Pobre Akane. Segunda parte.
Un año, tres meses, una semana y dos almendras después del deceso de Pe-chan, Ranma se declaró. Soy consciente, por supuesto, de que a la mayoría de los lectores poco le importan los detalles de la confesión. Si le temblaba la quijada en todo momento o solo al pronunciar "tierna Akane" es un detalle fútil que poca atención llama al visitante medio de este sitio. Lo comprendo y lo acepto. Sé que en "fanfiction" lo único que realmente interesa son los números de la lotería nacional. Nada más. Y es una pena porque en estos momentos, solo deseo desahogar mi emoción relatando el modo especial en que se reflejaba el plato de albóndigas de pulpo sobre sus pupilas cuando dejó caer los palitos sobre la mesa y gritó: "¡ya no aguanto más, Akane! Te amo y punto. Si te parece bien, bien. Y si no, me da igual. Ya no puedo tragarme esto ni un segundo más o exploto". Eso me apetece relatar…pero sé que no puedo. Antes he de informar lo que realmente desea saber el público de este foro. ¡12.357! Ese ha sido el premio gordo de hoy.
Y luego…se comió la albóndiga de pulpo. ¿Os lo podéis creer? ¿Que me suelte algo así y siga comiendo como si nada? Si incluso estuve a punto de besarle y terminé juntando mis labios con lo que había cocinado Kasumi. De todas las escenas amorosas a parodiar con nuestra torpeza, la que menos pensé que terminaríamos destrozando era la de la Dama y el Vagabundo…estem…perdón…1.154, el segundo premio. Perdonad que vuelva un segundo con el tema aburrido pero imaginad por un momento la escena. Una albóndiga con el retrato perfecto de mis dientes y labios cayendo al suelo, Ranma haciéndose el tonto y retándome: "caramba, Akane, si tenías hambre, habérmela pedido". Luego, con su valentía emocional habitual, escapándose a su cuarto. Y por último, dos almendras, las que estaban dentro de la albóndiga, resbalando por el suelo. En aquel momento no pude dejar de pensar que si lo dejaba estar, volveríamos a lo de siempre y terminaríamos como aquellas almendras, desperdiciando nuestra vitalidad y juventud en el suelo de la timidez. Así pues, no lo hice. Retuve en mis pulmones todo el aire que podían albergar, subí las escaleras autoconvenciéndome de que no había nada que temer. Que era mi turno de hablar, que pasara lo que pasara, lo haría y finalmente, cuando me abrió la puerta, dije lo que todo el mundo quería oír: "¡65.988, cuarto premio!".
Y así fue cómo empezamos a salir. Para mi, como haber ganado yo misma el premio gordo. Y efectivamente, mirara donde mirara, todas, todas, Shampoo, Ukyo, Kodachi y también las demás babosas del Instituto Furinkan, intentaban separarme de mi 12.357. Alguna incluso me insinuaba que saliera con el 1154. ¿Con Ryoga? ¿En serio? Si ese no me movía un pelo. Además llevaba en paradero desconocido más de un año según creo recordar. En realidad…poco me importaba la reacción de los demás. En el fondo seguía la misma batalla subyacente de antes pero ahora, con el ligero detalle de que realmente me envidiaban con razón. Supongo que era el precio a pagar por ser feliz. Mejor eso que lo anterior.
En resumen y para no aburrir más de la cuenta, podría concluir en que la vida seguía más o menos igual. Happosai seguía saltando sobre nuestras prendas, los enemigos poderosos seguían secuestrándome y nosotros continuábamos arrojándonos frases hirientes y objetos pesados en público. La diferencia, tenue, especial y cálida, era que en nuestros momentos de relax, lo pasábamos a solas, hablando de bueyes perdidos, paseando, yendo al cine juntos o incluso, como aquel día, acudiendo de la mano al cementerio de relojes.
-Ranma, no entiendo por qué le has enterrado allí.
-Porque…era más inteligente que un animal y menos que un hombre…simplemente no se sentiría cómodo en un cementerio tradicional o de mascotas…y tenía el corazón roto por una chica especial…cerdita especial quiero decir…creo que este es un sitio en donde podrá descansar feliz…con los de su clase.
