Advertencia: En este fic romperé dos de mis reglas de oro. La primera será poner un pequeño disclaimer. La segunda no la revelaré por el momento. Pero tranquilos, no tiene nada que ver con el final feliz acostumbrado. Eso sería faltar a mis lectores. Traicionarlos. Así que leed tranquilos. Termina bien…¿o no?
Disclaimer: Si alguien tiene los derechos sobre Penélope que no se preocupe, prepararé mis alegaciones durante el día y las destejeré durante la noche. A propósito, no hago esto con ánimo de lucro. Solo para fastidiar a Minefine7 parodiando a Serrat.
Pobre infeliz
se paró tu reloj infantil
una tarde plomiza de abril
cuando se fue tu amante.
Se marchitó
en tu huerto hasta la última flor.
No hay un sauce en la calle Mayor
para Penélope.
Penélope.
Preguntar debía de ser sin duda el deporte nacional de Japón. O al menos debía de existir en aquel momento alguna promoción 2x1 en vigor pues la gente no dejaba literalmente de atosigarme con sus interrogaciones.
"Akane, ¿dónde está Ranma?" o "¿Qué es de la vida de tu prometido?".
Al principio me lo tomaba con naturalidad y hasta me permitía hacer gala de una ironía que no iba muy bien conmigo: "En la luna, en el desierto, en China o más allá". Al final, y pasadas las dos semanas, comencé a contestar a todo el que se interesara por su paradero, algo que sintonizaba mucho mejor con mi pesar interno: "Yo qué sé…".
Por supuesto había quien interpretaba el dolor entrelíneas de mis palabras y me dejaba en paz y quien no se amedrentaba por mis respuestas "bordes".
-Pero, caramba… -me respondió una impresentable que parecía que vestía de princesita de cosplay americano de tan ataviada que estaba- si tú eres su prometida. Algo sabrás. Nadie…ninguna persona normal desaparece del mapa sin confiarle a su pareja el destino de su viaje y la fecha estimada de regreso.
¿Nadie? Pues mira. Daba la casualidad de que Ranma no era precisamente "normal". Se podía confiar en él para ciertas cosas: llegar a tiempo a la hora de comer, aceptar cualquier desafío por ridículo y improcedente que fuera, abrir la boca cuando no le convenía, etc. Pero para otras…más valía esperarlo sentada que a pié. Y eso hice. Le esperé sentada. En la ventana. Como las tontas enamoradas. Solo que en ese entonces no estaba muy dispuesta a aceptar ninguna de ambas cosas. ¿Enamorada yo? Por supuesto que no. Aguardaba su regreso para cantarle las cuarenta. Mostrarle la pila de tareas que había tenido que recoger por él para que no se atrasase demasiado. Las miles de cartas de sus "fans" acongojadas por su ausencia…Y lo de tonta. ¿Quién iba a imaginarse que se había ido nada más y nada menos que a allí a tratar eso con esa? Yo no desde luego. Era tonta. Qué digo "tonta", tontísima.
Como digo, le aguardé recostada sobre el rellano de mi ventana. Y desde entonces le espero. Aún cuando ya han pasado más de tres años y ya conozco la verdad todavía le espero. Cada tanto creo que le veo pasar, abrazado de esa o de la mano. Pero no es él. Tiene la coleta más larga. Los pómulos más prominentes y masculinos. La quijada más larga, casi puntiaguda. Y eso sin pasar a hablar del cuerpo. Unos diez centímetros más alto. Y con más masa corporal. Ni gordo, ni flaco. Lo justo en un artista marcial. Ese ya no es mi Ranma. Es un hombre. Y me da igual si algunas dicen que sí es. O que cuando le llaman con ese apelativo se de vuelta y les sonría. Sé que no es. Mi Ranma no…mi Ranma es diferente. Tímido, gentil, honesto. ¿Cómo podría aceptar que sea eso ahora?
