Capitulo 17

El pasado honorable

¿Cómo es eso que Niel se quería casar con Alexandra por dinero? –pregunto Sir Oscar. Terry sonrío pero fue Archie quien contestó.

– Tío primero que nada nosotros los Andrew no sabíamos que mi gatita fuera su hija, mucho menos sabíamos que Albert fuera el mismo que la adopto y la hizo nuestra prima en América, nosotros nos enteramos en la fiesta de que ella es Alexandra y

-Como hija del supuesto Tío Abuelo William, Elisa y Sarah al ver a Niel enamorado, aprovecharon- convenció a su familia que si Candy se casaba con el vagabundo con el que vivía, es decir, Albert, ellos en falta del "Tío Abuelo" serían los dueños de toda la fortuna Andrew, pues Candy es su legítima heredera. Sarah convenció a la Tía Elroy con mentiras de que Candy era una mujer sin pudor, que vivía con Albert, cuando Alister y yo la cuidamos siempre, así que cuando William apareció, Niel grito ante todos que ese era el vagabundo con el que vivía Candy. Ofendiéndola, William lo agarró y a brazo tendido le dio de golpes hasta que lo sacó de la mansión en Chicago, como no sabían quién era, el defendió a Candy y dijo soy William Albert Andrew, padre adoptivo de Candy Andrew, no voy a permitir que nadie le falte jamás a ella.

Desde entonces los Legan le tienen un pavor irremediable a William, tanto que se fueron a vivir al sur del país, lo que sería una fiesta de compromiso fue la fiesta de presentación del "viejo" como decía Elisa Tío Abuelo William, pues así fue como lo oculto la Tía Abuela Elroy. Salió de ahí, se llevó a Candy para su hogar en Lakewood donde sus madres y sus hermanos la protegían siempre.

-Tom, la rescató de muchos problemas, hasta se la iba a robar a los Andrew y esconderla porque los Legan son barbaros, sin ofender a nadie, todos los Andrew queremos Candy desde que la conocimos, todos.

Héctor hijo dijo –tu también, ¿Por qué le dices gatita a mi hermana? Archie le contesto

–Es mi gatita de cariño, su mirada es de una gatita. Volteo a ver a Ann y le dio un beso, - Al ser mi prometida su hermana, ella es mi cuñada. Héctor le dio un golpe en el brazo, dijo

-Ga ti ta, pues la mirada de él era igual a la de su hermana, todos se reían.

Conversaban amenamente, llegó la hora de la comida, estuvo de lujo Alister le ponía al tanto de todo al igual Archie, Ann. No podían creer lo que pasó al final de la convivencia, a Alexandra en riesgo salvándola William dos días antes de la boda.

Peor aún como Candy tenía escondido su medallón, nadie podía encontrarla. Que ella al igual que Terry estuvieron en Escocia, cuando la propiedad de los Grandchester estaba rentada ahora y ellos estaban de huéspedes con los O´Donell. Que el Tío William en un mes organizará un evento de grandes magnitudes y coincidiera con la mayor heredera Andrew, la cual estuvo todo el tiempo cerca de ellos.

Héctor advirtió rotundamente a Michael y Daniel que tuvieran cuidado de los Legan, que esos se invitarían solos por ser Andrew a la boda de Terry y Andrea que por nada del mundo los quería cerca de ninguno de los O´Donell, porque Alexandra sufrió mucho por esos mentirosos que hasta convencieron a la intachable Tía Elroy de hacer media barbaridad, por la familia Andrew. Además Elisa andaba tras Anthony, después anduvo tras Terry, es seguro que va tras Michael. Este abrió los ojos y dijo

-Tío diles que me tienes comprometido, todos sonrieron.

