La orden de los Caballeros Mortales
Por Javier Delgado R.
Fan fiction, inspirado en "Oh mi diosa" de Kōsuke Fujishima.
Un intruso en Hell.
Capítulo XLIII
El antiguo dios estaba indignado. Incluso con su actual acceso limitado a Yggdrasil podía saber que lo que hacían y pensaban los dioses, todos sus intentos de censurar la información habían fallado. En la mente de los habitantes del cielo había un tema que dominaba a todos: Belldandy.
Técnicas de control que en otras ocasiones habían resultado infalibles ahora resultaron inútiles. No solo la censura, sino el intento de diseminar información falsa también falló, esta había sido rápidamente había identificada y desechada. De alguna manera la verdad estaba siendo difundida, incluso registros que deberían ser secreto máximo estaban siendo develados y ahora las hazañas de la diosa eran conocidas por todos.
En el pasado le había sido muy fácil suprimir ideas inconvenientes, su poder le había permitido incluso alterar la mente y sembrar recuerdos falsos entre los dioses, pero ahora ya no tenía ese poder. No solo había quedado terriblemente debilitado después del atentado, sino que tampoco podía recargarse usando la energía de Yggdrasil pues no podría correr el riesgo de infectarse con la locura. Sabía que ni siquiera sus códigos divinos de alto nivel que lo protegían con la encriptación del más alto nivel lo mantendrían a salvo del extraño virus.
Su irritación era aún mayor al darse cuenta de que debido a sus intentos de censura había surgido como desafió una inusitada ola de creatividad celestial para evadir los filtros y bloqueos que él había creado. De haber conocido un poco de historia humana, el antiguo dios que de nuevo ostentaba el título de Kamisama, había escuchado hablar del "efecto Streisand". Cuando se prohíbe algo, se genera una gran curiosidad por conocerlo, en ese sentido los dioses no eran muy distintos de los humanos mortales.
El dios finalmente aceptó que ya no era omnipotente, así que intentó tranquilizarse, tendría que recurrir al poder de otros. Sé concentró una vez más, y arriesgándose a un acceso limitado a Yggdrasil finalmente pudo percibir los ecos de los pensamientos de los dioses. En su mente pudo escuchar innumerables cantos y sagas relatando la historia de la diosa.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del antiguo dios. Parecía que los dioses comenzaban unir la información dispersa y se acercaban cada día más a lo que había sucedido en realidad. Debía existir alguna fuga de información, alguien con acceso a registros estrictamente confidenciales.
Los cantos relataban la entrada triunfal de la diosa con su escuadrón de Valquirias después de la destrucción provocada por el suicidio del dios traidor. Continuaban con el relato de cómo la diosa había guiado la reconstrucción su mundo, y su lucha contra la infección , eso incluía detalles secretos de la activación del protocolo Ragna y el heroico sacrificio de las valquirias. Encontró sagas heroicas sobre el enfrentamiento de Belldandy con su padre, y como había logrado curar a los dioses de la locura, las sagas terminaban con su enfrentamiento final contra Kamisama, y que la había llevado al destierro, donde milagrosamente había sobrevivido.
Furioso, Kamisama perdió el control, lanzó un gran grito de frustración y por un momento perdió el control de su poder. Los delicados cristales del salón de gobierno estallaron en mil pedazos ante la inesperada liberación de energía.
El dios, temblando de ira, cerró los ojos para recuperar el control. No podía desperdiciar la poca energía que tenía disponible. Incómodo se tocó el brazo en donde, ocultos por su túnica, había 10 brazaletes lunares de manufactura mortal. Eso no ayudaba a su humor. Con todos esos brazaletes era aún más poderoso que cualquier dios, pero representaban solo una minúscula fracción del poder que había poseído y ahora era terriblemente consciente de que como su posición como gobernante supremo de los dioses había dependido de su antiguo poder y ahora, este dependía de la buena voluntad de los mortales.
En ese momento una inesperada ola de magia lo rodeo. Suavemente los cristales y los destrozos recuperaron su forma original, mientras una voz familiar le dijo:
- "Tu poder actual es limitado, no deberías desperdiciarlo en ese tipo de exabruptos"
El malhumorado dios ni siquiera se molestó en voltear, conocía demasiado bien esa voz y el que se hubiera podido acercar sin que él lo notara solo aumentaba su ira apenas contenida:
- Canciller Myr. ¿cuánto tiempo llevas espiándome? - le dijo con voz desafiante-
Su contestación fue recibida con una suave risa.
