Capitulo 2

Misteriosa y oculta

Ella se volvía a sus clases, no salía al paseo, mientras preguntaban por ella. Paty y Annie que eran sus compañeras, respetando a su amiga, no decían nada, pues ella estaba comprometida según les comentó, eso les contestaron a quienes se interesaban en ella.

La idea de comprometerse surgió de la señorita Landa Wenthouse, quien estaba comprometida por sus padres, con eso, la trataban de distinta forma, no salía sola, no la dejaban salir, no la visitaban jóvenes varones, fue así que Candy se inventó un compromiso, después que por fin inició cursos, solo tenía dos personas que la visitaban, que fungían como su familia el señor George Johnson, quien ella simulaba que era su padre, pero este no lo sabía y su amigo Bert.

Bert le escribía cartas de donde él estaba estudiando era mayor que Candy siete años, frente a la madre de Candy le fue entregada, juró protegerla y cuidar de la fortuna que lo unía a él, este no enteró a nadie de que la fortuna fue desfalcada, guardo los documentos, mientras George investigaba todo, pero el problema fue descubrir que la propia familia del joven Andrew estaba involucrada, cuando Bert se enteró de quienes se trataba, le aviso a su Tío Arthur Cornwall, para que separará su sociedad con los Leegan.

Mientras Esteban Leegan, buscaba de forma desesperada a la hija de los Kennedy, para comprometerla con su hijo, por si se descubría el desfalco de la fortuna, este ya estuviera casado con ella, por tanto no salir perjudicado.

El tiempo paso, un año más Candy se graduaría, la graduación de las jóvenes era distinta a la de los caballeros, pues estos solo se graduaban con la entrega de documentos y un baile, mientras el de damas era una fiesta de presentación ante la sociedad, donde el familiar o pretendiente asignado pasaba a recibir a la dama quien con tiempo tenía una reservación de los invitados.

La reservación de Candy fue muy extraña, nadie la conocía, nadie sabía sobre su apellido Kenwell, se consideraba muy exótico, pues la dama, era también falta de atributos para sus compañeras, excepto para sus amigas intimas que si la conocían, ella siempre lucía de dos a tres coletas, no salía mucho y su manera de pensar era el de una anciana. La realidad, su madre asignada, la religiosa que se hacía cargo de ella desde que llegó si la sabía, era que su manera de pensar era precavida, que la familia de ella era muy rica, que estaba comprometida, que gozaba de la privacidad que su fortuna le daba y para puntualizar que la madre Gracia supervisaría su aspecto el día del baile.

-No Annie, ya no me preocupa que me vean, el día de la presentación me iré de aquí.

-Candy, no me imagino como es tu familia, ¿Se parecen a ti?, mencionó Annie. Paty agregó

-Pues su familia no importa, mejor dinos como es su prometido, ese es el que desearía conocer.

-No sé quien hizo la reservación, me quieren dar una sorpresa, tal vez no venga nadie, me den la fiesta al llegar a casa. Su mente pensó pues ni familia tengo, mi amigo Bert hace mucho que dejó de venir, George dijo que el vendría por mí, pero si sigue ocupado y oculto, nadie vendrá, mejor es pensar que me vaya a vivir sola, me ponga a trabajar, cuando le dije a Bert que, a escondidas estudie enfermera, se reía de mi, ahora que me vea, me dirá de frente que de que sirvió estudiar como dama si me voy a ir a la guerra como enfermera, sonreía.

Candy recibió una carta de un amigo de ella, al que ayudó

Querida Candy

Sé que quedamos en no entablar comunicación, pero estoy ofreciendo mi persona para tu graduación como me hiciste el favor de ayudarme, solo me dices en que reservación y contarás conmigo,

Tu amigo

Terrance Grandchester

Y esta le contestó

Estimado Terrance

Agradezco su ofrecimiento, mi familia tiene todo planeado, se lo dije a usted estoy comprometida, posiblemente no alcance a estar en la graduación. Dependo de los planes de mi familia pues no requiero presentación.

