Bienvenido/a a esta humilde colección de historias cortas. Aunque las temáticas y situaciones serán de los más variadas, pretendo mantener cierta unidad entre todas. A continuación las líneas generales de lo que se puede encontrar aquí.
1) Los personajes principales siempre serán Ranma y Akane.
2) Final feliz asegurado.
3) Final cerrado: siempre se resuelve la tensión amorosa.
4) La vuelta de tuerca extra: procuraré en la medida de lo posible sorprender al menos una vez por historia al lector con un cambio de rumbo no previsto.
5) Interrelación entre las historias: cada una será un mundo aparte pero algunos elementos útiles de unas se irán repetiendo en otras, como guiños al lector fiel.
6) Simpleza en la redacción. En algún momento, un personaje angustiado podrá extenderse más de lo recomendable en un monólogo interno pero de ninguna manera, justo antes de besar por fin a Akane se parará durante siete párrafos a describir la silla en la que está ella sentada, las cortinas, el mobiliario en general y el clima de Nepal.
7) Historias bonus y comentarios. Como método de integración y acercamiento entre autor y lectores, se agregará al final de cada capítulo, una pequeña historia personal sin relación directa con el mundo de Ranma y Akane y a continuación se responderán a los reviews que haya podido generar el capítulo anterior.
8) Variedad total de temas. Dudo mucho que exista un lector al que le gusten todas, todas mis historias. Habrá quien se decante más por lo trágico. Otros, por lo cómico o la acción. Yo me conformo pensando en que tampoco existirán muchos lectores a los que le desagraden absolutamente todas.
9) Respeto por los personajes secundarios. No abandonaré a un estorbo, rival o ayudante en la relación Akane-Ranma cuando deje de serme útil. Si la trama lo permite, intentaré cerrar también sus historias.
10) Alto nivel de actualización. Nunca tendréis que esperar más de diez días sin aviso por el final o continuación de una historia.
Un saludo,
Leandro-sensei
Lista de oneshots hasta el momento:
1) El terrible tormento de ser hija de Ranma y Akane
2) Akane al desnudo.
3) El fin del mundo.
4) El rey de los inocentes.
5) ¿Me quiere?
6) Prometidas on ice.
7) Una historia de amor en Halloween.
8) Un Ranma normal.
9) 9 razones para no casarme con Akane Tendo.
10) ¡Ríete de mi y eres hombre muerto, Ranma Saotome!
11) La reunión de los cien Ranmas y las cien Akanes.
12) Especial de San Valentín
13) Amnar y Enaka. Segundo especial de San Valentín.
14) "Ciego" de amor. Tercer y último especial de San Valentín.
15) Personajes histéricos piden vacaciones ya.
16) Histéricos. El regreso de las vacaciones.
17) El gran secreto de Ranma.
18) Pe-chan y medio.
19) Duelo de "marimachos".
20) Ajedrez contra la Muerte. Primera parte.
21) Ajedrez contra la Muerte. Segunda parte.
22) Ajedrez contra la Muerte. Tercera y última parte.
23) Ajedrez contra la Muerte. Epílogo.
24) Cartas entre ciegos, mejor que gritos entre sordos
25) Ranma desbocado. Primera parte.
26) Ranma desbocado. Segunda parte.
27) Ranma desbocado. Tercera parte.
28) Desprometidos. Primera parte.
29) Desprometidos. Segunda parte.
30) Desprometidos. Final.
31) Ranma Saotome, Candidato a Presidente. Primera parte.
32) Ranma Saotome, Candidato a Presidente. Segunda parte.
33) Ranma Saotome, Candidato a Presidente. Final.
34) Un día común y corriente.
35) Sí, vamos de la mano pero no, no somos novios.
36) Los pervertidos también pueden ser sensibles.
37) A la deriva en el Más Allá. Primera parte.
38) A la deriva en el Más Allá. Segunda parte.
39) A la deriva en el Más Allá. Final
40) Especial número 40.
41) Diseñando las dudas
42) La fragancia del amor. Primera parte.
43) La fragancia del amor. Segunda parte.
