Hola! Me he tardado un poco en poner este capítulo, pero el trabajo en la universidad es difícil y estaba esperando a tener lista también la versión en inglés. Espero que les guste. Si es así, por favor pongan reviews!

Disclaimer: Lizzie McGuire no es de mi autoría, ni ninguno de los otros personajes o lugares incluidos en la serie de Disney. El fragmento de canción incluido en este capítulo pertenece a la canción "Siempre" de Salsa Kids.

Capítulo IV: Kate, no puedo creer lo que dices…

Gordo llegó hasta la esquina de su casa. Se detuvo allí por un momento, y escuchó pasos detrás de él. Volteó a ver y ¡cuál no sería su sorpresa al encontrarse con Kate!

"¿Kate, qué haces aquí?"

"Ah… uh… yo… eh… Hola…"

"¿Kate, me estabas siguiendo?"

Ella estaba helada de susto.

"No, mira, lo que sucede es que quiero hablar contigo."

"¿Hablar conmigo?"

"Sí…"

"Qué extraño…"

"¿Qué es lo que te parece extraño?"

"Que no me estés hablando con el tono usual con el que me hablas, el que me hayas buscado para hablarme…"

Kate balbuceó, tratando de justificarse.

"¿Bueno, creo que las cosas pueden cambiar, no?"

"¿Y qué quieres decirme?"

"Algunas cosas. Primero quiero hablar de Lizzie."

"¡Ah, Lizzie! Ahora recuerdo que YO tengo que hablar de Lizzie contigo primero. Me parece muy mal la forma en la que te comportas con ella, especialmente el cómo te comportaste con ella ayer. Ella nunca te hace ni te haría daño, pero al perecer te empeñas en hacer que se sienta mal a toda hora…"

"Créeme que nunca tengo reales intenciones de lastimarla. Sabes, aunque parezca mentira yo aprecio a Lizzie, y sí, sé que nunca lo demuestro, y es por que me cuesta trabajo controlarme, además ella interfiere con mis propósitos…"

"¿Propósitos? ¿De qué propósitos hablas?"

Kate decidió que ya no podía callar lo que hace algunos meses la sumergía en la pena, en la lucha con ella misma, pero a la vez le daba fuerzas e iluminaba su vida, tan miserable a veces. El ser popular era el peor infierno, algo que nunca hubiera querido ser. Ya quería dejar su forma de ser, tan mezquina y vana.

"¡De mi propósito de que seas mío! ¡Sí, Gordo, me gustas! ¡No sé desde cuándo, ni cómo, ni porqué! ¡Me gustas y Lizzie se interpone porque ella te quiere y a veces siento que tú también la quieres, y eso me está matando! Actúo como si no fuera así, trato de no demostrarlo, hago todo como para que no parezca así, ¿te das cuenta? ¡Por eso actué así ayer!"

Gordo estaba impactado, simplemente incapaz de creer lo que sus oídos habían escuchado.

"Kate, no puedo creer lo que dices… "

"¿Qué es tan difícil de creer? ¡Me gustas, te quiero!"

Kate trató de besarlo, pero él la detuvo.

"No, Kate, Tú no me quieres. Estás confundida. Date tiempo para pensar. No te hieras a ti misma ni permitas que yo te hiera. Y por favor, no sigas molestando a Lizzie, te lo pido. Me tengo que ir ahora, adiós."

Gordo empezó a caminar, cuando Kate le reclamó, casi llorando:

"¡No te vayas! ¿No me escuchas? ¿No tienes nada que decir?"

"No" pensó Gordo. Pero enseguida se dio cuenta de que estaba siendo demasiado duro. No le gustaba herir a nadie, aunque fuera una persona como Kate.

"Kate, no estás pensando claro. Tienes que darte tiempo para reflexionar. Tú no puedes quererme. Yo no puedo quererte. Siempre me has tratado mal. A mí y a mis amigos. En especial a Lizzie. No te hieras por favor…."

"¿Ves que sí quieres a Lizzie? ¡Yo puedo quererte más que ella!"

"No, Kate. Y te lo pido otra vez. No molestes a Lizzie. Adiós."

Gordo siguió caminando y entró a su casa. Pensó que había sido muy duro con Kate, pero él no podía darle falsas esperanzas a alguien que no quería, a alguien a quien odiaba… el recuerdo de Lizzie volvió a su mente, y la estrofa de una canción se repetía en su cabeza, sonando como una burla:

"Pero ya estoy decidido a no dejar

Pasar de largo esta oportunidad

De confesarle que es la causante

De este insomnio y de este amor

Que me está volviendo loco…"

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"Mi vida no vale nada… Siempre dando tumbos… "

Kate caminaba llorando y maldiciendo. "El primer buen chico que me gusta y no se interesa en mí, ¡y de eso yo misma tengo la culpa!"

"Hola Kate, ¿qué te pasa?"

Sorpresivamente, apareció detrás de ella Larry Tudgeman.

"Tudgeman, ¿qué estás haciendo aquí?" –inquirió Kate, enjugándose las lágrimas y fingiendo estar bien-.

"Cruzaba la calle de la esquina que pasó y te vi. Pareces estar mal… ¿Te puedo ayudar?"

"No, gracias, Sólo déjame. Adiós."

Kate emprendió una carrera apresurada, alejándose de Larry.

"Qué chica tan extraña…" musitó Tudgeman.

"Extraña, en verdad muy extraña…" dijo Ethan, quien se apareció junto a él.

"¿Tienes idea de lo que le pasa?" inquirió Larry.

