HeiDi-LuHola! Muchas gracias por leer. A mi me encanta esta película, y respecto a Ian, tienes razón esta como un queso! Así que he puesto a alguien que este a su altura para interpretarlo ;) espero que sigas leyendo, Bye!

Gissell: Bueno, no he tardado mucho no? Ai ai, Lily y James…van a tener muchos problemas para terminar su piso, si es que lo terminan, y james terminara de los nervios con la pelirroja. Sigue leyendo, Gracias!

LladrucHola cosa! K no se k dirte XD weno amore llegeix, enkara k ja te lagis llegit, k e fet cambios (no gaires xo weno) ale amorete k takieru molto molto!

DALM: Ole palurdina! K ets tope friki tia xo k takieru iwal, I k mas de ajudar a matar a gent XDXD tu y yo ya nos entendem, tatimu amorete!

Susan 89: gracias por leer jeje. Bueno,supongo que es fácil de suponer no que Eli y sirius terminaran juntos no? Y remus…sabremos ma´s de él en el tercer capitulo. Espero que sigas leyendo!

Hermione granger de potterNo he tardado mucho no? Jeje gracais por tu opinión. Te juro que un día de estos me paso por tu fic!

Evy PotterCariñiku! Jejej amore trankila k ja hi aura mes puntillo Katy XDXD I lo k te vai dir k faria…pos u sento amore xo si k u fare jejej, tu trankila k ja ploraras ya, xo enkara falte molt! Takieru reina!

kenilizComo que no lo entiendes? Tu me dices donde te has perdido que yo te lo cuento ;)jejeje. Sigue leyendo!

nora-9 Granger: Y he actualizado! No he tardado no? Ala a leer!

Ökô Stue Stevenson: Bambino loco!JAjaj Stue Stue, no crec k arribi a ser cojm el cuando em di cuenta, xo weno s efara lo k s epodra. I kom k textrañes de k no i agin faltes? Nene k tink el corrector posat eee XDXD Ale llegeix cariñote k takiero molt!

Melanie Tonks: Gracias por leer! Aki esta el capi! Besos!

julie black-8: Amorette! Wenu u xento x tardar, xo wenuuu…k takieru molto mia regatzza! Wenu llegeix eee!

UN SUEÑO PARA ELLA

2.- Lucky

-It's been a long time coming, down this road - hizo una pausa- No así no.- dijo dándole un golpecito a la guitarra.- down this road.

-No, así está muy bien.

El chico moreno se giro. Tenía el pelo largo por encima de los hombros, era blanco como el papel, aunque en vez de darle un aspecto fantasmagórico, le daba un aspecto muy atractivo e interesante. Era muy guapo, con ojos gris claro y por lo que se podía apreciar, con muy buen cuerpo.

-¿Reynols?- dijo abriendo los ojos.

-¿Black?- dijo Elizabeth impresionada.

-¿Qué haces aquí Reynols?- preguntó Sirius mirándola de arriba a bajo-¿No deberías estar en América?

-Pues ya ves que no Black.- dijo Elizabeth.- He venido a registrarme. ¿Donde esta el recepcionista?

Sirius como toda respuesta cogió una plaquita en la que se podía leer Sirius Black con letras plateadas y la colocó delante de la chica. Elizabeth entornó los ojos con resignación.

-¿Pluriempleo?- preguntó sacando toda su documentación de una de las maletas.

-Uno de muchos.- contestó Sirius secamente.- Bien Reynols, voy a enseñarte como funciona esto.

Salió de detrás del mostrador y Elizabeth se fue tras él.

-El teléfono esta caput y no tenemos montacargas.- dijo apoyándose a un teléfono colgado en la pared que lo utilizaban los hijos de muggles.

-¿Ehh?- dijo Elizabeth frunciendo la frente.

-El teléfono no va.- contestó Sirius muy lentamente, como si hablara a una niña de tres años.- Y ascensor no hay.

-Aa…

Una chica con el pelo corto salió de una habitación, miro a Sirius, le sonrió y dijo:

-El tigre está libre.

Elizabeth siguió a la chica con la mirada, sin relajar su frente, que aun seguía fruncida.

-¿Qué tigre?- preguntó mirando a Sirius.

Este no pudo evitar reírse de lo cómica que resultaba la situación. Elizabeth y él se llevaban mal desde el primer día y solo fue cuando Lily y James empezaron a salir, que aceptaron llevarse medianamente bien, ya que compartían mejores amigos. Y ahora él le tenía que enseñar "vocabulario ingles".

