Introducción: Esto es una continuación de Ranma Saotome, candidato a presidente. Podéis releerla si queréis o no. En el fondo solo hay que tener en cuenta un par de detalles. Ranma se ha lanzado por razones un tanto extrañas a la carrera política y ha alcanzado el puesto de máxima responsabilidad en Japón. Akane, le ha ayudado activamente como colaboradora y ahora es la primera dama. Por razones de la trama, estuvieron separados mucho tiempo en el pasado.


Ranma Saotome, Primer Ministro, se divorcia.

Secretaria 4 ha escrito:

Misión cumplida, señor, Akane ya está en casa.

Ranma Saotome, Primer ministro, ha escrito:

¿Quién?

Secretaria 4 ha escrito:

Lo siento. Ha sido un lapsus. He dejado a secretaria 3…en su cama.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Mejor. ¿Cómo se encuentra?

Secretaria 4 ha escrito:

Nerviosa. Como todos. No le ha gustado mucho la idea de que fuera justo yo quien le acompañara.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

No te preocupes. Ya se acostumbrará. Vuelve aquí; que te necesito.

Secretaria 4 ha escrito:

Estoy de camino.


Media hora después.

Secretaria 3 ha escrito:

Me siento fatal. ¿Cuándo vuelves?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Pronto. Tengo que arreglar el desaguisado que has armado.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Desaguisado? ¿Desde cuándo hablas así?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Desde que se te da por vomitar encima del primer ministro de Paraguay.

Secretaria 3 ha escrito:

Presidente…no es igual.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Primer Ministro, Presidente…Lo mismo da. Por suerte secretaria 4 ha regresado rápido y se ha desenvuelto muy bien.

Secretaria 3 ha escrito:

No has tardado nada en encontrarme una reemplazante. Y encima guapa. La gente habla. ¿Era realmente necesario buscarse una primera dama suplente despampanante? ¿Te he hecho algo para que me humilles así en público?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Sí, romper la regla número uno de la política. Quedarte embarazada a mitad de mandato.

Secretaria 3 ha escrito:

No estoy embarazada.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Vale.

Secretaria 3 ha escrito:

QUE NO LO ESTOY.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Vale.

Secretaria 3 ha escrito:

Tofu dice que estoy agotada. Un par de días de descanso y me devuelves mi puesto.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Vale.

Secretaria 3 ha escrito:

Ranma…no puedo dejar de notar que la puerta está cerrada con llave.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

¿En serio?

Secretaria 3 ha escrito:

¿No pretenderás mantenerme recluida el resto de mandato, no?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

No, eso sería secuestrarte. Muy poco original. Solo hasta que renuncies. Quedaría mal despedirte.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Quieres que renuncie a mi puesto de consejera solamente? ¿O también al de primera dama?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

¿Hay diferencia?

Secretaria 3 ha escrito:

Te noto agresivo.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

No sé por qué debería estarlo. Llevamos tres meses sin relaciones y estás embarazada.

Secretaria 3 ha escrito:

¡NO ESTOY EMBARAZADA! ¡Déjame salir o rompo la puerta!

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Rómpela con cuidado. No querrás hacerle daño al bebé de Pe-chan.

Secretaria 3 ha escrito:

Solo le haré daño a una persona. Como hoy no andas muy fino, te daré una pista: SERÁ UN MAGNICIDIO.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Mira, Akane. En tu estado prefería no ponerte nerviosa pero Secretaria 4 no ha salido de la nada. Cuando el Primer Ministro detecta un comportamiento extraño entre sus subordinados, contrata a gente que se ocupe de los trapos sucios. Te ha visto con Ryoga. Tengo las fotos.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Me espiaste? Si serás imbécil…espera un momento, ¿subordinada? ¿Eso soy para ti? Después de esto, nuestro matrimonio está destruido. Cuando compruebes que te has equivocado, no vuelvas a mí pidiendo perdón. Ni esperes de una Akane como yo que guarde las apariencias públicamente. En cuanto escape de aquí, no volverás a verme.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

¿No pretenderás encima hacerte la víctima? Eres la protagonista del mayor escándalo rosa de la historia de este país. ¡Todo el mundo sabe que hace tres meses que no nos vemos por culpa de la gira internacional! Te han visto vomitar y verán la tripa crecer. Seré el hazmerreír del mundo entero.

Secretaria 3 ha escrito:

Por última vez, enciende una cámara de seguridad y lee mis labios: ¡NO ESTOY EMBARAZADA!

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Da la casualidad que me he tomado la libertad de extraerte sangre durante el último entrenamiento. Ya ves, la patada en la nariz que se me fue de largo ayer, no fue tan accidental como te hice creer. El jefe de pediatría del Hospital Infantil del Estado dice que hay un 99,99% de posibilidades de que estés preñada.

