Capitulo 9

Justicia

Seis hombres fueron apresados, en la cárcel atendían herido de un brazo a Niel, no podían curarlo y fue enviado a un hospital, con dos guardias, estaban llenos por falta de médicos por una guerra que había en Europa.

Llevándolo posteriormente al hospital donde trabaja Candy, ella se encontraba en urgencias en ese momento, atendiendo a varios pacientes, entre ella otras enfermeras y doctores cumplían con sus labores, el doctor Lofton se encontraba en ese momento ahí junto a Candy. Ella sonreía traía varias jeringas, con distintos medicamentos, con un pequeño listón, para distinguirlas, por su contenido y cantidad.

-Si doctor, el solo requiere una pequeña sutura, pero buscaremos que no tenga dolor, dijo Candy donde Niel al entrar vio sus ojos, tratando de reconocerla, era ella la prometida de Andrew, imposible es una enfermera.

Vio un pequeño instrumento a un lado en una pequeña mesita metálica, este aventó a uno de los guardias, se acercó a Candy, ambas manos esposadas, tomaron el instrumento y se enlazó al cuello de la ella.

- Nadie se mueva o la mato, dijo Niel de forma agitada, donde Candy veía el instrumento en su cara.

Uno de los guardias, estaba en el suelo, el otro al frente, el doctor asustado viendo la escena y la cara de Candy, ya conocía a su familia, ese hombre la tenía del cuello con solo ajustarla podía ahorcarla, sin embargo Niel, comenzó a caminar hacia atrás, saliendo de la sala de emergencias, detuvo un auto, este subió empujando a Candy al auto, donde todos lo seguían con cautela, obligando ahora al chofer a conducir, al seguir en el auto, ella estaba asustada, no sabía si bajarse o gritar sus pensamientos estaban bloqueados, mientras vio el rostro de Niel y de inmediato lo reconoció, era el hombre que había dicho que era su prometida.

Ahora Candy pensaba que no tenía caso, el la había reconocido, pero al verlo herido del brazo, supo que estaba sangrando, y por la herida era la de una bala. Al ver el comportamiento de él, sintió que solo huía, no estaba tras de ella.

Trato de ser sutil puso sus manos sobre sus piernas y tocó las jeringas, pensaba, cuales traía, algún sedante para dormirlo, quería ver los listones, pero Niel la vio y ella se paralizó por completo. A donde iban, pensaba, tenía que hacer algo antes de bajar del auto.

Mientras tanto el doctor Lofton, corría para avisar a la familia de Candy, donde se encontraba con Katy, su prima, al enterarse de inmediato busco su bolso y se fue con el doctor a buscar a la familia.

-Doctor, como es que se la llevaron de rehén

-Un hombre llegó con una herida custodiado con dos guardias de la policía, este empujo a uno de los guardias y tomo un escalpelo que estaba cerca donde realizaba una sutura, y con este amenazó tomando de rehén a la enfermera.

-Santo Dios, Candy, pensaba ir por ella en un momento, siempre vamos juntas, ahora, la llevó Sean, y la alcanzaría antes de su hora de salida. Ahí es doctor. Dijo Katy, para detener el auto frente a las oficinas del juzgado donde todos los hombres sonreían, al ver llegar a Katy con el doctor, todos se asombraron.

-Tío, ¡Candy! Albert escuchó claramente que Katy mencionó a Candy, poniéndose al frente, donde todos estaban atentos. - Fue tomada como rehén por un herido que llevaba la policía a curar.

Kent y Tom pensaron de inmediato en Niel, el fue herido, pero porque en el hospital donde estaba su hermana.

El doctor detalló lo sucedido, de inmediato buscaron a la policía, donde era Niel quien había escapado con Candy como rehén, al parecer no como una Kennedy, sino como la enfermera que tomó con un escalpelo.

Todos se enteraban y el Juez Holmes, se preocupaba por la dulce joven que a pesar de ser una dama, fungía como enfermera, para ayudar a falta de ellas por la guerra.

El padre de Candy, estaba desesperado impotente por la suerte que su hija corría ahora a manos de su enemigo.

-Tenemos que buscarla, por donde se fue, todos se hacían mil preguntas, Sean estaba con las lagrimas en los ojos, contenidas, su hermanita de nuevo estaba en peligro.

Albert por su parte de inmediato, envió a sus guardias, varios autos para recorrer los caminos, mientras la policía hacía lo mismo, con el escape de Niel, este empeoraba la situación y la posibilidad de ser liberado, pues él no había participado en el desfalco, era otra víctima de las circunstancias, sin embargo al huir, tomar rehenes, se le complicaban las cosas.

En el auto Niel, estaba mostrando debilidad por la herida que llevaba, esta sangraba, fue entonces que Candy trato de ayudarlo y a la vez escapar de su alcance.

-Permítame curarle la herida señor.

