Capitulo 14
La cúspide del Amor
Se hizo un espacio para que entrara una pequeña vestida de blanco con una canastita de pétalos blancos, adornando, la niña estaba lindísima para muchos mini Candy, después las gaitas callaron inició una melodía en piano, violines, tocando el inicio de la marcha de la novia, y las gaitas sonaron la melodía es Escocesa, todos empezaron a gritar victorias pues la novia es Escocesa y entro la novia cubierta con el velo, sin que nadie pudiera reconocerla tan imponente, un vestido hermoso muy elegante ajustado a un talla de una dama muy fina, con guantes de seda, hombros descubiertos y lo mejor acompañada de Sir Oscar O´Donell Andrew, se escucho una voz al unísono
- ¡Oh!, es Lady Alexandra O´Donell Mac Kay, toda Escocia conocía la historia de la hija de Sir Oscar este caminaba, sonreía feliz, Lady Elroy estaba con la boca abierta el compromiso estaba cumplido, es la boda Andrew O´Donell, el medallón de los O´Donell estaba junto al broche insignia Andrew original, el del Patriarca mayor.
– Pero como si mi sobrino lo extravío años después—se decía Elroy, al llegar al frente, varios hombres se pararon tras la dama, Ann se sorprendió eran Jim y Tom quienes estaban ahí, después Sir Héctor O´Donell Mac Kay, Sir Alfred Mac Lean, Sir Bastián Mac Kay, Sir Evans MacArthur, cuñados de Sir Oscar O´Donell Andrew este último, estaba aquí en el castillo Andrew junto a su esposa la hermana de Sir Oscar, seguían los hombres de honor tras la dama novia, Eliot Mac Kay, Marcus Mac Lean, Michael y Daniel MacArthur O´Donell, al entregar a la novia todo se quedo en silencio, Sir Oscar O´Donell hablo,
- Sir William Albert Andrew te entregó a mi hija muy amada, Candy Alexandra O´Donell Mac Kay, mi más hermoso tesoro, con la seguridad que estos caballeros velaremos por ella y por honrar la tradición, el honor de nuestra familia, en convenio con tu Padre fue entregada a ti al nacer y ahora hago entrega en esta capilla para atestiguar ante Dios su unión y los respaldan estos caballeros. Que son la familia de ella y que velaremos por ustedes desde hoy en adelante, coloco la mano de Candy en la de Albert, quedando ambos al centro, los caballeros que acompañaban a Candy se quedaron a un lado del padre de pie, vestidos la mayoría de Escocés, mientras que de lado de Albert otros tantos estaban ahí de pie, resaltando los duques de Grandchester, los Duques de Irlanda, otros de América como los Cornwall y Descendientes de la realeza.
Aquello era algo divino, la espera término, Albert levantó el velo de Candy pero ella no volteo atrás, él la cubrió al abrazarla y darle un tierno beso, durante toda la misa, su abrazo estaba con ella, haciendo que nadie pudiera verla. Y el feliz, porque era solo suya. Sonreía.
La ceremonia termino, los votos de ambos divinos y su declaración de amor fue hermosa, todo mundo quería ver a la novia, - el pontífice dijo
—Los declaro marido y mujer, Duque y Duquesa Andrew de Escocia, Duque y Duquesa Mac Kay de Irlanda. El se acercó y la beso, con un abrazo, muy romántico, todos sorprendidos, la felicidad de Sir William lo decía todo, se enfilaron la familia de ella, la de él con los caballeros al frente, custodiando a la pareja para salir. Dirigiéndose a los salones, con tan altos hombres no podían ver a la novia, pasaron a los carruajes, entraban a los salones Andrew.
Los que estaban al frente entrarían con los novios y sus parejas. A lo que Ann se sentía en las nubes, ella sabía quién era, pues Tom y Jim estaban ahí, pero no dijo nada, se abrazaba a Patricia felicitándola por su boda secreta al encontrar con vida a Alister y al ver a su pequeño en sus brazos, mismo que Alister se acerco, le dijo
-Vamos amor, te ayudo con Alí.
Entraron a los salones, las mesas principales reservadas a la familia junto a los novios, caminaban y abrieron el vals, Candy ya no la cubría el velo, tomada del brazo de su esposo, bailaba el vals principal, al bailar todos admiraban a la novia, Albert bailaba con ella feliz, tan emotivo y en el centro, la tomo de su cintura, la subió con sus brazos girando con ella, mostrándola a todo el mundo, que su esposa era la mujer más maravillosa, demostrándoles lo feliz que estaba al hacerlo, la cara de ella la vio la Tía Elroy, sus quijadas se abrían dejando a la mujer pasmada, pensaba.
