Vocabulario

MangaComics japonesas. La mayoría son en blanco y negro y se leen de derecha a izquierda.

KabanBolsa.

KawaiiAdorable.

UreshiiSe dice cuando se está feliz. Es como si estuvieras hablando contigo mismo o algo así 00;

"Mochi mochi, Arisugawa-san desu."(Esto es solo un ejemplo) Es una manera educada de contestar el teléfono. Dices 'Mochi mochi' tu apellido y honorífico y 'desu' al final. Creo que el 'desu' es para identificar el sujeto en la oración. No estoy segura...

KunHonorífico utilizado para varones de la misma edad, o quizás más jóven, del hablante

Capítulo 2 Recuerdos y Molestias en Verano

(Verano después de conocer a Michiru)

El verano había llegado trayendo consigo el insoportable calor que te hacía querer lanzarte de pecho al primer cuerpo de agua más cercano. Era el tiempo del año en el que las familias y amistades se reunían para salir a divertirse en la playa, ir al campo, a fiestas o a ver películas juntos. Ya no había por qué preocuparse por libros escolares, asistencia perfecta o exámenes. Para mí, era el tiempo perfecto para hacer nada más que jugar video juegos, leer mangas, o hacer alguna de mis famosas travesuras. Mis primeros pensamientos al alejarme de mi escuela en el último día de clases fueron los de divertirme en grande. Lástima que mis planes de diverción fueran arruinados por mis padres o por tareas hogareñas.

Una de las cosas que más me molestaba era que, para ir a la escuela, siempre me levantaba tardísimo. Sin embargo, para las vacaciones, era de las primeras personas en levantarme. Si ese no era el caso, me levantaba demasiado tarde para ver mis programas favoritos. Era algo realmente frustrante. Para culminar, no había nada que hacer en la casa. La televisión no tenía nada interesante que ofrecer y era muy temprano para llamar a una de mis amigas. Esto último en verdad no me preocupaba mucho, pues sabía que sin importar la hora o lo mucho que quisiera, no podría hacerlo.

Mi madre había recivido un curso de computadoras por cortesía del govierno y, aunque no había aprendido mucho, estaba muy feliz porque le habían regalado una computadora, solo por participar. Al principio me agradaba la idea de tener una computadora en la casa. La podía utilizar para hacer mis proyectos escolares en casa sin la necesidad de ir a la casa de alguna amiga o a la biblioteca. Debo admitir que era un poco orgullosa en el aspecto de que no me gustaba pedir favores o ayuda siempre y cuando pudiera hacer las cosas yo misma. Al menos, eso lo pensaba mi madre también. Todo era emoción, cables y manuales por un tiempo. El verdadero problema comenzó cuando instalaron el Internet.

Mi padre, Tennoh Ryuu, era un buen padre de familia que se preocupaba mucho por el bienestar de sus hijos. Un señor verdaderamente amable y honesto. Me había advertido de los peligros que existían en la red. Me aconsejó sobre todo tipo de personas que podía encontrar mientras navegaba buscando información para la escuela, mis programas favoritos o hablaba con mis amigas. El error fue que no le dieron esa misma plática a mi madre.

Mi madre, Tennoh Yuki, era una señora que aunque no trabajaba fuera de la casa, mantenía nuestro hogar impecable. Mi hermano Hiroshi, al menos tres años más jóven que yo y más distraido que cualquier otro chico de su edad, siempre me acompañaba para hacer algún tipo de desorden pero a los cinco minutos, nuestra madre ya estaba lista para la situación. Siempre tenía la comida lista, nos ayudaba con las tareas y tenía una buena relación con los vecinos. Esto era antes de la llegada de la chatarra inservible, como llegué a llamarle poco después.

Poco tiempo después de que llegó el Internet para la computadora, empezaron a formarse peleas por razones menores. Mi madre había perdido el interés en pasar tiempo con nosotros, se estaba descuidando en sus tareas hogareñas y se pasaba de mal humor cuando no estaba en su computadora. Lo que más me llegó a molestar era que cuando llegabamos a salir en familia como antes, mencionaba algo que tenía que estar vinculado de alguna forma con su preciada computadora. En verdad no podía vivir sin esa cosa. No me gustaba pensar mal de mi propia madre, pero habían ocaciones en las que podría jurar que hablaba con algunos de sus "amigos de Internet" por el teléfono de la casa. No era que la espiaba o algo así, simplemente la escuchaba cuando salía de mi habitación por las noches a tomar agua o para ir al baño.