Secretaria 3 ha escrito:

Si prefieres creerle a Tofu y Secretaria 4. Cásate con uno de ellos, Ranma-chan.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Soy Primer Ministro. No tengo derecho a fiarme de otra cosa que no sean los hechos.

Secretaria 3 ha escrito:

Es un hecho que me has perdido. Y también es un hecho que tendrás que llamar a un carpintero. ¿Puertitas enclenques a mí? Por favor. La próxima vez, secuéstrame en un búnker.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

No habrá próxima vez. Cómo has dejado muy en claro antes, hemos terminado, p&ta.

Secretaria 3 ha escrito:

Ah, no. Eso sí que no. Podrás tacharme de infiel injustamente y confiar en los demás y no en el 0,01% científicamente hablando que apoya la realidad. Pero no me insultes.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Te insultas tú sola, actuando como una geisha.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Sigues en Tokio?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

No. Estoy reunido con el Ministro de Defensa y los americanos que nos vendieron el sistema defensivo tan caro que te conté el otro día.

Secretaria 3 ha escrito:

No le llames así a Nabiki. Odio que menciones a la gente por su puesto en lugar de su nombre. Será Ministro de Defensa pero es tu cuñada también.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Perdón, exsecretaria 3. Es una manía de la que no me puedo despegar.

Secretaria 3 ha escrito:

Voy para allá.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

No puedes. Ya te pondré los puntos sobre las íes mañana.

Secretaria 3 ha escrito:

Entraré por la fuerza.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Estoy en un sitio de máxima seguridad. Jamás lo lograrás por las malas. A propósito, he comprado un vestidito precioso para la nena -¿Te dije que era nena, no?-. Como tío, tengo que hacerle un presente. Me han ofrecido bordarle el nombre gratis y me ha parecido buena idea por si se pierde…que se perderá seguro, dados los genes. ¿Ya has pensando en alguno?

Secretaria 3 ha escrito:

De nombre, dolor de estómago. Apellido, Saotome…por ahora. Te quedan pocas horas de vida.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

¿Qué vas a hacer? ¿Destruir una base militar entera? Eso me suena repetitivo. Ya lo has hecho con un hospital. Y según recuerdo no llegaste a pillarme.

Secretaria 3 ha escrito:

Hoy es diferente. La otra vez me contuve un poco. Temía que el estruendo afectara tu salud. Estoy entrando.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

No sé yo si recomiendan mucho pegarle puñetazos a unos misiles con las manos desnudas a primerizas durante el primer trimestre de embarazo.

Secretaria 3 ha escrito:

Lo único embarazoso que encuentro aquí, es que un "gran artista marcial" se escude de su mujer tras unas bombitas de nada.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Lo siento. En un rato termino. La negociación con los americanos súbitamente se ha tornado ventajosa para nosotros. No puedo irme ahora. ¿Podrías al menos ponerte guantes para doblar los cañones de los tanques? Podrías hacerte una herida. Ya sabes, una madre no debe perder sangre. Podría bajarle la tensión a los dos. Y déjate de hacer tanto ruido que con esos golpes monstruosos que pegas, no hay quién negocie nada.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Me has llamado "monstruo"? Deberías medir mejor cómo llamas a tu verdugo.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Mira cómo tiemblo. La base es enorme. Jamás sabrás dónde estoy exactamente.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Recuerdas quién te regaló ese móvil, amor mío?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Sí, p&ta. Fuiste tú. Simulando amarme.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Recuerdas también quién te lo configuró, amor mío?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Tú. Y deja de llamarme así. Si lo leo, es más difícil captar el tomo irónico.

Secretaria 3 ha escrito:

Pues resulta que me olvidé de mencionarte que viene con una aplicación de gps. Muy útil si lo pierdes.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Entiendo. Imagino que estarás ya tras la puerta amarilla, entonces. Será mejor que interrumpa la reunión.

Secretaria 3 ha escrito:

No hace falta. Ya la interrumpo yo.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Bruta. Casi me matas del susto. Te esperaba por la puerta, no atravesando una pared de adamantium.

Secretaria 3 ha escrito:

¡NABIKI! ¿Qué haces con el móvil de Ranma?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Demostrarles a los tontos americanos que el sistema de defensa que le vendieron a tu marido no vale tanto como dicen. Ya que hasta una débil y enferma japonesa se lo puede cargar sin armas ni planificación previa. Gracias a ti me han devuelto el dinero que pagué y un plus bastante gordo a cambio de que guardemos silencio sobre este incidente.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Y Ranma?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Está en el baño. No para de vomitar desde hace una hora. Parece que lo que cocinaste ayer os cayó mal a los dos.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Te has inventado todo lo del embarazo y los celos de Ranma para regatearle unos yenes de pacotilla a los americanos?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Es tu culpa. Ranma lo hubiese resuelto diplomáticamente. Pero lo has enfermado con tu plato especial de aniversario de ayer. Tuve que encargarme yo con mis propios métodos. Estem…¿por qué seguimos hablando por móvil?

