Rendir Frutos
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Las miradas acusadoras no se hicieron esperar apenas apareció a los alrededores de la preparatoria Furinkan, los estudiantes la miraban de arriba a abajo, y para cuando por fin pasó por el portón de entrada de la escuela, los cuchicheos no se hicieron esperar, la mayoría, mal disimulados.
Entró en su salón de clases y ni un solo compañero le dirigió el saludo, ni siquiera sus amigas se acercaron a hablarle, solo la miraron desde una esquina con tristeza, ellas, aunque le tuviesen estima, no estaban dispuestas a que su reputación fuera entredicha por juntarse con una estudiante embarazada.
Horas después, la muchacha se resguardó en una de las bodegas del gimnasio, llevaba su almuerzo en las manos y un termo de agua vacío, no había soportado ni un segundo más bajo las miradas acusatorias y había preferido no hacer esa parada para llenarlo, lentamente se sentó sobre una colchoneta en el suelo suspirando.
El frio dentro de la habitación era bastante palpable y ella no llevaba un suéter demasiado cálido.
- Estaremos bien. - se frotó la panza de cuatro meses que ya se había hecho notoria y sin poder evitarlo, comenzó a llorar. Amaba a su bebé, pero eso no evitaba la vergüenza que la hacían sentir, el peso de las miradas clavadas en ella juzgándola, el abandono por parte de su ex prometido, quien por cierto, ahora que estaba saliendo con otra compañera de clase, había sido quien reveló el embarazo públicamente y a él no le achacaban nada; hasta los profesores la veían feo y sus padres estaban tan decepcionados de ella que prácticamente la ignoraban.
- Ya, ya. Apúrate. - Declaró la voz masculina cuando entraron en la bodega.
- No me estés presionando. - dijo molesta la voz femenina. La joven se limpió los ojos apurada y se preparó para una nueva ronda de malas miradas, pero al levantar el rostro se encontró con unos ojos confusos.
- ¿Tanimoto? - La reconoció ella. - ¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? - dijo al ver los restos de lágrimas.
- Yo... yo... - se levantó con dificultad. - No era mi intención molestar, Tendo. - dijo apurada al ver a la capitana del equipo de vóley, venía cargando la red y tras de ella, su prometido venía empujando la cesta repleta de balones.
- No molestas. ¿Pero qué te pasa? - Al acercarse a ella, fue cuando notó que ella apoyaba una mano en su vientre abultado, también notó que sus manos temblaban y que estaba muy pálida. Hasta el año pasado, esta chica había sido miembro del equipo, pero hace meses había dejado de lado el club para concentrarse en una relación en la que estaba enfrascada. Lo último que había sabido de ella era que se había comprometido con un chico de su mismo año. - ¿Tanimoto?
- Ya me iba... - declaró mirando el suelo.
- Espera. - La tomó de los hombros con suavidad. La chica tembló aún más y dejó caer los implementos de sus manos, la comida se desperdició sobre el suelo. - Oye... - darse cuenta que la chica frente a ella estaba embarazada y lo que implicaba, la hizo hablar con cuidado. - Si necesitas algo, y yo puedo ayudarte, no dudes en decírmelo. - La muchacha la miró con sorpresa, no esperaba ese gesto cálido después de que había abandonado el equipo sin aviso previo y aunque Tendo había sido su capitana no habían sido realmente amigas. - También Ranma.
- ¿Yo? - Akane le dio un codazo en el estómago para que se callara.
- Si necesitas algo, él también puede apoyarte. - El chico solo dio un bufido, pero terminó por asistir. A veces se preguntaba porque Akane le daba por meterse en problemas ajenos.
- Yo… yo… - las palabras se le atascaron en la boca, tanta amabilidad hizo que comenzara a llorar desconsolada.
Akane sin poder evitarlo la abrazó y meció hasta que se calmó.
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- ¡Mira que hay que ser zorra para buscar embarazarse para atar a alguien! – Le gritó un grupo de chicas desde la segunda planta cuando la jornada escolar terminó. Tanimoto tomó más fuerte su maletín sin voltear, siguiendo su camino, intentar si quiera aclarar que esa nunca había sido su intención y que de hecho la idea de no cuidarse había sido de su ex pareja, no tenía caso, no cuando él mismo la acusaba y todos le creían.
- ¡Hey! - otro grito se oyó. - ¡¿De qué te sirvió embarazarte cuando Takao no te quiere! - El grupo de chicas rio en voz alta, esa había sido la voz de la nueva novia de su ex. Siguió su camino intentando no llorar en público.
