Capitulo 12

En Riesgo

Al siguiente día jugaban al tiro al arco, lanzamiento de dagas. Llego la prueba de arquería, ahí separaron a las damas de los caballeros. Comenzaron las damas, ellas llevaban unas prendas especiales para este deporte Amelia, elegante alta, distinguida, Andrea al ir caminado se veía inquietantemente atractiva, de lejos la miraba Terry, pues ella no se acercaba a nadie, Candy seguía, se veía más delgada, Sussete, Patricia y Karen era la más joven, empezó Amelia, Andrea, Patricia quedando bien, Sussete, Candy y Karen fallaban muy poco. Ganando diez puntos Patricia, Andrea y Amelia cinco, Sussete dos. Candy sonreía, fue una suerte para ella porque nunca había tenido puntería en el arco, sonreía pensaba por un momento que ni se acercaría al disco, soltaba el aire al saber que al menos lo había intentado.

Siguieron los caballeros que competían, donde la mayoría era muy claro que ganaban Albert, Terry, Alister, Héctor, Jim, Eliot y Michael quedando en el centro, Daniel, Tom y Marcus en segundo aro. Pasaban al lanzamiento de dagas y en este solo participaron algunos barones, primer lugar quedo Alister, el segundo Terry y Albert, el tercero Héctor. Ellos felices porque le ganaron a Michael. Que decían que ganaba en todo.

-Bueno les damos las gracias, porque al menos le quitamos la fama a Michael, de ser el mejor. Terry sonrió de lado y dijo

-En que es el mejor, haciendo reír a Albert quien contestó

-Terry, aquí en Escocia, dicen que Michael y Daniel, son muy perseguidos por las damas y ganan en todo. Terry sonrió y dijo

-Por las damas no hay problema, que se queden con todas, estoy feliz de que estemos mi padre y yo tan lejos de Glasgow, haya sí que saben perseguir a los caballeros, aquí, es realmente relajado. Héctor le dijo

-Si, te aseguro que ellos no esperaban tanta competencia por chicas cuando llegaste, con Tom casado, Jim libre era el único que les hacía sombra, pero al verte llegar, no han dejado de verte, parece que ya se dieron cuenta quien les ganará a todas las damas en la boda.

Alister y Albert soltaron las carcajadas, fue Alister quien dijo

-Albert lo bueno es que tu ya pronto estarás casado, ellos que se sigan peleando por las chicas, Albert vio a Terry, este sonrió de lado, en una sonrisa de complicidad con Albert.

Ahora era montando, con lazo, a seguir una vaquilla, pasaron a los juegos más fuertes, pero Albert apoyaba a Candy, pues en este no participaban las damas, solo Candy.

-Para que no lastime tus manos deja amarrado la punta del lazo en la silla que no tengas que jalar y sea el caballo el que lo haga, bien, -si.

Empezaron Tom, Héctor y Jim, bajaron de inmediato, amarrando las cuatro patas, como expertos vaqueros, fue Terry y le dejo una pata fuera lo cual fue de reírse todos, Daniel dejo dos patas fuera, Alister, Eliot, Marcus, Michael y Albert lo lograba, Candy ya se daba por perdida, sus hermanos eran expertos vaqueros, pero para el lazo, ella no batallo nada, bajo, corrió y agarro fuertemente, amarrando bien, le dijo a Albert y a su padre,

-Bueno es que a veces manejo niños que no se dejan vendar, saltaron las carcajadas. Albert abrazo a Candy, le dijo

- ¿Quiénes eran los que se burlaban?, pues ya estas compitiendo contra ellos. Albert tramaba algo, es que Candy le gustaba ganar cuando se enojaba así que Albert midió el terreno, estaba alistando a su pareja contra sus cuñados, Terry vio a Albert en complicidad con Candy, noto que tramaban algo, así que fue, aposto por Candy todo en contra de sus hermanos, su padre, lo noto, no había perdido llevaba mucho ganado, pero el movimiento de su hijo lo sorprendió y lo imito, el conocía a Albert y Candy.

