Diseñando las dudas 2.
Día 1.
-Ranma, no puedo dormir.
-Zsrfdskjrhsk dljghsljthr
-Ya me tomé un vaso de leche.
-¿Ddgjhretkl tlret?
-También fui al baño. Podrías hacerme un poco de compañía, ¿no?
-VCdfylkdfjhdlkfjhgkldrxfglkdfh dftg ¡RDfdr!
-Bueno, bueno, no hace falta ponerse irónico y agresivo. Solo quería un poco de entretenimiento. No es mucho pedir.
-¿Eddfd?
-No, Ranma. Tus chistes son pésimos. Yo me refería a que te despertaras un poco y me dieras conversación.
-¿Zdñlgjfñjr dfñgjdfñlkyjr fdzzzzz?
-No insistas. Estoy segura de que será malo.
-¿Zdñlgjfñjr dfñgjdfñlkyjr fdzzzzz?
-No lo sé, Ranma. Dime, por favor, si no es mucha molestia, en qué se parecen Pe-chan y una mofeta.
-Zhjgjjajajajajjzzzzzasdgjhszzzzzzjajaja.
-Grosero.
-¿Zdfdjfh zklsjd zzzsk?
-Por supuesto que lo entendí. Es maaaalo.
-ZZZsrlehre erlhekrel. ¡Zzzeerz!
-El problema no es mi sentido del humor y te puedo asegurar que sí lo tengo.
-¿Perytiodrey?
- Claro que puedo contar uno mejor. Por ejemplo…déjame pensar….mmmmm. Ya lo tengo. Entra en un bar un hombre que sale de la cárcel luego de veinte años de condena, un marinero que acaba de hacer puerto luego de un viaje de dos años y un cura que acaba de dejar el hábito luego de tres décadas de ejercer su oficio. Y justo, justo se encuentran con Shampoo atendiendo en paños menores…
-…Zrdrlfherl dflkjdkle eretret.
-Ah…ya lo conocías…de acuerdo. Era previsible. Pero…espera. Tengo otro y este seguro que no lo conoces. 1er acto. Kodachi en Egipto ataviada con un vestido entre rojo y morado. 2do acto. Kodachi en Egipto ataviada con un vestido entre rojo y morado. Tercer acto….
-La rosa púrpura del Cairo.
-Ufa. ¿También lo conocías? En fin, al menos te desperté.
-Claro que no. Es que ahora me dedico a hablar a las tres de las mañana en sueños de forma perfectamente inteligible. Y me siento con los ojos abiertos mientras duermo…porque también he dominado esa técnica.
-Insisto. Cada día estás más grosero. Tendrá que perdonarme el señorito si tengo un poco de insomnio.
-Zsrfderkjl dljhdeltr dldhektle
-¿De verdad? Pero si no pasaron ni veinte segundos. ¡HOMBRES!
Día 2.
-Ranma, tengo insomnio otra vez.
-¿Zfdrlkjehr dtrkekl?
-Que sí, pesado. No te estaría hablando si no lo hubiese intentado todo ya.
-¿Fggrjh dlkfhekl dljhf?
-Por supuesto que no pienso tirarme en la fosa de la mujer con sueño ahogada.
-Zfddsfg fg rlkjdehr dthjjl.
-YA SÉ QUE ERA IRÓNICO. DESDE LUEGO QUE NO EXISTE.
-Zzzzzdfry g.
-Sí, Ranma, sí. Ya me dejo de gritar y te dejo dormir. Se ve que tengo las hormonas revueltas.
-Ffgrlk freglkjjkj.
-¡NO TENGO LA REGLA! ¡IDIOTA!
Día 3.
-Ranma…gracias por ocuparte de todo hoy. Siento haberme quedado dormida al mediodía. No daba más de sueño.
-Szxf detrzzzkjñkl kk..
-Lo sé, lo sé. Ya casi son las seis y tampoco he pegado ojo hoy. ¿Podrás ocuparte de llevarle mi vestido a Kasumi para que lo arregle?
-Ggññdff.
-No protestes. Seguro que no te ocupa mucho tiempo. Y consígueme las fresas…ojalá no hiciera tanto calor.
-Pffftskjdsktpfffft.
-Sí, eso mismo. Cuando aceptaste formalizar nuestro compromiso, te casaste conmigo y con mi insomnio.
Día 4.
-Fgffgfh
-FHGtrrt.
-fdgdfh dhñldgjhñl.
-Rfyhtdyhtdy.
