Capitulo 3

Descubierta

…La señorita Amanda Festone y el señor Terrance Grandchester, para finalizar la señorita… se hizo un silencio, para continuar diciendo Lady Candice Estefanía Kennedy Well, y su prometido Sir William Albert Andrew Gordon.

Todos los Andrew de la mesa se ponían de pie, pero los que estaba sorprendidos por no saber el compromiso eran los jóvenes, ahora entendían porque estaban invitados, pues tenían una mesa, salía una dama con su cabello en cascada dorado y rizado, ojos grandes, nariz respingada, bellamente en un atuendo que resaltaba su belleza, no de jovencita sino de una hermosa mujer, sonrió al reconocer a Albert a quien hacía años que no veía, este le beso sonriente la mano, ella le dio un tierno beso en la mejilla muy sonriente le dijo

- Que gusto verte Bert, no te encontré adentro, mientras todos observaban que ambos se conocían, conversaban como amigos de toda la vida.

- Hola Candy, te ves muy hermosa, pensé que no te reconocería

En la mesa de los Leegan, los padres comenzaron a ponerse muy tensos, al ver a la dama comprometida, no había marcha atrás.

Terry por su parte, vio que la dama con quien bailo gozaba de otro nombre, que realmente estaba comprometida con nada menos con el tan afamado William Andrew. Mientras la mesa de los Andrew estaban sonrientes, George dijo

- Lo ves querida, te dije que era la joven más bella que había visto, su esposa dijo

- Tienes toda la razón querido, que orgullosos estaremos los Andrew en esta familia.

Comenzó el vals, las parejas bailaban muy estilizadas, las damas, se veían hermosas. Muchas damas ahora veían al joven William pues estaban en espera de la fiesta de su cumpleaños para ir a bailar con él, ahora sin anunciar compromiso, todos se daban cuenta que estaba comprometido con la hija escondida de los Kennedy.

Se terminaba la pieza algunos se sentaban pero los Andrew se presentaban a sus parejas para continuar en el baile

-Tío, no sabía que estabas comprometido, le dijo Anthony, agregó, ella es la señorita Leila Anderson, a quien tengo el honor de acompañar. Alister se unió

-Es verdad tío, no sabíamos que veníamos por tu prometida, ella es mi dama la señorita Patricia O`Brien, nieta de una amiga de Lady Elroy. Gerald dijo

-Albert que sorpresa tan agradable, ¿ella es Candy?, mi pareja es la señorita Blanca Britter. Archie dijo

-Mi pareja es su hermana la señorita Annie Britter quien me hace el honor de ser su pareja, Tío no sabíamos que tuvieras novia, Terrance se acercó, dijo

-Felicidades Candy, por tu compromiso, ella sonriente dijo

-Gracias Terry, el es William Albert Andrew quien me dio la hermosa sorpresa de venir por mí, tomando su brazo muy sonriente, dejando a los jóvenes asombrados por ser amiga del hijo del Duque de Grandchester, a quien se consideraban no tenía ningún amigo, que la pareja era porque es la hija del socio de su Padre. -Albert, el es Terrance Grandchester mi pareja de clase de baile, debo estar muy agradecida que no me dio ni un solo pisotón, todos se sonrieron por el comentario. Albert dijo

-Me alegro mucho Candy, porque ahora podemos bailar muy bien, como si practicáramos desde niños, acarició su cara felicitándola por su excelente baile, dejando a los jóvenes sorprendidos. Agregó -Terrance, considérate mi amigo, si has tenido tal diligencia con Candy, es por lo menos convencerte de que cuando estés en América, nos visites.

-Es un honor, ella es una verdadera dama William, ninguna dama en este salón podrá jamás compararse con la señorita más escondida, sonreía. Albert lo comprendía, pues Candy le contaba en sus cartas que usaba lentes y tapujos de solo imaginar al joven bailando con ella. Agregó Terry, -Mi padre es socio de los Andrew, es probable que nos veamos pronto, me es mucho más agradable considerarte mi amigo. Alister dijo

- Disculpa Tío conoces a la señorita desde niños, no nos la habías presentado

-Si Alister, ella es norteamericana, es la heredera de los Kennedy, la famosa dama oculta, estaba aquí, en Inglaterra. Archie dijo

-Eres la hija de Kent Kennedy Campbell, el socio de los Andrew

-Si él era mi Padre, me dejaron con Albert, somos amigos desde niños. Alister y Gerald se vieron ella era la dueña de la fortuna que acababan de descubrir, que es la mitad de los Andrew y guardaban silencio no sin antes ambos se miraban, pues Albert y Gerald sabían todo, estos por su Padre estaban enterados. Una pareja se acercó, saludaba

-Hola William, buenas noches, ella es mi hermana Elisa Leegan, no sabíamos que la señorita Kennedy y tu, eran novios, Albert se quedo serio. Alister dijo

-Niel, dijiste que la señorita Kennedy era tu futura esposa. Candy se ajustó al brazo de Albert, este se retiró sin decir nada, se fue a la mesa, para separarse del grupo, haciendo que los demás los dejaran solos. Terry escuchó, vio a Niel dijo

-Vaya que eres arrogante, ni siquiera la conocías, dijiste que era tu futura esposa, que insolencia.