En el castillo Andrew lucía una Lady Elroy triste, que Candy no haya hablado mal de ella, ante su padre, que ella fuera quien perdiera todo por ir desde Escocia a América, ella debía ver su parecido con Clara, ella debía recordarla, como todos la comparaban con Rosemary, como era posible que ella fuera la única que no notará que ella era una Andrew, precisamente los comentarios al conocerla el día de su presentación, es una digna Andrew, su sonrisa, su porte, hoy nada más de verla cerca de Amelia O´Donell y de Andrea, sus formas, altas sus contornos las descendientes Andrew estaban unidas ahora en la familia de los O´Donell como un día lo dijo la Abuela Andrew, las damas como nosotras resaltamos solo por nuestra presencia Elroy, entiende, serás una dama y todos te valorarán por tus virtudes, tu honestidad, tu justicia y rectitud serán siempre un pilar para los Andrew, como se dejo envolver por Sarah y su hija, como permitió tanto hasta el mismo Niel se enamoró perdidamente de ella, una mujer independiente, valerosa, lucho contra todo, siendo una huérfana llena de orgullo y dignidad, salía adelante, sin importarle nada, tal como los O´Donell. ¡Santo Dios!

- George envía un telegrama a los Legan que pronto iré a visitarlos, que no vengan a Escocia que su Tío William no desea que estén aquí, que todos los Andrew de Escocia, lo saben.

George antes de enviarlo, consulto a Sir William, enviándole un telegrama a él a su barco, pues estaba enviando un recado por lo menos de parte de algo que él no había dicho.

Sir Oscar se presento en el castillo acompañando a Archie, Ann, Terry y Andrea diciéndole a George que en un mes Terry Grandchester se casaba con una de las últimas descendientes Andrew, Andrea MacArthur O´Donell, que esta semana se devolvía a América el hermano de Candy, Jim Carthaway. George no tardo en notificar también a Sir William de estos detalles que Sir Oscar le mencionaba.

Sir Oscar se regreso a la mansión O´Donell acompañado de los O' Brian, para ver a su hija y su nieto, Allí dejaban a Terry y Andrea para ver los detalles de la boda, pues ya habían tenido un atentado de nuevo con Wagner, estaban con ella dejando a Guillermo Cornwell a cargo de la Tía Elroy, los Britter se iban a regresar a América cuando Archie les informaba que sería mejor adelantar la boda, aquí en Escocia a lo que se molestaba la Madre de Ann por tener todo avanzado en América, entonces le dijo Archie,

-Perfecto solo que será en un mes y tres semanas a más tardar, pues tengo que regresar a trabajar, mi esposa y yo tendremos que estar en Europa un tiempo, viendo las fechas, sabiendo que todo no se podría preparar así aceptaron que la boda fuera en dos semanas porque ahora eran los Britter los que tendrían que regresar, saliéndose Archie con la suya, que Terry no le ganará, le valió que el lujo no se diera, que se festejaría en dos semanas, informándole esto a George, a Lady Elroy y a su Tío Oscar todo se apresuro haciendo que parecieran competencias, pero se aclaraban inmediato las dudas cuando se hablaba que los jóvenes eran novios desde que estudiaban en el San Pablo y se acababa cualquier rumor.

Mientras tanto en Inglaterra, un hombre enamorado se casaba en secreto con Eleonor Baker y se juraban amor para toda la vida, ella había dejado el teatro y viviría en Inglaterra o en Escocia, según donde decidan, pues ellos ya no serán los Duques sino Terry. Los negocios de él en América se quedarían a cargo de Terry.

Contento firmaban los papeles los Grandchester, se regresaban en luna de miel a casar a su hijo pues la mansión Grandchester de Escocia ya estaba disponible, en lo que ellos llegaban todo quedaría arreglado, pasaron unos días en Inglaterra donde compraron el vestido de novia, muchos detalles se llevaron e invitaron a las amistades Inglesas a su participación, avisando a su vez a la realeza de Inglaterra que un nuevo Duque en su hijo Terrance Grandchester para luego ir a Escocia.

Mientras tanto en el barco de William, despertaba, con su princesa en brazos, ella tenía medio cuerpo encima suyo, se excitaba de solo sentirla, lo iba a enloquecer de amor, estaba tan bella, había llegado el desayuno en el cuarto de un lado, pues los había escuchado, así que decidido, la cargo dormida, hacia arriba de él haciéndose como que el despertaba con ella encima, ella apenada abría los ojos, se veía,

-Disculpa mi amor, me quede dormida encima de ti,

-Ven, la roso con su cuerpo,

- No es necesario que te disculpes, le sonreía juguetonamente, ella abría bien los ojos, se reía traviesamente jugaba con él, le daba caricias y abrazos, él acariciaba con sus manos al verla sentada encima de él, tomo su trasero, la acomodo suavemente, sentados ambos, la movía y ella gemía en deseos,

-¡Albert!, mi amor, se excito rápidamente, al estremecerse con las manos de Albert, ella se aferro a él, empezó a moverse rápidamente, el besaba y acariciaba con tal amor, agitado ante el descubrimiento de la pasión de su mujer, ella se movía más y más rápido, él estaba a punto de llegar cuando ella culmina estirando su cuerpo, él lo hacía aferrándose al de su esposa.