-¡INSENSIBLE! ¿NO VISTE QUE POR PRIMERA VEZ EN UNA SEMANA LOGRABA CONCILIAR EL SUEÑO? ¿QUÉ TE COSTABA APAGAR LA LUZ TÚ?
-DGDFYTRYdtgdsftr.
-No sé por qué sacas a colación a Ryoga ahora.
-FDGdrydyrfhdfyh dfdflñ ddyr.
-Sí, ya sé que si me hubiese casado con él y lo mandara a apagar la luz, acabaría en Tailandia. Pero me casé contigo. Él nunca fue una opción.
-ZZZZZ.
-Ya veo…buen truco, Ranma. Mandar a la ingenua de tu mujercita a desmentir algo y aprovechar para dormirte es una técnica patética.
-ZZZZZZZZ.
-La técnica Saotome llevada a otro nivel.
-ZZZ.
-Muy bien, muy bien, Ranma. Tú ganas. Ya la apago yo. Igual ahora ya no podré dormir. Como no me has comprado las fresas…
-Rtfgfñlkd dgfñljdf.
-¿Y qué si están caras en esta época? Tampoco me parece un capricho tan inalcanzable para el gran Ranma Saotome, productor ejecutivo. Mousse a Shampoo le da todos los gustos.
-DSgdsfg dñfgjdfñl.
-¿Y qué tiene que ver que no vea bien?
-FGdrfdfgh dfhgdf.
-Awwwwww. ¿En serio piensas eso? Yo creo que sí es guapa. Además si Mousse le da todos los gustos a ella porque cree erróneamente que es bonita…y tú no me compras las fresas…será porque piensas que soy fea también.
-¡DFGerytñkljdfgkñl!
-Es tu lógica. Tú lo dijiste. Le da todos los gustos porque no se da cuenta de que es fea. Bueno, no lo dijiste. Lo ranmazombiaste…pero es lo mismo.
-¿Fhggf dhdgf?
-Me empecino con esas fresas porque Kasumi dice que es una buena solución para el insomnio.
-¿Ddfgdf dfghñl?
-Sí, de verdad. Cuando mamá estaba embarazada de mi, durante el primer trimestre tuvo muchos problemas para conciliar el sueño. Y lo solucionó con fresas.
-¿¡QUÉ DIJISTE, AKANE?! ¿CUANDO TU MADRE QUÉ?
-ZFdttgdrf.
-Akane, no es momento para quedarse dormida.
-Hgfh dgfhj dfhgdf.
-Por supuesto que es importante.
-FHGDF dgfhdfh.
-¿Sabías que me iba a poner así? ¿Así cómo? Estoy de lo más tranquilo…para nada nervioso…hay muchas otras razones posibles para el insomnio. Comer un plato putrefacto preparado por uno mismo, dolor de muelas por morder una patata más dura que una piedra, intoxicación por beber veneno, estado asmático producido por compartir cama con un potro salvaje como yo, stress, mala postura, nervios, complejo de vagancia invertida.
-DFTgret
-El complejo de vagancia invertida sí existe. ¡Y NO ESTOY NERVIOSO!
-Ghgh dh dg df.
-¿Quince días de retraso? ¿Y cuándo me lo pensabas decir? ¿Cuando Ranma Júnior acudiera a la universidad?
-BNVnvjhgf.
-Me da igual si es un simple retraso. Podrías estarlo.
-DHtdfth.
-Ya sé que es normal en ti una o dos semanas de retraso…pero PODRÍAS ESTARLO.
-Cvnbvcdhplimpdfgdfgplimpsddsftgplimpsdgplimpsdgfdgfplimpdsf.
-Akane, no llores.
-DgfdfgPLIMPdsfgdfPLIMPdfgdfgPLIMP.
-Yo no he dicho eso.
-Dfgdfjplimpplimpplimpplimp.
-No sé qué contestar a eso. Tenemos casi 25 años y trabajamos los dos. No me lo había planteado todavía pero desde luego no sería un problema. Me extraña que lo insinúes.
-Plimpsoyplimpnaplimpnutilplimpquenoplimpcocinplimpar. ¿Cómo voy a ser una buena madre? Soy una ama de casa desastrosa.
-Zzzzzzzz.
Día 5.
-¿Cómo pudiste dormirte así ayer?
-Xgfdstgdk dfhjgfd.
-Ya sé que eran las cinco de la mañana. Aún así. Me dejaste sola con mis traumas. Si no quieres tener una Akane Júnior conmigo, dímelo.
-¿SDGdsfgf gdsfg test?
-Sí, compré el maldito test. Pero me da miedo usarlo sola. Te estuve esperando todo el día…y ahora te duermes. Está claro que esto te importa bien poco.