La eterna lógica Saotome que no llegaba a entender. Como tampoco comprendía por qué había que ir a verle un año después. Ya había pasado tiempo…la verdad es que lo había superado. En todo caso, supongo que Pe-chan se merecía una buena despedida y permanecer en nuestras memorias. Y a mí…me daba igual el escenario y las circunstancias mientras pudiera caminar de la mano con él un rato a solas. El cementerio se encontraba todavía unas tres calles más adelante. Sobre la acera izquierda una serie de pequeños negocios se aglomeraban los unos sobre los otros. Y a medida que avanzábamos, iban creciendo en tamaño y variedad. Curioso. Y más bien asqueroso. No llegaba a parecer una zona turística pero casi. Aquella gente simplemente medraba con el dolor ajeno. Cuando acudes a despedirte de un ser querido o a reencontrarte con sus restos, tiendes a valorar poco lo terrenal. ¿El resultado? Todo valía el triple de lo normal y los transeúntes, fantasmas temporales, absortos de la realidad y sumidos en su tristeza, pagaban sin reparar en el detalle. Una estatuilla de basilisco, un paquete de kleenex, un ramo de flores, unas velas y un paraguas. En total, Ranma se dejó un dineral en la tercera tienda de la esquina, más que si hubiese pagado a Nabiki por ocultar algún secreto sombrío. Y lo hizo con cierto aplomo. El que no tenía para pagar nuestras citas…a las que, de hecho, se negaba a llamar "citas" y nombraba por el cortísimo nombre "tiempos de expansión compartida con Akane con el único fin de estrechar vínculos y sin ninguna doble intención ni apetencia extra". Y desde luego, durante nuestros tiempos de expansión…etc., pagábamos a medias. Teniendo en cuenta que él solía comer más que yo, hasta podría decirse que era una servidora la que invitaba. Y sin embargo, en aquel momento, se desprendió del dinero de nueve citas juntas con la madurez y tranquilidad de un adulto. Luego cogió el paraguas con la mano izquierda y se lo posó sobre el hombro derecho.
-¿A que parezco Ryoga así?
-Jajaja –reí-. Sí que te pareces. Has encontrado un paraguas idéntico al suyo. Rojo –lo inspeccioné un poco- y muy pesado. Me preguntó cuando volverá.
-Tranquila –me sonrió-. Confío en que pronto lo veremos. Al menos…podremos saludarle.
Volvimos a avanzar de la mano. Ranma simplemente callaba. Y temblaba. A pesar del calor. A lo mejor extrañaba a Pe-chan o quizá se había puesto así por recordar a Ryoga. También habría de extrañarle luego de un año de ausencia.
-No te preocupes –le acaricié el brazo desde el codo hasta la muñeca-. Ya verás que Ryoga pronto encuentra el camino de regreso.
-No sé, Akane…en realidad, hay sitios de los que no es tan fácil volver si te pierdes en ellos. Y Ryoga era…es…el tipo de persona que los encontraba…encuentra con más facilidad.
¡Tenía razón! No extrañaba a Pe-chan si no a Ryoga. Es que la intuición femenina nunca me fallaba. Ranma me dedicó entonces una de sus miradas demoledoramente tiernas, de esas que me harían seguirle hasta el Restaurante El fin del mundo si me lo pidiera y pagar yo toda la cena.
-Akane…yo…-se llevó su mano a la espalda, gesto de duda que solía ponerle más mono-, cuando lleguemos al cementerio… ¿podríamos simular que nos odiamos…como en los viejos tiempos?
-¿¡Ehhhh?!
-Ya sabes…Pe-chan era tan celoso. No me gustaría que nos viera cogidos de la mano. Hoy vamos a rendirle tributo y de ninguna manera a hacerle sufrir más.
-Por si no te has dado cuenta, se nos da fatal ocultar nuestros sentimientos. Cuanto más lo negábamos en el pasado, más la gente creía que estábamos profundamente enamorados.
-Pues actúa mejor, pechoplano.
-Tan planos no te parecieron ayer al mediodía –me crucé de brazos tapándolos.
