mencionado a una mujer. Hacia un año su maestra en la hermandad había desaparecido... ¿Podría ser ella? Y ahora un hombre estaba prisionero ahí mismo.

- ¿No sabe quien sea ese hombre?

- Escuché a un guardia mencionar su nombre, pero no lo entendí, es japonés, algo así como "suggar ken..."

-¿Suggar? - la joven sintió un vuelvo en el corazón, ¿Podría ser Shugahara Kenji? ¿El que había escrito sobre el medallón y la magia antigua?- ¿ sonaba algo así com Shugahara Kenji?

- Si, ese era el nombre - Gyrid se sintió desmayar y el joven pregunto preocupado- ¿Se encuentra bien?, ¿conoce a ese hombre?

- Lo siento, déjeme sentarme, me siento débil, no lo conozco personalmente, pero he leído todos sus libros. Es un sabio que.. - Gyrid se contuvo y luego la resolución brillo en sus ojos- Por favor, la próxima vez que tenga que enviar comida... yo iré en su lugar, necesito ver a ese hombre.

- No, eso sería peligroso... pero tampoco quiero ir. Y si me descubren

- Solo dígales que estaba ocupado, y que ya me habían asignado a llevar comida... por favor es muy importante.

El joven empleado tembló de de indecisión, y luego asintió lentamente.

...


Belldandy se encontraba sentada junto a una cama elegantemente tallada. Ahí yacía Skuld, quien parecía profundamente dormida en un reparador sueño. Belldandy le sostenía una mano mientras con la otra acariciaba su rostro y le hablaba.

- Discúlpame querida hermana por no estar antes contigo, pronto estarás bien y aquí no corres ningún peligro. Solo necesitas descansar.

Un dios con los símbolos de la casta de los sanadores se le acerco suavemente, con un cierto temor reverencial al saber que estaba ante el ser más poderoso de su universo, un ser que se decía había actuado sin piedad en contra de los infectados... y sin embargo en ese momento parecía la más dulce de las diosas. ¿Sería posible que de un momento a otro se transformara en ese ser sin piedad que le habían reportado?

Belldandy sintió su presencia y su miedo. Suspiro con resignación y preguntó:

- ¿Por qué no me reportaron antes sobre estado?

El dios tembló visiblemente y contestó

- Cuando la encontramos sin sentido pensamos que era la locura y pensé que si se sabía que la hermana de Kamisama estaba infectada podía haber pánico, y por eso no lo reporte, en cambio intente contactarme con usted, pero creo que mi nivel se seguridad no es suficiente, nunca recibí confirmación de mis mensajes.

Belldandy asintió con la cabeza, reconocía que el dios tenía razón. Había hecho bien en no hacer público el estado de Skuld y seguramente los burócratas no consideraron que los mensajes de un sanador común fuera de importancia.

- Cuando finalmente pude examinarla descubrí que no era la locura – El dios toco un símbolo en la cabecera del lecho y sobre Skuld apareció un complejo gráfico. - Descubrí que ella fue atacada y poseída por una entidad. Afortunadamente no hay daños irreparables pero son profundos y llevaran tiempo sanarlos, especialmente que ahora no podemos disponer de todas las funciones de Yggdrasil, pero lo que me convenció de no llevar esto a fuentes oficiales, fue descubrir la identidad del atacante, el canciller Tyr y el es...

Belldandy lo interrumpió con un gesto:

-... es nuestro padre y lleva mucho tiempo de muerto... entiendo. - volteo a ver al nervioso dios, lo miro a los ojo y con una sonrisa que lo desarmo le dijo- Gracias, haz hecho bien, pero debo de confesar que me sorprende tu iniciativa, especialmente con un asunto de tan grandes consecuencias. Cuando Othala me contactó diciendo que Skuld estaba en sus aposentos me tomó por sorpresa.

El dios sonrió de una manera nerviosa y con voz triste dijo...

