133 razones por las que no me casaré con Ranma Saotome en el futuro cercano.
Últimamente me he rendido a la evidencia de que los jarros repletos de ojos de serpiente, lechuza y marmota ya no están de moda. Por supuesto, sí que hubo una época en que las pequeñas aprendices de bruja se divertían comprando en mi tienda amiga este tipo de entretenimiento y también una en que los dragones júnior también adquirían en ese mismo sitio sus princesas de chocolate. Sin embargo, ahora simplemente ya no existe tal tipo de productos en su catálogo. Como tampoco los trolls se conectan ya a EdadMediaNet para asustar de 2017 formas diferentes a las princesas ingenieras de Guadalajaralandia. Habrá que reconocer, por mucho que me pese, que hoy en día, en pleno siglo XXI, los trolls no usan palomas para indignar con sus comentarios, las brujitas encogidas solo son niñas sin magia (y con algún diente de leche caído) y los dragones escupen "guaus" en lugar de fuego. Sin embargo, ¡algo se mantiene todavía vigente! Los monstruitos de este siglo también (como no podía ser de otra manera) acuden a mi tienda amiga a proveerse de entretenimiento. El señor Saotome, uno de esos horrendos monstruos actuales (aunque haya gente que le considere bien parecido), se encuentra ahora mismo saliendo de una con un yo-yo en la mano, juguete que os aseguro, resulta el más apropiado para alguien de su personalidad. Afuera le espera, para variar, Akane-chan, una bella princesa de las de ahora, sin corona y al parecer con un poco de mal genio (normal; si yo tuviera que aguantarle todas las tonterías a mi acompañante, también me exasperaría con facilidad). Al parecer, los muchachos, un tanto creciditos ya, mantienen cierto aire infantil inadecuado para sus cuerpos -corpulento en el caso de uno, y voluptuoso en el de la otra-. Y digo que mantienen cierto espíritu de inmadurez por el juguete del señor Saotome y porque Akane-chan se ha montado en la tarima de una plaza céntrica de Nerima a realizar un largo discurso –al menos eso deduzco por el extenso pergamino que acaba de desenroscar- ante un público inexistente.
-Razón irrefutable número 1 para no casarme con Ranma Saotome en el futur…
-…oye, Akane –le interrumpe el aludido sin dejar de jugar con su yo-yo nuevo y por tanto, sin alzar la vista-. Perdona que te lo diga. ¿Pero realmente necesitas tantas razones? ¿No te vale ya con nueve o diez?
-Pues sí, Ranma, sí –responde la princesita sin corona con furioso ímpetu-. Las necesito todas. Y que sepas que esto solo es un resumen.
-Y por supuesto, también tienes que subirte a una tarima con un micrófono. Es algo súper necesario.
De pronto, un corto silencio, más teatral que otra cosa, y nueva respuesta colérica por parte de la jovencita que ya decididamente me cae bien.
-¿Te digo yo cómo entrenar o vencer a tus enemigos? ¿Verdad, que no? Pues eso. Esto se hace a mi modo y ya. Como iba diciendo. Razón irrefutable número 1...Ranma es más feo que una zarigüeya –doy fe que es verdad-…perdón, Ranma…-se para de golpe y le hace un gesto- el micrófono no va…podrías ayudarme…¡ah! –exclama una vez solucionado el problema-, es este botón, gracias…como iba diciendo…¡es feo como una zarigüeya! No me gusta nada, nada, nada. Especialmente, odio esos ojos azul ultramar con los que pretende conquistar a las advenedizas. ¿A quién pretende engañar? Cuando yo le conocí los tenía negros. Porque mi Ranma original, querido público, es así; de un solo color. Sin trajes chinos rojos ni coletas femeninas coloradas. Todo negro o gris.
El susodicho señor Saotome, único espectador del "discurso" además de un pobre niño que acertaba pasar por aquel lugar, aguarda pacientemente en un rincón ensimismado en su entretenimiento nuevo. Por fin, cuando falla por cuarta vez su intento de trípode con el yo-yo, advierte que Akane-chan ha hecho una pausa y responde.