44) La fragancia del amor. Tercera parte.
45) La fuente de los deseos
46) Toda una vida esperando tu respuesta. Primera parte
47) Toda una vida esperando tu respuesta. Segunda parte
48) Toda una vida esperando tu respuesta. Tercera parte.
49) Toda una vida esperando tu respuesta. Cuarta parte.
50) Especial número cincuenta.
51) Siento pena por ellos.
52) ¿Quién asesinó a Akane Tendo? Primera parte.
53) ¿Quién asesinó a Akane Tendo? Segunda parte.
54) ¿Quién asesinó a Akane Tendo? Final.
55) La regla alegre.
56) El carnet de secuestrada VIP.
57) Penélope.
58) Ulises.
59) Telémaco.
60) Especial. Capítulo 60. Sin censura.
61) Tormenta. Primera parte.
62) Tormenta. Segunda parte.
63) Tormenta. Tercera parte.
64) Tormenta. Final.
65) La intuición masculina.
66) La "plimp" que derramó Ranma por amor. Primera parte.
67) La "plimp" que derramó Ranma por amor. Segunda parte.
68) La "plimp" que derramó Ranma por amor. Tercera parte.
69) Especial capítulo 69. Como no podía ser de otra manera un lemon
70) Especial capítulo 70.
71) Ranma Saotome, primer ministro, se divorcia. Primera parte.
72) Ranma Saotome, primer ministro, se divorcia. Segunda parte.
73) Ranma Saotome, primer ministro, se divorcia. Tercera parte.
74) Ranma Saotome, primer ministro, se divorcia. Final
75) Una entrevista a Rumiko Takahashi.
76) La vuelta a la Akane en 80 Ranmas. Primera parte.
77) La vuelta a la Akane en 80 Ranmas. Segunda parte.
78) La vuelta a la Akane en 80 Ranmas. Tercera parte.
79) La vuelta a la Akane en 80 Ranmas. Cuarta parte.
80) NO LEER.
81) El día en que Ranma y Akane abrieron los ojos.
82) Más romántico que Balada de Ranma y Akane. Primera parte.
83) Más romántico que Balada de Ranma y Akane. Segunda parte.
84) Más romántico que Balada de Ranma y Akane. Tercera parte.
85) Lambada Ibuki.
86) Carta de una admiradora.
87) Prometinovios on ice. Primera parte.
88) Prometinovios on ice. Segunda parte.
89) Prometinovios on ice. Tercera parte.
90) Especial 90 de Halloween.
91) Ranma contra la trituradora de hombres.
92) Yo he matado a Ranma Saotome, Señor Juez. Primera parte.
93) Yo he matado a Ranma Saotome, Señor Juez. Segunda parte.
94) Yo he matado a Ranma Saotome, Señor Juez. Tercera parte.
95) Yo he matado a Ranma Saotome, Señor Juez. Final.
96) Un problema mayúsculo.
97) La empatía masculina.
98) Especial 98. Una historia de Navidad. Edición Remasterizada.
99) Un cuento chino.
100) Ibuki 1/2. Primera parte.
101) Ibuki 1/2. Final.
102) Un siete de marzo por la mañana.
103) Pe-chan y Shampoo ayudan a Ranma y Akane a confesarse.
104) Maldita seas, Rumiko, la mangaka. Primera parte.
105) Maldita seas, Rumiko, la mangaka. Segunda parte.
106) Maldita seas, Rumiko, la mangaka. Final.
107) Un dolor que jamás entendería una mujer.
108) La fábula del caballo y la almendra. Primera parte.
109) La fábula del caballo y la almendra. Segunda parte.
110) Lá fábula del caballo y la almendra. Final.
111) Especial 111.
El terrible tormento de ser hija de Ranma y Akane.
Hola, mi nombre es Seiko Saotome. Tengo diecisiete años. Y esos de allí, los que están gritando en el piso de arriba, son mis padres. Antes se peleaban a todas horas para dilucidar quién odiaba más al otro o quién era más tonto y ahora…bueno, no ha cambiado mucho la cosa. Y eso que me tienen a mí. Dios sabe por qué milagro o qué especie de tregua pactaron para que yo viniera al mundo. ¿Les escucháis? ¿A que es ridículo?