Ahora seguía la prueba de lazo, Candy vio a Tom a los ojos,

- Sé cuál es tu debilidad le dijo, se sonrió, intimidando a Tom. Héctor lo noto, ambos se pusieron muy nerviosos, Albert no dejaba de sonreír, había realizado lo que planeo. Frente a ellos había una serie de botellas las cuales irían lazando una a una, el que perdiera, en una lazada salía, las filas estaban listas empezaron al mismo tiempo, Albert tomaba su tiempo, lo hacía despacio Candy iba rápido para intimidar a sus hermanos, Héctor, Alister, Tom, Michael fallaban, Jim seguía, Candy abrazo a Albert en señal de que lo lograron. En las apuestas Terry ganaba seis veces lo que acababa de apostar, seguían los juegos.

El siguiente era lazo con equilibrio arriba del caballo, en esta ya nadie quería entrar es más peligrosa en esa la última vez William venció a Héctor, así que todos apostaban a William Albert, pero nadie conocía mejor a Candy sin que se dieran cuenta George se quedo al final apostando todo a Candy. Empezaron a galopar los caballos, tenían que alcanzar a lazar muy lejos, desde el caballo, así Albert se estiró y lo logro, Tom fallo una vez y en la segunda lo logró, Jim lo logro como experto y Candy no quería perder ante Tom, así que galopeo fuerte, levantándose del caballo casi de pie en la silla, lazo al más lejos, ganando. Allí George, ganaba a todos, sonriente, el realizaba apuestas por William.

Candy ganaba dejando por muy poco a Albert en segundo lugar y Tom perdía, ambos ya lo habían logrado, se acercaron, se dieron un abrazo, pues habían ganado. Perdieron ante Candy. Sir Oscar y Héctor orgullosos de Alexandra,

-No sabía que fueras tan buena con el lazo, Candy. Albert sonreía,

-Nosotros si lo sabemos dijo Tom y Jim se los avisamos a todos, Candy es muy buena con el lazo, se abrazaban los muchachos recordando cómo les dio lecciones para lazar, ella solo se sonría.

Albert seguía montado sobre un caballo, Candy bajo del caballo, recogiendo el lazo, caminaba y Albert sostenía el caballo de Candy para dárselo a los vaqueros, en eso el corral se abrió saliendo el ganado corriendo. Candy estaba distraída, Albert lo vio y galopeando el caballo para levantar a Candy, todos los veían asustados.

Tom, Héctor, Michael, Jimmy, Daniel, Marcus, Eliot, Alister corrían por todos lados brincaban y lazaban a las vacas, espantaban para regresarlas al corral, para ayudar pero Candy seguía con los lazos quedando arrinconada antes los animales, Candy al voltear, vio como venía la estampida, rápido vio al caballo que montaba Albert , dio saltos entre el corral, brincando por encima tiro el lazo a una rama, se columpio para que llegar a Albert, cayó frente a los brazos de Albert desde el columpio quedando sentada mirando a Albert y con las piernas en la cintura de él. Ya teniéndola fuerte, quito el lazo, se movió de ahí hasta llegar fuera del corral. Con el caballo que Albert montaba.

Todos aplaudían, el susto que ambos tenían no los dejaba que se soltarán se encamino a dejar el caballo directo a las caballerizas, cargando a Candy, salía de las caballerizas para llevarla con su padre.

Todos estaban muy asustados, pues eso que paso fue un accidente inesperado, vieron que Albert estaba muy pálido, Candy igual, ambos muy serios se abrazaban, Terry le daba un trago a Albert y otro a Candy. Sarcásticamente serio dijo,

-Bueno amigos ya están listos para la boda, decía para suavizar la tensión todos se sonreían nerviosamente, Tom estaba llorando abrazando a Sussete, Héctor abrazaba a Amelia, Jim se acercó le daba besos a Candy, Karen sé acercaba sonriente Candy aprovecho sonriendo le dijo a Jim

-Ya te presentaron a mi prima, el es mi hermano. Haciendo amigos a Jim de Karen. Para tratar de olvidar el susto que se había llevado, se distraía con los demás. Sir Oscar comentaba con todos.