-Venga, Akane. Acelera que hace frío. Y no sé a qué viene eso de recordar que antes éramos blancos y negros. Empezamos en el manga y luego nos hicimos famosos. Fin de la historia. A mi me gustan mis ojos de animé. Y no soy el único que piensa así.
-Tú, a callar. Que esta es mi lista. ¿O tengo que recordarte que tú tuviste ya tu oportunidad de ventilar la tuya a los cuatro vientos? –es verdad; vuelvo a dar fe-. Te publicaron once reseñas en la Voz de Nerima y te la oyeron 1565 nerimianenses en directo.
-Estoy casi seguro de que no se dice así –le retruca en seguida; se ve que el señor Saotome para criticar sí que es rápido-. Serán nerimanianos o a lo sumo, nerimatitas.
Mi dama descoronada ancla la vista en su yo-yo y en la torpe pirueta que no logra hacer su acompañante. Por un momento parece dispuesta a arrebatárselo para entregárselo al pobre niño que les mira con tristeza desde un rincón pero luego se contiene y continúa.
-Razón irrefutable número 2. Le huelen los pies a fresa y odio la fresa –doy fe que despiden ese hedor-.
-Pues a ti te huelen a nata. Creo que hacemos buena pareja.
De pronto, un cambio de ritmo impensado en la disputa. Casi como si algo no fuera del todo bien.
-Vamos, Ranma –baja Akane los brazos-. Ayúdame un poco. Compórtate como siempre. ¿Desde cuando eres tan conciliador, directo y sincero?
-Lo sabes más que bien.
-¡Entonces –exclama triunfal- deja de interrumpirme! Razón irrefutable número 3. Es un indeciso crónico.
-Oyeee, eso es mentira. Como sigas por ahí, se lo contaré a Kasumi o a Yuka. No, no, mejor a Kasumi. Aunque tú le haces más caso a Yuka. No sé. A alguna de las dos.
A lo mejor soy yo…pero los torpes movimientos de cabeza del descerebrado del señor Saotome hacen un spoiler bastante evidente de la quinta razón, su extremada estupidez, como bien hace hincapié la hermosa princesa de la modernidad, Akane-chan:
-¡Basta, Ranma! Después de esto, queda redundante decir la razón irrefutable número 5. En fin…pasemos a la 6. Huele bien.
-Uy sí, uy sí –el señor Saotome comienza a dar unos grotescos saltitos cursis, imitándola-. Chicas, escuchad, escuchad, no os caséis conmigo que huelo bien.
-¡Hueles mejor que yo, afeminado! Se supone que yo soy la chica.
-Sí…se supone. Ouch…oye, no me pegues con el micrófono que duele –en realidad no tanto; tendría que haberle dado más fuerte-. Además, esto es ridículo. En la segunda razón me huelen los pies mal y en esta otra… ¿huelo bien? Y luego soy yo el indeciso.
-Razón irrefutable número 7. Se empecina en tener razón.
-Porque la tengo.
-Razón irrefutable número 8. Y es muy pesado cuando se le mete algo en la cabeza.
-Porque lo que se me mete en la cabeza son verdades como templos.
-Razón irrefutable número 9. Y no sabe cuando callarse.
-Para el carro, Akane. Que ese es un mal universal masculino. No cuenta.
-Razón irrefutable número 10 –comienza a declamar con su bella voz un largo discurso que pone punto final al entredicho-. Ranma Saotome es "hombre" para todo lo malo: falta de empatía (número 11), desconsideración (número 12), olvidarse las fechas importantes (número 13), no darse cuenta de que me cambié el peinado (número 14), comer con las manos (número 15), esconder sus sentimientos (número 16), ser egocéntrico (número 17), maleducado (número 18), malhablado (número 19), etc (números 20 a 96). Y sin embargo, no se muestra tan masculino para nada de lo bueno: no es caballero (número 97), galante (número 98), refinado (número 99), práctico (número 100). No sabe ajustar ni un tornillo suelto (número 101), ni sabe conducir (número 102)…
-…los artistas marciales no manejamos coches. Saltamos por los tejados.
