Fanfic 1

La nevera prometida

Por Ranma Saotome.

Había una vez un hombre tan, pero tan, hambriento que al llegar a casa abrazó a su nevera con fuerza y, quizá en broma, quizá en serio, le propuso matrimonio. Lo que ocurrió entonces podría catalogarse como un extrañísimo defecto de fábrica, la simple e inexplicaba magia Disney (esa que todo lo anima) o un acto de pura fantasía aleatoria pero el caso es que el corazón helado del artefacto inerte comenzó a latir. Imaginad por un momento la sorpresa de dicho hombre al notar cómo su aparato eléctrico favorito iba mutando poco a poco su fisonomía. Cuentan las leyendas antiguas que en alguna ocasión un temerario primo de la nevera osó morder a su dueño en un cruel acto de rebeldía. Si aquello ya era raro e inusual, lo que ocurría a nuestro protagonista rayaba lo absurdo. A su amada nevera le crecían piernas, brazos y hasta un ombligo justo a la altura de la manija. Luego, comenzó a hablar:

-Sí, amor mío. Claro que me casaré contigo.

El señor…mejor dicho, el muchacho…que por cierto, llevaba una coleta perfecta y era poseedor de cualidades atléticas únicas e increíbles, opuso escasa resistencia. La nevera era simplemente hermosa y estaba más que dispuesta a complacer sus deseos más extraños y apetitosos. El sueño de todo hombre hecho realidad. Amar a una mujer hermosa de la que brotaban sabrosos manjares a placer. Quizás molestaba un poco el temita de que no pudiera salir de la cocina (debía permanecer enchufada a todas horas) y lo de tener que descongelarla cada dos o tres semanas. Pero seguramente saldrían adelante. Además, Ranma Saotome era un hombre de palabra. Si había prometido que se casaría con ella, no se echaría atrás ahora por culpa de ciertas extrañezas en la fisonomía de su mujer. Eso sería tan cruel e inapropiado como que alguien le rechazara a él por lo de Jusenkyo.

Y así vivieron felices durante tres días y dos noches, los que tardó la nevera en descubrir que Ranma Saotome dormía en una cama.

-Si serás insolente, atrevido y traidor. ¿Quién es esa chirusa?

Ranma se levantó en un santiamén tartamudeando.

-No es lo que parece. No hemos hecho nada. Es una cama normal. Y yo…estaba durmiendo.

-¡Dios mío! ¡Duermes con una cama! Eso es peor de lo que pensaba.

-Bueno, si lo prefieres puedo dormir sobre un futón.

-¡Peor aún! –dejó caer abundantes lágrimas…digo…cubitos de hielo-. Duerme si te apetece con ese putón –señaló la cama- o con el futón –señaló el armario-. Me has partido en dos el motor.

Solo entonces Ranma advirtió lo ridículo de la situación e hizo hincapié en un argumento devastador.

-¿Entonces qué quieres que haga? ¿Suspendo todo contacto con artefactos inanimados? ¿Dónde duermo?

-Acuéstate con quien te plazca, mal marido y que la cama te cocine la cena ya que tanto aprecio le tienes a sus curvas.

Fin.


Fanfic 2

La cama prometida

Por Ranma Saotome.

Había una vez un hombre tan, pero tan cansado, que un día volvió a casa exhausto, abrazó a su cama y, quizá en broma, quizá en serio, le dijo: "cama mía, cásate conmigo". Lo que ocurrió entonces podría catalogarse como un extrañísimo defecto de fábrica, la simple e inexplicaba magia Disney (esa que todo lo anima) o un acto de pura fantasía aleatoria pero el caso es que el corazón de plumas de la artesanía inerte comenzó a latir. Imaginad por un momento la sorpresa de dicho hombre al notar cómo las mantas, cual sedosas manos, le iba despojando una a una de sus prendas y entre caricias y suavidades le arrullaba hasta dormirle. Y ya en el mundo de los sueños, nuestro protagonista, Ranma Saotome, creyó oír que le contestaban: "Claro que sí, amor mío. Claro que me casaré contigo". El muchacho, un artista marcial de extraordinarias capacidades y muy bien parecido, despertó al día siguiente sin recordar nada. La almohada sin su funda y las sábanas totalmente desordenadas ilustraban a la perfección los restos de una noche de salvaje frenesí (que es lo que murmuran en voz baja las mujeres cuando no aciertan a gritarle a sus hombres "freneno").

