Muerte en el teatro. Final.
18 de enero de 2015.
Desde aquella tarde-noche en que deduje que el Ranma Saotome original estaba deshaciéndose una a una de todas las compañías teatrales no oficiales (es decir, las que ponían en escena episodios de su vida falsos y malintencionados), me parece que ha pasado una eternidad. Al menos, de algo estoy seguro: ya ha pasado un año. Un año entero de mi vida persiguiendo a una sombra más rápida y hábil que yo. En el fondo le entiendo. ¿Quién no pondría el grito en el cielo si le violaran ficticiamente a la prometida cada dos por tres? ¿O peor aún, si le pusieran a él mismo en situaciones sexualmente comprometidas con un sujeto de orientación azarosa y pañuelo amarillo? Como suele decirse en la jerga de abogados, el derecho de uno termina en donde empieza el de los demás. Y sin embargo, su fama de casi tres décadas atrás le seguía exponiendo a la burla y escarnio de sus semejantes. No le mentiré al lector ocasional de mi historia. Si es por haber, había de todo: "Encarnaciones del pasado", Ranmas playboys, Ranmas violentos, atontados, gays, emos, darks y también, normales a los que les ocurrían cosas totalmente ridículas, como volverse multimillonarios, artistas de los de pincel y cincel o mercenarios a sueldo. En fin, una suma de Ranmas paralelos, viviendo en mundos paralelos y saboteando con sus patéticas imitaciones, su imagen canónica, la de eterno Peter Pan tímido y agresivo a la vez. ¿Os lo imagináis, verdad? A un tipo cincuentón teniendo que aguantar que emparejen a su yo adolescente con cuanta zorra hubiera suelta o teniendo que aguantar la brutalidad malentendida de Akane. Porque seamos sinceros: que durante una época de su vida haya tenido más de una prometida y su preferida no se lo haya tomado de forma muy civilizada, no significa que ella sea una cyborg destrozalo-todo ni que a él le apetezca zumbarse a cuanta hembra se le cruce. En todo caso, el tema…el gran tema es uno solo. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no estallar antes? ¿Qué causó que se derramara la gota que rebalsaba el vaso de su paciencia? Desde luego tendría que ser algo muy estúpido como un crossover con Phineas y Ferb o quizá, algo peor. Quizá, alguna de las compañías incurrió en el peor de los pecados, contar una historia que le gustara y dejarla inconclusa durante meses. Ya sabéis…a veces pasa. Las compañías quiebran; los actores tiene hijos, cambian de planes o trabajo, etc. O simplemente el director se toma unas largas vacaciones sin razón aparente.
22 de enero de 2015.
Ya quedan pocas obras en cartelera sobre el gran artista marcial de oriente. Las pocas que no han sido eliminadas, han cambiado su enfoque para agradar al asesino serial o directamente han procurado mutar sus guiones a temáticas similares. InuYasha, el musical y Rinne, un amor de marcianos acróbatas zombies, gozan de muy buena salud últimamente. Y de buenas críticas. Awwwwww Saotomitita, por ejemplo, antigua periodista experta en obras de Ranma ½, ha catalogado la última obra, con diez puntos "Awwww" sobre diez posibles. Incluso los escépticos, como el temido Trolleador nauseabundo, se muestran especialmente benévolos con el musical Y poco importa si la cuarta canción suena más a la Lullaby que usualmente cantaba Akane y menos a la de Kagome. Los asesinatos por el momento han cesado.
26 de enero de 2015.
Se anuncia la próxima publicación de la autobiografía: Akane Tendo, mi historia. Interesante vuelta de tuerca, ¿no? A mi al menos me lo parece. El título suena tanto a "mi versión de los hechos", que se huele el peligro a miles de kilómetros de distancia. ¿Cuántos libros han publicado mujeres despechadas a los pocos meses de separarse de sus parejas? Seguro que más que novelas de misterio, Agatha Christie y eso ya es mucho decir. O Corín Tellado, novelitas rosas o Kasumi, manuales de limpieza (el número siete, mil formas de quitar manchas de cocacola del techo es mi preferido). Hace unos días estaba buscando un desencadenante para los asesinatos y probablemente ha sido el mundo mismo el que ha decidido traérmelo. Como siempre dice mi maestro, si el inspector no va a la pista, luego una montaña de pistas se acerca al inspector. Si mi intuición es cierta, y suele serlo, la pareja número uno de la Nerima del siglo pasado ha roto. A lo mejor, por culpa de alguna de esas historias que poco a poco erosionó su relación.