- No deseaba distraerte mientras escuchabas las sagas sobre Belldandy.
Kamisama se levantó bruscamente y miró amenazadoramente a Myr… Luego se sentó lentamente, no ganaría nada enfrentando al canciller, quien por su parte, tampoco parecía buscar una confrontación abierta. Este le pregunto con curiosidad.
- ¿Cuantos brazaletes usas? ¿cinco, tal vez seis…?
La manera tan casual en que el canciller hablaba de algo que para él era algo humillante fue demasiado. Se levantó amenazador y se acercó a Myr gritándole exasperado:
- Uso diez de esos artefactos… Soy Kamisama y puedo usar todos los que desee.
Con un gesto desafiante se levantó su túnica exponiéndose, pero el canciller Mir ignoró el gesto, simplemente levantó las cejas con sorpresa exagerada, luego de una breve pausa exclamó con una exasperante calma.
- Debe ser incómodo, puede solicitar a los mortales un modelo especial que reúna el poder de todos brazaletes esos en una sola pieza… Desde que comenzaron a proporcionarlos han estado haciendo mejoras y al parecer les gustan los retos. Por alguna razón que una no termino de comprender los mortales con los que estamos en contaco están muy dispuestos a cooperar con nosotros. Son una raza interesante y compleja. Cada día que pasa deseo conocer mas sobre ellos.
- "¿A cooperar…?¿y que piden a cambio? "-Exclamó furioso - "¿poder, riquezas, dominarse unos a otros? Es una desgracia que tengamos que depender de esa raza primitiva que nosotros ayudamos a crear".
- Piden sorprendentemente poco. Nos han solicitado mitos, historias, canciones y algunos conocimientos del pasado. Aunque les hemos concedido varios deseos a los mortales involucrados en fabricar los brazaletes, la actitud que parece prevalecer en ellos es sobre todo curiosidad. Sin embargo los mismos mortales con los que hemos contactado nos han insistido que no todos son así, y que existen muchos mortales como los que has descrito. Tal vez deberías pedir un informe actualizado sobre los mortales a las agencias encargadas de concederles deseos, de momento están suspendidos todos los nuevos contratos y estarían felices de tener algo de trabajo.
- "No deseo saber nada de los mortales… Pero si realmente piden tan poco… "- El dios miró a su brazo y terminó sonriendo con amargura- "solicita ese brazalete especial. - Pero no creo que esa sea la razón por la que estés aquí. ¿Qué buscas?".
Esta vez Mir dejó de sonreír, como quien se quita una máscara y hablo con seriedad
-"Cuánto tiempo vas a permanecer ahí, amargado? Por mucho que esté en desacuerdo con tus acciones, nuestro pueblo necesita un líder, no un tirano quejumbroso. Hay asuntos importantes que atender"
El dios hizo un gesto amenazante… Pero se detuvo súbitamente . Las palabras del canciller lo habían acertado en el blanco. Su ira se esfumó lentamente, transformándose en una actitud de cansancio, finalmente se desplomó en el trono.
-"¿Lider?, como puedo ser líder si carezco de poder".
- "Si crees que solo el poder es lo que hace a un líder, no deberías estar ahí".
- Como puedo luchar contra esos cantos que desean la vuelta de Megamisama…
- Belldandy no es tu enemigo, aunque parece que has hecho todo lo posible porque así sea. Nuestro pueblo está en peligro. Yggdrasil sigue infectado y Nieghog tambien, no solo eso, sino que desconocemos la identidad de nuestro enemigo.
El antiguo dios reaccionó ante esas palabras, sonrió y exclamó.
- Eso es, necesitamos un enemigo. Eso me ayudará a recuperar a mi pueblo. Solo podemos tener un enemigo. ¡Hell!. Llamaré al consejo, necesitamos tomar medidas para defenderse y demostrar que ellos son el enemigo.