Secretaria 3 ha escrito:

Porque eres despreciable. No pienso volver a dirigirte la palabra en la vida.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

¿Yo, despeciable? Pues tú eres una amenaza para la seguridad nacional. Te has cargado la base militar más importante del país.

Secretaria 3 ha escrito:

Ranma me dijo: "p&ta"…bueno…tú. Pero yo creía que era él.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Me debes 7.000.000 de yens.

Secretaria 3 ha escrito:

Y tú una disculpa.

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Lo siento. Ahora paga.

Secretaria 3 ha escrito:

¿Dónde lo prefieres? ¿En la cabeza o en el culo?

Ranma Saotome, Primer ministro ha escrito:

Ak…Akane…¿Por qué estás apuntado el mazo hacia mí? ¿No pretenderás usarlo con tu frágil hermanita?...por favor…no…, estoy embarazada. Sí, eso. Embarazada. ¿No le pegarías a una mujer embarazada, verdad?


Dos horas antes de ser descubierta por Akane, en el mismísimo momento en que ingresó a la sala de prensa, la mediana de las hermanas Tendo esquivó a tres de las cuatro "sardinas" que intentaron entrevestirla, haciendo gala de unos graciosos movimientos de cintura. Técnica un tanto melancólica que había aprendido para no dañarse cuando se desplomaban los cuerpos voladores de los rivales derrotados por sus familiares. Pocos pasos después, otras cinco "sardinas" le salieron al paso para correr la misma suerte. En lo privado de su mente, Nabiki solía referirse a los practicantes de la noble profesión periodística con aquel apelativo despectivo: "sardinas". Y eso es lo que parecían, enlatados y apretujados más de doscientos ejemplares de la fauna encuestadora en un cuartito de apenas seis metros cuadrados. La joven Ministra de Defensa miró en todas direcciones. Primero a las luces todavía tenues y después a las ausentes botellas sobre la tarima y a su superficie descascarada de hojas por el viento de una ventana entreabierta. Todos esos datos juntos solo podían tener un significado. Que había llegado a tiempo.

En el fondo, nada sabía de lo que ocurría exactamente pero su natural olfato e intuición (femenina, por suerte) le había llevado a encender la televisión minutos atrás y enterarse de la conferencia de prensa que había convocado su cuñado sin avisarle a nadie del partido. En un cuartito pequeño sobre el lateral derecho de la sala de prensa, se lo encontró solo, rendido, ojeroso. No parecía él mismo. Ni se asemejaba al fuerte muchacho que en el pasado vencía a cualquier enemigo ni al hombre que en el presente hacía frente a todos los ataques políticos con presteza y valentía. Más bien se le veía hundido. Culpable.

Cuando este le vio, intentó levantar la vista. Solo las pupilas lo consiguieron. El resto, la cabeza y el puño que la sostenía se quedaron fijos en su sitio.

-Nabiki –le comenzó a hablar sin dejar aquella pose de derrota-, voy a tener que renunciar…

-De eso nada, mentecato –le interrumpió Nabiki-. No importa qué hayas hecho, se puede arreglar. Confía en mí.

Ranma Saotome estaba curtido en más de mil batallas políticas pero en el fondo seguía siendo el mismo chico inocente del que Akane se enamoró. Por supuesto que aquel muchacho dócil e inseguro creía en ella y su fenomenal capacidad manipulativa. Pero el otro no lo hacía. El hombre, el político, el hombre de negocios, porque un político no deja de ser en el fondo un señor que hace negocios en nombre de la política, aunque parezca un juego de palabras cruel. Ese último se desengañaba muy fácimente. Hacía años ya que no creía en los milagros. En el amor quizá ganara el más noble, pero en la política…siempre lo hacía el más fuerte.

-No se puede. Esta vez he metido la pata hasta el fondo. Demasiado hondo y demasiado evidente. No hay salida. De hecho, Toyama y su equipo económico ya lo saben.

Nabiki le dio una enérgica palmada en el hombro. Con todas sus fuerzas y con pasión. Lo suficientemente fuerte para que el pequeño cosquilleo que lograba infligirle en su todavía musculosa espalda le despertara del sueño derrotista en el que se había autosumido.

-Olvidate de Toyama. Ese, gracias a Dios, es más tonto que tú. Dile ahora a tu cuñada favorita lo que te ocurre.

Ranma sonrió. La palmada se había efectuado con precisión quirúrgica. El suave cosquilleo se sentía muy similar a las caricias de Akane. En el fondo, tenía lógica: una suave caricia de Akane tenía la misma potencia que la cachetada más fuerte de Nabiki.