-Hostia inspector –interrumpe mis meditaciones el bueno de Ramírez-, ¿por qué no vamos a Japón y simplemente les interrogamos?
-Porque nadie sabe sus verdaderas identidades –le respondo-. "Ranma Saotome" y "Akane Tendo" son sus nombres artísticos. Se trata de un secreto que nadie ha logrado develar en todo este tiempo. La única real es Shampoo…si es que puede considerarse real a su delantera y su peluca morada.
-Ahora que la menciona…¿por qué está tan seguro de que se trata de Ranma? Shampoo, por ejemplo, no es que lo pase precisamente bien, en las obritas atacadas. Además podría ser obra de cualquier fan pro-RXA o RXS o incluso (guacala) RXR, etc.
Ramírez me mira con impaciencia. Se nota que el tema le ha estado carcomiendo el cerebro durante los últimos meses. No le culpo. Por momentos parece que no hemos movido un dedo desde el dieciocho de octubre del año pasado. Será mejor cambiar sutilmente de tema.
-¿Sabes, amigo, cuál es la diferencia entre pro-Shampúes y pro-Akanes? Que los primeros saben que nadie desea más que la propia amazona terminar saliendo con Ranma y por tanto, entienden que Shampoo es…la principal pro-Shampoo. Los segundos, en cambio, comprenden que Akane es…la principal pro-metida.
-¿Tengo que reírme?
-Para eso te pago.
28 de enero de 2015.
Ramírez y yo hemos viajado a México, país en donde aparentemente mayor fanatismo se sigue profesando por el muchacho de la coleta. Allí, en Xalapa, Guadalajara, México D.F. y varios puntos neurálgicos más, Akane Tendo presentará un avance de su autobiografía. Ahora sí, lo tenemos todo muy bien planeado. Si ha de ocurrir un nuevo asesinato será aquí y ahora. Y si no…al menos podremos por fin interrogar a un sospechoso. Con un poco de suerte, Akane podrá darnos datos sobre el estado de su relación con Ranma, y la identidad de este último.
Pasado el cuarto de hora de las quince, el pabellón de la Ciudad Universitaria de México D.F. contiene a buena cantidad de estudiantes, curiosos y operarios que se encuentran preparando el evento. Por suerte, hemos llegado temprano. Lo suficiente para admirar los enormes murales de Siqueiros en la fachada de la Rectoría y la espectacular decoración exterior de la Biblioteca Central. En este contexto de sincretismo cultural y de artes, que una artista japonesa presente su libro en un pabellón universitario no resulta tan raro.
-¡Qué linda es, inspector! –menea la cabeza hacia todos lados Ramírez sin dar crédito a lo que ven sus ojos.
-Claro, cabo. La ciudad universitaria de la UNAM no se trata solamente de la universidad más grande de Latinoamérica, si no también la más hermosa y reconocida con justicia como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Ramírez asimila la última información que he compartido con él como si se tratara de un puñetazo en la cara.
-Inspector, no puede permitir que ocurra un asesinato más. No aquí. Registrémoslo todo.