El problema más grande para mi era que la computadora estaba en mi habitación y ella se quedaba hasta por la madrugada conversando con sus amigos. Al principio esto no me molestaba, yo lo único que quería hacer era quedarme el mismo periodo de tiempo viendo mis programas favoritos por televisión. Pero me llegó el bendecido día en el que no pude aguantar más y solo quería dejarme caer en la deliciosa cama de mi cuarto. Eso era exactamente lo que iba a hacer, pero no pude dormir nada. El "click-clack, clackity clack-clack" de las uñas de mi madre en el teclado me tenía al borde de la locura. Me quejé un poco más de lo debido y terminamos peleando hasta que mi padre entró a mi habitación y me remplazó en la discusión con mi madre. Después de unos cuantos minutos de discutir justo frente a mi, se movieron a su propia habitación, lo que en verdad no hiso mucha diferencia.

El día después de la discución, todo parecía normal, siempre era así con todas sus discuciones. La única diferencia esta vez era que, despues de cada discusión todo estaba bien y ahora, había una extraña tensión en la atmósfera. Mi hermano, ajeno a todo como de costumbre, seguía viendo la televisión mientras que yo trataba de encontrar mi programa favorito en la guía que ofrecía el periódico. Mi madre había salido con mi padre a una tienda cercana para comprar unas cuantas cositas, así que estaríamos solos por unos minutos. Me estaba frustrando un poco porque no encontraba el horario de mi programa favorito, así que decidí dejar el periódico a un lado y me dirigí a mi habitación para buscar una actividad más productiva. Cuando llegué, rápido decidí buscar mi viejo cuaderno de dibujos, el que llevaba a la escuela, para entreteneme un poco. Lo encontré sin mucho esfuerzo y, pasando las páginas, noté que no habían muchos dibujos recientes y que sobraban bastantes páginas vacías. Fue llegando al final del cuaderno que noté una pieza de papel suelto con una caligrafía distinta a la mía. Al parecer era un número telefónico,pero de quién? Ah, pues de... Michiru!

En verdad no sé por qué, pero tuve una mezcla de sorpresa y emoción cuando vi el número telefónico de Michiru en mi cuaderno. Estaba ahí, solo y olvidado entre las páginas de un viejo cuaderno que sabrá Dios si lo llegaban a tirar a la basura pronto. Lo vi como salvación y perdición por unos momentos. Si llamaba a Michiru ahora que mis padres no estaban en casa, podía hablar un poco con ella. Pero si la llamaba y alguien más contestaba, no iba a saber que hacer, pues no soy muy buena utilizando el teléfono. La debía llamar, para eso me había dado su número, no? Recuerdos de cuando recibí el número telefónico comenzaron a surgir de una vez.

"Para qué es esto?" Pregunté confundida.

"Pues para que me llames..." Contestó Michiru, una sonrisa llena de paciencia en sus labios mientras un poco de color se formaba en sus mejillas, dándole una hermosa tonalidad rosada.

"Ah, si. Claro. Fué una pregunta estúpida. Lo siento..." Dije, sintiendo como el color subía a mis propias mejillas.

"No te preocupes. Y no vuelvas a decir eso. No hay tal cosa como preguntas estúpidas."

"E-está bien... No creo que podré llamarte hasta las vacaciones. No me dejarán hacer algo asi, pensando que se interpondrá en mis estudios." Dije, aún un poco nerviosa y sonrojada. Michiru era la única persona que me hacía cambiar de tonalidades tan fácilmente.

"No te preocupes. Pensé en eso. Solo quiero que tengas mi número, es todo. Llámame cuando quieras." Contestó fácilmente, aunque pensé que había un poco de descepción en su voz. Hubieron unos cuantos minutos de silencio, hasta que habló nuevamente. "No deberías ir al autobús? Ya todos deben haber subido y deberás ir de pie si no te apresuras."

"Si, es verdad... Pero, pensándolo bien, prefiero quedarme aquí unos minutos más en vez de ir de pie. Puedo caminar hasta mi casa luego."

"No será peligroso?" Dijo, preocupación evidentemente en su voz normalmente tranquila.

