Capitulo 5
Me gustas
- Candy, me gustas mucho desde hace mucho tiempo, me daba miedo pensar que te enamoraras de alguien, pero cada que me escribías, sentía la seguridad de que tenía una esperanza de convencerte para que me amaras, prometo enamorarte, para que cuando nos casemos, me ames también.
- Ya entendí lo que quieres provocar Albert, ayer sin querer me hiciste que dijera la pregunta y la respuesta, eres muy listo, déjame aprender de ti, si quieres conquistarme, te lo haré un poco difícil, hay otras personas que desean amar y no son correspondidas, trataré de ayudarlas, Albert.
- ¿Que quieres decir Candy?
- Lo que dije Albert, te lo haré un poco más difícil, no podrás apenarme todo el tiempo, así que tratare de ayudar a las personas que desean ser amadas. Con permiso mi amor.
Candy se retiró dejando con cara de interrogación a Albert, trataba de cuadrar lo que había hecho, lo que había provocado en su prometida, pero esta le lanzó una advertencia, un reto o que cosa, que lo dejo pensativo.
…Cada que me escribías, sentía la seguridad de que tenía una esperanza de convencerte para que me amaras, prometo enamorarte, para que cuando nos casemos, me ames también… Ya entendí lo que quieres provocar Albert, ayer sin querer me hiciste que dijera la pregunta y la respuesta, eres muy listo, déjame aprender de ti, si quieres conquistarme, te lo haré un poco difícil, hay otras personas que desean amar y no son correspondidas, trataré de ayudarla…
…Te lo haré un poco más difícil, no podrás apenarme todo el tiempo, así que tratare de ayudar a las personas que desean ser amadas… Bueno, si tanto insistes, no lo haré, pero te regalo mi fortuna, por permanecer a tu lado y conversar…Un buen amigo, vale más que toda nuestra fortuna… Eso es aparte que ya eres mi prometido, no te vayas a pensar que lo olvide…
…Es grave, acaso está enferma mi prometida… confórmate con saber, que eres tu quien robo mi sueño anoche… eres tu quien robo mi sueño anoche.
Sonreía, Candy no le interesaba quien tuviera mayor fortuna, pero se apenaba cuando ella deseaba contestar algo hacia él, por tanto ella se puso lista dejándome en curiosidad, ayudara alguien que desea ser amado… suena interesante, en el mundo todos deseamos ser amados
...para que me amaras, prometo enamorarte, para que cuando nos casemos, me ames también… que esperaba que me dijera ya te amo, no va hacérmelo mas difícil. Eso me gano por decir que la tenía segura… Candy me encantas eres mi enfermera de contrabando.
Se soltaba a reír, llegó George
- William, pasa algo divertido
- No George, tengo una prometida estupenda, este viaje a América será el mejor de toda mi vida, lo presiento.
- Será acaso por la dama que creo nos tiene felices a todos.
- Lo olvidaba, si te pasaste la noche recibiendo felicitaciones por la maravillosa hija que tienes.
- Acaso noto una pizca de celos
- Al contrario un costal de orgullo George. Ambos se sonreían, George dijo
-La familia puede estar viva, los documentos están para los cuatro hermanos, como si ella fuera un barón, su padre es muy bueno, ella debe ser igual. Dijo George entregándole unos documentos.
- Sigo pensando que ellos estarán vivos, esos cuerpos no aparecieron, ellos deben cuidarla también, si estuviera en su lugar, no me gustaría ser engañado, quiero justicia, así sea contra quien sea, debo asumir que es necesario. Contesto Albert serio.
Por la noche había un baile de disfraces para dar la bienvenida en el barco, era todo muy romántico, había muchos jóvenes y jovencitas, algunas comprometidas otras libres, lo cierto es que todas iban muy acompañadas por sus familias.
- Oh madame, no sé cómo me vestiré esta noche
- Te gustaría tener el cabello negro, traigo unas pelucas que nadie sabrá quién eres, sorprenderemos a Albert. Ambas se sonreían. Tocaban a la puerta del camarote, eran Annie y Paty
- ¿Cómo estas Candy? Nos disfrazaremos, Annie tiene un Plan
- Si Candy, me voy a disfrazar de ti. Dijo Annie, sacando una peluca rubia
- ¿Cómo? Asombrada Candy. Paty agregó
- Me disfrazare de peli roja, Candy y Sofía reían, Sofía dijo
- Esto será genial, Candy quieres ver las pelucas para ver de quien te vas a disfrazar.
- De la Tía Elroy dijo juguetonamente, se sonreían todas.