Como toda ingenuidad expuesta de golpe a un problema nuevo, el cabo ni siquiera sospecha que lo que está pidiendo es sencillamente imposible. La CeU contiene una oficina de correo, un telégrafo, una central eléctrica, un sistema de transporte, varias ciclopistas, un centro médico universitario, una central de tratamiento de aguas residuales, una estación de bomberos, ocho gimnasios, doce teatros, una tienda de autoservicio universitaria, una morgue, un helipuerto, la hemeroteca nacional, cuatro canchas de tenis, cuatro de baloncesto, siete de béisbol, doce campos de fútbol, tres granjas de hortalizas, una estación meteorológica, un invernadero, una alberca olímpica, un estadio olímpico y uno de practicas, una playa artificial, un gimnasio de duela, un gimnasio de gimnasia olímpica, tres reservas ecológicas, arboretum y jardín botánico, un acuario, un zoológico, trece museos, seis frontones, nueve cafeterías, un serpentario, más de cien tiendas de comida rápida, una casa club, diecinueve centros de computo y las ya mencionadas biblioteca central y rectoría…
-A lo mejor podríamos empezar por una cafetería.
-Excelente idea, inspector. Me merendaría ahora mismo un elefante.
De pronto, una voz conocida interrumpe nuestra conversación con el más sorprendente cumplido jamás escuchado.
-Awwwwwwww. ¡Qué bonita metáfora! Merendarse un elefante. Awwwwwwww. Yo me merendaría a su ayudante ahora mismo, inspector Dante D´opicier.
Efectivamente, Awwwwwww Saotomita, la periodista especializada en arte japonés, se encuentra a escasos metros de nuestra posición y observa a Ramírez con un hilillo de baba colgándole de los labios. Se ha vestido con una larga falda estampada con imágenes de Pe-chan, una blusa que imita el delantal del Kyoko y un pendiente en cada oreja. El izquierdo ilustrado con Ranma en pose de pelea y el segundo, con Akane cocinando. Además lleva entre sus manos un diminuto paraguas amarillo…con la imagen de Ranma chica dibujada por encima y la de chico por debajo…sutil diría yo.
-Íbamos a tomar un café. ¿Le gustaría acompañarnos?
-Wiiiiiii. Claaaaaro.
Dos saltitos de emoción después, Awwwwww Saotomita, se ha colgado del hombro de Ramírez y se apretuja contra su pecho como si se trataran de novios de toda la vida.
-Hostia, inspector –me susurra-. Esta gachi dice ser pro-Akane pero apostaría mi esternón a que es pro-Shampoo por lo rápida.
-No te quejes, Ramírez. A mi me parece una novia guapa para ti. Además, tenemos que sacarle información.
Dos minutos después Awwwwww revuelve su café con una cucharita mientras observa, melosa, el desinterés de Ramírez por su persona, hecho que desde luego, no parece amedrentarla en lo más mínimo.
-¿Sabes la buena nueva, encanto? –le cuenta bajando la voz-. ¿Te acuerdas de Akane Mamoru? ¿La actriz que estuvo muerta quince minutos hasta que la reanimaron los doctores y luego cayó en coma? Pues…¡ha despertado esta mañana! Al parecer Amnar, todo enyesado, le ha dicho que tenía razón sobre que no era invulnerable y pffffft, Mamoru abrió los ojos. Awwwwwwwwww. Es tan romántico. ¿Tú me darías la razón si yo entrara en coma, Ram-chan?
Ramírez, un caballero…un caballero malhablado pero caballero después de todo, coge una servilleta de la mesa y limpia con ella una mancha de ketchup de los labios de la Saotomita.
-Awwwwwwww, cariño. Me has limpiado la mancha de sangre justo antes de morir. Yo también te quiero. Awwwwwghhhhwwhhhgghh…
¡Mierda! Saotmita cae como en las películas. Justo después de irse de la boca y cuando el galán parecía por fin hacerle caso. De forma tan imprevista y fulminante que no hemos tenido tiempo ni de sentarnos. ¿Por qué? Si lo de Amnar y Mamoru era historia conocida. Si ella se trataba de una simple comentarista. Verdad es que a veces las reseñas sobre las obras de Ranma y Akane son aún más hirientes para la pareja que las actuaciones mismas y que más de uno, especialmente, Troll nauseabundo, no merecería seguir con vida. Pero…¿A esto habíamos llegado ya? ¿A sufrir incluso los espectadores la ira de Ranma?