Las últimas noticias verdaderas suyas las obtuve de boca de Ryoga. Y eso que al principio no me las quería dar. Tuve que acorralarle. Incluso, recuerdo que peleamos. Se resistió tozudamente hasta que le vencí. Creo que hasta le hice daño pues sangraba de la nariz.
-¿Le has visto o no? –le pregunté mientras le inmovilizaba ambas manos con mis rodillas y le obligaba a besar el suelo.
-Sí, sí, de acuerdo. Le he visto. Me salv…le ayudé a salvar a Pe-chan de una bruja que coleccionaba cerdos robados.
Y ese sí que era mi Ranma. Heróico y sacrificado. Mira que odiaba a mi mascotita consentida y aún así se había tomado la molestia de vencer a una desalmada para que yo no sufriera. Ya había pasado un año pero aquella noticia me dio fuerzas para esperarle dos años más. Hubo, por supuesto, algún que otro comentario insidioso sobre la verdadera naturaleza de la bruja y la "curiosa" forma que utilizó Ranma para vencerle pero no hice caso. A comentarios sucios, oídos limpios.
Y mientras tanto, ese molesto impostor seguía paseándose del brazo de esa por las calles de Nerima. Mira que tomarse la molestia, para hacer más creíble su identidad, de ir agregando a su disfraz mes a mes y de forma imperceptible milímetros de estatura y leves cambios faciales. Si no fuera, por la forma promiscua de comportarse, por la desfachatez y falsa altanería, más de una vez le hubiese confundido.
Yo seguía en mi plan de espera, haciendo vida normal, ignorando al impostor y asegurándome de que todo se mantuviese tal cual para cuando mi prometido decidiera asomar la cabeza. Todavía recuerdo la bronca titánica que tuve con la profesora Hinako al año y medio de su ausencia. La muy cabrona dejó de pasarme las tareas de Ranma. Peor aún, se atrevió a insinuar que le habían transferido a otro instituto. Yo bien sabía que semejante blasfemia era parte de algún plan suyo para quedárselo. Pues no. De Ranma ni noticia pero protegería sus tareas con mi vida. Al final, tuvo que intervenir el director Kuno que obviamente me dio la razón. Cierto es que cuando me retiraba con sus fichas, llegó hasta mis oídos el siguiente comentario:
-Pobrecita, ha perdido el norte. Por favor, síguele la corriente un tiempo. Me da mucha pena.
Pena me daba a mí cómo le iba a quedar la cara de la paliza que pensaba darle pero no lo hice. ¿Cómo tomar en serio las palabras de un demente como el padre de Tatewaki? De seguro, él también debía de estar en el complot para favorecer a la desequilibrada de su hija. Pues ni modo. Yo había conseguido mi objetivo. De Kodachi ya me ocuparía cuando hiciera falta. Desde entonces, me entretuve haciendo mi tarea y la suya. A veces, escribía notitas de amor en mis libros como cuando era pequeña. En otras las anotaba en los suyos imitando su letra. Pobrecito, seguro que deseaba hacerlo y no podía. Obviamente, dejaba que su secreto permaneciera a salvo. Nada de "Akane te amo" con un corazoncito dibujado y una flecha atravesándolo. Un gran y grotesco: "Marimacho fea".
También me aficioné a tirar baldazos de agua fría al aire e imaginarme que le daba a él. O a gritarle tonterías al aire. Seguí entrenando mi aura de combate celosa. Solo por si acaso. Bien sabía que cuando volviera no me animaría a mostrársela de buenas a primeras. Pero a la semanita…qué orgulloso que se iba a poner de mi…¡casi quince centímetros de aura asesina más que cuando se fue!
Luego, me llegó una invitación a la "boda". Nabiki y Kasumi se esmeraron intentando interceptarla pero fue inútil. Conservo un olfato de lobo para estas cosas. ¿Quién en su sano juicio podía ser tan cruel de inventarse una historia así? ¿Qué ganaba con hacerme sufrir? Había que reconocerle que estaba hecho con saña. Habían imitado perfectamente su letra manuscrita y hasta habían insistido en el famoso detalle de intentar simular el paso del tiempo. Su misma letra pero más firme y serena. Como la de un hombre que se ha quitado una maldición o gran peso de encima. "Esa" ya no se denomina "Esa" sino "mi salvadora". Ja, claro. Como si mi Ranma se fuera a casar con otra solamente porque le curara de la maldición.