- ¡¿Tienen algún problema con ella?! - Una voz femenina gritó algunos metros más allá de ella. Sorprendida volteó y vio a Tendo mirando con desafío a las chicas que se burlaban. Ninguna le contestó, nadie en su sano juicio se metía con Tendo. - ¡Eso pensé! - dijo con obviedad al verlas cohibidas.
- Akane, si no fueras tú, esas chicas se te hubieran lanzado encima. - Dijo riendo Yuka a sabiendas del alma justiciera de su amiga. Akane solo negó con una sonrisa y se acercó a la muchacha defendida.
- Si te vuelven a molestar, no dudes en decirme. - Ella asistió. - También Yuka y Sayuri pueden ayudarte si necesitas algo. - agregó y las dos chicas abrieron los ojos sorprendidas de que las incluyera en aquella defensa, ponerse de lado de una "apestada social" podía traerte muchos problemas, pero contagiándose del espíritu valiente y a sabiendas de que Akane las estaría respaldando terminaron por asistir. - ¿Quieres que te acompañemos a algún lado? - preguntó amable.
- No... no, gracias, ya hiciste suficiente. - contestó aun sin creer que la chica más popular de la preparatoria hubiera salido a su rescate.
- Bien, ¿nos vamos? - Le dijo a sus amigas, Sayuri comenzó a hablar de ropa y se fueron caminando.
- ¡Tendo! - le gritó a la distancia. - ¡Gracias! - agradeció con una sonrisa sincera y Akane le regresó el gesto.
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- ¿Qué... qué es esto? - preguntó esa mañana al aire sin creer lo que estaba en su escritorio. Toda la semana pasada había sido sumamente tranquila gracias al apoyo de Akane y todos los que convencía para que la apoyaran, nadie le decía que no a Akane, a pesar de eso, hoy lunes, se encontró con un gancho de ropa de metal adornado con un lazo color azul marino y una tarjeta que decía, " Te deseo suerte".
La muchacha se tomó el vientre sintiendo una arcada ante el horror de la "broma" que eso significaba, se dio media vuelta y comenzó a caminar con prisa para salir del salón. Tras ella se escucharon algunas risas, prueba de que seguramente varios compañeros estarían coludidos en ello.
- ¿Te sientes bien Tanimoto? - Le dijo un muchacho recargado en la puerta de salida, era el mejor amigo de su ex novio que la veía desde una esquina y también estaba riendo. Ella lo ignoró y pasó a su lado cuando él la tomó del brazo y la detuvo. - Deberías de tomar el consejo. - Le dijo en tono bajo. - Le estás arruinando la vida a mi amigo.
- Déjame en paz Miyazaki. - intentó soltarse, el miedo recorriéndole la espina.
- Sabes que sería muy fácil deshacerte de "eso", ¿cierto?, los accidentes pasan todo el tiempo. - Ella se movió para liberarse, pero no la soltaba.
- Déjame. - comenzaron a escurrirle las lágrimas.
- Más vale que... - un golpe le cayó en la mejilla al muchacho, Tanimoto fue sostenida del brazo.
- ¡Eres un imbécil! - Casi Ladró Akane viendo al chico en el suelo que había tenido sujeta a la embarazada.
- ¡No te metas Tendo! - Le gritó enojado con el orgullo magullado, más no podía hacer, aunque Tendo fuese una chica, nunca iba a poder ganarle.
- ¡Eres un cobarde! ¡¿Como te atreves a meterte con una embarazada?! - Apartó a Tanimoto del camino con suavidad y le hizo frente al otro que al verla acercarse se hizo atrás.
- ¡Yo no...! ¡Yo no la amenazaba! - Se defendió nervioso.
- Eres una basura. - dijo viéndolo de arriba a abajo. - Igual que ese que se esconde tras los demás para molestar a la madre de su hijo. - habló con asco viendo al que sabía era el exnovio, que solo se había quedado petrificado, ya sin un solo rastro de sonrisa en el rostro.
- Tu no lo entiendes Tendo, esa chica no es lo que crees, hizo las cosas a propósito. - Se levantó la misma chica que gritaba el otro día con sus amigas. Akane que ya se había volteado, regresó su vista a ella y la miró como si fuera tonta, se le acercó y la chica casi se orina del miedo arrepintiéndose de haber querido defender a su novio.
- ¿Sabes cómo se hacen los bebés? - preguntó con burla en la voz. - ¿O en serio crees que ella le puso una venda en los ojos al tipo e hizo todo el trabajo? - La frase incluso rozaba lo vulgar, pero Akane estaba muy enojada.
- No... no es... es que... - tartamudeó poniéndose blanca.
- Exacto. - dijo sabiendo que no podía rebatirle. - Además, ¿Qué haces defendiéndolo? Ni siquiera tiene el valor de defenderse el mismo, ¿ese tipo de hombres te gustan? Aggg... que asco me dan ambos.