-Sgdsfg dfgñdfjlg dfñlh.
-Claro, estás agotado a las 21:00. Ranma Saotome, el invencible, cansado de producir vestidos de moda.
-FGdfh dfñhl dhgjfhg.
-Ya sé que es mi empresa y que si no me ocupo yo, tienes que hacerlo tú. Y te lo agradezco. Hoy no estaba de ánimos ni con fuerza para ir a trabajar. Pero no me digas que estás cansado de hacer lo que hago yo todos los días.
-HGF dfhdfkj dfgñjdflg.
-¿Mi trabajo es aburrido? Entiendo. Veo que todo lo de mi vida te aburre. Mi ocupación, mi posible embarazo. Nuestro futuro.
-Dgfgre eryñjre dfñhgjldf.
-¿También te aburrió mi cena, idiota? Pues a lo mejor es la última.
-DSFGrtdfsg.
-Me refería a que a lo mejor era la última porque te pienso dar una patada en el culo. No, porque te vayas a morir envenenado por ella.
-DFdfg dfhñj dfñlgkfd.
-¡GROSERO! Oye…lo estás mucho más que de costumbre. ¿No te pensarás que porque a lo mejor estoy embarazada, me encuentro en una situación emocional tan desesperada que te aceptaré cualquier idiotez?
-Tyh dfhgd dgfdfg.
-¿El test? ¿Ahora? No sé. Me da miedo ver una raya y desilusionarme. Me da miedo ver dos y asustarme. Podrías despertarte al menos, ¿no?
-Zzzzzzzzzzz.
-Idiota.
Día 6.
-Al final, me ha bajado. ¿Contento, no?
-Brgdflkj dñfgj dgñlr.
-Plimplimplimplimplimplimplimplimplimplimp.
-QRer sdñgflds sdf.
-¿Qué te importa a ti, plimplimplimp, si lloro?
-Sdgfds sdgkj sdg.
-Lo disimulas muy bien.
-Ddfg dgfñlk dfgñl.
-Ya es tarde para decirme cosas románticas, Ranma Saotome. Llegas seis días tarde.
-DFgd jdfñgjñlbjdf.
-Awwww…no, espera…estoy enojada contigo. Y triste. Muy triste.
-Fgd dfgñlk df.
-Que esto no se arregla con palabras…aunque hoy estés especialmente elocuente "¡Fgd dfgñlk df!". Ohhh. Jamás pensé que me dirías algo tan bonito. Pero me ratifico en mi postura: esto no se arregla con frases jugosas. Esta semana me he sentido muy sola por las noches. Me gustaba más el Ranma del pasado. Ese que siempre estaba conmigo aunque disimulara.
-Zzzzzzzz.
Día 7.
-Akane, despierta.
-DFhgdfg dfgñkl dfgñlkdfg.
-La 4:30 de la mañana.
-¿Dfgd dfg d?
-Sí, lo sé. Es que recién han germinado ahora.
-¿Germinar?
-Ja, por fin te despiertas.
-¿Has dicho germinar, Ranma?
-Sí, son fresas del huerto de Tofu. Les tocaba sacar fruto en unas semanas pero aceleramos el proceso con…
-….déjalo, Ranma. Ya no me apetece…llegas muy tarde.
-Akane.
-Rdfgdf dhñldfk dfg ñl.
-Akane. Escucha.
-FHG dfh dgf .
-Me da igual si tienes un mazo escondido bajo la almohada. Lo he comprobado y sé que has entendido todo mal. Lo sé…porque hablé con Soun.
-¿DFgd dfg dfh?
-¿Conoces a otro Soun? Por supuesto que me refiero a tu padre. Tu mamá no comía las fresas después de quedar embarazada. Lo hacía antes. Para favorecer la fertilidad.
-Pero…entonces… ¿Acaso insinúas que sabías que no estaba embarazada? ¿Cómo?
-Yo…simplemente lo sentía en las tripas. Y sabía que te ibas a deprimir cuando finalmente te viniera la regla.
-Pues razón de más para contenerme en lugar de dejarme tanto tiempo a solas, pensando tonterías.
-Soy Ranma Saotome. Yo no contengo. Busco soluciones. Por eso mismo estaba tan cansado estos días, porque corría contra el tiempo para tener las fresas listas antes de que te bajara. Tuve que utilizar un fertilizante especial de Happosai… Y no, antes de que me preguntes, te lo aclaro: el fertilizante no fue gratis. A cambio me exigió que le consiguiera ciertas prendas. También tuve que trabajar horas extra para pagarle a Nabiki la carísima receta familiar de este pastel de fresas afrodisíaco. Y ayudé a Tofu en la consulta para que tuviera tiempo de ejercer de jardinero a tiempo completo en su huerto.