Myr intentó hablar, pero se detuvo dándose cuenta de que era inútil. Bajó la cabeza y con un aire triste se alejó lentamente, mientras Kamisama comenzaba a convocar una reunión de consejo y en su cabeza comenzaba un plan.
—
En el centro de operaciones de JAXA los boquiabiertos técnicos miraban una pantalla, pues estaba contemplando un milagro. De una de las pantallas de datos que llegaban de la estación espacial emergió un par de piernas y luego la criatura más hermosa que jamás había visto. Mientras se terminaba de materializar de una autoritaria voz femenina exclamó indignada.
- "Por favor caballeros… Podrían cerrar la boca y ser un poco más discretos con nuestra invitada".
Urd,quien estaba terminando de materializarse, rió alegremente y comento:
- Por favor Dr Ohta, no sea tan estricta con ellos, me ha llevado mucho tiempo aprender a lograr ese efecto...-
La Dra hizo un gesto de desaprobación, pero finalmente suspiró resignada y dijo:
- El profesor Sugahara tuvo que partir, dijo que pronto llegaría ¿Odin? - Hizo una pausa esperando alguna reacción y al no obtenerla añadió- ¿Es ese algún nombre clave?- Urd esbozo una ligera sonrisa, pero no contestó, así que la Dra continuó - "Sugahara san me pidió que le diera esto, dijo que le haría falta para recuperar su energía."
Le entregó una vasija con sake, que sostenía como su fuera una ofrenda
Urd miró la pequeña vasija (demasiado pequeña para su gusto), la tomó y bebió ávidamente su contenido, y finalmente sonrió con satisfacción mientras se recuperaba por el largo viaje. Luego miró a la mujer y le dijo:
- "La misión fue un éxito que superó todas mis expectativas. Pero tengo poco tiempo, tenemos una visita muy importante en el templo y que debo atender. A mi regreso hablaremos."
Urd flotó y se lanzó rápidamente contra una de las pantallas.
Se escuchó un fuerte golpe y entonces todos vieron a la diosa tirada en el suelo por el impacto, en una pose muy poco digna, mientras se tocaba la cabeza y lanzaba una maldición en un lenguaje que afortunadamente nadie comprendió.
- ¡Qué está pasando! No conectar con la terminal del templo.
Después de la sorpresa inicial los técnicos de JAXA hicieron algunos diagnósticos rápidos, uno de ellos exclamó. La terminal del templo Tarikihongan está fuera de línea. Galileo me acaba de confirmar que no hay ninguna otra conexión disponible en el área en un radio de dos kilómetros alrededor del templo. También me reporta que perdió contacto con el subproceso que estaba operando en esa terminal, de manera que no tiene registros de lo que pasó.
Urd palideció, algo estaba mal, entonces miró a su alrededor y para sorpresa de todos dijo:
- ¿Pueden prestarme una escoba?
Urd volaba a la mayor velocidad que podía, sin preocuparse de ser vista, aún así el tiempo le pareció una eternidad, finalmente a lo lejos pudo ver desde el aire la silueta del templo…
Una columna de humo salía de él. Intentó establecer contacto mental con Belldandy, pero no la sentía ni a ella ni a nadie del templo y su corazón palpito apresuradamente. Finalmente llegó y lanzó grito de horror ante el espectáculo.
Parte de las habitaciones del templo estaban destruidas y colapsadas, no había fuego, pero algo se había calcinado el interior. Extendió sus manos y trato de sentir la presencia de vida. Sintió varias fuentes de energía y suspiró aliviada.
Percibía la presencia de tres barreras físicas y las pudo reconocer, eran de Belldandy, Skuld y Gahdril. Deberían estar en alguna parte debajo de los escombros.
Levantó los brazos y comenzó un hechizo para poder remover los escombros y reparar el templo, no sería la primera vez que lo hacía, pero eso no la tranquilizaba. Con su magia el techo desplomado se levantó, y poco a poco su poder fue reparando todo. Respiro aliviada al ver las siluetas de las diosas, aun protegidas detrás de sus barreras físicas. Fuera lo que fuera, habían resistido la fuerza que había destruido el templo. Pero su alivio fue momentáneo, Urd no pudo evitar un grito de horror. Keiichi estaba tirado en el piso, tenia el brazo ennegrecido y de su mano solo quedaba un muñón ensangrentado. Kenji, con el rostro lleno de angustia, oprimía el muñón para intentar contener el flujo de sangre. Belldandy y las valquirias parecían estar al borde del colapso por el esfuerzo de mantener la barrera. Habían estado usando toda su magia para mantenerla a su máxima capacidad, sin poder atender al joven.