Annie se vistió de rubia con un vestido azul, Paty de peli roja con un vestido rosa en su antifaz acomodo un par de sus lentes, Candy se vistió de verde con el cabello castaño liso muy largo, pues tenía que cubrir bien su abundante cabellera y esa fue la peluca que podía hacerlo. Su Antifaz era verde con brillos. Blanca la hermana de Annie no se quiso poner peluca, solo se dejo su cabello suelto en negro y se unió al grupo de amigas, se encontraron con la señorita Festone quien tampoco traía peluca, pero al ver a Annie pensaban que era Candy y todas buscaban su amistad, ella se sonreía pero ajustaba del brazo a Candy, esta si podía hablaba para saludarlas provocando la risa de todas.
Los caballeros estaban muy elegantes, ellas se sentaron en una sola mesa, así se unieron Ross Parkinson y Julieta Lupus.
Ellas se divertían al ver los antifaces tan originales, el de Ross traía plumas, el de Julieta piedras brillantes, el de Blanca era de florecillas, lo cierto es que cuando fueron a nombrarlas a bailar se devolvían los chicos sin decir nada, al parecer no era la dama que buscaban y todas se reían, Candy muy lista escondía sus manos.
Llegaron Terry y Albert divertidos por sus antifaces al ver la mesa dijo Terry, mira allá esta la mesa de las damas, Albert vio la mesa de los Andrew y no estaba Candy ahí, recordó te lo haré más difícil, se sonreía, el cabello rubio de Annie no era tan largo como el de Candy y no se veía tan hermoso, así Albert se aseguro que ella no era,
-No sacarás a bailar a Candy allá esta,
- Bueno haremos una prueba, ve a sacarla a bailar a ver si acepta dijo con seguridad Albert.
- Este fue nombro a Annie con cabello rubio, salió a bailar, de inmediato Albert supo que no era Candy, se fue al bar, vio a Anthony nombrar a una peli roja acepto bailar era Paty, Alister sacó a bailar a la joven Blanca, Archie se fue a bailar con Ross, ya le quedaban menos a Albert, así que le pidió prestado el saco a un mesero, llevó unas copas a la mesa y vio las manos de Candy ahí estaba su anillo, ella traía cabello liso largo, dejo el saco, la charola, su vistió de nuevo y la nombro bailar, ella observaba bien, era su prometido, si la reconoció en sus ojos, aceptaba al pedir que bailara vio su bello vestido recto verde brillante, su cuerpo se veía divina. Estaba unido a su talle llamando mucho no solo la atención de todos los caballeros sino la del mismo Albert que tocaba su cintura.
- Disculpa mi tardanza en sacarte a bailar Candy
- Albert pensé que no me reconocerías, estaba triste pensé que no bailaría en toda la noche. Este la abrazó, la acercó a su cuerpo muy orgulloso y feliz de no haberse equivocado, como bailaban muy juntos pensaban que era algún matrimonio joven, lo que Albert estaba gozando era poder reconocerla disfrazada, no se la imaginaba con los lentes y las coletas con las que se vestía cuando bailaba con Terry en sus clases.
-Albert como me reconociste
- Terry dijo que te sacaría a bailar, no tiene el hermoso cabello esa joven de mi novia, así que le dije que la sacará a bailar,
- Entonces sigues muy seguro, dijo de forma juguetona.
- Te gustaría sentirte insegura Candy
- No Albert, pero sabes que soy tu prometida, no es necesario conquistar a quien conquistaste hace varios años, Albert tomo sus labios bailando, ambos se fundieron en ese beso que Candy sintió con tal amor, que solo le pedía a Dios, que Albert no dejará de amarla.
El baile duraba mucho tiempo ellos seguían bailando muy felices, cambiaban las baladas y seguían más rápidas, ellos seguían bailando muy sonrientes, las jóvenes amigas de Candy bailaron con varias personas, Candy vio salir y entrar a todas, sonreía
- Albert soy muy feliz a tu lado, me gusta bailar contigo Albert.
- ¡Candy! Albert sonreía, ella estaba feliz realmente a su lado, el la hacía sentir bien y segura, lo apreciaba como amigo, le gustaba ella, este enamorado al corresponderle al besarla, abrazarla, ella no le importaba la fortuna, estudio enfermera porque la perdió, ella lo quería a él, solo a él.
Con esos pensamientos, la besaba muy amoroso, aprovechando sus antifaces, salieron del baile, se fueron a caminar por el barco, tomados de la mano, ahora había una hermosa luna llena el mar brillaba por la luna, ellos felices se abrazaban.
- Albert hace rato, recordé algunas cosas de mi familia, después llegaste y no te comente que mi padre me mostró en casa un compartimento donde guardo unos documentos importantes, no sé si son los que mi madre te dio, pero me dijo que no me obligaran a nada, que con eso me defendiera, me gustaría ir al que fue mi hogar, para ver ese compartimento, no tengo fotografías de la que fue mi familia.