Estaba furiosa. Una cosa era que me dijera esa barbaridad un niñato tonto y otra muy distinta que lo hiciera mi prometinovio. Me giré sobre mi misma y empecé a avanzar en dirección al Dojo.
-¡Me voy!
-Espera…
La "a" final se le ahogó en la garganta como siempre que no sabía qué decir…solo que con un tono distinto. Como melancólico. No podía saberlo exactamente, puesto que le había dado la espalda, pero parecía que lloraba.
-Akane…vuelv…
Volví sobre mis pasos, marcha atrás. Sin voltearme ni atreverme a mirarle. ¿Otra vez? ¿Otra vez iba a desmoronarse en mis brazos como hacía un año? Cerré los ojos, me di la vuelta y le abracé. Entonces comprendí por fin cuán pecho plano era y por primera vez en mi vida envidié las generosas delanteras de otras mujeres. Así, abrazados y con el único amortiguamiento de mis bustos, podía sentir la errática velocidad a la que latía su corazón. De haberlos tenido más grandes, quizá no hubiese sentido tanto, pero así, corazón contra corazón, ambos parecían uno y su tristeza, su terrible e infinita tristeza, se traspasaba de una caja toráxica a la otra. Conté sus latidos durante un largo abrazo sin animarme a moverme. 1, 2, 3….4…5…6,7,9,10…11…12,13….14…15…16…17,18,19,20,21…
Aquello parecía un reloj descompuesto. A veces espaciados, otras, latiendo a un ritmo frenético. La metáfora exacta que había utilizado antes para justificar el lugar del entierro. Una veintena de minutos después, las cosas volvieron a su cauce 12.355, 12356, 12.357.
-Vamos, ya estoy mejor –me dijo y me cogió de la mano. ¿Lo estaba? Su mirada se había vuelto cristalina otra vez. Pacífica y relajada. No sabía qué demonios pasaba ni me animaba a preguntarle. Por el momento, saber que yo era el remedio a su enfermedad me valía para estar tranquila. De última, todo dependía de mi. Efectivamente tuvimos que repetir la escena del abrazo una vez más en la puerta del cementerio cuando descubrió que habían quitado la estatua del basilisco.
-Tranquilo, tranquilo…-le acariciaba la espalda en sentido horario con el vértice de mis uñas mientras monitoreaba sus pulsaciones con el oído pegado a su pecho 10.009…10.010…10.011, 10.012, 10.013…10.014-…tampoco es que se haya ido caminando. Seguro que se la han llevado a refaccionar -11.444…11.445, 11.446-…tranquilo, yo estaré...contigo. Siempre, con o sin basilisco. No te abandonaré…-12.355, 12356, 12.357.
He de reconocer que la visita a Pe-chan salió bastante bien. Al menos como Ranma se la esperaba. Al final, aunque no lo entendía bien, acepté que me dijera un par de cosas "bonitas" y me metí tanto en el personaje que le terminé mandando a volar "bonitamente".
-¿Lo ves, Pe-chan? –le gritó a la tumba desde el cielo-. ¿Cómo podría pensar en casarme con una marimacho que no es capaz de contenerse ni en un lugar así?
Ouch. Aquello dolió. Tanto que sentí el irrefrenable deseo de mostrarle que en realidad me había contenido, que siempre lo hacía y qué es lo que le pasaría el día que ya no me contuviese más. Claro que primero tenía que encontrarle. Le busqué por los alrededores durante al menos una hora. En donde me pareció que había caído y también por las zonas aledañas. Ni rastro. Al final, cuando ya se había disipado buena parte del enojo y había sido reemplazado en mi alma por preocupación, fue él quien me encontró a mi.
-Perdona, Akane. Quise volver al cementerio pero me parece que extravié el rumbo.
-Jijijiji. ¿Qué haces con ese pañuelo amarillo y negro? Ahora sí que te pareces a Ryoga.
-Oh, ¿te gusta? –se lo acomodó sobre el cuello-. Lo encontré en la tienda en donde caí por tu golpe.
-No, para nada. Pero te queda gracioso. Por hoy puedes usarlo. Puedes disfrazarte como quieras pero …¡NO TOQUES LA COLETA! ¡ES MÍA! Mientras la conserves, siempre serás Ranma.