Elizabeth tan solo lo miró con más mala cara.

-Tigre igual a baño.- dijo Sirius sonriendo.- siete años en Reino Unido y aún no sabes eso.- siguió, chasqueando la lengua.- Creo que te tendré que enseñar mucho Reynols.

Elizabeth cruzó los brazos en señal de enfado y poso su mirada en la mesa de recepción. Abrió mucho los ojos al ver el titular del Profeta, que estaba encima de la mesa.

Sin decir nada, lo cogió y empezó a leer. En la portada se podía ver a un hombre de unos cuarenta años acompañado de una mujer morena de su misma edad y con la cara cuadrada y detrás una chica de la misma edad de Elizabeth, rubia y muy bien arreglada, que saludaba a la cámara.

LORD HENRY DARSHWOOD SE PRESENTA A LAS ELECCIONES DEL PRIMER MINISTRO DE MAGIA

Lord Henry Darshwood declaró ayer delante de todos los jefes de los departamentos del Ministerio de Magia que se presentaba como candidato de su partido a las elecciones para Primer Ministro de Magia, dejando su cargo de Jefe del Departamento de Aurores.

"Nacer donde he nacido me da derecho a tomar decisiones en nombre de la gente de mi país" declró Lord Darshwoood.

La noticia ha sido muy bien acogida por los miembros del Ministerio, aseguran que si Darshwood llega a ser Ministro se solucionarían muchos problemas.

Otros contentos con la noticia han sido todos los seguidores de Darshwood, que han ido delante de su mansión de Hoxton para darle todo su apoyo.

Además, Darshwood celebrará dentro de tres semanas su enlace con Glyniss Chartram, acogiendo también una hijastra, la encantadora Clarissa Chartram.

Las sorprendentes declaraciones de Lord Darshwood han causado una gran sensación en Lords Newster. Nadie duda, de que se ha convertido en una fuerza política imparable…(pg.15 para más detalles)

-¿Reynols?- dijo Sirius pasándole la mano por delante de los ojos.- ¿Estas bien?

-Es…es mi padre.- dijo Elizabeth con la mirada perdida en la foto.

-¿Qué?- dijo Sirius creyendo haber oído mal.

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- Nadie duda, de que se ha convertido en una fuerza política imparable.- dijo un hombre de edad entrada, pero derecho, dejando un ejemplar del Profeta encima de una mesita de té.- He de reconocer, Henry, que cuando sugeriste renunciar a tu puesto de Jefe del Departamento de Aurores, ehem, bueno, empecé a dudar de tu cordura.- dijo con una sonrisa.- Pero no, has sido una bomba política.

-Dirás que soy ingenuo Alister.- dijo Henry dando unos papeles a un hombre entrajado.- Pero creo que posiblemente este haciendo lo correcto.

-Ya.- dijo Alister mirando cómplice a Henry.- Uno puede hacer lo correcto y seguir siendo un triunfador.

-Las ultimas encuestas nos dan seis puntos de ventaja señor.- dijo el hombre que había recogido los papeles.- Todo gracias a ti Henry.

-¿Te das cuenta?- dijo Alister siguiendo a Henry, que se había levantado del sillón.- Estas transformando la imagen del partido al que tu padre tanto amaba.- hizo una pequeña pausa para mirar unos papeles.- Estaría orgulloso de ti. Mírate: eres joven, innovador, idealista, tienes una reputación impecable (n/a: no por mucho tiempo )…

En ese instante entró una mujer de la misma edad de Henry, vestida con un vestido negro y blanco y con un moño muy elegante.

-Y una novia fabulosa con los mejores contactos.- dijo acercándose a Henry. Todos los ocupantes de la sala rieron la gracia de la mujer.- Perdona papa.- dijo mirando a Alister.- Pero si no te robo a Henry no llegara a tiempo de pronunciar su discurso en San Mungo.

-Oh vaya.- dijo Henry buscando el discurso entre los bolsillos de su túnica.- Mi discurso…

-En el bolsillo derecho querido.- dijo Glyniss señalando dicho bolsillo.

Henry puso la mano en el bolsillo derecho y sacó un papel muy bien doblado. Soltó un suspiro tranquilo y lo enseño a los ocupantes de la sala, que volvieron a soltar una risa. La mujer llegó hasta donde estaba Henry y le cogió del brazo.

-Pienso en todo.