Al reconocer a Urd las diosas hicieron desaparecer sus barreras, con ojos llorosos Urd abrazó a Kenji aliviada de que estuviera bien, y luego concentró su atención en Keiichi. El joven hacía esfuerzos por soportar el dolor. Pese a los esfuerzos de Kenji el muñón sangraba profusamente y colgaban jirones de piel, como si algo hubiera explotado en su mano. Ante la pérdida de sangre era obvio que el joven estaba a punto de perder el sentido. Belldandy parecía a punto de desplomarse por la angustia, pero con un gran esfuerzo se recuperó e inició un canto curativo. Pero en su confusión no se podía concentrar por lo que Urd la abrazo suavemente, y comenzó a cantar con ella, en seguida las valquirias se le unieron. La sangre dejó de fluir y Kenji salió precipitadamente al cuarto de Urd, en busca de pociones curativas.
Finalmente Keiichi comenzó a respirar con tranquilidad conforme el dolor desaparecía. Las diosas finalmente lograron colocarlo en un trance curativo. Reparar un ser vivo es más complicado que arreglar una casa y llevaría tiempo, afortunadamente el daño no era irreparable, especialmente con el poder de tres diosas y las pociones de Urd.
Finalmente una llorosa Belldandy, con la ayuda de las valquirias quienes no dejaban de entonar sus cantos, llevó a su joven esposo a su cuarto para continuar el tratamiento,.
Urd se quedó sola con Kenji, volvió a abrazarlo y tocarlo para asegurarse de que estuviera bien. Mirando en dirección al cuarto de Belldandy preguntó:
-"Kenji, ¿Que ha pasado aquí? ¿dónde está Odin? "
Kenji la tomó de las manos como intentando no perder el equilibrio, su mirada aún era confusa, le costaba trabajo ordenar sus ideas. Respiro profundamente para tranquilizarse y dijo:
-"Parece que Odín enloqueció, dijo algo de que no podía permitir que la información que poseíamos se hiciera pública y en ese momento lanzó lo que debió ser un poderoso hechizo destructivo. El demonio comenzó a brillar y finalmente estalló"
Urd palideció y dijo:
- ¡Activó su sistema de autodestrucción!, un dios o un demonio pueden liberar violentamente la energía de su cuerpo y destruir todo a su alrededor, incluyéndose a ellos mismos. Es una terrible reliquia y olvidada reliquia de las guerras entre dioses y demonios. Pero la destrucción debería haber sido mucho mayor, equivalente megatones de las armas humanas, ni siquiera las barreras físicas de un dios la debieran haber resistido…
Kenji la interrumpió
- Creo que fue Keiichi quien nos salvó. No lo recuerdo con claridad, pero creo que al ver lo que hacía Odín, materializó su arma de los primeros nacidos y atacó a Odín. Al mismo tiempo que Belldandy formó su barrera, el arma de Keiichi atravesó la barrera como si no existiera y atravesó a Odín. Fue en ese momento que se produjo una gran explosión. La mano de Keiichi quedó fuera de la barrera por eso sufrió tantos daños. Creo que de alguna manera eso evitó que se liberara todo su poder.
Urd sintió un escalofrío, se concentró y pudo detectar los restos de la energía que había liberado el dios y reconoció el hechizo. Efectivamente era el hechizo de autodestrucción… Al parecer el demonio había intentado suicidarse y destruir a todos a su alrededor.
Pero algo había interferido, el arma de los primeros nacidos aunque esta era poderosa, no debería haber causado eso, en su lugar habría destruido al dios.. Entonces una idea vino a su mente.
- ¿Ha modificado Keiichi con el funcionamiento del arma?
Kenji la miró y luego le dijo con cierto sentimiento de culpa.
- ¡Oh, eso…! Keiichi ha estado estudiando el código y las rutinas del arma y la ha integrado con algunas de las funciones de los medallones, de manera que ahora no todas sus funciones sean destructivas.