Y no fue hasta que Ranma advirtió la existencia de unos ojos sobre el respaldo monitoreando todos sus movimientos, que entendió que, lo que el juzgaba sueño imposible, se trataba de una deliciosa realidad. ¿No era acaso esa la fantasía sexual de todo hombre? ¿Casarse con una cama? ¿Es decir, con una mujer que estuviera a todas horas recostada y con un sitio vacante para que le acompañara un servidor? ¿Alguien que además de lo obvio también le proporcionara otras dulces alegrías como velar por su sueño, arrullarle y hasta levantarle con la suavidad única y perfecta del amor más liviano imaginable?

Quizás molestaba un poco el temita de que no pudiera salir de la habitación (debía desarmarla para que cupiera por la puerta) y lo de tener que plancharle las vergüenzas cada dos o tres semanas. Pero seguramente saldrían adelante. Además, Ranma Saotome era un hombre de palabra. Si había prometido que se casaría con ella, no se echaría atrás ahora por culpa de ciertas extrañezas en la fisonomía de su mujer. Eso sería tan cruel e inapropiado como que alguien le rechazara a él por lo de Jusenkyo.

Y así vivieron felices durante tres días y dos noches, los que tardó la cama en descubrir que Ranma Saotome miraba la televisión.

-Si serás insolente, atrevido y traidor. ¿Quién es esa chirusa?

Ranma se levantó del sofá en un santiamén tartamudeando.

-No es lo que parece. No hemos hecho nada. Es una tele normal. Y yo…estaba mirando el fútbol.

-¡Dios mío! ¡Miras deportes! Eso es peor de lo que pensaba.

-Bueno, si lo prefieres puedo oír la radio.

-¡Peor aún! –dejó caer abundantes lágrimas…digo…plumas-. Mira, si te apetece, los fatuos colores que tanto te atraen –señaló la tele- o imagina escenas eróticas con esa –señaló la radio-. Me has partido el respaldo en dos.

Solo entonces Ranma advirtió lo ridículo de la situación e hizo hincapié en un argumento devastador.

-¿Entonces qué quieres que haga? ¿Suspendo todo contacto con artefactos inanimados? ¿Cómo me entretengo?

-Busca "diversión" con quien te plazca, mal marido y que la tele te duerma con historias de príncipes-artistas marciales azules y princesas de pelo azul ya que tanto te llama la atención su patético maquillaje.

Fin.


Fanfic 3

La tele prometida

Por Ranma Saotome.

Había una vez un hombre tan, pero tan aburrido, que un día volvió a casa envuelto en un intenso halo de tedio, abrazó a su fiel caja boba y, quizá en broma, quizá en serio, le dijo: "tele mía, cásate conmigo". Lo que ocurrió entonces podría catalogarse como un extrañísimo defecto de fábrica, la simple e inexplicaba magia Disney (esa que todo lo anima) o un acto de pura fantasía aleatoria pero el caso es que el corazón de circuitos del aparato de entretenimiento comenzó a latir. Imaginad por un momento la sorpresa de dicho hombre al notar cómo las antenas mutaban en sendas manos, y el mueble de sostén separaba sus rueditas hasta simular ambas piernas. Un bellísimo rostro de mujer se sintonizó luego en la pantalla y contestó: "Claro que sí, amor mío. Claro que me casaré contigo". El muchacho, un artista marcial de extraordinarias capacidades y muy bien parecido, comprendió entonces que se encontraba frente a un verdadero regalo de los dioses. ¿No era acaso esa la fantasía universal número uno de todo hombre? ¿Casarse con una mujer con control remoto? ¿Una mujer a la que fuera posible poner en "pausa" o al menos en "mute" cuando se enojaba? Mejor y más erótico aún, se estaba casando con una mujer con la que al terminar el acto, era posible rebobinar y volver a empezar. ¿Y si metía la pata? Pues bastaba con acudir a ella de hurtadillas por la noche y borrar la escena ignominiosa de su memoria (las teles en Japón ya tendrán memoria interna digo yo).

Quizás molestaba un poco el temita de que no pudiera salir de la habitación (debía estar enchufada a todas horas) y lo de tener que resintonizarla cada vez que hacia mucho viento. Pero seguramente saldrían adelante. Además, Ranma Saotome era un hombre de palabra. Si había prometido que se casaría con ella, no se echaría atrás ahora por culpa de ciertas extrañezas en la fisonomía de su mujer. Eso sería tan cruel e inapropiado como que alguien le rechazara a él por lo de Jusenkyo.

