Capítulo 3 Nuevo Año Escolar

Otro año escolar lleno de oportunidades para romper ese récord de asistencia perfecta, sacar mejores calificaciones y hacer nuevos amigos. Aunque ya es mi segundo año en esta escuela, aún me sorprende lo mucho que se llena de estudiantes el primer día de clases. Un mar de nuevos rostros y voces se forma donde quiera que vaya. Las mismas preocupaciones que plagaban los pensamientos de los estudiantes en mi primer año surgen nuevamente tomando por víctimas a los estudiantes recién llegados. Mi preocupación ahora, sin embargo, es una totalmente nueva para mi.

Me dirijo directamente a la oficina principal para ojear las listas de estudiantes. Estas listas me indicaron dónde cursaría mi primer año y ahora, obviamente, me indicarán dónde tomaré el segundo. Esta, en verdad, tampoco es mi preocupación. Cuando al fin llego a las listas de octavo grado, busco un nombre específico. Muchos creerán que busco mi propio nombre... No saben cuánto se equivocan.

Mi vista se desliza de columna en columna de nombres. Pocos conocidos y miles nuevos ante mis ojos. Ninguno importa, solo quiero encontrar uno; Kaioh Michiru. Tan solo pensar que tendré una posibilidad de estar en el mismo grupo que ella hace que el palpitar de mi corazón suene en mis oidos. Cualquiera diría que estoy enam-- Ahí está! Justo ahí, en la cuarta columna! Octavo grado, grupo cuatro. Al menos se en qué grupo va a estar y que su primera clase es Inglés. Si tan solo pudiera encontrar mi propio nombre en esa lista...

Estoy preparada para buscar mi propio nombre cuando escucho como las voces se levantan en volumen y poco a poco soy empujada hacia un lado. Estoy empezando a irritarme pues ahora estoy bastante lejos de la lista del cuarto grupo, demasiado lejos para ver a simple vista y sin saber si estoy ahí o no. Un poco molesta, miro hacia el lado para saber quién me empujó y por qué. Creo que fué una chica de cabello negro hasta los hombros y me está dando la espalda, sin dejarme ver ni el más mínimo detalle que me ayude a identificarla. Es de mediana estatura y de cuerpo aparentemente saludable, eso es todo lo que puedo notar. Me muevo hasta llegar a su lado y casualmente trato de mirar su rostro. Me sorprende encontrar unos ojos relativamente familiares mirando directamente a los míos. Ambas nos sonrojamos ante el contacto visual.

Es Sakano Junko. Esa chica frágil y tímida que cursó conmigo todos los años desde el tercer grado a crecido bastante durante el pasado verano, convirtiéndose en una atractiva adolescente. Aunque está sonrojada porque estamos separadas con tan poca distancia, se que gran parte de su timidez ya es cosa del pasado. Me sonrie cálidamente antes de hablar.

"Tennoh Haruka-chan. Valla que has crecido bastante en este verano." Dice con un tono que demuestra más madurez que alguien de su edad debería tener.

"Sakano Junko-chan. Yo debería ser quien haga ese comentario. Te ves...No lo sé, diferente." En verdad no se de que hablarle. Perdímos contacto en el último día de clases y nunca hablabamos mucho debido a su timidez. En verdad, solo disfrutábamos de la compañía que cada una ofrecía incondicionalmente. Mi relación con Michiru es, claramente, algo más serio y profundo que eso... Acaso me encuentro pensando en esto otra vez? Ha sido cosa de todos los días desde nuestra primera conversación telefónica. No puedo empezar a preguntarme por qué...

"Puede ser. Han pasado muchas cosas en este verano, Haruka-chan. Creo que si he cambiado un poco. Ahora me siento como si pudiera hacer cualquier cosa..." Antes de pronunciar sus últimas palabras, ya estaba peligrosamente cerca de mi. La corta distancia que antes nos separaba estaba siendo reducida en cuestión de segundos. Antes de que pudiera pensar claramente en la gravedad de la situación, una voz energética tan conocida fue escuchada a mis espaldas, seguida rápidamente por un par de brazos que casi me estrangulaban.

"Haruka-chan! Haruka-chan! Te he extrañado tanto! Watashi no Kakkoii Haruka-chan!"