-¿Todo eso has hecho por mi?
-Supongo que por mi también, en realidad. Por el futuro Ranma Júnior.
-¿Entonces…? ¿Tú también lo deseas? ¿Por qué no dijiste nada?
-¿Decir qué? ¿Que este fenómeno, egoísta y egocéntrico, sin ningún modelo paterno válido, desea de pronto ser padre? Pobre niño. A lo mejor decido superar a mi padre y en lugar de gatos, utilizo leones con él. O lo tiro a la fosa del pésimo estudiante ahogado. O…
-…Ranma, te amo. Lo haremos bien. Al menos, sé que si sale chico, no piensas comprometerlo con medio planeta, ¿verdad?
-Claro que no. Y si sale niña, ¿le enseñarás a cocinar?
-Tampoco.
-Pues…entonces, no sé cómo será su vida pero llegará a la adolescencia mejor que nosotros. Eso seguro.
Fin.
El cliente siempre tiene la razón.
Es lo que se suele decir al menos. En cualquier tipo de malentendido entre vendedor y comprador, el destinatario final del producto es quien debe llevarse el gato al agua. En un principio la frase, al menos entendida objetivamente, suena un poco mal ¿verdad? ¿Siempre, siempre, siempre tendrá razón? ¿Incluso si no quiere pagar porque "ya vendrá otro día…si dios quiere"? ¿Y si pretende devolver un producto que supuestamente está defectuoso pero que salta a la vista que en realidad no lo sabe usar? En primera instancia, lo lógico sería pensar que el vendedor es un tipo responsable y especialista en el campo en el que se desempeña (si no, no duraría mucho) y por tanto sabe más del producto en cuestión que la mayoría de los clientes. Por tanto, es de suponer que en cualquier disputa que se genere, en realidad, es el vendedor quien tiene los mejores argumentos de su parte. "Esto no está roto; te has olvidado de encenderlo", "esto no es caro; consume menos energía que la competencia y por tanto, en menos de una semana saldrás ganado", "esto no tiene un diseño feo porque sí; se trata de un producto usualmente frágil al que le han dotado de un aspecto más robusto y menos estético para que aguante mejor los golpes", etc.
Por supuesto que existe un montón de vendedores sin escrúpulos que solo intentan obtener una ganancia ofreciendo productos inadecuados y clientes incautos que caen en sus tretas. Aún así, el porcentaje de estos no es alto ya que vivimos en un sistema capitalista que va depurando las mejores ofertas y servicios y eliminando lo que no funciona, merced al famoso dogma de la oferta y la demanda. ¿Entonces a qué viene lo de "siempre"? ¿Por qué eternizar una declaración que solo se cumple en algunos casos minoritarios? La respuesta es obvia. Esta frase no la han inventado los clientes. Se trata de una ley no escrita de los propios comerciantes. Por crudo que parezca, "el cliente siempre tiene la razón" significa "aunque el cliente sea un idiota que plantea una queja ridícula, pierdes más dinero y ventas futuras demostrándole que se equivoca que agachando la cabeza y reconociendo un error que sabes que no cometiste". Un comprador feliz porque le dan la razón vuelve a comprar en ese sitio. Uno enfadado, simplemente se cruza a la acera de enfrente y le compra a tu rival. Así de sencillo. Y aquí sí que funcionan las estadísticas. Los clientes hablan entre ellos. Y tienen un rango de influencia entre sus familiares, amigos y conocidos. Dejar a uno satisfecho significa acceder a nuevos clientes y enfadar a uno especialmente influyente en un grupo puede significar perder de golpe a una masa enorme de compradores.
Por otro lado, la frase también es producto del más crudo y clásico capitalismo. Si al vendedor de vestidos le gustan las prendas moradas y todos sus clientes le piden verdes…pues, el cliente tiene la razón. Hay que traer también de ese color. Desde luego, no tiene por qué renunciar a ofrecer las moradas pero si pretende subsistir, tendrá que ceder a la evidencia de que las verdes se venderán mejor. Y de forma opuesta, por muy de moda que se pongan las prendas que explotan solas, especialmente recomendadas para suicidas, lo normal sería renunciar a vender un producto que nos genera un rechazo moral evidente.
