Buenos días. Se ve que lo de ayer no fue suficiente. Me había quedado tan gusto una vez que lo publiqué…y más cuando leí tantos comentarios de gente que lo disfrutó…Y sin embargo, hoy me desperté con ganas de un poquito más. En fin, después de uno trágico y dos de humor, creo que me tocará uno romántico para la próxima. Saludos a todos.


Histéricos. El regreso de las vacaciones.

Ranma y Akane volvían de sus merecidas vacaciones en Acapulco, abrazados y satisfechos. Las playas paradisíacas y las espectaculares vistas de día y de noche les había desestresado. Akane le susurraba al oído:

-No sabía que tuviéramos tantos fans en Mexico.

-Yo tampoco. Ha sido lindo sentir el calor de las masas.

"El calor de las masas" como le llamaba Ranma había sido agradable y sereno. Los fans que les idolatraban, muy lejos de exigirles actuaciones o autógrafos, se limitaban a admirarlos en silencio y obsequiarles todo tipo de regalos y comodidades. De muy diferente naturaleza era el recibimiento que les esperaba en Nerima. La ardiente pasión de sus seguidores japoneses se manifestaba de forma explícita y directa. Es decir, el Dojo entero se encontraba en llamas. En la puerta, dos niños jugaban al fútbol con la cabeza destartalada de Doraemon y por dentro, el caos más absoluto. Una marea humana se golpeaba entre sí. Gritos, golpazos con objetos contundentes y dolor a proporciones equivalentes. Nobita lloraba en un rincón.

-¿Qué…qué ha pasado?

Cuando Nobita les vio, se largó a llorar en el hombro de Akane. Cada tanto se sobaba los mocos con su camiseta naranja.

-Yo solo…no lo sé. Solo hicimos un especial del día de la paz. Ya sabes. Ante todo, educativos.

-Sí, sí. Lo sé. Aburridos a más no poder.

Akane cogió un pañuelo de su bolso y se lo ofreció.

-Cuéntanos lo ocurrido en detalle.

-Sí sí. Hicimos lo de siempre. Lo de todos los años. Primero buscamos a un señor de raza blanca y otro de raza negra que se estaban peleando y con el proyector de consciencia de Doraemon, les hicimos ver que en el fondo eran ambos humanos semejantes con idénticas necesidades de amor, techo y comida. Y que por tanto, las diferencias externas eran mínimas comparado con todo lo que les unía. Y se fueron muy contentos de la mano y bailando.

Akane miró a Ranma con gesto de preocupación.

-Sigue por favor. Hasta el momento te has salido mucho de nuestras temáticas usuales pero no veo razón para que se haya producido semejante desastre.

Nobita echó un vistazo a ambos lados, de esos que suele dar cuando teme que Gigante le ataque y solo luego de asegurarse de que estaba solos, prosiguió con su historia.

-Repetimos lo mismo con todo tipo de estereotipos enfrentados. Indios y cowboys. Sirenas y hombres halcón, etc. Y para finalizar, lo probamos con el público. Invitamos a subir al escenario a un espectador pro-Akane y a otro pro-Shampoo y les mostramos imágenes de Rumiko y algún que otro bosquejo del manga. La idea era que vieran que, en el fondo, a ambos les gustaba el mismo tipo de arte y el mismo manga en cuestión y que, como seguidores de Rumiko que eran, debían dejar las disputas de lado. Diez segundos después, el Dojo entero estaba en llamas…

Mientras se acercaba a la turba enfurecida, Ranma estalló en una nube de reproches de la que solo se entendieron un par de frases sueltas: "aficionados", "todos tienen derecho a descansar menos yo" y "pu*o gato azul".

Al final le gritó a Nobita:

-Aprende de un profesional de verdad -se dirigió al público y comenzó a declamar como si estuviera pensando en voz alta-. ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer? Me han prometido a una estúpida marimacho y solo tengo dieciseis años (nota del autor: en realidad tiene casi cuarenta, pero ya sabéis, Ranma es un gran actor).

Cuando los fans les vieron, se dispersaron en seguida.

-¿Le has oído? -decían los pro-Akane-. ¿Solo se queja de su compromiso con Akane. Está claro que la ama.

-¿Has visto? -se relamían los pro-Shampoo entre ellos-. No ha mencionado a nuestra amazona favorita para nada. Le da tanta vergüenza que ni puede nombrarla en público. Está claro que le quiere a ella.

Media hora después no quedaba nadie. Ranma se sentó sobre la cabeza destartalada de Doraemon e increpó a Nobita.

-Para cagarla con un público así hay que ser un negado para la actuación.

-Déjale -interrumpió Akane-. No ves que el pobrecito ya sufrió suficiente.

-Y lo que va a sufrir arreglando este desastre. Para mañana quiero todo arregladito o no hay paga. ¿Has entendido?

Al rato, cuando Ranma y Akane ya se habían ido a descansar, Nobita se puso a barrer pensando en que en realidad, él llevaba cuarenta y seis tomos tras sus espaldas y veinte años más de experiencia que ellos. Que le habían faltado el respeto y que cuando Doraemon se autorepara iba a vengarse de ellos con uno de sus inventos. Pero eso ya será otra historia que espero nunca escribir.

Fin.


Para terminar 3 reflexiones:

1) Sobre la rivalidad: ¿Qué pensáis? ¿A que no exagero cuando digo que los fans de Shampoo y Akane en algunos casos extremos son irreconciliables? ¿O sí? ¿Toleraríais que vuestros familiares, amigos o conocidos fueran pro-Shampoo enérgicos (de esos que se la pasan despotricando contra la pobre de Akane)? ¿O viceversa? Yo no sé…Bastante tengo con que mi hijo sea del Real Madrid.

2) Sobre los distintos niveles de acción: Si por un momento nos tomáramos la premisa de que los personajes son actores como verdadera, ¿quién creéis que es el mejor actor? ¿Ranma o Akane? Para mí es Ryoga. La cara de tonto que pone siempre que se pierde es única.

3) Sobre la categoría del fic: Soy perfectamente consciente de que técnicamente esto es un crossover y no debería estar aquí, pero vamos. Que Doraemon y Nobita solo aparecen con intención irónica para realzar la parodia y no como personajes fijos. En todo caso, prometo no volver a meterlos en fics posteriores. También prometo que no habrá más hospitales por una temporada y que voy a convencer a Rumiko de que continue el manga. Ah, no, eso no. No hay que prometer cosas imposibles.

Un saludo a todos.

Leandro-sensei