Nuevo three-shot en un ambiente bastante apocalíptico. Espero que os guste. Solo dos aclaraciones. Primero, es un fic de Ranma y Akane como siempre y de ninguna manera, un extraño Ranma-Ranko. Segundo, sé que os tengo acostumbrados a las identidades confusas pero en este caso no hay nada de eso. Ranko no es Akane ni nada parecido.
A la deriva en el mas allá.
Ranma despertó en una barca. Tres certezas le acompañaban. Primero, que ya no estaba en el mundo de los vivos. Lo sabía por aquel angustioso recuerdo del accidente de tránsito y por los cielos morados tan antinaturales que cubrían todo de este a oeste y de norte a sur. Segundo, que se había librado de la maldición y esto era indudable dado que Ranko le acompañaba desdoblada en su propio cuerpo a escasos metros de su posición. Y por último, y no menos importante, comprendía que aquella barca no era normal. Mejor dicho, sí que lo era, pero teniendo en cuenta que estaba en el otro mundo. Una normalidad solo aceptable en aquella dimensión y totalmente ajena a la normalidad del mundo de los vivos.
Ranma se acomodó sobre la proa y volvió a pensar en aquellas tres singularidades. Desde luego, no se equivocaba. Estaba muerto y bien muerto. Solo bastaba frotarse la cabeza con el brazo izquierdo para advertir al tacto que llevaba incrustado parte de un limpiaparabrisas que atravesaba toda su cara desde el pómulo izquierdo hasta sobresalir unos centímetros por debajo de la mandíbula derecha.
Lo de Ranko tampoco entraba dentro del rango de lo confuso. Una joven pelirroja estaba allí sentada, junto a él. Con idéntico limpiaparabrisas atravesándole por idénticos sectores de su rostro. Parecía dispuesta a hablar pero algo le detenía. Una suerte de extraña melancolía más que normal puesto que había muerto. Ranma intentó interesarse por su estado. Saber si se trataba de él mismo o de la chica original que se había ahogado en otro tiempo. Si le dolía la cara –a él no- o si tan solo conocía algo de la mutua situación, puesto que ya estaba despierta cuando él recobró la consciencia. Nada de esto pudo articular. La misma melancolía de descubrir que ya no era, le impedía compartir impresiones, de momento. De hecho, ambos recurrían a un mismo tic para digerir lo que les ocurría: taparse la tripa con ambas manos como si se estuvieran abrazando a sí mismos.
Por lo pronto, el tercer detalle, el más importante de todos, les tenía sin cuidado. Daba igual si la barca no tenía remos o si parecía avanzar mágicamente por su propia voluntad hacia un destino determinado. De momento todos lo que se podía ver eran las naranjas aguas del más allá en todas direcciones.
Existía un cuarto detalle extraño pero solo lo era para Ranko. Que lloviera, aún sin nubes, le parecía casi normal a Ranma en un escenario como ese. Pero a Ranko no. Ella sabía de sobra que en el mundo de los muertos, nunca llovía. Al menos, claro está, que las precipitaciones fueran de naturaleza humana. Extraño fenómeno que solo se daba por unas horas cada tres o cuatro siglos.
-Estamos muertos…
-Eso parece –repuso Ranma-. Lo siento. Ha sido por amor.
-Es la segunda vez que me pasa ya.
La forma de hablar de Ranko, frases cortas y directas, agradaba a Ranma. En general tenía bastantes problemas para entender a las mujeres, sus sutilezas, sus largos discursos llenos de preguntas con dobles sentidos ocultos…Por el momento se sentía a salvo de eso. Y, sin embargo, el doble sentido dormía latente allí mismo y condensando en unas pocas sílabas. Alguien más avispado quizá hubiese comprendido el verdadero significado de su frase. En la superficie, lo obvio: que había muerto una vez en Jusenkyo y otra vez, ahora. En lo profundo, que era la segunda vez que le ocurría aquella tragedia textualmente "por amor".
-¿Ranko? ¿Ya has estado aquí?
La chica asintió sin pronunciar palabra.
-Sí, ya estuve cuando morí por primera vez pero, por favor, no me llames así. Mi nombre es Vega. ¿No te creerías de verdad que el nombre que te inventaste era el correcto?
-No, claro…pero…esto es un poco confuso. ¿Por qué estamos separados ahora? ¿Cómo es que ahora eres "Vega" y antes solo un cuerpo de mujer?
Vega resopló.
-La maldición de Jusenkyo nos unió en cuerpo y alma. Ahora que hemos muerto, el hechizo se ha roto. Los demás no lo saben porque el alma de un cerdo o un pato no hacen gran cosa…
-Pero…¿y tú? ¿Por qué nunca supe nada de ti? No has pronunciado palabra en meses.
-No me gusta hablar…
Ranma agachó la cabeza.
-¿Entonces lo sabes todo de mi?