Se retiraba, Niel ahora sabía que el también la conocía, que tal vez los Grandchester eran quienes la habían protegido en Inglaterra, ellos eran muy poderosos, ella estaba junto a su hermana, escondida por los Grandchester, le informó a su Padre quien se ponía nervioso por el poder de los Andrew y ahora de los Grandchester que la habían ocultado.

En la mesa, la recibían todos como la futura dama Andrew, pero ella no se percataba de eso, sino de que se había topado con Niel, este aseguro que era su prometida, agradecía tener a Bert ahí junto a ella, ahora estaba descubierta, tanto esfuerzo y ahora tendría que esconderse más.

-Candy ¿estás bien?

-Un poco nerviosa, oíste a Alister, dijo que Niel me consideraba su futura esposa.

-Lo sé, pero apuesto que no me vendrá a discutir nada,

-Gracias Albert, ¿debo volver a esconderme?

-Eso no será necesario, tu fortuna ya fue recuperada, ahora estas protegida, por todos los Andrew, Candy quiero que sepas que no me alejare de ti, que te sientas segura, cualquier problema gozamos de guardaespaldas, ya verás, todo cambiará.

-Hablas con una seguridad que me hace sentir mejor.

-Mira ellos son Arthur y Andrea Cornwall, padres de Alister, Archie y Andy, ella es mi Tía Elroy Andrew, ellos son George y Sofía Johnson, al llegar a ellos Candy sonrió, dijo

-Sra. Johnson, aquí pensaban que era la hija de su esposo, así que es probable que mis compañeras se acerquen y los saluden. George sonrió muy gustoso y sorpresivo.

-Será un honor contar con una hija tan bella, por Dios, como no me lo dijo antes, tan gustoso de tener una hija, no es así Sofía

-Desde que la vimos salir estamos muy contentos de que este con los Andrew, es un verdadero honor, ya conoció a nuestro hijo Gerald, tiene razón mi esposo al querer desear una hija y que sea tan hermosa.

-Muchas gracias,

-Candy ¿quieres ir a bailar?

-Si Albert, por favor

-Es un placer. Candy

El baile estuvo hermoso, las miradas hacia Candy fueron mayores que cuando fue pareja del joven Grandchester, quien cuando podía la veía, Albert lo notaba.

-Candy todos creen que estas comprometida conmigo, hay algún problema, porque el joven Grandchester no deja de mirarme.

-No Albert, se ofreció a venir a la reservación para ser mi pareja, pero le asegure que estoy comprometida, que no puedo acompañar a nadie

-Candy te parece mal estar comprometida conmigo

-No Albert, es maravilloso, imagínate a ese tal Niel asegurando que mi familia me comprometió con él, por Dios, eso sería espantoso.

-Entonces no tienes inconveniente en ser mi prometida Candy

-Albert nos conocemos desde siempre, porque tendría que sentir algún inconveniente, eres quien me ha protegido todo el tiempo, a quien mi madre me entregó, es acaso que para ti si es inconveniente.

-No Candy, ven vamos a tomar un poco de aire.

Al salir al balcón, estaba obscuro, pues la luna no deseaba asomarse, pero la poca luz que salía del salón fue suficiente para que Albert se arrodillara y le pidiera formalmente matrimonio a Candy

-Podrías hacerme el honor de ser mi esposa Candy

- ¡Albert! Que maravillosa sorpresa, nada me haría más feliz en el mundo que ser tu compañera Albert, este se puso de pie, le colocó su anillo, dándole un tierno beso, apenada se refugió en su pecho.

-Candy soy el hombre más feliz sobre la faz de la tierra,

-Albert, también soy feliz, la verdad nunca soñé en que algún día me propondrías matrimonio, me preparé para trabajar, porque mi fortuna había desaparecido.

-Dicen que cuando no esperas nada, puede llegar más de lo que anhelas.