-Hermanita, por favor. Deja de engañarte ya. Es Ranma de verdad. Se casa con otra.
-Kasumi, me lo esperaba de todos, de Shampoo, Kodachi, Ukyo y hasta de Nabiki. ¿Pero de ti? ¿Tú también estás en la conspiración? Ranma vendrá pronto y desenmascarará al farsante.
-Hermanita…-dejó caer unas lágrimas de cocodrilo-. Por favor, reacciona.
Y reaccioné dando un portazo. Pero antes pasó algo muy curioso que me dejó dudando. Nabiki. Nabiki también lloraba. La vi de refilón al azotar la puerta. ¿Cómo era posible? Nunca en diecinueve años de vida la había visto así. Ni para timar a alguien ni por dolor físico ni porque le saliera mal una estafa. Nunca había dejado escapar una lágrima. Jamás. Entones noté que yo también lloraba. Eran unas lágrimas densas y grandes. Como las gotas de inicio de tormenta. Luego, quizá para continuar con la metáfora, se hicieron mucho más finitas y numerosas. ¿Por qué lloraba? ¿Si tres años sin el amor de tu vida no son nada, cuando su recuerdo vive dentro de ti? Además, era mentira. Ese farsante me tenía harta. Ya iba siendo hora, puesto que se había obsesionado así conmigo, de enfrentarle y pedirle amablemente que dejara de regocijarse en mi dolor.
-Ay, hermanita, menudo escándalo has armado.
-Se lo tenía merecido.
-No lo dudo, pero aún así. Pobre Ranma. No sé si lo has notado, pero no se lo esperaba.
-¿Ranma? No lo vi. Solo al patán que iba con "Su-salvadora"…
Nabiki exhaló un largo suspiro.
-¿Todavía sigues con eso? El patán es Ranma. Hace tres años le echaste de aquí por el terrible pecado de dejarse abrazar más de la cuenta por Shampoo y le ordenaste que nunca viniera…y te hizo caso.
-¡No!...Yo no hice…bueno, sí, lo hice pero no lo pensaba. Él sabe que no lo pensaba. Ya volverá.
-No, Akane. Le has convertido en ese patán al que le niegas entidad ahora. Acéptalo de una vez. "Tu Ranma" ya no existe. Solo queda eso y dice que se casará con Ukyo aunque destruyas el altar de bodas quinientas veces.
Intenté intimidarle con mi recientemente adquirida aura asesina, luego con palabras y al final con algún que otro golpe al aire. Pero nada. Nabiki ni se iba ni se retractaba de sus palabras. Fue doloroso para una hermana, digo, pegarle a otra, sobre todo si la otra es débil. Pero no me arrepiento. Era parte del complot y se merecía el mismo trato. Desde entonces me dejaron sola. Al principio se preocuparon un poco en montar otra de sus farsas con internaciones hospitalarias y muchos vendajes, pero a la postre, pasado el mes y medio, me dejaron tranquila en mi rellano de la ventana. Ahora le esperaba solamente por las noches. Me parecía más romántico. Luego, dormía durante el día. Kasumi me pasaba una bandeja con comida cada tanto aunque casi ni comía. No estaba de ánimos. Pobrecita, de tanto esperar a que Tofu le propusiera casamiento, se le debía de haber agriado el alma. Sospecho que era eso porque todos sus platos me sabían insípidos y desprovistos de corazón por mucho que una furibunda Nabiki se los alabara más y más para llevarme la contra. Para el cuarto año de abandono, tuve una revelación. Fue simplemente un leve rayo del sol amaneciendo que dio en mi frente y que me hizo sentir la premonición. Pronto el falso Ranma se daría por vencido y abandonaría a Ukyo. Mejor, así podría recuperar a una amiga. Incluso podríamos esperar juntas al verdadero. Ya me cansaba de regar con lágrimas las flores de mi ventana en soledad. Pe-plant había crecido en estos cuatro años casi cinco palmos. Fuerte y recia, dada la calidad del abono. Solo que no había conseguido que diera flores. Todas se marchitaban apenas se abría el capullo.