-Es irónico que me hayas descubierto justo antes de confesarlo todo públicamente. La verdad es que esto me pasa por actuar a tus espaldas.

Nabiki se cruzó de brazos. Sus palmadas podían ser débiles pero su tono amenazante cuando se enfadaba se encontraba a la par del de Akane.

-¿QUÉ HAS HECHO?

-Acepté la propuesta de los americanos de hace dos meses. Esa que a mi me pareció tan barata pero que tú rechaste sin incluso pararte a explicármelo. Ahora resulta que faltaba contabilizar los impuestos, gastos de traslado, trabajadores, materiales. El precio solo era por la tecnología. El costó es diez veces mayor del que creía. Toyama tiene planeado dar una conferencia en tres horas -en cuanto tenga los datos de las facturas-, para despellejarme públicamente por el despilfarro que significará en época de crisis. Antes prefiero salir yo y explicar que soy un inútil honrado que cometió un error y renuncia. Aún si anulo el trato y les pago solo la indemnización, la base ya está construida. No tengo forma de hacerla desaparecer en tan poco tiempo.

Nabiki se frotó los ojos, engrasó las neuronas y respiró hondo.

-Es decir, ¿que solo necesitas que haga desaparecer en dos horas una gigantesca base militar de última tecnología, recupere el dinero que ya has pagado y encima encuentre la forma de salir ganando algo de pasta yo? ¿Eso es todo? Será mejor que sea la última vez que subestimas el poder de una Tendo furiosa o acabarás mal con Akane.

Ranma entreabrió los labios. Pensaba interponer un último `pero´ que murió ahogado ante la enérgica actitud de su cuñada.

-Ah, ah –levantó el dedo índice y se le puso sobre la boca-. Silencio. Limítate a desconvocar la rueda de prensa y dejarme tu móvil. A propósito…no tienes buena cara. ¿No estarás enfermo?


Dos horas después Nabiki se frotaba el trasero adolorido mientras todavía volaba por los cielos de Tokio. En rigor, podía haberse librado, contando la verdad pero en tal caso, se hubiese perdido la posibilidad de que su hermana y cuñado hablaran de un tema pendiente. Quizá saliera mal, pero era necesario. Seguir postergando el problema solo lo agrandaría.

-Akane, –respiró hondo Ranma para disimular su estado ánimico y que todavía se encontraba mareado- acabo de leer todo lo que te escribió Nabiki. Y-yo…lo siento. Es mi culpa. Lo ha hecho por salvar mi pellejo político…bueno, y el suyo.

-Da igual…no estoy enfadada por eso.

Ranma le secó el sudor de la frente y arrancó un trozo de tanque que se le había enganchado en el vestido sin notarlo. Así, acalorada y jadeante se veía más bella que de costumbre. El viento, ese diminuto dios jueguetón y un poco hentai, porfiaba por levantarle las faldas con sendas bocanadas de aire para luego acariciarle las entrepiernas. Y lo hubiese conseguido si antes, el humano celoso, no hubiese posado sus manos sobre la cintura de su mujer y hubiese ejercido cierta presión sobre la tela.

-No me mientas. Ya no somos niños en el cuerpo de adolescentes. Puedes contármelo. Se te nota triste.

-Lo estoy –repuso Akane- pero no es por eso. Déjalo. Se trata de una tontería. Ya se me pasará.

Los restos del búnker destrozado se mantenían en silencio. Un caño medio colgando y retorcido por la furia de la peliazul, era el único elemento que amenazaban con interrumpirles cuando, de un momento a otro, se precipitara al suelo. Ranma retomó la iniciativa antes de que eso ocurriera.

-Akane, yo también quiero.

La mujer del hombre más poderoso de Japón se giro hacia su marido, sorprendida.

-¿Qué quieres?

-Romper la regla número uno de la política. Tengamos un hijo.

-No seas tonto. No puedes ocuparte de un país y de un bebé al mismo tiempo. Te perderás sus mejores momentos. Crecen muy rápido ¿sabes? Si te descuidas unos meses, capaz que no llegas a cambiarle ni un pañal.

-Entonces renunciaré.

Dijo esto con firmeza. Convencido y convenciendo con las palabras. Sin embargo, en frente no se encontraba un inocente votante. Era su mujer, la que le conocía casi desde que nació, porque entre los cero y los dieciséis años, poco había madurado.

-Amor mío, los dos sabemos que aunque quieras no puedes. Tu trabajo es demasiado importante. Más que tu felicidad o la mía. –Ranma asintió con la cabeza al oir estas palabras-. Y también que se me está pasando el arroz. Tengo más de cuarenta. Las otras primeras damas tienen hijos de diez o doce años.