"Estaré bien. Vivo muy cerca de aquí y vengo a pie todas las mañanas. Conozco muy bien el camino." Dije con evidente orgullo mientras impacientemente esperaba que el color abandonara mis mejillas de una buena vez. Se había quedado ahí prácticamente desde que la conversación había comenzado.

"Bueno, solo si me aseguras que estarás bien... Me gustaría que te quedaras. No tenemos muchas oportunidades de hablar así, ya que estamos en grupos distintos." Ahora Michiru tenía más color en su rostro. Al parecer, yo tambien hacía que Michiru cambiara cuando estabamos juntas. La chica de cabello acuamarina que normalmente estaba llena de seguridad en si misma se convertía en una jóven tímida y callada cuando yo estaba cerca.

"Tu debes esperar a que te recojan, no? He visto como llegas en un autobús privado..." Luego de decir esto me arrepentí. Y si Michiru llegaba a pensar que soy alguna loca que espía a sus amigas a cada rato...? Me sonrojé otra vez. Al parecer este iba a ser mi color de piel natural mientras la tubiera cerca...

"Si. Mi madre contrató un conductor privado para que me traiga a la escuela y me recoja al finalizar las clases. Es que el autobús escolar no llega hasta donde yo vivo y ella no me puede transportar." Para mi gran alivio, no pareció pensar nada raro sobre mí...

"Así que deberías estar en otra escuela, y no en ésta?" No se por qué, pero pensar que Michiru no debería estar en esta escuela, que quizás no nos hubiéramos conocido, me hiso sentir vacía. Tube la preocupación de que tarde o temprano la trasladarían a esa escuela donde pertenecía y que no la volvería a ver.

"Así es. Pero le comenté a mi madre de que quería estar en ésta escuela y ella me enlistó aquí sin pensarlo más de dos veces. Cuando me gradué de la escuela elemental, tube el presentimiento de que encontraría algo aquí y decidí seguir ese instinto. Será mi destino, o algo así..." Michiru dijo esto recobrando un poco de esa seguridad en si misma y lo único que pude hacer fue mirarla atentamente. Ella es una de ese grupito de románticos que creen en el destino...

"Ah... Bueno, si eso es lo que quieres, debes seguir a tu carazón y cosas asi..." Terminé fatalmente. Yo en verdad no soy buena en este tipo de conversaciones.

"Oh, lo siento mucho, Haruka-san. Debí haberme quedado un poco distraída. Siempre que hablo de cosas así me sucede..." Se quedó en silencio por unos minutos hasta que al fin habló nuevamente. "Ne, Haruka-san? Estaba pensando, estaría mal si te llamo Haruka-chan? Es que ya te considero una buena amiga, pero no se si te moleste..."

"No me molesta para nada. Pero, te tengo una condición..." Dije a medias, intentando hacer que la pausa se extendiera lo suficinete como para crear interés en la chica. Aparentemente funcionó, ya que pude ver que Michiru se acomodó en su asiento para escuchar atentamente. "Debes seguir siendo esa chica llena de seguridad en si misma cuando estés conmigo. Te ves muy kawaii cuando te sonrojas y todo eso, pero debes tener esa seguridad siempre. Entiendes?" Esto último fué acentuado con una guiñada de mi parte y una sonrisa llena de mi propia confianza.

Michiru se sonrojó una vez más, pero eso solo duró unos segundos. Recuperó la compostura y me sonrió. En verdad soy algo lenta a veces, pero cuando recordé todo lo que había dicho y la manera en que le sonreí, ya era tarde. El color se me subió a la cabeza más rápido e intenso que nunca, los pensamientos antes llenos de seguridad se volvieron estupideces incoherentes y me puse a temblar como si estuviera dentro de un refrigerador. Michiru debe haber notado esto, porque comenzó a reir levemente. Me miró con una gentil sonrisa antes de hablar.

"No hay problema, Haruka-chan." Pronunció el honorífico con mucha confianza, como si nos conocieramos de años en vez de solo un semestre de clases. Tenía una sonrisa pícara despues de que se fijó en mi cara nerviosa. Estaba a punto de contestarle con algo cuando noté que el autobús que la transportaba se estaba acercando. Simplemente tomé su 'kaban' con mi mano libre y me levanté, dejándola confundida por unos segundos.