-Bueno señores, creo que hemos terminado.- dijo soltándose disimuladamente de Glyniss.- Gracias.

-Pasadlo bien.- dijo Alister.

Glyniss llegó hasta la altura de su padre y dijo:

-¿Qué tal nuestro muchacho?

-Yo diría que si no pisa muchos cayos podemos tener delante al próximo Primer Ministro.- dijo mirando a su hija.

-Excelente.- contestó Glynnis con una sonrisa.

……………………………………………………

Elizabeth y Sirius andaban por el puente Westminster Br entre la multitud de gente. Después de que Elizabeth le contara todo lo referido al motivo de su viaje, Sirius en un acto de simpatía por la chica, se la llevó del Caldero Chorreante insistiéndole que necesitaba tomar el aire.

-Black no se sí voy a ser capaz.- dijo Elizabeth mirándose los pies.

Sirius fijó su mirada gris en ella, con una mirada severa.

- Reynols es tu padre. Has cruzado medio mundo para verle. No puedes echarte atrás.

Elizabeth reflexiono pensando en las palabras del moreno.

-Pero él ahora tiene una familia.- dijo mirando a los ojos del chico.- Ya las has visto. Son elegantes, sofisticadas, así que ¿Cómo voy a gustarle yo?

-Si.- dijo Sirius muy convencido.- En eso llevas razón.

-Calla.- dijo Elizabeth con el asomo de una sonrisa.- No se, no es tan sencillo como yo creía. Quizá debería volver a casa y dejar que haga su vida.

Sirius no contestó. Se la quedó mirando y luego siguió andando, dejándola atrás.

-Black.- dijo corriendo un poco para ponerse a su altura.- Gracias.

Y ahora fue ella, la que siguió andando, dejando al chico plantado en medio del puente.

……………………………………………………

La mañana siguiente, Lily y James andaban cogidos de la mano por la calle, dirección al Caldero Chorreante. Caminaban felizmente, ya que la pequeña discusión de ayer ya estaba arreglada (con la importante colaboración del colchón). Pero siempre hay algo que estropea la felicidad, si más no la de uno de los dos.

Pasaron por delante de una tienda de muebles y Lily, instantáneamente se acercó al escaparate. Estuvo mirando y remirando durante unos minutos, hasta que con cara seria dijo:

-James ¿te gusta el amarillo?

-Mmm…si…-contestó el chico dudoso.

-Perfecto.- exclamó Lily con una sonrisa.-Es que el azul carga mucho ¿No?- dijo sin borrar su sonrisa.- Así que podemos pintar el salón de este amarillo.- concluyó señalando el escaparate.

James se había quedado paralizado, y así siguió, con al mirada perdida en el escaparate.

-¿James?- dijo Lily preocupada.- ¿James?

Este, giró la cara lentamente y susurro:

- Lily…Ya teníamos toda una pared pintada.

……………………………………………………

-Aquí esta la dirección.- dijo Sirius - ¿sabrás llegar sola?

Elizabeth asintió no muy convencida con un papelito entre las manos. Sirius le había conseguido la dirección de su padre moviendo algunos contactos del ministerio.

Se le hizo extraño que con tan solo una tarde pudieran hablar tan bien sin ningún problema, cuando en Hogwarts no podían ni verse.

- Reynols.- dijo Sirius levantándole la barbilla- Todo va a salir bien.

-Gracias.- susurro Elizabeth.

Se quedaron así unos instantes, mirándose fijamente. Sirius aún no la había soltado y tampoco es que a ella le molestara mucho…

-Ehem ehem.

En menos de dos segundos Sirius soltó la barbilla de la chica y ella dio un respingo hacia atrás.

James era el que había carraspeado, y tanto él como Lily los miraban con cara de haberse tragado un hipogrifo.

-¿Nos hemos perdido algo?- dijo Lily con una ceja levantada.

-No, no- dijo Elizabeth rápidamente.- En absoluto. ¿Por qué lo preguntas?

-A por nada mujer.- dijo James sonriendo.- Solo por el hecho de que os conocéis desde hace unos siete años y durante este periodo de tiempo no habéis podido cruzar cuatro palabras seguidas sin agrediros mutuamente.

Lily asintió acercándose más a James y apretando el brazo que le rodeaba la cintura.

Elizabeth y Sirius intercambiaron una rápida mirada, sin saber muy bien que decir.

-Bueno yo me voy que tengo prisa.- dijo Elizabeth.