Todo el tiempo tuvo a Alexandra al lado de William, ¡santo Dios! es Candy la hija de Oscar O´Donell, como no, si es idéntica a la madre, ahora más, ella ya no era una niña pecosa era una dama, con su cara afilada, siendo toda una mujer se notaba ahora el parecido con la madre la Duquesa de Irlanda Clara Sofía Mac Kay de O´Donell. Solo que el cabello rubio claro Andrew. Ahora entendía el parecido que había con Rosemary, ella también es una Andrew.
Tomaba asiento, solo esperaba un reclamo de Sir Oscar. Callada, sin hablar, asustada en su mesa, pálida, distraída, sus pensamientos la invadían tanto que la insultaron por vivir con un vagabundo, que resulto ser William, que era desde que nació es su esposa. Ahora que decir. Escocia la tierra que la perdió hace veinte años ahora la recuperaba, esta era no solo la boda del patriarca Andrew, la conmemoración de la unión de la fortuna Andrew O´Donell y el encuentro de la mujer que se había perdido muchos años atrás al ir en busca de su esposo William Albert Andrew, su mano estaba cubriendo su boca, su llanto salía, gracias a esa pequeña los Andrew tenían doble título no solo en Escocia, sino en Irlanda.
Albert y Candy, no dejaban de sonreír y bailar, se acercó Tom y Sussete bailaron con ellos, después Alister y Patricia, Alister fue abrazado con tanto cariño por la novia, todo el mundo lo noto, ellos se conocían, le daba besos en su frente y la trataba como una hermana, después entraban Héctor y Amelia, donde Héctor la abrazaba mimosamente, sin poder evitar sus ojos vidriosos, por el llanto contenido, Candy lo notaba y lo abrazaba amorosamente.
Ann y Archie, este sonriente, dijo -¡Gatita!, que hermosa estas, Candy lo abrazaba cariñosa y sonriendo mientras que el sonreía en su cabello, recordando cuando la vio por primera vez, después entraba Jim y Karen, donde Jim, dijo - Yo también te entregue Candy, también te entregue, mi padre no lo va a creer, casé a mi hermanita y besaba su frente, ella lo abrazaba jugando, cuando fue el turno de Terry entro a bailar con Candy mientras entraba una tía lejana de Albert y sonreía acariciando el rostro de su sobrino, Terry miraba a los ojos a Candy, la abrazo de tal manera que la giro en círculos en el centro del salón, ella sonreía, jugando con su amigo, lejos de ahí una dama rubia de cabellos lacios, los observaba emocionada, al ver al joven como jugaba con Alexandra la esposa del Patriarca de los Andrew, llegó el Padre de Candy, dándole de besos a su hija y bailaba, mientras entraba en compañía de él su hermana Adriana, para bailar con William, todos participaban hermosamente del enlace más bello de todo Escocia.
En una mesa de las principales la familia O' Brian felices conociendo a su nieto y bisnieto, estaban la madre y el padre, la abuela, todos habían sido invitados por Alister, enviando dinero y pasajes, junto a ellos los Cornwell estaban felices compartiendo y buscando conservar al bebe, el cual quedaba en manos de la abuela Martha y nadie se lo quitaba, lo paraba y hacía reír, todos se enternecían con él. Alister y Patricia estaban felices, acababan de pasar el filo más fuerte, el temor de ver a los padres de ella después de dos años.
-Hijo este niño es todo un Cornwall, no sabes cómo desee ser abuelo, estaba pensando obligar a Archie a que me diera nietos, aun en contra de los Britter, todos se reían por como juguetonamente hablaba, el hombre serio Guillermo Cornwall, con tal de que su nieto que lo miraba no se asustará con él, por su gruesa voz.
-Padre, que bueno que le sea agradable, Paty solo deseaba volver a ver a su familia, eso aunque me costará la vida, tenía que hacerlo. Paty se enternecía, se ajustaba a él, haciendo que la abuela Martha la felicitará por su valentía, ahora si era su nieta, definitivamente y todos soltaban las carcajadas, por como defendía la abuela Martha a Paty, sin soltar a Alí. Entre los temas se tocó que Alister era el mayor de los Cornwall, por tanto el heredero principal, había vuelto a la familia, sin menospreciar a Archie que en cuanto podía se separaba de los Britter y se alejaba de ellos junto con Annie para estar cerca de su Padre y su hermano.
Después, llegaba el turno de la cena, nuevamente los varones de Escocia tocaron las gaitas, amenizando aquello emotivamente, todos se paraban y al terminar los varones, recibían a sus damas abrazándolos en señal de amor, esto como una tradición ancestral de los caballeros y damas de Escocia.