-Sí, lo normal es tenerlos antes. Hemos perdido mucho tiempo con el tema de Yuko y a mi me han elegido muy joven. Si esperas unos años, terminaré el mandato y…

-No…no quería creerlo, pero todo esto me abrió los ojos. Lo mejor será que nos sigamos con esta pantomima. Sé que seguirás ligado a la política, después de esto. Siempre seré un estorbo o una aliada política. Nunca la madre de tus hijos.

Ranma se quedó petrificado en su sitio. Anclado en un querer escapar de sí mismo y no poder. Así de pesada era la carga política que le atenazaba al puesto.

Su mente política elaboró al instante un plan de acción. Confesaría que se había comportado con egoismo y luego juraría con frases y hechos, ir reduciendo el grado de ensimimamiento en su propio yo para abrirse más a la pareja. En el fondo, el tema era otro aunque intentara disfrazarlo. Él no quería tener hijos y ella sí. Así de triste. Así de claro. Y ahora, por culpa de la temática de manipulación elegida por Nabiki, su concepto de familia había sido descubierto por su mujer y también sus estratagemas para conseguirla: usaba la política como excusa. El primer ministro descubrió en ese instante que no le quedaban más opciones: le tocaba dar el brazo a torcer o tirar la pelota para adelante con falsas promesas (su especialidad como político de profesión).

-Tienes razón, Akane. Lo siento. Soy demasiado egoísta…

-Para ser un buen Primer Ministro, tienes que serlo –le interrumpió sin dejarle continuar con su plan de manipulación-. Buena suerte, amor.

Akane estiró las puntas de los pies para ponerse de puntillas y poder encajarle un beso en la mejilla cargado de amor y despedida. Luego el 95% del cuerpo de Akane se retiró del sitio de la ruptura matrimonial. Solo quedaba de ella, el 5% restante, unos trozos de carne colorada, su corazón partido, que descansaban imaginariamente en el suelo, junto a un tacho de basura, a la espera de que un barrendero los tirara por la mañana en el interior del recipiente junto a los restos de proyectiles y cohetes teledirigidos.

-Espera, Akane yo solo quiero que seas feliz –llegó a intentar disuardirle Ranma desde una ventana.

Los labios de la mujer de pelo azul mintieron por última vez al artista marcial devenido en Primer Ministro.

-Lo seré; no te preocupes. Y cuídate.

Fin de la primera parte.


El primer tercio de la historia ha sido una repetición de situaciones y procedimientos pero ha valido la pena. Si la cosa ha salido como pensaba, habéis llegado al final con la guardia baja y creyendo que se trataba de una historia humorística. En el próximo capítulo, Secretaria 4 intentará aprovechar la oportunidad. A propósito, ya no existen Ibuki ni Yuko. ¿Alguien me sugiere algún nombre nuevo para la rival de Akane?


Historia bonus

Y yo más.

Siguiendo con la descripción costumbrista sobre mis enemigos sociales iniciada en la historia bonus pasada, he de aclarar que el padre del amiguito de Gohan no es ni mucho menos mi polo opuesto. De hecho, hasta nos solemos llevar bien. Yo hablo poco y nada y él, el gran especialista en todas las áreas de conocimiento, habla por los dos. Desde luego no somos almas gemelas pero nos complementamos bien. Él tapa con sus palabras mis vacíos melancólicos y yo con mis esporádicos "ajás" le lleno gradualmente el ego. No es lo ideal…si tengo la más mínima chance de escapar la tomaré sin dudarlo…pero…digamos que puedo sobrevivir a la charla sin que la cordialidad se pierda. Todo lo contrario sucede con mi verdadero archienemigo en las conversaciones. Se trata de una mutación horrible del espécimen descripto en el capítulo pasado: el sabiondo ostentoso. A este hombre o mujer, generalmente mujer por suerte, no le basta con saber "todo sobre todo", tiene que además demostrar su valía con posesiones materiales o familiares. Aunque sea un muerto de hambre que le debe dinero a todo el mundo, aunque no tenga trabajo y la gente cruce de calle al verle por miedo a que le pida prestado más monedas, este tipo de persona siempre dispone de la última versión de todo: móvil, consola, ipad, cuchufleto 2000, android mega super actualizado, el portátil de 8 gb de memoria, botas, bolsos y un larguísimo etcétera. Puesto que su vida es horrible ya que gasta diez veces más de lo que puede para mantenerse actualizado, desarrolla la necesidad patológica de ostentarlo. Ante su enfermizo accionar el mundo se divide irremediablemente en dos categorías que le odian por igual. Los primeros, los desafortunados que no están a su nivel tecnológico o de moda. Los que, por tanto, en mayor o menor medida él desea que le envidien. Los segundos, los que están por encima y tendrán que aguantar cómo, él, con su extenso saber sobre el tema en cuestión, justificará su elección: "Ahhhh, es que ese portátil tiene Windows 8 que es una mierda igual que el Vista. El modelo que yo tengo, el anterior, es el de Windows 7, el único que vale la pena". Consejo: jamás de los jamases hablarle de Linux. No pienso explicar por qué ya que me demandaría demasiados párrafos, tan solo confiad en mi en esto y no hacerlo.