"Creo que nos llegó la hora de despedirnos, Michiru-chan" Volví a utilizar mi sonrisa carismática después de pronunciar el honorífico con la misma confianza que ella había utilizado al referirse a mí.

La acompañé hasta el autobús cargándo su 'kaban', abrí la puerta para que se montara y le devolví sus pertenencias. Durante todo esto, Michiru tenía un color rosado en sus mejillas y no me devolvió ni una sola mirada hasta que ya estaba dentro. Tomó sus cosas y dijo un casi inaudible 'Arigatou gozaimasu'. No pude evitar sonreir.

Después de despedirnos, me encaminé hacia mi propia casa. En el corto camino desde mi escuela a mi casa, pude pensar un poco en los sucesos del día. Puede ser que ya tenga la suficiente confianza conmigo como para cambiar de honoríficos, pero sigue siendo esa niña nerviosa mientras estoy cerca. Debo tener cuidado, pues ella causa los mismos cambios en mi.

Después de eso, me quedé esperando a su lado hasta que la buscaran todos los dias durante lo que quedaba de año escolar. Así tuvimos tiempo para conocernos mejor, hablar de cómo nos iba en el día y cosas así. Lo único malo con eso era que mi madre discutía conmigo por llegar un poco más tarde de lo normal y que debía ir a casa a pie. Ya me estaba acostumbrando a las peleas con mi madre, así que no le di mucha importancia. Mi padre trabajaba mientras estábamos en la escuela, lo que significa que mi madre tenía que comentarle sobre el tema para que lo supiera todo. Debe haber pensado que era bueno que tuviera una amiga tan cercana, o quizás hasta pensó que les mentía y que en verdad esperaba a algún chico. Se que mi madre pensó esto último hasta que le comenté que era una nueva amiga. Al parecer, eso le calló fatal.

Después de recordar todo esto, me armé de valor y marché hasta la sala, donde se encontraba en teléfono. Mi hermano todavía estaba sumergido en su mundo lleno de caricaturas y no me prestó atención. Con papel en mano, tomé el artefacto y se lo dejé todo a la suerte. Suena. Suena. Suena. Y sigue sonando... Cuando ya me iba a dar por vencida, se escuchó una voz femenina al otro lado.

"Mochi mochi, Kaioh-san desu." Dijo la voz, con tono educado.

"M-mochi mochi, Tennoh-san desu... Er--Quisiera saber si Kaioh Michiru-san se encuentra disponible...?" Apenas podía hablar. Los nervios me habían invadido y tan rápido las palabras salían de mi boca eran olvidadas. Gracias a Dios no las repetí como grabadora.

" Si, ella le habla. En qué puedo ayudarle, Tennoh-san?" Así que era Michiru. No reconocí su voz através del aparato este... Eso, o que los nervios me habían atacado de peor forma imaginada.

"Michiru-chan! Haruka-chan desu!" Creo que casi le grité. El alivio y la emoción se habían mezclado y parecía estar un poco histérica por la emoción. Sentí como el color subía por mi rostro después de escucharme a mi misma. Esperé unos cuantos segundos. Hasta creo que le escuché decir 'Ureshii'... Será mi imaginación.

"Haruka-chan? No te reconocí. En verdad suenas diferente..."

"Diferente? Qué quieres decir? En qué sueno diferente?"

"Tranquila. Simplemente no reconocí tu voz. Sonaba muy profunda... Me habías comentado que tenías un hermano, y tu apellido es raro pero seguramente no eres la única que lo lleva. Pensé que eras algún chico..." Dijo tranquilamente, aunque en su voz se podían notar rastros de alguna risa que amenazaba con surgir.

"Pues yo tampoco reconocí tu voz al principio. Sonabas diferente. Eso, o que estaba muy nerviosa para reconocerla..." Admití tímidamente. Hubieron varios segundos de silencio hasta que hablé nuevamente. "En verdad sonaba como un chico?"

"Si. Me tuviste intrigada hasta que dijiste tu nombre. Para ser completamente sincera, el día en el que te conocí, de lejos creí que eras un chico. Con ese uniforme, engañas a cualquiera..."

"Ah, si? Eso pasa muy seguido. Creo que la mayoría de la población estudiantil piensa que soy algún chico de por ahí... En verdad no los culpo. Hasta yo misma lo creí por un minuto una vez."

