A Ranma regalado, no se le miran los dientes.
Cuando el fundador de la comunidad, el viejo Den, el lechero, les abandonó en este mundo de caos y decepción, fueron pocos los que le lloraron. Danma, Dakane, yo y alguno más. Y sin embargo, pese a su tristeza incisiva creo que fue Danma el primero en advertir al resto de la colectividad que, descabezada la pirámide social, debían procurar que alguien tomara su lugar. No se refería obviamente a que se iniciara una cruenta lucha por el poder, pugna que inevitablemente comenzaría de todos modos, si no más bien, a otra cosa. Les faltaba un miembro. Originalmente, con veinte integrantes, la orden había crecido hasta incorporar doce componentes más. Con ese número se manejaban bien. Retroceder a un número impar, 31, les parecía a todos una aberración. Por eso, no me extrañó que, al par de días, cumplido el luto más elemental, me invitaran a unirme a la orden. Desde luego, tenía sentido: ya me conocían todos, era vecino de un miembro respetado como Danma y el único defecto que se me podía achacar, vivir más en mi sótano que en la realidad, se solucionaba precisamente con la invitación. De aceptarla, debía por fuerza emerger de mi escondite e integrarme a un nuevo mundo. Recuerdo que intenté resistirme. Poner todo tipo de excusas. Alegar falta de feeling con sus actividades cotidianas, tan destructivas y carnívoras como las de un león vegetariano que de golpe recupera el instinto asesino. Nada. Todas mis excusas morían en las sabias y pacientes recomendaciones de Danma. Al final, comenzó a despuntar pasados unos meses, la idea en mi cabeza. Y por fin, un buen día, accedí.
He de reconocer que cuando me probé mi traje nuevo y comprobé cómo se reflejaba el albo protocolar de la sociedad secreta en un espejo, un cosquilleo de emoción y responsabilidad recorrió todo mi cuerpo. Desde entonces pasaron cinco años de intensa labor. Codo con codo y espalda con espalda, los miembros nos protegíamos unos a otros como si conformáramos una minimuralla miscroscópica china. Fue una época feliz podría decirse. Sin mayores inconvenientes que sincronizar mi trabajo con el del resto y engrasar un poco las relaciones sociales para que todo se moviera como maquinaria de reloj antiguo.
Un buen día, pasado el lustro como dije antes, noté a mi amigo Danma cabizbajo o deprimido.
-¿Qué te ocurre, mi buen amigo? –le pregunté intrigado-. ¿No será mal de amores, verdad?
-Has dado en el clavo, Hache…yo…creo que me he enamorado.
Mi primera reacción, de alegría, fue suprimida casi a continuación por la más adecuada: desazón. Amar y pertenecer a la logia eran dos actividades incompatibles. Danma, pues, se encontraba en la misma encrucijada que muchos de sus antecesores en el cargo, renunciar al amor o a su deber.
-¿Quién es ella? ¿A quién le deseas hincar el diente? ¿Esa chica del otro día, tan flaca como un colmillo? No, no, ya sé. La otra, la que te sonrió de reojo cuando terminabas de cortar esa lechuga el picnic de la empresa. Estaba lejos pero todos nos dimos cuenta.
-No, amigo. No. Se trata de un amor prohibido.
Le abracé todo lo que pude, dada mi condición y aseveré:
-Todos los son. Aún de no pertenecer a esta santa logia, el amor, para gente inocente como nosotros, esconde un espíritu prohibitivo. Enamorarse es para personas sin mucha sensibilidad. Gente capaz de aguantar el golpe en caso de rechazo.
Danma me señaló el cielo no sé bien por qué. A lo mejor porque le inspiraba y contestó:
-Te equivocas, mi amigo. El amor no es un pensamiento. Ni se piensa ni se decide racionalmente. Al enamorado le dan igual los "pros" y los "contras". Amar es un sentimiento y como tal su fidelidad se ancla en el receptor, nunca en el emisor. Ya sé que Dakane me resulta inalcanzable y no me conviene…pero no logro dejar de pensar en ella.
¿Dakane? ¡BLASFEMIA! ¡Dakane pertenecía a la comunidad! Si ya estaban prohibidas las relaciones en general, intentar una dentro del núcleo mismo de la logia se penaba con el destierro. Si dejaba que mi amigo siguiera por ese camino, pronto se daría con un canto en los dientes.
Danma se quedó mirándome un rato con expresión suplicante. Mi silencio le angustiaba. Seguramente ya había adivinado que no le denunciaría, dada nuestra gran amistad. Claro que probablemente también, esperaba algo más de mi. Comprensión, respeto, ¿ayuda?
-Sé lo que estás pensando. ¿Cómo, verdad?