-Todo.
-Lo siento. No sabía que también te arrastraba a ti a esto…pero tuve que elegir entre Akane y yo…creo que ya lo sabes…no tiene sentido ocultarte nada a ti…la amo más que a mi mismo.
Vega no respondió. Su gesto triste y perdido en el horizonte, en las nubes que no existían, en el origen de aquella lluvia extraña, marcaban un desacomodo con las palabras del muchacho. No llegaba a significar un "yo no creo en el amor" pero lo parecía.
La lluvia se hacía por momentos más densa y pesada. Sin llegar a convertirse en una tormenta, empapaba todo a su paso. La barca seguía describiendo eses por el océano.
-¿Sabes a donde vamos?
-¿Lo dices por la barca? A ningún lado. Esto está desierto. El paraíso –señaló el cielo morado- está arriba. Esto es el Limbo. Pero tranquilo. Pronto subiremos.
Ranma sonrió. La chica reservada que había vivido dentro suyo durante tanto tiempo sin pronunciar palabra, comenzaba poco a poco a soltarse.
-¡Yo no quiero subir! ¡Quiero volver con Akane!
-Ja. Imposible.
Luego, solo hubo silencio. Hasta que pasado un rato, Ranma se quitó la chaqueta y se la puso a Vega.
-¿Qué haces? -exclamó la muchacha, ofendida- No te andes tomando tantas libertades –se la arrojó por la cabeza-. Yo no soy una de esas estúpidas que se babosean si se te ocurre soltar un gesto caballeroso a cuentagotas cada dos meses. ¡Que te tengo bien calado! A ti te gusta simular que eres tímido para que te perdonen todo, ¿verdad? Pues conmigo no te funcionará.
-Ajá -le señaló Ranma-. Lo sabía. Tienes tu temperamento. Hice bien en testearte. No eres tan diferente de Akane y de las demás chicas. Una tontería de nada y mira cómo hablas.
-Idiota –murmuró mientras le daba la espalda. Daba igual que Ranma se comportara como un tonto, pronto la lluvia se disiparía y el sol brillaría en todo su esplendor. Solo tendría que aguantarle hasta entonces. Después, el hipercalórico sol del más allá derretiría sus cuerpos y ambas almas ascenderían al Paraíso.
Ranma volvió a ponerse la chaqueta.
-Lo siento, Vega. Pensaba que tenías frío. Por lo menos estoy seguro de que ponías cara de disgusto cada vez que te caían gotas de lluvia en la cara. Tú lo sabes todo de mí pero yo nada de ti.
Tenía razón. El mero contacto de alguna de aquellas gotas con su piel le hacía estremecer. Casi como si le doliera.
-Akane es tonta –dijo Vega sin mirarle.
-Sí.
-¿Solo dices "sí"?
-Sí.
-Me refiero a que siempre cae en tus trampas. Primero lo de la caballerosidad a cuentagotas y luego, lo de la acción con interpretación romántica subyacente. Ahora resulta que te preocupabas por mi salud…si estamos muertos. ¿Qué más da si tengo frío o me dan asco estas gotas de mierda?
-Ajá.
-Pues yo no caigo. Me has dado la chaqueta para que te vea el pecho. Siempre que ves a una chica nueva procuras semidesnudarte.
-¿Eso crees?
-Sí, es evidente. Estamos muertos, solos. Soy la última mujer en el mundo. Y quieres ligar conmigo. Además siempre lo has dicho. Yo soy más guapa que Akane, ¿no? Las tengo más grandes.
-Te faltó mencionar otras de mis "artimañas". La hipercompetitividad. Si tú te pones monosilábica…pues yo más. Da la casualidad que desde que solo te digo "sí", te ha dado por hablar. Y mira por dónde…me he enterado que también te gusto a ti.
-Idiota.
-No lo niegas. ¿Ves cómo tenía razón? Normal…si me conoces al detalle, mis cualidades, mis…
.No sabes nada de mí, engreído de mierda –le interrumpió-. Yo NO CREO en el amor.
Ranma volvió a reírse.
-Eres más difícil que una mula empacada. Pero por fin lo has soltado. ¿No "crees en el amor"? ¿Entonces qué? ¿Antes creías? ¿Qué pasó, Vega? Confiesa. ¿Cómo has muerto?
-Ya te lo dije. Me ahogué por amor. ¿Contento? Ya lo he dicho. Tuve la muerte más estúpida posible. Bu-Wei nunca lloró por mí. Ni siquiera se compadeció. A los tres meses ya se había casado con otra que ni conocía. Que lo sepas, el amor es así de frágil. Akane tampoco esperará mucho para olvidarte. Ya lo verás. El amor es una mierda. Ni trasciende el tiempo ni el espacio, como se suele creer. De hecho es tan efímero e irreal que casi podría asegurar que no existe. No tiene sentido querer escapar del Limbo. Estaré mucho mejor allí arriba.