- Ya me lo han dicho antes, que debería pensar menos y concentrarme en mi trabajo pero no puedo evitarlo. No podía dejar de hacer algo, por eso recurrí a Othala en busca de un consejo. Ella es una vieja amiga de la familia y me aconsejo no hacer esto público, con su estatus de Valquiria logró que nos permitieran sacarla de la casa de sanación. Usualmente hubiera sido imposible pero como están saturados, me lo agradecieron. Después Othala se ofreció a informarle a usted, Belldandy-sama

Mientras el dios hablaba, Belldandy cerró un momento los ojos e ingresó a la base de datos buscando información sobre ese joven dios. Contenía numerosos reportes y sanciones por no seguir los procedimientos y las formas de pensar establecidos, por cuestionar la autoridad y las tradiciones, a pesar de ser brillante le habían negado varias promociones a mejores puestos. Belldandy meditó un momento. El vivir entre los mortales le había permitido ver desde otro punto de vista su propia sociedad. Su mundo había se consideraba a sí mismo como perfecto y rechazaba toda forma de cambio, se había convertido en una sociedad estancada. Luego miro a los gráficos que flotaban sobre Skuld. El joven dios había realizado un excelente trabajo, la joven diosa estaba complemente fuera de peligro, pero aun no completamente restablecida.

- Tu tratamiento fue adecuado, solo falta un poco más pero no tienes acceso a los recursos adecuados.-

La diosa toco la mano de la niña y comenzó a cantar un hechizo curativo. Su cuerpo emitió un suave fulgor dorado conforme sus poderes como Kamisama fluían con todo su poder curativo. Belldandy penetró en la mente de la niña y reparó los recuerdos dañados, corrigió algunos e incluso añadió otros para evitar inconsistencias. No pudo menos que darse cuenta de que esta vez sentía menos escrúpulos en hacerlo que con Myr, ella solo deseaba que Skuld se sintiera bien. Solo tardó unos instantes, y pronto en el rostro de Skuld apareció una leve sonrisa...

El joven sanador observo maravillado el poder curativo de un dios mayor, en un par de minutos había logrado algo que a él le hubiera tomado muchas semanas incluso contando con los recursos adecuados. Cuando la diosa termino, tocó los controles en el lecho y observo como la pequeña diosa se encontraba en perfecto estado, solo dormiría unas horas más y despertaría perfectamente bien, pero también tuvo miedo. La diosa había hecho cambios en la mente de la joven que podrían ser considerados como cuestionables. Belldandy notó su inquietud y lo trato de tranquilizar.

- Haz actuado bien, necesito gente como tú. Tu iniciativa hace mucha falta para luchar contra la locura, he visto el trabajo de nuestros sabios y ellos solo buscan soluciones en el pasado, no intentan pensar por su cuenta.

Belldandy se levanto y toco al dios en la frente... las marcas del dios desaparecieron y aparecieron nuevas, reflejando su nueva posición, y sus nuevos poderes.

- Con esto no tendrás problemas para contactarme. Pero también tendrás nuevas responsabilidades.

El dios se toco sus nuevas marcas... y abrió la boca con sorpresa, Belldandy lo había elevado al nivel del alto consejo de sanadores.

- Mi diosa, esto es demasiado, no merezco algo así...

Belldandy sonrió.

- Cierto, aun no lo mereces, pero sé que lo harás, entre tus nuevas obligaciones estarás a cargo de la investigación para luchar contra la locura

- Pero no sé nada sobre eso y el alto consejo de sanadores dice que es impo...

Belldandy lo hizo callar con un gesto, extendió la mano y materializo un cristal de información que se lo entrego al joven dios.