"No p-pue-... Puedo resp-pirar!" Fue lo único que pude articular hasta que Uesugi Akemi se apiadó de mi y me soltó. Aún cuando me soltó tenía problemas para respirar. No me quedó más opción que salir corriendo de ese espacio lleno de gente en busca de aire. Creo que estaba a punto de que me diera un ataque de claustrofóbia.

En verdad no se cuánto corrí ni hasta dónde había llegado. Cuando paré, apoyé mis manos en mis rodillas y cerré mis ojos, lo único que en verdad me importaba en esos momentos era tratar de permanecer viva. Estaba tan concentrada en esto, que no supe que había alguien detrás de mi hasta que sentí una mano en mi hombro derecho. Esta persona luego comenzó a acariciar mi espalda de manera casi maternal, tratando de ayudarme a calmarme. Después de unos cuantos segundos, escuché a dos chicas discutiendo atrás.

"No sabía que le haría daño. Era un simple saludo!" Esta era Akemi. Podría reconocer su voz llena de vida en cualquier día, y por lo que sucedió hace apenas unos minutos, dudo que se me vaya a olvidar fácilmente.

"Siempre haces cosas así, Akemi-chan! Antes estaba bien, todos sabemos cómo eres. Pero esta vez casi la matas! Es ahora que sabemos que tienes instintos homicidas!" Aparentemente esta era Junko. Nunca la había escuchado tan furiosa, así que en verdad no la podía reconocer bien.

"Ya dejen de discutir! No están ayudando en nada..." Escuché justo a mi lado. Sonaba como Asuka. La única diferencia es que, aunque mantenía su tono autoritario, su voz era más tranquila. La Sakamoto Asuka que yo conocía desde la escuela elemental se hubiera enredado a los puños con las otras dos chicas para obtener silencio. Qué exactamente les sucedió a estas chicas en este verano? A la única que estoy segura de que iba a reconocer era a Michiru.

Michiru y yo mantuvimos una relación telefónica bastante saludable. Si le puedes llamar saludable a hablar a escondidas con ella cada vez que mis padres salían. No es que me daba miedo que mis padres supieran que hablaba con una amiga por teléfono, es que así era más fácil... Sin mencionar que era un poco más divertido. No se por qué, pero había algo en el hecho de que nos podían descubrir en cualquier momento que hacía que cada conversación fuera como una aventura. Cada conversación con Michiru era valiosa para mi. Podía escuchar acerca de cómo le iba en casi cada día de nuestras vacaciones y tambien contarle sobre mi vida. Podía contarle todo, desahogarme con ella sobre todo lo que pasaba en mi casa, decirle mis planes para el futuro... Todo. Ella me escuchaba, comentaba sin sonar entrometida, y hasta me hacía ver fallas que yo misma ignoraba en las situaciones o planes que le contaba. En ese corto periodo de vacaciones, mis conversaciones telefónicas con Michiru --y hasta la misma Michiru-- se hicieron indispensables para mi. No había un día que pasara sin pensar en ella, sin al menos preguntarme cómo estaba. Quizás estoy sintiendo--

"Haruka-chan, estás bien?" Definitivamente era Asuka sacándome de mis pensamientos. Cuando al fin la miré fijamente, tenía preocupación evidente en su rostro. Por cuánto tiempo me habré quedado pensando?

"Si. Ya estoy bien. Gracias por todo, Asuka-chan." Dije lentamente. Aunque contesté que estaba bien, en verdad aún me estaba recuperando. Miré a mi alrededor y pude ver a Akemi y Junko con caras parecidas a la de Asuka.

"Haruka-chan, estás segura que te encuentras bien? Todavía te ves un poco desorientada..." Dijo Junko, otra vez con esa voz tranquila que la caracterizaba.

"Si, te aseguro que estoy bien, Junko-chan. No te preocupes más." Dije, sonriéndo con mi mejor sonrisa carismática. Me alegré un poco al ver como se sonrojaba. En el fondo, sigue siendo la misma.

"En verdad lo siento mucho, Haruka-chan. Es que me emocioné mucho cuando te vi, y-y... Y te juro que no lo volveré a hacer!" Akemi estaba casi llorando y no pude evitar sentirme mal. En verdad se preocuparon mucho por mi.

"No te pongas así, Akemi-chan. Te digo que estoy bien, créeme. No tienes por que preocuparte, no creo que tengas instintos homicidas" Dije, tratando de calmarla con la sonrisa más tierna que podía producir en aquellos momentos.

