Capítulo 150

(Sí, sí, de verdad, 150 capítulos, podéis felicitarme en el recuadro de abajo. Gracias).

La lluvia no es llanto

La lluvia no es llanto. Dicen los poetas malos que sí y se regodean en la trillada metáfora todo lo que pueden. Como normal general, equiparan gota a lágrima y lágrima a gota, pretendiendo, con su sutileza impermeable a las críticas, hacer notar que la grandeza del dolor es equiparable al de una tormenta natural. Sin embargo, he de discrepar y lo haré mencionando una serie de inexactitudes en su básica forma de describir la tristeza. Para empezar, la lluvia es parte del ciclo del agua. Todo lo que cae, tarde o temprano vuelve al mar (por ríos o por corrientes subterráneas), en dónde la constante acción del sol provoca el nacimiento de nuevos nubarrones. Se trata de una retroalimentación constante. Por tanto, el llanto no es lluvia. Y lo sé porque cada una de las lágrimas que Ranma hace brotar de mis ojos jamás regresa.

En segundo lugar, la lluvia no es llanto por el granizo. No caen piedras de mis ojos. No. Si, por ventura, la temperatura ambiental es suficientemente baja, ya las miles de gotitas que flotan formando la nube, sufren un proceso de solidificación perfectamente observable. En mi caso, el cambio de estado de agregación del agua es exactamente el contrario, las gotas suelen evaporarse poco antes de llegar al suelo; tal es la rabia que el susodicho provoca en mi ánimo.

En tercer y último lugar, olvidan los poetas malos que las mujeres a veces lloramos de pura emoción como cuando Ranma le plantó cara a la maleducada de Shampoo y le dijo bien clarito que solo él podía llamarme "pecho plano" y solo como forma lúdica de "conquista ritual Saotome" y nunca como frase que debía interpretarse literalmente. Bueno, no lo dijo así. Más bien se lo gruñó utilizando palabras groseras pero ¡se lo dijo! Obviamente ni sabía que le oía ni tampoco vio mis lágrimas caer. En general, nunca me ve llorar, otra diferencia que podríamos agregar con la lluvia. Porque si las precipitaciones líquidas son unas exhibicionistas egocéntricas que pretenden ser admiradas por todos, los llantos, sobre todo los de emoción, pertenecen al ámbito de lo privado.

Imagino que no habré convencido a todo el mundo. Siempre existen y existirán los escépticos y los suspicaces que aman las metáforas simples son los peores de todos. Pues, bien. Óyeme tú. Sí, tú, el torpe engreído que osa dudar de la palabra de Akane Tendo. Si todavía no me crees, atiende a mi último argumento. La lluvia no tiene memoria. Se llueve a sí misma, en un ridículo acto de inmolación y se acabó. Todo el drama, si lo hay, termina allí. En cambio yo ni olvido ni perdono. Aún tantos años después, aún ahora que estoy casada, tengo hijos y mis hijos se han casado también, aún ahora le recuerdo durante la misma noche de nuestra boda fallida, colándose entre los escombros para hartarse de la tarta pisoteada por los imbéciles aguafiestas. Y obviamente, apenas le vi con un trozo de pastel en la mano y el gaznate repleto de nata, no pude más que llorar. ¿Impedir que destrozaran nuestra boda? No. ¿Colarse por la noche en el salón y repararlo todo para que pudiéramos casarnos al día siguiente? Tampoco. ¿Entrar a mi cuarto y jurarme amor eterno a pesar del traspié? Menos. Para eso no tenía tiempo el señor Saotome. Pero, ojo al dato, ¿para entrar furtivamente entre los restos de una felicidad que no fue y rescatar lo único que le interesaba del evento? Para eso…para eso sí que tenía tiempo el señorito. Y lo peor fue cuando pasó a mi lado, vio las lágrimas que resbalaban a raudales por mi rostro y me espetó:

-¿Qué? ¿Querías un poco?

Como comprenderéis, recordarle ahora, tantos años después, se trata de una tontería de mujer madura. Más aún cuando mi marido se encuentra a mi lado y me reconforta. Cuando mi hija…mi querida hija…acaba de casarse por fin…y sin embargo, no consigo evitarlo. Otra vez, una vez más, las lágrimas caen sin que pueda contenerlas. No, las lágrimas no son gotas de lluvia…aunque a veces, aparezcan en el peor momento, como las tormentas. Mi marido, mi dulce y ejemplar marido, lo nota al instante y se interesa por mi estado de ánimo sin sospechar siquiera que mi llanto lo provoca un pesar y amor juvenil del que medio Nerima alguna vez se ha puesto celoso.

-¿Qué pasa, Akane?

-Te comiste el último trozo de tarta. Otra vez.

-¿Qué? ¿Querías un poco?

-No es eso, Ranma. Olvídalo.

-¿Y cómo voy a olvidarlo si estás llorando en las mismísima boda de nuestra hija? Que sepas que Seiko me ha dejado terminarla y Ryuho me dio su bendición como yo se la di a su matrimonio.