"En serio? Cómo te pudo haber pasado algo así?" Preguntó un poco incrédula.

"Bueno, estábamos en una tienda comprando ropa para mi hermano y me topé con un espejo bastante grande. La sopresa fue tan grande que grité, me creía que me iba a tropezar con algún mocoso de cabello claro y ojos distraídos..." En verdad no sé ni por qué le conté eso. Cuando estoy nerviosa, a veces hablo de cosas sin saber por qué. Escuché como Michiru reía libremente por el teléfono y luego se calmó un poco para poder hablar.

"En serio? Cómo te pudo haber pasado algo así, Haruka-chan?" Dijo entre risas que aún se negaban a dejar su melodiosa voz.

"Es que ese día me dieron el mismo recorte que llevo ahora. El día anterior, yo misma me recorté mi cabello y me tuvieron que llevar a arreglarlo..." Ahora si que no se por qué le comento hacerca de esto...

"Y por qué hiciste tal cosa?" En verdad la tengo intrigada. Parece que quiere saber más sobre mi. Eso, o que está aburrida y encuentra mi historia como material digno de entretenimiento.

"Yo no lo recuerdo bien, pero mi familia dice que hay dos opciones. La primera, que quería parecerme más a mi padre. Y la segunda es que me había cansado de que me molestaran en el cuido de niños por tener el cabello tan largo y actuar como niño. Mi madre dice que me molestaban a veces por parecer niño afeminado..."

"Ay, pobrecita... Hay niños que pueden ser tan insensibles desde pequeños." Dijo esto dejando a un lado las risas. Sonaba casi como si me tuviera lástima. Siendo la chica orgullosa que soy, esto me hubiera molestado de parte de cualquier otra persona. En verdad no se por qué no tube esa reacción con Michiru. Me distraje un poco en mis propios pensamientos hasta que volvió a hablar. "Si no te molesta que pregunte, por qué llevas el uniforme de los varones?"

"Bueno, si no te has dado de cuenta, soy un poco más alta que las demás chicas de nuestra edad. Eso es sin mencionar que mis hombros son un poco anchos... Parece que en las tiendas donde venden los uniformes no pensaban que se encontrarían a alguien como yo, así que no tienen uniformes para alguien de mi talla. Mi madre iba a pedir que me hicieran unos cuantos, pero cuesta un poco más y en verdad estoy más cómoda usando pantalones. Es de muy buena suerte que el principal de la escuela me acepte así. No me gustan las faldas..." Me siento bien hablando con Michiru. Creo que le puedo hablar de todo sin enfrentar rechazos.

"Bueno, nunca te he visto con una falda... No te imagino en una." Su voz volvió a tener ese pequeño rastro de una risas mientras hablaba. "Qué harás cuando debamos asistir a Educación Física cuando empiezen las clases?" En verdad no había pensado en eso. Pero, qué puedo hacer en verdad? No le he negado a nadie que soy una chica, por qué debe preocuparme si se enteran de mi género? Nadie les dijo que asumieran en vez de preguntar. Aunque, cosas así no se preguntan muy seguido...

Estaba a punto de contestarle cuando escuché el auto de mi padre llegar a la entrada de nuestra casa. En verdad no quería terminar mi conversación con Michiru, pero no sabía como reaccionarían mis padres al saber que estaba hablando por teléfono con una amiga que ellos no conocían personalmente. En mi casa eran un poco estrictos con nosotros. Era su manera de protegernos para el futuro... Algo muy estúpido, si piden mi opinión personal. No me quedaba otra opción más que resignarme hasta no aguantar más.

"Oye, Michiru-chan. Lamento no poder contestar tu pregunta con más detalles, pues tengo que colgar. La verdad es que no he pensado en lo que sucederá cuando debamos asistir a Educación Física. No creo que le haga daño a nadie si se enteran que soy una chica... Lamento despedirme ahora y de esta forma, pero en verdad debo irme. Esta bien?" Me quedé esperando unos segundos, deseando que pudiera entender mi situación. Es dificil describir el gran alivio que sentí cuando contestó.

"Esta bien, Haruka-chan. En verdad no hay problema. Me gustaría poder hablar contigo otra vez, si no hay problema con eso...?" Esto último sonó más bien como una pregunta en vez de una aclaración.

