La mala suerte.

Si yo fuera un genio, el dolor de muelas sería una revolución. Un molino de vientos, una piedra de roseta, una inyección de penicilina. De hecho, me bastaría con ser un simple y normal individuo para utilizar de forma creativa el enorme caudal de rabia que este constante martilleo me provoca. Y sin embargo, aquí me tenéis, desperdiciando esta agonía sobre un colchón y revolcándome en mi autocompadecencia…(si es que existe esa palabra que ya os digo que no). A esto supongo que llega toda mi vena creativa del momento, a inventarme un neologismo horrible para etiquetar lo inetiquetable. Porque no os confundáis. Las manzanas caen de los árboles a todas horas y genios viendo caer frutos nunca han faltado. Sin embargo, os apuesto el peso de Akane en oro (que ya es mucho decir) que Newton tenía una caries del tamaño de una manzana cuando lo de la gravedad. Y de Arquímedes mejor ni hablar. Tan solo señalar que el dentista del barrio se llamaba Eureka. Ahora que lo pienso; quizás por eso, porque Hermenéutica-kun tiene un gran sentido del humor, fue que cuando por fin pudo tener un hijo natural, decidió llamarlo "Eureka-kun". Y sí, he de admitirlo. Yo, Ranma Saotome, odio al tal Eureka-kun con todo mi corazón. Casi tanto como quiero a Akane. Y como ella, el muy torpe, cegato e iluso, es incapaz de decodificar mis palabras y acciones como lo que realmente son en su caso: hostiles.

Paso a explicarme. Se trata de mi reverso más absoluto. Incluso más que mi primo Amnar. Y no, no me refiero a que sea cobarde, débil, feo e imperfecto. Para nada. Aunque es verdad que yo soy perfecto, guapo, fuerte y valiente, lo que realmente me define y definirá es la mala suerte. Y en esto mismo es en lo que somos el día y la noche. Si a mi me duele una muela, él se encuentra un diente de oro por la calle y exclama, valga la egocéntrica redundancia, "eureka". Si yo me tropiezo con una piedra y caigo sobre un charco de lodo que se impregna por todo mi traje chino, él…pues él tropieza con la misma piedra y cae sobre el mismo charco y encuentra en él una moneda dorada y luego se vuelve a su casa tan contento y sospechosamente limpio que me dan ganas de acogotarlo. Si hasta tuvo la indecencia de viajar a China y caer sobre la fosa del multimillonario guapo ahogado, algo totalmente innecesario teniendo en cuenta que igual se encuentra oro cada dos por tres.

Lo peor de todo, por supuesto, no es que yo le envidie su maldita mala suerte. Ya sabéis de sobra lo terca, paciente y malencarada que es la bruja que persigue todas mis andanzas para sabotearme en el peor momento. Si es por envidiar la buena suerte, se la envidio por igual a todo el mundo. Y me daría exactamente igual tener la del Doctor Tofu que la de Kodachi por dar un ejemplo de gente "normal". Como decía, lo peor no es mi lógica envidia hacia su persona. Lo peor es que sea él quien asegura a todo quien quiera oírle que envidia mi suerte. ¿Es que acaso me está tomando el pelo? ¿Se puede saber qué demonios puedo tener yo que él no tenga? Si cuando me asomo a ver si llueve, me transformo en chica. Y a él le cae un trozo de tarta que el viento de la tormenta ha robado de la ventana de la vecina.

-Ranma…Ranma…-me llama de golpe Akane-. ¡O vienes al dentista ya mismo conmigo o te arranco la muela de un mazazo! ¡Tú eliges! Por favor, elige la segunda. Hoy estoy de un humor excelente para aplastar cráneos.

Ah, ya. Cierto. Supongo que encontrar al amor de tu vida con solo 16 años vale más que encontrarse oro a cada rato. Y que, el gran y superdotado para la literatura Leandro-Sensei haya decidido, entre todos los temas posibles, ocuparse de mi destino, también habría que catalogarlo como un acto de suerte milagrosa.

Fin


Historia bonus

Me duele una muela. Previsible, ¿verdad? En condiciones normales hubiese puesto a Eureka-kun y Ranma a competir por el amor de Akane. A Ranma le caerían mesas por la cabeza y al otro, flores. Todo esto redactado, por supuesto, desde algún punto de vista original, Pe-chan por ejemplo. Y al final, Eureka-kun diría algo cursi del estilo: "¿de qué sirve ser perfecto sin amor?". Y aprovecharía para moralizar durante cuatro o cinco aburridos párrafos demostrando que los mapas de distribución de la buena suerte y de la felicidad casi nunca coinciden. Pero…¡me duele una muela! Así que imagináoslo.

Ah, sí. En el epílogo Nabiki esclavizaría de alguna manera al bueno de Eureka-kun para que le sirva de cerdo trufero con las pepitas de oro de Nerima.

Fin.


Comentarios

Estimada blackpanterkjes. Ser expresivo es para gente extrovertida. No rules. Mejor guardarse las cosas un tiempito hasta madurarlas bien.

Estimada Ana-Gami. Mmmmm. La Universidad le quita tiempo a mis lectores para leerme y escribirme. ¿¡Cómo se atreve!?

¿Estudias leyes? ¿De verdad? ¿Hay abogados o casi abogados leyéndome? Estem…Ranma y Akane son personajes de Rumiko, blah blah, hago esto sin ánimos de lucro, blah blah blah…estem…es culpa de Minefine7. Ella me obliga. Buahhhhhh.

Estimada Camuchis. ¡El especial es chévere! Bieeeen. Esto es lo que más me gusta de tener lectores de todo el mundo. Que me dicen cosas bonitas que jamás podría oír en España o Argentina. Sobre cómo he estado…pues pasé de dolor de ojos a dolor de muela. Supongo que la semana que viene toca dolor de tripa…ah, no. Eso fue ayer. Bueno, cosas de la vejez.

Estimada Desco. Yo también espero estar aquí para verlo. Hice cálculos y lo de los 1001 one-shots literales me costará mucho tiempo. Supongo que en algún momento haré trampa. Y si no, ya los terminarán Bulmita y Gohan. Lo que sí es seguro es que si llego a 1001, luego escribiré el 1002 para poder decirle a Sherezada a la cara: "toma, te he superado".

Mmmm. Claro que no. Clímax no puede morir porque es el contrario de Anticlímax. Es como Pikoro y Kami-Sama de Dragon Ball. Seguro que esto le ayuda a convertirse en algo más fuerte y vuelve con un ejército de basiliscos zombies.

Muchas gracias por leer. Se nota que te ha gustado. Eso me pone de buen humor a pesar del dolor de muelas.

Estimada Desco2. Tranquila. Llevo un ciclo perfectamente regulado de dolores alternativos. Nunca son dos al mismo tiempo y casi nunca estoy sin nada. Minefine7 lo llama el ciclo de la vejez (aunque lo tengo desde joven porque cuando no me enfermo, pueeees, me caigo, me atacan los refrigeradores, me tuerzo la espalda, etc).

Sobre tu poesía, has captado espléndidamente el estilo y la forma de transmitir de Neruda que no es fácil. Y por supuesto, lo del verso libre se te da genial. Y recuerda: con este mismo ritmo pero con un poquito menos densidad, ya puedes escribir lo que quieras en prosa poética y quedará muy bien. Con la salvedad de que en prosa no puedes abusar tanto de las imágenes y los adjetivos porque parecerá afectado. En resumen, si nunca has escrito una historia larga, este es un buen camino para empezar. Sospecho que lo que tienes que decir al mundo es más largo que una pequeña poesía.

Un saludo a todos,

Leandro-Sensei.