Lo dije en broma, obviamente, incluso lo de aumentar el tono de voz iba en plan irónico….pero no salió cómo pensaba. Se quedó mudo, como meditando mis palabras. Calibrando a lo mejor, si debía desprenderse o no, de semejante "tesoro". Y nuevamente los temblores. Aquello ya empezaba a ser un tanto "molesto". Una cosa era que mi masculino y prepotente novio, mostrara un poco de vulnerabilidad –me encantaba- y otra era que le ocurriera tan a menudo. Volví a envainar con mis brazos su filoso dolor pero esta vez no me contenté solamente con contenerle -878…879…880…881,882-. Pasé al ataque.
-¿Puedes decirme qué demonios te pasa, Ranma? -965, 966…967
-¿Podrías…llamarme "R"?
-¿Y por qué demonios debería hacerlo? –le apreté un poco el torso y comprobé que su respiración volvía poco a poco a la normalidad. 1034…1035, 1036, 1037…1038
-No sé. Me gusta. En el instituto se ha puesto de moda, llamar a la gente solo por su primera letra.
-¿Te sentirás mejor si lo hago, R? -1150, 1151, 1152, 1153, 1154.
-De hecho, sí, Gracias.
¿Ya? Esta vez el corazón volvió a latirle con normalidad, sin pausas ni acelerones demasiado fácil y rápido. Era verdad que según mi oído entrenado en el Ranmismo más profundo, podía percibirse que la intensidad de sus golpes era menor y también su pasión. Pero al menos se regularizaba mejor. Por el momento estaba conforme. Y digo por el momento, porque aquella noche, desde luego, no pude dormir. Mal que mal, me acordaba de Pe-chan y la errática actitud de Ranma más que ayudarme a enterrar el tema en el pasado, lo había desenterrado del todo.
Claro que tampoco yo era la única que sufría por Pe-chan y de insomnio. A eso de las tres de la mañana Ranma tocó a la puerta.
-Ranma…¿qué quieres?
Mi prometido se quedó en la puerta carraspeando mientras miraba hacia el techo. Lucía ojeroso y turbado. Claro, nunca antes me había visto en camisón. Eso explicaba la turbación…pero ¿y los carrraspeos? Ah, sí, ya…seguíamos con la tontería.
-Perdón, "R". ¿Qué quieres?
-¿Podría dormir contigo?
Le paré en seco. Desde luego no era ni el día ni la hora. Y lo hice como toda novia adolescente debería hacer. Con tacto.
-De sobra sabes, "R", que nuestro compromiso no contempla cláusulas pretridentinas.
Típica humorada medieval que le rechazaba sin herirle. Suficiente para mantener mi honor y no enojarle.
-¿Y si hacemos de cuenta que soy Pe-chan? ¿Me dejarías dormir contigo?
¡¿QUÉÉÈ?! Ni el borde de Ranma era capaz de decir algo tan morboso en plena posesión de sus facultades y justo en el día menos indicado. Bueno…de proponerse ser morboso, desde luego Ranma sería el único que elegiría el momento menos conveniente. Pero no. Mi Ranma no era así. Quien hablaba no era él sino su dolor. Así pues, corté por lo sano. Le cerré la puerta en la cara sin mediar palabra e intentando ocultar mi enojo. Bastante benévola teniendo en cuenta que según él yo era una "marimacho incapaz de contenerse".
El mundo de las ilusiones oníricas me recibió por fin a eso de las cinco de la mañana. Y como siempre que me sentía triste, mi subconsciente me programó mi sueño preferido. Jugaba al ahogado con Ranma y este me estaba ganando por paliza (en mis sueños, mi prometido siempre era brillante) hasta que acudía a mi arma secreta.
R-A A-A A AKANE
-N-no…no…acabo de verlo claro.
-¿Seguro, RANMA? –comencé a disfrutar del momento-. ¿No conoces, RANMA, ninguna palabra de cinco letras que empieza con "R" y termine con "a"? ¿Eh, Ranma? ¿Qué pasa? ¿Por qué sudas tanto?
Esta vez, mi guapo prometido se secó la cara con buena parte de su manga izquierda.