Ranma miró consecutivamente el cielo morado y a Vega.
-¿Has dicho: "escapar"? ¿Todavía podemos volver a la vida?
-No.
-Lo has dicho.
-No.
-Entonces me voy. Prefiero nadar yo solo que esperar un imposible: que esta barca me lleve a destino o que tú me digas la verdad.
Vega se abalanzó sobre Ranma y le redujo de una sola patada.
-Dos cosas que no sabes de mí, artista marcial de pacotilla. Uno, no caigo en tus truquitos. De sobra sé que quieres manipularme para obtener de mi lo que te interesa y luego dejarme tirada. Y dos, peleando, no me llegas ni a los tobillos.
-Los tobillos de Akane son más bonitos.
Vega se volteó.
-Idiota.
-¿Me lo cuentas? ¿O sigo haciendo comentarios hirientes al azar? Ya sabes que es mi especialidad. Puedo estar horas.
-No tienes horas. En cuanto se acabe la lluvia, se acabó también para nosotros. Nuestras almas se elevarán. Nuestros cuerpos se derretirán.
Ranma se incorporó.
-Bien, hay esperanza. Una lluvia así puede acabarse ya o durar días.
Vega meneó la cabeza.
-¿No quieres entenderlo, verdad? En el Limbo nunca llueve. Hace horas que deberíamos habernos librado de nuestras ataduras terrenales. Esto que cae no es lluvia. Son las lágrimas de Akane.
Las mejillas del joven se ruborizaron instantáneamente.
-¿Entonces Akane está llorando por mi y sus lágrimas nos protegen? Y dices que el amor no existe.
-Normal. Has muerto. Por supuesto que hoy está llorando pero, ¿cuál crees que es la capacidad máxima del aparato lacrimal de una persona normal? Ningún humano ha llorado jamás más de diez horas seguidas sin interrumpir el goteo de lágrimas al menos un instante. En cuanto pare a tomarse un respiro de un segundo, aún si luego sigue, el sol nos calcinará. Ya lleva unas siete horas llorando. Nos queda en el Limbo entre un instante y tres horas. Quizá te ame, pero desde luego el "amor" es una fuerza de la naturaleza frágil y débil. ¿Cómo va a vencer a la mayor de todas, a la Muerte?
-Tenemos tres horas para averiguarlo. Ya va siendo hora de que me digas dónde está la salida.
Fin de la primera parte.
Bueno, eso ha sido todo por hoy. En el próximo nos enteraremos de muchas cosas sobre el más allá, la paradoja del amor…y no os digo más. Sería terrible que os enterarais ya de que en la segunda parte Akane dejará de llorar.
Historia bonus
Luego de tres horas de entrenar para realizar correctamente los pasos de la fusión con Bulmita, Gohan exclama: "Hostia, no ha funcionado. No lo entiendo, si esta vez lo hemos hecho perfecto".
Fin.
Comentarios
Estimadas Maribrit, ResaS y TsukiNoHikari90. Gracias por agregarme a favoritos.
Estimada Hiwatari. ¿Qué hacía Ranma lavando los platos? Ni idea, pero era muy conveniente para hacerlo quedar como una persona no machista.
Estimada LadySc –Maaya. Lo pasamos bien en Semana Santa aunque muy atareados. ¿Y tú?
Tienes razón con lo que los hijos son los que más enseñan. Eso sí, todo lo que me enseñó Gohan sobre cómo ser padre, no me sirvió de nada con Bulmita. Será que tienen personalidades muy diferentes…
Estimada Minefine7. ¡Y la canta Ryoga! ¿Ryoga es el que se transforma en chica, no? En ese entonces no es que supiera muy bien quién era quién.
Estimada Akyfin02. Lo de no pisar las líneas es un juego entretenido sin duda. Pero un consejo, nunca, nunca, nunca, nunca, intentes jugar a eso montada en bicicleta como hizo una vez Gohan. Los árboles ni se mueven ni avisan de su presencia a los desprevenidos que conducen mirando al suelo.
Estimada Shiroki-San. Lo entiendo perfectamente. Engancharse con un juego nuevo es terrible. Cuando Gohan y Bulmita se obsesionaron con el Peggle, Minefine7 y yo hasta terminamos soñando con el Himno a la alegría.
Estimada elena 79. Efectivamente, el ego de Happosai es más grande que el de Ranma. Pero ojo. Solo un poquito más.
Estimada Maxhika. Fue tu imaginación. Ibuki está oficialmente muerta. Sobre el peluche, puedes conseguirte alguno de cualquier personaje de Rumiko y cambiarle la ropa. Total, dibuja a todos parecidos.
Estimada RosemaryAlejandra. Lástima, no pude engañarte. Ya lo conseguiré con algún otro one-shot en el futuro.
Un saludo a todos y gracias por leer.
