Para compensar el fallo del último fic, os dejo una historia corta de Ranma y Akane y 5 historias bonus. Un saludo a todos los lectores

Leandro-Sensei.


Estimada nina. Gracias por animarte a comentar. Nunca dejo de escribir porque me gusta mucho. Lo de publicar online ya es otra cosa. Mucho de lo que escribo desaparece misteriosamente en la papelera de reciclaje.

Estimada Hiwatari. ¿Cómo se me ocurrió la historia? Al principio solo pensaba en disfrazar a Akane de "secretaria 3" y a Shampoo de Akane. Pero por culpa de gente perspicaz como tú que se dio cuenta en seguida, tuve que complicar las cosas matando a Akane, poniéndole otro nombre a secretaria 3…y al final me enredé tanto que ni sé cómo es que conseguí un final coherente.

Estimada angelikitap4emmet. No le agradezcas a minefine7 que se agranda y empieza a supervisar todos los detalles de lo que escribo. Si pongo las comas, si no hay errores de tipeo, etc.

Estimada mire2006. Muchas gracias…es curioso que me digas eso porque realmente me había propuesto escribir un fic aburrido sobre política y economía (se nota sobre todo en el principio del primer capítulo). Lo de secretaria 3 era la excusa para que me leyeran lo otro…la eterna promesa de que aparecería Akane, para que siguieran leyendo…pero en algún momento me empecé a desviar del objetivo inicial y me salió esto...en fin, gracias de nuevo por tus palabras de apoyo.

Estimada Maxhika. Sí, flirtear significa coquetear. Es préstamo del inglés.

Lectura, dentista, lectura, salida, lectura…¡qué valiente! Mi secuencia sería así: dentista, descanso laaaaargo, lectura, a dormir.

Estimada Massy13. Tampoco es que tenga nada contra las telenovelas. De hecho muchas de las novelitas rosas que utilizan las mismas técnicas tienen más nivel que la mayoría de los betsellers de otras temáticas.

Estimada minefine7. Lo siento. Sigo obsesionado con Ibuki.


Un día normal

Como todas las mañanas Ranma Saotome se levantó de su cama con gesto de fastidio. El mismo reloj de siempre marcando la misma hora le despertaba con su misma alarma molesta. El muchacho se cambió y luego registró la casa al entero, a su propio cuerpo y por último, espió a todos los cohabitantes del Dojo. Por fin halló a su prometida en el comedor.

-¿Akane, te sientes bien?

-Sí, ¿por?

-No, no. Por nada. Es decir, ¿Te acuerdas de quién eres o quién soy yo?

-Yo soy Akane. Tú, Ranma. ¿Contento?

-Sí. Solo para confirmar: ni pérdida de memoria ni dolores…ni nada raro.

-Que no, pesado. Estoy bien.

Ranma se tanteó el cuerpo con ambas manos.

-Es extraño…hoy me he despertado…no sé cómo decirlo…no te veo desnuda…

-¡¿Qué?!

-No, nada. Que no siento que sea el fin del mundo, ni el día de los inocentes. Happosai no es un fantasma.

-¿De qué demonios estás hablando? –preguntó Akane enarcando una ceja y perdiendo la paciencia poco a poco.

-¿No te das cuenta? Ni siquiera te escribí una carta ni Genma descubrió petróleo. Ya lo he chequeado. Y veo bien, de eso no hay duda. Mi nombre es Ranma Saotome. Nada de Amnar. Pe-chan tampoco se enamora de una cerda Akane…

-¡Es el colmo, Ranma! –exclamó Akane mientras se levantaba-. Me voy. No sé qué te pasa pero no pienso aguantarte un segundo más.

-Espera…te gustaría irte de vacaciones. No sé…a Cancún…o algún otro sitio.

-¡Que no! Déjame en paz.

Ranma se encogió de hombros.

-Pues no lo entiendo.

-¿Qué es lo que no entiendes?

-Llevo sufriendo fenómenos extraños casi todos los días desde principios de año y todos siempre me llevan a confesarme…pero al día siguiente me despierto y vuelta a empezar. Como si no hubiese ocurrido nada. Me siento como en la película El día de la marmota.

-Pues a lo mejor deberías probar confesar "ese terrible secreto" sin que nada te obligue.

Ranma avanzó por el comedor hasta ponerse frente a frente con Akane.

-De acuerdo. Te amo… -hizo el gesto de besarle pero luego se llevó la mano a la cabeza y se dio media vuelta-. Da igual. Mañana no lo recordarás. Incluso juraría que estuve una semana cogido de la mano contigo esperando que un meteorito destrozara la Tierra y al final salió un tío raro con orejas de perro y una espada chulísima y lo hizo añicos.