-Yo te quiero más a ti.
-No, cariño. En eso te equivocas. Está claro que soy yo el que te quiere más a ti. Está más que claro. Fui el primero en declararme. En Jusenkyo.
-Ya estamos otra vez con eso. Claro que sí, señorito. Fuiste el primero en declararte. Y también lo fuiste en desdecirse. Yo jamás he retirado ninguna palabra de afecto que haya pronunciado hacia ti.
-Normal, si hay que sacártelas con tirabuzón. Si eres más reservada que betseller a punto de publicarse.
-De eso nada, monada. Tú eres el más reservado.
-¡Tú!
-¡Tú!
Y así pueden seguir durante todo el día, la semana, el mes y mucho me temo, la eternidad. Porque no hay quien les disuada de competir ni quien les separe. Supongo que muchos de mis lectores, sobre todo los más avispados, ya se habrán dado cuenta del detalle. Si no han madurado nada desde los dieciseis y yo tengo diecisiete recién cumplidos…pues sí. Soy la más madura de la casa. Su sempai en cuestiones básicas como el cuidado de la casa (cocino yo, no porque mamá cocine mal, sino por que no hay quién les aguante si a papá se le ocurre decir algo sobre el plato). También en las laborales (Papá siempre viene a consultarme sobre la mejor estrategia para atraer clientes…dice que solo la tía Nabiki es más hábil para esas cosas que yo). Económicas (administro el dinero yo). En las sociales y hasta en las amorosas. Así que ¿a santo de qué tengo que aguantarles ahora junto a mí? ¿Si a mi se me da por entrar llorando en casa, pegar una patada en la puerta de mi cuarto y echarme en mi cama a llorar, no tengo derecho a un poco de intimidad? ¿O es que semejantes especímenes inmaduros podrán siquiera comprender los intricados lances que angustian mi corazón destrozado? Seguro que mamá me da un consejo de lo más maduro sobre cómo aporrear mejor a la estúpida de Cremaenjuague. Y papá seguro que comienza con sus teorías sobre las ondas cerebrales…
-Venga, hija. No llores…-tartamudeó por fin papá-. Sobre todo no le digas nada de nada a ese chico tonto. Solo concéntrate lo suficiente y él será capaz de leer tus sentimientos. Una confesión perfecta y sin necesidad de abrir la boca.
-Uy, sí, Ranma. A ti te funcionó de bien eso conmigo…
-Alto -les interrumpí mientras me incorporaba-. Si queréis pelear, iros a otro sitio. Este es mi cuarto. Ya sabéis las reglas…
-Sí, hijita -respondieron ambos al unísono y repitieron-. Regla sagrada número cuatro, no angustiar a Seiko en su cuarto con nuestras estupideces de postadolescentes descerebrados.
Sonreí. Una de las pocas cosas que hacían tolerable el durísimo trabajo de ser hija de Ranma y Akane era que se desvivían por mejorar la desastrosa imagen que daban cuando se ponían a pelear, al punto de aprenderse mis cien reglas de la convivencia familiar.
-Y el que incumpla las reglas más de una vez por hora deberá… -miré a ambos "niños" hasta que elegí al más avergonzado-, papi.
-Deberá guardar su lengua filosa en el calobozo del silencio por tres días.
-Mejor. Ahora dejadme sola, por favor. No podríais entenderlo. No está tía Kasumi para que os traduzca mis palabras del idioma de los sentimientos puros al de los reprimidos.
Mamá me abrazó y enjugó mis lágrimas con un pañuelito blanco que escondía entre los pliegues de su bata.
-Jolín, hija. Lo siento. ¿Cómo se supone que deba saber que "estoy triste" significa "tengo ganas de cagar a trompadas al insensible de Ryuho"?
-¡No significa eso! Significa que estoy triste y ya. Si Kasumi te lo dice así es para que entienda tu cabecita represora de sentimientos lo que pasa por mi corazón Yo…yo jamás le pegaría…le quiero.