Urd bloqueo asombrada… Keiichi habían logrado interferir en el hechizo de autodestrucción de un demonio de alto nivel, algo que ni Kamisama era capaz de hacer.
Al parecer el a nivel de sistema de Keiichi como juez y caballero, eran mucho más alto de lo que ella imaginaba y con ello Keiichi había tenido la capacidad de modificar las características mágicas de esos objetos. Si Heaven o Hell se enteraran de ello, seguramente entrarían en pánico.
Pero ¿qué había pasado con Odín? La energía liberada había sido mucha, pero no lo suficiente para obliterar a un demonio tan poderoso.
Oyeron un leve quejido… Justo debajo de la mesa de té recién restaurada con la magia.
Urd hizo un gesto con sus manos y la levito. Kenji y la diosa gritaron asombrados ante lo que veían.
En lugar del viejo y rubicundo dios, se encontraron con el cuerpo inconsciente de un demonio de poderosos músculos y de rostro altivo. Su cuerpo estaba parcialmente destrozado, faltaba una parte de su abdomen, en su lugar se veían los serpentines y destellos de luz de su código que lentamente comenzaba a disolverse. El demonio estaba muriendo y si no detenían el daño su código se desintegraría.
- ¿Quien es el?- pregunto Kenji asombrado ¿que le ha pasado a Odín? ¿fue suplantado?
Urd lo miró, el rostro el era familiar, cerró los ojos y luego bruscamente exclamó …
- ¡Creo que esa es la verdadera forma de Odín…! He visto ese rostro en algún libro de historia, es un héroe del pasado, que desapareció hace muchos años. Conociendo a mi madre, ella debe saber que esta es su verdadera imagen, sería imposible engañarla, ¿Pero porque ese disfraz?
Urd se arrodilló junto al dios. Le tocó la frente y comenzó un canto curativo… Lo intrincados diseños del código expuesto en el cuerpo del demonio dejaron de dispersarse, pero después de un momento dijo.
- "Es todo lo que puedo hacer mucho por él. El daño es demasiado grande. Debemos llevarlo cuanto antes con un sanador experto en demonios, después lo podremos interrogar para saber porqué hizo esto. Tal vez esté infectado con la locura".
Kenji interrumpió…
- "Si tu madre sabe que esta es su verdadera imagen, debe tener razones muy poderosas para ocultarlo. Creo que es un secreto que ella debe querer mantener.."
- "Pero puede morir, mi magia no lo puede curar."- Protestó Urd
- "Pero tal vez nosotros podamos hacer algo por el". – Dijo Sugahara mientras se rascaba la barbilla - "Las mismas herramientas que usamos para reparar el código de Belldandy nos pueden servir para tratarlo, al menos lo suficiente para que viva y podamos contactar a Hild de manera discreta y averiguamos qué es lo que está pasando.."
- Kenji. ¿Estás seguro?"- preguntó Urd
El profesor negó con la cabeza.
- "No estoy seguro, pero siento que es lo correcto. Ademas deseo saber porque intentó destruirse a sí mismo y a nosotros. No creo que tu madre haya intentado lastimarte."
Urd asintió y se arrodilló junto al demonio inconsciente y le susurró amenazante:
- Te salvaremos, aunque hayas atentado contra quienes mas amo. - sonrió levemente y volteo a mirarla a Kenji, con un suspiro de resignación le dijo
- Creo que Belldandy finalmente me ha contagiado con sus ideas de ayudar a todos...
El Dr Kawazu caminaba rápidamente de un lado al otro entre los pasillos llenos de equipo de la "High-Performance Computing Infrastructure ", la gran instalación que alojaba la conciencia de Galileo, mientras tanto meditaba. Había recibido una llamada de emergencia explicando la situación y sabía que pronto llegaría un "paciente" cuya identidad debería ser mantenida en el mayor secreto posible.
Gruñó al pensar que el era ingeniero mientra que todo eso sonaba como parte de una escena de un drama médico, pero decidió que no era una línea de pensamiento adecuado, necesitaba encontrar el mejor modo de actuar. Les había llevado años reparar el código de la diosa Belldandy, pero la diosa había estado sumergida en un estado de stasis de manera que se habían podido tomarse todo ese tiempo sin que la vida de la diosa corriera peligro, pero en este caso parecía que al paciente solo le quedaban unas horas de vida.