Las damas se aglomeraban por ver a Terry quién platicaba con Archie y Alister , mientras se ponían al tanto de sus vidas, una joven hermosa alta delgada con cabellos rubio liso recogido, con esa mirada que hipnotizaba a quien la viera, se alejaba al ver la aglomeración de las damas por pelear por el famoso actor, sin embargo no paso desapercibida para él, ya la había visto muchas veces y todas alejándose de él, en la mansión O´Donell dijeron que era una protegida Andrew de inmediato, se alejo de las damas, en búsqueda de la mujer más hermosa de la fiesta, una doncella que por solo su mirar era ya un ángel, cuando la encontró, este se presentó y le solicito bailar, a lo cual con una sonrisa tímida, acepto.
La llevó a la pista de baile, Candy y Albert estaban ahí, al verse, sonrieron Albert le dijo
-Andrea, veo que estas bailando con Terry, créeme es la mejor pareja para este baile, ella se sonrío con Candy, todos estaban felices. Comenzó el baile, Terry se sentía paseando por las nubes ante la belleza que tenía frente a él, si su madre estuviera aquí, vería que la hermosa dama le hacía un juego a la belleza y elegancia de su madre. Estaba fascinados, ambos embebidos por la música.
En otra área, Michael, conversaba con su Padre, le explicaba quien era el hombre con el que bailaba su hermana, después se alejaba de ahí, para seguir bailando y disfrutar de las damas ahora que Terry estaba ocupado, este podía conservar la atención de las jóvenes enamoradizas por él.
Después en un lado del salón el Duque Richard Grandchester, preguntaba por el padre de la dama a Sir Oscar O´Donell Andrew, quien estaba a un lado de su cuñado Sir Evans MacArthur, este de inmediato contestó - ella es mi hija
- Puedo preguntar si tiene algún compromiso la dama
-Ninguno
-Entonces podría tomar en cuenta a mi hijo el futuro Duque Grandchester de Inglaterra como pretendiente formal para su hija
—Será un honor, mi hija nunca acepta bailar con nadie, esto para mi es una sorpresa.
-Entonces le pido formalmente que Sir Oscar O´Donell Andrew intervenga como padrino de mi hijo para esta relación.
- No será necesario, de por estipulada mi formal autorización ya que Oscar sería el padrino de ambos, con gusto aceptaré a su hijo en nuestra familia para mi única hija Andrea MacArthur O´Donell, sobrina directa de Sir Oscar O´Donell Andrew. Richard emocionado dijo,
-Que gusto Oscar sé que es sobrina tuya, por Dios que hermosa es. El Duque estaba muy feliz al ver a Terry. Sir Oscar agradecido contesto,
-Evans deja que tu hija se quede conmigo en casa ya que los Grandchester están en mi mansión y si ambos se aceptan, con gusto les enviaré la fecha de la boda pronto.
MacArthur y Grandchester se abrazaron en señal de un pronto convenio matrimonial, ambos nombraron padrino principal al descendiente Andrew, padre de la novia y suegro del Patriarca, autorizaban al firmar si el joven Grandchester lo hacía, ambos se alejaron y dejarían los papeles de convenio para que se casaran en cuanto Sir Oscar les confirmará, Grandchester estaba feliz si su hijo aceptaba el podía casarse, cuando firmaba, solo pensaba en ir por Eleonor y por cómo veía a Terry , sabía que era la indicada, mientras que para Evans sus lágrimas salían, le dijo a Oscar,
- Me canse de que mi hija viva escondida, esto es una bendición y un alto honor para ambas familias.
Terry y Andrea habían bailado, no dejaban de hacerlo un hombre a lo lejos, los miraba con gran enfado, los seguía con la mirada pues Terry llevaba a la terraza a Andrea, a respirar aire fresco, ella al notarlo cerca abrazo a Terry con temor, este lo noto, sintió sus músculos tensarse y refugiarse en él. De inmediato le pregunto
- ¿Qué te pasa mi bella dama?
– Ese hombre es un pervertido, contesto Andrea con coraje y temor.
De inmediato, se acercó Paul Wagner supuestamente a saludar y pedir a la dama que lo acompañará.
-Mi dama no puede acompañarte a ninguna parte, ella está conmigo. Dijo Terry con molestia
-Ella es a quien pretendo formalmente desde hace mucho tiempo. Siguió Wagner muy seguro de sí mismo.
-No porque la pretendas, te ha aceptado, ella es mi novia y he sido aceptado por ella. Agrego Terry, mintiendo para que ella ya no tuviera temor.