-Razón irrefutable 103: me interrumpe. Siempre, siempre, siempre me interrum…
-…a veces no –jajaja, es que el señor Saotome es un cabeza de chorlito; os lo digo yo-.
-Razón irrefutable 104: y es cínico. O tonto. Todavía no estoy segura…
Las dos cosas, mi querida, Akane-chan, las dos cosas. Ahora, se hace un corto silencio. Luego de la intensidad del ida y vuelta de golpes bajos, el señor Saotome se toma un respiro para intentar una nueva voltereta fallida con el yo-yo. El niño, le sigue espiando desde su rincón con cara de odio. Obviamente, todos los presentes menos el susodicho señor Saotome consideran que el juguete estaría mucho mejor en las manos del chaval que en las suya. Pasa el tiempo. No estoy seguro. Creo que una treintena de segundos o dos en esa tensa pausa. Como si aquello se tratara de una rutina preestablecida desde el vamos.
-Lo que pasa, Akane, es que hablas como una urraca –retoma por fin el hilo el señor Saotome-. Si tuviera que esperar a que te calles, moriría de aburrimiento. Y por cierto, estoy agonizando ahora mismo.
-Razón irrefutable 105: Solo entiende la mano dura. ¿Quieres que empiece de nuevo desde la primera razón, Ranma? ¿Eh? ¿Eso quieres? Por mi encantada.
-…
¡Chúpate esa, artista marcial de pacotilla! Te ha cerrado la boca de un guantazo muy bien dado. Genial, Akane-chan, genial.
-Razón irrefutable 106: Hasta ahora no he mentido ni exagerado en nada. De hecho, podríamos catalogar esta lista de "verdades irrefutables" antes que de "razones".
Otro silencio…¿por qué? ¿Si está ganado y ya queda poco para terminar? Mal asunto. El tonto del señor Saotome es un lince para estas cosas. Ya ha notado el detalle y prepara su cuidadoso y furibundo contraataque.
-¿Y? –se burla despiadadamente-. ¿Ya está? ¿Solo 106? ¿No iban a ser 133 supermegaarchiincreíbles razones?
-Yo…estem…no escribí más. No pensaba que me ibas a dejar leer tanto. Me has sorprendido -comienza a tartamudear-…yo…razón irrefutable 107: odio que me des vuelta la tortilla con un acto romántico cuando estoy enojada contigo.
-Ya te dije que no me olvidé de San Valentín –le abraza-. Solo de que hoy es 14 de febrero. No es lo mismo.
-Razón irrefutable 108: Tus excusas son patéticas.
-No son excusas. Si quisiera ponerlas, diría que es tu culpa por destrozar el calendario.
-¡Eso! –vuelve a sonreír la mujer más hermosa sobre la faz de la Tierra-. ¡Gracias! Razón irrefutable 109 y 110. Ranma no sabe leer un sencillo almanaque y encima me obligó a romper ese tan bonito por insistir en que no era el día de San Valentín.
-Mmmm. San Valentín. Es un día comercial. Pensé que ya había quedado claro.
-Razón irrefutable 111…-sonríe por un instante y luego frunce el ceño- ¡un momento! No soy tonta, Ranma. ¡Me estás ayudando! Eso no es justo. Me…desmotiva.
Ni lerdo ni perezoso, el señor Saotome culmina su medido plan con la última estocada.
-Pues, entonces, salteemos las que quedan y déjame decir la 133 a mi.
El viento sopla con fuerza, rodeando a la pareja despareja por varios instantes. Mucho me temo que aquí se termina todo. El holgazán del señor Saotome, para variar, se lleva este nuevo asalto.
-De acuerdo, dila.
-Razón irrefutable 133 y más importante. Akane Tendo de Saotome, nunca se casará conmigo en el futuro inmediato porque…ya lo ha hecho hace seis años. ¿verdad, Ranma júnior?
Verdad, Señor Saotome, verdad. Pero no porque estés casado con MI MAMI BONITA, tengo que aguantar todas tus tonterías. Mami es buena y tú malo. ¿Entendiste? Además, ¿qué clase de padre se compra un yo-yo tan lindo y no lo comparte con su hijo? ¿Quién? Solo Ranma Saotome…mi padre. Pfffft. ¡Qué se le va a hacer! Es mi padre; hay que quererle.