- ¡Quieres matarme!

- ¡Oh no!, nunca he matado a nadie, solo que su rostro muestra que la herida que tiene en el brazo, lo hará perder más sangre. Niel vio al chofer que solo estaba asustado manejando sin rumbo, este dijo

-Toma ese camino, da vuelta. Tomaba camino a campo abierto, después entró a una granja, al llegar obligó al chofer a detenerse, se bajo con la enfermera, para que lo curara, donde de inmediato huía el chofer.

Niel cayó al piso, Candy de inmediato, revisó la herida, pensaba que si lo sedaba no lo dormiría por completo, solo le quitaría el dolor, y si usaba el escalpelo para extraer la bala, con el dolor posiblemente se desmayaba.

-Necesito el escalpelo, para sacar la bala, esto le dará dolor, pero puede salvar su brazo. Este al escuchar que podía perder el brazo de inmediato accedió, con fiebre, Candy buscaba agua limpia, pero cerca solo había agua del caballo, el pozo estaba retirado y no la dejaría tiempo para hervirla, enjuagó la herida, quitando el resto de la sangre, con el escalpelo, trato de abrir para extraer con la misa la bala, estaba muy profunda, el dolor era inmenso, Candy se manchaba toda de sangre.

Mientras que el chofer preocupado por la enfermera, vio un auto de la policía y le informó de los hechos, este de inmediato se contactaba con otros para enterar que el chofer le avisaba donde se llevaron a la enfermera.

Uno de los autos de los Andrew, se topaba con tres autos, y se detenían a investigar, para irse uno de ellos junto a la policía, para el otro avisar por el camino que habían tomado.

Candy, por su parte extrajo la bala, Niel estaba pálido no solo por la pérdida de sangre sino por el dolor, este se desvaneció, Candy inyectó un sedante, otro antibiótico y el otro para que se quedará más tiempo dormido, mientras, que no tenía con que cocerlo, así que ajustó con tela de su uniforme, para vendar el brazo con fuerza, para tratar de detener el sangrado.

En eso llegaban varios autos, viendo a Candy con sus ropas rotas, llena de sangre, todos sacaron sus armas, donde ella levantaba sus manos, tranquilizándolos, asustada por haber sacado la bala de un criminal, posiblemente ella estaría involucrada en el escape, se quedaba sin aliento. Mientras no dejaban de llegar más autos, donde uno de ellos veía correr a Albert y ella sonrió, al menos había alguien que reconoció, la policía le dijo

- ¿Esta herida señorita?

-No está sangre es del herido, que se encuentra dormido, le extraje la bala. Mostrándola con su mano. Mientras se cubría un poco por la ropa rota que no pensó que le quedará tan corta y toda manchada de sangre, sin poderse lavar y cambiar.

Albert al estar cerca y verla sonreír, la abrazó sin importarle que se manchara de sangre, la tomo de su cintura, elevándola para ajustarla a su pecho, porque la había encontrado.

- - ¿Estás bien, mi amor? Con angustia y sin soltarla preguntaba preocupado Albert.

-Si es la sangre de Niel Legan, y te manchaste al abrazarme Albert.

- No importa mi vida, lo importante es que estés bien. La beso efusivamente, girándola con él, mientras los policías subían al herido para llevarlo al hospital, Albert le pedía las llaves del auto a uno de sus guardias, este se iba con otro de los compañeros, mientras el manejaba el auto, llevándose a Candy para que no le vieran las piernas, pues traía roto su vestido.

Ambos sonreían, mientras se iban lentamente a casa, pues Albert no quería llegar

- ¿Te reconoció Candy?

-Creo que no, solo me tomo como rehén, sin saber mi nombre. Perdió mucha sangre, no pude hacerle sutura solo le extraje la bala y el dolor lo hizo desmayar, después lo dormí, pues traía un sedante en una jeringa.

-Que bueno que me dices, para no hacerte enojar y me pongas a dormir, ambos se reían, por lo que decían, sin embargo para Albert verla sonreír, aun con su vestido roto, ensangrentado, ella seguía siendo un ángel hermoso, ya no podía seguir esperando a que le dieran permiso de casarse, no es justo, ellos se aman, es claro que todo esto los unió más, pero deben poner una fecha a su boda. - Candy, ya no usas tu anillo de compromiso mi amor.

-Siempre Albert, sacó una cadena de su cuello y mostró donde portaba su anillo, para protegerlo, y agregó -Ya te estás arrepintiendo Albert, no voy a dormirte, si ver tus ojos es lo que más deseo en la vida, par que te quiero dormido.

Albert al escucharla sonrió, detuvo el auto y la beso muy efusivamente, ella lo abrazó feliz por tenerlo en sus brazos.

-Candy, vamos a mi casa para cambiarme, ahí debe haber algo de ropa para ti, en cambio en tu casa, no me dejan hacer nada tus hermanos.