"A mi tambien me gustaría poder hablar contigo otra vez, Michiru-chan. Hasta la próxima y cuídate mucho..."

"Cuídate tu tambien, Haruka-kun!" Colgó antes de que pudiera contestar. Así que ahora soy 'Haruka-kun', eh? Me seguirá molestando con eso por un buen tiempo...

Justo cuando estaba devolviendo el teléfono a su posición de origen, mi madre entró a la sala con unos cuantos bolsos. Se me quedó mirando un buen rato antes de preguntar.

"Con quién hablabas, Haruka-chan?" Primero 'Haruka-kun' de parte de Michiru y ahora 'Haruka-chan' de parte de mi madre. No pude evitar sonreir.

"Con nadie que conozcas. Estaban llamando a algunas casas para una encuesta..." No me gusta mentirle a mis padres, pero no creo que me hubiera gustado un regaño en esos momentos. No quería que nada me arruinara la felicidad que sentía en esos momentos.

Ahora, si tan solo pudiera saber por qué hablar tan brevemente

con Michiru me traía tanta felicidad...?

Fin del Capítulo

Próximo capítulo: Nuevo Año Escolar (Caerá Michiru en el mismo grupo que Haruka?)

Notas de la Autora

Qué les pareció? La verdad es que el principio de este capítulo fue escrito para el mismo tiempo que terminé el final del primero. Ya lo fácil se acabó. Ahora debo buscar ideas nuevas para hacer los siguientes capítulos. Sugerencias serán bien recibidas. Las utilizaré para avivar un poco la vida de Haruka y Michiru... Les confiezo que mi memoria no es muy buena y se me olvidan mucho los sucesos del pasado. Tambien tengo la mala costumbre de caminar en círculos cuando pienso... Son demasiadas cosas para mencionar! Además, estas cosas no vienen al caso...

El tercer capítulo ya está terminado. Lo comencé tan rápido terminé éste capítulo y lo terminé en un solo día. Eso me tiene bastante orgullosa. Estoy muy emocionada por el hecho de que este capítulo me tiene tan atrapada en su progreso. Nunca pensé que una historia me tendría tan entretenida. En verdad no hago más que ver mi laptop y me surgen ideas por montones. Sin mencionar que cuando comienzo a escribir, no puedo parar... Ahora me pregunto, alguien leerá las palabrerías de esta autora? Si no, pues creo que dejaré de escribir en este espacio...

Estoy muy feliz porque recibí bastantes reviews. Estoy muy agradecida, en verdad.

Hentai Hikari-chanMuchas gracias! Tu review fue el primero en aparecer aquí en Me llena de mucha alegría saber que te gustó y agradezco que tomes tiempo en leerlo. Me encantan tus fics y espero ver más de ellos! Besos y abrazos!

Shinigami-samaYou don't know how much it means to me that you took time to read mi first fanfic! I know it was hard for you to read something in Spanish. Something that wasn't Yaoi or even Shounen ai! I give special thanks to you for doing this and for helping me learn a new word for this chapter. And as a special gift, your thank-you note is in English! Arigatou Gozaimasu! Chu!

MiharuMuchas, muchísimas gracias por sacar tiempo de tu preciosa vida para leer mi primer fic! Significó mucho para mí encontrar que alguien más había dejado un review. Espero que sigas leyendo este fic y tambien espero no decepcionarte. Besos y abrazos!

FalconMuchas gracias por leer mi primer fic! Eres la primera persona en decirme que tengo faltas de ortografía en mi fic. Eso en verdad me encantó de tu parte. Cuento contigo para que sigas leyendo y encontrando más fallas, ok? Para la próxima, avísame dónde están y las arreglaré enseguida! Besos y abrazos!

Otro Aviso:

Creo que necesito a alguien que pueda leer mis fics antes de publicarlos. Ya saben, para encontrar errores ortográficos y para que opine cómo va el trabajo hasta el momento. Piensen en este aviso como un 'Se Busca Ayuda' o algo así... Necesito un/a editor/a que tenga conocimiento en gramática y que tenga mucha paciencia conmigo. Para más información, pueden contactarme por medios de review o enviarme un mensaje por e-mail. Mi dirección está en mi página de escritora. Interezados en ayudar, esperen entrevista!

Hasta el próximo capítulo!

(Depende de ustedes)

No dejen de leer!