Además, esta vez su paciente, no era un dios sino un demonio. A pesar de que Skuld le había dicho que las rutinas básicas eran las mismas, sabía que los códigos de encriptación y muchas otras funciones podían ser radicalmente distintas. ¿cómo podría reparar tantos fragmentos de código desconocido en tan poco tiempo?
Mientras caminaba pensaba en todas opciones. Se detuvo bruscamente … tenía una idea, así que habló en voz alta.
-"Galileo. Según recuerdo que Urd es en parte demonio. ¿Sería posible tomar sus rutinas básicas y usarlas para reemplazar los códigos dañados de … Nuestro paciente?
La voz de la inteligencia artificial resonó en las instalaciones:
- "No todo el código de Urd es de demonio, pero comparándolo con la información de Belldandy podríamos marcar las rutinas que son distintas y transferirlas. Probablemente aún quedaría código inválido dañado, pero eso nos daría tiempo para estudiarlo y buscar las funciones equivalentes. El mayor problema serían los sistemas de protección. Cada dios y demonio tiene su propio código de encriptación. Urd es la mejor candidata a donadora, pero necesitamos encontrar primero las claves de encriptación para poder modificar sus funciones.
- Lo sé, poseemos la llave de encriptación principal de K, que logramos romper para salvar a la diosa Belldandy, pero nuestro paciente es un demonio, así que necesitaríamos la llave de encriptación del gobernante de Hell, algo que seguramente debe ser muy difícil de obtener.
Galileo le contestó:
- "Podemos poner al paciente en un estado de stasis, similar al de Belldandy, y transferir las funciones que sean compatibles. Eso nos dará tiempo..."
En ese momento escucho el sonido de un helicóptero que se aproximaba, que parecía estar aterrizando en el helipuerto del edificio.
- Parece que nuestro paciente ha llegado. Es hora de hacer o mejor que esté a nuestro alcance.
—
Anang-Reng se encontraba en una gran terraza, a lo lejos había una extraña serie de edificaciones, pero a pesar de su extensión, no era posible llamarlo "ciudad". El demonio desconocía el mundo humano, de manera que no podía relacionar su apariencia con la de un gran complejo industrial, simplemente percibía que era un mundo extraño y frío, y carente de toda emoción.
Pero en ese momento el mismo no podía manifestar emoción alguna, si bien su cuerpo ahora era físico y palpitaba con la carne viva, su alma estaba muerta. Sus ojos inexpresivos recorrían la vista. Las largas sesiones de "entretenimiento" a las que había sido sometido habían roto el espíritu del otrora orgulloso demonio.
Una voz burlona se escuchó detrás de él, pero no reacciono, solo lo invadió un desasosiego..
- "Lo vez, solo tenias que mostrar un poco de cooperación. Como te lo prometí, pronto tendrás tu propio reino. Te daremos a los sobrevivientes de Hell y Heaven. Solo tienes que seguir mis órdenes y podrás hacer lo que quieras con ellos. Te daremos un pequeño mundo que gobernar."
Anang Reng escucho esas palabras, pero no reaccionó. Pero en algún lugar de su mente, un rescoldo de horror se incendió en su interior. Se imaginó su mundo, su cultura, su civilización, sus amigos… Todo eso sería destruido y reducido a un triste recuerdo, sabía que su mundo no tenía ninguna oportunidad contra estos seres. Pero en ese momento una oleada de dolor lo hizo retorcerse y caer al piso. Lanzó un lastimero grito de dolor.
- "Sorprendente, aún te queda un poco de resistencia, pero no olvides que puedo ver tu mente, no puedes ocultarme nada. Pero dejaré ese pequeño sentimiento, será mas divertido observarte.
El demonio dejó de retorcerse. El dolor físico había desaparecido, pero por un momento tuvo una revelación. La sola idea de ver a su mundo destruido producía más dolor que el dolor físico. Se levantó lentamente, y se hinco en actitud suplicante, al mismo tiempo se aferraba a ese dolor interno y profundo. Quería conservarlo para sentirse vivo.