Fin.
PS: por cierto, no tengo complejo de Edipo. A lo sumo, Edipo tiene complejo de Ranma júnior.
Historia bonus.
Teoría y práctica aritmética.
Comedor de la Mansión Sensei. Dos figuras conocidas sostienen una de sus múltiples batallas diarias. Llueve, hace frío y pese a todo, ambos sudan de lo lindo.
-Vamos, Bulmita –insiste la apuesta y musculosa figura paterna-. Solo queda una cuenta. ¿Cuánto es 23 menos 8?
-96. No, no, no. 1…espera.…¿7? Estem…43…uffff. Cuando sea reina voy a prohibir las mates, papá.
Sí, claro –piensa el padre-, como si dejaran a la gente llegar a ser reina sin saber hacer una simple resta…y sin pertenecer a la línea sucesoria. Toca, para variar, engañar a la cría.
-¿Y qué vas a hacer con los que se nieguen?
Bulmita responde rápida y segura.
-Al calabozo, por supuesto.
-¡Espera! No puedes hacer eso. Piénsalo bien. Si Gohan –señala el padre la habitación del hermano- en su reino tiene 13 súbditos y tú en el tuyo 23 y mandas al calabozo a 8 por desobedecerte…, te quedas con menos gente para servirte que tu hermano.
Los deditos de Bulmita se alzan y caen durante unos diez segundos, los que tarda en ayudarse a hacer la cuenta.
-Claro que no, papá. Me quedaría con 15 que es más que 13. Además, los ocho del calabozo seguirían pagando los 3 bulmidólares de impuestos por día. Así que ganaría 69 bulmidólares al día, 483 a la semana y 1932 al mes.
¡Victoria! Lástima que Bulmita no sea muy consciente de ello…
-Ajá…y solo por curiosidad… ¿cuánto es 23 menos 8?
-¿281?
-A partir de ahora, cuando hagas una cuenta, imagina que sumas o restas dinero.
Bulmita se encoge de hombros y responde:
-¿Y qué tienen que ver las mates con el dinero?
Hasta aquí la anécdota graciosa. Centrémonos ahora en la gran frase final de Bulmita. ¿Qué tienen que ver las mates con el dinero? ¡Gran pregunta! Uno se sentiría tentado a responder: todo. O, dicho de forma más elegante: el dinero es una abstracción matemática. Sin embargo, ¡no lo es! La aritmética consiste, desde luego, de una serie de relaciones universales. Si embargo, veamos con qué facilidad, Gohan destruía de pequeño esas relaciones universales cuando estas se imbuían de realidad.
-Papá, papá. La profe nos hizo una trampa en el examen de matemáticas de hoy. Nos preguntó: "si tengo 4 manzanas y mi mejor amigo me pida una, ¿cuántas me quedan?" Y todos respondieron, 3.
-¿Y tú, Gohan?
-Pues yo, me di cuenta de la trampa y soy el único que contestó bien. Me quedan 2. Porque si mi mejor amigo tiene hambre, aunque sea educado y solo me pida una, tengo que darle la mitad de mis manzanas. Es lo correcto, ¿no?
Pues…sí. Es lo correcto aunque la profesora se crea que no tiene ni idea de mates. ¿Quién en calidad de padre, se anima a decirle que no a un niño de cuatro años? Así, que para variar, toca llevarle al otro mundo. Al de la abstracción más absoluta con una treta.
-¿Y si tuvieras 48 manzanas y vienen tus dos mejores amigos, les darías lo mismo a cada uno, no? Es lo correcto.
-Sí, por supuesto. 16 a cada uno y 16 para mí.