-Hace calor…de pronto. ¿No sientes calor, Akane? Y-yo…-tartamudeó-…tengo…calor.
No iba a escabullirse de este problema tan fácilmente así que extraje una botellita de agua de mi mochila.
-Venga rey, acierta y podrás refrescarte.
Suficiente provocación para que la vena hipercompetitiva de Ranma volviera a activarse.
-No perderé…¿J?
-No. Lo siento. Pero tendré que dibujar tu linda cabecita en este papelito y rodearla de una bonita soga.
R-A A-A A AKANE.
Es difícil de describir el inmenso gozo que sentía al acorralarle. Le tenía tan a mi merced. Tan indefenso, tierno y vulnerable. Como para merendármelo de un bocado.
-¿Z?
-No no. Tampoco. ¿Qué ocurre? –pregunté haciéndome la extrañada-. ¿Acaso te apabullo con mi ingenio? A propósito esa palidez no es propia de un buen artista marcial. Pareciera que se te estuviera por escapar el alma del cuerpo.
R-A A-A A AKANE.
-¿Ryoga ama a Akane? Seguro que es eso, ¿no? Pues bien –sacó el pañuelo y el paraguas que había comprado en la tienda de uno de sus bolsillos y se los colocó como buenamente pudo-. Ya soy Ryoga. ¿Contenta?
Desperté envuelta en un sudor frío. Y también envuelta por el brazo tembloroso de Ranma. El muy tonto y pervertido se había escurrido por la ventana mientras dormía y se la había dejado abierta. Normal que temblara.
¿Qué hacer? ¿Despertarle? Fácil. ¿Echarle de una patada? Más fácil aún. ¿Hablar? Prefería meter la cabeza en un horno de gas que hacerlo. ¿Qué habríais hecho vosotras si os encontrarais al premio gordo en vuestra cama en tan horrendas condiciones y con un profundo trastorno de personalidad que le hacía creer que era el segundo premio? Yo hice lo que debía, taparle bien para que no tuviera más frío, darle un casto beso en la frente y uno no tan casto en los labios y luego, abrir la puerta de entrada y atender al agente de policía que llevaba timbrando desde hacía diez minutos.
-¿Se encuentra Saotome Ranma en este domicilio?
-Sí, ¿qué desea?
-¿Tendo Akane, supongo? –asentí con la cabeza-. Se les acusa a los dos del asesinato de Hibiki Ryoga y de encubrir los hechos delictivos durante un año.
Fin de la segunda parte.
Historia bonus.
Aprendiendo a conducir.
Cómo ya todos sabréis por alguna historia bonus pasada, Minefine7 suele llamarme haciendo referencia al de las navidades, "el Grinch de la música" dado mi escasa capacidad de retener ritmos, letras y nombres de cantantes. A este dúo de incapacidades (celebrar navidad y recordar canciones) habría que agregarle el tercero: "sobrevivir sin ayuda de Minefine7 en el mudo real" y el cuarto: soy el grinch de los autos. No solo no soy capaz de diferenciar un Renault de un Mercedes sino que Gohan tuvo que explicarme 50 veces que Mercedes no es una empresa española. Hasta el momento, yo me guiaba por los nombres para deducir nacionalidades. Renault termina en "-ault"…pues será francesa. Suzuki, japonesa, Ferrari, italiana. Mclaren, inglesa y BMW, de Bmwlandia. Por lógica, Mercedes tenía que ser española. ¿No? ¿No? ¡ERA LO LÓGICO! En fin, desde luego, con semejante desinterés, ni hay que hablar de modelos, partes del coche, prestaciones, etc., etc. Y, claro, no sé manejar. De hecho, me da bastante miedo. Por variadísimas razones pero básicamente por una: si caminando ya me distraigo y me choco con un poste cada dos o tres veces por semana, ¿qué garantía tengo de que no pase lo mismo al volante? Aquí algunos consejos para novatos que he desarrollado durante mi aprendizaje con la paciente, muy paciente, de Minefine7.
1) Si tienes un personaje noruego y deseas con todas tus fuerzas que sea francés, este se convierte en francés sin problemas. Si presionas el acelerador deseando con todas tus fuerzas que sea el freno, este no se convierte en freno.