- Bien, veo que has aceptado tu derrota, por ello tú será quien nos guíe en nuestra victoria. Falta muy poco para ello.
Ana Reng se levantó, y escuchó detrás de él, el sonido de miles de pisadas acercándose a la distancia. Escucho murmullos y risas … pero no había recibido órdenes de darse la vuelta y ya ni siquiera tenía la voluntad de actuar por cuenta propia. Solo podía imaginarse a esos seres misteriosos, y que parecían regocijarse en la destrucción que se avecinaba.
–
-" ¿Que quieren la clave de encriptación de mi madre?- Exclamó Urd sorprendida. - no hay forma de poderla conseguir. Basta con intentar acceder a las claves de más alto nivel y Nieghog nos podría destruir. Ya fui advertida una vez. Debe haber otra manera. Intentemos copiar mi código de demonio, para salvarlo. "-
Mientras tanto los técnicos terminaba de colocar al moribundo demonio en el centro de los circuitos mágicos de la instalación, las valquirias estaban junto a él, cantando un hechizo que lo mantendrá en stasis, pero les consumía mucha energía. A pesar de su férrea disciplina ya mostraban fatiga en sus rostros.
El Dr Kawazu supervisaba el trabajo, luego se detuvo, se rascó la barbilla y les dijo preocupado.
- "Lo intentaremos, pero solo podremos reemplazar las funciones más superficiales, y el análisis preliminar muestra un daño muy profundo en las funciones de bajo nivel".
Kenji comentó:
- "Me parece que Odin es un demonio importante en Hell. ¿Realmente tu madre no nos ayudaría a salvarlo?
- No se si mi madre lo considera importante, pero si se que si se corre la voz de que hay un demonio moribundo, la culpa recaería en los dioses. Sería el inicio de una nueva guerra. No podemos arriesgarnos a usar ningún medio de comunicación para contactar a mi madre. Incluso si abro un portal para verla, el regresar a Hell sin la compañía de Odin podría causar muchos cuestionamientos. Además necesito estar aquí para poder transferir mis códigos.
- Entonces, ¿no hay otra manera de ir a Hell sin abrir un portal?
El rostro de Urd se iluminó al recordar algo. Tomo uno de sus pendientes y separó un cristal de color extraño, con cuidado se lo dio a Kenji, quien no pudo estremecerse al tocarlo… Pudo sentir la presencia de la señora de Hell, pero no era tan fuerte como con las Lágrimas de Hild.
-¿Qué es esto? ¿Es de Hell?
- " Así es, mi madre me dio esto cuando era niña cuando fui enviada a Heaven, solo lo debía usar en una emergencia. Permite ir a Hell pasando por alto todos los sistemas de seguridad. Es magia de tiempos antigua que no comprendo."
Kenji, con mucho cuidado, devolvió el cristal a Urd, y sintió alivio al dejar de tocarlo, entonces dijo preocupado:
- "Entonces iré yo, no es que desee ver a Hild, pero creo que aun tu madre me tiene cierta consideración.
Urd negó con la cabeza.
- "Es demasiado peligroso, no conoces cómo funcionan los sistemas de seguridad, si activas alguno morirías. Tiene que ser alguien con entrenamiento en los sistemas de Hell pero tampoco puede ser una diosa. Su mera presencia activaría todas las alarmas…
A pesar de la situación, Kenji esbozo una ligera sonrisa.
- "Entiendo, no debe ser una diosa, pero debe tener entrenamiento en sistema de seguridad mágicos, Creo que tenemos a la candidata perfecta. Solo espero que Hild aprecia la ironía"
—
Hild, la gran señora de Hell, daba grandes zancadas a lo largo del salón del trono. Su hermoso rostro estaba lleno de ira. El salón se encontraba vacío, pues nadie se atrevía a mostrarse en su presencia conociendo su estado..
- Odin viejo demonio, ¿que estas planeado? Tenemos asuntos serios que atender y decides ir al mundo mortal en un momento como este.
La demonio se detuvo y activó varias pantallas de información. Con Nieghood operando a una capacidad mínima para evitar los riesgos de infección, la capacidad de los sistemas de información y vigilancia estaba severamente reducida. Ni siquiera podía obtener una imagen del templo de Tarikigonhan y tampoco había algún demonio en servicio en el mundo mortal. Además, Odín había ordenado que su guardia regresar a Hell sin él.