Nuevamente, ja ja ja. Qué graciosos que son tus hijos, Sensei. Pero no. No cuento estas dos anécdotas solamente para haceros reír. Si las contraponemos, descubriremos que a Bulmita le cuesta muchísimo pasar desde lo concreto (cantidad de súbditos) a lo abstracto. Y a Gohan le sucede exactamente lo contrario. Suma, resta, divide y multiplica en cuestión de instantes pero se le atraganta su aplicación práctica. Esto se debe a que ambos tienen dos concepciones matemáticas diferentes. Gohan es abstracto, es decir, el típico ingeniero programador, capaz de imaginar un motor brillante en su cabeza y diseñarlo respetando las relaciones matemáticas subyacentes a su funcionamiento. Bulmita, en cambio, es práctica; o sea, quién ensamblaría correctamente todas las piezas del motor diseñado por su hermano, sin llegar a entender muy bien por qué cada una tiene ese tamaño. Imaginemos que ahora van por la vida subidos al coche que han construido juntos y de pronto les ataca un enorme dinosaurio. Pues ni lerdo ni perezoso, Gohan remodelaría el motor para que tuviera más potencia y poder escapar. Un imposible para Bulmita. Ahora supongamos que pese a todo, el dinosaurio logra antes de quedar atrás romper parte del motor con unas de sus garras. ¡No hay problema! Bulmita reemplazaría la pieza rota con el mango del peine que guarda en su bolso, lo ataría con una horquilla de su pelo y reciclaría las piezas defectuosas para ir arreglando los nuevos desperfectos que surjan en el camino. Si Gohan viajara solo, ya estaría en el estómago del dinosaurio saludando a sus líquidos gástricos.
La primera moraleja es que todos, todos los seres humanos, respondemos a uno de estos dos perfiles: práctico o abstracto. Que por supuesto, se aplican a todo. Yo, por ejemplo, escribo a lo Gohan. Imaginando una estructura a la que luego le meto palabras de por medio. Y si luego, alguna de estas palabras contiene datos erróneos como que el sol gira alrededor de la Tierra…pues, es culpa de ese perfil mío al que le cuesta pasar de lo abstracto a lo concreto. Por supuesto, también existe el escritor antiSensei, que se pierde en millones de datos exactos sobre la cultura y época que trata y al final se olvida de cerrar adecuadamente los hilos argumentales. O ni siquiera los desarrolla. Por ejemplo, no tengo ni idea de si existen los yo-yos en Japón o no. Pero jamás dejaría el fic anterior con los diálogos desnudos y sin un tercer personaje que le dé consistencia a todo y despiste un poco al lector.
La segunda moraleja que se puede sacar de todo lo expuesto, es que en todo grupo de trabajo debe haber al menos un miembro de cada tendencia. En teoría, si el grupo funciona armoniosamente, no existe problema sobre el que no puedan formular una solución acertada.
Tercera moraleja: todos somos permeables a una de estas estafas y no a la otra.
Estafa 1:
-Niño, niño, págame un bulmidólar y te vendo este hermoso buzón.
-Bieeeen, soy el dueño de un buzón.
Estafa 2:
-Niña, niña. Esta chocolatina vale 0,65 bulmidólares. Te vendo 3 de promoción por solo 2 bulmidolarcitos. ¿Qué dices? ¡Es una promoción limitada a clientes vips como tú!
-Bieeeeen, me ahorré…¿20 céntimos? ¿32…? ¡Un momento…! Mi instinto asesino me dice que debo matar a ese estafador…aunque no sepa muy bien por qué…
Cuarta moraleja: ser consciente de nuestro perfil solo es el primer paso para sobrevivir en este mundo. Si aspiramos a la excelencia -supongo que algunos de los que me lee, lo hace-, debemos tomar medidas para evitar los errores asociados a nuestro perfil. El abstracto ha de documentarse a la hora de poner sustancia a sus edificios mentales, a fin de que no le vendan buzones por muy bien hechas que esté las cuentas. Y el práctico, ha de pararse a pensar muy bien lo que va a hacer antes de empezar a construir. Aunque luego tire de improvisación e inspiración pura, la meditación previa le salvará de tener que borrar un hermoso párrafo porque no tiene ni pies ni cabeza que le conecten con el resto del cuento.
Fin de la historia bonus.