Agradecida,

Candy Kenwell

Posteriormente, pensaba, que ella no tenía familia, que su amigo Bert prometió volver para visitarla, su trabajo ahora había crecido, que solo recibía cartas muy frecuentes donde ambos eran los mejores amigos, se contaban todo, que su fortuna seguía sin ser descubierta, pero que sabían que los Leegan estaba tras de todo ese grave problema y que estaba advertida de no acercarme a la señorita Elisa Leegan y su familia, para que no la descubrieran.

Querido Bert

Espero te encuentres bien, no sé donde estas ahora, pero George me ha comentado que te haces cargo de todo y que gozas de buena salud. Sé que tu trabajo te mantiene muy ocupado, no quiero que te preocupes por mí, puedo irme por mi cuenta y trabajar, puesto que te comente que de no recuperar mi fortuna, me he labrado un empleo, así que, si no seré presentada, aquí piensan que el señor Johnson es mi padre, el podría venir con un documento, sacarme de la colegio de damas antes, esto para no ocasionarte ningún trastorno en tus planes.

Sabes que he dicho aquí, que es probable que no vengan por mí, pues todos piensan que estoy comprometida, eso como parte de los planes de pasar desapercibida, que ya conoces, pero ahora mis atuendos así como mi aspecto es supervisado por la madre Gracia, quien conoce los protocolos de cómo ir vestida y no me dejan usar tapujos, espero tu contestación.

Si es posible, siguen las cosas con peligro, puedo vivir en algún lugar modesto, cerca del que fue mi hogar, para seguir pasando desapercibida,

Con sincero aprecio tu amiga

Candy Kenwell

Días antes de la graduación Candy recibió respuesta de su querido amigo Bert, esta escondía su carta para leerla en sus habitaciones, sabía que era probable que se fuera antes y al recibir la carta pensó que ya volverían por ella sin ir a la graduación.

Querida Candy

Llego el momento de ser la dama que eres, he trabajado mucho y la recuperación de tu fortuna está controlada, pues ahora está en mis manos, y está a nombre de los Kennedy, la reservación de tu mesa esta lista, mi familia y yo estaremos contigo, pues he dicho que eres mi prometida, así te sacaré del colegio y gozarás de mi protección, serás presentada con tu verdadero nombre y seré tu pareja como prometido tuyo, sé que estarás molesta que sea tu prometido sin avisarte, pero no te preocupes, nada que no desees jamás se te obligará por mi parte. Ese día estarán los Leegan ahí, han estado buscándote mucho, pues ahora saben que la fortuna ya no está accesible a ellos y en cualquier momento el consejo se dará cuenta de que ellos desfalcaron a los Kennedy, por esta razón debo estar contigo, irán mis sobrinos, mis tíos en nuestra mesa

Te extraña mucho

Albert

Cuando recibió la carta, recibió un paquete con el vestido de la graduación, sus accesorios y detalles, que ella llevaría ese día, no podía dejar de llorar al reconocer el medallón de su madre, la insignia de su familia, las joyas que le había hecho llegar, todo esto contribuyo a una ola de fuerza interna, al sentirse protegida por su amigo de la infancia y que toda su familia serían quienes la recibieran, la protegerían. Candy cumplió sus dieciséis pero la graduación fue mucho después por la diferencia de meses ya casi cumpliría un año más, mientras que su amigo, contaría con veintitrés años.

La fecha llegó, una doncella llegó ese día por orden de la familia de Candy a arreglarla, sus amigas se sorprendieron al ver a la doncella con dos damas, quienes recogían todas las cosas de Candy. Ellas eran ayudadas solamente por una dama, el arreglo personal era el de las señoritas del colegio.

La fiesta comenzó, la sorpresa era ver al frente la mesa de los Andrew, con todos ellos reunidos, la familia Cornwall, que constaba de ambos padres Arthur y Andrea, sus hijos Alister de veinte, Archivald de diecinueve, la pequeña Andy de diez, Lady Elroy Andrew, Anthony Brown Andrew de dieciocho, el jefe de la familia el joven quien todavía no llegaba William Albert Andrew con veintitrés, George y Sofía Johnson, su hijo Gerald Johnson de dieciocho y la única silla disponible de la dama quienes integraba a la familia.