Pensó en enviar a un espía, pero pocos demonios de su confianza tenían experiencia en la tierra, y Marler tenía tareas importantes que hacer. Aunque habían logrado recuperar mucha de las operaciones de su mundo, el no poder identificar a sus enemigo oculto hacía que muchos demonios comenzaron a sentir resentimiento hacia el único enemigo que si conocían: Los dioses. Aún sin un líder, Hild sabía que muchos no estaban de acuerdo con la tregua actual así que no podía actuar directamente. La desactivación del sistema doblete hacía que me algunos tontos demonios latieran deseos de regresar a los viejos tiempos de la guerra. Era importante evitar darles excusa. A pesar de que ella era el gobernante absoluto de ese mundo, entre las reglas no escritas de Hell, el eliminar al gobernante en turno era una forma aceptable de obtener un cambio de gobierno.
Hild rechino los dientes con impaciencia… Cuando súbitamente percibió un aviso. Sorprendida se llevó la mano a uno de sus pendientes. Ahí, uno de los cristales emitía una suave vibración.
Un estremecimiento recorrió su cuerpo, era el par del cristal que le había dado a Urd cuando fue enviada al cielo. Le indicaba que el otro cristal se había activado y estaba iniciando un portal directo.
Era un antiguo sistema que habría un portal operando con un minimo de energia, era inestable y poco eficiente, pero tenía la ventaja de que no podía ser detectado por los sistemas de seguridad del palacio, era una entrada que solo ella conocía, el portal se abriria justo en la habitacion de Urd.
En actitud rebelde Urd había desactivado todos los sistemas de vigilancia en su habitación y nunca se habían reactivado. Quien fuera el que venía por el portal, no sería detectado. PEro los sistemas de seguridad afuera de la habitación se activarina.
Hild activo los monitores de vigilancia, pero no se observaba nada… sin embargo noto un breve parpadeo. Parecía un glitch del sistema… pero era demasiada coincidencia. Observó con atención, otros monitores parpadearon igual… no era lo suficiente para activar las alarmas, pero ALGO se estaba moviendo. Hild levano un ceja sorprendida. Urd tal ves podria hacer algo asi, pero ella dificilmente era tan sutil, seguramente habría destrozado los sensores. Alguien o algo con gran habilidad se estaba desplazando, en dirección al salón del trono. Ella solo lo había detectado porque estaba esperando algo.
Dudo durante unos instantes, pero luego decidió que fuera lo que fuera que se acercaba no podría estar a su nivel. Observo los monitores, no había duda el glitch se dirigía a su habitación. Ni siquiera Urd podría entrara a su habitación sin su permiso. Espero un momento, y se dio cuenta de que la presencia se había detenido enfrente. De alguna manera oculta. Los guardias de su habitación al parecer no la percibían.
Hild esperó. No se observaba nada en los sensores, pero sabía que había alguien ahí. ¿que esperaba? ¿Una invitación?
Nadie debía enterarse de la existencia de ese medio de comunicación, así que solo ella debía atender al intruso. abrió un canal de comunicación y con un tono que helaría la sangre de la mayoría de los demonios dijo.
-"Iré a mi habitación, NO deseo ver a nadie en el camino, no estoy de humor, saben lo que podría pasar"
Observó que los guardas frente a su habitación se miraban con miedo, y se retiraron inmediatamente. Sonrió satisfecha. En ese momento, algo apareció, era solo una leve sombra frente a la entrada. apenas se podía percibir, pero estaba ahí, inmóvil esperando.
Hild accionar un control y se abrió al entrada de su habitación. La sombra entró tranquilamente, como si hubiera estado esperando.
Hild sonrió divertida, al parecer tenia un huésped. Necesitaba atenderlo. Salió del salón del trono, sin embargo en el camino extendió las manos y comenzó a generar dos núcleos de plasma incandescente sobre sus palmas. Necesitaba ofrecer al intruso una recepción adecuada.
-xxx-
Fin del capítulo XLIII
notas:
JAXA: Es el nombre de la agencia espacial japonesa