-¿Cómo que te vas?- chilló Lily- ¿Por Londres tu sola? Pero si no sabes ni donde esta la parada de metro más cercana.

-Lils que tengo prisa.- suplicó Elizabeth.- Sirius te lo cuenta ¿Si?

-¿Sirius?- repitió Lily- ¿Le llamas Sirius?

Pero Elizabeth no contesto porque se había ido tan rápido como había podido. Lily se giró con mirada amenazante hacía el moreno, que dio unos pasos hacía atrás.

-Cuéntame que pasa ahora mismo Black si no quieres quedarte sin derechos de padre.

Sirius trago saliva ante la amenaza de la pelirroja.

-Bueno pues…

……………………………………………………

Elizabeth se bajo del autobús Noctambulo dando un pequeño salto. Miró el papelito que le había dado Sirius, para luego mirar la imponente mansión amarilla que se alzaba delante suyo.

-Vaya...- murmuro para sí.

Se acercó a la alta y negra verja, donde un hombre custodiaba la casa desde dentro. Al ver que Elizabeth se acercaba el hizo lo mismo.

-¿Puedo ayudarla señorita?

Elizabeth inspecciono la casa.

-Emm…No, la verdad es que no.- dijo sonriendo.- Gracias.

……………………………………………………

En la misma mansión, Glyniss y su hija estaban sentadas en una larga mesa desayunando.

-Pefecto, hasta luego.- dijo Glyniss. Ahora estaba hablando a distancia por la red de polvos flu.- Chao, chao, chao, chao.

Apuntó algo en la agenda y luego miró a su hija.

-¿No habrás olvidado tu compromiso de esta tarde con Lady Raywood, verdad Clarissa?

Clarissa lanzó un suspiro de resignación.

-Va a recomendarnos para el palco real de Arshgood, nos tienen que ver ahí.

-Creía que casándote con Henry no tendríamos que esforzarnos tanto con los demás.

-nos casamos dentro de cinco semanas y hasta entonces debemos guardar las apariencias.- dijo Glyniss con las manos cruzadas.- Mira lo que le pasó a Olivia Dixon cuando viajó a China el año pasado.

-¿Quién es Olivia Dixon?- preguntó Clarissa con la frente fruncida.

-Exacto.- dijo Glyniss.

……………………………………………………

Elizabeth había llegado a la parte de la pared que el vigilante no veía. Sabía que no le hubieran dejado pasar, así que no hacía falta esforzarse. Prefería hacer las cosas a su manera.

Miró el muro que tenía delante. Sonrió para sus adentros. Estaba lleno de hiedra y le sería muy fácil subir. Aseguró la pequeña mochila en su hombro y se dispuso a subir. En menos de cinco minutos ya estaba arriba. Cuando iba a bajar noto algo…¡Su mochila se había enganchado! Forcejó unos instantes para luego caer hacía dentro del jardín.

……………………………………………………

Clarissa abrió mucho los ojos.

-¡¿Lo has visto!- exclamó señalado el muro.

-¿El que?- preguntó su madre.

- un pajarraco norme se ha caído del muro.- dijo Clarissa levantándose

Glyniss se la quedó mirando y dijo:

-¿Sufres alucinaciones hija?

Clarissa arrugó la frente y volvió a mirar el muro.

……………………………………………………

Elizabeth se levantó rápidamente temiendo por si alguien la había visto. Se escondió entre los múltiples árboles hasta llegar al ventanal más próximo, donde solo le dio tiempo a ver a una chica rubia gritando.

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Gliynis se llevó un trozo de huevo finamente a la boca. Aunque lo escupió al instante.

-¡Los huevos están fríos como témpanos!- exclamó dejando la cucharita y limpiándose con la servilleta.- Lo primero que haré cuando lleve esta casa será despedir a todos estos sirvientes seniles.

El mayordomo que estaba sirviendo el té le dirigió una mirada altanera.

-Tendrás que líbrate antes del viejo murciélago- dijo Clarissa.- Ella nunca te lo permitirá.

En ese mismo instante una mujer vieja con un chubasquero verde y un gorro de paja entró en el salón.

-¿Alguien ha visto mis tijeras de podar?- preguntó cogiendo una galleta.- El viejo murciélago no recuerda donde las puso.

La chica como toda respuesta se tapó el lado de la cara con la mano.

Y casi al mismo tiempo que la mujer, Henry entró en la sala.

-buenos días.- dijo formalmente.

-Buenos días Henry.- dijo la mujer.