Todos los veían eran lo más elevado del estatus Escocés, en otra mesa estaban los Britter padres y su hija Blanca de diecisiete años, el Abuelo Robert Britter, compartiendo la mesa estaban los O`Brien, Padres y la abuela Martha, quien le pidió a lady Elroy a uno de sus sobrinos fuera por su nieta, Lady Elroy envió a Anthony pues los jóvenes Cornwall debían contar con el permiso de sus padres.

-Hijo, olvide decirte que la señorita O`Brien necesita quien vaya por ella como debutante, pues le dije que tú estarías disponible Anthony

-Lo siento abuela, me comprometí con la señorita Leila Anderson, debiste decirme con tiempo,

-Santo Dios, le dije a Martha que no se preocupará, Jóvenes quien me puede ayudar en este olvido, usted acaso Gerald, o usted Alister, estarán comprometidos con alguien, Alister dijo

-Si gusta iré tía, deseo bailar y no quedarme sentado todo el tiempo, Gerald dijo

-Me ganaste la idea, pero veo en esa mesa a una hermosa dama de los Britter, el cual no trae pareja, espero solicitar permiso a su padre, Archie dijo

-Pues vamos te acompaño para que solicites el permiso y busque a alguien, no me quiero quedar a esperar a que mi familia me asigne a una prima de mi familia.

Ambos jóvenes visitaron la mesa, solicitaban permiso para acompañar a la dama y Gerald bailaría con Blanca Britter, con el permiso de su padre, este dijo

-Joven Archie, me haría el honor de acompañar a mi hija Annie Britter que se gradúa hoy ya que el joven Leegan acompañará a su hermana, no podrá acompañar a mi hija

-Será un honor señor, gracias por tomarme en cuenta, se retiraba a la sección de los caballeros que llevarían a las debutantes topándose con su hermano Alister, ambos se reían por la coincidencia, los alcanzaba Anthony

-Jóvenes pasen por aquí, esta es la lista de las damas y el número que se les ha asignado.

Mientras tanto, alguien lucía seria en su habitación por el balcón veía las estrellas,

-Candy, ¿estás triste?

- ¿Quién eres?

-Soy Bert estoy aquí abajo, te vi y quise que supieras que ya vine por ti.

- Gracias Bert, no sabía nada de ti

-Que numero te tocó

-Soy la última, pues pensé que no vendrías, no iba a debutar

-Que mal concepto tienes de mi, tu prometido te iba a dejar plantada

-Oye, y ahora en tu carta escribiste Albert, ya no debo decirte Bert

-Estoy muy grande, si me llamas Bert pensarán que soy un niño Candy

-Porque no te puedo ver

-Deja que salga la luna para que ilumine el lugar, está muy obscuro el jardín, las nubes se han empeñado en cubrir la luna.

-Entonces bajaré de una vez para verte,

- Está bien, Candy iré a buscar tu nombre y dejar el mío

Al salir Candy notó una larga fila de damas, sonrió, eso sería insoportable, tomo asiento y espero.

La dama de ceremonias, inicio dando la bienvenida, que las damas habían desempeñado un excelente papel, se hablo acerca de sus estudios de su educación, los principios, valores de una dama de excelencia y calidad indiscutibles que ahora eran recibidas por sus familias.

Presentamos a la señorita Leila Anderson quien viene acompañada del señor Anthony Brown Andrew, continuamos con… una lista enorme de damas aparecían por un lado y su caballero por otro encontrándose en el centro, para desfilar al frente y dirigirse a la pista a esperar a las demás parejas.

A continuación tenemos a Elisa Leegan acompañada de su hermano el señor Niel Leegan, ahora recibimos a la señorita Annie Britter acompañada del señor Archivald Cornwall Andrew, la dama lucía hermosa con todo su cabello suelto en un vestido recto en azul rey que hacían lucir hermosa y vistas de oro blanco, quedando muy impresionado el joven Archivald, ella al ver al joven no pudo contener ver que el joven era muy atractivo, después de otras damas aparecía la joven Patricia O`Brien, quien lucía muy estilizada, delgada y una cola larga de cabello café azabache precioso y unos lentes estéticos al encontrarse con Alister quien también portaba lentes ambos sonrieron por la coincidencia.