Ramírez, ajeno al cambio de metodología del asesino, simplemente se arrodilla sobre el cuerpo caído de su improvisada cita y le acomoda el pelo con una caricia. Sin los pendientes y toda la parafernalia de animé, la chica se ve extremadamente guapa ahora. Mi asistente nada de esto nota cuando la intenta reanimar con un boca a boca que dura una veintena de minutos. Como tampoco parece notar que la muchachita recobra la consciencia al cuarto minuto de comenzar a besarla.
Muertes inexplicables. Recuperaciones milagrosas y sucesos que se entrelazan de forma vertiginosa. ¿Estaré soñando? ¿Será este caso algo tan patético como una ridícula pesadilla? Al menos eso parece. Puesto que casi de inmediato entra en escena Fidelia, mi secretaria desaparecida, informándome de más reanimaciones espontáneas.
-Mala hierba nunca muere. La maldita de Ibuki nos ha tomado el pelo y también Tomates Hache –apoya sobre la mesa una foto de ambos de vacaciones en la reserva de la biosfera en Yucatán-. Los dos simularon su muerte gracias a sus "excepcionales dotes de actuación" y ahora se están ocultando entre miles de flamencos.
28 de enero de 2015 por la noche.
-Awwwwwwww. He revivido…con un beso. Awwwwww. Soy la Bella Durmiente. Awwwwww.
Intento concentrarme para escoger mejor la línea de interrogatorio sin conseguirlo. Awwwwww Saotomita es simplemente demasiado ruidosa. Y sin embargo, tengo que conseguirlo; demasiadas cosas extrañas ocurren ya para dejar ningún cabo suelto. Dos opciones me quedan. Llegar al meollo de la cuestión en este mismo instante en que logro interceptar a Akane Tendo antes de que suba al escenario…o regresar a España e internarme en un manicomio. Así pues, le tomo del brazo y le pido con un ademán que nos de un segundo.
-¿Qué desea?
Me lo pregunta con dulzura y cierta ingenuidad, su marca característica. Aunque suene raro viniendo de una mujer madura que, no hay que olvidarlo, luce tan envejecida que pareciera que el quitanieves de la vida le acaba de atropellar sin compasiones. ¿Puede una mujer de casi cincuenta años y que aparenta una centuria debido a evidentes problemas personales, conservar pese a todo su ingenuidad juvenil? ¿A qué hacerle caso? ¿A ese leve entornar de ojos y atención sincera? ¿O a las arrugas, canas, pelo encrespado y ojeras? En resumen, ¿víctima o asesina?
-A lo mejor me toma por un loco pero ¿podría explicarme por qué gente relacionada con su obra de ficción del siglo pasado encarnan a Lázaro con tanta facilidad en la realidad? Hay que ser muy tonto para pensar que la gente no muere. Y mucho más para creer que luego de muerta, puede revivir.
-Si algo aprendí en esta vida es que los hombres se corresponden mucho mejor con el estereotipo de rubia tonta. Cuanto más guapos son, más idiotas parecen…salvo Tatewaki. Ese es feo y estúpido a partes iguales.
Interesante. Me contesta con la verdad. Imposible que me mienta dada su naturaleza amable. Y sin embargo, recurre a un rodeo que es la forma que tienen de ocultar la verdad quienes no saben mentir.
-¿Insinúa usted que lo que he presenciado estos meses tiene explicación lógica, por tanto?
-No, no, no. Lógica, no. Estúpida. Tiene explicación estúpida, como todo lo que hace mi marido. Entiéndalo de una vez, inspector. Trata con un ser tan orgulloso como caprichoso. Demasiado noble para arrasar con sus nuevo "enemigos" y demasiado tonto para ignorarlos. Extremadamente orgulloso, al punto de ponerse como objetivo acabar con una red internacional de difamación de su persona y tan tonto, que ideó…bueno…eso que no puedo decirle porque pese a lo tonto que es, aún le amo.
-¿Podría contarme, al menos, la verdadera identidad de su marido?