-No pasa nada, pequeña mía -insistió mamá-. Es de lo más terapéutico. Te quedas relajada como la seda.
-Es verdad -acotó papá-. Y si Ryuho es un hombre de verdad, lo aguantará sin decir ni "mu".
-Bueno, eso de no decir ni "mu" no lo dirás por ti, llorica -le replicó mamá poniéndose los brazos en jarra.
-Claro que sí. Estamos hablando de una suave cachetada dada por nuestra ternura. No vas a comparar eso con tus fieros mazazos de marimacho enceguecida. Comparado con eso, mis leves quejas son minúsculas.
-¿A que te doy un mazazo ahora mismo?
-¡Mamá! -les interrumpí-. Tarjeta amarilla. Ya sabéis lo que ocurrirá cuando os saque la roja.
-Sí, sí -respondieron-. La cárcel de palabras por tres días.
¡Igual que unos crios pequeños! Se quedaron los dos callados y mirándose a los ojos con ganas de saltar sobre el otro al primer descuido del "adulto" que les regañaba.
Al final, mamá, supongo que la más madura de los dos, recobró un poco de cordura y retomó el hilo de la conversación.
-¿Entonces, qué te hizo Ryuho ahora? ¿Le salió una prometida desconocida de la nada? ¡Aaaaah, no! Eso no le pasa a la gente normal. Solo a los fenómenos…
Retiro lo dicho. Mamá se comportaba igual de inmadura que papá. O a lo mejor peor porque hay que reconocérselo, papá dijo a continuación la primera cosa útil en meses.
-¿Te dejó plantada?
-Sí, papi, ¿cómo lo sabes? Le estuve esperando durante dos horas.
-¿Solo dos horas? ¿A Ryuho Ibiki? ¿Nada más? Te aseguro que no ha sido su intención. Los genes de Ukyo le han dado un grado de inteligencia que el padre no tiene pero nada han podido hacer con su sentido de la orientación. Si te apurás….quizá todavía ni haya llegado.
-¡Papá! -protesté indignada-. ¡Ryuho no es distraido! A veces lo parece porque se concentra demasiado en sus poesías…dice que soy su musa…pero la tarada de Cremaenjuague asegura que a ella también se lo dijo.
Entonces a mamá y a papá le centellearon los ojos. Por primera vez en mi vida les vi actuar con perfecta coordinación y acuerdo.
-Cariño, tú buscas a Ryuho y se lo traes...yo me ocuparé de Shampoo y de su hija. ¿Te parece bien?
-Claro, mi amor. Pero no te pases. Recuerda que es una pequeñaja y tú, una madre.
-Oye, que ya lo sé. No pienso golpearla. Solo la amordazaré un poquito. Tú tranquilo.
Cuando escuché la palabra "amordazar", creo que me empezó a temblar todo. Desde luego intenté negarme o impedírselo. Pero era imposible. Se trataba de mis tontos padres, unos maestros en las artes marciales que ni lerdos ni perezosos cumplieron con ambos objetivos en un abrir y cerrar de ojos.
-Aquí los tienes -dpositaron a ambos jóvenes junto a mí. Ryuho tembaba de frio (a saber por qué sitio de Japón se había perdido) y Cremaenjuague no podía mover un músculo de lo maniatada que estaba.
Papá abrazó a mamá y me dijo justo antes de retirarse.
-Ya podéis aclarar lo vuestro a placer. Nadie os interrumpirá.
Mamá apoyó su cabeza sobre el pecho de papá y agregó mientras se marchaban.
-Mi amor, ¡qué recuerdos! La última vez que usamos la técnica Saotome-Tendo, fue para asegurarnos una noche de bodas tranquila.
-Sí, mi vida. ¡Qué suerte que tienen las nuevas generaciones! Hoy, en cambio, solo tuvimos que ocuparnos de un estorbo…
Y luego ya dejé de prestarles atención. La cándida expresión de Ryuho delataba amor y comprensión. Me miraba con sus ojos intensos como el mar y sobre todo, sonreía.
-Con razón eres tan guay, Seiko. Con unos padres así…
FIN.