Y así vivieron felices durante tres días y dos noches, los que tardó la tele en descubrir que Ranma Saotome tenía cerebro.

-Si serás insolente, atrevido y traidor. ¿Quién es esa chirusa?

Ranma se levantó de sus ensoñaciones tartamudeando.

-Es mi imaginación. Estaba soñando. Y no es lo que parece. No hemos hecho nada malo. Se trata de una imaginación normal sin malicia o .

-¡Dios mío! ¡Piensas por ti solo! Eso es peor de lo que pensaba.

-Bueno, si lo prefieres puedo leer un libro.

-¡Peor aún! –dejó caer abundantes…estem…de eso que arrojan las teles de sus ojos cuando lloran-. Ten autonomía de criterio si tanto te place –señaló su cerebro- o imagina escenas eróticas con esas –señaló unas revistas de la estantería-. Me has partido la pantalla en dos.

Solo entonces Ranma advirtió lo ridículo de la situación e hizo hincapié en un argumento devastador.

-¿Entonces qué quieres que haga? ¿Suspendo todo criterio externo a tus sabios consejos y solo te hago caso a ti? ¿De qué te sirve un marido zombie que no sea capaz de pensar por sí mismo?

-¡Entieeeeendo! Al parecer soy posesiva y mandona. ¡Muy bien, Ranma! Entiendo perfectamente lo que significa la palabra "autonomía" cuando la pronuncia un hombre. Vete con otras a "experimentar y saciar tu curiosidad", mal marido y que tu estúpida imaginación te explique dónde comprar la hamburguesa más barata… a ver si sabe.

Fin.


Akane, Ukyo y Shampoo leyeron los tres fics que publicó el triprometido con perplejidad.

-Sin duda, esto ser raro –concluyó Shampoo-. Hasta yo notar cierto grado de uso metafórico de nuestra situación. Airen estar traumatizado.

-Cierto –añadió Ukyo-. Obviamente yo soy la cama. Tú, la caja boba y Akane, el refrigerador.

-Jajajaja. No decir tonterías –se rió la amazona con ganas-. ¿Tú, de cama? No creérmelo. Y aunque aceptar que ser posible, ¿Akane de refrigerador? ¿No haber leído que cocinarle a todas horas y él amarle por eso? Akane tener que ser la tele mandona.

Ukyo se rascó la cabeza.

-Aunque me duela aceptarlo, Akane no es mandona. Es la única de las tres que nunca ha intentado forzarle a casarse con ella con la excusa del compromiso.

Las neuronas de la amazona revolotearon dentro de su cabeza por un rato hasta reordenar la situación.

-¿Qué estar insinuando entonces? ¿Que tú ser la cocinera, yo, la tonta y esa, la cama? Yo volverme a China ya mismo.

-Y yo a mi tierra también.

Veloz como el rayo y aparentemente inmune a las extrañas conclusiones de sus rivales en el amor, Akane se interpuso entre ambas.

-Si será cretino. En los tres fics dice que ama a una diferente. Y en los tres cuentos la traiciona por otra y la hace ver como la culpable. El muy Saotome se regodea en su infidelidad constante.

Silencio. Las tres prometidas meditaron unos instantes en sus puestos sin dar su brazo a torcer del todo. Es decir, sin llegar a una conclusión que destrabara la situación de forma definitiva.

-Akane tener razón –retomó la palabra Shampoo-. Haber algo en común en los tres cuentos. Él decir que no poder romper promesa de casamiento…

-…y algo sobre lo de la maldición –acotó Ukyo.

-Está claro –concluyó Akane-. No nos quiere a ninguna. Nos aguanta porque es un hombre de palabra. Una palabra que no puede mantener a las tres a la vez y de la que no sabe cómo deshacerse.

Nuevo silencio.

-A lo mejor no es Ranma –dijo Ukyo intentado imitar la embriagadora sonrisa conciliadora de Kasumi.

-¿Cómo que no? Si lo ha publicado con su seudónimo preferido: "Anticlímax-rules". Lo usa para todo. Hasta de contraseña de su email.

-Lo que no entender –"añadir" Shampoo- ser por qué demonios ponerse a escribir fics y encima tan enrevesados.

-¡Eso mismo! –exclamó Akane, con sed de sangre en la mirada-. Aquí el problema es que se le ha dado por animar objetos inertes sin dar explicación alguna. Debería al menos agregar un epílogo ilustrativo o una amena historia personal que esclarezca y complemente el fic. ESO DEBERÍA SER OBLIGATORIO en todo escrito que se precie.