-Pues sí, Danma, sí –le interrumpo-. ¿Cómo demonios te has enamorado de alguien a quien solo vez por unos instantes tres veces por día y con la que no tienes permitido cruzar palabras o miradas? ¿Cómo pudiste enamorarte de alguien de la parte alta de la logia? Ellos pertenecen al status superior y nosotros, al inferior. Se trata de un amor prohibido de tantas maneras diferentes que solo un necio podría sentirlo.
-Ya te dije que el amor no se piensa. De hecho, ella también me quiere. No lo ha dicho…pero lo sé.
Desde entonces y durante dos años, los dos enamorados se han visto a escondidas por medio de mi ayuda. Como suele decirse "a pan duro, diente agudo". No era fácil, pero siempre nos la ingeniábamos para engañar a todos. Aunque sobrevolaba sobre nosotros la amenaza de un descubrimiento inminente seguido de la típica venganza: "ojo por ojo, diente por diente", fueron veinticuatro meses dichosos, incluso más que los cinco años precedentes. Y luego no los vi más. No sé si decidieron fugarse juntos, les desterraron o qué. Simplemente se esfumaron. Y nadie hablaba de ellos. Como si nunca hubiesen existido. De hecho, no les reemplazaron. Desde ese séptimo año de servicio y hasta el fin de la cuarta década solo fuimos treinta miembros en activo. Luego veintisiete, veintitrés, quince, diez.
En realidad, todo el mundo esperaba que fuera yo el primero en caer. Cuando mis amigos desaparecieron…me invadió una fuerte depresión, Dejé de asearme como es debido, abandoné todo tipo de recaudos a la hora de trabajar. Mi bata alba se fue tiñendo de tonos amarillentos y verduscos y por fin, pasados los seis meses de soledad, cuando todavía éramos treinta, apareció aquello sobre mi cabeza. Y tener "eso" no es suficiente para un destierro real pero sí para uno virtual en una sociedad de apariencias y vanidades. Bastó que mi cabeza comenzara a desintegrarse poco a poco para que todos se apartaran de mi. Era el apestado con el que nadie osaba hablar. Y a medida que iban cayendo otros miembros por pura vejez, lo más estirados se lamentaban: "¿Cómo es posible que el apestado de Hache todavía siga aquí y gente tan noble y trabajadora como Delia nos haya abandonado ya?"
"La respuesta -pensaba para mis adentros- es muy sencilla: he echado raíces más fuertes con este sitio que todos vosotros". Efectivamente, pasados los ochenta años solo aguantábamos en pie, Little Diock –que trabajaba con la exactitud de un reloj suizo- y yo. No fue hasta los ochenta y cinco que me quedé solo. Y ya en el umbral de lo esperable, a los noventa…recibí la postrera visita.
-Hola, Hache…he venido a por ti.
La Muerte me tocó la cabeza y exclamó: "Caramba, ¡qué valiente! ¡Nadie antes ha aguantado tanto con algo así!" No es por romper con los preconceptos preestablecidos y prepotentes pero venía ataviada de un traje multicolor. Y en lugar de guadaña llevaba en sus brazos una varita mágica.
-¿Es un trabajo duro ser un diente de Ranma, verdad? –me dijo sacándose la capucha de la cabeza y revelando los cabellos dorados más hermosos que jamás haya visto
-Tú…-comencé a tartamudear sorprendido- tú…eres…¿el hada de los dientes? Yo pensaba que solo te llevabas a los dientes iniciales…como hiciste con el viejo Den, el lechero.
-Bueno, en rigor me llevo los dientes de los niños y este señor –señaló al viejo Ranma de 90 años- sigue siendo un niño.
-N-no…puedo irme…soy su último diente. ¿Cómo va a arreglarse sin mi?
-Tranquilo…tampoco es que con lo que le cocina Akane coma mucho. A propósito, qué valiente eres. Aguantar tanto tiempo esos ácidos que le preparaba la negada para la gastronomía…Además, –me acarició la superficie dental consiguiendo que con un destello mágico se repararan todos los daños-, eres guapo.
Me tanteé alborozado la caries de la cabeza. ¡Desaparecida! Luego, observé por segunda vez sus largos cabellos dorados y comprendí que se trataba de parte de mi destino toparme cada tanto con ella. Danma tenía razón: el amor no se piensa. Se ha escrito mucho sobre el poeta enamorado de la muerte. Y sin embargo, un diente enamorado de su hada…suena tan a parodia.
De pronto, una figura descomunal, la de una anciana de 91 años se abalanzó sobre nosotros.
-Tranquila –me puse delante del Hada y extendí los brazos para protegerla-. Nadie te hará daño mientras yo esté contigo.