-Bueno con tantas ocasiones que mi sobrino ha salvado a mi hija, definitivamente, esto comprobó todas las demás. Serios se retiraban a cambiarse para la comida. Albert entro a la habitación de Candy, la recostó en su cama, le dijo

-Amor, has estado muy tensa, esto te relajará un poco, date un baño muy largo, tibio y recuéstate un rato, después baja cuando te sientas mejor, prometo que haré lo mismo. Si deseas vendré por ti antes de bajar, ¿quieres?

-Si amor. Contesto Candy.

Mientras tanto, en el castillo Andrew corría un rumor, que en el viaje donde vieron a Sir William viajaba la heredera Lady Sussete Beumont, que los habían visto tomados del brazo saliendo de New York rumbo a Inglaterra, la familia no confirmaba nada, pero la Tía Elroy se emocionaba de pensar que su sobrino había elegido bien. Un periódico anunciaba la posible novia, pues la millonaria viajaba en el mismo barco que el Jefe del Clan Andrew.

-Oh querida, no he hablado con nadie, pero ya sabes que viene a casarse a Escocia, lo espero con los brazos abiertos, decía una Elroy sonriente y emocionada a su amiga Charlotte Betancourt

-Elroy, que emoción, por fin tendrás tu sueño hecho realidad, una dama de abolengo y prestigio, con una rectitud intachable, nadie le conoce ningún novio a Lady Sussete, su tía Roberta Bilmare, fue muy insistente en poner cada estúpido frente a ella, pero es muy parecida a su padre en gloria este y muy inteligente, escogería a tu sobrino por encima de todos, estoy segura.

-Si fuese así, imagínate la fortuna Andrew sería duplicada de forma inmediata, los negocios, solo se harían con la mayor de las clases y prestigiosas familias, Escocia estaría por encima de todas las fortunas de Europa.

-Casi pudiera decirte que rebasaría hasta la de la Reina de Inglaterra, Elroy querida, tienes que tomarme en cuenta para todos los nuevos eventos sociales, ahora deberías, pensar bien en cambiarle la novia a ese sobrino tuyo Archibaldo, sería la única mosca en la sopa, es una familia interesada, de poco nivel social y económico.

-Ya están en planes de boda, pero veré que se puede hacer cuando hable con William, tal vez cambie de opinión cuando sepa que los Britter, no han dejado casar a los jóvenes en dos años.

Mientras tanto en Dinamarca, la Tía de Sussete se asombró, ahora despedía a todos los pretendientes interesados por su sobrina, pues con ese magnífico hombre no era necesario más, ella estaba perdiendo su minita de oro programada. George al recoger a Jim vio los periódicos y los compró escondiéndolos, para mostrarlos a William.

-Los siento mucho Esteban, mi sobrina ya está comprometida… si lo siento Richard… oh querido Peter, realmente estoy muy conmocionada por la sorpresa… Si Robert fue realmente hermosa la petición de mano, y creo que legalmente ya no se puede hacer nada.

En la mansión O`Donell sacaron cuentas quedando en primer lugar Candy y Andrea, de los barones ganaban Albert junto con Alister.

-Vaya todos los descendientes Andrew salieron ganadores dijo George sonriendo, guardando que había apostado mucho y gano. Albert dio orden a George que apostara al máximo en todas por Candy gano porque entró en actividades que muchas damas no realizan.

El Padre de Candy, después de mucho pensar, toco la puerta de su hija, para verla, la vio recostada ahí, se quedo admirándola y cuidándola, Candy despertó, lo vio,

-Papá, dime que ahora me estarás cuidando.