-buenos días mamá.- contestó Henry.- Glyniss.- siguió acercándose y dándole un beso en la mejilla.- Clarisa.

La joven rubia saludó con una sonrisa, para luego quedarse mirando el ventanal que tenía delante.

-¿habéis dormido bien?- preguntó Henry hiendo hasta su madre para darle un beso en la mejilla.

Ahora sí, Clarissa vio claramente como una chica estaba en la ventana y echaba a correr. Clarissa se levantó y dio un grito.

-Parece que no.- dijo Henry contestándose a su pregunta.

-¡Hay alguien en la ventana!- gritó levantándose y señalando la ventana.- Y ahora no es ninguna alucinación.

Henry se levantó tirando su servilleta airado.

-Son esos dichosos paparazzis otra vez.- dijo Glyniss retocándose el pelo.

-Percy avisa a los del ministerio.- dijo Henry dirigiéndose hacía la puerta.- No tolerare este circo sensacionalista en mi propia casa.

……………………………………………………

"Oh Merlín" pensó Elizabeth corriendo tanto como podía. Ahora sí que ya podía darse prisa a salir de esa casa si no quería problemas.

Creyó ver su salvación en un pasillo de piedra cubierto y con columnas, al menos ahí podría resguardase sin estar tanto a la vista. Corrió hasta detrás de una columna, pero chocó contra algo o mejor dicho alguien.

Henry cogió a la chica por los brazos inspeccionando su cara. Parecía no tener más de veinte años, menos incluso e iba vestida con unos tejanos y una camiseta de tirantes de algodón muggles, aunque llevaba una varita en el bolsillo derecho.

-¿Ha donde crees que vas eh?- dijo Henry.

- Eres tu…- murmuro la chica.

-¿Cuánto tiempo seguiréis espiándome para daros cuenta de que aquí no hay ninguna noticia?- dijo gravemente.

-Lo siento.- dijo Elizabeth nerviosa.- Creo que te equivocas, yo…

-Eso cuéntaselo a las autoridades.- dijo Henry arrastrándola hacía el interior de la casa.

Henry llevó a Elizabeth hasta un gran recibidor donde estaba una larga escalinata que llevaba a los diferentes pisos.

-¿Quién te envía?- preguntó el hombre bruscamente- ¿El Profeta? ¿Corazón de Bruja?- dijo con repulsión.-Siéntate.- ordeno cogiendo una silla y poniéndola en medio de la sala.

Elizabeth obedeció al instante, más que nada porque si no lo hacía ella la abría sentado él.

- Lo más avergonzarte es que usen a chicos de la calle- paró un momento para mirar a la joven. No había abierto la boca para nada, ni se había quejado por si le había hecho daño. Una sensación de culpabilidad invadió al hombre.- No debes tener más de diecinueve años.- dijo inspeccionando las finas facciones de la chica. Apartó la cara al ver que ella no hacía ningún signo de apartar la mirada.- Toma esa foto y vete.

-Dieciocho.- dijo Elizabeth si dejar de mirarlo. Henry la miro sin entender lo que decía.- Tengo dieciocho años y…- abrió su mochila y sacó la vieja foto de él en Marruecos- Ya tengo una foto tuya.- dijo tendiéndosela.

Henry la cogió y abrió desmesuradamente los ojos cuando la vio. En ese momento llegaron todos los ocupantes de la casa.

-¿Qué pasa cariño?- preguntó Glyniss.

-¿Quién demonios te la ha dado?- dijo Henry ignorando a su prometida.

-Me la dio Liby.- dijo Elizabeth mirando a Henry.

-¿Liby?- dijo Glyniss.- ¿la cantante que conociste encima de un camello?

-¿Por qué te la tendría que haber dado Liby?- dijo Henry volviendo a ignorar a Glyniss.

-Por que pensó que le gustaría que supiera como era mi padre.- contestó Elizabeth con su mirada azul clavada en la mirada de Henry.

Henry, Glyniss, Clarissa, la madre de Henry y Percy, el mayordomo se quedaron petrificados.

-Me llamo Elizabeth Reynols. Soy hija de Liby y…- volvió a abrir la mochila y sacó un papel donde se podía ver el sello del Ministerio Americano- Según esto también soy hija tuya.

Todos permanecieron callados unos instantes. Elizabeth noto como cinco pares de ojos la escrutaban.

-Por Merlín.- murmuro Glyniss llevándose las manos a la cabeza.