-No saber, Akane –suspiró Shampoo-. No todo el mundo ser tan brillante como para idear algo así.

Ukyo asintió con la cabeza y agregó.

-Además, si estuviese inspirado en hechos reales, alguna de nosotras lo hubiese notado, ¿no? Tampoco Ranma va a ser tan poco sutil de decirle cosas bonitas a una de nosotras mientras cocina, duerme y mira la tele sin que lo advirtiera y luego, esa misma persona tendría que ser muy, muy, muy cegata como para acusarle a continuación de no quererla.

Habría que hacer notar al buen lector ocasional (aquel que no conoce muy bien el carácter de la peliazul), que con cada palabra de Ukyo, la tez de Akane se ponía más y más colorada. Tanto que los flashbacks se sucedían unos a otros en su mente sin que lograra ordenarlos o si quiera, detenerlos. Recordó primero lo ocurrido un mes atrás…justo después de coger una inocente manzana de la nevera y justo antes de darle su primer mordisco:

-Ak…Akane…t-tengo dos entradas para… la reposición de "Enamorados marciales 4: cita con el peligro". ¿Qui…quieres ir? Dicen que a pesar de ser un clásico antiguo las peleas…están muy bien logradas. Y los efectos especiales a la altura de las expectativas.

-Claro que sí, Ranma. Claro que iré contigo a ver una película de artes marciales.

-¿En serio? ¿Y si llueve? Entraría al cine en modo chica. Seguro que no te sentirías incómoda.

-Tonterías, Ranma –hizo un gesto de desprecio-. Actuar así, solo porque cambie tu fisonomía, sería cruel e inapropiado. Yo no soy…como otras. Solo promete que llegarás a tiempo. Ya sabes que me pongo nerviosa esperando.

-Ranma Saotome es un hombre de palabra. Si he prometido que iré al cine contigo, no pienso echarme luego atrás por nada del mundo

Y fueron felices por tres días y dos noches, los que tardó Ranma en presentarse al cine veinte minutos tarde y sin lograr quitarse de encima a Kodachi.

-Si serás insolente, atrevido y traidor. ¿Me haces esperar y encima la has invitado a esa chirusa también?

Ranma se separó de la rosa negra, tartamudeando.

-No es lo que parece. No he hecho nada malo. Solo que no supe como quitármela de encima.

-¡Dios mío! ¡Y te regaló flores! Eso es peor de lo que pensaba.

-Bueno, si lo prefieres puedo dártelas a ti.

-¡Peor aún! –dejó caer abundantes lágrimas-. ¿Quieres regalarme las flores que te regalaron a ti? Ten una cita con ella si tanto te place –señaló a Kodachi- o imagina que estás con esas otras –señaló el sitio del horizonte por donde ya se veían aparecer a Shampoo y Ukyo-. Me has partido el cora…je en dos.

Solo entonces Ranma advirtió lo ridículo de la situación e hizo hincapié en un argumento devastador.

-¿Entonces qué quieres que haga? ¿Suspendo mi compromiso con todas las demás? Eso para nuestros padres implicaría casamiento inmediato contigo.

-Mira la película con quien te plazca, mal amigo y que Kodachi te ayude con la tarea de mates ya que tanto aprecio le tienes a sus rosas.

Justo entonces, cuando por fin terminaba de proyectarse el comprometedor flashback en la mente de nuestra protagonista, Ukyo zarandeó levemente el cuerpo de Akane y le dijo:

-¿Me oyes, Akane? Pareces abducida. Te preguntaba sobre la idea de Shampoo de ir disfrazadas de cama, refrigerador y tele a la próxima fiesta de Halloween. Así podría decidir a placer…y…Akane…Akane….espera…¿dónde vas?

-Esteeeeem….será solo un momento….estem….me tengo que ir….a hacer….cosas. Sí, eso….cosas. Luego…(si sigo virgen)…volveré…con ustedes…y planificamos lo de los disfraces…

Claro que justo diez minutos después, Ukyo empezó a sospechar que las cosas se torcían para ella. Lo supo en parte por la cambiante dirección del viento, por el extraño piar frenético de los pájaros. Pero sobre todo, porque apareció un misterioso review en la cuenta de Ranma que ponía: "peliazulitasaotome7. Awwwwwwmencantó. Escribes casi tan bien como el grandioso y único Leandro Sensei. Y me da igual que seas anacrónico (en la actualidad, 1987, no existen todavía los fics), enrevesado, poco claro y muy dado al marysuismo. Si todavía te apetece, podemos ir a ver esa película que tanto querías ver conmigo".