- El alto consejo de sanadores ignoró este reporte enviado desde Hell en donde se detalla la cura que ellos desarrollaron. No solo esto, estoy convencida de que incluso si lo leen no van a querer usarla así que necesito que la estudies y desarrolles nuestra propia cura, basada en nuestra propia magia y no la de Hell. Solo así los dioses aceptaran usarla. Sé que tu eres capaz de ir en contra de las tradiciones con tal de lograr una solución, se que lo lograras. Tendrás todos los recursos que quieras, además deberás contactar directamente a los sabios de Hell para obtener más información, para ello he incluido en tu nombramiento el acceso a los protocolos de seguridad adecuados. Contacta directamente con Wotan, también deberás contactar con los sabios mortales que trabajan con ellos.

El dios puso una rodilla en tierra y dijo.

- Mi diosa, trabajare arduamente para lograr lo que desea.- luego hablo pensando en voz alta- Pero ¿contactar con los sabios de Hell? Se dicen tantas cosas sobre ellos, dicen que son traicioneros y que nunca debemos creer en lo que nos dicen. ¿No será una trampa? Además no creo que los más grandes sabios de la tierra puedan estar a nuestro nivel...

Belldandy lo interrumpió con un gesto de impaciencia.

- Debes confiar en ellos, y comunicares todos los resultados de tu trabajo... La cura que ellos desarrollaron es muy lenta y si logras descubrir una forma de acelerarla se los debes comunicar. Ese fue el trato que hice con Hild.

El dios palideció y murmuró.

- ¿Un trato con Hild? La mas traicionera de todos los seres...

Belldandy lo ignoro y siguió hablando.

- Solo una cosa, en cuando Skuld despierte, debes enviarla al mundo mortal. Yo me comunicare con ella. Espero tener pronto noticias sobre la cura.

La diosa entonces desapareció, no pudo ver como el dios se estremecía de miedo.- ¿Entrar en contacto con los demonios? ¿Usar una cura desarrollada por ellos? Algo no estaba bien con la poderosa diosa...

...


El Dr Shugahara se encontraba sentado en el camastro, aparentemente estaba inmóvil, en una actitud fatalista, pero en realidad solo intentaba ocultar una mano de la vista de la cámara. En ella tenía una pequeña lámina de metal que había logrado arrancar de la cama, y que ahora tallaba contra el marco de esta. Adelante y atrás, adelante y atrás, en cada roce la pequeña lamina adquiría un poco de filo. Shugahara se detuvo un momento para sentir el filo, ya faltaba poco. El trozo de lámina sería fácil de ocultar en la palma de su mano, con suficiente filo un corte rápido en la yugular terminaría con su vida en cuestión de segundos. Esperaría hasta el último momento, pero el tener control sobre su propia vida lo hacía sentirse mejor.

Keiichi se encontraba sentado en el jardín de templo. En estos días había comenzado a apreciar ese lugar donde la magia de las Valquirias aun se podía sentir, era sorprendente que un lugar construido por diosas guerreras pudiera traer tanta paz.

Tomó un sorbo de té, después de muchas pruebas había logrado reproducir una de las mezclas de Belldandy y con ello lograba sentir su presencia. El joven tenía mucho que pensar, la entrevista con Vincenzo había resultado más indolora de lo que había imaginado, más aun, podía decir que había resultado placentera. El hombre era todo un profesional y con una docena de preguntas adecuadas en los momentos adecuados lo había hecho hablar de una manera tan abierta que el mismo se sorprendía. ¿Sería alguna habilidad especial? Lo importante es que esas preguntas lo habían puesto a pensar en el futuro. Hasta ahora se había dejado arrastrar por Shugahara, pero ahora ante la posibilidad de que no lo pudieran encontrar el tenía que tomar la iniciativa. Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz.

- Keiichi- san, ¿puedo sentarme aquí?

- Adelante Sentaro kun, ¿terminó tu entrevista? ¿Quién será su próxima víctima?

- Creo que estaba por entrevistar a Miss Jenny pues todos sus intentos de hacer hablar a Ghadril han sido infructuosos.