-No crees que estén preocupados.

-Se lo merecen, pero la policía debe estarles informando que estás conmigo.

-Bueno si es así, vamos.

Ambos sonreían, al final, Albert de verla con esas piernas torneadas maravillosas, blancas y bellas, se estaba torturando de lo lindo, mientras sonreía sutil para que no notará Candy, que lo traía todo inquieto.

En otra parte, la policía rendía su informe, donde Kent más tranquilo, se iba rumbo a casa, después de saber que su hija estaba bien, que ella había atendido a su raptor y lo dejo dormido, para su recuperación.

Sean le informaba al Dr. Lofton, quien tranquilo informaba al hospital para estar en paz ante el atentado sufrido. Se preguntaban si la enfermera volvería a trabajar para el hospital si su familia ahora estaba enterada del suceso.

En la mansión Andrew, todos estaban asustados recibían y cubrían a Candy, con abrazos, la habían visto en la presentación de Andy, ahora se daba un baño, donde Sofía Johnson sonreía, al ver lo inquieto que estaba Albert protegiendo a Candy al llegar.

-Candy, este vestuario te quedará mucho mejor, que susto nos han dado ustedes dos.

-Si, lo que sucede es que el mandil se ensangrentó de tal manera que no cubrió lo suficiente mi uniforme, la herida del joven Legan sangraba tanto y al no tener para suturar, tuve que romper mi uniforme, sin embargo, su brazo y el vestido no era suficiente para el vendaje.

-Debiste ver la cara de William desde que llegaste, creo que no quiere que nadie te vea, estaba inquieto.

-Pensé que era por haberme tomado de rehén.

-Si pero ya estabas con él, ahora era por la falta de ropa querida, haciendo ruborizar a Candy, que no se percató de que tan corto estaba su uniforme ahora.

- ¡oh! Dios que pena, estaba tan asustada que no pensé en mi atuendo.

-No te preocupes querida, tal vez por eso te trajo a casa, sabía que te cuidaríamos y te cambiaríamos, antes de que te entrevistaran para dar tu versión de los hechos, si es que la policía desea hacerte algunas preguntas.

Candy cerraba los ojos, ahora trataba de recordar a Albert cuando la recibió, la abrazó, como no la separaba de él, como la llevó al auto quitando al chofer para subirla a ella, tan mal se veía, que pena. Y todo el trayecto hasta que trajo una cobija para cubrirla, el vestido estaba apenas cubriendo sus caderas, se veía que cubría sus partes, no estaba sin falda, pero si era demasiado corta. Sonreía apenada, mientras terminaba de peinarse. Al salir, Albert estaba listo y arreglado.

Ambos se vieron, Albert fue con ella la abrazó

- Mi vida, estas hermosa

- Albert discúlpame, no me percate de cómo me veía.

- No te preocupes, te veías hermosa, solo que no es bueno dar un susto así, con tanta sangre en tu vestido, pudieran pensar que estas herida.

- ¡Ah! Era eso, pensé que era por lo corto que me había quedado después de que convertí mi vestido en vendas para el brazo de Legan. Albert sonrió ruborizado, al parecer si noto su inquietud, estaba todo apenado, ella dijo

- Que pena me veía tan inapropiada.

-Esa no es la palabra con la que te describiría mi amor, te veías tan atractiva, que estaba muy presionado porque nadie sintiera, lo mismo que yo por ti.

- ¡Albert! Este sonrió y ella lo abrazó. Elroy salió a verlos.

-Sería bueno que pasarás a comer querida, ya es tarde.

-Gracias. Ambos pasaron al comedor, Albert tomaba su mano y ella estaba sonriente.

Mientras en la mansión Kennedy

-Papá ya se tardaron demasiado. Dijo Tom preocupado

-Dijo el policía que estaba muy mal vestida, al parecer se le rasgo la ropa y estaba con sangre por el herido que atendió.

- ¡Ropa rasgada! Y se la llevó William Andrew, ¿A dónde?

-Pensé que la traería a su casa, donde está su ropa, donde más se la puede haber llevado. Sean sonrió y dijo

- ¿Hace cuanto están comprometidos?

La cara de todos se quedo en tono de sorpresa al escuchar a Sean con esa pregunta, ellos tenían mucho de estar comprometidos, tanto hasta que se arreglará la situación del desfalco, ahora ya estaba arreglada, William se llevó a Candy antes del medio día, los hechos pasaron por la mañana, ya eran las tres de la tarde, donde estaban, Kent dijo

-Papá, todos estamos con parejas y ellos llevan mucho tiempo de novios y comprometidos, no crees que debieron poner fecha hace tiempo.

-Kent, no me hagas pensar cosas que no son, William es un caballero, no es lo que están pensando y Tom dijo

- ¿Qué estamos pensando, Papá?