-Si hija mía, no puedo creer que estés aquí, con nosotros. Se acercó a su cama, le acariciaba su cabello.

-Ya hablaste con Albert cuando es la boda, hay mucha gente aquí y en Escocia, según escuche, ¿que están planeando?

-La verdad no hemos hablado de eso, pero si traigo algo muy metido en el pensamiento, ese miedo que le tienes a Elroy, sé que es estricta, pero quisiera me comentarás porque, le temes tanto.

En ese momento Albert salió escucho voces en el cuarto de Candy, abrió la puerta, vio a Candy recostada en el regazo de su padre platicando, le decía algo de miedo, entro se quedo cerca para ayudar.

-La verdad, me dijiste que no tiene caso que le tema, que estoy casada con Albert, ella siempre me recalcaba que Albert era mi padre, que no debía verlo con otros ojos, eso me hacía sentir muy mal, hasta que llego la anulación de mi adopción, Papá no sé desde cuando amo tanto a Albert, la verdad para mi resultaba ser un imposible, pero el solo tenerlo cerca me hace sentir tan tranquila, como si a su lado nada malo fuera a suceder, ahora siento hasta una aprensión por no soltarlo, mis nervios se van cuando está conmigo, desde que llegue a Escocia, siento que si lo suelto me caigo, habla y me hace sentir que todo va a estar bien, pasé por cosas muy tristes; pensé cual sería la más dolorosa de todas, recordaba mucho la muerte de Anthony me dolía, pero me resignaba, cuando Albert se fue, esa resignación jamás llegó, no lo soportaba, sentía que me faltaba el aire, respirar, que en cualquier momento caería y no me levantaría jamás. Un día llegó, nada me importo, ni mi profesión, mi familia, solo estar a su lado, por eso acepte casarme con él, si hubiera podido, hubiera huido con él antes de enfrentar a Tía Elroy. Y que me diga que jamás seré una Andrew.

- Hija, mi madre cuando naciste, dijo que serías la mejor Andrew de todos, Elroy perdió mucho, su familia, su hijo, adopto a Sarah, la madre de los Legan, ellos realmente no son Andrew de sangre, notas algún parecido con tus sobrinos Alister, Anthony, Archie no. Tom nos comento que ellos te enviaron a dormir a las caballerizas, que él había hablado con su padre, hasta con Jim, para sacarte de ahí, pero no podían hasta que lo dijeras, dicen que nunca te quejabas. ¿Por qué?

-Porque tenía que encontrar a mi príncipe. Y ellos estaban cerca de las insignias Andrew, que era lo único que tenía de él. Oscar abrazó a su hija, cariñosamente, le besaba su frente y la veía.

-Hija, hablaré con William, para ver lo de su boda, te lo prometo.

Albert, salió en silencio, se retiró, habiendo escuchado todo lo que Candy sentía por él, lo que había pasado para encontrarlo sin saber, entro a su habitación pensativo, se recostó, le volaban todo los pensamientos, aquellos de amor que se había limitado por luchar y ella nunca tuvo un límite para luchar por él. Que el sentimiento de Candy y él era igual, que el destino los tenía unidos a pesar de todo.

Mientras en otra habitación, Terry también pensaba en ella, como todavía sentía un sentimiento limpio por ella, que aun sabiéndola de otro, le deseaba lo mejor, que la amaba, ahora que la veía, tan mujer, segura, increíble, mi padre y su padre amigos y socios, tal vez en otras circunstancias, lo que más le agradaba de ella era esa honestidad, pero cuando la veía con Albert era distinto, la recordó en el zoológico, con Albert era vulnerable, se dejaba proteger, mientras con Ann, Archie y los demás ella era la rebelde, la fuerte, aquí, ella no quería competir con Albert se daba por ganada o vencida, conmigo se enfrentaba, con Albert la vi distinta, tal vez el tiempo que la deje de ver, en la competencia, Albert era el guía, cuando lo conocí, también fue el mío.