Ambos tipos de personas tendrán que aguantar sus eternos comentarios mordaces. "Uy, esas botas están fuera de moda" o "Uy, esas botas nuevas son incómodas, que lo sé yo". "¡Qué pantalla tan pequeña! Te hará mal a la vista". O a la inversa, "¡Qué pantalla tan grande! Ese modelo es bueno lástima lo del problema de la baja nitidez…y la batería…uyyy". Da igual lo que argumentes o si no argumentas, siempre tendrá una respuesta o un comentario despectivo para todo lo tuyo y elogioso para lo suyo. Por suerte, siendo padre y no madre, no suelo estar en la situación de que ostenten la grandeza de sus hijos y critiquen la pantalla poco uniforme de los míos. Batalla eterna e inútil que incluso se traslada a las jóvenes generaciones. También agradezco a los genes, que los míos sean inmunes cada uno a su manera a estas cosas. Gohan, con su enorme ingenuidad no entiende una indirecta ni una directa como un ataque a su persona y es, por tanto, feliz. Y Bulmita, bueno, ya la conocéis. Es una pequeña Nabiki. Sus venganzas son terribles.

Volviendo al tema que nos ocupa, queda explicar el meollo de la historia bonus. ¿Qué pasa cuando el susodicho individuo no logra deducir en qué categoría se encuentra su presa? En fin, cuando en lugar de envidiarle socialmente o despreciarle, se le ignora olímpicamente. Pues, no lo tolera. Más aún si les contesto: "bien por ti".

El pobre se me queda mirando con cara de "¿Cómo que bien por mi? Te he dicho que mi mujer es guapísima, mis hijos sacan en todo sobresaliente, mi nuevo móvil tiene un botón de teletransportación para el usuario que se detecta por medio de una pantalla de huellas dactilares y mi coeficiente intelectual es de ciento cuarenta y uno. Si piensas que me superas en algo, demuéstralo y debatiremos durante horas y si piensas que no, defiéndete y debatiremos durante horas". Y esta es la razón por la que somos enemigos sociales acérrimos: odio debatir durante horas y menos, por cosas que ya tengo claras. No se trata de humildad por mi parte. Es arrogancia extrema. La verdad es que soy muy poco materialista. Las cosas literalmente me molestan. Lo poco que tengo, por tanto, ha pasado un control extremo de calidad por mi parte hasta ser catalogado como "esencial para sobrevivir". Y lo mismo con las personas. Me rodeo de los esenciales. Minefine7 me es imprescidible. No hace falta demostrar su valía. Incluso, me manejo así con el dinero. Si tengo 10 en mi cuenta y necesito 9, soy feliz. Si tengo 1.000.000 y necesito 1.000.001, soy infeliz. Matemática pura que este individuo no es capaz de entender y por tanto…me agobia con infinitas preguntas para poder determinar mi "status".

-Vengaaaa, dime que modelo de móvil tienes.

-Un Nokia. Aunque Minefine7 me lo cambió por un Samsung.

-Ya, ya. Esa es la marca. Pero dime el modelo. El mío por ejemplo es un Samsung cuchufleticus 2013/7. El último que salió.

-Se nota que te gusta. Bien por ti. Bueno, me voy.

-Espera, ¿Y el tuyo?

-No sé el modelo.

-¿Cómo es?

-Cuando aprieto un botón me deja hablar con Minefine7. Sospecho que hay que cargarlo. Igual no. No me hagas mucho caso.

-Jaja –sonríe a desgano y pasa a otro tema de controversia-. He leído un chiste en mi portátil de 8gb el otro día en el que salía un tipo igualito a ti.

-Ajá.

-Ahora que me acuerdo, Freezer (el hijo) se sacó cinco `sobresalientes´ este curso. ¿Y Gohan?

-Más de los que quería.

-¿¡Cómo puedes sacar más de lo que quieres?! –me grita mientras se le descompone levemente el rostro.

-Considera, y no tengo idea de por qué lo hace, que cada sobresaliente equivale a una bola de dragón hallada. Estuvo llorándole al profesor dos horas porque le dio más de siete bolas del dragón, lo cual es una aberración desde su punto de vista.

-Claro –sonrie por fin al encontrar un punto de competencia-. El tuyo cursa "alternativa". Allí siempre ponen sobresaliente.