Despues de asegurarme que Akemi estaba bien, pude ver claramente el rostro de Junko. Su cara había tomado un color rojo intenso que le llegaba hasta las orejas. Parece que cuando le negué a Akemi sobre los instintos homicidas que Junko había mencionado, Junko se había abochornado. Se veía muy graciosa y no pude evitar reirme. Sin embargo, la risa no me duró mucho, ya que alguien había puesto su mano en mi hombro y me estaba empujando levemente. Me di media vuelta y mi corazón casi sale por mi boca al ver de quién se trataba.

"Saben que están en el mismo medio de la entrada?" Dijo Michiru, con un tono medio juguetón.

"Michiru--!" Fue la única palabra que abandonó mi boca. Pude sentir como todas me miraban con sorpresa y pude ver como Michiru cambió a un color aún más oscuro que el de Junko. Me recuperé rápidamente después de caer en cuenta. "--chan!"

"Tambien me alegra volver a verte, Haruka-kun..." Michiru ya estaba cambiando a su color natural y otra vez tenía esa sonrisa pícara, acompañada con el mismo tono lleno de confianza, que había utilizado la primera vez que dejó de usar el honorífico de 'san' despues de mi nombre. Asi se debió haber visto la primera vez que me llamó 'Haruka-kun', poco antes de finalizar abruptamente nuestra primera conversación telefónica.

Sonreí al recordar nuestra primera conversación por teléfono y luego salí de su camino para que pudiera entrar en territorio escolar. Cuando me moví para darle paso, pude ver claramente las caras de las otras chicas. Junko y Akemi tenían caras de sorpresa, las más graciosas que se puedan imaginar, mientras que Asuka solo llevaba una cálida sonrisa dirigada hacía Michiru y hacia mi. Esto me estubo raro, seguramente ella notó como casi se me olvida el honorífico al referirme a Michiru. No llamar a alguien con un honorífico determina que la relación entre esas personas es algo muy serio. Puede ser que sean familia cercana, como tal vez puede ser que sean--

"Lo estás haciendo otra vez, Haruka-kun..."

"Eh?" Fue lo único que pude articular. Nisiquiera me había percatado de quién me había sacado de mis pensamientos esta vez.

"Asuka-chan dice que lo estás haciendo otra vez, Haruka-kun." Esta vez si pude verificar quién me había hablado. Había sido Akemi, copiando el honorífico y hasta el tono burlón de Michiru.

"No entiendo... Qué es lo que está haciendo otra vez?" Preguntó Michiru, lógicamente perdida en la conversación.

"Haruka-kun ha estado entrando y saliendo de órbita desde hace rato." Contestó Asuka. Al parecer, ahora todas pensaban utilizar el mismo honorífico y el mismo tono. Este en verdad iba a ser un año escolar muy divertido gracias a estas tres chicas...

"Verás, Akemi-chan casi asesina a Haruka-chan hace poco menos de una hora..." Dijo Junko. Esta bien, solo tres cambiaron de honorífico. Junko parecía decidida en dejarlo tal y como estaba.

"Ya me disculpé y Haruka-kun me ha perdonado. Eso es lo que importa. Ne, Ha-ru-ka-kun?" Akemi tomó todo su tiempo pausando en cada sílaba de mi nombre, como si estuviera probando cómo sonaba con el nuevo honorífico. Antes de que dijera mi nombre, se había colgado de mi brazo derecho con tanta fuerza, que casi pierdo el equilibrio. Fue Junko quien la separó de mi rápidamente.

"No te le pegues así, la gente va a pensar mal de ustedes dos..." Junko sonaba media molesta por algo. En verdad no me puedo imaginar por qué, estámos entre amigas solo divirtiéndonos.

"Que piensen lo que quieran! Haruka-kun y yo no estamos haciendo nada malo." Dijo Akemi en nuestra defenza. Dije 'nuestra defenza'? Al parecer yo ya no tenía ni voz ni voto en el asunto.

"Y por qué le siguen diciendo 'Haruka-kun'? Haruka-chan es niña. Niña!" Junko ya estaba un poco agitada. Las demás , al igual que yo, se quedaron mirándola mientras trataban de no reir.

"Ahora tú debes bajar la voz, Junko-chan. Tranquilízate, quieres?" Asuka estaba siendo una vez más gentil pero llena de autoridad.

"Es mi culpa. Yo comencé a decirle Haruka-kun en el verano..." Dijo finalmente Michiru. Estaba muy callada. Quizás simplemente estaba escuchando a las demás y ya se había dado de cuenta de los pequeños cambios en cada una.