Dos meses después, un lapso de tiempo mínimo dado lo repetitivo de mi rutina, aquella premonición se hizo verdadera.
-Mi amante fiel, Akane, deja de tejer en tu mente ya fantasías. Regresé. Ukyo es historia.
El patán se había puesto de rodillas sin perder la más mínima pizca de gallardía. Altanero y falso hasta el final.
-¿Aceptarás a este recién divorciado? Todavía somos jóvenes. Tenemos veinte años y toda una vida por delante.
-Vete, tú no eres quien yo espero –le sonreí con mis ojitos llenitos de ayer-. Mi Ranma tiene dieciséis años y tres prometidas.
Fin
Y la segunda regla rota es…la estructura de la historia. No se trata de un one-shot o three-shot. Es mi primer -y esperemos último- two-shot. La semana que viene la conclusión: Ulises. O lo que es lo mismo, la historia desde el punto de vista de Ranma.
Historia bonus.
Serrat
¿Diferencias con Minefine7? Muchas. Muchísimas. La mayoría de ellas complementarias. Por ejemplo, a mi me encanta desatar nudos y a ella enredarse. Ella tiene memoria fotográfica y yo no me acuerdo de lo que pasó hace diez minutos. Y luego tenemos otras tantas que…en fin…no lo son tanto. Para mi las 9:00 significa las 8:55 y para ella las 9:15. Para mi, ordenado significa una pila de cosas en suave equilibrio y para ella, cada cosa en su sitio. Pero hay una diferencia que nada entre una y otra isla sin saber bien cuál de las dos categorías es su verdadera casa. Se trata de la música. Yo soy literalmente sordo y estúpido. No logro retener ni el más simple estribillo de nada, mucho menos el nombre de una canción o cantante. Obviamente, lo que hacen Gohan y Minefine7 de reconocer una canción al primer segundo de iniciarse me parece una especie de poder mágico similar a volar o lanzar rayos por los ojos. O darse cuenta de que una canción que nunca escucharon es de tal autor por reconocerle la voz o por deducir que se trata de su estilo inconfundible…de hecho, parece ser que existen géneros musicales y que la gente normal es capaz de nombrarlos y encasillar cada canción en uno de ellos. Sorprendente.
Parece ser, también, que Minefine7 y yo tenemos una canción nuestra. Cada tanto me la recuerda: nombre, autor, música tarareada, letra y razón por la cual es "nuestra canción". Que me maten si me acuerdo de algo. Cuando me saca el tema yo simulo hacer como que me acuerdo, como que estoy intentando memorizar esos datos que me parecen tan oscuros como los emoticones y luego lo olvido. Bueno, no, ni eso. Para olvidar primero hay que saber y nunca logro llegar a ese estado mental en materia de música. Debo de haber perdido la capacidad en algún momento de mi niñez porque, como bien sabréis mis lectores más fieles, hay alguna que otra canción infantil que sí que me sé.
Por todo lo expuesto anteriormente, es realmente curioso y solo se explica como un milagro más del amor lo que me ocurre con esta canción de Serrat. Yo siempre suelo decirle a Minefine7 que está siempre igual de guapa, lo máximo que mis sentidos son capaces de percibir. Es una gran respuesta para preguntas engañosas y peligrosísismas como: "¿Me querrás igual cuando esté vieja y fea?". Y aunque es una gran respuesta, confieso que no es verdad. Su hermosura varía constantemente. Y hubo, por supuesto, un momento en que llegó a la perfección. El momento en que estos ojos saborearon su belleza con mayor potencia. Recuerdo perfectamente la ocasión, el lugar y todas las circunstancias. Especialmente, me acuerdo que había una radio y que por la emisora sintonizada pasaron Penélope de Serrat. Recuerdo que fue la primera vez que notamos nuestras enormes diferencias de capacidades musicales. Platicamos sobre música, mitología, metáforas amorosas y finales dolorosos. El resultado ya lo podéis apreciar; no solo soy capaz de decir nombre de autor y de canción sino que además, si me pusieran una pistola en la sien, no la cantaría perfecto, pero acertaría a cuatro o cinco versos perfectos. Eso, en mi idioma, es amor.