Akane sonríe con la misma sonrisa de Kasumi, esa que te lava el corazón de pena y te hace preguntarte por el significado mismo de la verdadera felicidad.
-Claro. Dadas las circunstancias…le adelantaré el contenido de mi libro. Me he casado con Ranma Takahashi, hijo de la gran mangaka y directora de nuestra primera obra. Y no sabe lo que me costó. La bruja de mi suegra abusó de su puesto de directora e hizo todo lo que pudo para entorpecer nuestra relación. Y la de sus otros hijos. De hecho, la pobre de Sakura anda muy contenta con el anuncio de su próximo animé creyendo que es un nuevo paso para el casamiento pero en realidad, lo tiene crudo. Ya sabe cómo son las madres con sus benjamines. Esto se estirará por décadas y décadas.
01 de febrero de 2015.
Nos encontramos por fin en Nerima, Japón. La cara de "te lo dije" de Fidelia me atosiga durante todo el viaje. No existe nada peor que una mujer enamorada creyendo que tiene la razón y finalmente…teniéndola.
-Esto se podía haber resuelto hace meses –farfulla con la suficiente potencia de voz para que logre entenderle. Y tiene razón. No hace falta avanzar mucho por el paisaje de Nerima para descubrir que sobre el Dojo-estudio de grabación de los episodios de la primera temporada de su comedia romántica, cuelga una enorme antena parabólica. La palabra "venganza" escrita en japonés e inglés por las dudas, adorna buena parte de la estructura que la sostiene. Sutileza japonesa como suele decirse.
Fidelia, Ramírez, Awwwwwww Saotomita (todavía no sé cómo logró colarse y que le pague el pasaje de avión) y yo, ingresamos silenciosamente en el estudio.
-Awwwwwwwww –grita inoportunamente una persona de mi grupo, no hace falta decir quién-. ¡El patito de la puerta de Akane! ¡Y el horno de Kasumi! ¡Y la cámara de Nabiki! Awwwwwwwwww. Awwwwwwwwggghhhhwwwwhhhh.
-Cuidado –exclama Ramírez-. Creo que vuelve a ocurrir.
-No –le corrijo-. Nadie le está haciendo nada ahora. Creo que estar aquí es demasiado para ella. Será mejor que la dejemos en una silla y sigamos solos.
Desde entonces avanzamos por todo el estudio-casa con los aullidos de Saotomita de fondo. Bien pensado, parece una loba saludando a la luna. Es una bonita metáfora sobre la inaccesibilidad de los ídolos por parte de los fans…si no fuera porque se está cargando nuestra sigilosa entrada sorpresa. Efectivamente, no caminamos mucho más cuando se encienden unos focos de iluminación que hacen brillar el escenario y a nosotros con él.
-Bienvenidos, extranjeros.
-¿Habla español? –le pregunto a la sombra que se encuentra junto a la cámara de filmación.
-Hace unos días conversó con mi mujer en su idioma natal y no le pareció raro. Y además sostiene que soy el culpable de los asesinatos porque me molesta lo que se escribe sobre mi en…español…¿quién es el tonto ahora? Eh, Akane. ¿Quién?
-Sabe que Akane no está aquí, ¿verdad?
Poco a poco se acerca la sombra hasta nuestra posición, dejando ver algunos de sus rasgos. La coleta característica ha dejado lugar a una incipiente pelada y los músculos abdominales a un poco de pancita. El resto, sigue más o menos igual. Traje chino, ojos azules, mirada desafiante y cálida. Complexión atlética en el resto del cuerpo y cierta sensación de seguridad en si mismo al caminar.
-¿¡Podéis dejar de ver mi tripa por un instante?!-nos reclama con justa razón-. Llevamos veinte años de casados. Por supuesto que Akane aprendió a cocinar.
Silencio. Ambos, inspector y culpable, nos observamos durante un par de instantes. Ninguno de los dos parece ser el típico rival al que está acostumbrado el otro.
-No pareces un personaje de fic.