-Vaya.- siguió Clarissa con una sonrisa maliciosa.- Parece que te divertiste en Marruecos más de la cuenta.

-Por Merlín.- volvió a murmurar Glyniss.

- Te…Tengo una…- susurro Henry. Pero no siguió ya que no podía, no le salían las palabras. Desesperado buscó la mirada de su madre, a ver si ella le podía explicar algo. Pero cuando la encontró, vio que ella también estaba en estado de shock.- Soy el pa…

Elizabeth aún lo miraba y sonreía. Henry miró otra vez el papel del Ministerio Americano y luego a "su hija".

-N…no…- dijo intentándose hacer a la idea.- Es imposible. Tiene…tiene que ser un error.

-Exacto.- dijo Glyniss arrancando el papel de las manos de su prometido.- Un error. Un trozo de papel no demuestra nada. Esa mujer, Liby, debió escribir el primer nombre que pensó.- dijo soltando una risita y tendiéndole el papel a Elizabeth.

Pero Elizabeth no lo cogió, ni siquiera se molestó en mirar más tiempo de lo estrictamente necesario a Glyniss.

-Tu eres el único hombre en el que ha pensado toda su vida.- dijo Elizabeth volviendo a mirar a Henry.

Henry levantó la vista al oír eso y volvió a mirar a Elizabeth. Instantáneamente le encontró parecido con su madre. Las dos rubias y con una carita de ángel, como solía decir.

-Emm… si ya.- dijo Glyniss.- Henry ¿Podemos hablar en privado un momento por favor?- pero Hnery no contestó. Seguía mirando y remirando a la chica.- Henry.- repitió. Y enseguida le llegó una idea en la mente que consiguió aterrarla.- ¿No irás a creerla verdad?

Elizabeth se levantó y cogió su mochila.

- Quizá no debería haber venido.- dijo mirando a Henry.- Veo que te ha causado una fuerte impresión. Yo también estoy flipando aunque lo sé desde que tenía tres años.- ante esto ultimo Henry y su madre intercambiaron una mirada.- Entiéndeme. Flipando en el buen sentido. Llevaba toda la vida esperando este momento.- entonces paró a pensar un momento.- Bueno…no lo imaginaba así, era algo más normal.- dijo torciendo la boca.- Entiendo que ha sido un error haber venido.

Elizabeth se levantó inspeccionando la sala, preguntándose que pasillo debía tomar para irse.

Vio que el más amplio daba a una puerta negra que parecía la de entrada, así que decidió tirar por ahí. Henry la siguió con el certificado de nacimiento en la mano.

-¿Dices que lo has sabido siempre?- dijo siguiéndola.

-si.- dijo Elizabeth parándose, sin entender muy bien a que venía la pregunta.

-Henry- suplicó Glyniss.- ¿Qué ha sido de la teoría del error que estábamos barajando hace un momento?

- Bueno.- dijo la madre de Henry con una sonrisa.- Ahora que ya está todo aclarado ¿Qué tal una taza de té y un buen trozo de Plum Cake?

-¿No creyó tu madre que yo merecía un poco de consideración?- siguió Henry mirando a Elizabeth.

-Olvidémonos del Plum Cake.- dijo la madre de Henry entornando los ojos.

Elizabeth no contestó y siguió andando hacía la puerta. Todos la siguieron con la mirada esperando que dijera algo más antes de marcharse.

-No, espera cariño.- dijo la madre de Henry. Luego se encaró a su hijo.- No podemos dejar que se marche así.

-¿Aviso a un hotel, señor?- dijo Percy con una inclinación de cabeza.

-¿Para decir que exactamente?- dijo Glyniss desagradablemente- ¿Qué el candidato electoral más famoso de su generación quiere reservar habitación para una adolescente?- dijo con ironía.- La prensa se te echaría encima cariño.- concluyó posando las manos en los hombros de Henry.

-¿Podemos dejar la prensa al margen?- dijo Henry cansado y nervioso.

-No.- dijo su madre.- Glyniss tiene razón.

-Menos mal que alguien más tiene los pies en la tierra.- dijo Glyniss sonriendo.

-Ella debe quedarse aquí.- dijo la madre de Henry con una espléndida sonrisa.- Con nosotros.

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Bueno, siento haber tardado pero no quería actualizar sin tener terminado el tres, así que si sois muy buenos dejareis muchos revis y haréis a una servidora feliz, que actualizara más pronto JEJEJ ee pero que no lo digo en broma! DALDLE AL GO!