2) Los coches no tienen botón de reinicio. Con lo cómodo que sería cambiar una rueda pinchada reiniciando el coche (pero sí tienen Windows).
3) Desde el asiento del acompañante todo se mueve de forma dócil y lenta. Desde el del conductor, te ataca una jauría de árboles sedientos de sangre. ¡TU SANGRE! (quienes sostienen que no existe tal cosa como "jauría de árboles" y prefieren los términos "arboleda" o "bosque", nunca ha conducido).
4) Leer un manual para aprender a conducir es tan útil para prepararse para la práctica como darse una ducha para aprender a nadar.
5) La mafia de los seguros, talleres mecánicos y venta de automóviles han impedido hasta el momento que se invente el coche con ruedas que giren 360 grados completos. Con lo útil que sería para aparcar.
6) ¿Para cuándo el teletransportador? En un mundo en el que existen teles y ordenadores ¿qué excusa hay para que no tengamos todavía este invento entre nuestras manos? La mafia de los seguros, talleres mecánicos y venta de automóviles, obviamente.
7) ¿Por qué Rumiko dejó el final de Ranma ½ abierto? No puedo asegurar que se deba a la mafia de los seguros, talleres mecánicos y venta de automóviles pero estoy empezando a sospechar que algo hay.
Fin de la historia bonus.
A propósito, ¿Alfa Romeo es griega, no? ¿Y Giant Motors de Brobdingnag? (premio para quien entienda la última referencia).
Comentarios
Estimado/a cp14. Resido en España. Aunque soy mitad argentino, mitad noruego…vale…solo argentino. Y sí, soy maestro de profesión aunque también trabajo de otras cosas.
Estimada bry. No te sientas culpable. Es parte de la trama de ese capítulo hacer reír con un tema trágico. Además, ya sabes. Siempre encuentro un final feliz aunque tenga que retorcer un poco las cosas.
Estimada Ale kou. ¡Shampooconda es un gran nombre! Seguramente lo use más adelante. 40 capítulos es un montón y te agradezco que los hayas leído con tanto interés. Ojalá pronto estés más adelante en la lectura de toda la colección. No son muchos los que llegan hasta el final y no sé…sospecho que tú podrías llegar a engancharte hasta la cresta de la ola.
Estimada kunichi saotome. ¡Caramba! No tengo perdón. Publico otra vez sin comentarte nada. Ayer leí "Medio Ranma" muy tarde y no llegué a escribirte. Ha estado muy bien. Redacción profunda y cargada de simbolismos y sin embargo muy ágil de leer. La historia es cortita e intensa. Está bien que termine allí, en su punto de máxima tensión, aunque podría perfectamente haber sido el principio de una historia mucho más larga. En todo caso, se la recomiendo a todos mis lectores.
Sobre tu comentario, me reí en la parte que decías: "menos mal que tiene a Ranma". Después de lo ocurrido en este capítulo ya no sé si realmente es bueno que tenga a Ranma para pasar el mal trago. ¿Existe lo demasiado deprimente? Seré muy inocente y optimista, pero todo lo deprimente desde lo más tibio a lo más cocinado, me resulta igual de poco digerible. Si escribo historias dramáticas es porque sé que van a terminar bien. Pero jamás las leería si fueran de otro y nadie me garantizara un "entorno seguro" de catarsis.
Estimada Ale Kou. ¡Bien! Ahora ya solo me falta una ocasión y pasar la censura de Minefine7 para el regreso triunfal de Shampvíbora-Shampooconda.
Estimada Ai. Al principio el manual era de Ibuki. Pero no pasó la censura. Igual que con la carta a Rumiko que al principio era anónima y luego fue de Musa por enérgica recomendación minefinesca7. ¿Cómo se me ocurrió la idea? Estaba aburrido. Y solo. Eso siempre ayuda.
Sí, puedes leer en el orden que quieras aunque te recomiendo que termines de leer el especial de Anticlímax y Ranmond. Al fin al cabo, una de las razones de que Ranmond sea noruego es por Malzieu y una conversación que tuvimos nosotros sobre su libro en la que me quejaba del final, que me parecía "tan cruel como quitarle su nacionalidad a Ranmond".