Keiichi rio ante la imagen de Ghadril en una entrevista periodística.

- Apuesto a que termina por convencer incluso a Ghadril, ese hombre es muy persuasivo...- pero Keiichi veía claramente que Sentaro no venía a hablar del periodista. Movía sus manos nerviosas y esquivaba su mirada, Keiichi no necesitaba preguntar- ¿Extrañas a Skuld? Debo confesar que a pesar de todo este lugar está demasiado tranquilo sin ella, Belldandy no me dijo nada sobre cuándo va a regresar, pero estoy seguro que todo está bien. Actualmente sigue siendo difícil comunicarse con el cielo, pero Belldandy me dijo que Skuld realizo un gran trabajo para ayudar a restaurar el sistema y que pronto su trabajo terminará. Tengo el presentimiento de que en poco tiempo ella estará de vuelta.

La cara del niño de iluminó, pero no por eso pudo hablar mejor.

- Yo... cuando regrese Skuld... yo quisiera... no se... si me pudiera... un consejo...

Keiichi no pudo evitar reír, Belldandy le había provocado el mismo efecto y solo el tiempo y la comprensión de Belldandy le habían permitido ir más allá, tal vez el pudiera hacer el proceso un poco menos difícil para Sentaro.

- Ven, siéntate conmigo, tenemos muchas cosas de que hablar, pero algo te puede decir de antemano... cuando regrese Skuld, nada de lo que pase va a estar bajo tu control y eso no tiene que ver con que ella sea una diosa.

...


Shugahara escucho voces y procuro ocultar la afilada laminilla en la palma de su mano. Escucho el ya familiar sonido del carrito donde traían la comida, pero al parecer algo estaba mal, oyó una breve pero acalorada discusión, después de un par de minutos, en los que al parecer el guardia estaba consultando por radio, la puerta de la habitación se abrió.

Shugahara no pudo evitar una exclamación de sorpresa. En lugar del hombre usual esta vez era una joven. Ella era alta y esbelta, pero lo que le impresiono mas era la blancura de su piel que por alguna razón lo hizo pensar en las tierras nórdicas. La joven parecía muy asustada, pero al encontrarse con su mirada pareció querer decirle algo, ella lo miraba con esa expresión de cuando uno conoce a una persona, pero no estaba segura de su identidad. El guardia le hablo bruscamente, impaciente por su titubeo y le ordeno que se apresurada a servir la comida. El Dr Shugahara sonrió al observar que de nuevo no habían incluido cubiertos, ni siquiera de plástico y toda la comida venia en platos desechables. Al parecer sospechaban que podía intentar hacer algo... su sonrisa se congelo al pensar que tal vez ya habían tenido una experiencia con alguno de sus prisioneros previos.

La joven puso la comida en la mesita había junto a la cama y luego ante las ordenes del guardia se replegó hacia la pared. Al igual que las veces anteriores, el guardia lo vigilaría mientras comía y luego retirarían todo. Shugahara suspiro resignado, se sentó y procedió a comer, mientras tanto aprovechó para examinar a la joven que estaba detrás del guardia, sentía que había algo extraño. Entonces observó que lentamente la joven, para no llamar la atención del guardia, sacaba algo envuelto en tela y despacio la abrió para mostrar su contenido. El corazón del Dr Shugahara salto... ¡Era el medallón de la hermandad de Urd!..

Apenas pudo reprimir un grito, miró a la joven y asintió tratando de que el guardia no se diera cuenta, luego tuvo una idea, juntó las manos sacudiéndose unas migajas imaginarias y trazo en el aire un símbolo, era "Uruz", la antigua runa que representa el nombre de Urd. La joven abrió los ojos asombrada y asintió. Shugahara sintió que recuperaba las esperanzas, tal vez pudiera lograr que ella se comunicara con alguien, un mensaje que Galileo pudiera interceptar y...