-Y no lo soy -le respondo-. No sé muy bien por qué aparecí aquí. Y tú, no pareces un asesino psicópata.
Ranma ya se encuentra frente a nosotros y termina de escrutarnos con la mirada.
-Ahora lo entiendo. Por qué no funcionó mi máquina en ustedes. Tranquilos, no soy un villano. Como dije antes, a mi solo me interesan…los personajes de fics. Concretamente –señala la antena del techo-, ese aparatejo lo diseñé yo durante las últimas dos décadas para provocar un fallo momentáneo en flanflictlion. Miren.
Por increíble que parezca, cuando las manos de Ranma presionan un interruptor, la antena se pone en marcha y…los aullidos de Awwww Saotomita cesan por completo.
-Lo ve –nos explica con una gran sonrisa en la boca-. Solo afecta a personajes y comentaristas de Flanflictlion, el periódico donde trabaja la Saotomita esa. La multinacional que financia las obras de teatro sobre mi persona y publica sus reseñas. Yo sigo bien porque soy personaje de manga y usted de historias policiales. Ahora, observad –vuelve a presionar el botón para que la parabólica deje de emitir sus señales-. ¿La oís? Ya se ha recuperado y casi ni cuenta se ha dado de que ha estado "suspendida" un par de segundos. No soy un asesino. Solo un genio de la computación. Un hacker profesional podría decirse.
-¿Ranma Saotome, hacker? ¡Este es un futuro alternativo para el bueno de Ranma aún más ridículo que todos los que intentas detener!
-Puede ser…pero es mi futuro. El que elegí yo solito. El único y verdadero.
Realmente se trata de la estupidez más grande que he visto jamás. Y curiosamente, ¡funciona! Ranma Saotome…el hacker…deshaciéndose de los que imaginan un futuro ridículo para su yo de dieciséis años…es demasiado irónico ahora que lo pienso. Podría pararme a insinuarle que algún dios chiflado le está manipulando por pura diversión o que toda esta aventura carece totalmente de sentido pero prefiero no hacerlo. El tío simplemente se ve tan feliz con su aparatito que no tengo corazón para arruinarle el momento.
-Vamos, Fidelia. Volvamos a casa.
-¿No piensas detenerle?
-¿Por hackear flanflictlion? No, para nada. Si tampoco se nota mucho la diferencia. Con todas las veces que se cae el servidor.
Fin
Historia bonus
La felicidad de ser un grinch y la tristeza de no serlo.
Mi madre como todas las madres, efectúa multitud de tareas a diario, pero sobre todo se ocupa básicamente de tres cosas en sus momentos de descanso. Uno: tomarse un café. No sé por qué, pero parece existir algún tipo de relación entre el nivel de cafeína que exige el cuerpo a diario y la cantidad de niños que uno tiene o está preparado para tener. Dos: Fumar un cigarrillo. No abundaré demasiado en el tema. Como ya mencioné en otras historias bonus, odio el humo del tabaco pero lo acepto como compañero inevitable de los cafeinómanos. Tres: Leer un libro. Mi santa madre (aunque odie que la llame con ese apelativo) se la pasa siempre leyendo. De hecho, tenía una gran biblioteca en casa repleta de libros de todas clases y con estanterías que llegaban hasta el techo. Y se sabía y sabe muy bien el contenido de todos ellos menos los de una sección: las novelas policiales. "¿Por qué?" os preguntaréis. ¿Acaso no le gusta ese género? ¿O le resulta aburrido? Al contrario…le encanta. Pero sufre de un extraño caso de grinchismo acotado. Me explico: la mujer que disfruta horrores leyendo novelas policiales y que es capaz de recitar párrafos enteros de memoria sobre Historia de la pintura flamenca o repetir palabra a palabra cada uno de los miles de cuentos populares italianos recopilados en tres tomos por Italo Calvino, al terminar de leer una novela de Agatha Christie, por ejemplo, olvida por completo su argumento. Y solo a base de grandes esfuerzos es capaz de recordar que Hércules Poirot es belga. He aquí, por tanto, el