Por otro lado…no me gusta mucho Serrat, básicamente porque al final me cansan las canciones que parecen que estuvieran recitando un poema. Además, odio las historias de amor que terminan mal y no soporto semejante crueldad. Ya me costó bastante perdonarle a María Elena Walsh que me termine como me terminó la canción de Manuelita para tener que hacerlo con ese señor también que, además, obviamente se está copiando de ella, solo que sustituye el tema infantil por uno clásico. Imperdonable…a menos, a menos que exista alguna herramienta para arreglar estas cosas, un espacio que te permita cambiar el final de las historias…y así es como nació este fic.
Fin
PS: Bulmita heredó mi sordera pero…como una princesita tiene que saber bailar todas las canciones de Cantajuegos sí o sí, se pasó literalmente practicando seis horas diarias durante tres años hasta ser capaz de hacer creer a la gente que se las sabe. Y ahora que lo consiguió…resulta que ya es mayor para esas cosas de pequeñajos. ¡Qué cruel que es la moda infantil!
PS2: Por culpa de Bulmita también me sé todas las de Cantajuegos. Al final, va a ser que solo me gustan las canciones infatiles.
PS3: A Minefine7 le gusta mucho la canción de Ranma y Akane en la que aparecen estrellas al final y la otra en la que al principio bajan rápido las escaleras. Sé que os doy pocos datos pero sois especialistas, seguro que me entendéis. La mía es la canción de cuna aunque solo me acuerdo de que me gusta; ni idea de cómo suena.
Comentarios
Estimada Shiroki. Siempre hay una exepción a la regla. Igual un examen es un momento para dar lo mejor de uno. Tardar puede significar dificultades. Pero hacerlo muy rápido, también puede significar falta de compromiso con la actividad.
Sobre los insultos, solo puedo decirte que tenemos la peor combinación posible. En Argentina es natural y normal pronunciarlos porque según la entonación se vacían de significado. Por ejemplo, si alguien hace algo bien por suerte decimos elogiosamente: "Ese hdp ha logrado superar el problema sin apenas esforzarse". Por otra parte, los aragoneses son muy malhablados y bruscos. Por ejemplo, si entra un aragonés a un local y pide un producto que se acaba de agotar, se va dando voces y soltando una barbaridad de insultos. ¿Está enojado? No, para nada. Es la costumbre. Nuestro hijo, Gohan, pues, es el tipo más malhablado del mundo cuando se lo propone porque es capaz de mezclar de forma única las palabrotas argentinas con las españolas de tal forma que puede apabullar a cualquiera. Por tanto, tu novio tiene razón. Tus hijos hablarán como tú hables y peor.
Sin embargo, esto no es grave, pues es muy fácil de reconducir. Le hemos explicado a Gohan que puesto que está en la edad no le ibamos a prohibir decir "tacos" entre amigos pues les parecen divertidos pero que a cambio lo tenía prohibido frente a adultos pues podrían ofenderse. Y funciona espléndidamente. Al dejarle explorar y explicarle los límites, el mismo fue agregando restricciones solo: "no hacerle frente a niños menores para no maleducarlos", "no hacerlo con amigos cuando estoy enojado porque entonces sí que se ofenden" "no hacerlo frente a chicas porque algunas son más sensibles", etc.
Hoy en día si se ve en una situación de presión social infantil lo soluciona hablando como un marinero ebrio y si están delante las madres del curso, como un diplomático de la ONU.