-Créeme me sucede a mí, fueron varios años solo escribiéndonos, pensé muchas veces que ya estabas comprometido o tal vez hasta casado,

-Pues al contrario de ti, esperaba que te ocultaras tan bien que nadie me fuera a ganar a la maravillosa dama oculta, cuando me dijiste que eras enfermera, te imaginaba en un hospital y no podía creer, tanto venir en ser una dama… en eso Candy lo interrumpió, dijo

-Y terminar como enfermera en la guerra. Se soltaban a reír ambos se abrazaban, Candy se metía entre el pecho de Albert, este dijo

-Perdóname Candy, debes tener frío

-No Albert, más bien siento mucha seguridad al estar aquí. Albert la abrazó emocionado, le dio un beso por sentirse bien en sus brazos, haciendo maravilloso ese momento.

Regresaban a la mesa, servían la cena, la tía Elroy vio la sortija de compromiso de Candy sonrió haciendo con la mirada una seña a Andrea Cronwall y Sofía las observaba bajando su mano por la mesa a George para que se diera cuenta, este sonreía feliz, para el Albert era un hijo, se notaba su felicidad en la mirada, Candy lucía más tranquila que cuando había sido presentada. Al terminar de cenar había un brindis general, otro en cada mesa, donde Candy y Albert eran felicitados por su compromiso.

-Candy, mañana nos iremos a América, venimos a despedirnos de ti, Paty y Annie se despedían de Candy ella las abrazaba, les agradecía contar con su amistad, Albert dijo

-Posiblemente nos toque el mismo barco Candy

-De verdad Albert

-Iremos a América también, debemos preparar todo, a lo que Paty y Annie dijeron

-No dejen de invitarnos a su boda, Albert sonrió pensó eso de preparar todo, era por la fortuna recuperada de su prometida, ellas interpretaron la boda de ambos, Elroy dijo

-De la boda, no han puesto fecha, pero les garantizo será la mejor, sonriendo con Candy, ella guardaba silencio, Albert la vio sonriente pero no decía nada, muy reservada, mientras que con él en el balcón estaba desenvuelta y relajada. Ahora se sentía mejor, con el era ella misma, con los demás era la dama que deseaban fuera.

Esa noche todos se iban del colegio, Candy estaba con la señora Sofía, George y Albert en el carruaje camino a la mansión para pasar la noche

-Hija, debes estar emocionada regresar por fin a tu país.

-Lo estaría si mi familia estuviera allá, pero todos vinieron por mí, la emoción empezó ayer al tenerlos conmigo, George sonreía, pues había recibido felicitaciones de todos los padres y compañeras de Candy, a un lado de Albert, recordaba …-Señor, me dice mi hija que Candy es una dama excelente, que gracias a ella, no tuvieron que hospitalizarla, en un accidente de caballo, ella la enyeso e inmovilizo dejando a mi hija en recuperación de inmediato, los Jackson estamos en deuda con su familia -Señor, la familia Dubái está en deuda con su hija, es muy gentil al ayudar a mis hijas en su estadía en este lugar, cuente con nuestra amistad, la familia Mallines, los Robinson, los Coleman, los Brawest, Adware, Balate, entre otras familias pues era una fila interminable que Albert estaba asombrado, pues le dijo que era enfermera y que con la guerra ella atendía a sus compañeras, eso solo lo sabía él y se daba una idea George al recibir los comentarios.

-Candy nos quedaremos esta noche en la villa Andrew, es muy tranquila, para salir mañana por la tarde que zarpa el barco a América. Candy sonrió aceptando con su cabeza, enlazando la mirada con Albert. Sofía agregó

-Oh Candy, que orgullosa me hiciste pasar esta noche, es comprensible para Andrea, por tener tantos hijos, pero al tener solo uno, recibir tantos cumplidos de muchas personas por ti, me hicieron sentir muy agradable, como si fuera la madre de diez soldados Ingleses, se sonreía, Candy abría sus ojos en sorpresa, sonreía tomando la mano de Sofía para agradecerle, ella le colocó un brazo en su espalda, la abrazó, Candy sintió en ese momento recordar a su madre, agradecer lo maravillosa que era, haberla perdido al igual a su padre, que Dios le prestará a los Johnson en ese momento, que la trataran con tal diligencia, mientras Albert veía que la mirada de Candy se perdía en el abrazo de Sofía, la admiraba con ternura. George agregó

-Mi lady, ahora podremos llamarla con su nombre original, ella sonriente dijo

-No es necesario, me gusta la familiaridad con la que me dicen Candy, es muy sencillo y agradable.

Llegaron a la villa ya era de madrugada, estaba fresca, los abrigos estaban guardados, Albert se quito su saco de inmediato cubrió a Candy al bajarla, del carruaje y darle un abrazo.