dilema. ¿Qué hacer, una vez catalogado el problema? Pues mi madre lo tuvo en claro desde su primera juventud. Guardar en un estante especial cada libro que realmente le guste del género que le causa olvidos. ¿Os imagináis el gozo que le hace, pasadas unas décadas de recopilación, leer sus libros favoritos todos juntos como si fuera la primera vez que los leyera? Le ocurre como si de pronto, dieran una maratón de nuestras películas preferidas en la tele y nosotros la viéramos por primera vez. Si ya es una sensación indescriptible terminar de leer nuestro libro preferido, escuchar la mejor canción de la historia o ver nuestra película favorita por primera vez…verlas, leerlas o escucharlas todas juntas sin saber qué o cómo van a ocurrir las cosas, se convierte en un don maravilloso. Ser un grinch incapaz de asimilar en nuestra memoria algo que nos gusta, se convierte en toda una virtud si tenemos la inteligencia y disciplina de guardar una colección poco a poco de nuestros gustos olvidados. He de reconocer que verla todos los meses leyendo los mismos libros de inspectores mechados con las demás tipos de novelas que se iba comprando y sorprendiéndose porque el mayordomo era el culpable, me parecía de pequeño una estupidez. Sin embargo, hace poco me encontré con una carpeta olvidada en las profundidades de mi disco duro con cientos de canciones que había ido guardando en los años anteriores. Llevaba tres años sin oírlas y mi "grinchez" para la música me hacía incapaz de disfrutarlas en la cabeza sin oírlas, ni mucho menos recordar ni un acorde. Entonces, sí que entendí a mi madre. Me pasé al menos tres horas maravillándome por la belleza que había olvidado ya que en ese tiempo, solo llegaba a mis oídos la música que ponía la radio, los chicos o Minefine7, música buena, desde luego. Y sin embargo…¡qué diferencia! Cada una de las canciones olvidadas me apuñalaba la memoria con su perfección. Y el conjunto al entero, se convirtió en un recital fabuloso de sentimientos enterrados y disfrute.
Hoy me gustaría decir, que luego de más de tres meses de ausencia, retomo esta colección con la mente en blanco y sin memorias. Lamentablemente, no puedo hacerlo. Por muchos días que hayan pasado, sigo recordando a todos y cada uno de los lectores, autores e historias que hay en este fandom. Recuerdo exactamente qué eventos inspiraron cada uno de los párrafos que compartí con vosotros, qué one-shots e historias largas me gustaron más de los demás autores y cada una de las reacciones de mis lectores sobre las diferentes vueltas de tuercas que fui sembrando desde aquel lejano 17 de enero de 2013. Sería lindo decir que empiezo de nuevo. Pero no. No se trata de eso. Simplemente, he regresado de una pausa larga.
Los quiero y los he extrañado,
Leandro-Sensei.
PS: Estem…¿alguien se sabe la contraseña de mi cuenta? En fin, tendré que preguntarle a Minefine7. Adiós sorpresa.
Comentarios
Estimada angelikitap4emmettttttttt. Mejor que sobren las "t" a que falten. No fue un crossover con Harry Potter pero he solucionado el tema de las muertes de forma satisfactoria. ¿Debería escribir el apellido de Harry con una sola "t" para compensar mi olvido del otro cap.? Estem…estuve a punto de matar a Akane y no lo hice…porque me acordé de que lo había mencionado tú. Soy orgulloooooso. Si me adivinan el final, lo cambio :) Las pelis de terror me dan miedo. Y no me gusta tener miedo. Lo sé. Soy tonto. Ya bastante me cuesta digerir las escenas de vergüenza ajena de las comedias románticas que ve Minefine7…para ponerme a ver pelis de monstruos.
Estimada Minefine7. ¡Feliz 2015, Minefine7! Fidelia ha quedado un poco opacada en esta segunda parte. Pero seguro que es la primera vez que me pasa.
Estimada gente sin Internet, con vidas interesantes o sin tiempo libre: gracias por leer.