Estimada Miztu Akari. Bienvenida al club. Siempre sospecho que hay muchos lectores fieles por allí. Y me alegro con saber de la existencia de alguno. Con un comentario para saber que existes me sobra. Obviamente, en una colección de este tipo en donde escribo cosas tan variadas, la única herramienta que tengo para dilucidar si un tema gusta más o menos, es la palabra de los lectores.
Estimada angelikitap4emmett (cap. 55). Llevo tantos años con Minefine7 y sigo vivo. O me quiere mucho o algo aprendí sobre la regla. Seguro que la primera.
Estimada angeikitap4emmett (cap. 56). Teléfono roteado. En estos momentos me siento más poderoso que Superman y más inteligente. Bueno, miento. Me lo hizo Minefine7. Seguro que a Superman también se lo hará Louise. Así que estamos al mismo nivel.
Estimada RosemaryAlejandra (cap. 53). Eres lectora VIP, por supuesto. Los privilegios una vez obtenidos, no se pierden.
Estimada RosemaryAlejandra (cap. 54). Claro que no. ¡NO SOMOS DE ESOS!
Estimada RosemaryAlejandra (cap. 55). Uy, sí. Las lecciones que mejor recuerdo son las que tuve que rendir varias veces.
Estimada RosemaryAlejandra (cap. 56). Es que la secuestran mucho a la pobre. Feliz cumpleaños.
Estimada Ai. Lo siento. Es que desde el error del último three-shot, se me ocurrió la idea de poner un final falso por el medio. Así que en parte es tu culpa. Tú me diste la idea.
Pensé en Kagome pero no me animé. Estaba en plan satírico con el tema de los secuestros. No fuera cosa que ofendiera a alguien.
¿De verdad? ¿Todavía podrías comentar más y se te olvida? Envidio tu capacidad. Yo como mucho logro hilar tres frases y ya me empieza a costar. Desde luego tus comentarios tienen un estilo único que le levanta el ánimo a cualquiera.
Estimado Lu4AVG. Mientras aceptes que Marvel es mejor que DC, puedes opinar mal de los comics. Obviamente los mangas están a un muy otro nivel. A propósito ¿sabías que hay una versión en manga de Spiderman y los Hombres-X?
¿El final forzoso? No es mi culpa. Siempre me canso y termino todas las historias mal y abruptamente. Luego, al pasar la censura, Minefine7 me obliga a seguir trabajando hasta que quede todo uniforme. Solo que como este no le interesó por la temática, me dejo publicarlo así.
Estimada Minefine7. Técnicamente no fue un crossover. Fue una incorporación paródica de personajes externos con fines humorísticos. Si pelearan seriamente y en igualdad Superman y Ranma, sería corssover. Este tonto podía haber sido Ultramán o cualquiera inventado.
Estimada Massy13. Mejor no le agradezcas mucho a Gohan porque tiene muchas ideas que seguro que no te gustan: ¿Y si Akane se cae a una fosa y se convierte en jirafa? ¿Y si Genma es Kung-fu Panda y le enseña a Ranma a pelear bien de verdad? ¿Y si Ranma escala el Himalaya? Vale, ese lo hice, pero los otros los veo difícil.
Estimada Maxhika (cap. 53). Disculpa similar debería hacerte yo pero multiplicado por ochenta. Hablando de candados, en Salou, durante las vacaciones, vimos un parador como los de Japón, con un montón de candados de enamorados, cerrados sobre unas rejas.
Estimado MATT AVAST XD. Noo, si los contara seguro que serían muchísimos más. Como ya le comenté a Ai, iba a estar Kagome y la quité por las dudas de que alguien se me ofendiera.
Superman vs Goku. Creo que ya hablé sobre eso hace un montón de fics. Pero me repito. Gana Goku. En fuerza deben de ir parejos pero luego: teletransportación, semillas del ermitaño, deseos al dragón, fusión y un millón de personajes secundarios solo un poco más débiles que Goku para ayudarle contra visión de rayos-x y laser. Eso sin contar que Pikoro ante el menor problema no dudará en destruir el sol.
Estimada Akyfin02. ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien!