Comentarios
Estimada Akyfin02. (cap. 127). Bienvenida, ovejita descarriada. Te extrañé mucho. ¿Insinúas que los chistes son más malos que Anticlímax? Es curioso…porque Anticlímax al final se vuelve bueno. A lo mejor si los vuelves a leer…hablando de chiste malos….¿ya te has curado de tu inreviewlosis? Ah sí…tengo un chiste malo extra para ti: ¿Qué hace Ranma en el Arca de Noé? Ahorrar espacio. Jajajajaja….claaaaro…porque él solito es una muestra de humano y humana.
Estimada Akyfin02. (cap. 128). ¡Ñac! ¡Te salteaste un capítulo!
Estimada Akyfin02. (cap. 129). Mmmmm. Mencionaste a la Pantera Rosa y me dio hambre. ¿Existe en México un pastel llamado así?
Estimada Akyfin02. (cap. 130). ¡Revive a Hiboki! Pobre Ramírez; se merece una novia. Y también Amnar. Soy así, de generar parejas con personajes secundarios.
Estimada Akyfin02. (cap. 131). Eres incapaz de odiar a Ranma y lo sabes. A lo sumo, te darán ganar de pegarle un poco…pero con cariño. El problema de Akane en todo caso es que no da miedo. Como tú. Por eso Ranma se siente en libertad de decirle todo lo que se le ocurra.
Estimada Akyfin02. (cap. 132). En el interior de mis tenedores doblados tengo guardadas algunas bombas de Mousse. Ups…ese detalle se me olvidó de decirle a Bulmita….ohhhhhh, ¡qué torpeza de mi parte!
Tampoco es tan complicado stalkear a la gente. Solo hace falta tener tiempo libre, interés o dinero para pagarle a alguien con tiempo libre.
No busques a tu príncipe de las espaldas. Él te encontrará a ti. Tarde o tempratarde.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 98). Hola, Geral. Bienvenida al selecto grupo de los que leyeron todos los capítulos. Haberlo conseguido te distingue como alguien especial y por especial me refiero a cuatro cosas: 1) tener buen humor, 2) ser un poco obsesiva, 3) tener un punto de ingenuidad para caer una y otra vez en la artimaña de la vuelta de tuerca y 4) ser lectora voraz (aunque sea largo, esto se tiene que leer lo más de corrido que se pueda. Así está pensado). Sé que eres así, porque la gente que no lo es…pues se cansa por el camino, se aburre o se distrae con otra cosa.
La historia de los ocho años es una de mis preferidas. Recuerdo que en su momento, Minefine7 no paraba de fisgar lo que iba redactando porque el argumento la puso muy nerviosa. Así que te entiendo perfectamente.
Gohan tiene ahora 9 y Bulmita 7. Aunque tienes que tener en cuenta que llevo dos años y un poco redactando historias bonus. Por ejemplo, Gohan ya no está más de novio con Videl. Textualmente: "rompimos porque ella se parece demasiado a mi hermana".
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 100). Odiar a Ibuki y ser pro-Ibuki…no eres ni la primera ni la última que cae en mi esquizofrenia.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 101). Y a mi me encanta contar historias bonus.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 102). "¡Muy mal!" -diría Bulmita-. "La gracia de manipular consiste en observar la cara de terror del manipulado advirtiendo que le manipulan y aún así no teniendo opción a réplica". Igual debería añadir esto a mi lista de características del lector completo de mis fics: "ser hija al estilo bulmitense o similar".
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 103). ¡FF rules! Salvo en Japón. Allí no tiene muy buena fama. ¡Qué pena!
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 104). Ah…estem…intimar como conejos…sí…estem…es muy sencillo. Se ata una zanahoria a una carta-documento para "intimar" a la persona elegida y se la lanza por la ventana abierta de su casa.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 105). Y yo me propuse responder todos los comentarios que pueda. Es lo justo, ¿no? Si tú te molestas en leer y dar tu opinión, yo debo tomarme mi tiempo para agradecer todas tus reacciones.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 106). ¿En serio? ¡Por fin a alguien le gusta mi fallido crossover!
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 107). En el mundo real hay muchísimas Kikyos. Ya sabemos cómo es la mercenaria. Siempre ficcionaliza problemas reales. Kikyo=exnovia. Por ejemplo, yo me imagino que decidió inventar Rinne más o menos así:
Rumiko: Yusuf –le habla a su mayordomo-, oye, que he terminado Inuyasha. Dime….¿qué está de moda últimamente?