- E...Ella...¡Ella fue quien insistió! - Dijo de pronto el tal Yajima en un arrebato de valentía al verse ofendido. - Akane lo miró con una ceja levantada.
Tendo se acercó a él, bastante ya había tolerado su cobardía y machismo como para aguantar más. Lo tomó del suéter y lo levantó al aire, si se miraba en perspectiva, era incluso gracioso ver como alguien de baja estatura alzaba a una persona más alta y corpulenta que ella.
- Escucha bien, pedazo de mierda humana. - Lo agitó en el aire y el chico lloriqueó. - Tanimoto es mi protegida de ahora en adelante, y puedes seguir siendo el cobarde que la embarazó y huyó, pero si vuelves a hablar de ella, yo misma me voy a encargar de hacerte pagar cada vez que abras la boca. - Y lo arrojó contra los pupitres.
- ¡Ahh! - El mejor amigo tomó valor e intentó atacarla, pero...
- ¿A dónde vas zoquete? - Alguien lo detuvo de la espalda sobre la ropa y lo jaló hacia atrás tirándolo al piso. La voz no gritaba, pero su aura hacía que a todos los presentes se les pusieran todos los pelos de punta.
- Sa... Sao... Saotome... - Si de por sí ya le tenían miedo a Tendo, su prometido era el doble de escalofriante enojado, solo un verdadero idiota tendría esperanza de salir indemne después de haber osado levantar siquiera la vista a su prometida con malas intenciones. - Yo... yo... no... - Menos de un segundo y había quedado inconsciente.
- ¿Alguien más quiere problemas con ella o conmigo? - Todos negaron con la cabeza con terror, Ranma no se andaba con juegos.
- Buen día jóvenes. - Entró la maestra encargada y se quedó muda al ver el desorden. - ¿Saotome, Tendo? ¿qué hacen aquí? - pidió explicaran.
- Solo vinimos a saludar a nuestra amiga Tanimoto. – Dijo Tendo, Ranma suspiró, él solo había ido a meterse por Akane, y ella lo inmiscuía en el tema de la jovencita embarazada.
- Claro... - La profesora observó a la mencionada y evitó hacer cualquier gesto de lástima, una adolescente embarazada era demasiado estigma, además ni siquiera ella quería meterse en el camino de esos dos prometidos revoltosos. - Vayan a su clase. - Ambos se retiraron del salón.
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- Oye Akane. Deberías concentrarte en tus asuntos en lugar de estar jugando a la justiciera. - Comentó Ranma cuando iban esa tarde a casa. Akane le restó importancia con una sonrisa en la cara, las cosas para la chica habían salido tan bien luego de aquella batalla en el salón de clases que incluso sus amigas se habían armado de valor para defenderla si algo llegaba a suceder, aunque claro, nada sucedería, nadie quería de enemigos a los locos prometidos.
- Estos últimos días he visto a Tanimoto bastante tranquila y feliz, incluso me comentó que, si para la graduación se sentía bien, asistiría a pesar de que ya va a estar cumpliendo para ese tiempo los siete meses.
- ¿Acaso me estás escuchando Akane? - Se detuvo frente a ella y le puso a modo de alto el dedo en la frente. - Escuché que ayer amenazaste a un maestro. Si sigues comportándote así, la que no llegará a la graduación es otra.
- El idiota le dijo que la panza la hacía pensar menos. - Se defendió. - Además no fuiste tú quien antier le abrió paso entre el tumulto del puesto de comida, ella bien podía esperar en la fila, eso sí que no la hubiera matado, pero decidiste hacer enojar a todos los que esperaban comprar algo.
- ¡Tú fuiste quien me pidió cuidarla! - reclamó. - ¡La comida es lo más importante para el desarrollo de un bebé! - declaró con fervor.
- ¿Has estado leyendo de bebés Ranma? - preguntó acercándose a él con suspicacia.
- Tú sabes la respuesta, tonta. - Le dio la espalda para evitar que viera su sonrojo y comenzó a caminar de nueva cuenta. - Ya no te metas en problemas, ¿de acuerdo? - pidió con cansancio a su prometida.
- No puedo prometer eso. - contestó alcanzándolo. - Sabes porque lo hago. no puedo evitarlo, y aunque te pongas de gruñón, estoy segura que tú tampoco podrías soportar que lastimaran a una embarazada, es como si dejaras que me lastimaran a...
- Es diferente. - La interrumpió. - Yo voy a estar para protegerte. Por eso mismo veo estúpido que tu misma te estés poniendo en medio de todos esos conflictos, debes de mantener el estrés en lo mínimo porque...