-Es que…a veces creo que lo único que te interesa de las bodas es el pastel…

-Bueno…lo había cocinado tú…como el de nuestra primera boda…solo yo, entre los asistentes, tengo el estómago suficientemente entrenado para no morir en el intento….y sé…cuánto te has esforzado. Jamás podría permitir que tu trabajo, salgo bueno o no, se desperdicie.

Lo dicho en el punto en el punto tres…a veces las mujeres lloramos por pura emoción.

Fin


Historia bonus

Cómo escribir historias súper originales.

Imagino que a veces os preguntaréis de dónde saco tantas ideas geniales. He de admitir que no es fácil. Se trata, de hecho, de un complejísimo trabajo de reelaboración solo al alcance de personas que un extraordinario talento para enhebrar historias. Es verdad, por ejemplo, que ayer hice llorar a alguien y provoqué ese llanto por comerme el último trozo de tarta y que llovió y cayó granizo pero…en este último capítulo he puesto muchas más cosas que no me pasaron ayer…como por ejemplo…estem…yo…en fin, se trata, como dije antes, de un proceso extremadamente complicado que no puedo compartir con vosotros precisamente porque es complicado (tan complicado que se explica en medio párrafo pero complicado al fin).

Imagino también que os preguntaréis por mi extraordinaria capacidad para producir historias diferentes con estructuras internas tan variadas. Porque esta historia es tan, pero tan diferente a la anterior que asusta. Y de ninguna manera es lo mismo pero contado desde el punto de vista de Akane. No. Claro que no. Hay muchas, muchísimas diferencias. Sutiles, profundas y tan profusas que me abstengo de enumerarlas.

Ya puestos a imaginar, imagino que también os habréis asombrado por ese vil truco que utilicé a mitad de fic para haceros creer que Akane se había casado con otro. Se trata de una técnica novedosa que jamás he utilizado antes en esta colección salvo en unas pocas ocasiones (treinta o cuarenta veces diría yo). En fin, antes de que os quejéis, yo mismo os lo digo: "estilo" es la forma que tenemos de llamar al plagio cuando el plagio en cuestión se obra sobre nuestra propia persona. Y ese es el secreto para escribir. Plagiar. Primero a los clásicos, luego a las obras actuales de mérito, después a todo cuanto pillemos a mano y por último, si tenemos la suerte de encontrar una forma de escribir que nos guste, a nosotros mismos. En conclusión, el camino para ser uno mismo empieza por imitar a otros. Irónico, ¿Verdad?

Y ahora lo que realmente os interesa. Sí, hice llorar a Bulmita por comerme el último trozo de pastel (¡ojo! me correspondía a mi y no a ella). Sí, me lo hizo pagar muy, muy caro. No, no me queda dinero ya en la billetera.

Fin de la historia bonus.


Comentarios

Estimada blackpanterkjes. ¿Intentar no mirar a Bulmita? Imposible. Ella me agarra literalmente la cara con sus dos palmitas abiertas y se pone en primerísimo plano mientras habla. Y si intento cerrar los ojos o mover la cara…plafui. Cachetazo en toda la cara.

Estimada ssolve. Mmmmmm. Buen argumento. Aunque yo te contestaría… "¿querías que no te rebajara la paga semanal? Pues ahora te j…". Obviamente te contestaría eso a ti. A Bulmita no me animo.

Estimado/a ranmasan. Es fácil ser constante cuando te diviertes. Gracias por tu apoyo.

Estimada LA DESCONOCIDA. ¡Esto me gusta! Buen apodo. Fanfiction va precisamente de esto. De conocer sin conocer. De hecho tengo un apodo para todos los que no me dan un nombre definido: "Josecitos". Siempre que hablo con Minefine7 de ustedes, digo: "Porque blackpaterkjes me mencionó tal cosa y Dai dijo lo mismo que escribió hace dos años esa josecita de la que ya no me acuerdo el nombre…, etc.

Me he informado un poquito sobre el síndrome de Asperger y espero que no te tomes a mal lo que voy a decir (no lo digo en modo burla ni mucho menos) pero creo que tengo un poquito de todos los síntomas: lenguaje culto rozando la pedantería, lenguaje extraño (me invento palabras: plafui, plimp, etc), amor por la repeticiones (irónico, ¿verdad?), torpeza de movimientos (¿he mencionado ya que me quedé con la mano atrapada dentro del congelador y que me tuerzo el tobillo cada tres semanas?), buena memoria de repetición y mala para ordenar los datos (¡soy así!), pocos o ningún amigo (me casé con mi única amiga) y posibilidad de realizar una vida normal y plena pero porque trabajo en un ámbito de mi interés y gusto (soy profesor). Con esto no digo ni mucho menos que tenga Asperger, solo que me llevaría bien con tu hijo. En fin, ánimo y saludo para tu chico.

Estimada Minefine7. 150 capítulos y ninguna flor. Buahhhhh.

Estimada Akyfin02. 150 capítulos y sigues sin revivir a Hiboki. Buahhhhh

Estimada Ai. 150 capítulos y el caracol todavía no llega. Buahhhhh

Estimada Dai. 150 capítulos y todavía no gano la apuesta. Buahhhh