En ese momento la puerta se abrió bruscamente, el hombre del traje elegante irrumpió en la habitación y con violencia agarro a la joven del pelo gritando.

- ¡En donde tienes la información que robaste!

Shugahara sintió hervir la sangre ante la violencia del hombre y el lanzo contra él pero el guardia lo detuvo y lo golpeo en el estomago, se desplomo en el piso sin aliento y el guardia lo inmovilizo, intentó liberarse pero era inútil, tuvo que ver la escena impotente para actuar.

La joven se retorcía tratando de liberarse pero en respuesta el hombre le lanzo un golpe salvaje contra la cabeza y ella quedo atontada gimiendo de dolor, sin soltarla el hombre comenzó a palpar su cuerpo buscando hasta que sintió algo en su pecho, lanzo una exclamación salvaje y con un movimiento brusco le arranco la blusa, la pequeña memoria USB cayó al piso. El hombre arrojo a la joven a un lado y la recogió.

En cuanto tuvo la memoria en sus manos su rostro recobro la serenidad, con afectación se arreglo su traje y el pelo, luego con desprecio miró a la joven que se encontraba en el piso llorando.

- Parece que me has ahorrado el trabajo de sacar la información de la computadora. Ya sabré como agradecerte por esto... hacía tiempo que no teníamos a alguien de la hermandad en nuestras manos, recibirás un trato muy especial.

Lanzo una risa desagradable, hizo una señal al guardia y este soltó a Shugahara. Entonces el hombre tan súbitamente como había entrado se marcho con el guardia detrás del.

En cuanto Shugahara quedo libre, hizo un gran esfuerzo por levantarse, aun estaba atontado por el golpe, dando traspiés se acercó a la joven que temblaba aterrorizada. Se quitó su saco y con delicadeza la cubrió. La joven reaccionó lentamente, sus ojos estaba inundados de lagrimas, luego al encontrarse con los ojos de Shugahara se levantó y lo abrazó, como buscando protección. Shugahara se sobresalto, pero entonces notó algo, la joven no había soltado el envoltorio con el medallón... Miro hacia la cámara de vigilancia y luego giro el cuerpo para ocultar el medallón de su vista, con delicadeza buscó la mano de la joven y tomó el medallón, ella lo soltó si ninguna protesta... con sorpresa notó que no era su medallón, estaba muy maltratado y también estaba roto, el desaliento lo invadió, posiblemente ya no tuviera ninguna magia y no le serviría para escapar de ahí. ¿Pero donde lo podría haber obtenido esa joven? ¿Sería realmente alguien de la hermandad de Urd?

La joven dejo de sollozar, y lo miro a los ojos, sus labios temblaba y parecía querer decirle algo, se mordió los labios y finalmente le susurro con un tono de desesperación en su voz:

- Por favor no dejen que me torturen, tengo secretos que ellos no deben conocer. Prefiero morir antes que ser torturada...

Sus palabras tomaron a Shugahara por sorpresa, intentó pensar en algo, el medallón estaba roto y sabía que posiblemente no serviría para hacer magia. Sintió una cólera contra quienes lo tenían prisionero y sujetó con fuerza el medallón, entonces percibió algo, ¡Aun poseía un poco de magia! No podría usarlo para generar un escudo de protección como lo había hecho con los terroristas, pero tal vez podría servir para enviar un mensaje, sin embargo no podría saber si este llegaba a su destino. Cerró su otra mano, donde tenía el trozo de afilada lamina y al sentirla se estremeció.

En una mano tenía una pequeña esperanza de vida, en la otra mano tenía la certeza de librarlos a ambos de la tortura, si hubiera estado solo su mente lógica le decía que debería escoger la certeza, pero ahora pensaba si sería capaz de tomar una vida que no fuera la suya...

En sus manos tenia poder de vida y muerte. ¿Qué camino debería tomar?


Fin de Capitulo XXXVI