-¡Candy!, mi Candy. Agotado antes esa manifestación de deseos, se volvía a recostar con ella encima, sin querer soltarla, ella feliz, le decía

– Albert creo que no podré vivir sin ti. Acabas de adquirir una nueva socia en todos tus negocios, ya no podrás viajar solo jamás. Albert al escucharla, sonreía, la abrazaba,

- Candy te amo tanto, que me haces tan feliz al decirme esto. Pensaba hacerme el enfermo para tener mi enfermera personal

-¡Esa también es buena idea! Candy se mordía el labio inferior en señal de traviesa. Albert sonriendo le dijo

-Vamos a darnos un rico baño y a desayunar, te tengo una sorpresa, afuera del barco, lo mejor es que nos apuremos.

Salieron, hacía frío, se abrigaba, al ver los paisajes Candy quedo asombrada, había montañas blancas y grises, hermosas, arboles gigantes con puntas nevadas, el agua estaba tranquila, pero los paisajes se reflejaban en las hermosas aguas tranquilas, Candy abría sus ojos, se estremecía, donde estaban no preguntaba, el lugar era inimaginable, de todos los paisajes eran hermosos, quería correr por todo el barco para ver todos los ángulos posibles, pero Albert le leyó el pensamiento, la tomo de su mano, la guio arriba del barco, ahí vio mucho más

— ¡Dios!, es hermoso Albert donde estamos,

-en Irlanda, es hermosa, esa también es tu tierra.

-Que divinos paisajes, Albert es maravilloso, mi amor, sabes cuánto me gusta esto, eres sorprendente,

- No Candy, no lo soy, soy un egoísta esto es lo que me fascina y comparto contigo, porque sé que ambos gozamos de las mismas cosas, ahora vez que viajar no es malo, es verdad que hay tormentas, situaciones difíciles, pero cuando ves la calma y la tranquilidad, sabes cuándo poder viajar y cuando no hacerlo.

Candy le dijo – Mi amor, te amo, que bueno que me muestras lo que te gusta, porque me encanta tanto, saber y disfrutar que eso me fascina, creo que eso es una pareja Albert, ver juntos el mismo horizonte, ver al mismo rumbo, para poder tomarnos de la mano, caminar juntos por el mismo lugar.

Albert sorprendido –Candy eso es hermoso, eso es realmente un matrimonio Candy, tomarse de las manos y caminar el sendero unidos con las metas en común, eso forma una pareja, los ideales son compartidos, disfrutar cada instante a tu lado, hasta envejecer si Dios nos lo permite,

- ¡Albert!, nunca me dejes mi amor, pase lo que pase, no te alejes de mi otra vez, prométemelo. Juntos hasta cuando envejezcamos.

-Mi amor te lo prometí en el altar, juntos hasta que la muerte nos separe. En ese momento Candy se abrazo fuerte a Albert y él la encamino dentro para que no se enfriará más, ella estaba conmovida y seria, fue entonces que le pregunto Albert.

-¿Te pasa algo amor?

- Si Albert, acabo de descubrir, porque tengo aprehensión por ti.

-¡Amor!

-Desde niña, me dejabas te ibas, aparecías y te volvías a ir, en Inglaterra, apareciste esa noche que te vi, Albert me gustaste mucho estabas muy guapo, sin tu barba, en el zoológico, no era novia de Terry, te fuiste Albert, cuando realmente estuviste conmigo fue porque no tenías memoria y aun así te alejaste de mi, después en el hogar de Poni, Albert te fuiste.

Candy lloraba, se cubría la cara, se retiraba a su recamara, se sentó en un sillón, pensaba, veía por las pequeñas ventanitas todavía los paisajes.