"Sí. Tiene algunos problemas. Pero los superará. Oye, ¿quieres venir a jugar bolos con mis amigos? Necesito a una persona más en mi equipo. Iba a invitar a Gordo, pero la última vez que lo vi jugar, lanzó todas las bolas por el canal, y Miranda lo festejaba… No creo que haya mejorado desde entonces. Te he visto jugando bolos y eres muy bueno para eso, creo que sería estupendo que me ayudaras hoy, ¿Qué dices?"

"Seguro, vamos."

"Espero que Kate piense muy bien en lo que vaya a hacer", pensó Ethan.

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Lizzie llegó a su casa y encontró a su familia en la mesa de la cocina, tomando un refrigerio.

"¡Hola mamá, papá, Matt!"

Jo respondió al saludo.

"¿Hola Lizzie, cómo estuvo la escuela hoy?"

"Todo estuvo muy bien… ¿Y que tal su día?"

"Muy bien también. ¡Tu hermano ha sido Estudiante del Mes en la escuela!"

"¿En verdad, Matt? ¡Felicitaciones! ¡Eres un gran chico!"

"Gracias, Lizzie, pero no lo habría hecho si no me hubieras ayudado a estudiar tantas veces en estos últimos meses… creo que te corresponde parte de esta designación…"

Lizzie abrazó a su hermano. Aunque ya había crecido hasta casi su estatura, aún veía a Matt como un niño, y lo quería y protegía como tal. Ya se había olvidado de todas las cosas que él le solía hacer, y bueno, a fin de cuentas, ¿son hermanos, no?

El tiempo del refrigerio transcurrió alegremente. Por la tarde, Matt fue a la habitación de Lizzie para hablar con ella.

"Lizzie, ¿puedo pasar?"

"Claro, Matt, adelante."

"¿Cómo estás?"

"Te refieres a…"

"Sí."

"Bueno, Miranda me dijo que Gordo también me quiere. Gordo me quiere decir algo desde ayer, pero cada vez que vamos a hablar de eso, algo o alguien evita que acabemos de hablar… esto me tiene muy inquieta…"

"¿Y qué crees que sea lo que Gordo quiere decirte?

"No lo sé…"

"Lizzie, Lizzie, Lizzie. Gordo también te quiere. Y ya se lo que quiere decir. ¡Se va a declarar!"

Lizzie se sonrojó muchísimo.

"Matt, qué cosas dices… ¿tú crees?

"Estoy seguro. Habla con él, después de todo, ¿quién dice que no puedes tomar la iniciativa?"

"Ayer estaba decida a decirlo. Y tienes razón, ¿Quién dice que no puedo? Gracias, Matt…"

"No hay cuidado. ¿Tienes oportunidad de hablar con él hoy?"

"Creo que no. Pero me gustaría. Estamos sobrecargados de deberes. Creo que tendrá que ser mañana."

"¿Y por qué no hoy? Pero bueno, si quieres que sea mañana, es tu decisión."

"Creo que hoy no estoy lista. Pero mañana será."

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Gordo se hallaba en su casa. Necesitaba hablar con alguien de lo que pasó con Kate. ¿Hablaría con Lizzie? No. eso no es algo de lo que hablaría con Lizzie. No por que no quisiera hablar con ella, sino por que se trataba de Kate. Llamó entonces a Miranda. Tomó el teléfono y marcó su número.

"¿Aló?"

"¿Miranda?"

"¿Gordo, qué tal? Oye, qué mala suerte, el señor Dig tuvo que llamarte a hablar con él, y no pudiste conversar con Lizzie… ¿Y qué fue lo que te dijo?"

"Nada… sólo que no me distrajera en clases, aún estando tan enamorado de Lizzie…"

"¿Qué dices?"

"Sí, el señor Dig lo sabe."

"¿Ves que TODO el mundo sabe que estás enamorado de Lizzie y que ella lo está de ti?"

"Sí… pero eso no importa ahora. Y además, pasó algo que no vas a creer. Siéntate porque te vas a caer de espalda cuando lo oigas…"

"Gordo, ¿qué pasa, no me asustes…"

"Kate me persiguió a la salida de la escuela para decirme que estaba enamorada de mí y es por eso que se comportaba así con Lizzie… parece estar loca, obsesionada… qué cosa tan extraña, esto me trae un mal presentimiento… Miranda, ¿Miranda, contesta… Miranda"

Miranda se había quedado muda. No sabía si creerle a Gordo o no.

"¿QUÉ? Eso no puede ser, no hablas en serio... ¿verdad?"

"¿Crees que yo podría hacerte una broma así, sobre eso, y con ella?"

Miranda recordó que Gordo era la persona más seria que conocía y que él no diría semejantes barbaridades sólo por jugar una broma.

"Es que no puedo creerlo… ¿y qué le dijiste?"

"Le dije que no se confunda, que ella no podría sentir eso por mí no yo eso por ella, y que deje de molestar a Lizzie. Ahora me preocupa Lizzie…"

"¿Por qué Lizzie?"

"Por que Kate me dijo que Lizzie interfería con su "propósitos"… y temo que ella quiera hacerle algo peor que lo que suele hacerle."

"No temas, Gordo. Ya se le pasará. Pero haremos bien en cuidar a Lizzie de esa bruja. Desde mañana vigilaremos los movimientos de Kate y veremos cómo proteger a Lizzie."

"Gracias Miranda… Somos los Tres Mosqueteros, y nos cuidaremos para siempre!"

"¡Amén a eso!"

Lo que Miranda y Gordo no sabían que el corazón herido de Kate fraguaba un plan para alejar a Lizzie de Gordo… y que no esperaría para ponerlo en acción.

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¡Esperen el capítulo 5, no tardará mucho! TheNewJP1987