-Ya me dirás cómo mando a "religión" a un niño que cree que en el infierno hay un gran camino de la serpiente y los ogros son buenos.

-¿¡Qué…?! Estem…¿Cómo va, Bulmita? ¿Ya aprendió a nadar con manguitos?

-Sí.

-Le costó un montón…¿verdad?

-Sí

-Androide 18 (la hija) nada rapidísimo ahora. Claro, aprendió el año pasado.

-Ajá.

-Me ha costado un pastón, pero contraté al mejor profesor de natación.

-Bien por ti.

Y de fondo –no lo dije antes pero la conversación se desarrolla en la piscina- se oye la risa diabólica de mi hija mientras le saca con su estilizado estilo pecho medio ancho de ventaja a Androide 18 que trataba de seguirle el ritmo haciendo gala de un más que aceptable estilo `perrito´.

-Bueno, me voy a casa. Me espera Lunch (la mujer). No sabes lo bien que cocina. Cuando se quedó sin trabajo, ya llevábamos un año saliendo, no iba a decirle: "ahora que no ganas nada, vuélvete a tu país". Al final me decidí a casarme con ella cuando me preparó una un pollo a la Maryland. ¿A que acerté?

-Parece que sí.

-Es un plato muy difícil de cocinar.

-Seguramente.

-Le queda mejor que a un chef.

-Bien por ti.

-Ojo, no la quiero solamente por eso. También me limpia muy bien la casa. ¿Y tú? ¿Cuándo decidiste que te ibas a casar con Minefine7?

Por mi cabeza pasan infinidad de recuerdos. Aquella primera vez que le vi tomando apuntes, los paseos por la zona de la facultad, las interminables horas leyendo juntos. El nacimiento de Gohan y su cara de desconcierto al ver cómo era realmente el mundo real. Las dos líneas tremendamente rosas que nos dieron a entender que Bulmita ya existía en su vientre. Y mucho más atrás, unos doce o catorce años antes, su rostro mojado en una tarde lluviosa. En ese momento no llegué a pensar que me casaría con ella. Tan solo que no deseaba separarme de Minefine7 nunca jamás.

-Hace mucho. Fue una cuestión de ángulos yutapuestos, complicidades y fragancias…

-Ya, ya –me interrumpe-, pero…¿sabe o no sabe cocinar un pollo a la Maryland?

Lo dicho, somos y seremos enemigos acérrimos, condenados a no entendernos. Al que quiera saber la respuesta, solo puedo decirle que quizá sí sepa, quizá no, pero desde luego esa capacidad no entra en la ecuación de la atracción que siento por ella.

Fin de la historia bonus.


Comentarios

Estimada Ai (cap. 69). A mi también se me hicieron largos los seis días. No hay excusas. Lo tenía escrito y me distraje con cosas en esa otra vida rara e imprevisible que tengo, la real. No hay más que decir.

Tu sospecha de que no era realmente un lemon me ofende…por supuesto que si me lo propusiera sería capaz de escribir un lemon…¿Eso es cuando en la ceremonia del té, se lo beben con limón, no?

Sí, he visto esa película. Con Minefine7 en Madrid. Me acuerdo que me gustó mucho. Angustiante por momentos pero decididamente del estilo de trama que me interesa. Hablando de eso, no es mala idea escribir un crossover conjunto.

Estimado MATT (cap. 69). Bienvenido otra vez. Los chistes simples son los más graciosos. En el fondo, el lemon depende mucho del tipo de persona que lo lea. Ya sabés, por mucho que intentemos negarlo, los hombres somos más sintéticos y las mujeres más bien, simbólicas.

Me ha contado Maxhika que le recomendaste que leyera este capítulo…pues solo puedo decirte una palabra: ¡Contratado!

Estimado LuiAVG (cap. 69). Yo también ando con mucho trabajo últimamente. De allí, los altibajos. De a poquito intento potenciar los altis y disimular los bajos pero tengo la sensación de que en cualquier momento seré sepultado por la realidad. En ese caso tendré que optar entre tomarme más tiempo para publicar o bajar definitivamente el nivel. Ambas decisiones son dolorosas.

En todo caso, espero ansioso tu debut en el fandom…aunque tendrás que hacer una cuenta antes.

Estimado hikarus (cap. 69). ¡Arriba el ánimo! Para eso estamos los que escribimos aquí. Para entretener. Gracias por tus palabras de apoyo.

Estimada RosemaryAlejandra (cap. 69). Que te recuperes del resfriado. Igual el mejor momento y lugar para leer fics es en la cama y medio adormilado entre este mundo y el de los sueños. Por lo menos, eso es lo que hace Minefine7.