Fin


Historia bonus: El metamarysuismo.

Como todos sabemos, se suele llamar "Mary Sue" al personaje de un fic que contiene las siguientes características: 1) Se trata de un alter ego del autor que se inserta en la historia sin explicación lógica o creíble. 2) A menudo incluye un enorme abanico de virtudes que contrastan con los defectos de los personajes originales. Por tanto, si a Ranma Saotome se le diera por escribir fics sobre Ranma ½., ¿podríamos catalogarlo como un acto de marysuismo? La pregunta es interesante. Similar a mi eterna duda sobre qué pasaría si Rumiko escribiera un fic de Ranma. ¿Sería considerado historia original por ser ella la autora o un fic por publicarse en un portal de fanfics? La verdad es que no lo sé. Y volviendo a mi primera pregunta…creo que solo Pirandello sabe la respuesta (premio para el que entienda la referencia).

En todo caso y ya que estamos, analicemos brevemente lo que ha pasado en el capítulo "susoescrito". Yo, un escritor de fanfics, pongo a Ranma escribiendo fics (algo muy poco creíble) y encima los redacta con mi estilo particular en lugar de con el suyo. Se trata de un acto de Marysuismo supremo. Y además saltando niveles, porque el Ranma personaje que escribe fics diseña un Ranma personaje en los tres minifics, dando lugar a un curioso caso de "metamarysuismo". Para el que no recuerde el concepto le evoco mi otra eterna duda: ¿Si Drácula tiene un piojo bebiendo su sangre justo cuando está hincándole el colmillo a una muchacha indefensa, no deberíamos considerar al insecto como al verdadero chupasangre alfa y al monstruo como un simple y deslucido metasuccionador?

Para concluir, una reflexión: Mary Sue es la técnica de escritura menos original del mundo y por tanto, la más denostada. Sin embargo, le he encontrado la vuelta para que resulte más o menos original. Luego, una técnica, un tema, o un personaje, nunca es bueno o malo por sí mismo. Depende, de última, del esfuerzo del autor que lo escoge.

Fin de la historia bonus

PS: teniendo en cuenta que el domingo es mi cumpleaños y el lunes me voy de vacaciones, que no os sorprenda un próximo capítulo en el que Ranma viaja a una playa japonesa para celebrar algún aniversario. Eso, o lo del mamuth preñado que todavía os debo.


Comentarios

Estimada TFAA. No te preocupes. Si no quieres que Minefine7 lea tus comentarios, escríbime al otro nick, el que uso para publicar fics de Doraemon: "Nobizuka77".

Estimada sslove. Te hice "reír y sonrojar". Objetivo cumplido. Sensei 1 Minefine 0

Estimada blackpanterkjes. ¿Cumples en navidad? Y tus padres…ehem…digo ¿Papá Noel y tus padres te hacen dos regalos o aprovechan para escatimarte uno?

Estimada camuchis. Jajajaja. No pienso seguir así. Hasta ahí llegué y me planto. Lo mío como mucho es el lime de escenas costumbristas. Sensei 1 Mienfine 1

Estimada Paula. Amnar y Enaka….mmmm….Enaka todavía no salió pero Amnar tiene varios protagónicos…sigue leyendo y los encontrarás.

Estimada Desco. Al final no me he enterado de lo del neurólogo. Ya me contarás cuando tengas tiempo. ¿Qué tal los exámenes? ¿Aprobaron todo?

Estem…por supuesto que necesitmaos escuchar lo maravillosos que somos. Ese es el objetivo primero, segundo y tercero de nuestra existencia.

¡Bravo! Has leído Perdiendo los papeles. Ahora solo te falta leer el fic de Dragon Ball de Gohan.

Saludos a toda tu familia.

Estimada guest. Sentiría empatía por ti…pero soy hombre. Así que las mandé a Minefine7 y a Bulmita que la sientan en mi lugar.

Estimada Xandryx. No sé por qué pero todo lo que hago es muy Leandro-Sensei. Incluso lavarme los dientes. Saludos entregados. Gracias.

Estimada Ana-Gami. La Universidad. Mi gran rival y enemigo que me quita lectores. Esta vez el triunfo es mío, Universidad. ¿Me oyes? Todo mío.

¿Cómo se me ocurrió el tema del capítulo? No me acuerdo. Irónico, ¿verdad?