- Estoy bien. - Le tomó de la cara e hizo que la mirara a los ojos. - Ni siquiera estoy embarazada todavía.
- Pero pronto lo estarás y... - su cara preocupada hizo sentir tanta ternura a Akane que sin importarle ser vistos lo besó rápido en los labios.
- No sabemos si nuestros intentos pronto rendirán frutos, debes relajarte.
- ¿Cómo puedes tú estar relajada Akane? - preguntó frunciendo el ceño. - Si para antes de la gradación no logramos embarazarnos, me voy a tener que ir, nos van a separar.
- ¿Y tú lo vas a permitir? - preguntó sabiendo la respuesta.
Últimamente Genma y Soun habían tenido muchos conflictos, cosas sin importancia pero que al final de cuentas estaban minando su amistad. En una ocasión Genma había hablado de romper el compromiso e irse de ahí con su familia y Soun estuvo de acuerdo, Nodoka tranquilizó las aguas alegando que al menos esperaran hasta que Ranma terminara el instituto y entonces se podrían ir, en realidad estaba tratando de conseguir tiempo para los muchachos, que pusieran en claro sus sentimientos y que decidieran defender en voz alta su compromiso.
Sin embargo, a veces pareciera que los padres, subestimaran el poder de ocurrencia de los muchachos tercos y orgullosos, que en primer lugar ya llevaban una relación a escondidas; segundo, no planeaban casarse pronto solo por llevarle la contraria a sus padres y tercero, no planeaban separarse por nada, así que, en contra de toda lógica, trazaron un plan que no solo los hiciera quedarse juntos sin casarse, sino que les diera un buen escarmiento a sus padres, concediéndoles el heredero que tanto habían deseado en otro tiempo.
- Por supuesto que no. - contestó seco y le volvió a dar la espalda, estaba comenzando a pensar que ella se lo estaba tomando demasiado a la ligera.
- No te enojes. - lo siguió hasta un pequeño callejón. - Yo tampoco quiero que nos separen. - Aprovechando la soledad, le pasó los brazos por los hombros, colgándose de él mientras le acariciaba el cuello con sus dedos, y Ranma, por muy molesto que estuviera, nunca iba a perder la oportunidad de atraerla a su cuerpo. - Mejor que nadie sabes que he puesto de mi parte para lograr lo que queremos.
- Maldición Akane. - Masculló reverendamente rojo por el tono sugerente que su mujer había utilizado, enterrando la cabeza en el cuello femenino, esperando tranquilizar las ideas pecaminosas que asaltaban su mente.
- Ranma...
- ¡Ya cállate! - La amonestó, el modo empleado de su voz lo estaba haciendo imaginar "cosas" y ella lo sabía perfectamente, la apretó más contra su cuerpo y dio un suspiro.
- Sé que te incluí en este plan de defender a Tanimoto sin tu consentimiento, pero... - ese maldito tono de nuevo. - Pero tengo una sorpresa para compensarte.
Oh cielos... Ranma ya se conocía esas sorpresitas y... ¡COMO RAYOS LE ENCANTABAN!
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Genma entró con seriedad a la taberna más cercana al dojo Tendo, necesitaba relajarse.
- Deme un vaso de sake. - pidió al que atendía.
- Enseguida señor. - Contestó el empleado poniéndose a servir, cuando el vaso llegó a las manos de Saotome, el hombre sentado a su lado bajó ligeramente el periódico.
- No he visto ningún resultado Saotome.
- Yo tampoco Tendo. Tendremos que ponerles más presión. Si la fecha de graduación nos alcanza antes de que esos dos se declaren, no vamos a poder seguir sosteniendo esta mentira.
- Tiene razón. Esperemos que nuestro plan rinda frutos muy pronto.
FIN
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ACLARACIONES.
- Sobre el gancho de metal, es una referencia a un aborto, para más información, consultar google.
N/A.
02 de diciembre, pregunta para el auditorio, ¿quién creen que coseche frutos más dulces? ¿Ranma y Akane o sus padres?
Algo dulce y corto, después de Buenas Noches Señor de Ojos Azules quede algo frita.
Sobre la temática, el bullying en Japón es muy pesado, sobre todo el estigma de ser madre adolecente y soltera.
Gracias a todos en especial a:
· Psicggg
· Benani0125
· Juany Nodoka (x2)
· Akanita87
· Adriana Flores (x2)
· Arianne Luna
· Ibetzia
· Akai27
· Grace
· Nita-chan84
· Lelek An3li
· Andrea-saturno
· D-Infinity
· Rowenstar,art
· Sandy
De este lado del ciber mundo, AkaneMiiya.