Yusuf: pues…Bleach.
Rumiko. ¿Todavía? ¿Y qué más?
Yusuf: la crisis económica.
Rumiko: Pues ya está. Haré un shinigami pobre.
Yusuf: otro éxito, madame.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 109). Amnar siempre cae bien.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 110). Buahhhhh. Soy predecible. Sabías que eso iba a pasar…¿o es que espiaste antes? No sé…no sé…
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 111). Sí, soy cruel y me gusta serlo. ¡Buahahahaha!
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 112). Ya no me acuerdo cómo reaccionó Akane a la muerte de Ranma…lo escribí hace mucho…estem…¿lo revivió con las esferas del dragón?
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 113). Bueno, no es por presumir pero la locura se me da bien.
Estimada Massy13. Holaaaaaaaaaaa. ¡Te extrañé también! ¡Hoy es un día excelente! Bien contestado. Efectivamente, ninguno piensa terminar sus historias. Saludos de parte de Minefine, los chicos y de mi, claro está.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 114). ¿Meloso en plan: "¡bien, es meloso!"? ¿O en plan: "puajjjj, demasiado meloso para mi"?
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 115). Jajaja. Aunque ponga guest, sé que eres tú. Tu estilo inconfundible para dejar reviews y la secuencia exacta de capítulo en que lo dejaste. En todo caso…¡enhorabuena! ¡Eres el glorioso e irrepetible review 1234!
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 116). Las encuestas son más divertidas de redactar que de rellenar. Doy fe.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 117). De verdad es útil…supongo.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 118). ¿Por qué tanta Kodachi? Porque mi mujer me dijo que Kodachi no salía nunca. Lo sé. Es un motivo muuuuuy maduro de m parte.
Estimada Akyfn02 (cap. 126). Claro que sí lo reviviré…ya sabes qué tienes que hacer a cambio. Moe Sato no es malo. ¡Ahora resulta que asesinar a alguien es suficiente razón para considerar a alguien malo! ¡Esta sociedad es muy poco tolerante con la violencia mal entendida!
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 120). Tú no tienes una hija con mirada demencial. Cuando la tengas, te acordarás de mi. Igual falta mucho para eso. ¿Cuántos años tienes? Según tu profile, la séptima parte de un siglo que vendría a ser solo 14 años. ¿Tan poquitos?
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 121). Porque la verdad es ciega como la justicia. Ah…y porque es irónico, ¿verdad?
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 122). No los extrañes mucho. Ya tengo redactado el especial definitivo de esos tres personajes. Supongo que lo publicaré para el 140.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 123). ¡Qué casualidad! Justo ayer Bulmita me hizo una broma parecida sobre el ganador de Master Chef júnior que según ella sería alguien cuyo nombre empieza por "Ma". Demás está decir que a la final llegaron Manuel y María.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 124). ¡El melodrama es parte esencial de nuestras vidas! O exagero para entretener a la gente…no sé…una de las dos.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 125). No recuerdo haber escrito eso. Habrá sido otro Sensei…
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 126). Pobre Ryoga. Nadie lo extraña porque no está nunca.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 127). Ollita a presión es bueno. Pero "keptchumi" es insuperable.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 128). En realidad no era muy obvio. Casi me siento culpable por estafar a los lectores. Bueno…no. Me encanta engañarlos.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 129). Empezar por el 129 tiene el problema de que puedes perderte un poco. Por suerte no ha ocurrido y me alegro.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 131). Tú sí que me entiendes. Lo primero es lo primero.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 132). ¿A que sí? Ranmedor, Ranmedor. ¿Dónde estás? Que no te…veor.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 1). Bienvenida al principio.
Estimada the-girl-of-pig-tailed (cap. 2). ¿Nada más? Tenía la ilusión de que siguieras el bucle de comentarios hasta el 98 otra vez. En fin, no puedo quejarme. Demasiados reviews me has dejado de una sola vez. ¡Y los he contestado todos!
Estimada Minefine7. Yo soy el prefe.