-Candy, las fotos están conmigo, envié a recoger todas las cosas personales, las guarde en mi hogar, investigue la desaparición de tus hermanos, no hay cuerpos de ellos, solo que habían muerto, pero no hay certificados que avalen que están muertos, tu tío el hermano de tu Padre también está muerto, pero no hay cuerpo ni certificado, desapareció junto a tus hermanos. La tumba de tu madre, tiene flores frescas en su cumpleaños, alguien le lleva flores.
- Piensas que mis hermanos pueden estar vivos.
-Estoy seguro Candy, por eso es que anunciare nuestro compromiso y que estas a salvo. Que recuperaste tu fortuna y sabemos quien fue. Pero quiero la seguridad de ellos, si ellos están vivos la fortuna es de ellos también, por eso sus nombres a aparecerán contigo, si aparecen antes sería bueno, porque si no nos tendremos que casar antes para poder pelear por ti, ellos solo necesitan aparecer y pelearan por lo que es suyo.
- Nunca me lo dijiste todo este tiempo, desde cuando lo sabes,
- Candy, no te voy a dar esperanzas de algo que no era seguro, solo que me han dicho que debo casarme de inmediato para poder hacerme cargo y eso es muy apresurado, solo por dinero, quiero que sepas que si tus hermanos están bien, ellos aparecerán como dueños de esa fortuna al dividirse en cuatro la fortuna deja de ser enorme y no tan fácil se las quitarán deben ser hombres grandes, ninguno es menor que tu, Candy trato de recordarlos,
- Kent es rubio, Sean y Tom son de cabellos castaños. Son muy parecidos los tres Kent tenía los ojos… Dios los olvide no los recuerdo… olvide a mi familia. Albert comprendió, la ayudo,
- Kent es el mayor tiene los ojos miel es rubio blanco, Tom y Sean son cuates son de cabellos castaños tienen los ojos verde y miel, no se cual es cual pero las fotos las tengo en casa. Tu tío es como Kent y es hermano de tu Padre. La que tenía sus ojos verdes era tu madre y uno de tus hermanos.
-Gracias Albert, por buscarlos, por contarme y por ocultarme todo este tiempo, Candy beso los labios de Albert, esta vez puso sus brazos en su cuello, muy amorosa, haciendo vibrar el corazón de su amado.
Pasaban los días, Candy y Annie conversaban con Archie, quien se identificaba con ella, se divertían, muy animados, Patricia caminaba con Alister por el barco, este feliz la joven era no solo una cara bonita era lista, sus intereses eran muy compatibles con Alister, Anthony y Ross jugaban ajedrez, eso no era muy fácil para una dama, pero ella lo intentaba y ambos se entretenían. Terry fue asediado por la señorita Festone, perdiendo atractivo para él y desilusionando a la dama, hasta que Candy le dijo
-Debes tratarlo e ignorarlo, no le gusta que lo persigan, le llama la atención lo interesante, desafiante diría yo.
- Lo intentaré Gracias Candy. Después de ahí, lo dejo de perseguir, conversaba con Anthony, quien feliz por tener otra nueva amiga a parte de Ross.
Candy tenía cierta alegría que no había mostrado antes y eso lo notaba Albert, mientras Candy al saber que sus hermanos estaban con vida, pensó que ellos apreciaban mucho a su Tío quien recordó que se llama Ben, que era cuate de su padre, de ahí que tuviera genética para tener cuates su familia, eran Tom y Sean, trataba de recordar a la familia de su Tío Ben y de su familia pero no lo lograba.
Después de varios días, caminaba con un libro, cuando sintió un jalón era Albert quien la escondía para besarla
-Mi amor que susto me has dado, la besaba muy apasionado, ella muy cerca de el metía sus brazos por su saco acariciando su espalda
-Te amo Candy, te amo con todo mí ser, soy tan feliz de tenerte cerca,
- ¡Albert! ella se refugiaba en su pecho, se quedaba sin palabras y le demostraba cuanto lo amaba con sus caricias con sus besos, con sus ojos, pues solo el hablar, se le iba cuando se sentía que su cuerpo se estremecía cerca del de su amado, pero no sabía controlarlo o si él lo notaba.
– Salgamos amor, porque cuando menos lo creas estaremos casados y quisiera que siguieras siendo siempre así conmigo, el único temor que tengo es ahora que mis cuñados me separen de ti.
-Crees que lo hagan
-Candy, estuve pensando, los dimos por muertos porque tu madre nos lo dijo, pero si ellos investigan sabrán quienes iniciaron todo, son los Leegan por tanto son parte lejana pero parte de mi familia, crees que dejarán que se case una Kennedy con alguien que es familia de quienes les quitaron todo.