"Y por qué fue eso, Michiru-chan? A mi personalmente me gusta más decirle Haruka-kun." Dijo Akemi mirándome diretamente a los ojos. Hay algo raro aquí...

"Yo siempre pensé en llamarla así, pero ahora me gustaría saber tu razón, Michiru-chan." Asuka nos seguía mirándo a ambas con esa sonrisa cálida. Hay algo seriamente raro aquí...

"Pues, la primera vez que Haruka-kun me llamó por teléfono, me comentó acerca de su recorte de cabello en ese estilo y de la razón por la cual utiliza el uniforme de los varones. Decidí molestarla un poco con el honorífico, es todo..." Las tres chicas que escuchaban esto por primera vez pusieron una expresión algo rara desde que Michiru dejó de decir mi nuevo honorífico con tono de jueguito, y luego pusieron otra más rara todavía cuando mencionó que hablamos por teléfono durante las vacaciones de verano. Ya se a dónde va a parar esto...

"Haruka-kun habló contigo por teléfono...?" Akemi preguntó casi histérica.

"Durante el verano...?" Junko estaba casi en la misma forma que Akemi, y eso es decir mucho...

"Ya me lo esperaba..." Comentó Asuka, casi inaudible.

Todas la miramos un rato. Luego comenzaron las preguntas como bombardeo enemigo. Pero no importó cuánto le preguntamos ni cuánto le rogamos por una respuesta, ella simplemente se encojió de hombros y marchó hasta, aparentemente, su salón de clases. Todas nos quedamos prácticamente con la misma expresión en nuestros rostros por unos minutos. Fue poco después que sonó la campana que marcaba el comienzo de las primeras clases del nuevo año escolar. Todos los demás estudiantes a nuestro alrededor se apresuraban a sus respectivos salones de clases, algunos despidiéndose mientras que otros se prometían que se encontrarían para almorzar juntos. Esto me creaba un pequeño sentimiento de déjà vu y nostalgia a la misma vez. Akemi fue la primera en despedirse.

"Bueno chicas, me encantaría quedarme a platicar con ustedes, pero no me gustaría llegar tarde en nuestro primer día de clases. Junko-chan, Michiru-chan, Haruka-kun, que tengan un buen primer día de clases. Ja ne!" Nos dedicó una guiñada y se marchó corriendo.

"Es que acaso todas me van a seguir llamando así?" Dije mientras fingía que me molestaba el honorífico. En verdad no me importaba mucho. Es solo un simple honorífico, no? Qué daños me va a hacer?

"Parece que si... Yo me voy a buscar mi salón. No veremos luego, está bien? Michiru-chan... Haruka-kun." Junko nos sonrió y hasta utilizó mi nuevo honorífico. La única diferencia es que lo hiso sin tono de burla.

Después de que Junko se fué, Michiru y yo nos quedamos ahí paradas en silencio por solo unos minutos más. Solo ahora es que pude notar cuán hermoso estaba el día. Un perfecto cielo azul, despejado e infinito acompañado por un sol cálido, nisiquiera lo suficientemente caliente como para llegar a molestar. La suave brisa acariciaba nuestros rostros, llevando consigo promesas de un buen comienzo para todos los estudiantes en escuelas a nuestro alrededor. Promesas tanto para antiguos estudiantes como para nuevos... Y yo quisiera saber que rayos me pasa! Por qué estoy así ahora? Yo nunca he sido poeta! Será por que Michiru está tan cerca? Michiru... Tan cerca...?

"Parece ser verdad. Sales de órbita muy seguido en el día de hoy, Haruka-kun..." Dijo Michiru mirándome directamente a los ojos. Estaba un poco más cerca de lo que recordaba. Sentí como el color subía presipitadamente a mi cara mientras buscaba una manera de contestarle.

"Deberías ir a tu salón de clases." En verdad fue lo único que se me ocurrió en ese momento.

"Primero debo verificar cuál es, ne, Haruka-kun?" Dijo tranquilamente, dedicándome una vez más esa sonrisa llena de paciencia, casi igual a la que utilizó cuando me dió su número de teléfono.

"Estás en el cuarto grupo. Lo verifiqué cuando llegué..." Bien hecho Haruka. Qué gran baka eres! Ahora de seguro va a pensar que eres alguna loca que espía a sus amigas...