Akane, que se había quedado con la miel en los labios, no tardó en poner los brazos en jarra y quejarse.

-¿Se supone que eso es una confesión?

-Perdón -le repuso Ranma con desgano-, hoy estoy desmotivado. Me voy a acostar. No creas que no te amo –le aclaró volteándose-. Te amo y mucho pero nunca puedo disfrutarlo. Al instante siguiente del "y comieron perdices" vuelta a empezar. Casi prefiero un final abierto.

Akane le siguió hasta su cuarto y le cogió de la mano.

-Tonto, el amor es así, aunque no vivas en un bucle permanente. Los que se aman de verdad procuran volver a enamorarse de su pareja a cada instante. Es la recíproca renovación del amor lo que hace posible que las parejas duren. Los que no lo entienden así terminan separándose a los pocos meses o viven infelices.

-Por estas cosas te amo…siempre sabes levantarme el ánimo…lástima que no es ayer…

-¿Qué pasó ayer? –preguntó akane, divertida.

-Me nombraban presidente.

-¿A ti? Ja.

-Sí. ¿Qué tiene de raro?

-Nada. Un candidato que asegure la igualdad de género. ¿Cómo no votarte?

-Muy graciosa.

Ranma suspiró.

-A propósito…no me lo tomes a mal…¿pero no conocerás a nadie llamado Ibuki?

-¿Ibuki? ¿Te refieres al científico loco que se mudó a la casa de la esquina esta mañana? No, todavía no tuve tiempo de hacerle una visita. Pensaba hacerlo ahora.

-Ya estamos…

-¿Me acompañas?

-¿Por qué no? Hoy realmente me apetecía darle su merecido a Ibuki.

Cogidos de la mano avanzaron ambos jóvenes hasta el final de la calle. Desde el techo de la casa asomaba un cañón enorme que apuntaba a la luna. Varios rayos láser de distintos colores aseguraban un "perímetro de seguridad" y al menos tres enormes gorilas vestidos de traje y corbata, custodiaban un enorme portal plateado.

FIN.


Historia Bonus 1

Cómo aprendió a nadar Akane en "Ranma Saotome, candidato a presidente".

Una semana después de decidir marcharse a Okinawa y tres antes de partir, Ranma se encontraba sentado junto al borde de la piscina pública. A su lado Genma y dentro de la gran taza azul, Akane braceaba con unos manguitos en la zona de profundidad más baja.

-Ya lo hemos intentado todo hijo. ¿Para qué insistes?

-No lo sé. Es una corazonada. No sé cuando tendré otra oportunidad de pasarme tanto tiempo con Akane. Además, no hemos probado todo.

El muchacho se recostó sobre el frío de los mosaicos más cercanos a la verja que separaba a los bañistas de la zona de literas.

-Para mi, existen tres tipos de personas en este mundo, padre.

Genma se rascó la cabeza. Desde que Ranma había decido iniciar su carrera política, sentía como si un abismo de cultura se hubiese interpuesto entre ambos.

-Imagina a un hombre encerrado solo en una habitación vacía –continuó Ranma con su enseñanza-. ¿Qué crees que haría?

Genma se encogió de hombros.

-Un cincuenta por ciento de la población mundial buscaría la puerta, por muy oculta que estuviese, hasta encontrarla. La otra mitad, confiaría en sus sentidos que no la ven, y se golpearían contra el muro de forma constante. De estos últimos podemos dividir tres grupos más: los que siguen chocando contra el muro por siempre, los que se cansan al rato y se quedan encerrados por siempre y los que se agotan y recién allí, buscan la puerta.

Genma dejó escapar un largo bostezo.

-Ranma, te he pescado en un error: has dicho primero que existen tres tipos de personas pero luego solo has descrito dos.

-Por último quedan las Akane Tendo. Es tan tozuda como los del segundo grupo pero con una diferencia. Puede haber una gran y abierta puerta a su lado y aún así se dará infinitos cabezazos contra el muro hasta derribarlo. Ni ve la puerta abierta ni se limita solamente a chocar. Vence al muro aunque sea imposible y en rigor no haga falta hacerlo.

Genma volvió a bostezar.

-¿Y?

-Si intentas guiar a una Akane Tendo por la puerta abierta, quizá te haga caso pero ten por seguro que cuando se vuelva a encontrar en la misma situación a solas, volverá a golpearse contra el muro. Es su naturaleza.

