Ojo por ojo. Diente por diente.

Sábado por la mañana.

Las dos hermanas de nuestra querida protagonista se despiden a las afueras del Dojo. La mayor lleva una gran valija de viaje en una de sus manos mientras la otra, deja escapar un gran bostezo.

-Dime de vuelta por qué tengo que ocuparme yo, Kasumi.

-Es sencillo. Yo tengo que ausentarme todo el día y las tareas de la hermana mayor recaen sobre la del medio en mi ausencia.

-Sí, sí. Eso lo entiendo –sonríe Nabiki mientras se guarda un fajo de yenes en el bolsillo-. Pero sabes de sobra que sin ti en casa, torturaré a Ranma y Akane de formas totalmente inauditas. Me sorprende que justo tú me des vía libre. ¿No sería mejor que se ocupara de ellos papá?

-Mientras sigan vivos y comprometidos cuando vuelva, me vale. En ambas facetas te veo más capacitada a ti que a él.

Nabiki se encoge de hombros.

-Supongo. ¿Entonces… tengo vía libre, libre?

-Exacto. Haz lo que sea necesario para que, a mi regreso, sigan como los dejé. De hecho, me importa más lo de "comprometidos". Si es necesario, puedes dejar que uno se muera. Pero que sigan queriéndose. ¿De acuerdo?

Durante unos segundos Nabiki calcula pros y contras en su cabeza mientras trata de analizar el estado anímico de su hermana. Desde luego, hay algo que no concuerda. Se la nota demasiado directa, nerviosa e irónica. Ya ausente aunque siga junto a ella. Como si el problema que la obliga a retirarse fuese de la mayor gravedad.

-¿Dónde vas?

-Con el Doctor Tofu. A hacerme una mamografía.

-¿Otra vez?

-Sí… sí, etem… mejor prevenir que curar.

-Es la octava vez que previenes esta semana…

-Sarna con gusto no pica.


Sábado por la tarde

Faltan cinco minutos para que Ranma y Akane terminen de entrenar y Nabiki trabaja a destajo para dejarlo todo preparado. La ampliación de la caja fuerte que oculta bajo la cama, le ha dejado poco tiempo para preparar la serie de situaciones incómodas que ha ido tejiendo en su cabeza para los tortolitos. Sin embargo y al parecer, ambos muchachos se bastan y sobran para generarlas ellos solitos. Sobre todo si tenemos en cuenta que ahora mismo Akane cruza el pasillo que conecta todos los dormitorios, llorando a lágrima tendida. ¿Qué ha podido ocurrir tan rápido? Es verdad que Ranma es capaz de soltar las mayores burradas… ¿pero al punto de hacerla llorar? Eso es nuevo. Y solo existen dos explicaciones para el caso. O tiene mucha mala suerte o Kasumi es mucho más eficiente que ella apagando incendios.

-¿Ahora que ha sido? –la alcanza antes de que ingrese en su cuarto-. ¿Ha dicho que eras poco femenina? ¿O te has dado cuenta de que él es más femenino que tú?

-Los he visto. Ha sido horrible. El muy cerdo…

-Shhht. No sigas.

1ra regla de todo manipulador: jamás apiadarse de la víctima. Y si su historia empieza con "el muy cerdo", lo que viene después no puede ser bueno. Mejor no saberlo. No, si se quiere obtener algún beneficio por el camino.

-Por veinte yens podría darle un rodillazo en el miniranma. No se lo verá venir .Cree que soy inofensiva.

La nariz de Akane se hunde sobre su brazo, ocultando su llanto. Luego estira la mano hacia atrás. Entre sus dedos asoman 1000 yens.

-Entonces… ¿quieres que le propine cincuenta rodillazos? ¿Tan terrible ha sido? ¿Quién se entrometió en vuestro entrenamiento? ¿Ukyo o Shampoo?

-¡Buaaaaahhhhh!

2da regla de la manipulación. Si sientes que la ira te embarga y que tus acciones van a volverse pasionales y poco sesudas, respira hondo y cuenta hasta diez o en su defecto, hasta alcanzar un estadio similar a la calma.

-1, 2, 3…, 538, 539, 540. Ufffff, hermanita. No sabía que fueras capaz de tocarme la fibra con tus lágrimas. Yo… estem… ¿quieres que haga que deporten a Shampoo? Te costará solo…

-…¡Buahhhhhhhh!

-1, 2, 3…, 2531, 2532, 2533. De acuerdo, cuéntamelo. ¿Qué fue? ¿Se besaron?

-Peor.

-¿Le dijo que la quería?

-Peor.

¿Los pillaste desnudos?

-Peor.

-¿Peor que desnudos? ¿Ranma estaba en modo chica? Porfa, porfa, porfa, dime que estaba en modo chica.

-Peor.

-¡Ay, hermanita! ¿¡Peor aún!? Estoy empezando a acalorarme. ¿Era una guarrería? ¡Ya lo sé! Shampoo estaba en modo gata. Aunque pensándolo bien. Siempre lo está.

-Peor.

-Me lo pones difícil. ¿Le dijo que la amaba delante de todo el mundo a los gritos mientras su cuerpo inerte se tornaba más y más frío?

-Peor.

-¡Ah, claro! Le dijo que es linda cuando sonríe.

-Peor.

-No se me ocurre nada más. Tampoco es que le haya dado con el mazo. Eso sería muy rastrero incluso para ella…

-¡BUAHHHHHHHHH!

-¡¿QUÉÉÉ!? ¡Si será zorra, la p&ta esa! ¿Y él se dejó?

-¡BUAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

3ra regla de la manipulación: solo existe una forma de curar el orgullo herido. Ojo por ojo y diente por diente. Y si la guarra de Shampoo se había entrometido en el área más akanil imaginable, ahora les toca a ellas hacer lo propio en el área de experticia de Shampoo. Por unos cuantos yens, claro está.

Fin de la primera parte


Historia bonus

Bulmita

¿Os acordáis de Bulmita, no? ¡Oh! ¡Qué niña tan simpática! ¡Tan bonita en la manipulación con su papi! ¡Tan adorable! Pues a la muy Bulmita le llegó la pubertad. Y no tuvo mejor idea que superar a Shampoo en ciertos aspectos. Y lo peor de todo es que mis aliados para preservarla del mundo son de lo más antipáticos: Tiknosécuántok y instanoséquégram. Si la niña pretende salir los viernes, la única forma que tengo de engañarla, disuadirla, retenerla en casa, es decirle:

-¿Ya sales. Bulmita? ¿Tan pronto? ¿Ya has visto todos los tiknosécuántok que existen?

-Ahhhh, cierto. ¿Te mostré el del loro que salta sobre un gato que al asustarse muerde a un perro que ladra muy alto?

-No, no. ¡Qué interesaaaaaaaaaaaante! Muéstrame ese y los que quieras. O mejor aún, recuéstate sobre el sofá y empieza tú sola que yo ahora te traigo una taza de cacao caliente y galletas.

No siempre funciona (sobre todo porque no sé qué cojones hace el instanoséquégram) pero ya he conseguido que se quede en casa dos de los últimos siete viernes. Gracias, nuevas tecnologías. ¡Viva la virtualidad! ¡Y abajo la realidad!

Si alguien sabe explicarme qué es el instanoséquégram, lo agradeceré eternamente. Pero ojo. No vale decir: "hace lo mismo que facenosequé pero diferente". La definición tiene que ser entendible por un anciano decrépito.