En el campo de las artes, estos dos fenómenos se magnifican. El artista desde luego no puede contentar a todo su público continuamente. Siempre habrá críticas constructivas y de las otras. Y siempre "de las otras" serán mucho más nutridas en número que las constructivas. De la misma forma, el artista no puede ser popular y al mismo tiempo componer solo obras que le gusten a él. De hecho, tarde o temprano, todo compositor entra en una encrucijada: agachar la cabeza y aceptar que "el lector siempre tiene la razón" aunque sea imposible dársela puesto que "el lector" como unidad abstracta se trata de un ente polifacético, caprichoso y que muta constantemente de forma de pensar y ver el mundo. O seguir escribiendo textos morados aunque estén de moda los verdes, a sabiendas de que nunca se obtendrá la popularidad y aceptación de los que sí escriben textos verdes. Así pues, tenemos en general tres tipos de autores: los simples y chatos que están de moda porque escriben textos verdes, los engreídos rimbombantes que protestan porque el "público necio" no admira lo suficiente sus textos morados. Y los mercenarios polifacéticos que preferirían redactar párrafos azules pero los mezclan con amarillo, a fin de hacerlos pasar, por verdes. Los primeros caerán en el olvido en cuanto la moda cambie. Los segundos seguirán destilando bilis por siempre ya que incluso cuando se ponga de moda el morado se quejarán de que el público prefiere los textos morados púrpuras en lugar de los más apropiados violáceos. Y los terceros, los mercenarios, redactarán con la misma "profesionalidad" historias sin alma y de un color diferente al suyo. El camaleón mercenario, el engreído furioso y el chato popular. Todos tienen el mismo problema. Les falta creatividad. Si mi estilo no está de moda, mi trabajo no es cambiarlo como haría el mercenario, esperar que el viento sople para mi lado como haría el chato o quejarme amargamente como haría el engreído. Lo que hay que hacer, simplemente, es innovar hasta crear un producto nuevo y agradable. Ni pelearse con el lector ni venderse totalmente a sus gustos. Hay que atraparle con nuestras armas, mostrarle un horizonte de expectativas nuevo. Romper con el género si hace falta. Hay que ser petulante y humilde al mismo tiempo. Petulante para crear algo nuevo que no sea ni verde ni morado, algo con cierta profundidad como Anticlímax, Ibuki o Ranmond. Y humilde para insertar lo nuevo en el canon. Para que Anticlímax pelee con Ranma y todos podamos reconocer a nuestro Ranma de siempre y disfrutar de cómo el villano nuevo le obliga a sacar lo mejor de sí para hacerle frente. En suma, el lector siempre tiene la razón…pero yo también. Y por eso, a pesar de mi estilo rimbombante y sentencioso y de mis temas no canónicos, los lectores y yo nos llevamos bien. Como debe ser.
Fin de la historia bonus.
Comentarios
Estimada Akyfin02. ¿Fin de los especiales? Sí. Al menos de momento, he relatado todo lo que tenía que contar sobre mis personajes.
¿Ya-Sabes-quién hizo ya-sabes-qué? Mmmm. Soy malo en adivinanzas. ¿Fue Wandy?
Mmmmm, es verdad que no sale Akanui. A lo mejor es un personaje en el que debería profundizar un poco. ¿Alguna idea? Si es buena, tendré que dar marcha atrás con lo del fin de los especiales.
Tienes razón. Todos los problemas del mundo son culpa de Michell. Para mi que es parte del complot de los objetos contra los humanos que mencionaba antes.
¿No creerás realmente que la Biblia original la redactó una sola persona en un solo lugar y época?
¿Un muñeco que consienta a las hijas casarse con cualquier boludo? Ese producto jamás saldrá a la venta. Lo censurarían por inmoral.
Estimada Adrctic. Me alegro de que te sientas cómoda en este mundo. He notado que hay mucha gente que le gusta la historia del juguetero e Ibuki como a ti. La verdad que ha sido una sorpresa. Más que nada porque…uso un tono íntimo y salen poco Ranma y Akane. Supongo que esto confirma lo de la historia bonus. Se puede contentar y sorprender al lector dándole algo que quiere pero que no es exactamente lo que vino a buscar en primera instancia. Bueno tú lo has dicho perfectamente: "Aunque Ranma y Akane no hablen, son vitales para la historia".
¿Qué tal vas con tu promesa de ponerte al corriente?
Estimada Minefine7. "Magnusfico". ¡Qué simple que soy! Me hizo reír. Y lo de León "Giecco" también. Parece italiano. Ok. Lavaré la camisa blanca con otras de colores. Eso me manda hacer mi sentido común masculino. Espero que no ocurra nada extraño. Aunque si quieres evitarlo y ocuparte tú…no te detengo.