Aprovecho también para recomendar "Ranma entero" de tu autoría a los lectores que no la conozcan. Aunque la trama no tiene mucho que ver con mi anterior recomendación, debe de ser divertido leer "Medio Ranma" de corte más trágico y luego "Ranma entero" que es hilarante. Si alguien escribió "Dos Ranmas" que me avise.
Estimada misuki usagi. ¿De verdad? En el fondo no escribo para adultos así que me reconforta saberlo. En todo caso, si te has leído 124 capítulos, muy, muy pequeña no serás.
Estimada Akyfin02. Leed todos "Mizaki". Y convencedla de que reviva a Hiboki. Quien lo consiga obtendrá mi agradecimiento eterno…esperad…he sido poco sutil. ¡HACED LO QUE HAGA FALTA PARA QUE HIBOKI REVIVA! Mejor…ahora no se nota tanto.
Estem…sí…maté a Ryoga…pero no es lo mismo. No sé por qué pero no es lo mismo.
Dile a Ivet que sobreviví muchos años sin Minefine7…aunque no estoy muy seguro del cómo. ¿Suerte, tal vez?
De acuerdo. Tengo que hacer un especial de Ibuki en el 128. Tomo nota. Menos mal que hay gente que me recuerda estas cosas.
Yo también odié a Soun y Genma en ese capítulo. Tanto, que no volví a ponerlo de malos. Ni siquiera de estorbos para la relación.
Sí, sí, Ranma y Akane se casarán pronto pero mejor espera sentada. No sea cosa que te canses.
Y por fin 1150 reviews. Cuando empecé pensaba que iba a tener que escribir 1150 capítulos para conseguirlo. Por suerte Minefine7 no fue la única que me dejó comentarios. Sé que es trampa porque necesité de 124 capítulos a un promedio de 9,50 reviews, pero ya soy el que más comentarios tiene en español. Claro que si a "Sleep woman" se le ocurre continuar con mayor frecuencia "Akane ½" (que también recomiendo leer)…poco me durará el reinado.
Estimada Minefine7. ¡No he quebrado ningún mandamiento! ¡Y lo hago asunto personal! ¿Llámalo intuición, espiarte? Yo lo llamo censura preventiva. Igual tenías razón, el estado anímico de Ranma ha ido a peor.
Yo también te extrañé mucho. Tomátelo como una amenaza. Hoy fue Ryoga. La próxima vez que me dejes solo, puede caer Akane. A lo mejor se la come una Shampooconda.
Yo también te amo y amo también leer "Perdiendo los papeles". Acción, romance, intriga, más romance, humor, romance y también…¿he dicho romance ya?
Estimado luyyiAVG. Ahora sí que me he puesto de buen humor. Muchos comentarios, record conseguido y encima el regreso triunfal de un comentarista VIP con mayúsculas. El capítulo pasado fue RosemaryAlejandra y ahora tú. Ya solo me falta tener noticias de Massy13 y Daia…que llevan desparecidas un par de meses.
Como no sé cuándo volverás a comentar mejor te respondo todo con PS.
PS: A mi también me parecieron años.
PS2: Es irónico, ¿verdad? Kodachi diciendo cada dos por tres: "Despierta, amiga" y tú durmiéndote.
PS3: Decir que una trituradora de hombres te ha agarrado por sorpresa es redundante. Las trituradoras SIEMPRE son sorpresivas.
PS4: El 118 es para leer con mucha caaaalma y paciencia.
PS5: La línea roja enseña mucho. El día que corriges mejor y más rápido que ella, se puede decir que has pasado de nivel.
PS6: Imaginaba que te gustaría esa historia bonus. Mi madre tiene esa capacidad de parecer a otras madres y a ninguna.
PD1: Por esta vez lo dejamos en una PD para despedirnos: hasta la próxima.
Quiero aprovechar para agradecer a todos los lectores, revieweros, favoriteros y followeros que me siguen luego de tantas historias. Quien lee uno o dos capítulos puede hacerlo por simple cortesía o curiosidad. Quien lo hace con tantos o es un amigo o un fan verdadero. Es lindo tener de ambas cosas.