-¿Entonces? ¿Para que le enseñas?

-Existe una excepción. El truco consiste en mostrarle el camino correcto, sin que se de cuenta de que le enseñas. Hacerle creer que ella, en su enorme inteligencia, ha descubierto un artefacto nuevo llamado "puerta". Así pues mi trabajo como profesor es describirle casualmente cómo son las puertas, dónde se encuentran, qué es un picaporte, etc., etc.

Akane salió del agua con cara de frustración. Sus cabezazos contra el muro acuático no producían más que miles de salpicaduras.

-¿Te acuerdas, papá –gritó Ranma bien fuerte para que le oyera Akane- cómo se me ponían de rojo los ojos cuando era pequeño? Esto de ser alérgico al cloro podría catalogarse como una debilidad. Un punto débil en toda regla.

Akane volvió a meterse en la piscina sin decir palabra y hundió su cabeza bajo el agua por unos instantes. Luego salió sonriente y se aproximó en dos brincos a Ranma.

-¿A que no sabes lo que he descubierto, Ranma? Si abres los ojos bajo el agua es mucho más difícil que pierdas el rumbo.

-¿En serio? –simuló sorprenderse Ranma-. Se ve que tienes talento para esto. Cuando era pequeño tardé tres semanas en darme cuenta de que debía sacar el aire por la nariz debajo del agua y no por la boca.

Akane volvió a zambullirse.

-Ranma –protestó Genma-, ¿no aprendiste tú a nadar en dos mañanas según recuerdo yo?

-Sí, pero ella eso no lo sabe.

Fin de la historia bonus.


Historia Bonus 2

Cómo aprendió a nadar Gohan

Un día en la piscina sospeché que ya estaba preparado y le fui deshinchado poco a poco y con disimulo los manguitos mientras jugaba en la piscina. A los veinte minutos nadaba sin darse cuenta. A la hora…

-¡Papá! ¡He perdido los manguitos! ¡Me voy a hundir!

-Eso fue hace una hora. Ya sabes nadar.

-Ah.


Historia Bonus 3

Cómo aprendió a nada Bulmita.

Un día en la piscina sospeché que ya estaba preparada y le intenté deshinchar poco a poco y con disimulo los manguitos mientras jugaba en la piscina. En seguida se dio cuenta, me clavó las diez uñas de las manos en el pecho y las diez de los pies en la cintura y dijo:

-O arreglas eso o te despellejo vivo.

PS: Todavía no sabe nadar.


Historia Bonus 4

Cómo aprendí yo.

El primer día de clase, el profe de natación nos puso en lo hondo y nos pidió que en posición vertical intentáramos aguantar todo lo que pudiéramos. Él nos iba cronometrando y rescatando de uno en uno a medida que nos íbamos hundiendo. El final fue patético. Yo, el más pequeño y debilucho, aguanté menos de tres segundos mientras que el mayor lo hizo por más de un minuto. Las burlas no tardaron en llegar. Especialmente por parte de este que era malo, tonto y un poco repelente. Bueno…por lo menos a mí me lo parecía desde mi óptica infantil. Quedé tan traumatizado por el tema que no aproveché el resto de la clase de una hora de duración. Al final todos volvimos a casa pues recién tendríamos clase al día siguiente. Por la tarde de ese mismo día, sin embargo, le pedí a mi mamá volver. En rigor teníamos un pase familiar de esos mensuales que te permiten ir en cualquier horario. Me metí en la parte menos profunda, me aseguré de hacer pie y comencé a practicar. Cinco horas seguidas, -ya de pequeño era insoportable con estas cosas-, me bastaron para desarrollar yo solo una técnica de suaves brazadas y patadas para mantenerme a flote por tiempo indefinido y sin hacer fuerza. Ya os imaginaréis cómo se desempeñó todo el día siguiente. Cómo fueron cayendo uno a uno todos mis compañeros menos él niño tonto y yo. Cómo este, por fin se fue poniendo rojo poco a poco hasta que, a la postre se hundió.


Historia Bonus 5

Cómo aprendió a nadar Minefine7

Con año y medio una psicóloga le preguntó al padre de Minefine7 si sabía nadar. Cómo este dijo que no, le comentó que los bebés aprenden naturalmente a hacerlo. Acto seguido, según el padre -obviamente Minefine7 no se acuerda- la arrojaron a una piscina para demostrar el hecho científico y efectivamente salió nadando.


¿Y vosotros? ¿cómo aprendisteis a nadar?