-Imposible, esta dama es descendiente de los Andrew, no se mezclaría fácilmente con un actor como tú. Humillándolo Wagner, con soberbia.
-Ese no es tu problema, es nuestro, retírate y deja de molestar a mi novia. Terry ya estaba cansado de este hombre, sentía como los nervios de ella se empezaban a notar, tomo sus manos, les dio un beso, a lo que Wagner se molesto y lo empujo, diciendo.
-¿Cómo te atreves imbécil? Sin decir nada fue Terry quien empujo dejándolo en el suelo, esperando su reacción a lo que llegaron de inmediato varios varones de la familia a la terraza, Alister estaba al frente.
-Wagner, vete del castillo Andrew, aquí no eres bienvenido. Dijo un Héctor molesto.
-Fui invitado. Dijo secamente, Alister sonrió de medio lado y dijo
-Por algún mayordomo supongo.
-¿Y tú quien te crees imbécil? Insulto Wagner
-Soy tu peor enemigo… bastardo, soy un Andrew. Sacando una navaja corta lo tomo cerca del cuello, Héctor de inmediato grito
-Guardias. Sé acercaron dos hombres y se llevaron a Wagner fuera del castillo. Alister dijo,
- Estás bien princesa, muy noble besando la mano de Andrea, se tranquilizaba Alister.
Esta abrazada por Terry, solo asintió. Llegaban más hombres al ver a los guardias llevarse a Wagner
– ¿Hija estas bien? Le preguntaba su Padre, con él Sir Oscar, Héctor y Richard Grandchester.
-Si padre, el señor Terrance Grandchester me protegió, bajo la cabeza apenada.
-Gracias, dijo Evans viendo a Terry, agregó -hija él es tu prometido el Duque de Grandchester, a lo que Andrea y Terry se vieron a la cara sorprendidos por sus padres frente a ellos, Alister y Héctor sonreían juguetonamente. Se retiraron, dejaron solos a la pareja, Terry de inmediato tomo la palabra, le dijo
-Discúlpame por haber dicho que era tu novio sin tu consentimiento, sonreía de medio lado.
-Bueno ahora tenemos el consentimiento de toda la familia, contesto sarcásticamente y sonriendo suavemente. Terry pensaba, la buscaba todo el tiempo en la mansión y nunca se dejaba ver. Ahora aquí, comprometido con ella.
-Pues sí, me acabo de enterar que por intentar ser tu novio, salí premiado y ahora seré tu esposo.
-¿Premiado? Dijo con sorpresa Andrea.
-A caso crees que no es un premio, estar con la mujer más hermosa de la fiesta.
-Gracias Terry, pensé que ese lugar lo ocupa la novia
-Bueno pero ella ya es la esposa, dejo de ser novia cuando nació, tengo entendido, ambos se sonrieron, viéndose a los ojos, donde Terry se perdía en esa belleza, estaba hipnotizado. Andrea rompió el silencio dijo,
- ¿Conoces a Alexandra?
- Por supuesto, estudiábamos juntos.
-De verdad, sabías que era la hija perdida de mi tío Oscar. Terry recuperaba el aliento para conversar con ella,
-No. Sucede es que llevamos unas semanas de estancia en la mansión O´Donell, aunque estás ahí eres la mujer más escondida de los O´Donell. Andrea con los nervios, la sensación que le provocaba Terry, se escuchaba tímida, haciendo mayor interés en Terry.
-Te parece bien ser mi prometido.
-Por favor, eso no es bien, diría ¡Excelente! Dijo Terry, sin dejar de enlazarse a esa preciosa mirada.
Ambos se dieron una hermosa sonrisa, por lo que ahora ya estaban comprometidos. Terry aprovechaba, colocaba su brazo rodeando su espalda, ella se sentía protegida. Siguieron un rato más tranquilos ya no querían entrar, Terry por si lo acosaban las damas y ella por si la vigilaban sus hermanos.
Ambos estaban asombrados, pues realmente se gustaban, para Andrea era un sueño hecho realidad, sabía de sus dotes de actuación que había sido mencionado como el mejor actor de América y Europa, ahora ese hombre, maravilloso que la defendió de su pesadilla, estaba comprometido con ella, gracias a Dios.
Mientras que Terry veía que hermosa se veía en ese momento, el se sentía el hombre más afortunado del mundo, la mujer que se había adueñado de sus sueños desde que estaba con los O´Donell ahora estaba como su prometida, quería que ese sueño no se esfumará, que se hiciera realidad, la vio en el caballo, en el tiro al arco, que mujer, oh Dios cuando tiraba al arco sus prendas al cuerpo, que bella mujer, vaya que de solo imaginarla sabía porque ese hombre estaba loco por ella.