Estimada Candy. Bienvenida. Siento haberte engañado pero en esta colección las cosas son así. Si en algún momento me lees de título: "50 sombras de Ranma". Ten por seguro que solo habrá un doble sentido gracioso.

Estimada Minefine7 (cap. 69). Lo señalado es deuda.

Estimada Maxhika (cap. 69). ¡Qué bueno leerte otra vez! Ya empezaba a creer que tu ausencia se prolongaría más. Quizá sea casualidad pero mira la cantidad de publicaciones que se dieron luego de la tuya y la de Ai. Repito, haces falta. No tan seguido como antes si no puedes, pero cada tanto.

Ya me contarás tu idea. Seguro que hay forma de darle una vuelta de tuerca para ser inatacables. A propósito, la parodia es mi género preferido.

Sobre el otro tema, me carcome la curiosidad pero tendré paciencia.

Estimada Massy13 (cap. 69). ¿Cómo pasó la censura? Muy fácil. Fue idea de ella. Me lo dijo en broma, claro: "¿para el 69 qué vas a hacer? ¿Un lemon?". Y yo le dije: desafio aceptado.

Estimada RosemaryAlejandra (cap. 66). Así son los "casis". Algunos los evitan y otros los envidian. No creo que exista una palabra más nostálgica en el diccionario que esa.

Estimada RosemaryAlejandra (cap. 67). Gohan es igualito a Minefine7 y Bulmita a mi. Y efectivamente, yo choco un montón con Bulmita a pesar del complejo de Electra y Gohan con Minefine7 por momento es una batalla campal.

Estimada RosemaryAlejandra (cap. 68). Es así. No le demos más vueltas. Ranma no es capaz de declinar un desafio por poco conveniente que sea.

Estimada Majomich. Me alegra mcuho haberte emocionado y volver a leerte luego de tnato tiempo. No te preocupes si no puedes comentar siempre. Saber que estás allí, leyendo, es suficiente. A veces un review corto diciendo "este tema me gustó" o "me hubiese gustado un final diferente" alcanza para indicarme por dónde debería seguir en futuros fics.

Te entiendo perfectamente. No hay peor sensación de desnudez que mostrar lo que te ha costado tanto escribir. Sin embargo, está claro que eres tú misma tu mayor crítica. Así que lo mejor que puedes hacer, si realmente quieres escribir, es hacer las paces contigo misma. En todo caso, si me tienes confianza, me gustaría leer lo que has escrito. Prometo darte una visión objetiva y para nada agresiva. Al fin y al cabo, soy profesor.

Muy perpicaz. El comentario falso, efectivamente, es el de Ibuki.

Estimada Shiroki. Perdona mi ignorancia, entiendo las metáforas pero no conozco la procedencia. Si pudieras ser un poco más específica, te lo agradecería porque me has dejado intrigado.

Estimada Ai. Desde que prometí no narrar más con Akane, solo se me ocurren fics desde su punto de vista. Esto me va a costar más que lo de Ibuki.

"Don Ranma Saotome no la hizo firmar documentos extraños a la pobre Doña Akane Tendo, haciéndola ver que no lo conocía ni un poquito, porque era obvio que en el sueño para ranma las estadísticas de quien iba ganando no valían, si no que él creía más en el amor que se tienen entre ellos dos. Lo que si me sorprendió fue que todavía se esperaran un año más para ahora si ser novios, sí que hay que esperar para que el valor de Ranma sea más fuerte que su timidez, lo bueno que Akane no tuvo que esperar toda una eternidad para escucharlo y que fueran novios". He descubierto estas. Si hay más, ya me lo dirás. Tú eres la especialista.

Caramba, me has descubierto esa referencia también. Con lo que me costó disfrazar al unicornio de pegaso.

Se me ha ocurrido muchas veces escribir la historia del hombre que mató leyendas y muchas veces la escribí. Pero todavía no estoy satisfecho. De hecho es una de mis grandes obsesiones, mucho mayor que la de Ibuki. Y claro, al despedir a una, me acordé de la otra.

De haber sido posible hubiese puesto más reviews de los tuyos u otros que me gustaban más pero…me decanté por los que no eran muy largos para que quedara más equilibrado con el resto.

En fin, espero haber satisfecho tu curiosidad con este primer capítulo de Ranma, Primer Ministro. No me preguntes por la continuación porque no tengo ni idea, salvo el final feliz, claro está.

Estimada Ibuki Ibuki. Despedida.

Estimada Miztu-chan. Es una frase corta para poder afirmarlo al cien por ciento pero me creo que me cae bien tu padre. No solo ha dicho algo sabio, sino que además ha conseguido que su hija lo recuerde y lo acepte como una verdad auténtica.

Estimada Minefine7. Y bueno; o me lees antes de publicar o salen los capítulos sin censura. No se puede tener todo en la vida.