"Oh, muchas gracias, Haruka-kun. Me has ahorrado mucho trabajo... Y dime, en qué grupo estás tú?" Esa sonrisa tan agradecida, solo para mí. Parecía que Michiru nunca pensaba algo malo de mí. Pero, en qué grupo estoy...?

"Ah! Se me ha olvidado mirar!" Dije, evidentemente tomando a Michiru de sorpresa. Ella ya había comenzado a caminar y paró abruptamente al escucharme tan histérica.

"Pues debemos ir a preguntar."

"No, no te preocupes. Ya vas un poco tarde. No te vayan a regañar por mi culpa." En verdad me gustaba la idea de que me acompañara, pero no quería causarle problemas en su primer día.

"Estás segura?"

"Si, si. Más que segura. No encontraremos despues." Le sonreí llena de mi mejor confianza. Al parecer esto resultó, por qué me sonrió y se marchó a su salón.

En la oficina principal ya habían quitado las listas que anunciaban dónde debía ir cada estudiante. Mi expresión debe haber sido bastante obvia, pues la secretaria me ayudó a buscar mi nombre en los papeles ya amontonados en una esquina. Después de decirle mi nombre, me miró severamante por unos segundos antes de volver a la búsqueda.

"Debería ser más responsable, Tenoh-kun. Esta no es una buena manera de comenzar un nuevo año escolar. Me escuchó, jóven?"

Al parecer ella tambien pensaba que era varón. No la culpo, y tampoco la corregí. No se que llevaba a la gente a pensar que era varón. Bueno, aunque está el recorte, mi voz más profunda de lo normal, mi uniforme... Esta bien, paresco varón! En verdad me hubiera gustado ver su cara si le llegaba a corregir sobre mi verdadero género. Una vez más, fui sacada de mis pensamientos y se me anunció cuál era mi salón de clases. Aún cuando iba de camino al salón no podía creerlo...

Estaba entrando a mi nuevo salón cuando de repente escuché mi nombre por alguien cuya pronunciación no era muy buena.

"Tenoh Haruka?" Preguntó el profesor Robinson. Era un profesor recién llegado de afuera del país y rápidamente fue asignado con el cargo de educar a los estudiantes de esta escuela en la materia de Inglés.

"HAI!" Grité del susto. Todos los ojos en el salón fueron a parar justo en mi. Fueron unos hermosos ojos azules los que llamaron mi atención y me hicieron salir de órbita. Una explosión de risas surgió del salón gracias a mi.

"Mister Tenoh, por favor tome asiento. Como es el primer día, lo dejaré en paz. Pero que sea la primera y última vez que llegue tarde a mi clase y forme tal escándalo!"

Sin otorgarle un segundo pensamiento a la orden, me dirigí al primer asiento vació que encontré. Muchos pares de ojos aún se fijaban en mi. La mayoría perteneciéndole a la población femenina del salón, quienes pegaban la vista al suelo tan rápido se daban de cuenta que les devolvía la mirada. No les presté mucha atención. Probablemente solo querían ver la cara del primer 'chico' desordenado del salón. Cuando tomé mi asiento, sentí que me tocaron el hombro derecho. Poco despues, escuché una voz melodiosa acompañada por el cálido aliento de su dueña.

"Espero que no se meta en problemas por su pequeño espectáculo, 'Mister Tennoh'..."

"No se preocupe, Miss Kaioh. Me las podré arreglar 'solo'..." Escuché como Michiru reía por un rato. En verdad me quedaba el papel de chico...

Al parecer, este será un buen año escolar...

Fin del Capítulo

Próximo Capítulo: Mejores Amigas (Acaso son Haruka y Michiru mejores amiga ya tan rápido?)

Notas de la Autora

Qué les pareció? Haruka no ha podido dejar de pensar en Michiru, eh? Lamentablemente, siempre era interrumpida cuando sus pensamientos se ponían interesantes... Qué mala suerte, no? Creen que deba darle una oportunidad en el próximo capítulo? Dejen reviews con sus opiniones y sugerencias!

Este capítulo fue terminado en un solo día. Wow. Ahora solo debo pensar cómo comenzar a escribir el próximo. Despues de ahí será fácil otra vez. Si no vienen ideas, traduciré esta historia a inglés. Quizás hasta me lleguen más ideas de esta forma. Así los que solo leen inglés podrán disfrutar de mi-- de la hitoria de Haruka... Heheheh...