El Hada de los dientes me abrazó con ternura y se dejó proteger del nefasto ataque de la anciana Nabiki, una mujer que no por vieja había perdido el olfato para estás cosas. Cinco segundos después, la Tendo del medio se retiraba con la moneda de Ranma entre sus manos y un estruendoso: Jajajaja. Ni se ha dado cuenta que le he desvalijado. Viejo dormilón".
-Hada…
-Llámame Ibuki.
-Ibuki…ya puedes soltarme. El monstruo se ha marchado.
-Ya lo sé, mi héroe. Pero me gustaría quedarme un poco más así, si no te importa.
Y no, la verdad es que no me importó. Menos cuando comprobé en el mundo de los dientes caídos que el viejo Den seguía repartiendo leche y Danma y Dakane continuaban tan enamorados como el primer día.
Fin.
Este cuento lo imaginé hace unos días mientras literalmente la anestesia hacía su efecto en el dentista. Ibuki actuando de Hada de los dientes y Hachiro de diente…jajaja. ¡Qué locura! En fin, podría haber sido peor. Aunque no se me ocurra cómo. Ahora, hacedme un favor, cerrad los ojos y pensad en Ibuki disfrazada de Hada de los dientes y en Hachiro ataviado como una muela y decidme si no son los mejores actores del mundo.
En fin, en mi defensa diré que el juego de palabras del título "A Ranma/caballo regalado no se le miran los dientes" me resultó irresistible. Una vez con ese título en la cabeza no me quedaba más remedio que escribir el cuento y publicarlo.
Historia bonus.
Imagino que no mucha gente lo habrá notado pero llevo mucho tiempo sin dar señales de vida. Hay dos razones. La primera es que con "Anticlímax rules" se ha terminado otro ciclo. Por el momento, me he quedado con menos herramientas para construir castillos de naipes en el aire y por tanto, la cosa va más lenta.
La segunda razón es que estoy reciclando los capítulos previos de tinte más original, Anticlímax, Ranmond, Ana, Ibuki, etc en una estructura nueva. El resultado, por el momento es una larga historia unitaria que engloba todo lo que he escrito estos dos años que no tenga relación directa con Ranma. Una novela rosa en toda regla pero con personajes como Anticlímax o Ranmond dándole un toque de originalidad. No es por presumir pero me está quedando algo coherente a pesar de lo heterogéneo de las piezas utilizadas.
Comentarios
Estimada Akyfin02. Estas son las mañanitas…no sé por qué cada vez que escribo tu nombre me acuerdo de esa canción. ¿Y tú?
Estimada Ai. "Suavemente tomo de tu mano". No sé por qué me acuerdo de la Balada ahora. También es un misterio.
Estimada/o guest: Lo mismo digo. Demasiados reviews mezclados para procesar en un solo día…
Estimada bry. Me alegro que te haya llamado la atención el capítulo anterior. Bonita concatenación de adjetivos y sustantivos: "perversamente encantador, malvado".
Estimada kunoichi saotome. Sospecho que algunos te hicieron reír porque en ese sentido somos iguales. A mi también me cuesta muchísimo encontrarle la gracia a las cosas. De allí, que me resulte fácil hacer chistes malos. Siempre me han tratado de soso.
Estem….el final del review no sé si me levanta el ego muchísimo o me hace sospechar que se trata de un chiste malo. Ha de ser lo último. :)
Estimada zorra de 9 colas. El único chiste malo que se me ocurre con Naruto es rimar su nombre con…es igual…solo escribo sobre Anticlímax y Ranma.
Estimada/o cintpc. Claro, me encantaría. Lástima que no me llegó tu correo. Ya sabes fanfiction los borra automáticamente. Podrías probar a escribirlo con separaciones o puntos tipo: cuchufletoarrobahot mailpuntocom. En todo caso, muchas gracias por tu ofrecimiento.
Estimado/a guest. Awwwwww, no eres la única. Sorprendentemente han sido muchos más. Es el poder de Rumiko.
Estimada evanmychem. Jajajajajajaja. Es el mejor chiste malo del universo. Es tan malo que si peleara con Vegeta y Goku fusionados les ganaría.
En Argentina existen alfajores y chocolates de marca "Milka". Y la mascota de la marca es una vaca morada. Los alfajores son mis preferidos. Mmmmm. Mousse. Jajaja. Ahora que lo pienso. Los alfajores Milka son de mousse. Podría haber hecho el chiste mejor. En fin…ya pasó.
Estimadas Daia y angelikitap4emmet. Me habéis hecho muy feliz con vuestras largas y profundas lecturas. Recuperar a dos lectores vips no se consigue todos los meses. Os contestaré en detalle, en el próximo capítulo. Ahora no, porque se me ha hecho tarde y tengo que publicar ya.
Estimada minefine7. Gracias. Pasé el mejor cumple de mi vida. Y no se hubiese logrado sin tu dedicación. Te amo.
